Episodio 3. Una oferta

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Episodio 3. Una oferta

#1

Mensaje por Voivoda » 07 Jun 2020, 19:12

"König. Señor Brian König".

La respuesta del hombre de negocios de la Planta X del Prins no era exactamente la que esperábais, pero os ha abierto la puerta a un significativo avance... o a un peligro aún mayor. Un avance o un potencial peligro que os tiene ahora mismo recostados en unos cómodos sofás de un rellano de la planta 18 de uno de los hoteles de cinco estrellas de la ciudad de Copenhague.

La última hora en el Prins no pasará seguramente a los anales de vuestros recuerdos favoritos. El tal Brian König cambió totalmente su actitud tras las palabras de Karen, mostrándose mucho más dispuesto a llegar a un acuerdo con vosotros. Evitó con elegancia cualquier respuesta relacionada con el juez que llevaba su mismo apellido, pero a cambio hizo las llamadas necesarias para que estéis un par de noches después sentados donde estáis ahora. El resto de vuestra estancia en esa planta de depravación moral vino acompañado de los sonidos guturales de todo tipo de comportamientos que es mejor no describir, la alimentación de Lars (que al menos fue agradable), el pago debido a su proxeneta y los remordimientos de Annelise que apostó por mantenerse dentro de los parámetros de la discreción hasta el final de esa noche y a enfrascarse en solitario en sus propios asuntos durante la noche siguiente. El colofón final fue el vómito sanguinoliento de Karen, también en la soledad de uno de los baños de la planta X del Prins, un particular punto final a vuestra estancia allí.

Pero ese "señor Brian König" os ha traído a las puertas de una conversación que promete ser cuando menos interesante. Quizá fruto de la casualidad, quizá de la determinación de Karen, o quizá por el recordatorio de pasadas alianzas, quien se puso al otro lado del teléfono de Brian hace un par de noches fue Matthias König, el reconocido líder de lo que parece una retorcida, y más amplia de lo que imaginábais, familia. El mismo Matthias König que os tiene esperando en este rellano con espectaculares vistas al Mar del Norte.

Greta parece especialmente intrigada por la reunión. Por mera cortesía, los König hablaron con ella al deducir vuestra afiliación tras las palabras de Karen, y Greta ha confirmado que tenéis plenos poderes para hablar en su nombre y en los intereses de los Verdaderos Daneses. Todo un espaldarazo movido muy probablemente por la curiosidad que la misma Greta siente porque el cabeza de la familia Giovanni en la ciudad os haya citado directamente.

Segundos antes de que os inviten a pasar al interior de la suite donde Matthias os espera, vibra el móvil de Annelise con un mensaje de Isak.

"Tenemos que hablar"

Annelise quita la vibración al teléfono y mira a Lars y a Karen esperando que ellos entren en la suite. Sabía que tarde o temprano el regalo del código de entrada al Prins iba a exigir una contrapartida.

Minutos después

Matthias König es un tipo imponente. Su mera presencia transmite liderazgo y seguridad en sí mismo. Una sensación que transmite sin palabras, pero a la que ayuda además su voz grave, su más de metro noventa de estatura, su cráneo sin pelo y su traje a medida. Greta os ha alertado de los rumores que corren alrededor de él: que es un empresario sin escrúpulos, que no le tiembla el pulso a la hora de conseguir sus objetivos mediante el chantaje, la extorsión o directamente el asesinato, pero también que es un político hábil, un hombre que cumple con su palabra y uno de los pocos que, bien por su propia determinación o por los recursos que le pueden amparar, no esconde su simpatía por los Verdaderos Daneses, si bien no forma parte de modo oficial de vuestro movimiento.

Os recibe en una suite de dimensiones colosales que hace esquina en la parte alta del hotel. Los ventanales permiten tener una visión casi absoluta de la mitad noreste de Copenhague, del puente de Oresund, que se vislumbra como una especie de serpiente de luz sobre el mar, y de buena parte de la costa de Suecia. Os invita a sentaros en varios sillones situados frente a una mesa de despacho de amplias dimensiones.

