[CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

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Magda Dalmau
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[CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#1

Mensaje por Magda Dalmau » 12 Oct 2019, 10:30

Las palabras de Julián ni siquiera llegan a registrarse en la cabeza de Santiago. Ahora mismo el joven está más allá de toda razón, de toda capacidad de lógica. La ausencia de mente le impide tener miedo, o preocuparse por las consecuencias. Sólo se deja guiar por un instinto salvaje, animal y monstruoso, antinatural.

Marga ve los ojos de Santi y allí donde había un castaño arrogante ahora son sólo dos pozos de negrura, dos iris negros que transmiten el único deseo de beber, matar, destruir. No es una visión agradable y por la cabeza de la mujer, en un arranque de percepción, se ve reflejada en aquellos ojos. Es sólo un instante, es sólo un segundo, pero algo la une a ese hombre, algo más fuerte que el simple odio o lo vivido.
Pero no es el momento de darle vueltas.

Santiago hace fuerza con su muñeca para evitar que Marga pueda clavar el cuchillo. Ella nota como los huesos de su articulación empiezan a resentirse e incluso nota un chasquido que promete mucho dolor en el momento en el que desaparezca la adrenalina de su corriente sanguíneo.

Un disparo resuena en el pasillo, ensordeciendo a Marga. El pitido en sus oídos le impide escuchar nada y una extraña sustancia mancha su cara y cuello, algo....viscoso.
El vampiro pierde toda la fuerza y el cuchillo de Marga se hunde en el hombro del joven, pero es como si ni se inmutase.

En esos segundos posteriores a la confusión, Julián se queda observando a Santiago. Le ha dado en la cabeza, justo por encima de la nuca. Sabe que la bala ha cruzado el hueso del cráneo y a juzgar por cómo ha manchado a su amiga, lo ha atravesado de lleno.
Santiago debería estar más que muerto, desplomado.

Pero no deja de ser una criatura de la noche y es necesario un poco más para terminar con él.

El Malkavian se levanta, tambaleante. Sus ojos, ahora de nuevo normales, miran a Julián como un ciervo que no entiende cómo un coche lo ha atropellado. Se aleja un paso de Marga y cae de rodillas, débil, confuso.

Damià se acerca y le ofrece la mano a Marga para ayudar a levantarse. En su rostro hay una sonrisa, en su mirada un brillo...y es evidente que está pensando en algo.
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Marga (Kiriyian)
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Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#2

Mensaje por Kiriyian » 15 Oct 2019, 14:24

Imagen El ruído ensordecedor y las manchas que caen en su cara y ojos la confunden, aunque no ceja en clavar el cuchillo en su agresor a pesar de no ver bien. Pero, en mitad de la confusión, Santiago se levanta alejándose de ella, lo cual le permite recular arrastrándose por el suelo, a la vez que se limpia los ojos con la muñeca. Lo primero que acierta a ver su mirada es la sangre que mancha su muñeca, y por unos breves instantes la visión del rojo viscoso atrapa su atención.

Pero la frenética situación la saca de su ensimismamiento. Ve a Santiago caer de rodillas, y a Julián con su revolver humeante, con lo que al momento cae en la cuenta de lo que ha pasado, revolviéndose su estómago. También se da cuenta de que su escapada sigilosa ha volado por los aires, y es el momento de correr. Así que se aferra a la mano que le ofrece Damià, y aunque cruza su mirada con él, no termina de atender las sutilezas que muestra el vampiro en su rostro. Marga solo dice en voz alta: ¡Vamonos! -en clara dirección a Julián para que también huya con ella, mientras descalza y aún algo confundida pretende avanzar de la mano de Damià hacia la siguiente puerta.

Julián Casado Álvarez (jerish)

Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#3

Mensaje por jerish » 18 Oct 2019, 15:33

Imagen Ese disparo ensordecedor despierta más sentimientos, que el silencio que queríamos mantener. La frialdad sigue fluyendo en mi en el momento que me doy cuenta que Santiago sigue vivo. La sorpresa que me produce esa visión, se une con ella haciendo que mi rostro apenas se inmute, pensativo, ausente y extrañamente contento. Un pellizco de sonrisa imperceptible para la mayoría resuena en mi rostro con mucha menor intensidad de lo que lo hace en mi interior. Esa adrenalina que me acompañaba en la huida, aumenta exponencialmente en estos pequeños segundos de pausa. Por extraño que parezca, me he sentido vivo, útil, aliviado... contento, como si un preso se hubiera liberado de sus cadenas, un sentimiento que a la vez, me produce desconcierto, temor...

