[AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

Moderador: Jebediah_Gogorah

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Jebediah_Gogorah
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[AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#1

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 10 Nov 2019, 22:25

"-Los recuerdos son impresiones, no registros." Leonard Shelby, Memento

{ https://www.youtube.com/watch?v=wlXjP59jZCM - The Mole by Hans Zimmer from Dunkirk OST }

El reloj avanzaba imparable, llenando de un tenue sopor la mañana. El sol ya se intuía en lo alto y Lang se dispuso a sacar los pocos cachivaches que podía haber salvado de los laboratorios Tyrrell antes de su forzoso despido. Había pasado ya un tiempo desde aquellos tiempos de monótona felicidad, de rutinas fijas, y ya en un primer análisis, el judío había adivinado novedades en la cabeza del androide. Esperaba, con más esperanza que seguridad, que sus viejos artefactos pudieran ayudarle en su cometido.

Mientras el alemán, iba y venía desde un cuarto anexo, preparando el salón como improvisada sala de metálica autopsia, el resto luchaba por no vencerse al sueño.

Un suave corte de un bisturí diseccionaba grácilmente el látex de última generación dejando a total vista las conexiones neuronales de la robot de compañía. Lang maldijo, casi perdiendo la calma, y dejando caer con dejadez el bisturí sobre la mesa camilla metálica, al ver que el tipo de conexión era diferente. La suerte que tal vez habían tenido en la morada del cosmonauta, ahora se les volvía esquiva. Los artilugios de Lang se habían vuelto obsoletos y caducos, casi como él mismo.

Tetsuo, curioso como siempre, al ver fruncir el ceño del hermético, se interesó por el nuevo problema que se presentaba, y respiró medianamente aliviado. Afortunadamente, él sabía quien podía ayudarlos. Sólo hacía falta recurrir a los contactos correctos... Eso, y probablemente un buen montón de créditos.
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

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Tetsuo Kojima (Toxizer)
Gamberro Akáshico

Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#2

Mensaje por Toxizer » 11 Nov 2019, 13:33

https://www.youtube.com/watch?v=bmFhs7ZySMM - KOF ´94- Esaka

Durante el trayecto en el vehículo de Michael, aplastado contra una de las ventanillas, Tetsuo realiza unos ejercicios de meditación para purgar su alma de ansiedad y miedo. Tras unos instantes conecta su PD y llama a su padre:

- Ve a visitar al tío sin mí, tengo una fiesta con mis colegas.

Desde que comenzó a juntarse con Lang y los suyos, Tetsuo y su padre establecieron una serie de contraseñas con actuaciones a seguir. Con esa corta frase indicaba al señor Kojima que su cábala estaba metida en problemas y que fuese a refugiarse al xiudaoyuan (capilla) de Little Tokyo, que dirigía Konoe Mae. A pesar del plan, el joven seguía temiendo por la seguridad de su progenitor.

En casa de Lang, se tira descuidadamente en un sofá. El sueño está a punto de apoderarse de él. Sin embargo, cuando el hermético empieza a trastear con la cabeza rota la curiosidad le puede y mira embobado las piezas electrónicas que asoman bajo la piel sintética. Parece que el instrumental del viejo está un tanto desfasado. De repente una idea asalta su abotargada mente:

" Tec9, seguro que ese mamonazo puede conseguir los cacharros necesarios para que Lang pueda hacer lo que sea que está intentando con el cráneo de la barbie"

- Ey, conozco a un hacker que mueve todo tipo de hardware, aunque suele pedir un montón de créditos. Puedo contactar con él mediante un canal encriptado de chat - dice el joven sonriendo, al tiempo que empieza a teclear en su PD y pregunta a Lang por el tipo de material que necesita- Ok, ya está, le he preguntado si es capaz de conseguirlo y que precio tendría. Ahora nos toca esperar a que quiera responder. En nuestra última transacción, dejó el paquete en la taquilla de un gimnasio.

