Nombre: Quỳnh Lan Trinh
Concepto: Dominatrix.
Naturaleza: Bravucona.
Conducta: Masoquista.
Po: El Bandido.
Dirección: Sur.
Dharma El Aullido del Tigre Diablo.
Metas:
Reclamar tu posición como la auténtica heredera del clan Quỷ, destruirlo o sobrevivir a él.
Preludio:
Durante tu infancia tu padre nunca estaba en casa y tu celosa madre te culpaba de volver su vida en un infierno. Te sometió a una estricta y tortuosa disciplina. Con doce años tu madre se enteró de que estaba siendo engañada por otra mujer. Llena de ira, te estranguló hasta dejarte inconsciente. Tu padre la paró, pero resultó herido por arma blanca. Ella entró en prisión, tu padre murió en el hospital y a ti te ingresaron en un internado femenino tras el incidente.
La vida en el internado no fue fácil. Fuiste marginada por tus compañeras y señalada como “la hija de la loca”. Ninguna compañera quería acercarse a ti y las que lo hicieron, fueron castigadas por el resto de las compañeras. La soledad y la marginación alimentó tu ira. Durante la adolescencia vendías cajetillas de tabaco a tus compañeras y tus bragas a hombres viejos pervertidos. Tu actitud violenta y rebelde generaba un ambiente de discordia y miedo a tu alrededor. Una noche, prendiste fuego a tu habitación y te fugaste del internado con la intención de no volver jamás.
Con el dinero que ganaste, viajaste a Saigón, donde sobreviviste a la ciudad durante unas semanas. Comenzaste a trabajar en un bar de alterne nocturno llamado “La Orquídea Escarlata”. Allí te dedicabas a repartir folletos y servir bebidas a clientes vestida con ropa muy sugerente y provocativa con la intención de atraer más clientes y turistas al bar. Por primera vez en tu vida empezaste a pensar que todo iba a ir bien.
Cuando cumpliste la mayoría de edad, te cambiaste el nombre y comenzaste una nueva vida. Tu compañera de trabajo Nhung te enseñó a hablar con los clientes en su idioma, seducirlos con la intención de que confiaran en ti y a robarles sin que se dieran cuenta. Tu jefe y sus gorilas te mantenían protegida a todas horas, pero una noche hubo una pelea callejera cerca del bar. Un hombre que llevaba el tatuaje de un espíritu demonio en su espalda estaba pegando a Nhung. Con la intención de pararlos, entraste en la pelea. El hombre te golpeó y te dejó inconsciente. Cuando te despertaste, el hombre del tatuaje estaba con los pantalones bajados estrangulando el cadáver desnudo de tu amiga. El hombre intentó violarte. Rápidamente, rociaste en su cara tu espray de pimienta. Eso hizo que perdiera el equilibrio y cayera de espaldas sobre los afilados y puntiagudos cristales de una botella rota, atravesándolo y matándolo al instante.
Pasaron varios meses y empezaste a notar que te vigilaban. Una noche estabas volviendo a casa cuando un hombre de alta estatura te asaltó electrocutándote con un taser. Solo recuerdas oscuridad. Al despertar, estabas en una oscura celda, encima una mesa de madera tumbada boca arriba. Atada con grilletes de manos a pies. Completamente desnuda y expuesta con las piernas abiertas. En esa horrible celda, llena de utensilios de tortura, pudiste reconocer a alguien. Era como mirarse al espejo. La mujer se presentó ante ti con elegancia. Llevaba un sugerente y largo vestido italiano de seda de color negro que marcaba su sensual silueta, unos tacones de agujas a juego con el vestido y alta joyería. Su actual nombre es Nanh Máu. Consejera de La gran Matriarca Lưỡi Máu del clan Quỷ de Haiphong. Te confesó que no quería que interfirieras en sus planes de dominación mientras torturaba tu cuerpo según las tradiciones del clan Quỷ. Primero, clavando tus manos y pies con clavos a la mesa de madera. Luego, quemando tu piel con un hierro candente para purificar tu espíritu y no atraer ninguna maldición o mala suerte al clan. Y al final, azotándote con todo tipo de látigos. Tuviste una una revelación cuando sobrepasaste el umbral del dolor y descubriste el placer extremo.
