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Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:20
por Variable
El hombre retomó su vicio en cuanto Eva quitó la mano.

- De algo hay que morirse -replicó, sin muchas ganas de continuar hablando del tabaco-. Ese hombre, Cortés. Es relativamente joven, y tiene dinero. No creo yo que le vaya a influir mucho, pero siempre se ha mostrado dialogante. Podría ir yo a hablar con él.

Se quedó pensativo.

- Tras su muerte no tuve mucha más relación, ni con Castillo ni con Cortés -explicó-. No sé quien puede ser el motorista, pero quizás tengas razón y sea demasiado peligroso. Si no lo ves, lo dejamos.

Torció el gesto y frunció el ceño.

- Por otro lado, quizás descubramos algo más sobre lo que le sucedió a tu padre. Y no cerramos puertas.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:24
por Livia
- Ya, bueno - respondió, Eva cuando alzó la mirada estaba cargada de preocupación y seriedad - pero papá está muerto y tú estás vivo. Saber qué la pasó no tiene sentido si te pasara algo por mi culpa, no me lo perdonaría en la vida. Como tampoco si te pasara algo por un libro. Amamos los libros, pero no hay libro que merezca la vida . Los libros están para enseñar, para llenar la cabeza de ideas, alimentar la inteligencia y para ayudarnos a sobrellevar la vida de este mundo con sus historias.

Eva no había replicado cuando el viejo gruñón se quejó por alejar el cigarrillo de su boca pero cuando se llevó la boquilla de nuevo a los labios, allí estaba su mano, apartándola de nuevo. Se iba a enfurruñar, pero, a veces, le gustaba hacerlo rabiar un poco. Y, además, era verdad que no le hacía bien ni a él ni a los libros.

- Sinceramente, no sé si a lo largo de tu carrera o la de mi padre tuvisteis mucha gente que os seguía casa, que averiguaba quiénes érais, que os arruinaban. Lo mismo estoy siendo una cobarde...
- lo miró a los ojos - ¿lo estoy siendo? ¿Necesito más experiencia para fortalecerme? ¿Más formación?

Dejó de estar juguetona, como hasta un poco antes, y abandonó la broma. Se había puesto muy seria, y tenía dudas, dudas que saltaban a la vista sobre si continuar con el camino de su padre o renunciar a todo. Ahora, allí mismo, de la salvaje y poderosa forma que da la juventud.

- He tenido un sueño terrible - le confesó, Eva. -En ese sueño estaba atada a una silla en un lugar oscuro en el que me pegaban con tu cabeza cortada.

Se estremeció. En ese momento la luz del día le pareció menos brillante, menos cálida y el recuerdo de la pesadilla demasiado real.

- No vayas a verle. Tantéale por teléfono a ver si cede, si te concede una cita vamos los dos
-dijo, Eva - dos siempre es mejor que uno. Y si no le interesa, ofrécele al ricachón un buen local a reformar bien situado en el Barrio de las Letras en venta o alquiler. Si vendo la tienda podemos saldar lo que tengamos por aquí y empezar en otro lugar. O alquilar el local. El barrio está lleno de restaurantes y bares hasta la bandera, seguro que podemos sacar un buen alquiler. Con eso podemos olvidarnos de Cien años de soledad, tito, y empezar de nuevo en otro lugar. Creo que no puedo seguir durmiendo en el lugar dónde asesinaron a mi padre.

La emoción se le notaba en la voz. No era una decisión sencilla, pero prefería a la familia antes que a la reputación, el dinero o un asqueroso libro deprimente lleno de erratas, tachado como el libro de texto de una quinceañera.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:26
por Variable
- Ya está, ¿no? -preguntó, algo cabreado, por el asunto del tabaco-.

Guardó silencio unos segundos, mirando hacia la televisión apagada y dejando que el humo se interpusiera en medio.

- La verdad es que no sé qué debemos hacer -dijo-. Es un oficio arriesgado, creo que eso es algo que ya habías asumido cuando decidiste continuar con la labor de tu padre.

