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Re: "Countdown" 5

Publicado: 07 Abr 2025, 13:42
por Pagliacci
La ciudad que nunca duerme, la noche eterna, un paisaje de tonos violeta cubierto de dióxido y niebla. Los sentidos del cadáver que la periodista habitaba peinaban, desafiando toda explicación, un mundo resucitado. Casi como si fuera la ciudad y no ella la que había sido asesinada y enterrada, alimentada de sangre y traída de vuelta de entre los muertos. La propia Nueva York era una sanguijuela atrapada en el tiempo, una colmena pestilente en la que parásitos menores eran drenados de toda sangre, a fin de saciar la voraz ansia de la urbe. Nueva Amsterdam era una tumba y Manhattan su corazón negro.

La chupasangres se movió en aquel cascarón vacío como un perro que bien conoce su vecindario, evitando los controles de policía y los lugares más concurridos o mejor iluminados. La sombra de la vampiro se proyectaba en las paredes, cobrando vida propia con el juego de luces que creaban los faros de los coches al pasar.

El aspecto de Pagliacci, así se hacía llamar ahora, era miserable. Barro y mugre se mostraban aquí y allá entre sus ropas desgarradas, pero especialmente de rodillas hacia abajo. Entre su pelo se adivinaban unos pocos coágulos de sangre restregada, oculta también entre los resquicios de sus uñas y de sus dientes. Entre sus manos portaba el rifle, el arma del delito, envuelto en un vestido de flores harapiento, un vestido que no podía borrar de su memoria.

La paria soltó un largo suspiro y se dejó caer en la habitación que había conseguido el Brujah. Después apoyó el arma contra la pared, como si esperara que el frío hierro mantuviera lejos de sí la maligna brujería que les acechaba. Sacó un teléfono de su chaqueta y lo dejó en suelo, claramente, un objeto que no le pertenecía. Peor aún, extrajo cuidadosamente un saquito de monedas antiguas, oxidadas, que reverberaron al caer.

Miró en derredor, buscando una cámara, un micro, comprobando si aquel espacio era seguro. No dijo nada. Su mente volvía una y otra vez a los golpes en el maletero, a los gritos de auxilio, a la sangre derramada en la oscuridad del sedán.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 07 Abr 2025, 21:40
por Jebediah_Gogorah
{ https://www.youtube.com/watch?v=TVaisTSsDVA - For Emily, Whenever I May Find Her by Simon & Garfunkel }

Montecristo apenas pudo imitar un suspiro al encontrarse de nuevo bajo un techo, aparentemente seguro. Un suspiro impostado mezcla de gratitud y preocupación. Otra noche más, y otra noche que Melinda no estaba a su lado. Estaba fallando como padre, al cuadrado, y ya todos los deseos propios quedaban atrás, incluso su sempiterno amor por Nueva York. Sus grimorios, su equipaje, su refugio... todo lo cambiaria por salvarla a ella, por salvar su inocencia de las garras de su odiado hermano. Tenía poderes ancestrales corriendo por sus venas, y sin embargo se sentía tan diminuto e impotente, que apenas pudo reprimir las lágrimas al dejarse caer entre unas cajas que hacian de improvisado sofá.

Observó a Pagliacci, que parecía salir de las mismísimas junglas de Vietnam, trastorno incluido, pero no le salieron las palabras. Sabía que seguramente en aquel estado, nada le soliviantaría su ánimo. Era mejor darle su tiempo y que procesara cualquiera de los eventos que le habían pasado aquella noche y que aparentemente la habían marcado y forjado su personalidad, seguramente para el resto de su no vida.

- Tengo que alimentarme - espetó malhumorado y volviendo a incorporarse tras apenas dos minutos sentado. - No perdáis el tiempo, poned en común lo que sabemos y esperadme para trazar un plan para mañana- acabó mientras se recomponía la gabardina sobre su delgadísimo cuerpo.

