Episodio 3. Una oferta

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Re: Episodio 3. Una oferta

#21

Mensaje por Voivoda » 23 Ago 2020, 16:31

@A.H.Thor >>>>> escribiendo....

Lars y Karen se quedan mirando la pantalla, esperando a ver qué más tiene que añadir Herr Hauptmann. A pesar del frío nocturno y de haber salido del edificio donde os ha recibido König, os cuesta quitaros de encima esa especie de esencia a cerrado, que parecía tener ese sitio. Durante unos segundos sólo escucháis la voz de Annelise, aunque apenas podéis distinguir lo que su interlocutor le está diciendo al otro lado del teléfono. Lars no podía esconder su preocupación por la próxima visita al Hospital Amager. No podían permitirse un fracaso, pero su chiquilla aún era demasiado... joven para contener quizá algunas emociones.

- Para algunos, todos lo que no piensen como ellos son "terroristas"- La contestación de Isak hizo que Annelise se alejara unos pasos más. No quería dar demasiadas explicaciones a su Sire y su "tía". Isak no era precisamente de la cuerda, pero no por ello dejaba de ser útil- No, puede dormirse mirando al cielo estrellado, eso no es lo importante... -Isak dejó unos segundos de silencio que servían por sí mismos para que Annelise comprendiera que al menos no era un Vástago el tipo que estaba en manos de la policía- Le conseguí un sitio donde esconderse, ¿sabes?, y lo pillaron allí. No niego que no tenga ideas un tanto... incendiarias, pero créeme, es un tío útil. Necesito que lo suelten. Si hay que pagar una fianza o alguna mierda así, o que vaya a firmar al juzgado o eso, yo me encargaré. Pero me harías un gran favor si algún poli amigo de los tuyos, o algún abogado de esos caros me echara una mano.

Los móviles de Lars y Karen vuelven a vibrar.

@A.H.Thor >>>>> Es un tipo que conocí hace algunos años y que parecía fiel a nuestra causa. Resulta que anda por aquí y se ha ofrecido discretamente a seguir siendo útil.
@A.H.Thor >>>>> escribiendo...
@A.H.Thor >>>>> Sin embargo, no termino de fiarme. Anda últimamente en compañía de cerdos de esos sin oficio ni beneficio, hippies de mierda de esos de Christiania. Y por lo que he sabido hace poco, al parecer tenía escondido en un piso suyo a un terrorista anarquista que había venido de Suecia a Dinamarca a tocarnos los cojones.
@A.H.Thor >>>>> escribiendo...
@A.H.Thor >>>>> Ha estado husmeando por la isla de Saltholm, que parece que es un nido de ratas anarquistas últimamente. He visto en las noticias que unos chavales al parecer han muerto allí hace poco después de una fiesta llena de drogas y alcohol. El mismo día prácticamente en el que descubrimos nuestro pequeño problema del párking. Quizá no tenga nada que ver, pero no me fío.


OFF: Dejo pendiente la intención de Lars de saber algo de Malalt tanto por si queréis hablar entre vosotros como seguir alguna de las dos conversaciones. En caso contrario, ya en el siguiente turno avanzamos de escena y os daría la información que requerís.
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Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 3. Una oferta

#22

Mensaje por Corso » 27 Ago 2020, 02:07

«Quizá no tenga nada que ver, pero no me fío.»

Lo que viniendo de Afred Hauptmann era lo mismo que decir que iban a tener que ser ellos los que intentaran sacarle de dudas. A Karen solo le hizo falta observar a Lars tecleando en su teléfono para saber que todo estaba en marcha.

@K.K. >>>>> Entendido. Acabamos de empezar a trabajar en ello. Ya conoces a L. sería capaz de encontrar a un político honrado en Washington.
@K.K. >>>>> escribiendo...
@K.K. >>>>> ¿De qué tipo de utilidad estamos hablando? Nos ayudaría disponer de algo concreto que nos pueda acercar a Malalt de forma discreta. O, al menos, a saber por dónde «pisar» en la isla.
@K.K. >>>>> escribiendo...
@K.K. >>>>> La investigación sobre nuestro pequeño problema sigue en marcha. Remitiremos noticias en las próximas noches y, tal vez, podamos concertar una cita y vernos.