Sobre el sueño prefirió no decir nada. ¿Qué podría hacer? Era una pesadilla, sin más. Todas las personas tenían pesadillas.

- Podemos ir juntos si quieres -dijo-. Tú eres la que trabaja de esto, yo solo te hago de enlace. Tú decides, como hacía él.

Hizo una pausa.

- Pero creo que deberías intentar valerte por ti misma. Un día yo no estaré y deberías poder ganarte la vida sola. ¿Sabes el trabajo y el sufrimiento que ha costado mantener esa librería? Si sientes que debes venderlo, hazlo, pero no dejes que el miedo guíe todos tus actos. O las pesadillas. El miedo no está para enseñarnos por dónde no debemos ir, porque entonces jamás podremos ir a donde queremos en la vida.

Agachó la cabeza y luego la levantó, observando a eva.

- Así, nos pasamos la vida huyendo. El miedo es útil para tener precauciones, para no ser excesivamente temerarios. No puede ser una excusa para no vivir.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:32
por Livia
Después de lo que acaba de decirle su tío, notó el calor de la vergüenza invadiendo sus mejillas. Ese calor derritió todo el frío que el miedo le había ido metiendo en las entrañas. Se levantó de la cama, sintiéndose profundamente avergonzada de la decisión precipitada tomada por el miedo.

Apartó la cortina de la ventana con un par de dedos para observar el mundo de allá afuera. A través del cristal contempló las ramas de un árbol meciéndose por el viento, los pajarillos trinando alborotados al posarse en ellas, ventanas abiertas para airear las casas, ruidosos chavales de camino al instituto, gente arrastrando carritos de la compra o sacando a pasear al perro. Durante un segundo se preguntó cómo sería una vida así, pero eso era algo que no le iba a suceder, tenía una responsabilidad con su apellido, con su linaje y plantearselo era una pérdida de tiempo.

- Si puedes concertar una cita aprovechando la amistad sería estupendo. Así echo un ojito a su seguridad y memorizo la distribución de la casa por si se pone farruco. No le digas nada de la tienda -dijo aquello con determinación, haciendo una pesada pausa para que supiera que seguía, que iba a seguir aunque le costase caro porque eso no iba de ella, iba de los que habían vivido antes que ella - Lo acepté porque soy la última Espinosa. No seguir con el trabajo de mi padre sería como hacer que su memoria, la de mi abuelo, de mi bisabuelo y las del resto de mis antepasados se perdiera para siempre. Que sus sufrimientos y sus vidas no hubieran servido para nada. Desaparecerían para siempre como si no hubieran existido jamás.

Si el hombre malvado de su pesadilla regresaba a sus sueños ya tenía la respuesta para su pregunta, y no solo la respuesta, también aceptaría el precio que le impusiera, no porque ella quisiera, si no porque era una Espinosa y debía aceptarlo, ella no importaba pero el legado debía continuar existiendo y ser pasado a la siguiente generación.

Eva se echó a reír y resplandeció con su risa, más animada por el fuego de la determinación. Se acercó a su padrino, le abrazó con fuerza y le dio un beso en la mejilla con el mismo cariño que si fuera su propio padre.

- Perdóname por ser tan cría y hacerte venir de Burgos. Siento haberte estropeado el negocio, de verdad. Si puedo ayudarte en lo que sea, dímelo. - hizo una pausa en la que lo miró, dándole la razón -. Gracias por dejar que me quede. Oye, estarás cansado después del palizón de venir de Burgos. ¿Quieres descansar? ¿Te preparo el desayuno?

A veces, le daba la impresión de que la lanzaba a esa vida pero era un pensamiento que desaparecía pronto. Era su tío, buscaba lo mejor para ella, como su padre. Eva iba a aprovechar para llamar al banco. A ver si tenía más suerte.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:32
por Variable
Raúl se levantó y le hizo un gesto para que le acompañara a la cocina.

- He tomado café esta mañana -dijo-, pero no me vendría mal otro. ¿Quieres tú?

Mientras hablaba, echó café en la cafetera y apretó el botón. La cafetera estaba un poco vieja y tuvo que apretar hasta tres veces el botón para que funcionara.

