Annelise Niemi
Publicado: 21 Sep 2019, 20:20

Nombre: Annelise Niemi
Jugador: Nyxe
Crónica: Ormehul
Naturaleza: Celebrante
Conducta: Diletante
Concepto: Genetista
Clan: Ventrue
Generación: IX
Refugio:
ATRIBUTOS
FISICOS
Fuerza: 1
Destreza: 3
Resistencia: 2
SOCIALES
Carisma: 3
Manipulación: 3
Apariencia: 4
MENTALES
Percepción: 2
Inteligencia: 4
Astucia: 2
HABILIDADES
TALENTOS
Alerta 1, Atletismo 0, Callejeo 1, Consciencia 0, Empatía 2, Expresión 1, Intimidación 0, Liderazgo 2, Pelea 0, Subterfugio 3
TECNICAS
Armas de fuego 0, Artesanía 0, Conducir 1, Etiqueta 2, Interpretación 0, Latrocinio 0, Pelea con Armas 0, Sigilo 1, Supervivencia 0, Trato con animales 1
CONOCIMIENTOS
Academicismo 1, Ciencias 3, Finanzas 1, Informática 2, Investigación 1, Leyes 1, Medicina 3, Ocultismo 0, Política 1, Tecnología 0
DISCIPLINAS
Dominación 3
Fortaleza 0
Presencia 0
TRASFONDOS
Contactos 3
Dominio 1
Estatus 1
Fama 1
Generación 4
Identidad Alternativa 1
Rebaño 3
Recursos 3
VIRTUDES
Conciencia: 3
Autocontrol: 3
Coraje: 4
Humanidad: 6
Fuerza de Voluntad: 5
Reserva de Sangre: 14
MERITOS/DEFECTOS
Idioma 2 (Inglés, Alemán)
Santidad 2
Color Saludable 2
Desbordada -4
OTROS RASGOS
Descripción: Annelise es una joven de pelo rubio y largo y ojos claros y ligeramente rasgados. De evidente ascendencia nórdica, tiene la piel muy clara para ser humana, pero no es tan pálida como la mayoría de los vampiros (quizá debido a la clase de sangre de la que se alimenta). A pesar de que es evidente que ya es adulta, su rostro ovalado tiene aún cierto rastro de inocencia. A menudo su mirada es alegre y soñadora, y parece que tiene la cabeza en otro lugar, aunque a veces una expresión melancólica la empaña durante un tiempo. Pero ni siquiera cuando sonríe de forma pícara y calculadora pierde ese matiz infantil que suele invitar a la gente a confiar en ella antes que en hacerle daño. Es mas bien delgada, aunque una ligera curva en su vientre da a entender que es más debido a una dieta controlada que a haber pisado el gimnasio a menudo. Suele vestir de forma bohemia, con ropa vintage que a veces parece sacada de las tiendas de ropa de segunda mano tan comunes en los paises nordicos o incluso cercanas a la moda de movimientos sociales de izquierdas. Sin embargo, a poco que alguien se fije se puede dar cuenta de que toda su ropa es de marca.
Personalidad: Tal vez Annelise tenga muchos intereses y revolotee a menudo de una idea a otra, pero al mismo tiempo es una persona decidida y capaz de lograr las cosas que se propone a base de tesón. Sabe perfectamente que es una persona inteligente, por lo que está convencida de que lo lejos que llegue dependerá de su esfuerzo y voluntad. Aquella gente que se quede atrás es porque no se esforzó lo suficiente, o porque sencillamente no tuvieron en ningún momento la capacidad. A Annelise le parece natural que la gente mas capaz esté por encima de la que no lo es, el mundo natural está colmado de ejemplos de ello.
Edad aparente: 24.
Raza: Blanca, nórdica.
Pelo: Rubio oscuro, suele aclarárselo.
Ojos: Azules
Altura: 1.72
Peso: 52 kg
Puntos gratuitos gastados
Talentos 2
Trasfondos 5
Méritos 6
Defectos +4
Fuerza de Voluntad 1
Historia:
Annelise era la menor de tres hermanas. Sus padres eran médicos reputados, por lo que el tiempo que no podían dedicarle se lo compensaban comprándole juguetes, ropa, o haciendo viajes caros en vacaciones. A menudo sus hermanas se quejaban de que le daban cosas que ellas no tuvieron o le dejaban hacer cosas que a ellas no, pero ella tenía la sensación contraria, de que sus padres se preocupaban y habían hecho por sus hermanas muchas cosas que por ella no.
