[Clan] Salubri

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Alexander Weiss
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Re: [Clan] Salubri

#41

Mensaje por Alexander Weiss » 21 Dic 2020, 16:26

Justycar escribió:Genial, ahora me imagino a los Salubri con una comprensa con alas en la frente.
Fina y segura para la Mascarada. :lol:

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Re: [Clan] Salubri

#42

Mensaje por Pagliacci » 21 Dic 2020, 17:58

Hoy estaba pensando que algo bueno de que los Salubri tengan Dominación es que sustituirán definitivamente a los Malkavian entre mis opciones a la hora de crear un personaje.

:lol:

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Re: [Clan] Salubri

#43

Mensaje por Alexander Weiss » 21 Dic 2020, 18:47

Un psicólogo Salubri, no es mal concepto. :think:

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Re: [Clan] Salubri

#44

Mensaje por Voivoda » 22 Dic 2020, 08:48

El mítico rapero 2Pac como Salubri.
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Re: [Clan] Salubri

#45

Mensaje por Pagliacci » 25 Dic 2020, 22:14


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Re: [Clan] Salubri

#46

Mensaje por Alexander Weiss » 26 Dic 2020, 20:27

Del Lore of the Bloodlines:

EMISARIO
Tu sire siempre te dijo que te ocultaras, pero nunca lo escuchaste. Tus habilidades eran demasiado útiles para tu rebaño, o para los rebaños de otros vampiros. Entonces ocurrieron dos cosas raras: una víctima de un accidente de coche con un aura extraña te ofreció un favor para protegerte de los Tremere, y un extraño hombre lobo te gritó y te dio las gracias por salvar a su esposa, fueras un engendro vil o no. Ahora, como los antiguos Vigilantes, actúas como un emisario público de varias facciones sobrenaturales de la ciudad. Eres sagrado, y el Príncipe te pregunta constantemente cuántos seguidores puedes reunir mientras planea utilizar tus contactos para sus propios fines. Te preguntas qué ocurrirá primero: si el Príncipe te arrojará a los Tremere que piden tu sangre, o tus nuevos amigos decidirán que eres el monstruo que creen que eres.

EL ELEGIDO
En la escuela siempre fuiste especial. No el más estudioso ni el más popular, pero la espiritualidad estaba contigo. Creías que estabas destinado a una orden sagrada, pero a tus padres no les interesaba ninguna religión, así que ninguna encajaba conitgo. Fuiste un alma cada vez más grande, pero no había ningún lugar para ti en el mundo. En la universidad conociste a un hombre mucho más mayor que te llevó a tu lugar. Te dijo que era uno de siete, una luz en la oscuridad para los marginados del mundo. Te arrastró a su mundo oscuro, y después hizo que tomaras su luz en ti mismo. Ahora intentas iluminar a los demás, antes de que tengas que sacrificarte.

MÉDICO MILITAR
La oferta del ejército de pagarte la universidad fue un incentivo, pero lo que más te atrajo del servicio militar fue lo mismo que te había llevado a convertirte en médico: estar donde la gente más te necesitara, justo en medio de la acción. La compasión acompañaba tu habilidad, pues veías soldados sanos y valientes destrozados por bombas en la carretera o los crueles rigores de la guerra. La compasión también te llevó a tratar a los civiles heridos por esas bomgas o por los ataques de los drones de tu ejército. La compasión era lo que te marcaba, y lo que te Condenó cuando la mujer pálida del hijab blanco acudió a ti. Desapareciste en acción, te quedaste en las ciudades después de que tus compañeros ser macharan. Los Al-Amin te dieron la bienvenida entre ellos, aunque se ocultaran del resto de los Ashirra, traicionados por la alianza con la Camarilla. Por ahora, trabajas como su enviado en el territorio de la Camarilla, tu juventud y conocimiento occidental benefician a los restos en ruinas de tu línea de sangre.

EL OCTAVO (Defecto de 6 puntos)
Tu sire es uno de los Siete, los diabolistas que buscan la Golconda, tratando de asegurarse de que el tesoro espiritual de la salvación no se pierda con su Muerte Final. Tu sire te eligió como su sucesor, y orgullosamente te preparó para tu deber sagrado. Por otra parte, tú sonreíste ante sus mentiras, escuchaste su mierda, y saliste pitando cuando tuviste la primera oportunidad. Ahora eres cazado constantemente, no sólo por los Tremere, sino también por tu sire, los otros Siete, y sus seguidores. Debes tener al menos 9ª Generación para tener este Defecto.
Última edición por Alexander Weiss el 27 Dic 2020, 16:03, editado 2 veces en total.

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Re: [Clan] Salubri

#47

Mensaje por stranger » 27 Dic 2020, 01:07

jaja ese defecto es mucho. Me encanto.