- También tienes que ser capaz de vivir tu propia vida, de buscar qué quieres hacer y seguir con ello. Tu padre y tu abuelo eran gente que lo dio todo por su negocio. Quizás tú puedes continuar su obra aportando tu parte. Suena un poco feo en estos tiempos no luchar por la vida que uno quiere.

Dio un par de pasos hasta el frigorífico, donde cogió un tetrabrick de leche.

- Siempre has sido una chica muy inteligente -recordó-. Con ocho años, leías y recitabas los versos de Lorca, y eras capaz de mantener con tu padre discusiones sobre los ensayos de Larra -sonrió, nostálgico-. Recuerdo una tarde que, chiquitita como eras, dejaste a tu padre sin palabras discutiendo sobre el Vuelva Usted Mañana. A tu padre los ensayos le parecían cuentos y moralejas baratas, mientras que a ti te encantaban. Te tiraste dos días cuyas contestaciones a tu padre solo eran frases extraídas de las obras de Larra. Tenías muy mala leche.

La cafetera detuvo el infernal ruido que realizaba y Raúl cogió la jarra con el café, vertiendo la cantidad justa en cada taza.

- Llamaré a Cortés -finalizó-. Iremos a verle e intentaremos llegar a una solución amistosa. Si él ha robado el libro de la BNE, algún motivo tendrá, supongo. Por lo de Burgos no te preocupes... Tenía que haberlo dejado para después de este asunto.

Vertió la leche a las tazas y las metió en el microondas.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:43
por Livia
Eva aceptó el café con una sonrisa. Mientras estaba allí, apoyada en un trozo de la pequeña encimera, escuchando la voz de su padrino se sentía segura. Los malos sueños terminaron de disolverse, y la oscuridad que le había empañado los días anteriores había desaparecido por completo. Casi podía sentirse otra vez como una niña, cuando su padre pasaba largas horas charlando con ella en la tienda. Eva no se rebeló como el resto de adolescentes. Admiró y confió en su padre incluso después de la muerte. Su padre y su padrino Raúl habían sido toda su vida. Una parte de su mente sabía que, quizás, los había idealizado. Sabía que su padre era un ladrón, posiblemente un mentiroso, un falsificador y, también posiblemente, un estafador pero se negaba a aceptar que eso fuera sin un motivo. Le había inculcado el oficio desde pequeña, y la importancia del legado de los Espinosa pero jamás le había explicado en qué consistía como si esperara que ella lo descubriera o, simplemente, aceptara lo que parecía más obvio. Pero le había inculcado todo cargado de unas ideas románticas. Nunca le explicó los porqués y Eva, que siempre había cuestionado a todo el mundo, nunca lo hizo con la persona en la que más confiaba, en su padre.

- ¡No me acordaba ya de eso! - dijo, riéndose -. Sí que he sido un poquito puñetera a veces pero solo pretendía hacerle ver que estaba equivocado en sus valoraciones y pretendía demostraselo. La verdad es que para quién he sido un dolor de muelas es para mis profesores. He puesto en más de un apuro a los que solo se dedicaban a leer el temario en voz alta. Tengo muy mala leche, sí.

No era una persona muy charlatana pero con su tío era diferente. La verdad es que era sabio y decía unas verdades como puños, aunque no siempre le ayudara mucho lo que decía al menos le servía para no perder el norte. Como había hecho esa mañana. Sintió una punzada de culpabilidad en el pecho porque le había estropeado un trabajo. El también tenía sus dificultades para salir adelante. Ella tenía mucho rodaje que coger para llegar a la altura de la memoria de su padre.

- Sinceramente
-estaba algo meditabunda en ese instante -jamás me explicó la importancia de mantener la tienda, el legado de los Espinosa. Solo me preparó para ello. - hizo una pausa para ayudar a su tío, sacando unas cucharillas y el azúcar para dejarlas en la encimera - Si te digo la verdad, creo que papá dudaba. Me preparó, sí, me enseñó desde que recuerdo para una cosa pero, a veces, creo que esperaba que saliera volando del nido y me dedicara a otra cosa. Creo que esperaba tener un varón, que pudiera transmitir el apellido. Quizás debió volver a casarse... pero no creo que solo fuera por guardar luto a mamá, quizás tampoco es fácil encontrar una compañera con la que compartir esta vida, que sepa comprenderla y aceptarte con lo que trae.