- Perdonad que no os ofrezca nada, no me parecía decoroso preguntarle a Frau von Stauffenberg por vuestros gustos culinarios -dice a modo de cortés excusa mientras se sirve Vitae que cae de una botella semejante a las que se utilizan para el whiskey. Ofrecerle a un Ventrue Sangre que no sea de su gusto concreto es una muestra mayor de descortesía que no ofrecer nada, por lo que valoráis sus palabras. Aún así, os mantenéis alerta ante la sensación de que delante no tenéis a un simple Vástago educado, sino a un tiburón.

Matthias se sienta y os observa uno por uno sin que seáis capaces de desentrañar qué es lo que realmente piensa.

- Hace un par de noches buscábais al juez König, por lo que tengo entendido. Supongo que tendréis muchas preguntas -el Giovanni paladea apenas un sorbo de la Sangre que se ha servido- Bien, podéis preguntarme lo que queráis.

OFF: Karen tiene -4 Puntos de Sangre, Lars -1 (recuperó la Sangre con la chica del Prins, aunque ahora gasta el del inicio de la noche, también recupera el punto de FV perdido) y Annelise -3 Puntos de Sangre.
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LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 3. Una oferta

#2

Mensaje por Victor_Krugger » 21 Jun 2020, 01:02

Lars había acudido a la reunión engalanado con su más elegante traje diseño. Ante todo, quería causar una primera buena impresión al viejo necrófilo con origen alemán. De corte italiano y de color azul marino, conjuntado con un chaleco del mismo color, una camisa blanca y una corbata a juego; aquel traje recordaba al mundo que el policía, a pesar de todo era un Ventrue, un poco atípico, pero un Sangre Azul de los pies a la cabeza.
Al entrar en la guarida del lobo, como buen poli que era, no pudo evitar analizar al Giovanni, su tamaño, su lenguaje no verbal en conjunto, como se movía, la expresión de sus ojos. Tenía muy claro que Greta no había exagerado cuando le dio unas pinceladas sobre quién era Matthias König. Podía ser simpatizante de la causa, pero no cabía duda de que esa simbólica piscina, él era el tiburón y su coterie los pececillos. Era curioso cómo había comenzado la cosa justo al revés, ellos como los depredadores en busca de una presa y cómo las tornas se habían cambiado. Cómo se suele decir, en el vasto mar siempre hay un pez más grande.

Se mantuvo en silencio mientras se excusaba por no ofrecerles nada de beber, era cierto que era una ofensa ofrecer a un Ventrue una sangre que no era de su agrado.

-Perdonad que no os ofrezca nada, no me parecía decoroso preguntarle a Frau von Stauffenberg por vuestros gustos culinarios.

“Es comprensible, aunque hubieses preguntado, Greta no te lo habría dicho. Aunque, también podrías no beber vitae delante de nosotros, Lex Luthor de pacotilla. Pero al fin y al cabo estos son tus dominios, por lo que bien puedes hacer lo que te plazca”. -pensó.

El policía, desbrochó su americana y tomó asiento en uno de los sillones y por un momento echó un vistazo al puente de Øresund. Las palabras del Giovanni le sacaron de su propio ensimismamiento, volviendo su atención hacia él.

- Hace un par de noches buscabais al juez König, por lo que tengo entendido. Supongo que tendréis muchas preguntas. Bien, podéis preguntarme lo que queráis.