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Pagliacci
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Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#3

Mensaje por Pagliacci » 11 Nov 2019, 15:23

Meter a su cábala en su refugio fue algo de lo que comenzó a arrepentirse desde el primer momento, no por la suciedad y el desorden, sino por que había dejado expuesto su trabajo, sus miedos más íntimos, las fotografías de Berenice y los restos del proyecto Metrópolis. Tetsuo tuvo que hacerse un hueco entre dos docenas de libros apilados en el sofá, tomos de gematría y matemáticas, los cálculos de Rosen se entremezclaban con los ejercicios de Öst. Lang le señaló la cama al Pater para que se tumbara si quería, cerrar los ojos era su mayor deseo en este instante, pero no podía permitírselo. Las sábana sudadas no tenían aspecto de haber sido cambiadas en la última semana, junto al lecho se mostraba abierto un ejemplar desgastado y manoseado del Talmud, una estrella de seis puntas de plata colgaba de una lámpara por una cadena pulida, el recuerdo de una época más inocente en la vida del hermético.

El cráneo del androide había sido reforzado con titanio, solo aquello había evitado que se deshiciera tras un trauma cráneo-encefálico de tal magnitud. Lang cogió una silla y se sentó junto a él, examinando los nuevos interfaces de conexión ocultos en los oídos y bajo los párpados. El alemán nunca había apreciado la necesidad de conectar un cable directamente de un humano a una máquina, detestaba con toda su alma aquellas sucias vías de cobre que bombeaban datos como el suero en los hospitales. Sus propios puertos, un modelo antiguo situado en la nuca, hacía años que no habían sido utilizados. Un gato gris se deslizó entre las piernas de Ishani, estudiándola con detenimiento, evaluando a cada uno de los forasteros que habían entrado en su territorio, en Kraepelin 221.

-Magíster Barlow, esta es mi cábala, supongo- Dijo el hermético sin tan siquiera girarse- Cábala, este es Magíster Barlow, mi carcelero.

Como en la obra de Marie Shelley, las estanterías de aquel científico-brujo ocultaban algunos secretos, planos de anatomía biológica, diseños de autómatas y extraños dibujos de los lugares que Lang había soñado. Los cables se entremezclaban con los pergaminos y en un cristal se mostraban cuatro modelos de ojo distintos, suspendidos en una solución acuosa parecida al formol.

Lang vio como Michael dirigía una mirada a un androide situado en un lugar apartado y reverencial entre todo aquel caos, su torre de hechicería. La máquina parecía haber sido elaborada a partir de piezas antiguas de diversos orígenes, una piel rosada y hermosa revestía un cuerpo mecánico de mujer. Sin embargo, la ausencia de ojos y mandíbula le revelaron al corista que Lang todavía se encontraba trabajando en aquel proyecto, un proyecto esotérico, sin duda, pues el cuerpo tatuado de aquel segundo androide mostraba numerosas inscripciones en hebreo, alemán, latín y una lengua que no pudo reconocer.

-Es enochiano, Michael. Te ruego que no la toques, es el trabajo de toda mi vida- dijo Lang con cierta amargura. -Está bien, contacta con tu amigo, Tetsuo. Yo solo no puedo penetrar en su mente.

Ishani (Ilitia)
Cultista del éxtasis

Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#4

Mensaje por Ilitia » 12 Nov 2019, 19:04

El trayecto en el coche de Michael fue lo más cómodo que había sucedido desde su última clase en la Escuela. Llegó a tiempo de salvarles el culo de los bastardos tecnócratas y se había convertido en un cómodo sofá que aliviaba todos los dolores acumulados.

Al llegar al edificio, a todos les costó un mundo salir del vehículo, ya no eran unos chavales y las horas nocturnas sumadas al estrés habían hecho mella en ellos. Tetsuo paecía el más enérgico en esos momentos, se permitía el lujo de andar desperdiciando energía con la realización de movimientos totalmente innecesarios. Lang, en cambio, arrastraba sus pies con el pesar de un hombre que lo había perdido todo pero que no hacía mucho por salir del hoyo. Pater Rick continuaba en su inacabable tarea de fumarse el mundo, Ishani se preguntó qué pretendía calmar con ese vicio. Michael, por suerte o por desgracia, no se había enterado todavía del asunto y su vida no corría peligro, o al menos eso creía. Me pregunto hasta qué punto se va a querer involucrar en todo esto, él aún es libre de marcharse.

Al entrar en la casa del hermético no se sorprendió al ver cómo tenía la casa. Era un fiel cuadro de lo que aparentaba, un tipo oscuro, con demasiados pensamientos para estar ordenados y perdido en sus recuerdos. Sinceramente se encontraba demasiado cansada para pensar con claridad por lo que había decidido tomarse unos minutos para meditar y recobrar energías, no quería recurrir a la química blanca en esos momentos. Percibió un suave y ágil movimiento entre sus piernas, unos grandes ojos azules la miraban desde el suelo.