Eva se cruzó de nuevo de brazos, mirando a su tío en espera que el microondas avisara con un pitido. Estaba deseando tomar un buen café caliente después de tantos días de café frío de termo.

- ¡Qué curioso! ¿Te comenté que estaba opositando para la Nacional cuando le pasó eso a papá? No me presenté a los exámenes por... eso - se detuvo un momento- Debiste decirme con quien me estaba jugando los cuartos porque he ido como si fuera algo sencillo. Pensaba que era uno de esos pijos barrigones fachas con más ego que sentido común y tantas ganas de presumir de colección ante sus amigotes como de mujer, de coche o de casa. Esos son fáciles.

Raúl no era su tío pero lo quería como tal. Era la única familia que tenía junto a su padre. Sí, había más Espinosas en el mundo, hermanos de su padre , hermanos de su abuelo... pero hicieron sus vidas lejos de Madrid. Lejos de la tienda. Lejos de su legado. Tras la muerte de su abuela, poco a poco, las grandes cenas navideñas de los Espinosa, el punto de encuentro familiar, se fue reduciendo hasta que solo quedaron Esteban y Eva.


- Ya que estás aquí, ¿qué vas a hacer el resto del día? Yo tengo que hacer solo dos gestiones: llamar al banco y darle una vueltecita a la tienda. Si te apetece venir o prefieres que quedemos a comer o tomar café o algo

Le apetecía pasar tiempo con él.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 18:58
por Variable
- Quizás debiste presentarte a los exámenes -reflexionó-. Hubiera sido un buen trabajo, y te habrías quitado bastantes problemas de encima.

El microondas se detuvo, soltando un pitido. Raúl sacó los cafés y los puso en una pequeña bandeja metálica, junto a dos cucharillas y el tarro de azúcar.

- Tu padre una vez me dijo por qué lo hacía: lo único que le gustaba más que leer aventuras era leerlas. Dedicarse a esto, tener una vida "interesante", le gustaba porque siempre quiso ser el protagonista de un libro, de una gran historia que merecía contarse. Para él no había nada mejor que contar historias sobre historias perdidas, atesoradas por codiciosos y robadas. Por lo que sé, tu abuelo era bastante más tranquilo.

Hizo un gesto para que la acompañara al salón. Allí, se sentó en el sofá y se echó una cucharadita de azúcar en el café. Después miró a Eva, para que le dijera cuantas quería.

- Llamaré a Cortés y me echaré un rato a dormir. Si quieres luego comemos juntos, pedimos unas pizzas o algo -recordó que ella ya había comido pizza el día anterior-. Bueno, pizza igual no (aunque las de la Bella Italia están muy ricas), podemos bajar a un restaurante si quieres. El menú del día sale económico.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 19:02
por Livia
Acompañó a su tío hasta el salón y tomó asiento en una silla, al otro lado de la mesita del salón. Eva sonreía a medida que iba echando cucharadas de azúcar. Al llegar a 6, movió la cabeza indicándole que podía parar.

- Ya sabes. Me gusta que haga isla. El café caliente como el infierno y dulce como el cielo.

Se echó a reír.

- Creo que, quizás, me he quedado atrapada en las ideas románticas de mi padre, tito, pero es que pasar de todo esto e irme es... no puedo explicarlo. Siento que tengo que quedarme aunque sea el camino más difícil. -negó con la cabeza, y se ensombreció un poco - Siento que si no lo hago estoy traicionado a mi padre, tito.

Se cruzó de brazos y alzó una ceja que sobresalió por encima de las monturas de las cejas.