Tu asesina y sus seguidores lanzaron tu cuerpo a las aguas residuales del alcantarillado de Saigón, donde quedó atascado en una rendija y bajo el agua durante meses. Siguiendo el rastro de las ratas, pudiste encontrar tu cuerpo y al igual que las ratas se alimentaron de tu cadáver, tú las consumiste para intentar saciar tu hambre. Pero ese terrible ansia no lo podía saciar la carne de un animal inferior, no tardaste en lanzarte a por tu primera víctima humana. Las noches pasaron y tu actividad no cesó. Noche tras noche atacabas a todos los curiosos que invadían tu refugio. Hasta que un programa dedicado a la investigación paranormal sobre leyendas urbanas grabó uno de tus ataques. Llamaste tanto la atención que fuiste cazada y captura por las Cortes Doradas.
Te encerraron en una jaula y comenzaron a tratarte como un animal. La violencia era tan habitual que te volviste nostálgica recordando los golpes de tu madre y comenzaste a pedir que te golpearan para sentirte querida en la familia. Cuando vieron que estabas disfrutando del dolor, te enseñaron a transmitir el mismo dolor a otros. Al principio matabas solo por diversión. Hasta que empezaste a preguntarte el porqué. Poco a poco recuperaste tu conciencia cuestionándote los métodos de tu familia. Tus observaciones se fundamentaban principalmente en que no tenían una dirección establecida en todos sus asaltos y cacerías. Tú y tu po queréis ver sufrir a tu asesina. De hecho, quieres devolverle el favor que te ha hecho. Clavo por clavo. Durante tu disciplinado estudio, dolorosa preparación, y duro entrenamiento, discutiste con tus hermanas sobre ese asunto y decidieron no apoyarte ni ayudarte.
La Corte Dorada no perdió el tiempo contigo, soltándote cuando pudo al comenzar a hacer demasiadas preguntas. Hicieron bien. Volviste a tu antiguo club para solicitar un nuevo puesto de trabajo, pero esta vez como una dominatrix bien curtida en los secretos del tormento y el placer. Tiempo después por casualidad tus servicios fueron requeridos por Loan el Prestamista, un Tigre Diablo de la Corte de la Unificación que buscaba alimento y diversión. Lo primero no lo encontró, pero lo segundo superó sus expectativas. Después de una sesión que ningún ser humano podría resistir (el rubberdoll fue lo de menos), se ofreció a enseñarte el Dharma del Tigre Diablo, más allá de las vagas instrucciones que recibiste en la Famila de Sangre de la Penangallan.
Viendo las limitaciones de enfrentarte a tus asesinos sola, Loan te ha convencido para unirte a un Wu para que te cubran las espaldas. Dirigido por uno de los Tigres Diablo, Dugu Quibai, el Wu de la Canción de los Secretos y Loan el Prestamista, Mandarín de los tigre diablo de Saigón, han pactado un acuerdo para perseguir una nueva banda de criminales rival que está proliferando en la ciudad. El clan Quỷ.
Mientras, sigues en el club. Tu trabajo es simple. Al igual que una prostituta genera placer a sus clientes, tu generas dolor de forma inimaginable a tus clientes, ocultando tu identidad bajo una máscara de latex. Con esta actividad ganas dinero, placer, sangre y diversión cada noche.
Ficha:
Nombre: Quỳnh Lan Trinh
Jugador: Vein
Crónica: Saigón Nocturno
Naturaleza Wa: Bravucona
Naturaleza Pò: El Bandido
Conducta: Masoquista
Wu: La Canción de los Secretos
Equilibrio: Sintonía Yang
Dirección: Sur
F: 3
D: 3
R: 4
C: 2
M: 3
A: 3
P: 2
I: 2
A: 2
Alerta 2
Atletismo 2
Callejeo 2
Empatia 1
Intimidación 2
Pelea 2
Subterfugio 2
Conducir 1
Etiqueta 2
Interpretación 2
Pelea con Armas 2
Sigilo 2
Finanzas 1
Informática 1
Leyes 1
Ocultismo 2
Shintai Demonio 1
Shintai Carne 2
Prana Yang 1
Mentor 3
Horóscopo 3
Rituales 2
Yin 2
Yang 4
Hun 1
Pò 3
El Aullido del Tigre Diablo 1
Fuerza de Voluntad 5
Ritos:
Joss Salvaje.
Shintai Demonio:
Alas.
Puntos gratuitos:
+1 Disciplinas Shintai Carne
+5 Fuerza de Voluntad
Apariencia: