
Idrissa nació en Dakar, la capital de Senegal, en 1976. Era el primer varón después de haber nacido tres hermanas, y su nacimiento había sido muy anhelado por su padre, Ibrahima Diouf. Aunque su familia era humilde, recibió todo tipo de cuidados, ya que estaba destinado a ser el siguiente “hombre de la casa.”
Comenzó a ayudar a su padre en su taller mecánico, pero aunque pronto se mostró hábil, no era un trabajo que le entusiasmara. De hecho, le gustaba mucho más ayudar a su madre y sus hermanas en la cocina. En la preparación de la comida realmente encontraba tranquilidad y el desafío de elaborar platos nuevos.
Su padre quedó un poco decepcionado, pero aceptó que tener un cocinero en la familia tampoco estaba mal. Cuando tuvo suficiente edad, Idrissa entró a trabajar como pinche y camarero para un amigo de su padre, que regentaba un bar restaurante en Dakkar. Así comenzó a aprender el oficio, con un repertorio de platos senegaleses tradicionales, además de varias recetas francesas. Su jefe pronto quedó encantado de tener un aprendiz tan brillante, y sus menús se hicieron muy populares en el barrio.
Entre los clientes se encontraba Omar, un joven estudiante de una familia rica, y no tardaron en hacerse amigos. Sin embargo, poco a poco su amistad derivó en atracción y se convirtieron en amantes. Aunque llevaron su amor en secreto, un día fueron descubiertos por el jefe de Idrissa, que lo echó de su bar y le contó lo ocurrido a su padre. Esa noche se llevó una dura paliza y su padre dejó de dirigirle la palabra.
Para mayor dolor, Omar también parecía haber desaparecido, evitándolo. Unos meses después Idrissa descubrió que se había casado y esperaba un hijo. Se sentía fuera de lugar, traicionado, roto, y quería irse de Senegal. Sus hermanas mayores le dejaron sus ahorros para que pudiera irse a París.
Pero el sueño de Idrissa fue robado por los vampiros. Mientras viajaba hacia su destino, el camión en el que viajaba ilegalmente con otros inmigrantes senegaleses fue interceptado y desviado a Madrid, donde fueron convertidos en alimento y esclavos para los no muertos.
Idrissa se convirtió en discípulo de Mustafá, el líder del Templo de Set de la ciudad, quien había perdido a uno de sus chiquillos recientemente tras un encuentro con el Sabbat. Mustafá vio el espíritu roto del joven senegalés y creyó que sería un sustituto adecuado, llenando su mente con el mensaje del Dios Oscuro, convirtiéndolo en un discípulo y un soldado de la causa. Le enseñó los principios de la religión de Set durante un año antes de darle el Abrazo.
Pero aunque Idrissa había sido un buen alumno, la realidad del tráfico de inmigrantes le repugnaba. Vio cómo hombres, mujeres y niños eran tratados como ganado, y decidió que no podía aceptarlo. En secreto creó progenie al margen del Templo, y cuando llegó el momento se alzaron contra Mustafá y sus seguidores. No fue una lucha fácil, pero cuando terminó, Idrissa se alzaba como líder de los supervivientes.
Idrissa comenzó a organizar un nuevo templo, dirigido a ayudar a los inmigrantes que llegaban a Madrid. Con sus seguidores, luchó contra los no muertos que pretendían abusar de ellos, y también contra grupos de extrema derecha. Con el tiempo otros Vástagos, Gangrel y Caitiff se unieron a él, formando una facción que se unió al Movimiento Anarquista.
Ahora, años después, Idrissa es uno de los líderes del movimiento, pero cada vez más se encuentra agobiado por las numerosas responsabilidades, y delega en sus compañeros, pero se ve obligado a intervenir para mediar entre ellos más de lo que le gustaría, pues varios de ellos actúan como niños egoístas. Por otra parte, también ha hecho varios amigos entre la comunidad homosexual de Madrid, y le gustaría poder dejar de lado las intrigas entre la Estirpe y poder dedicar tiempo a su nueva vida.