Tambien la historia del medico militar. Deberia repasar mas la historia de los Al-Amin que no se que tan tocados estan por la persecucion tremere u otra.

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Re: [Clan] Salubri

#48

Mensaje por Pagliacci » 27 Dic 2020, 09:01

En Camarilla, los al-amin no parecen traicionados por la unión de los Ashirra y la Camarilla. Serenna, la blanca, oficia incluso la boda entre Tegyrius y Victoria Ash*. Yo diría que ya no consideran a los Tremere una amenanaza para ellos. No obstante, muy chulos los arquetipos, me gustan los tres. El defecto es lo único que no veo del todo claro.

*p.92 y 93 de Camarilla

https://whitewolf.fandom.com/wiki/Serenna

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Re: [Clan] Salubri

#49

Mensaje por Pagliacci » 30 Dic 2020, 16:18

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Re: [Clan] Salubri

#50

Mensaje por Alexander Weiss » 04 Ene 2021, 20:58

Imagen Ada de Tesalónica de Jenna Fazenbaker. De Lore of the Bloodlines.

SALUBRI

La curación es una cuestión de tiempo, pero a veces, también es una cuestión de oportunidad.
-Hipócrates

OJOS
Eric Rodríguez se moría, y la fiebre no podía evitar que se diera cuenta. Todas las enfermeras que lo visitaban tenían los mismos ojos: grises bajo las luces parpadeantes, un color que parecía emanar lástima, miedo y compromiso. Los médicos que lo atendían tenían ojos suaves y voces todavía más suaves. Uno dijo que era fiebre hemorrágica, posiblemente Ébola. Debido a la cuarentena, su familia no podía verlo, y los médicos le decían que lo sentían, esta vez con ojos tristes. Eric contemplaba el cubículo rodeado de plástico de la habitación limpia, con la condensación acumulada en su interior, la humedad suave y extraña de su propio sudor envenenado. Se imaginaba que podía sentir cómo su sangre llevaba la enfermedad por todo su cuerpo.
Las débiles luces parpadearon, o quizás los propios ojos doloridos de Eric se cerraron por un momento. Había sombras en la cálida habitación de hospital y de repente vio a un hombre y una mujer, aunque las estériles cortinas de plástico que lo rodeaban seguían cerradas. La mujer estaba pensativa, llevaba un viejo suéter de cuello alto y una falda rasgada –quizás por necesidad, o quizás por ir a la moda. Las luces fluorescentes del hospital arrojaban una palidez desagradable sobre las dos figuras.
-¿Tío Matt? –consiguió murmurar Eric. El tío Matt había sido una figura distante en su vida, visitándolo raramente, pero enviando regularmente felicitaciones de cumpleaños cargadas de dinero. Su padre y su otro tío también se referían a Matt como “tío.” En una ocasión, cuando estaban borrachos, habían mencionado que conocían al tío Matt desde que eran niños, aunque al día siguiente lo negaron todo.
Un poco de sangre cayó por la mejillla de Eric como si fuera una lágrima. Olió el matiz cobrizo. El tío Matt extendió sus manos, un extraño gesto de impotencia de alguien que no estaba acostumbrado.
-No puedo permitir que muera –dijo, con un tono que significaba “por favor, no le dejes morir.”
-No lo permitiré –dijo la mujer, respondiendo a su intención en lugar de a sus palabras. Era más pálida que el tío Matt, y quizás tenía unos veintidós años.
-¿Sabes cuántos descendientes de Fernando Maximiliano José de Habsburgo siguen viviendo dentro de las fronteras de México? –dijo el tío Matt, con su actitud desviándose de la súplica al orgullo- Todos ellos fueron golpeados por esta vil enfermedad. Se trata de algo deliberado, un ataque contra mí.
Hubo un ligero chasquido en su boca, y la boca del tío Matt se entreabrió ligeramente.
-Tranquilo –dijo la mujer, con su mirada plácida. La misma placidez se contagió al tío Matt, y se arregló la chaqueta.- Sí, el Arzobispo ha descubierto su preferencia por la sangre de los Habsburgo. Y sí, ha infectado su Rebaño. Podemos ayudarnos el uno al otro, señor.
-Prometiste que lo curarías.
-Y lo haré –dijo ella, con confianza en sus ojos-. Me propongo hacerlo, si mantienes nuestro trato.
-De acuerdo –dijo el tío Matt-. Serás mi invitada en mi hogar el año que viene y todos los que conozco de la prole de Adonai. ¿Él recordará esto?
-Nunca.
¡Los ojos! Eric pensó, y allí estaban, diferentes de todos los demás, púrpura y brillantes, y cariñosos. Dos ojos a ambos lados de la nariz y un tercero abierto en medio de la frente de la mujer, dirigido hacia él con un iris del color de las lilas. Antes de que Eric pudiera asustarse, una suave luz roja lo iluminó.
La sensación ardiente de la fiebre desapareció.