- Mucha gracias por atendernos, Herr König. Supongo que como hombre de negocios debéis ser alguien ocupado. Es de agradecer que os hayáis tomado la molestia de reuniros con nosotros….-El tono de voz de Lars era tranquilo y pausado, realmente quería agradar al Giovanni.- El caso es que buscábamos al juez porque nos llamó poderosamente la atención de que él mismo había firmado una orden de traslado habiendo una investigación en curso, saltándose así todos los parámetros legales. Siendo él mismo juez, coincidirá conmigo que es algo bastante sorprendente. También nos llamó bastante la atención comprobar que el traslado se hizo a una funeraria propiedad de la familia König, una vez más, y perdón por repetirme, sorprendente. Pero más sorprendente, valga la redundancia, es saber que los König son simpatizantes de la única y noble causa de los Verdaderos Daneses, pero que estos no hayan sido informados de todos estos movimientos por parte de los König. Teniendo en cuenta de que ambos compartimos los mismos intereses, es asombroso.- Lars, se recostó a la vez que posaba el tobillo de su pierna derecha sobre la rodilla izquierda. – Así que nos preguntamos, Herr König, ¿por qué? ¿Por qué nuestros aliados nos ocultan, tras el mayor ataque al movimiento en años, que han trasladado los mismos cuerpos que son la prueba irrefutable de todo lo sucedido sin decirnos nada al respecto? Obviamente, pensamos que lo han hecho por el bien del Partido y de la causa. Pero, ¿por qué ocultarlo? ¿Qué más se nos ha ocultado? ¿Puede que sepan nuestros amigos los Giovanni más de lo que parece? ¿Puede que sepan quienes perpetraron aquel vil ataque? ¿La verdad? No lo sé, somos todo oídos Herr König. Por favor, sáquenos de dudas. Y si cree que hay algo relevante que quizá debamos saber, por favor, no dude en contárnoslo. Para eso hemos venido.

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Re: Episodio 3. Una oferta

#3

Mensaje por Voivoda » 21 Jun 2020, 14:30

Eleazar escucha con atención, saboreando la Sangre y sin interrumpiros. Su aspecto a mitad de camino de un empresario hecho a sí mismo y un nadador olímpico cuyo traje se ajusta a la perfección a sus anchos hombros tiene, además, un cierto aire antinatural. König no se molesta en parpadear, simular la respiración ni ningún otro gesto que pudiera humanizarle, por lo que en los momentos, como este, en los que está sumido en un largo silencio parece realmente una estatua de un gladiador que cada poco tiempo se mueve repentinamente, generando un efecto algo inquietante.

Las palabras de Lars se quedan por un momento flotando en el aire. Tanto Karen como Annelise reconocen en las mismas la severidad y contundencia de Greta. Lars es probablemente el que da menos rodeos de los tres, pero al mismo tiempo esa capacidad le rodea de un aura de liderazgo innata. König contesta con suavidad y sin ningún signo de arrogancia, como quien describe la realidad indiscutible que figurara en cualquier contrato.

- Mis primos italianos me preguntan mucho por los Ventrue, ¿saben?. Allí no hay muchos miembros de su Clan y están acostumbrados a tratar con los Lasombra, lo que les puedo asegurar que es un tormento. Yo siempre he sentido simpatía por ustedes por su claridad y falta de dobleces. Le agradezco sinceramente su honestidad -dice señalando a Lars con su vaso- Su propia determinación en el Prins les ha traído hasta aquí, lo que no es un logro al alcance de todos.

- En todo caso, quisiera hacer una aclaración. Los intereses de mi familia y de mi empresa son una misma cosa, y es a ellas a quien debo lealtad y rendición de cuentas. Siempre que he tenido que trabajar con su Sire y sus aliados han sido unas relaciones justas y beneficiosas para ambos, pero desde, digamoslo así, la lealtad institucional. Capitalista, si prefieren el término -König bebe un poco más y aparta el vaso de sí mientras se recuesta un poco hacia delante en el escritorio- Pero no tenemos obligación contractual alguna para informarles a ustedes o sus aliados de nada que no consideremos que deba ser informado.

Las palabras de König son monocordes, ni una sílaba por encima de la otra, aunque no dejan lugar a resquicios.

