Episodio 2. Asuntos del Más Allá

Moderadores: Nyxe, Corso, Victor_Krugger

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#31

Mensaje por Victor_Krugger » 06 Abr 2020, 13:02

Annelise había probado una vez más su audacia y valía, pero era algo que no me sorprendía pues no era la primera vez. Después de todo llevaba mis genes y por algo era mi chiquilla. Sonrío al oír sus palabras, no teníamos la contraseña, pero estábamos muy cerca y todo gracias a la pericia de la más joven de los tres. He de reconocer que mí jamás se me había ocurrido hackear el sistema o lo que sólo Odín sabe que hubiese hecho realmente.

Sin embargo, frunzo el ceño cuando la escucho decir: "...creo que sé quién la puede tener. Podría llamarle y pedirle un favor, pero... me sigue pareciendo más rápido sacar la placa." Me giro en el asiento hasta que mi mirada se fija en mi chiquilla.

-Annie, hay veces que lo más fácil o lo más rápido no es lo más conveniente. Si muestro mi identificación para entrar sería básicamente como entrar a la fuerza. No en un sentido literal, claro está, pero estaríamos obligando a los que manejan el sitio a que nos dejen entrar en un sitio al que no se puede entrar así cómo así. Por Freya, tiene una contraseña que cambia cada veinticuatro horas. Supongo que ya sabes todo lo que conlleva eso. Adiós al perfil bajo y adiós a entrar de manera encubierta; porque desde el momento en el que saque la placa habré puesto una diana sobre nuestros cogotes. Todo el mundo sabrá de nuestra presencia, tendríamos a todos observándonos, no sólo no van a actuar de manera libre pues estarían más pendientes de nosotros, sino que además podríamos espantar a la liebre que hemos venido a cazar. Y en el mejor de los casos, sólo los gerentes del local lo sabrán y te aseguro que estos no dejarán de vigilar nuestros movimientos ni un sólo segundo. Y... estamos en el Vesterbro querida, recuérdalo. No queremos llamar la atención en el Vesterbro, eso te lo aseguro. La opción de enseñar mi identificación policial es la última opción posible. Así que... ¿a qué estás esperando? Llama a tu amigo y veámos si nos puede facilitar la contraseña.

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#32

Mensaje por Nyxe » 06 Abr 2020, 20:31

Annelise suspiró mientras pulsaba el botón de llamar. Pero no pudo evitar pensar que Lars también se lo decía por la forma de tratar con la gente que tenía. Ella no sentía que fuesen a "cazar una liebre". No había razón para ir "a las malas" con los König, al menos por el momento. Puede que en este momento su iniciativa hubiese sido una molestia, pero en una situacion diferente muchos se la habrían agradecido. Además, si había conseguido hackear la cerradura tampoco les preocuparía tanto como Lars creía. Annelise estaba segura de que hablando de forma simpática podrían perdonarles lo de la placa.

Pero ese no era el estilo de Lars ni el de Karen.

"Hola Isak. ¿Puedo pedirte un favor?"

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#33

Mensaje por Corso » 06 Abr 2020, 21:22

Karen se dejó abrazar por el respaldo del asiento. Durante unos minutos se había sentido abatida, casi desesperada. Los mensajes de error lanzados por la pantalla habían sido la constatación de lo poco acostumbrada que estaba al trabajo “de campo”; una materia en la que se sentía una profana; y eso, sin duda, la había empezado a irritar.

Inconscientemente apretó el botón de la puerta que bajaba el cristal del copiloto. Hacía mucho tiempo que la idea de respirar aire puro le era tan absurda como ineficaz, pero no era eso lo que buscaba la Ventrue. Karen buscaba el frío, que la bruma de la noche calase en su piel y le ayudase, como tantas veces, a recomponer sus ideas. Cerró los ojos durante unos segundos sintiendo aquella caricia invisible en el rostro, dejando que Annalise se perdiese en lo que era, bajo su punto de vista, una marea ininteligible de código. Al abrirlos la miró a través del espejo retrovisor, en silencio, con la esperanza de que pudiese encontrar la contraseña bajo el incesante teclear de sus dedos, sin hacer ningún movimiento que pudiese distraer su atención. Si aquello no daba resultado, pensó, llamaría a Anne para acabar de una vez por todas con aquella tensa espera.