El grito de Marga me devuelve a la realidad, haciendo poco a poco asimilar todos los hechos conscientemente. Acepto las prisas y vuelvo mi mirada hacia la de Santiago. Mi rostro no alberga atisbo de culpa alguna, ni de ira, ni siquiera temor. La frialdad sigue presente, aunque con tintes de lástima, de simpatía, de ternura...

Alargo el brazo en señal de ayuda hacia Santiago mientras mis hombros se alzan demostrando resignación. -Te lo pedí amablemente... ¿nos vamos?- le digo sin mucho tiempo para la espera. Intento ayudarlo, pero si no se mueve, me iré sin él.

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Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#4

Mensaje por Magda Dalmau » 19 Oct 2019, 11:40

Imagen No hace falta ser muy observador para ver que Damià está menos pendiente de la supervivencia que de las reacciones de Marga y Julián. Y no es preciso ser un lince para entender que el hombre tiene una idea rondando por su mente que le empujará a perder tiempo.

Santiago sigue de rodillas, pero los dos mortales ven como muy poco a poco la herida de la cabeza se va reconstruyendo. No por completo, ni de manera que el joven recupere la consciencia de forma total, pero si lo suficiente como para que la mirada perdida de Santi vaya adquiriendo cierta consciencia y entendimiento.

- Es un fracaso -dice Damià, tomando ambas manos de Marga y obligándola a mirarle, como si estuvieran compartiendo un dulce momento de romancee intimidad, y no se encontrasen en un pasillo cubierto de manchas de sangre con gritos de fondo- Santiago nunca debería haber existido. Mátale y nos librarás de un lastre. Hazlo por mi y te haré mi chiquilla....y dejaré que conviertas a tu amigo en tu servidor.

Santiago parece ser medio consciente de lo que ocurre, pues de pronto alza la mirada hacia el que ha sido su mentor y lo observa....pero sin sorpresa ninguna. Resignación, tristeza y rabia, pero no parece que le parezca extraña la traición.

Y parece un precio pequeño para Marga, aunque quizás sean las melosas palabras de Damià lo que lo pinten así. Santiago no ha sido más que una ofensa andante desde que lo ha conocido, con insultos, con puyas, con intentos de asesinato, con amenazas....pero también han compartido sangre y les une un vínculo poderoso. Por no hablar de que Marga se mancharía las manos, para siempre, con la vida de alguien que no va a poder defenderse.

Julián puede impedirlo, puede ayudarla o puede irse. O incluso, podría tratar de girar las tornas y atacar a Damià. Pero la oferta golosa de dejar que Marga cargue con un cadáver para así poder obtener el premio que ha venido a buscar....es tentador.
Siempre que Marga le acepte como ghoul, cosa con la que tampoco goza de total seguridad.
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Julián Casado Álvarez (jerish)

Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#5

Mensaje por jerish » 19 Oct 2019, 15:43

Imagen Damià parece haber perdido la prisa, como si estuviéramos de acampada en un lago con dulces y una fogata, y al escuchar sus palabras creo darme cuenta de sus intenciones... y no son las que salen por sus palabras, aunque con la desesperación que ha mostrado Marga... tal vez ella sí se las crea.

-Vaya... parece que has encontrado tu chivo expiatorio- digo con el mismo tono de frialdad con el que he disparado a Santiago. Si hay algo que puedo detestar más que la traición, es la traición engañosa. -deja que piense...- sigo diciendo mientras me pongo entre Marga y Santiago, teniendo la certeza que mi tiempo ha llegado, ya siendo ahora, dentro de... lo que tardemos en salir de aquí, o cuando la enfermedad decida llevarme. Lo único que tengo claro es que Damià es un auténtico hijo de puta.

