Episodio 2. Asuntos del Más Allá

[Victor_Krugger]

Lars se sorprendió por la actitud mostrada por Annelise, le había enseñado a ser más comedida y cautelosa. “Eso no es lo que te he enseñado yo, a la mierda el pasar desapercibidos. Me tienes contento, ya verás cuando lleguemos a casa". En ocasiones, la situación requería actuar con rapidez y con decisión. Sin embargo, este no era el caso. Sin duda alguna, la actuación precipitada de su chiquilla no había sido lo más conveniente pues activó la alarma de aquel garito de sucios pervertidos.

La copia holográfica de Edgar Allan Poe se esfumó ante sus ojos cómo una capa de polvo arrastrada por el viento. Y proveniente del pasillo apareció el típico chupatintas con aires de gánster, dando la última calada a un cigarro y tirándolo a suelo para apagarlo con la suela de sus caros zapatos de diseño. “Pff... Cómo entrada en escena es algo que está muy visto. Este imbécil pretencioso apesta a Giovanni. ¿Se cree que nos intimida?”

Con su mirada, el Ventrue, trata de mandar un mensaje a sus compañeras de coterie. Primero a Karen, con la que tiene tal conexión que no necesitan palabras para decirse las cosas: “Estamos bien jodidos” decía su mirada con los ojos abiertos y la cejas hacia arriba. Y después, mientras Karen tomaba la iniciativa en la conversación con el rubiales, miró a Annie reprendiendo su conducta, que no había actuado con propiedad: “La has cagado joven vampiresa, ya hablaremos...”, el ceño fruncido y ojos entornados dejaban claro el mensaje.

El discurso de Karen era bueno, pero sabía que no iba a ser suficiente con aquel tipo. Lars estaba preparado para sacar su placa y empezar a hacer el poli. Aunque sabía que le podía costar la placa, podía ser la única salida. “Perfil bajo, mis cojones, Lindhart. La familia es lo primero”

Se mantuvo quieto y en silencio cual estatua de mármol, aunque podía parecer impasible para el resto de personas, en realidad estaba analizando la situación. Su mirada iba de un lado a otro de la estancia examinando cualquier tipo de peligro o incluso, buscando al hombre por el que habían venido a ese tugurio. Albergaba la esperanza de que con todo ese revuelo hubiese salido de su madriguera de la depravación privada a ver que sucedía.

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OffRol: Me mantengo en alerta esperando la reacción el tipo rubio

[Voivoda]

OFF: Me tomo la libertad de adelantar un poco la respuesta del hombre que tenéis delante antes de que Nyxe postee, ya que va a ser primero una respuesta corta directamente a Karen.

El tipo no se deja intimidar por las palabras de Karen a pesar de la firmeza con la que ella se expresa. La Ventrue lo nota de un modo instintivo. Quien tiene delante no es un simple pelele fácilmente manipulable como el camarero de arriba o el gorila de la puerta. Aunque no sostiene directamente su mirada (lo que no deja de ser un síntoma de que es un tipo inteligente), tampoco se achanta por el aura de liderazgo que envuelve las palabras de la Ventrue. Tampoco se muestra arrogante ni a la defensiva, mantiene un tono educado y la distancia adecuada, marcando su territorio sin querer tampoco resultar invasivo. Depredadores midiéndose de un modo instintivo. Lars puede notar que la muchacha que lo acompaña también percibe ese enfrentamiento soterrado, ya que se agarra a su brazo con más fuerza hasta el punto de hacerle algo de daño.

- Siempre estamos dispuestos a hacer negocios, pero nos gusta hacerlo con aquellos de quienes conocemos su nombre y afiliación. Son ustedes los que están en un espacio reservado de una propiedad privada que, como ya saben de antes por sus propias palabras, tiene un especial interés por mantener su alto grado de discreción. Entiendan que salvo que me ofrezcan algún detalle de sus identidades, deberé invitarles a que vuelvan a disfrutar del resto del club en alguna de sus otras plantas -el hombre dirige su mirada a los tres, aunque termina fijándola en Karen- Si por el contrario están conformes con esta sencilla norma de cortesía, podré gestionar su petición y cuantas otras puedan tener.

[Corso]

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Por mi parte sin problema, Voivoda

Karen sostuvo la mirada del hombre con total serenidad, escuchando de forma impasible cada una de sus palabras mientras le evaluaba cuidadosamente. No sabía de quién se trataba, pero no parecía ser alguien a quien poder convencer fácilmente, o al menos no de una forma tan directa. Aquel vástago había aguantado el primer envite, eso se lo concedía, pero su sangre “Patricia” no iba a consentir que aquella caricatura de hombre de negocios interfiriera en lo que habían ido a hacer allí. Y lo que habían ido a hacer estaba tan por encima de cualquiera de sus clientes, de su negocio y de él mismo como lo estaba la facción por la que le estaba preguntando sobre del resto de indeseables y sucios extranjeros que ensuciaban las calles de Copenhague; fuesen dueños de un burdel como aquel o de una conocida firma empresarial.

