(C) La extraña muerte de Esteban Espinosa

Prólogo de la partida, comprenda el año anterior a la celebración de "La Promesa".

Moderador: Variable

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Livia
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#51

Mensaje por Livia »

Permaneció quieta, no quiso girar a su son y no le apetecía contemplar el cadáver del pobre hombre que estaba tendido en el suelo. Se preguntó si aún podría hacer algo o por qué no hizo algo. Bueno, realmente, no esperaba que un perro matase a una persona así como así. Lo que sabía de los canes es que, de forma natural, sin entrenar para ello, no solían matar a un ser humano de gratis de no ser por la rabia o por ponerlos en un fuerte extremo dónde los instintos naturales le hicieran atacar.

- Si podías verme y yo a ti no, podías esperar y observar hasta encontrar el momento propicio de hablar. Solo he querido irme cuando he visto que el perro raro era un ser desconocido agresivo. Tengo cosas que hacer aquí..

Era consciente de que esa charla era un interrogatorio pero no tenía miedo, ni tampoco sintió ira. Le hubiera gustado sentir algo. Le llegaba el olor de la sangre y se movió inquieta. ¿Seguiría aún vivo? Echó un vistazo hacia esa dirección y no le gustó lo que vió y al mismo tiempo sí. Era asqueroso que lo que pudiera sentir en ese momento fuera eso y la hacía sentirse sucia.

- No entiendo por qué matarlo. ¿Por qué no salvarlo o ignorarlo? Permíteme que termine mis asuntos y... charlemos mientras.


No tenía la más mínima idea de quién era, o qué quería, o si era uno de los suyos. Lo miró con esa cierta curiosidad brillándole en los ojos, pero no se le iba de la cabeza que era un jodido psicópata que había permitido que esa cosa devorara a un pobre vigilante para hacerla salir. Supuso que era una demostración de poder y un augurio de lo que le pasaría.

- Quizá podamos llegar a un entendimiento si me dejas saber quiénes sois, quién os envía y qué queréis -propuso, hablando con suavidad e intentando parecer conciliadora - Me llamo Eva - dijo, impidiendo que continuara añadiendo elementos que la deshumanizaran más. Sabía que ese era el primer paso para poder pasar al abuso y al asesinato, considerarla algo. - No vivo en ningún cubil, vivo en una casa y es mi hogar. ¿Cuál es tu nombre? Para dirigirme a ti.

Echó un vistazo hacia la verja cuando pasó tras su espalda. Si sabía un poco del palo del que iba quizás pudiera usar la vitae para intentar huir.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#52

Mensaje por Variable »

El tipo asintió.

- Claro, lo de tu padre, ¿no? -dijo-. ¿Necesitas ayuda? Creo que el guardia ya no será un problema.

Hizo un ademán, señalando hacia la tumba de Esteban.

- Adelante -dijo-. Yo me llamo Sam, soy un tipo corriente. Bueno, todo lo corriente que puede ser un vástago. Pulgoso es un viejo amigo, necesita alimentarse... No le juzgues. Es un placer hablar contigo, Eva.

Sonrió, por su aspecto, parecía de otra época, o de otro lugar.

- Solo hemos venido a saludarte, a conocerte.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#53

Mensaje por Livia »

Después de presentarse parecía que las cosas iban a ir mejor. Simplemente, sonrió, inclinando levemente la cabeza a modo de saludo después de conocer su nombre. Mientras lo escuchaba, echó un vistazo preliminar a la tumba. Le sabía un poco mal abrirla pero necesitaba saber si allí había algo y si ese algo era su padre biológico.

- ¿Cómo sabes lo de mi padre? -dijo, parpadeando sorprendida y luego asintió, aún un poco descolocada - La verdad es que sí. Agradezco mucho tu ayuda.

Dejó la mochila en el suelo y sacó la palanca de la mochila. Aquella noche había decidido ir bien servida y parecía más bien el petate de un mochilero.

- Será un placer charlar contigo, Sam - dijo, alegre mientras intentaba quitar el florero de la tumba, con los restos de flores secas. ¿Cuánto tiempo hacía que nadie venía a dejarle flores? Luego, comenzó a inspeccionar la lápida, para ver por dónde podía incrustar mejor la palanca para moverla de su sitio. Ojalá no se rompiera porque costaba un pastón y quería volver a ponerla en su sitio aunque dejara la pared de ladrillos destrozada al otro lado -La verdad es que creo que eres el primer vástago que conozco después de mi Sire. Quiero decir, personalmente.