Y justo cuando iba a comentárselo a su hermano de sangre, Annalise les dio la que podía ser primera buena noticia de la noche.

-Estupendo, querida – le sonrió, ahora sí, acomodando de medio lado su cuerpo para poder mirar a ambos, mientras tomaban la decisión de si lo mejor era llamar al contacto de la chiquilla, o irrumpir en aquel pretencioso lugar placa en mano. A juicio de Karen, casi podía dar lo mismo hacerlo de una forma u otra. ¿Quién les aseguraba que dentro nadie se iba a dar cuenta de que habían intentado “forzar” la cerradura digital? Puede que aquello fuese incluso peor.

Fuera como fuese, dejó que su hermano tomase la iniciativa y se mantuvo en silencio mientras Annalise contactaba con Isak. De momento, ella no podía hacer mucho más que esperar a poder entrar y prepararse para acabar con alguna de las numerosas conjeturas con las que llevaban lidiando durante días, pues no estaba en su terreno y sus habilidades eran otras.

En parte, el pensar en la satisfacción de ir derribándolas, una a una, hasta averiguar por fin quiénes eran los culpables de todo lo que les estaba pasando, le reconfortaba. Hasta era posible que su Dignitas se hiciese mayor a ojos del clan; un punto que se le antojó muy interesante.

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Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#34

Mensaje por Voivoda » 11 Abr 2020, 20:40

- Me debes una

El mensaje de Isak, unido a un código alfanumérico es un aviso en sí mismo. Annelise frunce el ceño, era este tipo de deudas las que quería evitar a toda costa, de ahí que aún intentara insistir en hacer uso de la placa policial. En todo caso, no merecía la pena darle más vueltas. Ya se preocuparía en su momento de lidiar con Isak. Al menos esta noche había demostrado su valía a ojos de sus mayores y probablemente no era sensato tensar la cuerda más de lo debido. Era la primera vez que su Sire y su "tía" la incluían en sus asuntos de modo que realmente parecían una Coterie que trabaja junta. Y eso ya era estar un peldaño más arriba de donde estaba hace algunas noches. ¿Y acaso ese ascenso no era lo que se esperaba de ella?

https://www.youtube.com/watch?v=WEy90Cmypys

Los dos porteros, auténticos armarios empotrados de aspecto eslavo, asienten sin ningún otro gesto según vais enseñando la credencial en vuestro móvil ante un escáner dispuesto a tal efecto. Al atravesar las puertas, os veis transportados a un mundo en el que al menos Lars y Karen no tienen costumbre ninguna de estar. El Prins es un local enorme, imposible de abarcar con un solo vistazo, que además parece extenderse por otras plantas a juzgar por los distintos tramos de escaleras ascendentes y descendentes que se pueden ver a cierta distancia unas de otras. El espacio frontal es la inmensa terraza que habéis visto desde el párking, mientras que el espacio interior está oscuro, iluminado por leds flotantes de colores florescentes que crean a conciencia espacios más iluminados y reservados de los que es casi imposible ver nada.

La música tecno de tendencias árabes resuena en vuestros oídos. No está a un volumen que impida hablar, pero lo suficientemente alta para que quien quiera disfrute de ella en distintos espacios destinados especialmente para el baile. Distinguís al menos dos barras iluminadas con colores verdosos detrás de las que trabajan chicos y chicas que harían las delicias de un escultor griego. Otras camareras, la mayoría son mujeres, atienden mesas y reservados. El ambiente está limpio y fresco, algo que llama vuestra atención. No se os escapa que a pesar del aspecto algo excéntrico de muchos de los clientes, es un ambiente excéntrico de mucho dinero. Seguramente es un local de juegos prohibidos... pero para miembros de la alta sociedad.