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Enerien
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Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#5

Mensaje por Enerien » 12 Nov 2019, 21:12

Aún estaba tratando de digerir toda la información que le habían proporcionado el resto de miembros de la cábala, era algo muy gordo.

Al bajarse del coche, ya con el motor apagado y casi sin querer se le escapó un silbido tras repasar mentalmente el lío en el que se habían metido.

"Si esto llega a oídos de los tecnócratas estaremos en un buen lío. Es un gran riesgo involucrarse en este asunto. Sin embargo, si lo que dice ese tal Copeland es cierto... sería posible que esos herejes tecnócratas hubieran dado con una parte de la divinidad del Uno..."

Absorto en estos pensamientos, Michael había llegado al piso de Lang y se había quedado mirando al androide que Lang tenía allí expuesto.

La voz de Lang le sacó de sus pensamientos, y fue consciente del lugar en el que se encontraba. Michael buscó un sitio libre en el que sentarse, no había tenido una noche tan movida como el resto pero la falta de sueño ya comenzaba a hacer efecto en él. Se sentía intrigado por el trozo de cráneo que tenían frente a ellos, no tenía claro si todo aquello era cierto o no era más que una treta de la tecnocracia para atraparlos.

En cualquier caso, lo único que tenía claro es que necesitaban más información.

Por otro lado se sentía intranquilo, si tal como sus compañeros le habían indicado acababan de llegar varios agentes cuando ellos abandonaron el edificio, cabe la posibilidad de que investigasen sus identidades.

- Lang, si esos tecnócratas revisan las imágenes de seguridad del edificio y de esos androides ¿Cuánto tardarían en dar con este lugar? - hizo una pausa momentánea, Lang estaba muy concentrado en el cráneo y no quería molestarle - Aunque conociéndote, seguro que tomaste medidas antes de adquirirlo. Lo digo porque todos hemos tenido una larga noche, deberíamos descansar un poco y ninguno quiere despertarse rodeado de agentes.
“Olvida todo lo que crees saber.” Mordo [Doctor Strange, Marvel] Imagen

Rick Probus (DarkOsca)
Cyberpredicador

Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#6

Mensaje por DarkOsca » 13 Nov 2019, 22:34

El pater asiente con la cabeza cuando su anfitrión le señala una cama.

-Pronto, muy pronto, pero antes hay que ver que nos depara esta belleza.

Con un gesto delicado, Probus acaricia la cabeza del androide y se concentra en ella. Cierra los ojos, se relaja, busca dentro de su ser, busca al origen de su don, busca al Único. De entre la oscuridad, surge la luz y de la luz, el conocimiento1.

Tras esto podrás descansar, su cabeza es una bomba a punto de estallar. La edad, el cansancio, la tensión, el tabaco. Rick no es un hombre en la mejor forma y eso le pasa factura.
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Jebediah_Gogorah
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Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#7

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 14 Nov 2019, 19:47

{ https://www.youtube.com/watch?v=XXzOkCLdFwI - Mammagamma by The Alan Parsons Project }

El pater alzó sus manos sobre la media cabeza robótica. Sabía que no podía rebuscar en ella, como había hecho tantas veces en sus acólitos para sembrarles la semilla de la fe. Y aquello, unido al cansancio, lo frustraba. Se maldijo así mismo por no habersele ocurrido aquel truco en el piso del astronauta... pero igualmente, quiso hacer su último aporte antes de caminar como un zombie hacia el camastro que Lang le ofrecía y dejarse caer como un peso muerto.

Rápidamente sus manos sintieron la paradoja rara y bizarra, de tener agarrada una cabeza que le soportaba la mirada, y sin embargo estar teniendo la sensación de sostener un objeto. Cómo si en sus manos acariciaran un jarrón chino de incalculable valor. En su mente, se postraron sensaciones parecidas a la tensión, la angustia, la pena, y finalmente la más poderosa... el miedo. La impresión mental que se había impregnado en aquella cabeza, y por ende en aquel salón del apartamento de la Civic, era de un miedo atroz. Miedo a la pérdida, miedo a lo desconocido y miedo a la soledad. Una triada pavorosa que podía asociar ahora a la mirada fija y fría del único ojo de la cabeza destruida del droide.