- En todo caso, en honor a su honestidad y a la determinación de la que les hablaba, contestaré a sus preguntas. ¿Hemos utilizado vericuetos que pueden incluso rozar en lo ilegal en el asunto que nos atañe, haciendo uso de nuestra influencia entre la magistratura y nuestra posición empresarial?. Sí. ¿Nos llevamos los cuerpos? Es correcto. ¿Tenemos información que puede ser de relevancia para su investigación?. Probablemente también. ¿Sabemos quién perpetró el ataque?. Es muy posible.

König deja unos segundos de silencio en los que casi podéis sentir que el aire se espesa. Acostumbrados como estáis a que entre Vástagos nunca se avance más allá de las medidas verdades, os deja con el paso un tanto cambiado la tranquila y contundente sinceridad de König.

- Lógicamente, como les comentaba antes, nuestras relaciones han sido beneficiosas gracias a los acuerdos justos a los que hemos llegado anteriormente. Como podrán comprender, al enterarme de su presencia en el Prins y después de conversar con Greta, que haya aceptado esta reunión implica que quiero hacerles un ofrecimiento. Y que Greta les haya enviado a ustedes a este encuentro deben considerarlo también un relevante respaldo. El asunto es simple -la voz de König toma por primera vez un tono más humano y menos mecánico- Nos gustaría poder comprar el edificio de Christiani & Nielsen. Sin regateos, a un precio justo en coronas, euros o dólares que podamos acordar su Clan y nosotros. No interferiremos en los negocios de esa empresa ni en los intereses que ustedes tengan en ellos. Solamente queremos la propiedad del inmueble. A cambio, yo mismo les daré información que creo que va a ser de especial relevancia para ustedes.
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Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 3. Una oferta

#4

Mensaje por Nyxe » 21 Jun 2020, 22:37

Antes de entrar a la reunion Annelise le escribió a Isak rápidamente "Te llamo en media hora". No tenía intención de perderse la reunión. Sabía que si se había librado de la bronca por el incidente con el holograma había sido porque al final habían conseguido llegar hasta König (hasta los dos), y no quería tensar mas la cuerda. Aunque seguramente serían Karen y Lars quienes mas hablasen. Si ella lo hacía sería simplemente para las cuestiones mas técnicas sobre los cadáveres. Por eso había tratado de vestirse de la manera mas formal posible, mas "de trabajo". Se había recogido el pelo en una coleta sencilla, llevaba una americana blanca, y se había puesto unas gafas sin graduar. Así que se sorprendió cuando la conversación tomó un giro completamente distinto.

Annelise no dijo nada, pero no le gustaba nada el "trato" que König les proponía. Le parecía injusto por una sencilla razón, eran ellos quienes les habían quitado los cadáveres. Si ellos hubiesen podido verlos pero los Giovanni hubiesen descubierto algo mas, entonces tendría sentido que les ofrecieran algo. Posiblemente pudiesen sacar algo mas de los cadaveres que ella. Suponía que el sobrenombre de nigromantes les vendría de algun lugar. Pero el trato no era por contarles lo que sabían, sino por no impedirles que ellos descubriesen nada. Eso era chantaje.

Annelise le lanzó una mirada a Karen y Lars, sutilmente enfadada. El trato le parecía malo a menos que fuera verdad que König ya había hecho toda la investigación por ellos. Porque tampoco creía que fuese posible resolver todo el misterio solo con los cadáveres. E incluso aunque asi fuera, que los Giovanni tuviesen la sede de Christiani & Nielsen le parecía hipotecarse. No sabía cómo, pero estaba segura de que eso podría causarle problemas a los Ventrue en un futuro. Sin embargo, dejó que fueran Lars y Karen quienes decidieran si declinaban (y si hacían pagar a los Giovanni por intentar chantajearles), o si aceptaban. Annelise se preguntó hasta que punto sería posible trasladar la empresa si los Giovanni se hacían con el edificio. Quizá fuese demasiado complicado, pero por lo menos la parte de vender un edificio en el que se había cometido un homicidio múltiple estaría resuelta.

