501a Buscando respuestas en "Zapateando"...

ElainedeAstolat · #71

El golpe resonó en ese cuarto, algo duro había golpeado el pasamanos y justo después un casual ataque de gallardía por parte del ventrue hizo que su actitud espectativa cambiase:

- ¿Te gustan los juegos, guaperas? A Glu mucho. Glu se siente bien cuando juega, pero si no hay nada en juego, dejaría de ser un juego, ¿no?- Comenzó a reír.- Glu jugará esta vez y apostará por ti, si lo que dices es cierto yo te ayudaré a destruirlos, tú sólo tendrás que poner fin a su agonía. Una vida por otra, serás libre de marcharte entonces y nunca nadie sabrá nuestro secreto.- Mientras hablaba se iba hacia la mesa rota sobre la que estaba esa improvisada estaca- ¿Aceptas el trato?

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ElainedeAstolat · #72

- Tomaré tu silencio como un sí.- Dijo Glu mientras atravesaba con un cuidado inusual el pecho de Cesc, al fin y al cabo, un trato era un trato. Lo último que pudo ver antes de que todo se oscurecieran fue esa sonrisa cruel y satisfecha adornada con esos inmensos colmillos astillados.- Nos vemos luego...

Momentos antes, Daren había lanzado una piedra con una intención clara, cuando una mano le cubrió la boca.

- Shhhhhh- siseó- o nos pillará.

Daren tardó un par de segundos en reaccionar, aun más cuando vio quien estaba sujetándole. Era él mismo, pero esa voz, esa particular voz:

- Esto... emmm... sí, apuesto a que no pensaste mucho lo que estabas haciendo. Llevo aquí un rato, je...- y un ruido casi parecido a una carcajada sorda salió de la visión calcada del tremere-, y ahora, esto..., voy a salir corriendo. Tú ocúpate de sacar a tu amigo, ¿eh? Y esto... no te preocupes por mí, no hay heroicidad en mis actos, je..., puedo escabulllirme muy bien y llegado el momento no dudaré en hacerlo, ahí estaréis solos. ¡Ya tengo que irme!

El falso Daren salió corriendo escaleras abajo armando un jaleo impresionante, segundos después la puerta del 4ºB se habría y una mole pálida y aterradora salía de él a una velocidad endiabladamente alta.

- ¡Ven con Glu, albino, no te dolerá mucho!

#73

En cuanto la mole blanca se alejó de la visión de la puerta del piso, Daren aprovechó corriendo y entró. No fue difícil encontrar a Francesc estacado en el salón. Así que raudo, le arrancó la estaca y lo primero que pudo ver el ventrue al volver en sí, eran dos ojos verdes asustados que buscaban todas las salidas del piso mientras tenía los oidos en alerta averiguando si Gabo había hecho que el monstruo se alejara del edificio por la calle del callejón.

- ¡Hay que salir de aquí! - dijo con voz imperativa pero en un tono bajo mientras se asomaba con cuidado por la ventana del salón mirando al callejón que daba a la puerta principal.

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#74

El tremere, con la espalda apoyada en la pared junto a la ventana, volvió a mirar a su compañero, que permanecía con aquella expresión de terror en la mirada e insistió con impaciencia.

- ¡Fornals! ¡reacciona, joder!

YouTube · #75

{ https://www.youtube.com/watch?v=ZBx-6Ku7jyg - Fields of coral by Vangelis }

Cesc se encontraba suspendido en una negrura. Una negrura líquida... y oscura. El fondo del mar. Eso era. Pero no el fondo del mar de una caribeña playa, no. El fondo de un océano, denso y oscuro, incapaz de traspasar el más mínimo rayo de luz solar. Junto a él, la nada. Sus ojos se abrían y cerraban, mientras su diafragma tenía un comportamiento espasmódico que le provocaba una gran opresión en el pecho. Un dolor en los costados equivalente a cien cuchilladas.

Agitaba los brazos intentando alcanzar la superficie, donde apenas un tono más azulado le indicaba la posible salida a la superficie. Pero lejos de llegar, aquella parecía más lejana, y el sentimiento de asfixia se incrementaba en su pecho. Agarrándole la garganta. Oprimiéndole el corazón. Las burbujas provenientes de sus fosas nasales, ascendían, indicándole el camino... pero parecía un sendero inalcanzable. Era como sentirse en el espacio o en otro plano... o quizás en vez de emerger, se hundía más y más, cada vez más negro, cada vez más oscuro.

Nada a su alrededor salvo la negrura más absoluta. Y fue entonces, cuando empezaron a aparecer aquellas caras. Aquellos rostros familiares, pero a la vez con una torsión fantasmagórica, con una expresión rara y ondulante, en comunión con las ondas de la corriente marina. Verónica, Ángels, Amanda, Sandra, su padre Agustí... su madre Pilar... su sobrina Carla... todos aquellos rostros como bestias abisales bailaban alrededor, con una curiosidad insaciable. Danzaban como el que analiza a su presa... girando en torno a la figura de un Fornals cada vez más pálido y azulado... El dolor empezó a desaparecer poco a poco, mientras llegaba el sueño. Los ojos se entornaban observando a aquellos espectros a modo de satélite, cada vez estrechando el cerco... cada vez más cerca... y entonces en su oído, dejo de oír el rumor del agua, para empezar a oír con una voz metálica y que parecía retumbar por todo aquel espación acuático... - Weeeeell Dooooneeee, Chiiiiildddd ooffff Caiiiiiin.... Weeeellll doooone Chiiiild of Caiinnnn...