Tec9 no tardó casi nada en contestar a Kojima por el canal encriptado de chat. Tras varios intercambios de frases con una molestosa campana que alertaba de cada respuesta en el DP del akáshico, dejaba claro el binomio: Podía ayudarles, y tenía un precio. El hacker también se mofó de Tetsuo cuando pretendía que éste los visitara o dejara sus artilugios o códigos, o como pretendiera hacerlo, en la taquilla de un gimnasio. "-<<Eran otros tiempos y tenía esbirros... ahora ya no me fío de nadie.>>"... imprimía el cursor en la pantalla.

Y es que Tec9 era un obeso mórbido, con tanto peso, que ni siquiera su exoesqueleto era capaz de soportar. Se mantenía postrado en una silla de ruedas especialmente fabricada para él. A esa desgracia había que unirle la casi total ceguera que la diabetes y las pantallas le habían producido. Producía gracias a un sistema de comunicación verbal con sus ordenadores, perfectamente encriptado, y unas gafas que siempre llevaba puestas y que le hacían parecer un orfebre en fébril actividad. Aspecto físico aparte, la figura del hacker era respetada y odiada a parte iguales, tanto por su calidad para realizar cualquier encargo, como por su dudosa moral.

Si quisieran que hubiera trato tendrían que visitarle en su taller clandestino en la trasera de La Colmena. Un local de encuentros sexuales en una de las calles secundarias de Sunset Strip, cerca de West Hollywood. La calle le sonaba claramente a Ishani, pues era un lugar bastante asiduo para los seguidores del código de Ananda. Tetsuo también cayó en la cuenta, de que debían andarse con ojo. Si bien Tec9 era de su confianza, sabía que se movía en círculos en los que los cyberamigos del concilio, los Adeptos Virtuales, eran habituales... y por ahora, tenían claro que aquella información no podía extenderse. Era una bomba que había que desactivar y evitar forzar su explosión...
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Tetsuo Kojima (Toxizer)
Gamberro Akáshico

Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#8

Mensaje por Toxizer » 18 Nov 2019, 11:17

https://www.youtube.com/watch?v=97xfV6yXcrk - The Seatbelts -Cats on Mars

Lang le había dicho que no necesitaba ayuda para sacar la información de la media cabeza sintética; aún así Tetsuo les comenta a sus compañeros que Tec9 está dispuesto a reunirse con ellos en La Colmena.

- Estoy reventado y veo que no avanzamos con la barbie zombie. Si no os importa voy a echar una cabezada - se restriega los ojos - lo dicho, si necesitáis ayuda de Tec9 despertadme y le escribo.

El akáshico bosteza, y se dirige tambaleante hacia la cama vacía. Se deja caer y en cuestión de segundos cae en los brazos de Morfeo.

Enfrente de Tetsuo aparece Ryu, su luchador favorito de Street Fighter X, sobre sus cabezas la barra de vida. Kojima propina una de sus mejores patadas giratorias, su pie derecho deja una estela de energía amarillenta; pero Ryu se cubre con los brazos y ... se convierte en un extraño gato karateka kawaii. Una extraña canción empieza a sonar y de repente las curtidas manos de Tetsuo se transforman en patitas con garras. Neko Ryu lanza un hadoken dejando KO al pobre Neko Tetsuo, oscuridad. Está en el puesto de Ramen de Sayuki, un Red Fury pasa en bici y lanza un ladrillo contra el mostrador. Tetsuo enfurecido lo persigue corriendo a toda velocidad, el capullo se ha metido en un callejón sin salida que pertenece a la tienda de electrónica Moshi Moshi. Al entrar a la calleja no hay rastro de su rival chino, cerca de la puerta del almacén de la tienda hay una chica de espaldas, porta un paraguas y tiene el pelo muy largo y negro. Nuestro héroe intenta hablarle, pero la desconocida no responde, se acerca lentamente y cuando está a menos de dos metros, ella se gira. La cara de la mujer está totalmente desfigurada, ve sus facciones estiradas en forma de tentáculos que se disparan hacia el rostro del chico. El joven Kojima se despierta con un grito. No sabe cuanto tiempo lleva durmiendo.
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Pagliacci
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Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#9