EL CORDERO DE CAÍN
Veo que mi patrón ha traicionado nuestro acuerdo de secretismo, aunque en este caso estoy de acuerdo con su opinión de que otro de mi clan necesita consejo. Digo clan, no línea de sangre, porque nuestra historia se remonta hasta los progenitores, los chiquillos de los chiquillos de Caín. Nuestra historia es más elevada y noble que la de los Ventrue, o los Lasombra, o los Tzimisce, ¿qué nobleza nos mostraron cuando el Usurpador Treere robó la sangre de nuestro corazón?
¿Mis tatuajes? Eso es ta moko, chiquillo, no es ninguna marca de clan. Fui maorí antes de ser Salubri, aunque mi sire era un inglés que dormía en la sentina del navío Endeavor del capitán James Cook, y lo honro llevando su nombre después de su época. Pero mi rostro sirve para ilustrar una afirmación: no nos alimentamos del ganado como hacen otros Vástagos. Tomamos su sangre mientras vivimos entre ellos, como el pastor que vive entre su rebaño. Mantenemos a nuestro rebaño sano y limpio, asegurándonos de no causarles daño.
El título de línea de sangre es para quienes niegan nuestra historia y nos condenan al polvo del olvido. De hecho, algunos consideran que nuestro propósito es morir, mostrarles a los Vástagos qué les ocurre a los que son demasiado puros y nobles para esta existencia de pecado y rencor. Afirman que el derecho y privilegio de los vampiros es alimentarse de la humanidad, aunque su ceguera amenace su propia existencia. Nuestra caída anuncia la gehena, el momento en que los progenitores se alzarán y nos consumirán a todos.
Quizás tengan razón, pero aunque podamos morir en silencio, no moriremos con facilidad.

LAS PRIMERAS NOCHES
Los demás pueden adornarlo como quieran, pero los hechos son claros, y bajo nuestras poesía y metáforas somos un clan práctico: Caín maldijo a cada vampiro de la Tercera Generación, condenándolos a personificar sus peores excesos. Los condenó a todos, excepto a uno: el amable Saulot, Abrazado por Enoch, el más querido de los chiquillos de los chiquillos de Caín. Saulot fue perdonado, no por los dones proféticos que mostraba, ni por su habilidad en la curación. Perdonó a Saulot porque nuestro progenitor era la esperanza de paz de Caín, de acabar con las maldiciones que Dios le había impuesto a él y a los Vástagos. Saulot custodiaría la promesa de la Golconda, la esperanza de la redención.
Quizás por eso nos llamaban pastores en la Segunda Ciudad, porque nuestra naturaleza nos llevaba a cuidar del rebaño mortal. Yo prefiero pensar que fue debido a que la naturaleza de Saulto el Vagabundo le recordaba a Caín mucho de su hermano Abel, tan noble y puro. En muchos sentidos, nos definimos como clan por la naturaleza de Saulot y su historia mítica, más que ningún otro. Trazamos los tres caminos de nuestro clan a los chiquillos que Saulot Abrazó durante momentos traumáticos o importantes de su no vida. Nuestros Curanderos descienden de Rayzeel, maestra de las canciones y las hierbas sanadoras, la vida de Saulot antes del Abrazo. Nuestros Guerreros descienden de Samiel, maestro del fuego que purifica y gemelo de Rayzeel. Y los Vigilantes, bien…si los rumores que he oído de ellos en Aotearoa son verdad, descienden del momento en que Saulot fue estudiante y observador, lo que resulta bastante adecuado.
Incluso después del Abrazo, Saulot trató de mantener la paz entre sus conflictivos hermanos. Abrazó progenie con poca frecuencia, enseñándoles para que atendieran a quienes habían sido dañados por sus hermanos, manteniendo a los mortales tranquilos y sanos frente a la depredación de los inmortales. Alivió la locura de Malkav con música gentil y consuelo fraternal; controló la maldad de Set con sutileza y apartando la tentación. Fue sólo mediante los esfuerzos del Vagabundo que la Segunda Ciudad duró tanto como lo hizo. Cuando Caín regresó para juzgar a la Tercera Generación, apartó deliberadamente a Saulot de su juicio, nombrando a nuestro progenitor el guardián de la promesa del ángel Rafael: que la salvación nunca sería negada a los descendientes de Caín.