Extiendo los brazos en forma de cruz, dejando el arma colgando del dedo índice, pero con ésta boca a bajo, dejando claro que no soy una amenaza, demostrando mi fragilidad y mis intenciones, que no son suicidas, pero si de decir... basta con las mentiras. -Ahora resulta que ha sido Santiago quien ha traicionado a la... ¿Camarilla se llama?, ¿esa es la versión que dirás cuando esté muerto?- pauso unos segundos para ver posiblemente el ceño fruncido de Damià, para luego mirar a Marga con mirada penetrante, severa, segura. Sabedor de lo que puede estar pasándole por el cerebro ahora mismo. -Hoy es Santiago, mañana posiblemente seas tú... todo depende de su capricho... ¿eso es lo que buscas? ¿Hay alguna diferencia entre morir ahora o vivir eternamente aterrada hasta el día que dejes de ser necesaria, como él?- digo señalándo a Santiago. -No creo en los fracasos. Sí en las malas enseñanzas, pues cuando tocaba el piano no se te veía molesto, precisamente.- digo volviendo la mirada hacia Damià. -La lealtad tiene que ir en ambas direcciones, y las promesas hay que cumplirlas, pero sin trucos bajo la manga. Yo por mi parte te dije que había elegido bando, y como tal te haré una reflexión para que pienses un plan mejor para salvarte... ¿Has visto a Freddo por algún lado?- digo alzando los hombros.

Este cerdo va a matarnos a todos. Al menos, dejaré de correr como una rata de una puta vez.

Marga (Kiriyian)
Margarita Rocafort

Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#6

Mensaje por Kiriyian » 21 Oct 2019, 11:18

Imagen
Damià escribió: - Es un fracaso -dice Damià, tomando ambas manos de Marga y obligándola a mirarle, como si estuvieran compartiendo un dulce momento de romance e intimidad, y no se encontrasen en un pasillo cubierto de manchas de sangre con gritos de fondo- Santiago nunca debería haber existido. Mátale y nos librarás de un lastre. Hazlo por mi y te haré mi chiquilla....y dejaré que conviertas a tu amigo en tu servidor.
La inesperada pausa que toma Damià en mitad de la huída la desespera, pero las palabras melosas y el cambio de tono la desconciertan. Y cuando escucha su propuesta, la mujer se queda paralizada, intentando razonar en medio de aquel caos lo que el vampiro le estaba proponiendo. "Mátale" "Te haré mi chiquilla". "Te dejaré que conviertas a tu amigo en tu servidor". Las tres frases resuenan en su cabeza, aunque sin orden ni encaje coherente. La mirada de Marga pasa primero por Santiago, derrotado y resignado, despertando a partes iguales sentimientos de rechazo pero también de afinidad. Las imágenes y el gusto a su sangre vienen instantaneamente a Marga. Y después su mirada sube a Julián, arma en mano, y con la posibilidad de evitar su muerte también, algo que hace a la mujer empezar a decidirse.
Julián escribió: - Hoy es Santiago, mañana posiblemente seas tú... todo depende de su capricho... ¿eso es lo que buscas? ¿Hay alguna diferencia entre morir ahora o vivir eternamente aterrada hasta el día que dejes de ser necesaria, como él?- digo señalándo a Santiago.
Pero la reacción de Julián la confunde aún más. Porque, efectivamente, sus palabras están cargadas de razón. La noche que se abre ante ella es una jungla de monstruos, y el que ahora la acoge y protege bien puede venderla en un futuro. Y, sin embargo, la alternativa es morir hoy o en los próximos meses si sale viva de aquel edificio... y dejar a Eduard solo en esta vida. ¿Qué podría hacer ella por su hijo? ¿A qué estaría dispuesta a hacer para no dejarlo desamparado? Su mente bulle con todas estas ideas, aunque hay demasiado ruído en su cabeza como para poder pensar tan rápido como avanzan los acontecimientos. Y los presentes pueden ver la confusión y la indecisión en su rostro.

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Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#7

Mensaje por Magda Dalmau » 25 Oct 2019, 21:51

Imagen - Has elegido un mal momento para rebelarte, Julián -sentencia Damià, mirando al hombre. Su voz es fría y deja clara la verdadera alma del Malkavian, o la ausencia de ella. No hay compasión porque en ese hombre nunca la ha habido, no ha existido, la piedad es un concepto que sólo ha aprendido a fingir para relacionarse de manera adecuada. - Muy desconsiderado por tu parte.

