Locis (Rincones de Firenze)
Publicado: 02 Mar 2020, 20:26
Florencia ha mantenido inalterado el propio encanto y esplendor del pasado. Así se presenta la capital Toscana, una ciudad llena de encanto que no acaba nunca de maravillar, con sus obras maestras de arte, los mármoles coloridos de sus iglesias y sus obras arquitectónicas que evocan la fastuosidad y el papel desempeñado por la ciudad en el desarrollo de la cultura y del arte renacentista.
El Duomo:
El corazón de Florencia es la Plaza del Duomo, con un conjunto monumental que incluye la Basílica de Santa María del Fiore con la majestuosa cúpula de Brunelleschi, uno de los más grandes arquitectos renacentistas, el Baptisterio de San Juan, magnífico ejemplo de románico florentino y el Campanario de Giotto, una obra maestra de la arquitectura gótica florentina. La catedral (en italiano duomo, proviene del latín «Domus Dei», es decir «Casa de Dios») se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad. Data del siglo XIV, en pleno Renacimiento temprano. Es famosa por su gran cúpula, que tiene 45 m de diámetro y 100 de altura. En el interior contiene unos frescos de Giorgio Vasari que representan el juicio final. El edificio, de unas dimensiones gigantescas, es de cruz latina, con una nave principal y dos laterales. El suelo está recubierto de mármol de colores que forma un laberinto de formas y texturas. Excepto la cúpula y los tejados de cerámicas naranjas, las paredes del templo están recubiertas de mármol toscano blanco, verde y rosa, formando dibujos nerviosos y mágicos. Este recubrimiento data del Renacimiento, excepto el de la fachada, que es del siglo XIX.
Justo delante de la catedral se encuentra el suntuoso baptisterio. La parte más célebre del baptisterio son las puertas del lado Este, también conocidas como Puertas del Paraíso, obra de Ghiberti. Están decoradas con bajorrelieves de bronce dorado, incluyendo un autorretrato del artista
Detrás de la catedral surge el Museo de la Ópera de Santa María del Fiore, donde es posible admirar una preciosa colección de obras provenientes de la Catedral, del Baptisterio y del Campanario.
Plaza de la Señoría:
Es el foco histórico de la vida civil y alberga la Logia de la Señoría o Logia dei Lanzi (del siglo XIV). Es la plaza mayor de Florencia, donde se encuentra la Fuente Manierista de Neptuno, de Ammannati, la Loggia dei Lanzi y el Palazzo Vecchio (o Palazzo della Signoria) sede del Ayuntamiento. En la plaza se encuentran tres estatuas: Cosimo «el Viejo» a caballo, el Hércules y Caco y una reproducción del David de Miguel Ángel que está de guardia al Ayuntamiento junto a Hércules.
En la «Loggia dei Lanzi», se encuentran numerosas esculturas colección de los Medicis. Entre las más destacadas están «Perseo» de Cellini y el "Rapto de las Sabinas" de Giambologna.
Galería de los Uffizi:
Al lado de la plaza surge la majestuosa Galería de los Uffizi. Emplazado en el palacio de oficinas para la administración toscana en tiempos de Cosme I, en la actualidad es el primer museo de Italia y del mundo en lo referente a pintura renacentista. Toda la fortuna de la familia de los Médicis se encuentra en este templo de la pintura. En la extensísima obra de los Uffizi hay pintura desde el Gótico hasta el siglo XVIII. Dentro de su patrimonio se encuentran obras de Sandro Botticelli, como la Primavera o el Nacimiento de Venus. También de Miguel Ángel, (La Sagrada Familia, 1507), de Piero della Francesca (El Duque y la Duquesa de Urbino, 1460), de Filippo Lippi (La Virgen y el Niño con dos angelitos, 1466) y de Rafael (Virgen del jilguero, 1506) entre otros. El elemento arquitectónico de especial interés de la Galería es el Corredor Vasariano, proyectado por Vasari a mediados del siglo XVI, une la estructura con el Palacio Viejo y con el Palacio Pitti.
Entre la Plaza del Duomo y la Plaza de la Señoría surgen algunos tesoros arquitectónicos como la iglesia de Orsanmichele y el Palacio del Bargello (del siglo XIII), hoy museo nacional, uno de los más importantes del mundo en lo que respecta a escultura de los siglos XV y XVI.
No hay que dejar de visitar la Logia del Mercado Nuevo, del siglo XVI, llamada también Logia del Porcellino (Cerdito) por su característica estatua de bronce (en realidad se trata de un jabalí propiciatorio de buena suerte) y el grandioso Palacio Strozzi, de finales del siglo XV principios del XVI, con un magnífico patio interno.