Idrissa tenía casi veinte años cuando fue Abrazado. Es un joven senegalés alto y atractivo, de piel oscura, sonrisa blanca y ojos serios. Es una persona extrovertida y posee una gran empatía, además de una risa contagiosa y encantadora. Le gusta vestir con cazadoras y vaqueros, aunque no presta mucha atención a su estilo.
Abrazo: 1995
Generación: 10ª
Disciplinas: Celeridad 1, Ofuscación 2, Potencia 2, Protean 2, Presencia 3
Humanidad: 7
OUSMANE DIAGNE
Ousmane nació en una aldea cerca de Diourbel, Senegal, en 1978. Era el sexto hijo en una familia numerosa, y unos años después su padre murió. Los hermanos mayores de Ousmane habían conseguido algunos trabajos, sus hermanas se casaron, pero Ousmane y sus hermanos pequeños no encontraban una salida, y probaron suerte en la ciudad, Dakar.
Tras pasar por una serie de trabajos mal pagados, Ousmane sucumbió a los cantos de sirena de Europa. Tras invertir sus escasos ahorros y contraer varios deudas, finalmente pudo pagar el pasaje que lo llevó, primero a Marruecos, donde pasó varias semanas de privaciones con otros muchos inmigrantes, antes de tener la posibilidad de cruzar la frontera y pasar a España.
Pero los contrabandistas no los llegaron a su destino previsto, sino que los entregaron a unos vampiros. Algunos sirvieron de alimento, y otros como Ousmane, fueron esclavizados para la mayor gloria de Set, el Dios Oscuro.
Ousmane se convirtió en un acólito del hierofante del templo, bebiendo su sangre para asegurar su lealtad. A Ousmane, tras pasar las privaciones de su viaje desde Senegal, no le pareció mal trato. Era bien alimentado, trabajaba manteniendo el templo en condiciones y seguía órdenes, pero desde su punto de vista, su vida había mejorado. Además, estaba la posibilidad de ser convertido en uno de los sacerdotes del Dios Oscuro, obtener poder e inmortalidad.
Pero años de servicio leal, adulación, sumisión y humillación no fueron suficientes. Llegó un momento en que Ousmane deseaba el Abrazo, pero su amo no lo consideraba lo bastante digno de convertirse en uno de los hijos del Dios Oscuro.
Cuando Idrissa comenzó la revuelta contra el hierofante de Set, Ousmane no lo hizo porque se sintiera incómodo en su situación, sino por la oportunidad de recibir el poder que ansiaba. Disfrutó de su nuevo estado, y de la mirada aterrada de quienes se creían sus amos, y cuando terminó la revuelta, tomó su destino en sus manos.
Desde entonces se ha mantenido unido a las demás Serpientes, y al principio vio en los Anarquistas la posibilidad de incrementar su poder en Madrid. Sin embargo, con el paso de los años se ha encontrado cada vez más decepcionado con el liderazgo idealista de Idrissa y sus compañeros, que considera malgastan el tiempo como protectores de los inmigrantes y marginados de la ciudad, sin obtener ningún provecho real a cambio.
En secreto Ousmane ha comenzado a crear su propia red de seguidores, con una actitud mucho más práctica, infiltrándose en el tráfico de drogas e inmigrantes. Al contrario que Idrissa y sus seguidores, Ousmane exige un precio por adelantado a cambio de su protección, y poco a poco ha comenzado a formar una banda criminal, no tanto para “protegerse” como para incrementar su propio poder. Al mismo tiempo ha comenzado a buscar un territorio que pueda controlar con sus seguidores.
Ousmane pasó varios años como ghoul antes de ser Abrazado. Es un hombre joven y delgado, de piel oscura y cabello negro y rizado, que aparenta unos veinte años. Suele vestir con ropa cara y de moda cuando puede permitírselo, aunque cuando se encuentra con otros Anarquistas, prefiere mostrarse más discreto. Es una persona jovial y extrovertida, pero siempre está atento a cualquier oportunidad que pueda redundar en su beneficio. Disfruta de la eternidad que cree que tiene por delante, y en ocasiones su diversión se tiñe con un toque de crueldad.
