Escrito originalmente por
@jerish Esta escena se me ha hecho complicada con mi personaje (antónimo a todo eso xD) pero nos hemos reido bastante que es importante.
Creo que @Ardalas-Romae y yo tenemos que buscar la manera de mejorar la relación entre ambos personajes, sino me da que terminará escapándosenos de las manos. ¿Qué opinais? (en esta escena le he llevado un poco más por el camino de la actitud normal de Adrián por el trauma que ha recibido con la Palla Grande, por lo que su rebote con Sebastián que de normal hubiera sido directamente de ignorarlo se ha agrandado bastante, y más con lo sucedid. Teóricamente debería comportar un buen castigo por parte de mi pj, pues ha pisoteado todo tipo de honor y lealtad al dejarle tirado (sí, sé que primero te disparó, pero lo hizo porque entendió que directamente os íbais a ir sin esperarlo))
Y sobre lo que me preguntó la ductus de si tenía las mismas aficiones que Adrián, imagino que irá por el camino de los contratos de humanos, pero no estoy seguro.
Ahora mi personaje está en un dilema mucho mayor. Cada escena que pasa le repulsa más su manada. Las dos cabezas son unas trepas sin honor (o así las está viendo él), a Sebastián le considera un traidor (por el tema de la chivatada que hizo con la dominación del príncipe) y un estúpido. Sólo le caen bien Adrián (cuando no se le va la castaña sin pensar en las consecuencias) y Póker (a michel de momento como apenas le conoce pues ni fu ni fa, lo mismo con Lázaro pero ya le ha empezado a caer mal por dejarlo tirado) por lo que tengo complicado la interpretación con ellos xD
Esto es un poco peliagudo, porque siendo
Narrador Asistente Asistente al Narrador, no debería influir mucho en los personajes, ni tratar de determinarlos. Pero lanzo algunas ideas por si sirven para ubicarte. Ojo, que lo hago más como compañero jugador que como Narrador y no trato de decir que Craig tenga que pensar necesarimente nada de esto.
Una manada sabbat es lo más parecido a una familia que tienen los vampiros. Pero una familia muy especialita. Para empezar, no tienen Humanidad, o la tienen a niveles muy bajos, por lo que no son especialmente sensibles ni considerados a los demás. Además el Sabbat valora la fuerza y la audacia (o temeridad), por lo que sus miembros suelen ser rudos y bruscos en el trato, para demostrar lo malotes que son. Todo esto provoca muchos roces, y el caso de Craig no es para nada un caso aislado.
Para remediar estos problemas, el Sabbat usa principalmente dos recursos. El primero es la ideología. Craig aún no ha tenido tiempo de asimilarla porque es muy joven, pero desde todos los ámbitos, manadas u obispo, se machaca con lo mismo: lealtad a la secta y lealtad a la manada. Y el que traiciona a sus hermanos de manada tiene un estigma, aunque lo hiciera por buenos motivos.
El otro recurso es más artificial, pero muy efectivo: la Vaulderie. Los sentimientos que crean, a la larga aseguran que la manada no se romperá (la mayoría de las veces). La Vaulderie puede hacer que detestes mucho a tu hermano, y aún así te juegues la piel para defenderlo.
¿Cómo enfocar los sentimientos que tiene hacia los otros personajes? Eso sólo depende de ti. Siendo una crónica corta, igual no tiene mucha importancia que os llevéis un poco a matar (aunque mataros literalmente entre vosotros deberíais pensároslo mucho). Yo voy a ofrecer alguna perspectiva adicional, no para decirte que debes anular el rencor, pero para generar sentimientos más conflictivos.
Puede que Sebastián fuera al que se le fuera la lengua con el Príncipe, pero también era, junto a Póker, el que estuvo allí para matarlo. El hecho de que los mayores de la manada se estén apropiando de vuestro mérito puede ser un aliciente para aliaros y entenderos entre vosotros.
El hecho de que seáis los novatos también puede generar intereses comunes, y quizá una comprensión que no tienen aquellos que os han precedido. El problema es que Sebastián y Craig están afrontando el vampirismo de forma opuesta, lo que hace que igual no seais mucho de ayuda el uno al otro. Aún así, todos tenéis problemas similares, como la dificultad de ajustaros a los poderes, a la caza y a la furia asesina de la Bestia.
Respecto a Lázaro, os habéis encontrado de repente con alguien que lleva más tiempo en la ciudad que cualquiera que hayáis conocido (al menos según cuenta). Cierto que Santa Lupita ha cambiado radicalmente desde aquellos días, pero aún así es mucho lo que os puede enseñar sobre la política, sobre el Sabbat (¿un Abad?), o sobre el vampirismo en general.
Todos estos sentimientos (rencor, lealtad, necesidad, agradecimiento, vínculo,...) se mezclan en un buen gazpacho que será lo que al final determine las acciones y destino de los personajes.
Generalmente el tipo de putadillas que os hicísteis el otro día no suelen escalar bien en el rol, acabando en algo bastante serio. Igual la sangre no llega al río por ser corta, la partida, pero si fuera más larga, habría que plantearse cómo contenerlo, si con una charla madura entre los personajes, o si llegáis al pacto de seguir haciéndoos putadas, pero siempre con gracia y sin llevarlo más allá. Como referencia, en Lost Boys 2 la manada tiene como costumbre hacerse bromas de este tipo en tono: "mira para allá... ¡ZAS! ¡Te perforo las entrañas! Ja,ja. Ahora se lo explicas a la chica que te estabas intentando ligar".