Sin querer putearla, perseguirla, capturarla o simplemente, ser un hijo de puta con ella y con los suyos. No podía relajarse, al fin y al cabo, seguro que era otro cabrón como el resto. Pero de momento, si solo quería charlar por ella no había problema. ¿Era esto lo que quería decir Daniel con experimentar otros vástagos? La verdad es que no había tenido la oportunidad de conocer a nadie a quién no pudiera tachar de enemigo.

- ¿Lleváis mucho por aquí? - preguntó, por iniciar una conversación, echó un vistazo a sus ropas y le pareció como recién sacado de una de esas tumbas, o un vagabundo - Por cierto, ¿cómo es eso de que huelo a...sangre joven?

Se llevó la mano a la nariz e intentó olfatearse discretamente, como si acabara de decirle que le cantaba un poco el alerón.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#54

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Sam sonrió. Aunque sus ropas eran antiguas y parecía un desarrapado, era un hombre corpulento y quizás en algún momento, incluso atractivo. Su descuidado pelo y su desarrapada barba rubia le daban el perfecto toque de mendigo que le hacía falta.

- Uno tiene que informarse sobre las cosas -dijo-. Nah... En realidad, conocí a tu padre en su día. Era un tipo inteligente, aunque algo temerario.

Se encogió de hombros.

- ¿Tu Sire? ¿Quién es tu Sire? Escuché que te abrazaron, pero la identidad de quién no la conocía. Supongo que, si no me lo revelas, no lo conoceré hasta "La Promesa".

No parecía alguien especialmente peligroso.

- La verdad es que no. Hemos venido a buscarte, cosas del Círculo. Lo de la sangre es parte de nuestras "habilidades", ya puedes imaginártelo.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#55

Mensaje por Livia »

Dejó el trabajo de intentar incrustar la palanca entre los bordes de la lápida para moverla y simplemente, se quedó allí suspendida en el aire mientras se giraba con una gran sorpresa en la cara. No sabía que su padre había sido tan popular en el mundo vampírico. Eso era toda una noticia. Cuánto había llegado a saber su padre. La verdad es que se había metido en unas movidas muy chungas para estar vivo.

- ¿Le... conociste? -dijo y se giró hacia él con esa sorpresa en la cara. Se convirtió pronto en una sonrisa, que poco después se ensombreció - He venido para descubrir qué le pasó.

Aunque tenía sus sospechas no estaba muy segura de compartirlas. Lo cierto, es que aunque le había parecido un psicópata por dejar que el perro matara así al pobre vigilante, muy a su pesar estaba cayéndole bien. Aunque fuera un poquito, una mijita. Bueno, usar el comodín de papá siempre era una apuesta segura para que, por lo menos, estuviera más receptiva.

- Se llama Daniel -dijo, después de dudar un rato. Supuso que la sociedad vampírica no debía ser como la sociedad madrileña de los vivos,y al final, todos se conocían a todos. Como en un pequeño pueblo y que como en ellos todos sabían de quién procedían sus habitantes. - Daniel Cortés - dijo, finalmente, esperando analizar bien la reacción de Sam al respecto. Esperaba que no fuera un enemigo más. Lo único que conocía del resto de vástagos eran seres odiosos que le hacían la vida imposible desde que estaba viva. Así que por un momento se mostró de nuevo desconfiada. - Perdona, ¿qué es la Promesa?

Volvió a parpadear, incrédula y se señaló el pecho con el índice.

- ¿Yo? ¿Me buscáis a mí? ¿De un Círculo?
- se mostró algo más retraída, avergonzada por no saber - ¿Qué es eso?

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#56

Mensaje por Variable »

Sam asintió.

- Claro -dijo-. Lo contraté para investigar unas historias. Era un buen hombre, pero se metió en asuntos muy turbios.

Se cruzó de brazos.

- Creo que no vas a descubrir mucho profanando la tumba, por lo que me dijeron, fue incinerado. No es que sepa mucho, pero he venido a hacerte una propuesta. El Círculo de la Bruja quiere que te unas a nosotros, te ofrecemos una perspectiva diferente de la existencia.

Se sentó en un sarcófago de piedra cercano.

