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Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:24
por Variable
En líneas generales, es una corrección sensata. Hay algunas correcciones que no terminas de entender muy bien, debido a los localismos, pero básicamente lo que tienes frente a ti es una auténtica cura de humildad al quien editó la obra. Parecían correcciones realizadas por una mente experta.
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¿Buscas algo en concreto?

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:26
por Livia
Pues menudo chasco, si es que iba a tener que reconocerle al corrector justiciero que tenía toda la puta razón del mundo. Es que vaya birriazo y que eso costara 10 mil pavos es que era de vergüenza. Es más, ella misma se estaba calentando con el tema y le estaban dando ganas de buscar al editor para correrlo a gorrazos. Aún así, ¿era decepción al obtener una obra que has perseguido y ves que es una auténtica basura o había algo más?
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Sí, me gustaría hacer un análisis de la corrección. Quiero ver si hay algo recurrente, en lo que incida más o si hay algún tema, pasaje o capítulo en concreto en el que se haya cebado. Pasando la primera impresión de colar un mierdón, busco qué puede hacer que sea personal. También me gustaría ver si está digitalizada la carta anónima

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:27
por Variable
El libro parecía tener, de forma irremediable, multitud de correcciones. Corroboraste de inmediato que la nota no se había escaneado.

Tras la primera media hora estudiando el escrito, descubriste que la última página del libro no tenía ni una sola corrección. Lo que sí que tenía, es una frase subrayada al final del último párrafo. Quizás era un tachón:
  • Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o de los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.
Intrigada por el hallazgo, pero todavía con la intuición de encontrar más información, empezaste a estudiar el libro. Aquello no era subirse a un árbol. Era lo que se te daba bien: en lo que se basaba tu vida.

Te diste cuenta que la primera corrección de cada uno de los veinte capítulos tenía justo encima siempre un asterisco (marca que, por contexto, no tenía mucho sentido). Además, estas correcciones eran siempre de una sola letra. Rápidamente fuiste anotando las primeras letras, hasta formar la siguiente cadena:

VINOEVAVESTIDADEROJO

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:31
por Livia
Lo primero que hizo Eva cuando terminó de tomar notas de las letritas de los cojones y leyó todas las letras bien juntas, fue quedarse más blanca que una pared recién encalada. Empezó a tener una risilla baja, nerviosa mientras miraba la pantalla con un terror indecible. El lado de su cerebro más racional, le estaba diciendo que había muchas mujeres que se llamaban Eva, un nombre muy popular, por lo que seguro que no se refería a ella porque tampoco tenía nada rojo. Seguro que se refería a la Eva biblica, que además estaba relacionada con la manzana roja de la tentación. Mientras el sentido común junto a su lado más... creativo por así decirlo estaban gritándole un plan de huida antes de que su amigo, el motorista fantasma y corrector justiciero, saliera esa noche a .. no sé... ¿cortarle un mechón de pelo mientras dormía? Porque con el tiempo que seguro que había tenido su teléfono le había dado tiempo de saber hasta dónde hizo la comunión, cuándo y cuál era su vestido.

¡Para quién carajo era ese mensaje! ¡Por Dios santo bendito! ¿Era una orden? ¿Un aviso? ¿Simplemente un desvarío de una mente perturbada? ¿En qué coño la había metido su padrino? ¿Por tres mil pavos? ¿En serio?

Tenía las notas en su cuaderno, anotó la frase junto a la letra que correspondía de cada capítulo. Lo anotó TODO, absolutamente todo, tan deprisa que le dolió el brazo y le dejó el dedo marcado con el bolígrafo. Cuando terminó, rodeó la maldita palabra y subrayó la última frase, tan extraña. Se levantó directamente del puesto y se dirigió de nuevo hacia el señor de información.

- Perdone, ¿habría un teléfono público en alguna parte del edificio? - dijo, con tono fúnebre-. Estoy realizando un ensayo divulgativo basado en la primeras ediciones de García Márquez y su historia, ¿sería posible ver la nota que acompañaba a la edición robada cuando fue devuelta garabateada?

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:33
por Variable
El recepcionista, con su inmutable sonrisa, entornó un poco los ojos, dando a entender que estaba hablando muy alto y que podría molestar a quienes estudiaban.

- Me temo que los teléfonos públicos son un vestigio de otra era, Señorita -dijo-. Desconozco la información sobre la nota que comenta. No obstante, si nuestros libros tienen un anexo, aparece como tal en el propio sistema.

Y de eso Eva sí que estaba segura: no había ningún anexo en la obra, ni ningún añadido a la obra en el sistema.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:35
por Livia
- Muchas gracias -musitó, consternada antes de volver al puesto. Lo que hizo fue comprobar que no se hubiera extraviado la nota en el escaneado, incorporándola a uno de los otros documentos. Después, como no tenía acceso a internet de otro modo abrió el buscador para volver a buscar sobre la noticia. Lo mismo aparecía en algún lugar, o incluso en la hemeroteca de la biblioteca algo sobre la noticia, sobre la policía o al menos, en qué distrito apareció.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:36
por Variable
EL ROBO DE UN LIBRO QUE CONMOCIONÓ A UN PAÍS

MARTÍN ETXEBERRÍA - 04/01/2017

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El libro robado.

