[Sacrificio] Paul Salkovskis

[Pagliacci]

Se me ocurre otro ejemplo, la piedra angular del joker en la última película es su madre y su convicción "hacer feliz a los demás", en cuanto la pierde se desmorona.

[Jebediah_Gogorah]

Vale. Este ejemplo es mas clarificador.

Pienso tal vez q mi padre fuera un antisistema en su dia y de el aprendi la lucha contra el status quo. El inconformismo por bandera o la lucha esta en la calle.

[Pagliacci]

Vale. Este ejemplo es mas clarificador.

Pienso tal vez q mi padre fuera un antisistema en su dia y de el aprendi la lucha contra el status quo. El inconformismo por bandera o la lucha esta en la calle.

Vale, entonces la convicción podría ser "lucha por lo que es justo" o "desafía al status quo" o algo así. Lo cual encaja muy bien con la convicción que le puse de "ser fiel a su arte". XD

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=hs5hOhI4pEE - The partisan by Leonard Cohen }

Tal vez para ti solo sea un trazo. Un feo trazo de pintura sobre un feo trozo de pared de esta ciudad que huele a chocolate. Para mi, es un puño en alto. Un golpe en el sien de tu conciencia. El viento que sopla sobre estos edificios que rascan en el cielo, llega acompañado del solitario sonido del tren de la madrugada sobre el loop, a esta orilla del gélido abrazo del Michigan.

Una fábrica abandonada de ladrillo rojo sirve de lienzo para mi último trabajo. Es un tiempo de disparar sin adornos. Noches aciagas desde que la luna se tiñera de rojo, y su lágrima de amapola cayera sobre esta ciudad maldita, llena ahora de retoños dispuestos a beberte en cada esquina.

Podemos tener diferentes visiones del arte... pero solo existe una revolución, partisano.

[Jebediah_Gogorah]

FICHA FINAL

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=ttEMYvpoR-k - Hallelujah by Leonard Cohen }

El coche de Paul recorría con una leve inercia las calles del South Side, el lado menos amable de la ciudad del viento. Su mente se bifurcaba entre las ideas de un nuevo lugar estratégico donde plasmar su siguiente obra, y en la de encontrar una nueva e impurdente víctima que volviera a casa con su vida cambiada para siempre.

Tantos unos como otros iban siendo descartados. Sitio con poca visibilidad, un drug dealer, un muro con grietas, un negro fumando crack en el porche de una casa... nada parecía contentarle aquella noche. La melancolía lo abrazaba con la profunda y lastimera voz de Cohen en el estéreo, y pensaba en su hijo y pensaba en su padre, y esperaba mantenerlos fuera de toda aquella mierda.

No supo como, pero movido por el hilo de plata que une a las personas (granate en el caso de los no muertos), se encontró tocando en la mosquitera de Ava. En su mano, una botella del vino más elegante entre los baratos. No supo que excusa darle para aquellas intenpestivas horas de la madrugada, pero tal vez la pena o la caridad hicieron su presencia, y en pocos minutos ambos compartían una conversación y una copa a la luz de las velas.

El reloj avanzaba implacable, y el pintor se debatía internamente entre traicionar aquel amor mancillándolo con el Beso, o huir para no volver atrás... ¿Había sido la bestia quien lo había llevado allí?. En el salón, diferentes cuadros de Salkovskis de los desnudos de Ava, inflaban la vanidad de su musa. Cuadros que se llenaron con el trazo irregular y rojo de la revolución...

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Pasadlo bien cabrones... ;(

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=v0nmHymgM7Y - You want it darker by Leonard Cohen }

La limusina recorría el camino de vuelta desde la ciudad de las venas oxidadas. La ciudad corroída por la sangre seca, viva imagen de su Príncipe ansioso de elogios y notoriedad, era ahora un enorme esqueleto de metal donde parecía acabar toda la mierda expulsada por Chicago. Pero era su Sire... y le merecía un respeto. Él se había fijado en él cuando no era nadie ya. Cuando estaba de vuelta de la fama y sus cuadros ya no valían mucho y sus ex-mujeres lo habían desplumado. Y entendía por ende que había solicitado permiso a su sire Anabelle y ella también había visto algo en él... en aquel momento no podía estar más agradecido al clan de la rosa. En aquel momento. Salkovskis nunca quiso entender de intereses ocultas en su Abrazo, ni siquiera cuando se convirtió en un chiquillo y entendió todo el politiqueo que existía en aquel mundo de la noche eterna. No. No podía creerlo. Él era un artista... él era especial. Y tenía que mantener aquel estátus también en su no-vida. Cómo su hermana... alguna peculariedad tendría para que Modius lo Abrazara.