UN VÁSTAGO DEL ESTE
Pero el propio Saulot no había alcanzado solo la Golconda, el fabuloso estado de gracia en medio de la Maldición de Caín. Siguió lo que se convertiría el primer Camino de la Seda, llevando a varios seguidores mortales (pero ninguno de sus chiquillos) con él en la profunda noche. Puede que hayas oído hablar de los antiguos registros de las montañas de Pamir que describen extranjeros de gran altura y rostros pálido, y las momias de Tarim que se exponen en el museo de Xinjiang tienen el pelo rojo.
La leyenda inmortal continúa donde termina la arqueología. Los pocos mitos que hemos encontrado de las fuentes al este del río Indo describen a Zao-lat como un embaucador de Occidente, que robó la iluminación de los filósofos más grandes de los Diez Mil Demonios. Fue expulsado por su arrogancia, dejando a dos de sus seguidores detrás, un sabio y un ladrón, enfrentados eternamente con los vampiros orientales.
Por lo menos, ésa es la historia que ha llegado hasta nosotros de los labios de los burlones Ravnos y de nuestro contacto limitado con los Wu Zao, los Salubri que el Progenitor dejó en Oriente. El clan sólo sabía que Saulot había regresado a la Segunda Ciudad tras haber encontrado lo que buscaba, que se manifestaba en el tercer ojo de su frente. Cada Salubri que contempló la serenidad radiante del Progenitor sintió que el mismo ojo se abría en su frente, y desde entonces, los Salubri han quedado así marcados. Nos hizo continuar con más intensidad en la senda que nos había enseñado: mantener al ganado sano para que los Vástagos pudieran prosperar, y eliminar a los vampiros que pusieran en peligro al rebaño.

EL TERCER OJO
Debo señalar que he oído una historia diferente de Nikolai Steen. Sí, ese Nikolai, “El Malkavian danés.” Según nuestro amigo danés, Saulot alivió la locura Malkav, más por deber filial que por amor a los descendientes de Caín. Set y Malkav eran hermanos de nuestro progenitor, lo que podría explicar nuestra lealtad fraternal con Locos y la enemistad familiar con las Serpientes. Según la historia de Nikolai, Saulot obtuvo su ojo antes de aventurarse en oriente, un regalo de su hermano y una forma de ver el mundo desde un ángulo diferente –más allá de la razón, más allá de la visión, como haría un místico como Malkav. Fue ese ojo lo que le permitió a nuestro fundador sobrevivir al Suspiro, la búsqueda visionaria oculta en nuestra sangre y que nos guía a la Golconda, si conseguimos sobrevivir a la prueba final. Dentro del Suspiro, un Vástago se enfrenta al Hombre y a la Sangre, y sólo se triunfa llegando a la cúspide de la Golconda –los que tienen éxito encuentran la salvación, quienes fallan sólo encuentran locura sanguinaria. Mi propio sire cree que Saulto descendió de la Golconda para guiarnos hasta ella, como un bodhisattva budista; Nikolai dice que Saulot falló en su Suspiro, pero que la visión de su ojo rescató su alma de las garras del Wassail. Desde luego, suena como algo que haría Malkav, y las estatuas de semidioses y bodhisattvas de tres ojos son apreciadas por los arqueólogos de las tierras que recorrió nuestro fundador.
El amigo Nikolai dice que todos los Malkavian conocen esta historia y jura que es cierta, pero también me contó una historia sobre un elefante.

LAS GUERRAS BAALI
En todos los registros históricos, los Salubri han considerado su misión la caza de demonios. Los demonios siguieron a Saulot, una infección que aparece y desaparece una y otra vez. Sólo entre los Trece, Saulot veía esa amenaza y exigía acción; su furia contra los Condenados que disfrutaban de la Condenación en contraste con la promesa de la Golconda, se manifestó en su clan. Era terrible contemplar su ira, mostrando un aspecto militante de nuestro Progenitor que pocos habían contemplado. Su furia fue respondida por su chiquillo Samiel, que era un Curandero especialmente malo. Fue Samiel quien forjó la rabia de hierro de Saulot, poniendo acero en el corazón de nuestro pacífico clan.
¿Cómo reconciliar nuestra naturaleza amable con semejante furia? Mirándolo desde otra perspectiva, todos tenemos corazones de guerrero; la rabia de Saulot simplemente es otro de nuestros aspectos. Mantenemos al ganado sano, preparado para alimentar. Mantenemos a los Vástagos nobles, para que no se alimenten indebidamente del ganado. El infernalismo de todo tipo amenaza las vidas y almas de todo lo que toca. Cuando las hierbas curativas y la música agradable no consiguen evitar la infección, debes recurrir al fuego y el acero.
Compartiendo su sangre con otros Salubri, Samiel creó a los Guerrero, jurando juzgar a los Vástagos demoníacos que habitaban en la Segunda Ciudad. Con vergüenza, los Assamitas aportaron a sus propios Jueces a la guerra, y los Baali fueron derrotados. Los Guerreros eran como los Curanderos, pero cumplían su deber desde otro ángulo, y las dos líneas de sangre del clan se abrazaron la una a la otra como hermano y hermana.
Samiel murió en el año 636, durante el asalto final contra una ruinosa fortaleza Baali en Oriente Medio. No fue el primero de los chiquillos de Saulot en caer, pero su pérdida se sintió con más dolor que ninguna otra, porque era el único Guerrero que quedaba entre sus chiquillos. Mientras nos extendíamos en Oriente Medio, los Curanderos asumieron el control del clan. Se aferraron ferozmente a la ética del cristianismo de Constantino, pero también dejaron de lado nuestro poder temporal en un territorio cada vez más musulmán. Otros de los nuestros se extendieron por el mundo, acudiendo a los desposeídos y herejes y cuidando de ellos. Así seguimos, protegiendo la paz entre Vástagos y ganado durante la Larga Noche.
Hasta las Cruzadas.