- La Promesa es una fiesta que van a hacer, donde te van a bautizar, supongo. El Príncipe permitirá la existencia de los nuevos vástagos y se cobrará algunos favores con sus Sires.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#57

Mensaje por Livia »

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo que fue incinerado?! - Eva negó con la cabeza - No, no... No. Eso no es lo que estaba contratado, no. Yo estaba en el entierro. Eso no es lo que debía pasar. Cinco años de nicho y luego al panteón, con el resto de la familia... no...

Entrecerró los ojos y señaló por encima del hombro al nicho tras ella.

- ¿Qué coño hay aquí? ¿Qué mierda es esta?

En ese momento, dejó de estar razonable durante un rato. Permaneció en silencio repasando cuidadosamente cada uno de sus recuerdos. No, había habido un entierro. No había visto el cuerpo. Ni ... Pero había habido un breve responso ante el nicho, sin misa en el tanatorio.

- ¿En qué estaba metido?
- preguntó, y apoyó la espalda en la pared llena de nichos. Se le quedó la mirada vacía, mirando al infinito. Todo había sido una gran mentira. Como sospechaba, habían hecho lo que habían querido con él y con su cadáver, y ella ni siquiera había sido consciente. Eso era doloroso y además la enfadaba, mucho. Cuando encontrara al hijo de puta que había hecho eso y que sospechaba que era Ferrero se iba a tomar su tiempo, pero encontraría la forma de arrancarle el corazón y metérselo por el culo. - No sé qué es eso del Círculo de la Bruja - dijo, con voz queda - Disculpa mi ignorancia. No puedo dar ahora mismo una respuesta. No creo que pueda estar capacitada sin saber qué es lo que implica.

Y, aunque no lo dijo que accedería sin dudar si Daniel estuviera en ese Círculo. ¿Lo estaba? ¿O no? Un siniestro gato negro tenía pero eso era un tópico acerca de las brujas, o brujos en su caso. Ya le preguntaría, porque no iba a agruparse con eso, que le sonaba a alguna clase de equipo o afiliación reclutando, si él no estuviese. Un propósito, un destino significaba una promesa que estaba dispuesta a cumplir con gusto hasta el final.

- ¿Bautizar?- se quedó con aquella cara de "no, por favor, que no sea verdad" pero supuso que esa clase de especie de rito de iniciación le iba a tocar. Menudo fastidio... Aunque no dijo nada. Algo que dijo que quizás ese "favorcillo" al que le había quitado importancia Daniel no era tan sencillo. Ya hablaría con él. Ahora eran un equipo, no iba dejar que cargase solo con el peso de nada.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#58

Mensaje por Variable »

- Bueno, fue una operación en la que estuvo implicado el Príncipe -dijo-. No suele ser extraño que, cuando alguien muere con signos evidentes de lo sobrenatural se incinere el cuerpo para evitar que se desvele la Mascarada.

Se encogió de hombros.

- Supongo que estará vacío.

Mantuvo el silencio mientras ella reflexionaba. Tampoco quería agobiarla mucho.

- La verdad es que no sé exactamente quién le mató -respondió-, pero fue un asunto de la Estirpe, seguro. Hacía trabajos para algunos de nosotros a cambio de nuestra vitae.

Soltó una risotada.

- No te voy a hacer ninguna pregunta. Solo he venido a abrirte los ojos.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#59

Mensaje por Livia »

- ¿El Príncipe? - preguntó, con algo que o bien era extrañeza o bien interés. Ladeó la cabeza hacia un lado, de una forma muy similar a como Cipi, la más joven de sus perras, hacía a veces cuando le hablaba como si intentara comprender o, simplemente, no supiera que decía.

Aquello la turbó profundamente, y se giró tanto para arrancar la palanca como para quedarse mirando al nicho. Delante de esa tumba volvió a tragarse sus sentimientos. Porque dolía. ¿Dónde estaba su padre? Si este hombre, bueno, vástago decía la verdad supuso que Daniel también tenía que saberlo. Tenía su particular forma de ser. Hubiera sido menos doloroso que se lo hubiera dicho él. Pero no quiso no quiso juzgar a su compañero por invitarla a investigar ese caso. Hablaría con él cuando llegase a casa.