Aún recordaba su primera toma de contacto y las primeras miradas celosas y mudas de su futura hermana Alicia. Él le mostraba orgulloso un Salkovskis que tenía colgado en su despacho y por él que había pujado. "Monjes benedictinos en la puerta de Trajano". A Paul le parecía una de sus peores obras y cada visita se perjuraba que le regalaría uno nuevo que hiciera valer los 5000 pavos que había pagado por aquellos cuatro trazos sin sentido.

No obstante, las palabras del Pater Jeffersson se reproducían una y otra vez en su cabeza: "-Tu padre era una mala persona" "-TU PADRE ERA UNA MALA PERSONA"... y en su mente, como recuerdos en forma de burbujas también aparecían otras sentencias que desacreditaban a su Sire, como las del Barón Juggler: "Un Príncipe de Huesos y Cenizas". Aquello le dolía. Como si de alguna forma, hubiera caido en la cara amarga de la moneda.

Odiaba aquella ciudad. Con todas sus fuerzas. Cada esquina representaba un pecado del alma que él quería recorrer con un enorme spray negro y hacerla desaparecer. Convertirla en un lienzo renovado que mostrara a sus gentes, tal vez maquillándolo en exceso, la buena labor de su padre. Pero era inútil. Seguramente el óxido, como la mala hierba, volvería a salir por cualquier recoveco.

Odiaba aquella ciudad. Pero sin embargo, volvía de vez en cuando, como en aquel momento en que bajó la ventanilla y dejo entrar el aire frío y oxidado de ya el extrarradio de Gary. El horizonte malva era recortado por largos y negros cuellos que expulsaban fuego a la noche. Lenguas naranjas sobre el Lago Michigan... lo había pintado tantas veces que la mezclas de los naranjas, amarillos, rojos, malvas y azules oscuros, se habían convertido durante un tiempo en una de sus combinaciones favoritas para representar la depresión, el hastío y la pobreza. Aquellos colores aparecían ya casi vacíos en su paleta.

El chófer guardaba silencio. Custodio de tantos secretos como la arpía más eficaz de Chicago, y sin embargo, tan profesional. Tanto que la respuesta al requerimiento de Paul para acelerar y llegar lo antes posible al O'hare, fue un gran incremento en la velocidad de la limo que se internó en la 94 como un rayo en la noche.

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=-5S622k ... e=youtu.be - Blood Money by The Sisters of Mercy }

La vanidad es el talón de Aquiles del artista... la adulación el modo de insuflar el orgullo de los débiles de espíritu. Y eso era Salkovskis en la primera mitad de la decada del 2000. Un alma bohemia explorando egos en la noche.

Y entre graffiti y graffiti, conoció a Christian. Su mayor fan, y ahora su mayor peligro. Las alabanzas, las odas, las críticas... todo quedó atrás tras los trazos rojos de la sangre. Paul se había pasado la Mascarada por su particular Arco del Triunfo, pero ya había defraudado a Annabelle (solo en la parte política y no en la artística) con el mural hecho en el Elíseo. Otra macula en su expediente tal vez fuera definitiva. ¿Cómo iba a encontrar su hueco sino era capaz de respetar las leyes que allí existían? ¿Porque el arte le daba tanto y a la vez se lo quitaba?. Porque el Abrazo de Christian había sido eso... arte.

El poder de crear una no-vida o de generar una obra de arte, entrelazaban un sentimiento parecido. El de crear algo eterno y perdurable. ¿Que mejor forma que hacerlo con aquel muchacho de cuerpo apolíneo y facciones marcadas, de cuerpo blanquecino como el mármol blanco de Carrara, esculpido por el cincel mágico de los dioses griegos?. ¿Que mejor momento que aquellas restrospecciones artísticas que Salkovskis sentía donde apenas dormía y se alimentaba por el mero hecho de no dejar de pintar?... ¿Por qué dejar a la Bestia tomar el control para luego analizar sus obras desde el punto de vista de un crítico sosegado y mordaz?... Demasiadas preguntas y una sola respuesta... dejarse llevar por las musas.