De particular interés es el barrio de origen medieval de Santa Cruz, dominado por la Homónima basílica, famosa por los frescos de Giotto y por custodiar las tumbas de muchos ilustres italianos, como Miguel Ángel, Galileo y Maquiavelo.
Merece la pena hacer una visita al extraordinario complejo monumental de San Lorenzo y al conventual de Santa María Novella, con la iglesia decorada con famosos frescos y preciosas obras de arte, además del museo que incluye el famoso Claustro Verde y el Capilla de los Españoles.
Basílica de San Lorenzo:
Hay que recordar que en esta época la burguesía del norte de Italia es la que ejerce de mecenas para el arte del quattrocento. Por otra parte se ve claramente la influencia del arte clásico por los elementos constructivos casetones, óculos, bóvedas vaídas. Era la iglesia de la familia Médici. Posee una cúpula diseñada por Buonantoni y unas capillas con retablos escultóricos hechos por Miguel Ángel como las tumbas de Lorenzo y Catalina de Médici. También tiene una escalera y una biblioteca hecha por Miguel Ángel, construidas sobre el claustro. Los interiores fueron construidos en gran parte por Brunelleschi en 1427. En el año 1418 se decide remodelar y ampliar la antigua iglesia medieval de San Lorenzo, por la parte del transepto, el presbiterio y las capillas. En el 1421 se decide aplicar el proyecto de sustitución completo de la iglesia. Giovanni de Médici encarga a F. Brunelleschi el nuevo edificio, pero este estaba condicionado por lo que ya se había diseñado. Las obras se paralizarán entre los años 1429 y 1442, a causa de algunos problemas de G. de Médici, de forma que las obras seguirán en marcha cuando Brunelleschi muera. Las obras serán llevadas entonces por Antonio Manetti Ciaccheri, el cual cogerá de modelo las antiguas basílicas paleocristianas y medievales góticas, de cuerpo longitudinal, de tres naves, transepto... La capilla principal se abre al transepto, y tiene la misma altura y anchura que la nave principal. La nave es de cruz latina, tiene diez capillas de bóveda de cuatro puntos, que se abren a la zona del crucero y a la del transepto. Las capillas laterales tienen la misma proporción que los arcos de las naves, y están cubiertas por bóveda de cañón. Brunelleschi introducirá las formas de los órdenes clásicos, como por ejemplo, las diferentes alturas del edificio, las cuales se rigen por dos tipos de órdenes clásicos. Habrá tres sistemas de arcos, pero solo dos tipos de órdenes. El orden mayor lo veremos en los ángulos del crucero, y el orden menor, en la columnata de las naves laterales y en las pilastras de las capillas laterales.
La basílica del Santo Spirito:
Fue proyectada en el 1434 por Filippo Brunelleschi en su última etapa estilística, pero esta no se construyó hasta el 1444. La fachada no está decorada, y es donde se aportaron las principales ideas de Brunelleschi. Este edificio representa una propuesta mucho más moderna que la de San Lorenzo, es de mayor racionalización, y vemos que tiene una normalización del lenguaje arquitectónico. Se puede considerar como una especie de revisión crítica de lo que se estaba haciendo en San Lorenzo. La planta original se conoce por un dibujo de G. de Sangallo, en el códice vaticano Barberino, 1424. Hay una gran sistematización del espacio, tiene un estilo mucho más coherente y más ordenado. La solución que se propone consiste en el módulo base de las crucerías de las naves laterales se encadenan de manera que se une todo el perímetro del edificio y del espacio centra de la cruz latina. Se crea un deambulatorio continuo en el proyecto original.
Museo Nacional de San Marcos:
Este convento se fundó en el siglo XIII, y en 1437 se amplió por la llegada de unos frailes dominicos. Posee la mayor colección de murales de Fra Angelico. Alberga el Museo Nacional de San Marcos.
Ponte Vecchio:
El Puente Viejo (en italiano, Ponte Vecchio) es el puente más conocido y antiguo de Florencia. De origen medieval, fue remodelado durante el Renacimiento, sustituyéndose las tiendas de peleteros por las de joyeros. Fue el único puente que sobrevivió a los bombardeos nazis de la ciudad de Florencia en la Segunda Guerra Mundial, y actualmente es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad y uno de los lugares más frecuentados por los turistas.
A través del antiguo y sugestivo Puente Viejo, sembrado de históricos talleres de orfebres, se llega al barrio de Oltrarno, donde encontramos la gran plaza que acoge al Palacio Pitti, el imponente y suntuoso palacio que fue residencia de los Medici y de los Lorena, con el maravilloso parque y los Jardines Bóboli, espléndido ejemplo de jardín italiano.