- Vamos a ver si, al menos, están aquí. ¿Me echarías una mano, por favor, Sam? No me gustaría malgastar vitae en abrir esto y a ti se te ve fuertote
-dijo, clavando de nuevo la palanca en el hueco entre la lápida y la pared.

En aquel momento, no tenía muchas ganas de hablar de propuestas porque no sabía cómo afrontar eso. Su padre se había vendido por sangre. Lo habían devorado y luego lo habían quemado. No dejaba de preguntarse cómo se había convertido en un adicto... Si hubiera sabido eso en vida. Se hubiera acabado. Por sus ovarios que sí. Hubiera hecho lo que fuese para arrancarlo de ahí. No se merecía eso... En serio, ¿en qué carajo estaba pensando su padre? Tenían una familia. Vale, quizás su inclinación natural no permitía que amase a Raúl más allá de la amistad, pero... ¡eran una familia! ¿Por qué no le bastó?


- ¿Trabajaba con mucha ... gente?

Siempre había sido una hija leal, se había esforzado mucho por que se sintiera orgulloso de ella, le quería muchísimo, había aceptado ese legado que quería transmitirle. Así que, ¿por qué? Incluso había aceptado quedarse en esa mierda de país en el que no había oportunidades para ella, cuando podía estar viva, en una universidad norteamericana ganando un pastón y viviendo la vida. Sí, había fallado aquella noche porque había recibido un "aviso" para ayudar en su pequeña ciber revolución. Pero, ¿y si fue algo premeditado? Y si... Ferrero parecía que tenía don o gente que sabía. Así que, ¿y si él fue quién le lanzó el señuelo? Para asegurarse de tenerla entretenida mientras cometía su fechoría. Y si no hubiera sido mala hija y hubiera ido. ¿Habrían cambiado las cosas o habrían muerto los dos?

- Ya me los estás abriendo - respondió, Eva - Siempre me interesan las nuevas formas de pensamiento, de conocimiento. Comprender y debatir sobre nuevas perspectivas. Me siento honrada con la propuesta.

Aquello dolía, pensaba que no lo haría pero le dolía. No solo imaginar lo que acababa de decirle, si no el saber que se habían deshecho de su cuerpo como un trasto inservible. Lo mismo, habían tenido la dignidad de meter las cenizas en el ataúd. Lo mismo... Alguien había decidido no ser tan hijo de puta como para dejar que su hija y su amigo de toda la vida lloraran ante una tumba vacía. Al final, tanto nicho, tanto panteón para que estuviera vacío, lleno solo de esposas y madres. Su bisabuelo desapareció. A su abuelo se cree que le dieron el paseíllo. Su padre, a saber dónde y ella...

Pero aunque te escucho, aunque puedo prometer abrir mi mente. No puedo decirte más que necesito pensármelo, porque por mucho que me abras los ojos esta noche no puedo aceptar unirme a nada... todavía. Creo que necesito tiempo. Si eso significa no abrirlos, prefiero no abrirlos aún

No pensaba unirse así como así a nadie, pero tampoco quería cerrarse ninguna puerta. Fuera como fuese, ya había vuelto con un propósito. Ya había decidido unirse a alguien, y había decidido comenzar a construir desde ahí. Podía ser que ella fuera suya pero él también era suyo. Ahora era su familia, su hogar y si él estaba con ellos, ella formaría parte si no, no. Así estaban las cosas. Y así esperaba ver llegar el día en que Macondo se fuera a la mierda, algo que contemplaría con mucho gusto, y algo que propiciaría con aún más gozo.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#60

Mensaje por Variable »

- Sí, el Príncipe -dijo-. Es el mandamás de la ciudad, quien lleva la batuta, ya sabes...

Se detuvo al ver cómo le habían sentado sus palabras. No se esperaba esa reacción, aunque era muy humano. La verdad, sí que era esperable.

- ¿Fuertote? -preguntó, con una sonrisa en los labios.

Avanzó unos pasos y levantó la tapa con una facilidad pasmosa. Dentro, no había más que algo de tierra.

Observó, con la placa en la mano, el rostro compungido de Eva.

- Era un ghoul, pero iba por libre, no tenía Domitor.

Negó con la cabeza.

- Me temo que no abrirás los ojos hasta dentro de un tiempo, cuando trasciendas -replicó-. Si es que llegas a hacerlo, claro.

Continuaba sujetando la placa.

- ¿Puedo cerrar ya?
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Cerrado

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