Contexto: Florencia en 1997

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Nocte Peccatum (Corso)
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Contexto: Florencia en 1997

#1

Mensaje por Corso » 16 Mar 2020, 11:21

Italia, 1997

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Tras la traición del Arzobispo de Milán las negras aguas de la política de La Espada de Caín bajan más revueltas que nunca por la península.

La fuerza con la que esta deserción ha golpeado al Sabbat, especialmente al clan Lasombra, ha puesto en entredicho la posición dominante de los Guardianes entre el resto de clanes que, aprovechando la situación, empiezan a cuestionar, cuanto menos, su capacidad como dirigentes en muchas ciudades de Italia; temiendo, convenientemente, que sea la primera de otras traiciones a razón del avance de una Camarilla cuyos últimos movimientos han tenido como resultado la conquista de varios feudos propiedad de la Secta; entre ellos, Génova.

Las revueltas internas en la Secta no se han hecho esperar entre los más jóvenes de las manadas , incluidos los cachorros Lasombra, que ven una oportunidad única de retar a sus Ductus como primer paso para ir ascendiendo por la resbaladiza escalera de poder de los diversos Arzobispados, sobretodo en las ciudades “gobernadas” por los Magistri.

Por otra parte, el clan Lasombra, poco dispuesto a perder su poder e influencia, se está cerrando sobre sí mismo aplicando, a veces con excesiva vehemencia, una férrea línea disciplinaria para con aquellos que, movidos por la ignorancia y el deseo de menoscabar al Clan, se atreven a poner en entredicho su lealtad y dotes como líderes de la Secta. Incluso hay quiénes dicen que nombres importantes del Clan a nivel mundial han tomado cartas en el asunto y lanzado sus redes sobre Italia; prestos a pescar más influencia y dominio en las agitadas aguas del Mediterráneo.

Y así, llegamos a Florencia; una ciudad que, aunque aún goza de un, aparentemente, estable equilibrio de poderes entre los diversos clanes que conviven en las sombras de las suaves noches de la Toscana, no es ajena a esta volátil situación política.

La actual Arzobispo, Carmina, lleva gobernando la ciudad desde hace casi dos siglos. Pese a que esto se podría considerar algo inaudito, una postura demasiado inmovilista tratándose del Sabbat, y a que los cainitas que habitan en ella (y las manadas nómadas que han estado de paso) siempre han encontrado su gobierno duro y tradicionalista hasta lo implacable, ninguno puede negar que a lo largo del tiempo ha demostrado ser altamente eficaz.

Todos convienen en que la fama de la Toreador Antitribu como dirigente no es infundada, sino que se sustenta en sus grandes dotes y habilidades para mantener la ciudad en un estado de equilibrio interno de sus Cofradías. Hoy por hoy, Florencia es considerada uno de los más importantes bastiones sabbats de Italia y Carmina ha demostrado una inigualable destreza para deshacerse de los intentos de la Torre de Marfil por recuperar el Dominio que antaño poseyeron; y de los pocos insensatos que han retado directamente a la Toreador, que han dado buena cuenta de su lado más letal viéndose reducidos a cenizas, pues Carmina parece ser tan inteligente en la política como salvaje en la Monomacia.

Los más conservadores ponen Florencia como ejemplo en estos tiempos difíciles para La Espada, un referente para las ciudades recién conquistadas y para aquellas ya establecidas, pero no faltan quienes sugieren que el largo gobierno de Carmina sólo obedece al yugo de la costumbre, al buen hacer de su Obispo (Francesco) y al miedo que provoca llevar a cabo una guerra interna que desestabilice aún más a la Secta tras la sacudida interna de la traición del Arzobispo de Milán.

Otros, susurran discretamente en los rincones más sombríos que no tardará en llegar el momento de un forzoso cambio debido a los movimientos políticos y al mortífero cambio de piezas que se juega sobre el tablero que es Italia en los últimos tiempos.

Esos ecos han resonado con más intensidad en el transcurso de los últimos meses. Algo ha sucedido en la ciudad, un hecho terrible que ha puesto en jaque al sabbat florentino. Francesco D´Abraccio, único Obispo de Florencia, ha sido asesinado en su refugio. El hallazgo de sus cenizas ha sido tan desolador y sorprendente, como perentorio. Las Cofradías han empezado a mirarse y vigilarse unas a otras creando un ambiente de desconfianza y tensión interna no visto hasta ahora en la capital Toscana. La Arzobispo, iracunda, ha sacado los dientes y prometido no descansar hasta encontrar al (o los) culpables, iniciando una exhaustiva investigación en la que no escatimará ni esfuerzos ni recursos; y de la que ningún sabbat de la ciudad parece exento.

Esta desgracia ha dejado el puesto de Obispo “vacante” y procurado la llegada del Priscus Dominicus (un viejo conocido consejero del sabbat italiano) a la ciudad, quien, aunque como es tradición en Florencia, ha acudido como consejero y testigo de la proclamación y juramento de un nuevo Obispo, ha levantado todo tipo de sospechas al respecto. El rumor de una próxima confrontación entre la “facción” Toreador y la “facción” Lasombra sobrevuela la noche florentina como un ave de mal agüero. Para colmo de males, o quizá, precisamente por ellos, empieza a ser vox populi la incipiente mala relación de la Arzobispo con el nuevo embajador de Giovanni en la ciudad: Pietro Giovanni; encargado de velar por el antiguo pacto que la Secta rubricó en sangre con los Independientes, el conocido como: "Patto di Firenze"; que sirvió como alianza de unos con otros para arrancar Florencia de manos de la Camarilla, hace ya siglos.


¿Ha llegado la hora del cambio? ¿Realmente Dominicus ha venido solo como testigo? ¿Se verá roto el Patto di Firenze iniciando una guerra entre los Giovannis y el Sabbat? Y si es así, ¿se mantendrán unidas ambas facciones ante el enemigo común o se traicionarán entre ellas utilizando a los nigromantes como aliados? ¿Qué enemigos tenía D´Abraccio? ¿Sabía algo que no tenía que saber? ¿Ha sido el Obispo una nueva cabeza de turco? ¿Con qué propósito?

Son tiempos de conflicto e incertidumbre para La Espada de Caín y el "éxodo Ravnos" por todo el país no deja de acrecentar esa sensación de que una época de gran convulsión esta apunto de instaurarse en la península, si no en toda Europa. Solo tres de los "Pícaros" permanecen en Italia, entre ellos la florentina Giuliana Messina; que aún permanece en la ciudad y quien parece cerrarse en banda a dar explicaciones al respecto. ¿Por qué han decidido los Ravnos dejar de jugar el papel de mediadores que hasta ahora tenían? ¿A qué obedece este éxodo?

Interrogantes, todas ellas, difíciles de contestar bajo una única certeza: tras la caída de Milán, Florencia puede ser la chispa que desate el gran incendio que acabe por quemar a la Secta en la Vecchia Italia.

Y mientras tanto, un viejo conocido de los florentinos parece haber vuelto de su misterioso retiro retomando su antigua labor de "recolector" de trofeos; sembrando el pánico de nuevo entre la sociedad mortal: "Il Mostro" vuelve a matar entre el rebaño.



Sed bienvenidos a: "Nocte Peccatum".

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