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 3. Una oferta

#5

Mensaje por Corso » 05 Jul 2020, 13:24

Karen presenciaba el desarrollo de la reunión con un perfecto porte regio, en gesto y tono. Iba elegantemente vestida con un dos piezas de alta costura italiana – quizá, elegido a propósito – que remarcaba la esbelta elegancia de su sugerente feminidad, unas formas esculpidas durante años por la práctica de la esgrima y que la dotaban de un cuerpo ágil, tonificado y distinguido. En su cabeza, un imposible recogido de pelo blondo podía evocar a una corona de trigo para el ojo bien entrenado en atender a los pequeños detalles; que si bien no impelía ofensa o desaire no dejaba de remarcar, como parte del conjunto, el linaje de su portadora.

La Ventrue observaba al Giovanni con confianza y una contundente sonrisa mil veces ensayada ante el espejo hasta parecer realmente sincera y agradable. Los tres podían percibir una gran serenidad en sus ojos, pero quienes la conocían bien, como era el caso de su hermano y su sobrina de sangre, sabían que tal imperturbabilidad era el parapeto tras el que se escondía cierto grado de resquemor por la celeridad con la que Lars y König habían llegado al punto de la conversación en el que se encontraban. Demasiado directo para el gusto de alguien, ella, más inclinado a ir desnudando, capa a capa, los ropajes de esa puta llamada “negociación”.

La Ventrue contuvo un estéril e inconveniente suspiro de malestar tras las palabras de ambos y miró, discretamente, de soslayo a su vehemente hermano. Lars, y podía deberse a una innata deformación profesional, solía ser conciso, directo y poco amigo de andarse con rodeos – lo que muchas veces era la mejor baza que tenían como Coterie - pero había situaciones en las que ese ímpetu podía jugar en su contra; como cuando en frente se encontraba alguno de los peces gordos de Copenhague; en ese caso, el puerco usurero que era Matthias König. Este, mucho más versado y experimentado a llegar a acuerdos – como cualquier Giovanni de su posición – se movía con una fluidez sobresaliente en cualquier mesa de negociación, seguramente mucho mejor que ellos tres y debían estar bien despiertos para que no les llevase a una posición de clara desventaja.

Por eso, aún sin haber dicho nada todavía, donde el nigromante encontraba gratitud por la franqueza de Lars ella observaba precipitación. Era el eterno juego de matrioshkas entre inmortales lo que allí estaba aconteciendo y las muñecas estaban siendo levantadas demasiado apresuradamente. Podía ser que el nigromante fuese un vástago tan directo como su hermano, pero que hubiese puesto sobre la mesa sin ninguna reserva y desde el principio sus cartas hizo pensar a Karen en si la urgencia por hacerse con la sede de la constructora no sería algo más revelador de lo que parecía. ¿Acaso la forma más rápida de hacerse con aquello que uno quiere no es, en numerosas ocasiones, darle a los demás lo que necesitan bajo la apariencia de una ganancia mutua?

- Con el debido respeto, señor König – dijo pausadamente, entrando en la conversación – convendrá con nosotros en que un acuerdo de tal envergadura requerirá algo más de su tiempo asintió con franqueza, buscando conformidad en el miembro del Natlige.

- Entienda que el primer punto que forzosamente debemos aclarar es el por qué han decidido ustedes privar a nuestra facción de un curso de investigación propio, el nuestro, al llevarse ilícitamente esos cadáveres a través de sus recursos e influencia empresarial y judicial. Al fin y al cabo, tal contratiempo aconteció en el mismo lugar sobre el que está interesado en obtener propiedad. Una propiedad que a día de hoy, al menos, pertenece a los Verdaderos Daneses; tanto como sus activos. Vivos...o muertos, como es el caso de esos niños. Algo que no deja de ser una curiosa y ventajosa coincidencia – el tono de Karen no admitía ningún tipo de interpretación a ofensa o acusación -al menos directa- pero claramente el grosor del eco de sus palabras no la situaban en el banquillo de la inexperiencia ni en el de los fácilmente impresionables.