Y justo antes del último estertor, cuando todas las burbujas de aire habían salido de su caja toráxica, una mano apareció en la negrura. Una mano infinita que llegaba desde la superficie... y que lo cogía de la corbata, para llevarlo casi muerto hasta la superficie... hasta que emergió... y con un par de grandes bocanadas de aire... respiró de nuevo...

Lo que en el mundo onírico era una mano, en el real, era la estaca que con precisión, Daren había sacado, poco a poco del pecho de Cesc. La primera visión de Cesc fue la cara de su compañero anglotanzano... sin embargo lejos de expresar lo que quería, de su boca salieron palabras inconexas, como si a su propio cerebro, aún le faltara oxígeno: -Ella.... ella no... ella no volverá...

No sabía si por la aparente ausencia de Glu, o por la presencia de Daren... pero el ver el rostro del tremere, fue como un alivio incontrolable, que mezclado con el atontamiento tras el estacazo, le hizo a Fornals, romper el frío y protocolario muro, y darle un breve abrazo a Daren... de tan solo un segundo. Lo suficiente para sentirse de nuevo en conexión con su mundo. Luego retiró su cuerpo hacia atrás, algo avergonzado: - Egwu... lo... lo siento... haberte traído hasta aquí... no... no ha sido buena... buena idea. - Con la mano iba palpando el sofá en busca de su bastón... - Pero... ahora debemos... debemos escapar... ¿Donde está ese maldito monstruo...? - A medida que hablaba, las piezas de la realidad empezaban a formarse de nuevo en su cabeza... - Tengo unas llaves... de Antón... el chaval dueño del piso... él... él está... ya te contaré... - le dijo a Daren mientras cogía su cartera y el portátil del mozo gallego - Salgamos de aquí echando leches... No quiero volver a en... encontrarme con... con eso.

Cesc afrontó la salida del piso, pero antes hizo una pequeñísima pausa y miró la estaca que hasta hace nada lo había tenido paralizado. La cogió y la observó sin detenimiento... y se la lanzó a Egwu... - Nunca se sabe... querido amigo... nunca se sabe...

#76

Daren apenas reaccionó al abrazo de Cesc. No porque no sintiera cierta alegría al verle de una pieza, sino porque aún estaba embuido mentalmente en perpetrar una maniobra eficaz de evasión de aquel lugar. La mala bestia había salido tras Gabo con una velocidad pasmosa y como mucho tenían un par de minutos hasta que volviese, al darse cuenta del engaño y empezara a buscar.

- Fornals, no hay tiempo. No podemos salir por la entrada principal y tú no estás en condiciones de acceder a otro apartamento colandonos por el patio, sugiero ir al apartamento C, entrar a la fuerza, neutralizar a los mortales que estén dentro con el Beso y rezar para que no nos encuentre ese maldito sabbat. - apretó con fuerza la estaca que había recibido del ventrue mirándole intensamente con el ceño fruncido.

Agarró de la muñeca a Fornals y le hizo engancharse de él para aligerar sus pasos sin el bastón, sin esperar respuesta, lo forzó a salir del piso, haciendo otro leve barrido de posibilidades de salir en urgencia por otro sitio.

Desde luego si Francesc decía algo sería de camino mientras el tremere medio lo arrastraba hacia fuera.

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YouTube · #77

Cesc arrastraba la pierna, haciendo auténticas peripecias para no salir trastabillado ante el empuje de Egwu. - Daren... no creo que haya nadie en estos pisos... y si los hay no creo que sea el tipo de gente que se alegre de vernos, o que ni siquiera sea capaz de abrirnos... Tenemos dos opciones... o vamos hacia arriba y saltamos hacia otra azotea o no la jugamos por la calle... - Cesc cogía resuello - Escondernos es mala idea, esa cosa es capaz de encontrarnos... estoy seguro. - Rebuscó en su bolsillo, las llaves de Antón - He llamado a Arnau... la verdad es que no sé cuanto tardará o si vendrá... pero puede ser nuestra mejor vía de escape... desde luego prefiero llamarlo desde la calle y darle un nuevo destino a esperar a que llegue.

Sorprendentemente cuando Cesc terminó de hablar, cogió la misma mano de Daren que lo tenía cogido por la muñeca y se la puso en el pecho... en la parte ensangrentada de su camisa... - Marca justo el camino que no escojamos... deja un rastro... e intentemos engañarle.

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#78

- Está bien. - razonó el albino - sube a la azotea y ve abriendo la puerta - separó la mano del pecho del ventrue - yo marcaré el señuelo. ¡Date prisa!.

Miró la mano ensangrentada y bajó todo lo rápido que pudo dejando un rastro de sangre en la pared de la escalera hacia el apartamento A. Después, volvió corriendo hacia arriba mientras su fino oído escuchaba como el ventrue terminaba de subir hasta lo más alto de la escalera y se afanaba por abrir la puerta.