LAS CRUZADAS, LAS CAZAS
Nuestro clan murió el 6 de mayo de 1291, 158 años después de Saulot.
Mi sire recordaba poco de las noches tras la muerte de Saulot, sólo visiones de un enorme dragón luchando consigo mismo. Cuando la sed de sangre desapareció siete noches después, probó la sangre de su clan en sus labios, y sus tres ojos lloraron por el horror de lo que había hecho. El clan nunca había sido grande, pero cuando Tremere robó la sangre de Saulot, nos desgarramos de dolor y rabia. Los Usurpadores que arrancaron el manto de clan de nuestros hombros manchados de ceniza se pusieron a trabajar, reduciendo nuestras reducidas filas con aterradora eficacia.
Irónicamente fue una época de gran potencial para nosotros. Durante mucho tiempo el clan había crecido acompañando a la cristiandad, los Curanderos trabajaban con los Caballeros Hospitalarios, los Guerreros llevaban la cruz roja de los Templarios. La enemistad entre los dos debilitó la unidad de nuestro clan, que se hizo más fuerte con la vergüenza compartida. A medida que los cruzados se extendían por Oriente Medio y creaban sus reinos, nos encontramos en posiciones de poder por primera y única vez. La Tierra Santa se convirtió en nuestro último bastión, un baluarte contra los Usurpadores.
Sin Saulto para guiarnos, recurrimos a los demás clanes para protegernos, pero encontrarnos corazones ingratos, convertidos en piedra tras años vigilando los intereses de los Cainitas para mantener fuerte a la humanidad. Acre fue la última ciudad en caer, y cuando los reinos cruzados cayeron, también lo hicieron nuestras esperanzas. Las torres desmoronadas de la ciudad fueron como el repique de una campana, anunciando nuestra muerte.
Perdimos Acre, y pronto también perdimos Chipre; y después Felipe el Hermoso de Francia se resintió ante la deuda contraída con nuestros seguidores mortales, y en una década los Caballeros Templarios fueron acusados de adorar al diablo y quemados en la hoguera (y entre ellos se encontraba la mitad de nuestro clan). Nosotros les habíamos dicho a los Guerreros que Saulot no hubiera permitido la venganza contra los Usurpadores; la propia Rayzeel le dijo a la progenie de Samiel que se detuviera en sus intentos de arrastrar a los Tzimisce y a los Ventrue a la guerra. Aunque todos los demás chiquillos de Saulot estaban de acuerdo, los Guerreros se habían dirigido a Chipre, y perdieron siglos luchando en las cruzadas o en otras guerras. Todos perecieron (excepto uno; hablaremos de él después). Nos negamos a ayudarles. Los pocos Vigilantes europeos (si existían) no hicieron nada por ayudarnos, siguiendo la Ruta de la Seda hacia Oriente.