- Y la segunda cuestión que se plantea es, como ya debe suponer, si el precio de la información que dice que nos puede ofrecer esta en consonancia con el valor del inmueble que sirve como sede de C&N. Parece un hombre al que le gusta la claridad. Así que, por favor, le pediría que fuese claro y que dejase a un lado las palabras “posiblemente” y “probablemente” – la sonrisa de la Ventrue no perdió un ápice de su milimétrico diseño mientras hablaba – con el fin de que nos ayude a convencer a aquellos a los que representamos de que su intención no es revendernos algo que ya nos pertenecía. O no solo por una información que nuestro movimiento, a través de sus propios recursos e influencia, hubiese podido obtener. Me refiero a otro tipo de información; la reservada a las habilidades de su clan, por supuesto.

Karen cruzó una pierna sobre otra con elegancia y acomodó la espalda sobre su asiento, casi como si se sintiese cómoda. Algo realmente difícil delante de aquel gran tiburón de la noche que, en realidad, no es que le transmitiese tranquilidad, precisamente.

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Re: Episodio 3. Una oferta

#6

Mensaje por Voivoda » 05 Jul 2020, 20:51

- Los negocios, señora Klausen, son como una carrera de Fórmula 1. Simplemente, salimos más rápidos.

König habla sin que una palabra suene más alta que la anterior. No es una demostración de arrogancia, simplemente describe los acontecimientos como si fueran inevitables. Para un Ventrue es perfectamente posible evitar lo que a todas luces suena... rudo, maleducado. Una especie de robo. Pero la familia Giovanni se había ganado la posición y la fama que tenían con esos movimientos. Movimientos que los hacían despreciables para alguien como Karen, pero también adversarios dignos y aliados poderosos. A veces es mejor estar al lado de la serpiente que enfrente de ella.

El Giovanni vuelve a apoyar sus codos en la mesa, haciéndose más imponente ante la cercanía de su cuerpo de nadador olímpico o de estibador portuario.

- El caso es que los cuerpos no son propiedad de nadie. Fueron localizados en un edificio de sus asociados y en caso de ser de su propiedad, como usted defiende, estarían ante un gravísimo problema legal si este asunto deja de estar más o menos contenido y se convirtiera en portadas de telediarios y periódicos. -la mirada de König se entrecierra ligeramente, recordándoos a un tiburón o un ave rapaz. Karen es consciente de que König intenta encerrarla en su propio argumento y, al mismo tiempo, siente cierto alivio de haber intentado contener el oleaje del incidente moviendo sus propios hilos- Ni ustedes ni nosotros queremos que eso suceda, de ahí que este acuerdo sea beneficioso para todos. Por supuesto que ustedes pueden intentar conseguir la información que no tengan por los medios que consideren necesarios. Es justo y no dudo de sus capacidades, al fin y al cabo ustedes mismos son especialistas con muy diferentes habilidades según la propia señora Von Stauffenberg me recordó al recomendarme mantener esta reunión.

König se reclina de nuevo en su asiento. Parece pensar en algo durante unos segundos antes de continuar.

- El valor de la información potencialmente es aún mayor que el del propio inmueble, señora Klausen. Este acuerdo, de hecho, nos vinculará a ustedes y a nosotros a trabajar en el futuro codo con codo debido a la relevancia de este incidente. -König os mira uno por uno- Ahora ya depende de ustedes llegar a la meta más pronto o más tarde.
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Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 3. Una oferta

#7

Mensaje por Nyxe » 14 Jul 2020, 00:21

Annelise asintió a las palabras de su tía de sangre, pero no le gustó nada la insinuación de König de que ellos tendrían problemas de descubrirse los cadáveres. En teoría, que hubieran aparecido en el aparcamiento de su edificio no significaba nada. De cada al mundo mortal, la culpa dependía de lo que determinase la investigación -es decir, de ellos-. Claro que no les convenía que la policía metiese mucho las narices, pero no era su problema más que del resto de la Estirpe.