Annelise tuvo muchísima suerte con todo lo que heredaba. Decían tanto de ella como de sus hermanas que habían heredado la belleza de su madre, pero ellas sabían que lo verdaderamente valioso que tenían era su inteligencia. Y de ellas también heredaba su reputación. Sus dos hermanas eran brillantes tanto en el colegio como en el instituto, por lo que los profesores siempre miraban a Annelise con buenos ojos y le pasaban por alto cosas que no le permitirían a nadie más. Un favor que no le costaba ningún esfuerzo mantener. Heredar la ropa era lo de menos, si algo no le gustaba le compraban otra cosa.
Sin embargo, eso también despertaba envidias en mucha gente. Al poco de entrar en el instituto se empezó a dar cuenta de que muchos de los que creía sus amigos no eran tales, y que había mucha gente deseando que cayera, o que solo quería pegarse a ella para caerle mejor a otra gente. Además de quien trataba de dejarla mal abiertamente. Comenzó a preocuparse muchísimo por su imagen y por cómo la veían los demás, y llegaba a inventarse rumores o mentir a sus amigos para que no se llevaran mejor con otras personas que con ella. A los quince años ya se esforzaba por salir de fiesta -y emborracharse- con el carnet de su hermana, y no tardó mucho más en empezar a fumar. Además, coincidió con el divorcio de sus padres. Tenía dieciséis cuando su hermana la pilló vomitando en el baño lo que acababa de comer.
Sus padres no tardaron en mandarla a terapia. Sabían quién era la mejor, y no tuvieron problemas en conseguir más sesiones o que estas se alargaran tanto como fuera necesario. Annelise consiguió salir de ahí por pura fuerza de voluntad, y sin que sus notas se viesen afectadas lo más mínimo. Llegó a la conclusión de que con determinación y esfuerzo se podía conseguir cualquier cosa que uno se propusiera.
Terminó el instituto como la mejor de su promoción y entró en la universidad. Fue capaz de mantener unas notas más que decentes y al mismo tiempo disfrutar de las noches y las fiestas, llegando a probar cosas más fuertes que el alcohol. No se metió en ninguna asociación universitaria, aunque sí acudía de vez en cuando a debates que se organizaban, como si fuesen un juego.
Un año antes de terminar conoció a un chico de intercambio llamado Hilal. A pesar de venir de Sudáfrica, era inteligente, culto, y tenía ideas modernas. Hasta entonces Annelise solo había tenido rollos cortos con chicos, y con alguna chica, y siempre había dicho que pasaba de buscarse una pareja. Pero Hilal y ella se enamoraron a la segunda noche de salir de fiesta juntos. Hilal decidió quedarse con ella cuando terminó el curso, y se las apañó para trasladarse y terminar el grado en Copenhague.
Annelise se especializó en Bioquímica y Biomedicina molecular y no había obtenido aún el título cuando le empezaron a ofrecer contratos de trabajo e investigación. Uno de ellos le llamó particularmente la atención. El CEO de una empresa llamada Freya copr., un hombre llamado Lars Gustaffson estaba particularmente interesado en sus investigaciones sobre la genética, y le ofreció un contrato inigualable. No era solo el sueldo, sino financiación para sus investigaciones, y derechos sobre las patentes. Annelise se terminó de convencer al ver las instalaciones de la empresa y conocer en persona a Lars. Aunque quizá algo conservador, tenían ideas muy afines. Sin embargo, pudo acordar con él esperar un año antes de incorporarse. Hilal y ella habían decidido tomarse un año sabático antes de empezar a trabajar, en el que se dedicaron a viajar por Europa. No tenían ninguna prisa, al fin y al cabo, a sus familias no les hacía falta el dinero. Sin embargo, al poco de regresar, Annelise descubrió que se había quedado embarazada.