Aunque Lars y Karen pasan algo mas desapercibidos, algunas miradas se posan sobre Annelise. Lars siente cierto orgullo paternal al notarlo. Su chiquilla es quien tiene, por así decir, más fama de los tres. Es más conocida en ambientes donde tanto él como su hermana de Sangre han quedado más expuestos por su antigüedad. Que la atención de algunos se fije en la más joven de las tres permite a Lars y a Karen echar un vistazo más en profundidad. Sus ojos más experimentados, en particular los del expolicía, centran la atención primero en los espacios más públicos (las dos barras principales y al menos tres espacios de baile diferenciados), luego en las vías de salida (principalmente escaleras y al menos una salida de emergencia cerca de unos baños) y finalmente en clientes que llamen más la atención. El único reservado que no sólo no está oscurecido sino que directamente tiene un foco iluminándolo está ocupado por un tipo calvo, de barba larga y recortada y una camisa de difícil descripción que deja entrever una serie de tatuajes que le suben por el cuello y parte de la mandíbula. No esconde su ostentación y la de sus acompañantes, no menos de una docena de acompañantes, algunos de los cuales tienen rasgos turcos o de Medio Oriente, así como un puñado de mujeres que podrían pasar por modelos eslavas. El alcohol y todo tipo de drogas de diseño son fácilmente perceptibles sobre una mesa redonda.

Parece que se lo están pasando bien.

En una de las barras os llama la atención otro tipo, sobre todo por su aspecto físico que os repele de inmediato. Es un hombre negro que no medirá menos de dos metros. Está bebiendo solo y podéis distinguir a la luz de los leds que lleva al menos un pendiente y un anillo que brillan como demostración de su calidad.

Margaritas para los cerdos.
Imagen

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#35

Mensaje por Corso » 12 Abr 2020, 21:13

Karen se sentía tan ajena a la escena que se abría ante sus ojos que por un momento pensó en si verdaderamente seguía conociendo Dinamarca. Gran parte de su vida política había transitado por el camino de la más férrea tradición y no pocas veces se había visto obligada a dar volantazos a diestra y siniestra cuando los valores, los únicos valores, que caracterizaban al auténtico pueblo danés amenazaban con salirse del recto camino de la moral, el orden y la ética de sus mayores; una herencia aprehendida de la que, sin duda, se sentía tan partícipe como orgullosa.

Excesivas penas de cárcel, sobreseimientos judiciales, ralentización de procesos, falsificación de pruebas, fiscales sobornados, jurados coaccionados y toda una serie de suertes que convertía al código penal en un punzante estilete cuando era esgrimido con la soltura que le daba a una la falta total de escrúpulos y la ferviente devoción de luchar por unos firmes y sólidos ideales.

Para algunos todo eso era un abuso de poder. Ella lo llamaba “Equilibrio”.

La Ventrue era tan capaz de darle por el culo a un grupo de ecologistas que habían emponzoñado con spray la fachada de una institución oficial, haciéndoles cumplir una excesiva pena de cárcel, como lo era de declarar en defensa propia las palizas con las que algunos miembros del cuerpo de policía acostumbraban a agasajar a los inmigrantes recién llegados a la ciudad.

Para algunos todo eso la convertía,como poco,en una puta fascista. Ella lo llamaba “Nobleza”. Lo llamaba “Deber”. “Pureza”.

Y con ese sentimiento, llevar en las venas una sangre sin mácula destinada a regir, agarrado a su ser Karen casi empezó a sentir nauseas al observar a toda aquella piara de animales que se mezclaban los unos con los otros como cerdos confinados. Una punzada de asco visceral empezó a arañar su estómago mientras negros, árabes, eslavas y toda la pútrida fauna habida en Copenhague se desplegaba orgullosa de su propia podredumbre ante ella. ¿A esto se había reducido la clase alta de la ciudad?