Grifols no parece decir nada más. Sólo se queda observando al mortal con suma atención.

Casado por su parte tiene unos segundos de victoria. De creer que ha conseguido desarmar los argumentos y que ha logrado convencer a Marga. Que los dos se negarán a seguir sometidos a los caprichos de ese monstruo con piel de humano y le darán la espalda, se irán y conseguirán una solución tanto a su escape como a su abrazo. La esperanza no entiende de prudencia, ni de lógica.

Pero entonces empieza a tener una sensación extraña. Un picor raro en el pecho, más o menos en la zona de las costillas de la izquierda. La leve molestia pasa a ser una percepción de un dolor súbito y punzante que le obliga a caer de rodillas, boqueando. Pero ahí está la cuestión: percepción. Su cerebro insiste que no es cierto, que sus sensores nerviosos no le están dando ningún mensaje y sin embargo...sin embargo el sufrimiento es igual de real para su mente.

Pronto deja de importar si es real o no. El dolor se hace insoportable y el hombre se palpa el torax, notando una horrible protuberancia allí donde se supone que está su hígado. Observa, horrorizado, como el órgano ha crecido y sobresale un bulto por debajo de la piel, como si hubiese crecido de manera anormal y estuviera moviendo el resto de lo que hay en su interior. En un arranque instintivo, que no domina, se levanta la camisa sólo para ver como por toda su piel han empezado a aparecer pecas negras, de aspecto desagradable, que empiezan a supurar un pus desagradable y verdoso. Allí donde mira, se encuentra más melanomas avanzados.

El sudor frío le baña el cuerpo, todavía de rodillas. No, no, tenía tiempo, todavía tenía crédito con la muerte, con la enfermedad. El médico...le habían dicho....Sólo es capaz de ver ante sus ojos sus células, multiplicándose, infectadas, corruptas, podridas. Es como si no pudiera dejar de imaginarlo, de vivirlo, de visualizarlo.

Siente algo que le baja por la nariz, lentamente. Se lleva una mano y ve sangre. Le sangra la nariz. El pánico hace que los pensamientos lleguen entrecortados a su cerebro, incapaz de unirlos con lógica y calma. Tose, siente que sus pulmones arden, como si estuvieran desmenuzándose. Nota en la lengua el sabor de la vitae, ¿ha tosido sangre?

En sus oídos se agolpa el latido de su corazón, desbocado. Pero ahora hay algo más....si, alguien grita su nombre. "Julián, Julián...". Grita su nombre llorando, en tristeza absoluta. Es la voz de Raquel, es la voz de su pareja. Y escucha un llanto que lleva tatuado en su alma, el de su niña, su pequeña también está de luto, hundida en la desesperación.

Pero pronto esos sonidos se ven sustituidos por un zumbido terrible, tan alto que ensordece todo lo demás. Moscas, muchas moscas a su alrededor. Pero no ve ninguna. Sus ojos sólo ven a Damià, que lo sigue observando impasible, y a Marga. ¿Dónde están los bichos?
Oh, dios mío. Están en los conductos de sus oídos. Las nota. Siente como sus patas recorren las cavidades de sus orejas, de su nariz, de su cráneo. Se están moviendo por dentro, poniendo huevos. Se lleva las manos, incapaz de pensar, imposible de reaccionar a todas las percepciones que se agolpan en sus sentidos.

Se levanta y escucha, por encima del atronador zumbido, un grito.
Sólo unos segundos más tarde cae que es su propia voz la que está clamando a los cielos.

Marga, por su parte, sólo puede observar como Julián, de pronto, empieza a tocarse el cuerpo que a simple vista parece....bien. Normal. Ve como su amigo empieza a llevarse las manos al rostro, a los oídos, al pecho, a la cabeza, como parece toser y cómo empieza a gritar...sin motivo alguno aparentemente.

Aparentemente.