YouTube · #79

{ https://youtu.be/NGorjBVag0I?t=40s - Dance me to the end of love by Leonard Cohen }

Apenas Cesc estaba abriendo la puerta que daba acceso a la azotea, cuando Daren le volvió a alcanzar. Era increible, como hasta en su no-vida, arrastraba aquella minusvalía, haciendole lo más parecido a un estorbo. Sintió pena por Daren. Lo había traído hasta aquí, y probablemente por su culpa, ahora le dificultaría la tarea de escapar.

La puerta dio acceso a una panorámica de azoteas irregulares, llenas de antenas que rascaban el cielo encapotado de la madrugada barcelonesa. Un extraño skyline, lleno de ventanas apagadas y encendidas, de gente que plácidamente estaría viendo la televisión, leyendo un buen libro, durmiendo a pierna suelta, follando, asaltando la nevera, o adquiriendo productos inútiles de forma compulsiva por amazon. Todos aquellas escenas cotidianas, tenían una cosa en común, y es que desconocían el peligro que se cernía sobre sus vidas... y sobre las no-vidas del tremere Egwu y del ventrue Fornals. Aquel extraño baile de huída y encuentros en el que los vástagos de la camarilla tenían las de perder.

-Daren... - le susurró Fornals una vez fuera del posible eco que pudiera producir el hueco de las escaleras... - ¿Tú puedes olerlo?... hay un olor a sangre que viene y va... y no deja de acompañarme... me está haciendo enloquecer... - se mira para la camisa ensangrentada - Pensé que pudiera ser esto... o el piso de Antón... pero veo que sigue conmigo, y me estoy empezando a preocupar... ¿y si de alguna forma es un rastro que le voy dejando a ese tal Glu?... - Cesc miraba a Daren expectante, mientras el tremere intentaba atender a la conversación, mientras con su mirada seguía analizando una vía de escape.

Ni siquiera aquella visión bohemia de los techos del barrio del Raval, donde algunos gatos maullaban, señores de la noche, sacó a los cainitas de su objetivo. Movidos por una fuerza invisible, sin planearlo, ambos se movieron al unísono... siendo Daren quien llevaba la voz cantante, y con un Francesc dando todo lo mejor de sí físicamente^*1 para poder al menos mantener los tirones que de su muñeca, daba el tanzano. Siempre como un lastre... siempre detrás... pero aquello al menso tenía un aspecto positivo, y es que si aquel maldito monstruo los alcanzaba, él serviría de señuelo, para que su amigo salvador, pudiera escapar.

*1:

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#80

El albino sin pararse, enganchó del brazo a Francesc para hacerse valer como muleta aumentando al mismo tiempo sus sentidos para percibir ese olor a sangre que mentaba el ventrue, mientras sin decir una palabra avanzaba medio cargando a su compañero para ir más rápido.

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- Primero salgamos de este edificio, fuera del alcance de ese sabbat, luego saludaremos a quien nos sigue, si es que alguien nos está siguiendo - susurró el tremere con preocupación mientras seguían con todo el sigilo que podían al paso ligero al que forzaba el ritmo. A todas luces no confesaba abiertamente lo que sentía, pero en su rostro se reflejaba perfectamente las emociones que bullían en su cabeza

Lo cierto es que la cabeza del anglotanzano estaba sumida en el suspense de la situación, y la voz sibilina que le atormentaba aprovechaba que sus recursos estaban concentrados en la prisa y en el miedo para volver a morderle los talones, mientras avanzaban todo lo rápido que podían con intención de saltar los obstáculos que les separaban del siguiente edificio.

<Me necesitarás...Egwu...pronto...><de no ser por mí ese Caitiff te habría diablerizado mientras tú, estúpidamente, procurabas que no anduviese por la calle en pleno frenesí cometiendo amaranto contigo> la voz sonaba como un eco oscuro en los recovecos de su mente. Él apretaba los dientes, centrandose en sus mejores recuerdos para contrarestar a ese ser que quería consumirle justo en el peor momento. Recordaba los ojos oscuros y vidriosos de felicidad de su padre, cuando volvía a casa con las mejores notas de la clase, o cuando Laren le sonreía sosteniendo un libro descalza mientras con el otro pie se rascaba el gemelo de la pierna con la que se sostenía a sí misma como un flamenco, recordaba incluso la expresión de satisfacción de su Sire cuando dominaba las materias que pretendia. Y entonces, la voz volvió a sonar burlona al ver asomar la figura de Owen como un refuerzo positivo.

<Él cambió y tú también lo harás> volvió a atacarle la voz. <porque lo perdiste todo sin mí>

El albino apretó con fuerza el cuerpo de Francesc haciéndo de su compañero su último totem de vuelta a la realidad.

< No, esta vez no perderé más. Nadie a mi alrededor perderá más> se contestó a sí mismo, con fuerza y convencimiento. La realidad se plantaba dura y las probabilidades de éxito eran casi nulas, pero esta vez...esta vez no lo permitiría de nuevo.