[...]

Lorenzo compró el ejemplar en 2006 en un escenario que sin duda es el sueño de cualquier bibliófilo amante de las primeras ediciones ‒y que parece ser que todavía sigue pasando en los tiempos de Internet‒. Lo encontró en una librería de viejos en Montevideo, entre un montón de libros usados. El precio que marcaba era de 180 pesos uruguayos, lo que al cambio en esa época equivalía a unos 7 euros. Como el librero no era consciente del valor del libro, Lorenzo disimuló pidiendo un descuento e incluso pudo sacarlo por 6 euros. No era esta la primera edición que Lorenzo había conseguido sino la séptima. Todas ellas las había vendido excepto esta última, ya que tenía algo que las diferenciaba del resto: una dedicatoria personalizada del propio autor. «Para Lorenzo Castillo, el librovejero, como ayer y como siempre. Su amigo Gabriel», escribió el autor.

Fue David Urdiales, dueño de la librería Fabra e Hijos y presidente de la Asociación de Libreros Independientes, quien le pidió a Lorenzo parte de su colección para exponerla en la feria. Los libros estaban en el pabellón más grande de la feria, dentro de unas vitrinas protegidas por un cristal doble y unos pequeños cerrojos. Había dos personas encargadas de vigilar los libros y se acordó, además, que siempre habría un encargado de la librería pendiente de la colección. Ese año la Feria del Libro tuvo una afluencia sin precedentes: en los 14 días de feria pasaron por ella 520.000 visitantes, casi 70.000 más que el año anterior. Solo el sábado del robó recibió unas 73.000 visitas. Es por eso, quizá, que ninguno de los encargados de vigilar se percató de que alguien consiguió abrir la vitrina y sustrajo la primera edición de Cien años de soledad.

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La vitrina de la que se sustrayó el ejemplar.

En cuanto el robo fue detectado, los libreros registraron a cuantos salían del pabellón, con la esperanza de que el robo hubiera sido reciente y el ladrón todavía se encontrara dentro. Después de registrar a unas 300 personas durante media hora dieron por perdido el libro y finalmente David llamó a Lorenzo para comunicarle la catástrofe. Por la noche, Lorenzo pasó por el pabellón y recogió el resto de sus libros. Al día siguiente, telefoneó a una amiga periodista que trabajaba para El País, uno de los periódicos más importantes del país, y le contó lo sucedido. Y de ahí la noticia del robo se difundió rápidamente por todo el mundo, considerándolo un atentado contra el mundo de la cultura. Las autoridades comunicaron en una rueda de prensa que las penas para quienes hubieran robado el libro podrían llegar hasta los 20 años de prisión, y 12 años para quienes lo compraran. Lo duro del castigo hizo que muchas personas dentro y fuera de España pusieran el grito en el cielo.

Seis días después del hurto Lorenzo recibió la llamada de un amigo diciéndole que había escuchado en la radio que había aparecido el libro. Poco después recibió la llamada del asistente del general Rodolfo Sabater, director de la Policía, asegurándole que habían encontrado el libro y que Sabater quería entregárselo en persona. Una patrulla fue a recoger a Lorenzo para el encuentro y, como había mucho tráfico, pusieron en marcha la sirena, abriéndose paso a toda velocidad. Antes de la entrega del libro se hizo una rueda de prensa en la que Sabater aseguró que aquello era una victoria para la Policía. Habían encontrado el libro solo seis días después de que su robo fuera denunciado.

Sin embargo, aunque el libro había aparecido, no se sabía nada sobre los ladrones. Sabater apenas contó detalles sobre la operación. Dijo que lo habían encontrado en una caja en el Barrio de las Letras, en el centro de Madrid. El libro estaba listo para ser vendido, por una suma que superaba los 30.000 euros. Eso sí, un tasador experto en libros afirmó que vender el libro por más de 10.000 euros hubiera sido casi imposible. Pues bien, a continuación, Sabater entregó el libro a Lorenzo frente a todos los medios de comunicación. Después de dar las gracias, Lorenzo anunció su intención de donar el libro a la Biblioteca Nacional ‒junto con otras primeras ediciones de García Márquez‒ porque después de todo lo ocurrido, creía que el apoyo del pueblo lo merecía.

Algo extraño es que los medios de comunicación ofrecieron distintas versiones sobre cómo había aparecido el libro. Algunos decían que estaba dentro de una casa, otros que en la calle y había quien afirmaba que fue en el mismo momento en que se iba a realizar la venta. A Lorenzo tampoco le dieron muchos más detalles. Se sabe que la policía detectó que el libro iba a ser vendido en el mercado negro y que iba a salir del país. Aparte de eso, nunca se supo nada sobre los ladrones. Era como si la policía hubiera escondido algo en todo este asunto.