Damià sonríe.
Imagen - No podemos cargar con él, Marga -dice, de pronto muy educado y dulce- Tendrás que matarlo. La oferta ha expirado.
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Marga (Kiriyian)
Margarita Rocafort

Re: [CA] 12:00 pm, pasillo segundo piso

#8

Mensaje por Kiriyian » 01 Nov 2019, 18:43

Imagen
Damià escribió: - Has elegido un mal momento para rebelarte, Julián -sentencia Damià, mirando al hombre. Su voz es fría y deja clara la verdadera alma del Malkavian, o la ausencia de ella. No hay compasión porque en ese hombre nunca la ha habido, no ha existido, la piedad es un concepto que sólo ha aprendido a fingir para relacionarse de manera adecuada. - Muy desconsiderado por tu parte.

Grifols no parece decir nada más. Sólo se queda observando al mortal con suma atención.
Marga observa el intercambio de comentarios, demasiado inquieta como para reaccionar a tiempo. Desea suavizar las palabras de Julián ante el vampiro, rebajar tensiones entre ambos. Pero la situación es desesperada, en mitad de una carnicería de la que deben huir, y la mujer no consigue hilar con rapidez una argumentación lo suficientemente razonable como para soltarla.
Julián escribió: (...) cae de rodillas, boqueando.(...)
(...) el hombre se palpa el torax (...)
(...) se levanta la camisa (...)
(...) Se lleva una mano a la nariz y la ve (...)
(...) Tose (...)
(...) Sus ojos sólo ven a Damià, que lo sigue observando impasible, y a Marga. (...)
(...) Se lleva las manos a la cabeza (...)
(...) Se levanta y (...) es su propia voz la que está clamando a los cielos. (...)
La reacción de Julián le hace olvidarse totalmente de sus razonamientos. En cuanto le ve caer, empezar a inquietarse y salir de sus casillas, toser, y gritar, el rostro ensangrentado de Marga se vuelve cada vez más asustado y preocupado. No entiende, no comprende qué le está pasando a Julián. Pero sea lo que sea lo que le está ocurriendo, está sucediendo en el peor momento posible. Cuando deberían huir, Julián empieza a desfallecer, a sufrir... Marga niega con la cabeza, ¡todo está yendo a peor vertiginosamente!
Damià escribió:
Damià sonríe.

- No podemos cargar con él, Marga -dice, de pronto muy educado y dulce- Tendrás que matarlo. La oferta ha expirado.
Marga mira a Damià con los ojos muy abiertos. Cuando parecía que empezaba a acariciar una salida medio decente, una posibilidad de seguir adelante incluso con Julián... todo se esfuma en cuestión de segundos. Quiere salvar a Julián, quiere que no esté sufriendo como lo está ahora... Y sin embargo, su patrón le pide todo lo contrario. Que se deshaga de él y lo deje atrás. No, peor todavía... Me pide que lo mate. -se dice a si misma en su cabeza, lo cual es lo único que suena claro entre todo el ruído que siente en su mente.

La mirada de Marga pasea confundida por todos los elementos del lugar: la parsimonia de Damià, los inquietantes gritos de Julián, la mirada resignada y contrariada de Santiago con su cuchillo todavía clavado en su hombro, la sangre que mancha el suelo y las paredes del lugar, la pistola caída en el suelo entre Julián, Damià y ella...

Algo parece haber implosionado en su cabeza, pues sus ojos abiertos delatan a quien se fije que se encuentra conmocionada. Desde su perspectiva, todo lo que está ocurriendo a su alrededor se ha convertido en un exceso de confusión, e inconscientemente sus percepciones y razonamiento empiezan a ignorar hechos y cosas para poder seguir funcionando, a modo de supervivencia. Siente que está en un túnel oscuro, con mucho ruído irreconocible a su alrededor, y lo único que puede ver al final del túnel es aquello que focaliza directamente con su mirada. Y lo único en lo que puede pensar es en las cosas más básicas y fundamentales para ella. Eduard. Sobrevivir una noche más para volver a casa con él. Y la criatura que le ha prometido poder volver a casa hoy.

Descalza, despeinada, desaliñada y con la ropa manchada de rojo. Con el rostro ensangrentado y los ojos muy abiertos. Marga se agacha hacia la pistola y la coge. Se levanta de manera torpe y aferra el arma con ambas manos, levantandola para apuntar con dificultad. El cañón del revolver apunta a Santiago. Y entonces, dispara. Una, dos, tres... continuamente... Sin darse cuenta de que la pistola se ha quedado sin balas, Marga sigue apretando el gatillo con el arma apuntando a Santiago.

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