EL LARGO DÍA
Los Tremere continuaron cazándonos, atacando en cualquier parte al más viejo de nuestro clan hasta el más joven. Si hubiéramos descendido de cualquier otro que no fuera Saulot, podríamos haber intentado recuperar nuestros números. En lugar de eso nos dividimos, y morimos. Los demás clanes apoyaron tácitamente a los Tremere, pues la existencia de los Usurpadores tenía más valor que la nuestra. Tenían magia que estaban dispuestos a utilizar en beneficio de sus clientes, mientras que nosotros nos ocultábamos de sus depredaciones. ¿Es tan sorprendente que eligieran a los magi? Con nosotros desaparecidos, la enfermedad comenzó a crecer en sus Rebaños, y los mortales se dieron cuenta.
La mayoría de nosotros nos ocultamos. Sólo los al-Amin, los Salubri que habían abrazado el Islam, mostraban su herencia abiertamente; la alianza de los Ashirra en oriente Medio los protegía como creyentes. Otros como Mokur, el chiquillo y compañero de Saulot a su regreso de Oriente, continuaron predicando la Golconda. Demasiado a menudo, esto llevó a los Tremere directamente hasta nosotros. La mayoría nunca presentaba resistencia a menos que fuera necesario proteger a los humanos que nos rodeaban, e incluso entonces existía una tendencia decidida a la rendición a cambio de que esas comunidades no sufrieran daño.
La Revuelta Anarquista y las revueltas mortales fueron un respiro bienvenido para nosotros, aunque fuera tan traumático para el resto de la Estirpe. Resulta que no tener muchos antiguos, Abrazar raramente y mantener una relación estrecha entre sires y chiquillos, y ocultarse con comunidades mortales marginadas, suele aislar a un clan contra neonatos furiosos y ancillae desposeídos. ¿Quién podía saberlo? Sobrevivimos, e incluso prosperamos, en algunas comunidades cátaras aisladas.
La Convención de Thorns terminó con nuestras noches medianamente tranquilas. Respaldados por la Camarilla, los Tremere reanudaron su caza. En el año 1525 Mokur cayó bajo los colmillos de Etrius, y cuando se extendió la noticia, los Salubri que quedaban en Europa supieron que había llegado el momento de marcharse. Nos asentamos en los rincones más lejanos del mundo, donde la Camarilla no podía o no conseguiría llegar: cruzamos el brillante Sahara para convertirnos en los Nkulu SZao, fuimos adoptados por nuestros parientes lejanos, los Wu Zao, o nos unimos a los Ravnos en su guerra eterna contra la amenaza Catayana. Y tomamos medidas para permanecer lejos de la Camarilla, preparando escondrijos antes de que llegaran para investigar la zona. Los resultados están escritos en mi rostro, chiquillo.

TRES OJOS A LA LUZ DE GAS
Nuestro primer flirteo con el Sabbat debería ser considerado como nuestra Revuelta Anarquista cuatro siglos tarde. Envalentonados porque los Tremere se habían unido a la Camarilla, los ancillae Salubri volvimos a Abrazar, trayendo luces brillantes al clan. La globalización volvió a ponernos en contacto. Esas luces ardieron cuando descubrieron la situación política, y exigieron que ayudáramos a los enemigos de nuestros antiguos enemigos. Muchos se unieron en masa al Sabbat, convirtiéndose en los primeros antitribu Salubri.
Su posición fue infeliz por varias razones. Estábamos mal adaptados al Sabbat, por lo menos durante el reinado de la reina Victoria de Inglaterra. En aquel tiempo todavía me encontraba en mi hogar, antes de que el Precepto de Samiel me sacara de mi pasividad, pero descubrí los resultados años después: Salubri perdidos en elWassail o despedazados por sus compañeros de manada, intentando aferrarse en vano a su Humanidado impedir a sus manadas que mataran a un grupo de infortunados mortales. Y a los Tremere del Sabbat no les gustaban mucho los nuevos Salubri. Y así nuestros neonatos volvieron a nosotros caldeados, o nunca volvieron.

LOS TRES OJOS EN LAS NOCHES MODERNAS
¿Un clan muerto? Difícilmente. Tenemos que ocultar nuestra luz bajo un cubo, como le gustaba decir a mi sire, pero seguimos brillando igual. El clan existe en los rincones del mundo, aunque decir que “prosperamos” es una palabra demasiado fuerte. Donde la Camarilla es débil y la humanidad es fuerte: ahí es donde nos asentamos, aferrándonos a la comunidad y el deber. La mayor parte del tiempo es una existencia solitaria, dependiendo de la profunda relación entre sire y chiquillo que siempre ha definido a nuestro clan. Cuando somos separados, obligados a huir, intentamos encontrar o ser encontrados por comunidades basadas en nuestra herencia. ¿Por qué otro motivo he venido a Utah, en el cubil del león? Aquí se encuentra una de las mayores comunidades maoríes del mundo.
Somos cazados por la Camarilla, y nuestra dedicación a la humanidad nos mantiene separados del Sabbat, excepto por los resurgentes antitribu. La mortalidad nos protege. El servicio nos define. La Golconda nos salvará.