- Soy Karen Klausen – le respondió con la tranquilidad y seriedad que la situación merecía, manejando con maestría cada inflexión en su voz- y mi afiliación es la única posible para quienes quieren devolverle a este país el carácter inmaculado que nunca debió perder – no había agresividad en sus palabras, sino un firme convencimiento, que no por carecer de vehemencia en el tono dejaba de arrastrar un explícito orgullo – Espero que eso sea suficiente para hacerle entender que durante mucho tiempo su cliente y aquellos que tratan con él nos mostraron su apoyo y simpatía. Como le dije antes, no queremos causarles ningún problema – lejos de sonreír, Karen seguía manteniendo el tono firme de su discurso, abrigando cada palabra que salía por su boca de fría inteligencia y marcada persuasión – Si cree que esa postura se mantiene y que aún perduran intereses comunes entre sus clientes y nosotros, le agradeceríamos que gestionase nuestro encuentro cuanto antes. Si no es así, le pediríamos que nos devolviese el respeto que le acabamos de dispensar y se presente, porque hay ciertas personas que, en ese caso, están muy equivocadas al respecto de dónde residen sus negocios, socios y lealtades, personas a las que nosotros mismos nos ocuparemos de informar en su nombre para que, de una forma u otra, subsanen ese error una vez nos hayamos marchado, dejando su negocio al amparo de la discreción que desea ¿Señor…?

Karen empezó a sentir un primer síntoma de malestar. La copa que había ingerido iba a pasarle factura y aunque aún tardaría un tiempo en hacer inevitable que fuese al baño, la primera evidencia de que había ingerido algo que no era sangre comenzó a tomar cuerpo en su estómago. Aún así, se mantuvo entera y lo controló sin dar muestras de ello, por el momento, antes de continuar como la líder carismática para la que había sido preparada a ser en un futuro, entre los vástagos de la ciudad.

- No es nada personal y como hombre de negocios que dice ser, no debe considerarlo una amenaza. Usted mismo acaba de decirlo, es conveniente saber los nombres y afiliaciones de aquellos con los que se trata.

Por supuesto que era una amenaza soterrada bajo una capa de fina manipulación y subterfugio. Quizá la idea de tener a los verdaderos daneses en contra y a toda la maquinaria política y legal que se engranaba entorno a ellos le sugiriese mostrarse más receptivo, o quizá no, quién podía saberlo; pero si aquel triste hombrecillo quería las cartas sobre la mesa, allí las tenía.

Mientras esperaba una respuesta Karen dio un paso pequeño paso atrás, situándose junto a Lars y Annalise, haciéndole un gesto a su hermano para que calmase de alguna forma a aquella muchacha de ojos asustados antes de que tuviese que hacerlo ella misma.


off:edito una frase que no quedaba muy clara.

[Nyxe]

Annelise no se sorprendió por que la IA no le respondiese de primeras. Muchas tenían ciertos controles para la discreción. Pero no solía ser complicado acceder a lo que era basicamente una interfaz para desplegar menús. Annelise estaba a punto de decir en voz alta el comando "control mode, access memory", pero cuando vio al holograma desvanecerse le cambió la cara de golpe.

-"Mierda"

Annelise supo que la había cagado antes de que apareciera aquel hombre. Había asumido demasiado rápido que después de un control de seguridad con contraseñas, un ascensor con tarjeta y un gorila, nadie se molestaría en instalar protocolos de seguridad en una IA de camarero. Una parte de Annelise no dejaba de despotricar mentalmente contra el "puto paranoico" que lo había programado. ¿Es que a quien se le ocurriría? Pero su lado más racional no dejaba de decirle que para llegar a ese extremo, posiblemente lo que hubiera en aquella planta fuera aún peor de lo que se imaginaba.

Annelise asintió a las palabras de su tía con la cabeza gacha, como si fuera una estudiante y el director le estuviera echando la bronca. Pero por dentro estaba muy tensa, y no dejaba de mirar hacia los lados intentando averiguar hasta qué punto les había metido en un lío.

-Simplemente queríamos ser discretos -se atrevió a decir en voz baja- entenderá por qué. Y quizá en otro lugar podríamos hablar... mas claramente -explicó-.

[Victor_Krugger]

Lars notaba que la cena se le estaba poniendo cada vez más nerviosa con aquella situación y estaba a punto de echar mano de su placa para acelerar las cosas. Justo cuando iba a ponerse en modo poli chungo y que pensaba que iba a tener que hacer uso de la carta de "soy policía, si no colaboras te pienso enviar un equipo de la Brigada de Antivicio y te vas a cagar", justo en ese momento, el tipo trajeado sopesa las palabras de Karen y su semblante cambia.

"König. Señor Brian König"

Mira a su hermana de sangre, con un semblate frío y de la nada aparece un guiño que dura un milisegundo.

"Joder, Karen, a veces pienso que tienes superpoderes..."Tras esto, empieza a mirar el cuello de su acompañante y busca con la mirada un sitio discreto al que poder ir a hacer un buen uso de su compañía. Porque como parecía, poco más podían hacer esa noche en el Prins.