-¿Y por qué quieren el edificio exactamente?
-se atrevió a preguntar Annelise, intentando poner cara inocente y parecer lo menos desconfiada posible. Fuera verdad o no que pretendía negociar de forma amistosa, no se le ocurría qué podían sacar de la propiedad nominal del edificio. Salvo entorpecer cualquier cosa que ellos quisieran hacer dentro cuando menos les conviniera.

Annelise también quería preguntarle si podían ver los cadáveres mientras lo pensaban y hablaban con quien tuvieran que hablar. Si se suponía que König no pretendía chantajearles, no debería ocultarselos. Pero esperó a ver si Karen o Lars tenían algo más que decir.

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 3. Una oferta

#8

Mensaje por Victor_Krugger » 19 Jul 2020, 00:13

Y por fin la leona había despertado, mientras tanto Lars permanecía en silencio y analizaba el desarrollo de la conversación entre Karen y König. Estaba claro que Karen había nacido para los combates dialéctico, pero el Giovanni era un duro adversario, quizá era más de lo que ella podía morder.

“En todo caso, aunque los cadáveres no fuesen propiedad de nadie, algo muy discutible, puesto que, en un principio, pertenecieron a las almas de los niños que los habitaban y en última estancia, como objeto ya inerte, pertenecían a quien o quienes los habían llevado hasta el edificio.”-Meditaba Lars.- “De todas formas, evitando el debate moral y filosófico sobre la cuestión de la propiedad de los cadáveres, una cosa si era cierta, el edificio pertenece a los Verdaderos Daneses, grupo al que no pertenecen los Giovanni, a pesar de mostrar su simpatía abiertamente. Por lo que, estos habían cometido allanamiento de una propiedad privada cuando se llevaron los cuerpos. Allanamiento de morada con alevosía y premeditación, sin el consentimiento de los Verdaderos Daneses, si esto no fuese así, no estaríamos aquí hablando con este escualo calvo italo-alemán. Se me ocurre que quizá fueron ellos mismos lo que pusieron los cuerpos… por eso fueron los primeros en llegar a recogerlos y por eso lo hicieron a escondidas… su objetivo era hacerse con el control del edificio desde el principio. Hacerse con el control de una empresa como C&N era como morder a los Verdaderos Daneses en las mismísimas pelotas. Un activo financiero como ese era demasiado importante como para dejarlo marchar. No me lo trago, algo me huele mal. ¿Pero que coj… Annie?”

Lejos de estar molesto con la franqueza de su chiquilla, estaba orgulloso de que hubiera sido capaz de deshacerse de su timidez o cobardía por estar “jugando con los mayores”. De hecho, un gesto como ese era lo que se esperaba de ella. Ya iba siendo hora de que enseñase los colmillos. "Lo más seguro es que quieran el edificio para montar una orgía necrófila en el parking…”

-Me encantaría fervientemente que respondiese a esa pregunta Herr König. Por otro lado, me gustaría remarcar que la petición que nos hace, no es algo que podamos decidir a la ligera. Es una decisión muy importante y quizá sería demasiado precipitado darle una respuesta firme en este preciso momento. Compartirá conmigo que Christiani & Nielsen es un activo económico muy importante para la causa como para cedérselo así sin más. Hipotéticamente hablando, digamos que no está en venta, ¿en ese caso cuál sería su contraoferta?

“Venga Lex Luthor folla muertos, demuéstrame cuánto quieres ese edificio”

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Re: Episodio 3. Una oferta

#9

Mensaje por Voivoda » 19 Jul 2020, 20:59

- Por supuesto, entiendo que no voy a obtener una respuesta en esta noche, ni es esa mi intención. Seguro que tendrán que comentarlo con sus superiores y seguir negociando. Es lo más lógico y, por fortuna, el tiempo es algo que corre siempre a favor de gente como nosotros.