Desde luego no era algo que tuvieran planeado, pero llevaban varios años juntos y ambos tenían trabajo, así que decidieron que adelante. Se lo contaron a sus padres, y empezaron a buscar una casa y a organizar la boda. Por desgracia no pudieron hacer nada de eso.
Hilal había tenido una de sus primeras reuniones y Annelise había decidido ir a buscarle para regresar juntos a casa paseando. Quiso la desgracia que unos inmigrantes drogadictos les atracaran amenazándoles con unos bates, y al no contentarse con el dinero que llevaban encima, les pegaron una paliza. De Annellise se olvidaron en cuanto cayó al suelo con una pierna rota, pero con Hilal se ensañaron. La ambulancia no tardó en llegar, pero poco pudieron hacer. Annelise perdió al niño por culpa de un golpe en el vientre, y Hilal quedó en coma debido a varias lesiones en la cabeza.
Cuando a Annelise le dieron el alta Hilal aún no había despertado. Ella no tardó en ponerse a trabajar. Decía que era para poder tener unos ahorros en cuanto Hilal despertase y poder retomar los planes que tenían, pero en realidad necesitaba algo en lo que poder ocupar su mente, ya que el estado de Hilal no mejoraba. Quizá por eso mismo, en ese tiempo empezó a conocer mejor a Lars, y también terminó compartiendo con él alguna de sus preocupaciones, que Lars respondía con consejos sensatos.
Unos meses después Annelise recibió la noticia de que la familia de Hilal había decidido desconectarle. Legalmente Annelise no podía hacer nada para impedirlo, y tampoco fue capaz de convencerles de que no lo hicieran. A los ojos de Annelise todavía había motivos para tener esperanza, pero ni ellos ni los médicos de Hilal lo veían, y no era capaz de convencerlos. Además, según ellos, “él no querría vivir así”. Peor aún, la familia de Annelise también intentaba convencerla de que “era lo mejor”.
Unas noches después de la muerte de Hilal, Lars le pidió hablar en su laboratorio y le reveló que llevaba tiempo observándola e interesado en ella, pues en realidad se apellidaba Olsen y ella era su nieta. Annelise se pensó que era una broma, ya que las cuentas no le cuadraban, y cuando le dijo que en realidad era un vampiro no supo que responder. Por un lado, no podía creerse que hablase en serio, pero por otro, hasta donde conocía a Lars tampoco le creía capaz de burlarse de ella tras lo que acababa de suceder. Y a decir verdad, sí que tenía un puñado de fotos de su abuelo y ya había reparado en que Lars y él tenían un curioso parecido. Lars esperaba que no le creyese, así que le invitó a hacerle cualquier prueba que se le ocurriese para determinar que no estaba vivo. Efectivamente no tenía pulso, tenía la temperatura corporal de un cadáver, y su sangre era… extraña. Muy extraña.
Annelise, asustada, le preguntó qué quería, y Lars le enseñó las fichas policiales de dos inmigrantes que reconoció al instante. Los que habían matado a Hilal y a su hijo. Annelise aceptó el Abrazo y esa misma noche acabó con ellos y tiró sus cuerpos al mar. Fue su forma de empezar de nuevo.
Su sire y abuelo le explicó cómo funcionaba la sociedad de los vampiros, y en parte también la humana. Como policía en vida, había hecho contactos tanto entre la alta sociedad como en los bajos fondos. Mucha gente le debía favores, y acudía a él cuando necesitaba uno. Le presentó a bastante gente importante en ambos mundos, entre ellos Karen Klausen una amiga suya de la infancia, y chiquilla de su mismo sire. Había sido juez en vida, era una mujer fuerte y decidida y no tardaron en llevarse bien, con cierta admiración hacia Karen por parte de Annelise. Ambos la apoyaron más que la mayoría de sires hacia sus chiquillos, y Annelise aprendió mucho de ambos. Además, había varios ámbitos en los que ella podía ayudarles a ellos. Annelise se manejaba bien tanto en ámbito cientifico como entre varios sectores de la juventud, con los que Lars y Karen no estaban tan familiarizados.