QUIÉNES SOMOS
La respuesta a esa pregunta, “¿Quiénes somos?” depende de las circunstancias. En la mayoría de los casos somos cazados y rechazados, víctimas del continuado pogromo Tremere y la campaña de su propaganda. Incluso cuando no nos cazan activamente –y la verdad sea dicha, en estas noches sus ataques son desganados- se nos enfrentan ideológicamente, e impiden que nos mostremos de forma abierta en las ciudades de la Camarilla, aunque lo deseáramos. Nos aferramos al ejemplo de Saulot: ser una luz para los Vástagos que buscan la Golconda, aunque todavía no la hayamos encontrado. Protege a quienes quieren aferrarse a la humanidad. Mantén a los Rebaños humanos seguros, limpios y preparados para la alimentación.
Busca sufrimiento y nos encontrarás, Abraza a un chiquillo para que sirva como tus manos y ojos en una comunidad. Nos aseguramos de que no sufran demasiado, aunque sean víctimas fáciles para los Vástagos. Impedimos que los colmillos corten el tallo, tomen demasiado. Evitamos a la mayoría de los vampiros de la Camarilla, a menos que nos busquen por los motivos correctos –y que esos motivos merezcan la pena el riesgo. También evitamos al Sabbat, porque se oponen a todo lo que somos y hacemos. Los clanes independientes...bien, es mejor juzgarlos como individuos.
Como has descubierto, a menudo hacemos pactos puntuales con los antiguos. Incluso ellos tienen mortales favoritos que no quieren perder ante la enfermedad el daño, y eso nos da poder de negociación. Obeah nos permite contribuir a la salud y la felicidad de la humanidad, y si los Rebaños o Domitores aceptan dar sangre como pago, ¿qué hay de malo?
Cuando la enfermedad amenaza descontrolarse sobre los rebaños mortales, nos aseguramos de que la población de Vástagos no sufra. Los pobres y religiosos son nuestros Rebaños. Desde las masas bulliciosas y entre quienes viven bajo el puente, vigilamos a los demás vampiros de las ciudades. Cuando vemos a uno que lucha contra la carga de ser un monstruo, le mostramos lo que significa ser un hombre. Cuando vemos un neonato o ancilla que decide alimentarse de ratas y gatos, nos acercamos para guiarlo hacia el camino de la verdadera Humanidad.
¿Por qué hacemos esto cuando somos odiados y sólo nos ofrecen sufrimiento? Algunos dirían que estamos hechos para sufrir, que eso fortalece nuestras almas. Otros estarían en desacuerdo.

LOS SIETE
En primer lugar: déjame que te asegure que existen más de siete Salubri –y no, no cuento a los antitribu entre los nuestros. Sin embargo, los Siete son de lejos la representación más conocida de nuestro clan, y continúan teniendo un éxito admirable poniendo la opinión de la Camarilla en nuestra contra. Son una bendición a medias para el resto de clan: atraen mucha atención, pero también definen nuestra percepción entre los demás Vástagos, pues muchos nos culpan de sus crímenes. Quizás sus pecados no se encuentren en sus almas, sino en sí mismos.
Te diré lo que mi sire me enseñó además de Shakespeare: cuando las cacerías de los Tremere comenzaron a conseguir legitimidad durante la Guerra de los Príncpes, siete antiguos del clan decidieron seguir los pasos de Saulot, intentando encontrar iluminación lejos del alcance de los Usurpadores. Siguieron la Ruta de la Seda hasta Oriente, supuestamente para encontrar a los Vigilantes y descubrir los secretos que Saulot les había confiado.
Regresaron como bodhisattvas locos, custodios de una falsa Golconda. Abrazan a un chiquillo de cada vez, entonces lo guían en los primeros pasos hasta el Suspiro Rojo, animando a sus chiquillos a cometer diablerie sobre ellos para mantener eternamente la Promesa de Rafael. Los Siete creen que permanecen dentro de las almas y la sangre de sus diabolistas, purificándose en lugar de degradándose. Además de actuar como faros para otros buscadores de la Golconda o Cazadores Tremere, con frecuencia roban las almas de los mortales para sus propios propósitos inescrutables.
En una ocasión atacaron a mi sire, Matthias de Bath, e intentaron diabolizarlo cuando se encontró con uno de ellos en algún momento durante el período de la Ilustración. Por otra parte, el neonato que casi derrotó a mi sire mostró un poder y habilidad increíble para su edad, con venas radiantes en su aura en lugar del latido oscuro de la diablerie.

LOS WU ZAO
Un ta moko no es tatau, pero respondiendo a tu pregunta, no llevo este rostro todo el tiempo. Aprendí el truco para ocultarme tras pasar unos pocos años en Hong Kong. Mientras paseaba por Victoria Harbour me encontré con un marinero, que quedó encantado con mis historias sobre la filmación del Señor de los Anillos. Acababa de pasar al tema de probar sangre cuando parpadeó y desapareció. Nadie más en el bar podía verme u oírme en el bar, salvo uno, que negó tristemente con su cabeza y se dirigió a mí como “Un sabio nada sabio.”
Me explicó que quizás la mayor parte de nuestro clan todavía sobreviva en oriente, mientras compartíamos un poco de comida nativa (mucho mejor que la sangre de los turistas). Desde la antigüedad los Wu Zao dividieron su linaje en Eruditos y Ladrones en lugar de Curanderos y Guerreros, a partir de los dos chiquillos que Saulot dejó en el este. Guardianes secretos de la sabiduría de Saulot, vigilan a las demás criaturas de la noche, manipulándolas sutilmente contra los Wan Kuei, los Vástagos demoníacos que gobiernan en Corea, China y Japón. En lugar de tener dificultades interactuando con la humanidad, se concentran en los pequeños detalles de sus obsesiones. También interactúan como una comunidad, formando células y continuando su guerra eterna de sigilo contra los Wan Kuei- “La sabiduría de Zao-lat es inmortal, aunque el no lo fuera,” me dijo mi compañero. “Esperamos su regreso con el giro de la Rueda, y hemos mantenido a sus enemigos débiles y divididos.”
Cuando le pregunté si era uno de los evasivos Vigilantes de los que me había hablado mi sire, sólo se rió.