En Oltrarno merece la pena hacer una visita al panorámico Piazzale Michelangelo, meta preferida por los turistas debido a la magnífica vista de Florencia y de las colinas circunstantes, y a la iglesia de San Miniato al Monte, uno de los mejores ejemplos de románico florentino.
El Duomo:
El corazón de Florencia es la Plaza del Duomo, con un conjunto monumental que incluye la Basílica de Santa María del Fiore con la majestuosa cúpula de Brunelleschi, uno de los más grandes arquitectos renacentistas, el Baptisterio de San Juan, magnífico ejemplo de románico florentino y el Campanario de Giotto, una obra maestra de la arquitectura gótica florentina. La catedral (en italiano duomo, proviene del latín «Domus Dei», es decir «Casa de Dios») se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad. Data del siglo XIV, en pleno Renacimiento temprano. Es famosa por su gran cúpula, que tiene 45 m de diámetro y 100 de altura. En el interior contiene unos frescos de Giorgio Vasari que representan el juicio final. El edificio, de unas dimensiones gigantescas, es de cruz latina, con una nave principal y dos laterales. El suelo está recubierto de mármol de colores que forma un laberinto de formas y texturas. Excepto la cúpula y los tejados de cerámicas naranjas, las paredes del templo están recubiertas de mármol toscano blanco, verde y rosa, formando dibujos nerviosos y mágicos. Este recubrimiento data del Renacimiento, excepto el de la fachada, que es del siglo XIX.
Justo delante de la catedral se encuentra el suntuoso baptisterio. La parte más célebre del baptisterio son las puertas del lado Este, también conocidas como Puertas del Paraíso, obra de Ghiberti. Están decoradas con bajorrelieves de bronce dorado, incluyendo un autorretrato del artista
Detrás de la catedral surge el Museo de la Ópera de Santa María del Fiore, donde es posible admirar una preciosa colección de obras provenientes de la Catedral, del Baptisterio y del Campanario.
Plaza de la Señoría:
Es el foco histórico de la vida civil y alberga la Logia de la Señoría o Logia dei Lanzi (del siglo XIV). Es la plaza mayor de Florencia, donde se encuentra la Fuente Manierista de Neptuno, de Ammannati, la Loggia dei Lanzi y el Palazzo Vecchio (o Palazzo della Signoria) sede del Ayuntamiento. En la plaza se encuentran tres estatuas: Cosimo «el Viejo» a caballo, el Hércules y Caco y una reproducción del David de Miguel Ángel que está de guardia al Ayuntamiento junto a Hércules.
En la «Loggia dei Lanzi», se encuentran numerosas esculturas colección de los Medicis. Entre las más destacadas están «Perseo» de Cellini y el "Rapto de las Sabinas" de Giambologna.
Galería de los Uffizi:
Al lado de la plaza surge la majestuosa Galería de los Uffizi. Emplazado en el palacio de oficinas para la administración toscana en tiempos de Cosme I, en la actualidad es el primer museo de Italia y del mundo en lo referente a pintura renacentista. Toda la fortuna de la familia de los Médicis se encuentra en este templo de la pintura. En la extensísima obra de los Uffizi hay pintura desde el Gótico hasta el siglo XVIII. Dentro de su patrimonio se encuentran obras de Sandro Botticelli, como la Primavera o el Nacimiento de Venus. También de Miguel Ángel, (La Sagrada Familia, 1507), de Piero della Francesca (El Duque y la Duquesa de Urbino, 1460), de Filippo Lippi (La Virgen y el Niño con dos angelitos, 1466) y de Rafael (Virgen del jilguero, 1506) entre otros. El elemento arquitectónico de especial interés de la Galería es el Corredor Vasariano, proyectado por Vasari a mediados del siglo XVI, une la estructura con el Palacio Viejo y con el Palacio Pitti.
Entre la Plaza del Duomo y la Plaza de la Señoría surgen algunos tesoros arquitectónicos como la iglesia de Orsanmichele y el Palacio del Bargello (del siglo XIII), hoy museo nacional, uno de los más importantes del mundo en lo que respecta a escultura de los siglos XV y XVI.
No hay que dejar de visitar la Logia del Mercado Nuevo, del siglo XVI, llamada también Logia del Porcellino (Cerdito) por su característica estatua de bronce (en realidad se trata de un jabalí propiciatorio de buena suerte) y el grandioso Palacio Strozzi, de finales del siglo XV principios del XVI, con un magnífico patio interno.
De particular interés es el barrio de origen medieval de Santa Cruz, dominado por la Homónima basílica, famosa por los frescos de Giotto y por custodiar las tumbas de muchos ilustres italianos, como Miguel Ángel, Galileo y Maquiavelo.