La Ventrue levantó la mirada, aunque dejó el chat abierto esperando algo más de información que les pudiese ayudar a acercarse a aquel tipo. Entre König y este nuevo «simpatizante» parecía que, últimamente, toda la ciudad se estaba sumando a la causa; algo que, lógicamente, era bastante improbable y que, de la misma forma que eso había levantado las sospechas del líder del partido, la ponía a ella en alerta. Algo verdaderamente importante se estaba gestando entre los sucios comunistas de Copenhague si hasta tenían terroristas suecos metidos en sus apestosas madrigueras.

Entre aquellos pensamientos sus ojos encontraron a Annalise, quién seguía atendiendo a quién fuese que estuviese al otro lado de la línea. Tras pensar en el temor que para con ella había expuesto su hermano, intentó relajar la lógica preocupación, que entendía, nacía del vínculo sire-chiquilla que mantenían.

- No aprenderá ninguna de las lecciones de la noche si a diario no vence algún temor - le dijo, cargando de afecto sus palabras, pero sin dejar ninguna concesión al afán de superación y logro personal del hegemónico linaje al que los tres pertenecían - No debes preocuparte si en algún momento duda o siente miedo, querido, hazlo si no es capaz de superarlo.

Tras aquellas palabras, asintió intentando transmitir que la confianza que ella misma depositaba en Annalise era fuerte y sincera.

- ¿Y bien? - le preguntó, volviendo indirectamente al chat - ¿Tenemos a alguien de confianza que pueda indagar en Saltholm sin llamar demasiado la atención mientras vamos a ver a Bernardette König? Quizá ese terrorista solo sea el primero de una célula infiltrada.

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 3. Una oferta

#23

Mensaje por Nyxe » 29 Ago 2020, 14:25

Annelise puso los ojos en blanco cuando Isak le respondió sobre lo relativo que era el término "terrorista". -"Joder tío, sabes a lo que me refiero"- pensó.

-Está bien, no te preocupes. Si no hay nada más que deba saber, veré que podemos hacer.

Annelise regresó junto a Karen y Lars en cuanto terminó la llamada. Fue a leer rápidamente la conversación que habían tenido con Hauptmann en el chat, pero se quedó con cara de imbécil en cuanto leyó que el tal Laurent había escondido a un anarquista en su piso y sumó dos y dos.

-"El Destino es caprichoso" -escuchó decir a la voz de Mimi en su cabeza.

-Jejé. Jejé. Jejé. -Empezó a decir exagerando la risa nerviosa-. ¿Os acordais de este amigo que me pasó la contraseña del Prins? Adivinad qué favor me acaba de pedir.

Les explicó rápidamente la situación y que Isak aseguraba que era un tío útil. No sabía exactamente qué había hecho, pero sí que era simplemente un humano. Así que Annelise pensaba que podían seguir el ejemplo de Hauptmann con el tal Laurent: averiguar hasta que punto era de verdad útil o peligroso. Si en comisaría comprobaban que le habían detenido "por una buena razón" seguramente podría explicarle a Isak que soltarle era más que "un pequeño favor".

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Re: Episodio 3. Una oferta

#24

Mensaje por Voivoda » 30 Ago 2020, 18:36

@A.H.Thor >>>>> Se ha mostrado predispuesto a sumar para nuestra causa... pero esa es la duda que tengo, que no sé si realmente mantiene ideales puros o se ha vuelto un hippie jugando a hacerse el interesante.
@A.H.Thor >>>>> escribiendo....
@A.H.Thor >>>>> De acuerdo, estamos en contacto.


Karen dejó su pregunta en el aire después de terminar de leer la conversación de chat. Lars escribía como un loco con su teléfono, poniendo en marcha su red de contactos para intentar sacar algo más en claro del tal Laurent. Quería que esas gestiones empezaran a rodar antes de plantearse ir al Hospital Amager o de ver si había algo que hacer en la mierda de isla situada en medio del Mar del Norte, sitio al que no le apetecía especialmente ir.