Espero las respuestas de sus compañeros de coterie, dispuesto a abrazar la oscuridad del dormitorio de Amanda Adams que no estaba demasiado lejos de aquel sitio.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 09 Abr 2025, 19:56
por DarkOsca
Nyx cerró la puerta del almacén con cuidado. No era exactamente lo que había soñado como refugio, pero era lo bastante discreto, lo bastante olvidado. Y esta noche, eso era lo mejor que podían esperar. Mientras el pestillo encajaba con un clic seco, el Brujah se permitió respirar —una costumbre sin sentido, pero profundamente arraigada.

La estancia olía a polvo viejo, a madera húmeda, a abandono. A seguridad.

Observó primero a Pagliacci, hecha un desastre. No dijo nada. El barro, los mechones de sangre seca, las manos crispadas, el rifle envuelto… Todo hablaba por sí solo. Y todo le heló un poco más la conciencia. La vio dejar el teléfono y el saquito de monedas en el suelo, como si se desprendiera de una carga que no quería ni mirar. Ni tocar. Aquel gesto, más que las palabras, le dijo mucho más de lo que esperaba escuchar esa noche.

Montecristo, por su parte, parecía un hombre que ya había caído desde la cima, rebotando contra cada roca del acantilado. Lo observó dejarse caer entre cajas y no se atrevió a interrumpir su silencio. Había dolor allí. El tipo de dolor que ni el hambre ni la inmortalidad podían suavizar.

Cuando el Tremere habló finalmente, fue directo.

Nyx asintió una sola vez y esperó a oír sus pasos alejarse, perderse entre las escaleras de hormigón y el eco apagado del sótano. Luego, en voz baja, se dirigió a Pagliacci.

-No voy a preguntarte si estás bien. Pero me alegra verte entera.

Se acercó un poco más, sin cruzar la línea invisible que delimitaba su espacio.

-Me arriesgué mandándote esa ubicación. Lo sé. Pero si alguien tiene ojos en este sitio, ya estamos jodidos desde antes de llegar.

Miró brevemente al teléfono y las monedas, como si esperara que se movieran por sí solas.

-Cuando quieras. Cuéntame qué pasó. Y qué coño es eso.

Su tono no era de exigencia. Era de alguien que también cargaba con demasiadas imágenes que aún no había tenido tiempo de ordenar.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 10 Abr 2025, 22:05
por Pagliacci
La pariah sintió una lágrima descender por su rostro, abriéndose paso entre la suciedad hacia su barbilla y, después, goteando hasta el suelo. Montecristo se disponía a salir, lo cual le pareció una cierta falta de respeto, ni siquiera parecía dispuesto a escucharla. Pensó en si valía la pena responder, el dolor atenazaba su corazón. Pero antes de que saliera por la puerta, comenzó a hablar. La segunda pregunta era más sencilla de responder que la primera, así que se centró en ésta.

-Este es el teléfono de Don, un lacayo de Adam Rand, candidato a senador en New Jersey. Don estaba implicado en la trata de mujeres, recogiendo los cuerpos en el parking de Zuckerman Building y entregando estas monedas embrujadas como pago a los Tremere. Este teléfono contiene información relativa a Virgil, a los horarios de entrega, a las próximos y últimos intercambios y, probablemente, a toda la red de trata. Es información muy valiosa, pero también peligrosa y podrían rastrear este teléfono en cualquier momento. Esto debería salir a luz, pero estoy agotada, echadle vosotros un vistazo.

La periodista tomó aire y dejó que la información calara, esperando a ver si Montecristo abandonaba o no la habitación o si el Brujah tenía alguna otra pregunta. Al hablar en pasado de Don, había revelado más de lo que esperaba y sintió el peso de la culpa cerrando su garganta.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 12 Abr 2025, 11:42
por DarkOsca
Nyx se agachó en silencio frente al teléfono y el saquito de monedas, como si temiera activar algo con solo tocarlos. Pasó el dorso de una mano por el suelo, rozando apenas el móvil, sin llegar a cogerlo. Luego, miró a Pagliacci.

-Entonces Don ya no es una amenaza...

Murmuró, más para sí que como una pregunta. El tono no era de juicio, sino de aceptación resignada.

-Hiciste lo que creíste necesario.