Merece la pena hacer una visita al extraordinario complejo monumental de San Lorenzo y al conventual de Santa María Novella, con la iglesia decorada con famosos frescos y preciosas obras de arte, además del museo que incluye el famoso Claustro Verde y el Capilla de los Españoles.
Basílica de San Lorenzo:
Hay que recordar que en esta época la burguesía del norte de Italia es la que ejerce de mecenas para el arte del quattrocento. Por otra parte se ve claramente la influencia del arte clásico por los elementos constructivos casetones, óculos, bóvedas vaídas. Era la iglesia de la familia Médici. Posee una cúpula diseñada por Buonantoni y unas capillas con retablos escultóricos hechos por Miguel Ángel como las tumbas de Lorenzo y Catalina de Médici. También tiene una escalera y una biblioteca hecha por Miguel Ángel, construidas sobre el claustro. Los interiores fueron construidos en gran parte por Brunelleschi en 1427. En el año 1418 se decide remodelar y ampliar la antigua iglesia medieval de San Lorenzo, por la parte del transepto, el presbiterio y las capillas. En el 1421 se decide aplicar el proyecto de sustitución completo de la iglesia. Giovanni de Médici encarga a F. Brunelleschi el nuevo edificio, pero este estaba condicionado por lo que ya se había diseñado. Las obras se paralizarán entre los años 1429 y 1442, a causa de algunos problemas de G. de Médici, de forma que las obras seguirán en marcha cuando Brunelleschi muera. Las obras serán llevadas entonces por Antonio Manetti Ciaccheri, el cual cogerá de modelo las antiguas basílicas paleocristianas y medievales góticas, de cuerpo longitudinal, de tres naves, transepto... La capilla principal se abre al transepto, y tiene la misma altura y anchura que la nave principal. La nave es de cruz latina, tiene diez capillas de bóveda de cuatro puntos, que se abren a la zona del crucero y a la del transepto. Las capillas laterales tienen la misma proporción que los arcos de las naves, y están cubiertas por bóveda de cañón. Brunelleschi introducirá las formas de los órdenes clásicos, como por ejemplo, las diferentes alturas del edificio, las cuales se rigen por dos tipos de órdenes clásicos. Habrá tres sistemas de arcos, pero solo dos tipos de órdenes. El orden mayor lo veremos en los ángulos del crucero, y el orden menor, en la columnata de las naves laterales y en las pilastras de las capillas laterales.
La basílica del Santo Spirito:
Fue proyectada en el 1434 por Filippo Brunelleschi en su última etapa estilística, pero esta no se construyó hasta el 1444. La fachada no está decorada, y es donde se aportaron las principales ideas de Brunelleschi. Este edificio representa una propuesta mucho más moderna que la de San Lorenzo, es de mayor racionalización, y vemos que tiene una normalización del lenguaje arquitectónico. Se puede considerar como una especie de revisión crítica de lo que se estaba haciendo en San Lorenzo. La planta original se conoce por un dibujo de G. de Sangallo, en el códice vaticano Barberino, 1424. Hay una gran sistematización del espacio, tiene un estilo mucho más coherente y más ordenado. La solución que se propone consiste en el módulo base de las crucerías de las naves laterales se encadenan de manera que se une todo el perímetro del edificio y del espacio centra de la cruz latina. Se crea un deambulatorio continuo en el proyecto original.
Museo Nacional de San Marcos:
Este convento se fundó en el siglo XIII, y en 1437 se amplió por la llegada de unos frailes dominicos. Posee la mayor colección de murales de Fra Angelico. Alberga el Museo Nacional de San Marcos.
Ponte Vecchio:
El Puente Viejo (en italiano, Ponte Vecchio) es el puente más conocido y antiguo de Florencia. De origen medieval, fue remodelado durante el Renacimiento, sustituyéndose las tiendas de peleteros por las de joyeros. Fue el único puente que sobrevivió a los bombardeos nazis de la ciudad de Florencia en la Segunda Guerra Mundial, y actualmente es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad y uno de los lugares más frecuentados por los turistas.
A través del antiguo y sugestivo Puente Viejo, sembrado de históricos talleres de orfebres, se llega al barrio de Oltrarno, donde encontramos la gran plaza que acoge al Palacio Pitti, el imponente y suntuoso palacio que fue residencia de los Medici y de los Lorena, con el maravilloso parque y los Jardines Bóboli, espléndido ejemplo de jardín italiano.
En Oltrarno merece la pena hacer una visita al panorámico Piazzale Michelangelo, meta preferida por los turistas debido a la magnífica vista de Florencia y de las colinas circunstantes, y a la iglesia de San Miniato al Monte, uno de los mejores ejemplos de románico florentino.