Un año después del robo, después de mucho batallar con trabas burocráticas, un funcionario de la policía reconoció, de forma anónima, que la policía da prioridad a los casos que se consideran más importantes, y el hurto de la primera edición firmada de Cien años de soledad se había considerado uno de ellos. Ese mismo funcionario explicó que durante días la policía recorrió las calles interrogando a vendedores de mercancía robada. Así fue como empezaron a tener noticia del libro, de que había dos personas que estaban intentando venderlo. Finalmente obtuvieron el dato de dónde se iba a realizar la transacción y tres patrullas se dirigieron hasta allí. Cuando las patrullas llegaron los ladrones empezaron a correr y se produjo un tiroteo. Mientras algunos policías iban en su persecución, otros se dieron cuenta de que habían tirado una caja al suelo. Dentro estaba Cien años de soledad. Según el funcionario no lograron atrapar a los ladrones.

Aunque el caso terminó archivándose en abril de 2016, como no encontraron a los ladrones el caso no llegó a cerrarse, algo que no ocurrirá mientras no se detenga a los responsables del robo. Hoy en día el ejemplar robado se encuentra en el área de colecciones valiosas de la Biblioteca Nacional. El libro se ha convertido en un símbolo de lo mejor y de lo peor de Madrid. Por un lado, forma parte del patrimonio cultural, y durante unos días mantuvo en vilo a amantes de los libros dentro y fuera de sus fronteras; por otra, se convertía en la prueba palpable de que en España la policía solo te hace caso si eres importante.

La demostración de que un solo libro puede valer mucho más que muchas vidas humanas.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:49
por Livia
Echó hacia atrás la silla, provocando un doloroso chirrido que inundó la sala sin que le importara molestar a los demás lo más mínimo. Comenzó a mover la cabeza, como diciendo que no a la pantalla una y otra vez. Una y otra hasta que vio la hora. Las cuatro de la tarde. Le costaba irse, despegarse, porque le faltaba la pequeña pieza que encajara el puzzle. Pero lo que le costaba más trabajo a esas alturas era pensar. El miedo que tenía era raro, una sensación visceral de peligro, de que en cualquier momento podía sentir un aliento en su cuello o una pisada a sus espaldas o u chasquido. Esa sensación iba unida a una alerta constante, a que los músculos se le tensaran en cualquier momento y saltase.

Una tos en el silencio de la sala al fin consiguió moverla. La tos de un estudiante alérgico con cara de aburrido que se quedó mirando perplejo a la loca que se levantó de la silla como un resorte, dejándola caer para salir corriendo con el bolso cruzado sobre el pecho como si estuviera intentando competir en los cien metros lisos versión biblioteca. Ese chico le dio un codazo a su amigo a su lado mientras se sonaba la nariz, señaló a Eva con la cabeza y ambos se rieron de la loca del pasillo.

Cuando ambos terminaron de susurrarse burlas hacia la loca del pasillo, Eva estaba bajando las escaleras. Siguió corriendo pero no iba sin rumbo fijo si no hacia la tienda de telefonía más cercana. Por el camino, se chocó con gente, la insultaron por casi dejar caer a un señor mayor, por cruzar en rojo, por un sinfín de cosas que ella no escuchaba. Lo único que había en su mente era un móvil y su padrino. De vez en cuando, notaba los pulmones ardiendo, las piernas pesadas y una opresión dolorosa en un costado pero se iban pronto, cuando su voz interna repetía:VINOEVAVESTIDADEROJO, un destello repentino de energía le devolvía las fuerzas.

Llegó sudando a la tienda, abrió la puerta y notó el cansancio de sopetón como si le hubieran puesto encima media tonelada que la estaban aplastando. Se dirigió al dependiente más cercano.

- Ne...cesi...to. Nece...sito..un...móvil... -jadeó.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:50
por Variable
Comprar un móvil no era un gasto superfluo para alguien con la capacidad adquisitiva de Eva. Suponía, de alguna forma, pasar un mal mes.

Cuando fue a pagar el móvil, el datáfono denegó el pago. Y no debería.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 15:54
por Livia
- Pero, ¡no es posible! - exclamó, con cara de auténtico apuro. No era el rostro de alguien que le da vergüenza el que le hayan denegado un pago, si no el de alguien que tiene un susto encima terrible. Miró al dependiente, pidiéndole ayuda con los ojos. - Por favor, permítame hacer una llamada. Me han robado el móvil y no he encontrado ningún teléfono público.

Comenzó a rebuscar en el bolso a ver de qué podía prescindir.

- Por favor, ¿qué tiene por esto?
- dijo, sacando 10 euros del bolso - Con que se pueda llamar y recibir llamadas es suficiente. No me importa el estado.