Karen guardó su teléfono con un gesto elegante, algo mosqueada por la risa floja de Annelise. No le hacía especial gracia que tuviera contacto con el tal Isak, que no dejaba de ser un tipo de sangre mezclada de quien convenía no fiarse. Al escuchar las explicaciones de la chiquilla de Lars, miró a su hermano con un gesto de ave rapaz.

Vosotros tenéis un problema considerable entre manos, pero parece que el tal Laurent también tenía un problemilla...
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Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 3. Una oferta

#25

Mensaje por Corso » 30 Ago 2020, 21:02

Así que, el Señor Hussein necesita que le devolvamos el favor... - exclamó Karen, con un ápice de frialdad en los ojos. Lars, que conocía a su hermana de sangre, sabía que tras la estela de sus palabras viajaba un pequeño dardo dirigido hacia él, e indirectamente hacia Annalise; para quien el comentario podía pasar perfectamente por ser un simple pensamiento expuesto en voz alta. Era una de las ventajas de la relación y de la historia que habían compartido casi desde que salieron de la cuna, esa conexión en la que no era necesario que uno pusiese palabras en su boca para que, de antemano, el otro supiese qué tenía en la cabeza.

La Ventrue solía ser bastante tolerante con algunos de los caprichos sociales de su sobrina y no había ninguna duda de que Karen, salvando las diferencias y distancias lógicas, sentía un vínculo para con ella casi tan fuerte como el de su propio sire; al punto de considerarla, ciertamente, como familia; sangre de su propia sangre más allá del Clan.

Sin embargo, todo tenía una contrapartida y en aquel momento, para ellos dos, como sus mayores, el precio de ser tolerantes quedó sobre relieve. Lars casi podía leer los pensamientos de su hermana. «Annalise había pecado de confianza, e insensatez, al pedir ayuda a aquella serpiente pagana de piel oscura. El bagaje que llevaban a sus espaldas como inmortales les decía que incluso antes de decidirse a darles la contraseña de acceso al Prins, aquel miserable ya sabía lo que iba a pedir a cambio. Prácticamente, Annie, aun sin pretenderlo, le había hecho un regalo bien envuelto y decorado con un lazo y, ahora, era la Coterie la que iba a tener que hacerse cargo de la factura.

-...quién lo habría pensado - guardó unos segundos de silencio antes de cambiar el tono sarcástico a uno mucho más serio - Si algo debemos aprender de los intereses de los hombres es que son como las semillas. Pueden permanecer dormidos durante siglos, y de repente florecer en el suelo más yermo - la extrapolación al mundo de los vástagos era de perogrullo - Aunque reconozco que incluso yo pensaba que ese amigo tuyo tardaría un poco más en cobrarse el favor. ¿Y tú? - le preguntó a Lars, de forma retórica y, quizá, algo punzante.

No tenían mucho más tiempo para incidir en ello, por lo que que Karen hizo un gesto con la mano restando momentaneamente importancia a lo que Lars podía percibir en ella como malestar, aun si hablarse directamente.

Y es que, por suerte, parecía que muchos de los sucesos -y nombres- de esa noche confluían hacia la misma dirección, aunque eso no eximía a ninguno de los tres de las diferentes responsabilidades que tenían unos con otros: Lars y ella misma como «tutores» y Annalise como una joven vampira que debía ir encaminandose hacia una edad más adulta aprendiendo a no dejarse llevar por impulsos, confianzas y lealtades fuera de ellos dos; o en todo caso de la facción.

Parte del éxito, debía ir aprendiendo, consistía en anticiparse a los demás, saber qué es lo que se está dispuesto a pagar por un favor y, finalmente, si uno está capacitado para pagarlo. Con todo, quizá habían encontrado una llave que les diese acceso a saber algo más de Laurent Malalt.

- Aún así, creo que deberíamos acceder a la petición, sacar al terrorista de entre rejas y hablar con él antes de devolvérselo a la serpiente. Intuyo que tengo recursos y contactos suficientes como para hacerlo de forma legal y sin levantar mucho ruido; aunque eso retrasará nuestra visita al Ameger.

Les miró a ambos buscando su opinión para trazar el mejor curso de acción a seguir. ¿Primero Malalt o el «pequeño problema» con el que llevaban lidiando en las últimas noches?

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 3. Una oferta

#26

Mensaje por Nyxe » 03 Sep 2020, 13:10

Annelise bajó un poco la mirada ante la sutil reprimenda de su tía de sangre. Pero aunque no abrió la boca, una parte de ella quería decir "Que conste que yo había propuesto antes sacar la placa". Por otro lado, pensado en el incidente con la IA, posiblemente Lars tuiera razón y con la placa no hubieran llegado tan lejos. Y en el fondo, seguramente aquella coincidencia había sido de lo más afortunada. Ahora sabían que Isak y Laurent trabajaban juntos, y al mismo tiempo tenían a alguien que de un modo u otro era importante para ambos.

-¿Y si hablamos con él antes de sacarlo de entre rejas?
-propuso con cierta timidez. Annelise se imagino a ella o a Lars entrando en la sala de interrogatorios, apagando la grabadora delante de él y diciéndole algo como "venimos de parte de Isak, vamos a intentar sacarte de aquí, pero necesitamos que nos ayudes un poco". Seguro que podían enterarse de qué relación tenía con Isak y el tal Malalt sin que quedase reflejado en ningún expediente. Quizá incluso, si el personaje entendía de explosivos, podía ayudarles a descubrir quién había puesto la bomba bajo su coche, aunque tal vez hiciese falta algo de Dominación por medio.

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 3. Una oferta

#27

Mensaje por Victor_Krugger » 04 Sep 2020, 17:51

Como un mensaje en una botella, el policía había enviado un recado a cada uno de sus contactos y ahora sólo podía esperar. Tras guardar el teléfono, vuelve su atención a Karen y al chat de Bloodspot. Asiente con la cabeza, dando su aprobación a las palabras que su hermana había intercambiado con Hauptmann.

- Ya he lanzado unos cuantos anzuelos, a ver que puedo pescar sobre el tal Laurent Malalt…

Lars entorna los ojos cuando escucha todo lo que su chiquilla relata. Se mantiene en silencio durante unos segundos, piensa por un momento reprimirla, pero entiende que de esta situación aprenderá algo. Siempre se aprende más de los errores que de los aciertos. Se mantiene en silencio tras las palabras de sorna de su hermana de sangre y arquea la ceja izquierda.

- Una sucia serpiente sacando tajada de la situación, asombroso. ¿Quién se lo iba a imaginar?

El humo del cigarro salía desde sus labios, contoneándose como una serpiente entre la maleza, mientras Karen y Annie dialogaban sobre la situación que tenían delante. Durante unos instantes Lars sonrió de manera sincera, y eso, hacía mucho tiempo que no lo hacía.

“Si la vida te da limones… exprímelos…” Aquel dilema se le presentaba a Lars como una oportunidad más que como un problema. Si por lo que parecía, Isak y Laurent trabajaban juntos y ese terrorista que estaba en el calabozo era el mismo que Laurent había ocultado es una de sus casas; quizá y sólo quizá, por una vez podían jugar con ventaja.

- Bueno, lo que sí que no me esperaba es que la codicia del negrata de tu amigo nos iba a beneficiar, más allá de habernos dado la clave para acceder al Prins. Por lo que parece, el amigo de Isak es el mismo amigo de Laurent Malalt. Si eso es así, nos interesa y mucho sacarlo del calabozo y tratar de sacarle toda la información que podamos antes de dárselo al "lengua bífida". Puede incluso, que Malalt también tenga algún interés en la salud del "hombre de los petardos". Así que, creo que nos conviene bastante sacar al anarca del trullo y después decidir. O si queréis podemos hacer un juego a tres bandas… Karen, tú puedes ser la nueva abogada del “Petardos”. Annie, puedes ir al Hospital Amager y ver que te cuentan los niños y yo… dependiendo de lo que averigüen mis contactos, puedo darme un paseo por la isla de Salthom a que me dé un poco la brisa marina y charlar con las gaviotas... o quizá ir a Christiania, sólo espero que no me peguen sus pulgas esos putos hippies… No sé, ¿qué os parece?

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 3. Una oferta

#28

Mensaje por Corso » 06 Sep 2020, 19:30

El silencio y el suave contacto del cuero del volante entre sus manos le resultaban agradables. Ni siquiera puso la radio cuando se subió al Mercedes y dejó atrás, con cierto pesar, a Lars y Annalise.

- Bien, pero tened sumo cuidado y, sobre todo, no dejemos de estar en contacto - fue su escueta, pero significativa despedida. No es que fuese una vampira demasiado sentimental o dependiente, pero el estrecho lazo sanguíneo-familiar que la ataba a ellos solía manifestarse en momentos así de una forma limpia, abierta, clara...Y no le importaba que así fuese porque ¿qué sería de la no-vida si de vez en cuando una no se podía permitir alguna pequeña licencia?

Había pasado una hora de aquello y lo que al principio sintió como una punzada de disgusto por dejarles había dado paso a algo parecido a la tranquilidad después de muchas noches. Encerrada allí, en una carcasa metálica, se sentía "protegida" de la infección social e ideológica que corría por las aceras.

Karen sabía valorar la soledad como el solaz y refugio que era a veces, sobre todo en los momentos en los que la introspección se convertía en uno de los mejores aliados que una podía encontrar en una ciudad que, poco a poco, parecía engullir todo aquello por lo que sus mayores habían luchado. Solo tenía que pensar en lo que cada uno de los tres se iba a ver obligado a hacer y con quién se veían forzados a tratar para darse cuenta de la cantidad de escoria que había encontrado su propio hueco en la noche y había sido capaz de «prosperar».

La basura negra, china y latina. Los homosexuales y los drogadictos. Los comunistas y ecologistas cogidos de la mano dinamitando a base de ayudas sociales lo que con tanto sacrificio había llevado a Dinamarca a despuntar como referente. Bastardos todos ellos. Por doquier, las alcantarillas estaban tan llenas de aquella mierda que ya no podía mantenerse oculta bajo tierra. Ahora parecía que los sumideros vomitaban a las calles del país toda la ponzoña subversiva de aquellos cuya piel, antaño, había sido cosida a latigazos. Una sociedad esterilizada a base de fusilamientos, gas y fuego. Polvo étnico barrido bajo la alfombra que eran las fosas comunes. Tumbas sin nombre para nombres sin importancia. Sucia ceniza que el aire fresco y puro debería soplar y llevarse al olvido como si ninguno de ellos hubiese existido jamás.

Así de fácil era y debía ser, pero ya no...

Ella misma debatía mentalmente sobre la mejor manera de ir al encuentro de uno de esos terroristas. Por Odín, que solo el pensar en prestar ayuda a Hussein, a esa escoria mestiza, le provocaba náuseas. Hasta eso habían llegado las cosas por culpa de la laxitud de algunos de sus propios camaradas, más preocupados en salvaguardar su posición con sucios acuerdos que por mantener a raya a todas aquellas grasientas ratas. Algún día, se prometió; llegará el momento de devolver a todos a sus oscuros agujeros. Algún día...

El ronco pitido de un furgón de reparto la sacó de aquellos pensamientos cerca de la intersección que llevaba a la comisaria, devolviéndola a la realidad. Por instinto giró a la derecha y aparcó en el primer lugar disponible casi de forma inconsciente; como conducida por "algo". Solo con levantar la mirada reconoció el lugar y tras apagar el motor cayó en la cuenta de que llevaba demasiado tiempo sin alimentarse. Su bestia interior había empezado a tomar el control, algo que pudo constatar con un ápice de temor al mirarse en el espejo delantero y descubrirse demasiado pálida y con los caninos medio expuestos al aire. Perder el control era algo que no podía permitirse.

¿Había sido la bestia quien la había controlado y llevado hasta allí? Se preguntó, observando al otro lado de la calle una interminable cola de gente que esperaba a poder entrar en uno de los selectos clubs de moda de Copenhague. Uno regentado por Anne Knudsen y en el que Karen solía saciar su sed.

Sí, pensó, cediendo al impulso de su monstruo interior ¿Por qué no tomar un bocado antes de seguir?

Cerrado

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