Pintó con su sangre en diversos puntos de la ciudad. Las lunas firmadas de sus obras muchas veces llevaron la sangre de Christian. Como una luz intentando atraer a los mosquitos. Y cuando se quedó sin ella, en un proceso casi tortuoso... le brindó su vitae... para luego con un sentimiento agridulce entre el compromiso y la rebeldía, dejarlo ir. Como el que deja ir la mejor de sus obras para el capricho de los ricos.

Pero aquella obra no es muda ni ve pasar el tiempo frente a sus acuarelas.

[Pagliacci]

https://www.youtube.com/watch?v=A2HAHXxeNNE

Las gotas caen con una cadencia lenta, formándose lentamente acumulaciones por efecto de la gravedad hasta que su peso supera la fuerza adherente de su viscosidad y se deslizan pared abajo hacia el suelo. El azul ultramar era un color regio, como la sangre Ventrue de la estirpe que había reclamado esta ciudad desde hacía dos siglos. Disfrutaba imponiéndose aquellas limitaciones, plasmando un mundo complejo en tonos de un solo color. Pero aquello era la noche, las frecuencias cromáticas de la luz se reducían, las paletas de la naturaleza se apagaban despacio y ninguna luz artificial era capaz de igualar la caricia amarilla de la luz solar. La noche se vestía en rojo y grises, en negro y blanco, en marfil y muerte.

Las líneas aéreas de ferrocarril se extendían como una telaraña, algunos decían que estaban malditas, los Malkavian habían reclamado aquellos trenes como su dominio. A él le recordaba aquella escena de The Warriors, con los miserables adolescentes tratando de regresar a Long Islang como Xenofonte a Grecia, una coterie de anarquistas en territorio enemigo, había algo de romanticismo en aquella cinta, en las estaciones abandonadas de Nueva York o en las pasarelas de Chicago que oscurecían la debilitada luz de las estrellas.

Entregó una invitación de sable y azur. El segurata retiró el cordón, le reconocieron, dentro sonaba una música profunda, la percusión acelerada de un corazón latiendo, los mortales se agolpaban en las tres salas, apretando sus cuerpos calientes y sudorosos con los de los vástagos que caminaban entre ellos. Comenzó a sonar una versión de Heroes en alemán, casi se sintió en Berlín en 1989, el muro había caído, volvían a ser libres.

Le pareció ver a Gengis entre la multitud, su porte macarra y chulería eran inconfundibles. Maldavis no estaba muy lejos, recostada contra una pared mientras un grupo de anarcas se arremolinaba a su alrededor. Siguió andando, sus piernas comenzaron a dejarse llevar por el ritmo mientras se adentraba en el Succubus, seducido por el hechizo de aquel sacrosanto elíseo. Le llegó un olor a whiskey y Brumel, McMarmigan andaba cerca, probablemente escondiéndose tras una botella. En algún lugar entre las sombras un hombre empotraba a otro contra una columna, besando su cuello fogosamente, mientras un reguero de sangre caía invisible entre las sombras carmesíes de una iluminación titilante.

https://www.youtube.com/watch?v=zpaqBXc5MTk


Un flash de luz destelló quemando su retina, la música pareció detenerse, una diosa descendió de unas escaleras con un vestido negro, su pelo blanco platino caía sobre sus hombros como el reflejo ultravioleta de sangre sobre la plata. Sus labios finos escondían una sonrisa seductora, sus caderas se movían contoneándose a cada paso, una pantera al acecho en una jungla de carne, la bruja de Gomorra, la reina del pecado, Anabelle.

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=XZVpR3Pk-r8 - Tainted love by Soft Cell }

This is a place of Life.

This is the Succubus Club, the fabled haven of
dreams and the forgotten haunt of nightmares. The
sinister desires of Kindred and kine alike are
revealed here - desire consumed and lust
consummated. Anything can be had in this place,
the price but a formality.

This is a place of Death. The Succubus Club, libro Oficial 1991