- En España al que piensa y al que busca el bien para todos solo le espera el hambre. Y que sepas que opositar no es solo estudiar. Es conseguir puntos con la esperanza de poder en el futuro tener los suficientes para poder obtener una plaza fija , además de aprobar-
respondió, Eva. - Mientras opositaba un conocida de la uni me dijo que se había ido a Estados Unidos. Le iba bastante bien en una universidad y buscaban gente con un perfil como el mío. Pero lo dejé correr.


Era bastante obvio el motivo.

- De eso nada -respondió, Eva - Me encantó la Bella Italia, por mí repetimos. Sus pizzas están brutales. ¿Nos vemos a las dos y media?

Después de que su tío le hubiera echado el azúcar, lo removió deprisa y se lo tiró en el gaznate, sin importarle que le quemara la garganta. Echó un vistazo al móvil y como se temía, era muy tarde.

- Me voy, tito que tengo la tienda sin abrir y tengo que pasar por el banco
-dicho eso, se levantó como un resorte, le dió un beso en la mejilla y salió del apartamento.

Pero realmente no iba a la tienda para abrirla. Tenía temporadas, cuando tenía trabajo de verdad, que la abría cuando quería. Lo que quería saber realmente es si el motorista había estado allí, si había recibido su mensaje y si había caído en la trampa del aceite. Mientras iba en transporte público intentó llamar al banco, pero lo único que consiguió es comenzar es cabrearse. Bueno, comenzar no. Cabrearse del todo. Sin denuncia no iban a mover un puñetero dedo. Así que dedujo que el que se llevó el dinero sabía perfectamente que no podía denunciar. Por que, ¿iba a ir a la policía a decirle: perdone señor guardia, es que estoy acechando un chalet y resulta que tengo un rival y el muy cabrón me robó el móvil y me ha dejado sin blanca?

No, mejor no mezclar más el apellido Espinosa con la policía.

Mientras abría la chapa, y la alzaba con un chirrido en su mente calculaba lo que le quedaba para pasar el mes. 100 pavos.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 19:03
por Variable
La librería estaba tranquila, tal y como la había dejado. En apariencia, nadie había cometido el error de entrar y dejar el suelo perdido de guarro. Bueno, ya había llenado el suelo de pringue la propia Eva.

¿Qué iba a hacer ahora? Ya estaba algo mejor de ánimo, pero la situación era compleja. Demasiadas elecciones que realizar. Quizá había demasiado en juego.

Re: (C) [La Finca] Cien años de soledad (Eva Espinosa)

Publicado: 24 Jun 2020, 19:07
por Livia
Eva recordaba perfectamente dónde había dejado los charcos de aceite. Cuando levantó la chapa y abrió la puerta de cristal, se inclinó, intentando distinguir el rastro de pisadas que podía haber dejado el intruso. No encontró nada, salvo su cara en el cristal de la puerta. Estaba enfadada. La habían dejado sin blanca, el motorista no había pasado por allí, su tito la habia lanzado contra un tipo del oficio que era la ostia de bueno, su padre le había estado metiendo ideas románticas en la cabeza sobre el legado de los Espinosa y tenía las mínimas putas ganas de ir a ver al tipo ese que era la ostia de bueno para lamerle el culo y convencerle que les diera un libro, que le parecía una puta mierda, y encima estaba pintarrajeado.

Estaba cabreada, sí, mucho. Y sabía que era un momento pésimo para rebelarse contra la figura muerta de su padre y el mundo cuando debió hacerlo con quince, como todas. Pero no podía evitarlo. ¿Qué quería ser? Y cuanto más lo pensaba más se enfadaba.

Quería experimentar qué era vivir por una vez. Experimentar el mundo en vez de leerlo y prepararse para recibir el legado. ¿Qué carajo era el legado? Nada. A su padre lo mataron por un libro, por ladrón. Luego de saber qué era vivir de verdad ya podría decidir.

Se acabó. Y se acabó vivir acojonada en la miseria. Estaba harta de pasar hambre.

Eva hizo varias cosas ese día: pasar el tiempo con su tito, escribir a su conocida de estudios para ver si aún estaba disponible el puesto en la universidad americana (años después), ir a la reunión si se concertaba, visitar la tumba de su padre y prepararse para la noche.