Suspiró por la costumbre humana que aún lo acompañaba y después se puso en pie con lentitud.

-Esto es más de lo que esperaba. Y más de lo que cualquiera de nosotros debería estar manejando a solas. Si Rand está vinculado a Virgil y tiene a los Tremere de su parte, estamos ante algo muy gordo... demasiado gordo para que simplemente sigamos huyendo. No si queremos sobrevivir.


Guardó el teléfono en una caja vacía, apartándolo del resto del almacén, y colocó el saco de monedas sobre él, como si de una ofrenda se tratara.

-No vamos a abandonarte con esto, Pagliacci. Ni con la culpa. Si alguien tenía que sacarlo de la ecuación, mejor tú que él siguiendo con lo suyo. Hay más humanidad en ti que en muchos de los que aún respiran.

Sus ojos se clavaron entonces en Montecristo, que parecía decidido a marcharse.

-Si vas a alimentarte, hazlo con cuidado. Están peinando media ciudad. Pero... vuelve. No desaparezcas. No hoy.

La mirada de Nyx volvió finalmente a Pagliacci.

-Cuando despertemos mañana, haremos algo con todo esto. No pienso dejar que ese senador, ni ese cabrón de Virgil, sigan tapando la mierda con más mierda.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 12 Abr 2025, 12:44
por Jebediah_Gogorah
- Buen trabajo, pequeña - dijo Montecristo aún con el pomo en la mano, sintiendo, entre los rizos, la mirada inquisitoria de la periodista. "Pequeña" era el adjetivo que Patrick le otorgaba cuando aún Melinda no había aparecido en sus vidas. Sabía que aquel gesto no cambiaría nada entre ellos. Podía sentir como ella reprobaba cada una de sus acciones, y como Nyx las aceptaba en menor grado, intentando salpimentarlas con algo de su habitual cordura.

Pero cada uno de ellos estaba viviendo su particular viaje del héroe, y en aquel particular infierno, no alimentarse era una apuesta segura a perder el control, a poner un cartel luminoso a aquellos que los estaban buscando.

Soltó el pomo de la puerta y se agachó frente a ella. Por un momento quizo traspasar la barrera física y secar sus lágrimas con sus huesudos gestos. Pero quizás fuera un gesto tan paternalista, que ni la propia pariah hubiera aceptado en aquel momento tan traumático por el que estaba pasando. Decidió apostar por la senda media, y colocó la mano sobre la rodilla.

- Por supuesto que no vamos a abandonarla - dijo mirando a la caitiff y reafirmando las palabras del brujah.

Se puso de nuevo en pie, esperando que Pagliacci reposara sobre todo lo que estaba viviendo, incluido el malestar latente con él mismo, y se dirigió de nuevo a la puerta. - Debo alimentarme... siento a la bestia agarrarme las entrañas... y no quiero perder el control... creo que no es nada nuevo para vosotros. Tengo a un miembro de mi rebaño cerca, no debería tardar... - Seguidamente cruzó el umbral de la puerta, buscando en una última ojeada, un perdón en la mirada furtiva de Pagliacci.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 13 Abr 2025, 08:50
por Pagliacci
La Caitiff absorbió con gesto cetrino las palabras de sus camaradas, de sus compañeros, que lejos de consolarla, habían avivado su deseo de llegar hasta el final. Observó en silencio como Montecristo se marchaba. Y, entonces, sin mirar todavía al Brujah, dijo:

-Esta noche he acabado con cuatro personas para llegar hasta aquí, dos de ellas vástagos, a los que he eliminado con mis propias manos. La muerte, definitiva. ¿Sabes qué sentí en aquel momento en el que hundí mis dedos en sus entrañas?

La vampira exhaló profundamente, su mirada perdida en las doce monedas del traidor.

-Éxtasis. Horror. Aún puedo notar el sabor de su vitae en la boca, el regusto amargo de sus últimos recuerdos.

La periodista recogió su propio teléfono y revisó sus mensajes. Una profunda preocupación llevaba sus pensamientos hacia Jameson, su editor. Sus ansiedades fluían como un turbulento río, precipitándose hacia una cascada de funestos presagios. Le escribió:

"Reúnete conmigo mañana al caer la noche, en el museo Doctor Bernard Heller. Máxima discreción. Te están siguiendo, no confíes en nadie."