La voz de König, a pesar de la extraña mezcla de su acento con dejes germánicos, es suave como lo era el canto de las sirenas que intentaban atraer a Ulises. No os pasa desapercibido que en el terciopelo de su respuesta se esconde el metal de ese "superiores" con el que el Giovanni os situaba de un modo sutil en un lugar determinado de una escalera, de la cadena trófica. Hacía unos minutos os felicitaba por estar en esa escalera, pero ahora recordaba que había otros peldaños por encima donde estaban otros ocupantes.

Quizá era su manera de mostrar cierto desagrado por la pregunta de Annelise, totalmente inesperada para él. Pero ni Lars ni Karen dijeron una palabra. Era cierto que la más joven de los tres había demostrado recientemente ser quizá demasiado impulsiva. No es menos cierto que vuestro Clan respeta y promociona a quien, aun a riesgo de equivocarse, se otorga a sí mismo el control de su voluntad y de su determinación. No iban a ser paternalistas. Si el Giovanni quería una partida, los tres ibáis a mover ficha. Annelise notó de modo innato ese respaldo de su Sire y de su tía de Sangre, lo que hizo que creciera un cierto orgullo en su interior.

König deja que reposéis su respuesta antes de seguir hablando, mirando sin cortapisas a Annelise, cuyo orgullo creciente se ve ensombrecido por la presión de la propia mirada del Giovanni, que transmite un poder centenario.

- El edificio tiene una poderosa resonancia en el mundo de los muertos. A mi familia le gustaría poder investigarlo a fondo, sin perjuicio de la actividad que sus asociados desarrollen allí y en la que no tenemos ningún interés. Y, como les digo, podremos mover los hilos necesarios para que el incidente del párking no les perjudique.

El Giovanni se reclina de nuevo y os recuerda a una especie de militar o centurión romano embutido en un traje a medida. Mira ahora a Lars.

- Nuestra oferta es muy generosa, no regatearemos en el precio. Si este trato no cristaliza, no habrá otras ofertas. Ustedes seguirán su camino y nosotros el nuestro. Pero créame, la información que conocemos es relevante para su Clan.

König extiende sus manos sobre el escritorio.

- ¿Alguna duda más? Si no es así, no quisiera hacerles perder más tiempo, mi secretaria les proporcionará un enlace de una sala privada de Bloodspot en la que podrán contactar con nosotros cuando hayan tomado una decisión.
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Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 3. Una oferta

#10

Mensaje por Nyxe » 21 Jul 2020, 12:36

Annelise parpadeó cuando escuchó lo de la resonancia. Por un momento no supo si pretendía que se lo creyesen, o si símplemente les había soltado una tontería para que entendieran que no tenía ninguna intención de decírselo. Pero una parte de ella le recordó que había cuatro vampiros en la habitación.

Desde que se transformó en vampira había tenido que reconocer que había muchas cosas que simplemente no entendía. No es que renunciara a llegar a hacerlo algún día y en su lugar se creyera las leyendas de Caín u Odín, pero había muchas cosas a las que la ciencia mortal no se había ni acercado. Por ejemplo la Dominación. No era hipnosis, era una cuestion de pura voluntad. Cuando miraba a los ojos a alguien podía sentir su conciencia, y no de forma metafórica. Dubois también le había dicho una vez que muchos Toreador podían ver auras, pero lo había hecho sin darle ninguna clase de misticismo. Como cuando Lars le dijo que podían forzar a su corazón a latir si en algún momento lo necesitaban. De repente, que unas muertes dejasen una "resonancia" en el lugar donde se habían producido, una que el llamado "Clan de la Muerte" podía leer, parecía incluso factible.

-Yo sí -se adelantó cuando preguntó si querían algo mas-. Ha dicho que no interponen en que nosotros investiguemos por nuestra cuenta. ¿Podría examinar yo los cuerpos? Ayudaría a convencer a los demás de que la información vale la pena -dijo sin llegar a matizar si el resto de Ventrue estaban por encima de Karen y Lars o no.

Cerrado

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