Mensaje por Pagliacci » 18 Nov 2019, 15:26

https://www.youtube.com/watch?v=gw9fKuymA0I&t=433s

Por unos segundos, el paso del tiempo se hizo evidente, el reloj de pared escondido entre las pilas y pilas de libros marcaba reluctante un ritmo pausado, como un metrónomo averiado que había olvidado que podía acelerarse. La sonrisa rota de Galatea parecía burlarse de su incapacidad para penetrar en sus recuerdos, como un búho de plata mecánica burlándose de un incauto Perseo. Tetsuo empezaba a dormirse en su lecho y el resto de la cábala no parecía mostrar mejor aspecto.

-Al final nos encontrarán, Michael, mi nombre figura en sus viejos archivos, si es que todavía no han purgado su presencia, borrándolo de sus memorias como si nunca hubiera existido- Aquellas tácticas revisionistas y soviéticas de la Tenocracia tenían sus peligros- Pero tienes razón, será mejor que descanséis, podéis quedaros aquí, creo que hay espacio de sobra. Y vayamos a ver a Tecno9 después de un sueño reparador.

Lang se retiró a otra habitación, dejando la cama y el sofá de la estancia principal a disposición de sus compañeros. Abrió la puerta de otro cuarto, un cubículo repleto de polvo y artefactos de extraño origen en estanterías de madera auténtica, un gran lujo dada la deforestación absoluta de gran parte de América. Guardó la capa de sombras en un cajón, cuidadosamente plegada, junto al cráneo de un massasa que Circe había obtenido muchos años atrás, dos dientes afilados asomaban entre su cruel sonrisa no-muerta. En la pared del fondo un enorme mapa de un lugar irreconocible había sido clavado con agujas de plata pura. Y, sobre un suelo sucio por la tiza, un sillón raído mostraba su última oportunidad de descanso. Aquel era su sanctum, aquellos eran sus trofeos, su reino. Un ronroneo a su espalda le señaló la cercanía del familiar.

-Sé que desatendí su llamada, Magíster Barlow. Lo siento, lo he estado evitando. Por favor, vigila el cadáver del androide- dijo sin saber si el felino cumpliría sus deseos. No era, después de todo, su familiar, sino el guardián enviado por su señora para custodiarle. El judío siempre había creído que Barlow había sido un magus en otra vida o, quizás, un pequeño demonio vinculado eternamente a la Orden de Hermes. Morfeo le acogió con los brazos abiertos, cálida bienvenida de un viejo amigo.

Ishani (Ilitia)
Cultista del éxtasis

Re: [AD] Escena: 04.a - Los recuerdos de Galatea

#10

Mensaje por Ilitia » 18 Nov 2019, 16:11

La cultista trató de encontrar un lugar más o menos adecuado para su meditación, no era especialmente exquisita ya que encontrar un lugar de paz como antaño era imposible. Y es que de eso trataba, de encontrar paz y sentido en aquel mundo caótico y estresante que le habían legado las generaciones previas. No podía hacer nada por cambiar su mundo, pero sí por tratar de ser feliz con lo que tenía.

Encontró el lugar, una esquina al lado de una planta seca y un viejo cojín que probablemente usaba Barlow para dormitar. Adoptó la posición de loto, inhaló sus aceites relajantes y pronto entró en estado hipnótico. La habitación se llenó de luz, olía a manzana y a canela, los colores y aire fresco fluían a través de las puertas y la cultista sentía como su espíritu se despedía de su cuerpo. Se sentía muy relajada, su cuerpo era liviano ahora, su estado alterado de conciencia le permitía recorrer las habitaciones y analizar en detalle aquel hogar.

La mente es extraña pues trata de obviar información que en un primer momento juzga como irrelevante sin embargo, en ese estado, Ishani era capaz de detenerse en cada detalle de entre los recuerdos que habían quedado almacenados en su memoria y juzgar por ella misma.

Poco a poco, su espírito volvió a adoptar la posición de loto hasta fusionarse con su cuerpo, pequeñas raíces salieron de sus dedos enredánsose a través de la casa y de los miembros de la cábala hasta envolverles con un sentimiento de armonía, despojando la casa del aura de tristeza y tinieblas que la cubría.
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Me gustaría utilizar Mente para transmitir un estado de paz o relajación a los miembros de la cábala.

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