Re: "Countdown" 5

Publicado: 13 Abr 2025, 11:10
por DarkOsca
Nyx permaneció en silencio largo rato. El eco de la confesión de Pagliacci resonaba en la estancia como una grieta recién abierta. No había juicio en su rostro, pero sí una sombra. No miedo, no repulsión, sino el reflejo amargo de una verdad que conocía demasiado bien. Algo se rompía cada vez que uno de los suyos cruzaba ese umbral, y sin embargo… también sabía que, a veces, no había otra salida.

Se sentó lentamente, apoyando los antebrazos sobre las rodillas, como si necesitara anclarse a algo físico para no dejarse arrastrar por lo que estaba sintiendo.

-No somos los mismos que éramos cuando empezó esta noche.

Dijo por fin, su voz baja pero firme, casi un susurro en medio del torbellino.

-Y no estoy seguro de que eso sea algo que podamos reparar.

Alzó la mirada hacia ella, buscando sus ojos, aunque fuera solo un instante.

-Pagliacci… Sé lo que duele. El sabor metálico que no se va, la rabia que arde y al mismo tiempo te consume. A veces siento que todo lo que amaba está ahí, justo al otro lado de un cristal manchado de sangre. Y lo peor es que me acostumbro a mirarlo sin poder tocarlo.

Guardó silencio de nuevo, breve, como si necesitara tragar veneno.

-Pero aún puedes elegir. Podemos hacerlo. Cada noche que sigamos respirando esta... condena, es otra oportunidad. Para frenar esto. Para que no se repita. Para que la sangre que ya ha caído no sea inútil.

Sus dedos juguetearon inconscientemente con un mechón de su cabello, como hacía cuando estaba nervioso en sus días humanos. Después, añadió, más bajo:

-Sea lo que sea lo que has hecho… no estás sola.

Nyx no prometía redención. No ofrecía consuelo fácil. Pero ahí estaba: una certeza frágil, en medio del horror. Un intento de sostener el alma ajena antes de que se desmoronara del todo.

Re: "Countdown" 5

Publicado: 13 Abr 2025, 12:03
por Jebediah_Gogorah
{ https://www.youtube.com/watch?v=Rm3uMGfIj2E - What He Wrote by Laura Marling }

El brujo salió del improvisado refugio sabiendo que dejaba un mar de dudas tras de él, que alimentaba el sentimiento constante de decepción hacia los demás. No obstante, aunque no fueran capaz de verlo, tenía la empatía suficiente para saber por lo que la sin clan estaba pasando. Él ya lo había vivido varias veces, incluso antes del vampirisimo, y era por un lado, algo a lo que nadie se acostumbra, y por el otro, algo inconsolable. Sólo el paso del tiempo permitiria que el pensamiento dejara de rumiar aquellas visiones que por seguro, la atormentarían durante noches.

La lluvia de la madrugada de la ciudad que nunca duerme, le recibió con rabia. Las gotas cayendo con furia sobre el asfalto, se entremezclaba con el ruido blanco de la ciudad. Ese constante muro de sonido al que pronto te familiarizas, y que hace que la ciudad parezca un enorme generador eléctrico. Los neones de los teatros se reflejaban en los charcos y en sus acuosos ojos. Sombrero calado, y gabardina alzada, hacen de él un reconocible detective.

El piso de Amanda era todo lo coqueto que podía permitirse una pseudoperiodista y parapsicóloga en aquella zona de Nueva York. Una moqueta heredada, muebles escandinavos y unas plantas que no necesitaban de cuidados. Y como joya de la corona, un gato blanco y negro que no dejaba de soltar pelo. En la mesa del salón cocina, un casero equipo de grabación y unas notas desperdigadas sobre aquella presencia que a veces notaba durante el entrevelo del sueño. Allí en la cama, ella descansaba, como siempre, ajena a las criaturas nocturnas que habitaban fuera de sus sueños.