LOS AL-AMIN
En noches pasadas, la mayoría de nosotros nos encontrábamos en nuestras antiguas fortalezas de Oriente Medio. Cazábamos a los Baali e intentábamos llevar la paz a esas tierras divididas, resistiendo a los invasores de la Camarilla durante siglos. Los clanes Ashirra consideraban a nuestro linaje uno de los suyos, y nunca nos traicionaron a los infieles Tremere.
Hasta la primera de las Guerras Mundiales. Mientras los poderes mortales invadían las tierras, la Camarilla finalmente avanzó con ellos y fuimos barridos. Seis siglos de servicio desaparecieron en unas pocas noches de sangre y hechicería. Una docena de vampiros de tres ojos se unió al resto en el exilio, los restos de nuestras últimas figuras públicas.

LOS ANTITRIBU
Creía que sólo los Curanderos habían sobrevivido a los pogromos, o quizás unos pocos Vigilantes solitarios en letargo entre la secta de los Wu Zao. El Sabbat nos protegió por defecto, aunque nuestra devoción por el ganado nos aleja tanto de la secta que nunca pudimos unirnos, aunque quisiéramos. Nuestro único experimento con los antitribu fue un fracaso.
Hasta que apareció Adonai.
Sus seguidores cuentan la siguiente historia: una manada del Sabbat encontró a los últimos Guerreros en una antigua mina olvidada en las afueras de Praga, que había sido reabierta por una empresa respaldada por los Ventrue una década antes del cambio de milenio. En una rara muestra de compasión, la manada los despertó, los instruyó en los cambios de los Tremere y en los principios del Sabbat, y les ofreció un lugar entre ellos. Su líder, envuelto en un manto raído y una armadura oxidada, chocó las garras del ductus en una aceptación fraternal.
Aunque nadie ha podido identificar a esa manada ni ha vuelto a oír hablar de los rescatadores de Adonai, que actuaron de una forma tan sorprendente para unos Cainitas del Sabbat que se encuentran con un antiguo Vástago durmiendo en letargo. Ninguno de los antitribu, que aparecieron endurecidos y desafiantes en los frentes europeos y las manadas del Sabbat que rodean Londres parecía Sangrado por el Código de Samiel. Mi sire afirma que los fragmentos de las palabras de Samiel que pronuncian son verídicos, pero se hace la misma pregunta que yo: ¿no debería un verdadero Guerrero conocer la totalidad del Código?
Si se trata del antiguo Adonai de antaño, el leargo ha templado su conducta brusca. Este Adonai se mostró sutil al principio, manteniendo a su prole reducida y discreta hasta que la Casa Goratrix de los antitribu Tremere desapareció bajo el suelo de México. Entonces adoptó tácticas de Abrazo en masa, y los antitribu Salubri se convirtieron se convirtieron en una visión habitual en las manadas del Sabbat. En estas noches su número ha crecido hasta eclipsar el nuestro, y han conseguido un asidero en la Mano Negra, la sociedad secreta paramilitar del Sabbat. Su poder oculto crece noche tras noche, utilizando contramagia con talento, actuando como terroríficas tropas de choque en el frente de las columnas de batalla. Anteriormente considerados por el Sabbat meras herramientas contra la Camarilla, poco a poco la casta de los Guerreros ha conseguido ocupar una posición de verdadero respeto.
Cuando se encuentran con nosotros, nuestros antitribu no muestran enemistad –se vanaglorian de ser los campeones inhumanos en que se han convertido, despojándose del manto de Saulto para tomar su destino. Su llama avergüenza nuestras cenizas y brasas. Nos invitan a unirnos a ellos, unir de nuevo a las dos catas de los Salubri, curar nuestro clan dividido de las cicatrices de Acre. Me encontré en persona con Adonai en Nuevo México, bajo las estrellas y la brillante luna llena. Sus chiquillos se marcaban con hierros candentes y bailaban junto a las hogueras. Sus ojos bailaban con el carisma del fuego, todos los fuegos del cielo y la tierra brillando con furia y éxtasis. “Hay un lugar para ti entre nosotros”, me dijo. “Nuestros rebaños enferman y mueren. Estos chacales abusan del ganado por placer, en lugar de tratarlo como alimento valioso. Únete a nosotros, toma el respeto que merecemos, y vuelve a nuestro clan.”
Que Saulot me ayude, sueño con sus fuegos cada noche.

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