Algunos la llamarían asquerosa clasista desfasada. Karen lo llamaba “Dignidad”. Lo llamaba “Posición”.

“Raza”.

No entendía cómo la más joven de su familia era capaz de pasar cinco minutos de su tiempo entre tanta basura; o quizá ella misma se estuviese haciendo más mayor de lo que pensaba. Ese pensamiento le traía nuevos bríos de determinación para reforzar su posición como primogénita de Greta y joven (aunque ya no tanto) futura promesa del clan y de la facción.

Al menos, pensó, con orgullo, aquellos animales tenían la suficiente decencia de reconocer a sus legítimos pastores (o a aquellos destinados a serlo) a juzgar por las miradas que depositaban sobre su “sobrina”.

Karen asintió satisfecha con una sonrisa mientras volvía a perderse en la nebulosa sonora de reminiscencias árabes sintetizadas que copaban la sala en la que se encontraban. Instintivamente su atención fue atraída hacia la mesa bajo el foco de luz y sus pintorescos ocupantes. Y unos segundos después sobre el enorme simio decorado de oro que con ínfulas de grandeza apuraba su copa en soledad.

Se valió del anonimato que le daba la multitud y la atracción que atraía Annie para pasar desapercibida y desplegar su atención sobre ambos hombres. La Sangre Azul se concentró, dejando a un lado los sentimientos que la embargaban, y buscó algún detalle que le pudiese ayudar a refrescar su memoria, o a encontrar a través de sus sentidos algún indicio de lo que habían ido a buscar. Sin duda, Lars estaría haciendo aquello que mejor se le daba hacer y no fue hasta que constató que había terminado de barrer el local cuando se acercó a él hasta quedar separada meros centímetros de su rostro.

- El de la mesa y el de la barra. Están tan expuestos que resulta casi insultante. ¿Por quién empezamos? - el susurro denotaba un estado de concentración y firmeza que nada tenía que ver con la irritación que la Ventrue había tenido tras ver la antigua fotografía y jugar a las contraseñas dentro del Mercedes.

Algunos la llamarían asquerosa zorra arrogante. Karen lo llamaría...Karen.

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#36

Mensaje por Nyxe » 13 Abr 2020, 22:00

Annelise volvió a suspirar al leer aquel "me debes una", aunque realmente no le preocupaba demasiado. Isak y ella siempre hacían los mismos tratos. Un puñado de pruebas de laboratorio, un descuento en la próxima hornada de Aurora... o incluso si le pedía información. Lo cierto era que la mayoría de rumores que llegaban a sus oidos eran de gente cuyo destino tampoco le preocupaba.

Al poco de entrar al local, Annelise empezó a moverse al ritmo de la musica mientras caminaba casi sin darse cuenta. No era porque le gustase aquel estilo -lo cierto era que no mucho-, pero era música hecha para bailar. Y la forma más sencilla de soportarla era, precisamente, bailarla. Annelise se adelantó un poco y le dijo a Lars, tan bajo como la música le permitía:

-Llevas la palabra "policía" escrita en la frente. -Un poco más alto les dijo a ambos -Moveos un poco, que parezca que estais de fiesta.- Los dos tenían una cara tan seria que Annelise temía que no les fuese a servir de nada el haber escondido la placa.

Y la verdad es que aunque la música era mejorable, el ambiente del sitio le gustaba. Si conseguía aprovechar para hacerse con una invitación para volver tal vez regresase unas cuantas veces. Porque era obvio que en aquel lugar se movía dinero. A diferencia de otros vampiros, ella no buscaba sangre en los locales de fiesta. Al menos no mientras no consiguiese que la segunda receta de Aurora funcionase. Se lo pasaba bien conociendo a la gente, enterándose de lo que sucedía... y si se le daba la oportunidad aprovechaba para vender lo suyo. Y cuanto más dinero tuviese la gente más divertido era, más interesante era lo que contaban, y más le pagaban.