Abrazo: 2008
Generación: 11ª
Disciplinas: Potencia 2, Protean 1, Presencia 2
Humanidad: 5
ELIA HERRERA
Elia nació en Segovia en 1984. A los pocos años de nacer, su padre consiguió un trabajo en la construcción en Madrid, y la familia se trasladó a la capital. Vivieron en un barrio humilde, y en principio el nuevo trabajo de su padre les permitió vivir bien, pero con la crisis en 1994 su padre perdió su empleo, y el hogar familiar comenzó a desmoronarse. Primero las facturas sin pagar, después la bebida, después las palizas y los malos tratos. Un día, la madre de Elia se fue para no volver, y ella se convirtió en la mujer de la casa. Cuando su padre alcohólico intentó abusar de ella, escapó de casa y terminó en la calle.
Durante un tiempo se unió a unos okupas, pero cuando uno de ellos se sintió atraído por ella y su novia amenazó a Elia con una navaja y le dijo que se marchara, regresó de nuevo a un ambiente donde malvivió. Tras pasar por una adicción a las drogas y la prostitución ocasional, terminó encontrando consuelo en la religión.
Se unió a una secta, donde le dijeron que su cabello pelirrojo era una “marca de Dios”. Tomó con ansiedad la comida y la ropa que le dieron, y cuando la ofrecieron al hierofante, cerró los ojos y aceptó su destino.
Elia se convirtió en recipiente y ghoul personal de Mustafá, el líder del Templo de Set de Madrid. Le enseñó a bailar y ofrecerse al Dios Oscuro. Utilizó su belleza y su cuerpo para atraer nuevos adeptos y recompensar a quienes le eran leales. Elia, adicta a la sangre de su amo, vivía envuelta en una pesadilla que parecía no terminar.
Unos años después sufrió un infarto, y Mustafá le dijo a sus discípulos que dispusieran su cuerpo, pero alguien se apiadó de su destino y le dio la sangre del Dios Oscuro, devolviéndola a la vida y despertándola de la pesadilla en la que había vivido.
De esta manera Elia se unió a la revuelta de Idrissa, que con varios ghouls y chiquillos a los que había Abrazado, tomó el control de los seguidores del Dios Oscuro, y les dio un nuevo propósito más humano. Elia se mostró agradecida, y de buena gana le hubiera dado su amor, si el corazón de Idrissa no hubiera estado en otro lugar.
Elia está reconstruyendo su vida, y ha encontrado en el idealismo del Movimiento Anarquista una nueva causa, aprendiendo y alzándose por su cuenta. Debido a su pasado en la adoración del Dios Oscuro, no se siente cómoda con las Bahari, y prefiere la compañía de otros Anarquistas más “laicos”, abrazando otros ideales. Al mismo tiempo contempla cómo otros cuestionan el liderazgo de Idrissa sobre las Serpientes, pero Elia está dispuesto a defenderlo.
Elia era una mujer joven pasada la adolescencia cuando fue convertida en ghoul. Es especialmente hermosa, con largo cabello pelirrojo y ojos verdes, si bien desde su Abrazo ha rechazado la marca de Set y ha comenzado a teñírselo periódicamente, especialmente de color violeta, su favorito. En otras ocasiones se corta su largo cabello o lo recoge con un pañuelo. Viste con ropa de moda discreta, rechazando la exuberancia y sensualidad que mostraba como adoradora de Set, optando por vestidos sencillos, vaqueros y camisetas. De ser una mujer sumisa al servicio del Dios Oscuro, ahora muestra una alegría sincera, quizás por primera vez en mucho tiempo. No está dispuesta a dejarse avasallar de nuevo, y defenderá su libertad hasta la muerte, si es necesario.
Abrazo: 2008
Generación: 11ª
Disciplinas: Celeridad 1, Potencia 1, Ofuscación 2, Presencia 2
Humanidad: 6