La no-vida no distrajo a Annelise de sus investigaciones, pero sí le permitió verlas desde otra perspectiva. Siempre le había interesado descubrir hasta qué punto influenciaban los genes el comportamiento humano, y una vida eterna le permitiría no solo teorizar sobre ello en base a casos estadísticos, sino contrastar datos observables a través de varias generaciones. Sin embargo, Annelise está lejos de ser una rata de laboratorio, se maneja tan bien como su abuelo entre distintas capas de la sociedad. Para ella, estar bien relacionada no es solo diversión. Es encontrar mujeres de las que alimentarse y dispuestas a participar en sus estudios, encontrar a gente interesada en las conclusiones de sus investigaciones y opiniones políticas, y gente dispuesta a comprar ciertas sustancias que salían de su laboratorio.
Aunque también es diversión.
Ganchos:
Henrik Lindhart: Gracias a Lars, Annelise es oficialmente una “colaboradora” de la policía. Esto significa que Lindhart ha acudido a ella en más de una ocasión cuando consultarle algo a la policía científica podría poner en peligro la Mascarada. Annelise está bastante segura de que Lindhart sospecha que sintetiza drogas de diseño o que por lo menos está enterada del tema, pero imagina que unos alucinógenos que compran un puñado de niños ricos para divertirse y que hasta ahora no ha estado implicado en ninguna clase de crimen violento no debe de ocupar un lugar muy alto en su escala de prioridades.
Contactos:
Benedict Dubois: Annelise conoció a Benedict en su época universitaria, coincidiendo con él la mayoría de veces que salía de fiesta. Sin llegar a considerarse completamente amigos, ambos disfrutaban mucho cuando se encontraban, y se presentaban mutuamente a bastante gente. Cuando Benedict descubrió que habían introducido en la Sangre a Annelise, la recibió con un abrazo y empezó a invitarle a otro tipo de fiestas.
Benedict sabe quien es el sire de "Nimi", pero cree que solo le aguanta porque son familia, así que no airea ni su nombre ni su clan, suponiendo que no tardará en deshacerse completamente de las ideas que le han inculcado desde niña y ganársela para su causa. Aunque a veces discuten sobre poítica, lo hacen de forma tan tranquila y educada como puede hacerse con la música altísima y alcohol de por medio. Pero a menudo su relación se basa en intercambiar cotilleos, Benedict de los Christianos, y Annelise de ciertos criminales y miembros de extrema derecha. Claro que Annelise es mucho mas cuidadosa con qué le cuenta (o al menos eso cree), ya que por bien que le caiga el Toreador, ella no cree que sean aliados.
Henrik Baumann: El primer contacto que Annelise tuvo con el doctor Baumann fue leyendo algunos de sus artículos, que había firmado con otro nombre. A su vez, los primeros trabajos de Annelise llegaron a oidos del doctor, que les dedicó el interés suficiente como para reconocer el nombre de Annelise cuando acudió a él en busca de sangre. Si bien se cobró ese favor (a cambio de que Annelise le consiguiese unos recipientes que no eran fáciles de atraer para un hombre de su edad y aspecto), tuvieron una conversación agradable e interesante acerca de sus respectivos campos de estudio y visiones acerca de estos. Desde entonces, Baumann y ella mantienen un contacto cordial pero regular. Generalmente se limitan a compartir resultados de sus repectivas investigaciones, pero es inevitable que la conversación fluya hacia otras personas (o Vástagos) presentes en su campo, y hacia los recipientes de los que extrayeron esos resultados.
Isak Hussein: En principio la relación entre Annelise e Isak es sencilla. Anelise le vende Aurora a Isak y este la distribuye. Isak no tiene el monopolio (tambien le ha vendido a Krupin, a alguno de los contactos de Lars e incluso directamente a algun pijo de clase alta), pero tampoco lo ha pedido nadie (el alucinógeno no es todavía lo bastante popular). Sin embargo, con Isak se lleva lo bastante bien como para intercambiar otro tipo de favores. Aparte de sencillamente "ponerse al corriente", Annelise le hace algunos "controles de calidad" de ciertas sustancias, e Isak le ha acercado a parte de su rebaño, que necesitaba "mejorar su situación legal". A Annelise le resulta simpático Isak, al fin y al cabo, le recuerda un poco a Halil.