Annelise no tardó en fijarse en que algunas miradas iban hacia ella, y no simplemente porque se planteasen entrarla. Por un momento sintió una punzada de nerviosismo y trató de buscar caras conocidas. ¿Aquellas miradas la conocían como Annelise... o como Nimi? Y aunque por un momento se burló de sí misma por preguntárselo, rápidamente se dio cuenta de que no era una tontería tan grande. Sí, la mayoría de los amigos de Nimi no entrarían a un lugar así, si no por falta de dinero, por "principios", según ellos. Pero también había bohemios con bastante dinero, que en cuanto pasaban unos pocos años empezaban a aceptar que estaban en otra liga.

Pero a juzgar por la procedencia de la mayor parte de los clientes, no tenía pinta de que fuese a ser el caso de muchos. Aquel no era el típico lugar al que iban niños pijos. Muchos parecían inmigrantes, y si no, les faltaba algo de clase a la hora de hacer ostentación. Seguramente habían hecho su dinero rápido, y por tanto, de forma no muy legal. ¿Pero quien era ella para juzgar? Annelise sonrió al pensar en la cantidad de delitos que podrían imputarla desde que fue Abrazada, aun sin contar a los que había necesitado recurrir para alimentarse. Si aquella gente había sido lo bastante lista como para ascender en un ambiente hostil, sin duda se habian ganado su posición. Darwinismo. Y seguro que, por descontado, eran gente mas interesante que la mayoría de pijos.

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#37

Mensaje por Victor_Krugger » 16 Abr 2020, 12:02

Y por fin conseguimos entrar. La música estridente hace que mis tímpanos se estremezcan, por un segundo desearía ser sordo. No se me escapan las miradas de atención que ha provocado Annelise con su mera presencia. No les juzgo, pertenece a la línea sanguínea destinada a gobernar la noche. Me satisface y me enorgullece a la par, en cierta medida, me hace sentir cómo un padre que ve a su hija crecer.

Observo con cautela el espacio, la decoración, las luces de colores, las pintas de la gente. Aquel sitio me parece un disparate. Por momentos, desearía ser ciego.

Me llaman la atención el color verde esperanza que se proyecta sobre los apolíneos camareros y las afrodisíacas camareras. Aquello parecía el casting de una película para adultos. Sin embargo, no dejo que mi mente se entretenga demasiado en ellas y mi vista policial comienza a diseccionar el espacio que comprende el Prins. Es un sitio amplio y limpio, tiene distintas plantas. Hasta donde me llega la vista veo dos barras principales y tres pistas de baile, las vías de salida que veo son principalmente escaleras y una salida de emergencia cerca de unos baños.

Finalmente, sin tener en cuenta el ya estrafalario aspecto de los que merodean el local, escaneo con mi mirada buscando si hay alguien que me llame la atención. En aquel circo había dos grandes atracciones a mi parecer. Un árabe rodeado por su harem de prostitutas eslavas y un ostentoso africano, no sé si me llama más la atención su corpulencia o el contraste del brillo de sus joyas y el contraste de su piel. Ambos eran repugnantes, pero hasta cierto me daban pena. Un par de morenos tratando de ser blancos, me recordaban a los niños cuando juegan a ser adultos. Pero como bien dice el dicho, aunque la mona vista de seda...

- Llevas la palabra "policía" escrita en la frente... Moveos un poco, que parezca que estáis de fiesta.

A Annie no le faltaba razón. Trato de perfilar una sonrisa en la comisura de mis labios y empiezo a mover el cuello con un ligero vaivén haciendo ver que estoy disfrutando de la música.

- El de la mesa y el de la barra. Están tan expuestos que resulta casi insultante. ¿Por quién empezamos?

El comentario de Karen no me sorprende a ella no le han pasado desapercibidos aquel par de indeseables lobos entre el rebaño de ovejas.

- Si tengo que elegir entre el “espalda plateada” y el dromedario tatuado. No sé decirte. Tanto el moreno y como el moro me dan asco. Aunque, siempre que iba al zoo me gustaba empezar por los primates. También podríamos separarnos, no sé qué opináis vosotras.

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#38

Mensaje por Nyxe » 17 Abr 2020, 05:03

Annelise se giró hacia su sire con los ojos abiertos como platos.

-Que hace como un siglo que está muy mal visto hablar así
-le dijo, como si le hubiese molestado más las palabras que el tipo de pensamiento que las había originado. Porque en el fondo a Annelise el negro también le recordaba un poco a un gorila enorme. ¿Pero hacía falta ser tan ofensivo?

En cualquier caso, Annelise volvió a mirar a los dos hombres. Se encogió de hombros.

-Tú eres el policía -respondió- pero quizá el negro se cierre si vamos los tres a por él. Y el moro no creo que me vaya a hacer a mi mucho caso...

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#39

Mensaje por Corso » 17 Abr 2020, 19:37

Karen no pudo evitar sonreír levemente ante el intercambio de frases de Lars y Annalise. La imagen de la chiquilla aconsejando a su sire, con cierto deje de molestia por el poco tacto y lo políticamente incorrectas que habían sido sus últimas palabras en aquel lugar, le resultaba encantadora. A veces, si la Ventrue se abstraía y olvidaba quiénes eran mirando con cierta lejanía, se sorprendía con la relación que mantenían. Annie se estaba haciendo mayor como vástago y, en ocasiones, se preguntaba cómo llevaría Lars por dentro ese crecimiento. No olvidaba que, al fin y al cabo, la joven Sangre Azul no solo era su chiquilla vampírica, sino también su nieta mortal. Karen no sabía cómo le afectaría el hecho de tener progenie si algún día se decidiese a dar ese paso, era un completo misterio para ella, por eso en situaciones como esa prefería mantenerse al margen todo cuanto le fuese posible.

Aún así, su “sobrina” llevaba razón. De momento era mejor no llamar la atención en exceso y bajo esa premisa estar allí parados, en pie, observando todo a su alrededor, no era lo más aconsejable.

- Creo que el árabe ya tiene suficiente compañía femenina – les dijo a ambos mientras se quitaba el largo abrigo, quedando en blusa azul oscuro de manga corta y pantalón negro. Puede que su edad aparente sobrepasase a la de las jóvenes mortales sacadas que pululaban por allí como si acabasen de salir de un catálogo, pero no por eso la seguridad en sí misma que irradiaba ni la clase que destilaba dejaba de poder barrer a cualquiera de aquellas burdas imitaciones baratas de las últimas celebrities del momento.

- Quizá nosotras podamos ir a la barra mientras tú te acercas por allí – le dijo a Lars, apuntando con la mirada al reservado, ante la idea de separarse y cubrir ambas opciones - ¿Te parece?

Después miró a Annalise y le hizo una señal en dirección al otro punto de interés – Ni puedo bailar esta música ni estoy acostumbrada a este...ambiente – le sonrió – pero entiendo que no podemos quedarnos aquí paradas. Así que, lo que sí puedo hacer es dejar que me invites a una copa mientras intentamos averiguar si alguno de los König anda por aquí o si alguien puede estar relacionado con ellos.

- ¿Vamos, querida? - Karen aguardó unos segundos para que ambos le dijesen si estaban de acuerdo antes de girarse y encarar el camino que llevaría a ambas a la barra donde se encontraba el enorme tipo negro.

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Re: Episodio 2. Asuntos del Más Allá

#40

Mensaje por Voivoda » 18 Abr 2020, 18:28

Annelise dejó que el ritmo fluyese por su cuerpo y todos sus movimientos en dirección a la barra la convertían en una joven sinuosa más, hija de su tiempo, dispuesta probablemente a dejarse una notable cantidad de dinero en este peculiar local. Karen la siguió prestando más atención al ambiente que a los movimientos de su sobrina. Pudo vislumbrar entre las sombras que creaban los leds flotantes a algunas mujeres cuya edad era parecida a la suya. A su edad aparente. Probablemente podría pasar por ser como mínimo la abuela de ellas. Ese pensamiento le hizo gracia. Al menos ese vistazo le valió para comprobar que no toda la clientela tenía el aspecto de la chiquilla de Lars. Había también gente de más edad, por lo que ella misma no llamaba la atención por el hecho de no ponerse a bailar. Le llamaba la atención esa mezcla generacional, no era muy habitual en un local nocturno. O al menos eso le había dicho Annelise.

Las dos os sentáis en la barra, donde la belleza de Annelise seguía acaparando miradas que, en algunos casos, parecían de depredadores nocturnos. De esos que intentaban conseguir con la cartera lo que quizá no podían lograr por su simple aspecto físico. La degradación moral no era algo que afectara demasiado a Karen, pero la falta de disimulo de alguno lo situaba directamente en la base de la cadena trófica. Escoria, aunque llevaran corbata.

- ¿Qué os pongo? -la voz de un camarero con el porte de un nadador olímpico, pura representación del ideal de belleza masculino escandinavo, centra vuestra atención al sentaros en la barra cerca del hombre negro. Annelise mira a Karen como esperando su aprobación para manejar la situación, mientras su tía sanguínea apenas puede disimular el asco profundo que le provoca el compañero de barra, apenas atenuado por el camarero que, si no fuera por lo intrascendente de su trabajo (y por lo tanto, muy probablemente de su vida), sería un gran candidato para mayores cercanías.

Karen, aun así, comprueba que el aroma de una colonia cara procede del hombre negro. Éste, curiosamente, no ha parecido inmutarse especialmente por vuestra cercanía, y no repara en Annelise de un modo especial. Sigue mirando al frente, con la vista perdida, mientras se toma su gintonic. En la cercanía, Karen distingue un reloj en su muñeca de izquierda de los que podrían valorarse en miles de euros.


----


- ¿Quieres algo?

El tipo de los tatuajes mira a Lars con una sonrisa en su rostro que aún así apenas puede dulcificar el aspecto a mitad de camino entre portero de discoteca y proxeneta del este de Europa que le dan los dibujos del cuello, y su barba acompañando su cabeza afeitada. Tiene unos intensos ojos azules y un acento que a Lars le parece ruso, polaco o parecido. El resto de sus acompañantes, los que tienen pinta de acabar de salir del Gran Bazar de Estambul, no reparan demasiado en el policía, concentrados en la amplía oferta de entretenimiento que tienen delante. Sólo una de las chicas, que parece que se hubiera caído directamente de la pasarela de un desfile de Victoria's Secret para rodear con uno de sus brazos al hombre de los tatuajes, mira también hacia Lars.

El Ventrue trata de pasar por alto la repugnancia que le provoca la mezcla racial y la degeneración del reservado. Por no hablar de la decisión de mezclar una chaqueta blanca con una camisa de imposible descripción por parte del que le ha hablado. Al volver a mirarlo, sin embargo, hay dos detalles que despiertan a su Bestia en el peor momento posible: en el dedo anular de su mano derecha el tipo lleva un anillo de plata y justo debajo de la oreja de ese lado de la cara un tatuaje demasiado realista de una araña.

Huye.

El susurro de una voz ancestral en su cabeza iba a hacer todo mucho más difícil.

OFF: Lars debe gastar un punto de FV si quiere actuar con normalidad... o no gastarlo e interpretar la lucha interior con sus defectos.
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