Álex os guía por las calles del distrito de Vesterbro, repletas de vida en las primeras horas de la noche. Locales de ambiente, locales de BDSM, tiendas regentadas por asiáticos con trastiendas que apenas llegan a intuirse, grupos de jóvenes de estética neo-punk bebiendo en la calle y haciéndoos gestos cuando pasáis, trapicheos apenas visibles en callejones... Vesterbro no es el barrio en el que uno piensa primero cuando piensa en Copenhague. Álex y Jasper desentonan menos en el ambiente de las calles, aunque Laurent no puede evitar sentirse algo incómodo. En todo caso, su mente está demasiado repleta de distintos pensamientos por los sucesos de las últimas noches como para preocuparse por una mirada extraña de un gótico con decenas de tatuajes.
Minutos después
https://youtu.be/7j19_w7k3Ak?t=53
La música del antro en el que Job os ha citado convierte vuestros cuerpos en cajas de resonancia no-muertas. Es difícil no sentirse parte de una especie de ritual tántrico con el ir y venir del ritmo, mientras camináis sorteando el sudor y otro tipo de fluidos de los mortales que salen a vuestro paso. Job ha indicado a Álex que debéis pasar a una estancia privada en la parte trasera del local, por lo que tenéis abriros paso hasta llegar a una pareja de chicos apenas vestidos con cintas de cuero que follan moviéndose al ritmo de la música. Uno de ellos intenta lamer a Jasper a su paso, lo que el Caitiff esquiva murmurando todo tipo de palabrotas. Detrás de la pareja está la puerta de color rojo que Job había indicado a Álex que debían cruzar.
Jasper guarda su móvil después de ver los últimos pantallazos que le ha enviado su cuñado. Todos los medios siguen dándole vueltas al caso de corrupción relacionado con obras en el puente de Oresund. Curiosamente, MT Hojgaard, que había estado al principio en el ojo del huracán, ahora se había unido a quienes presentaban su propia demanda contra algunos políticos supuestamente corruptos. La empresa se consideraba víctima de los engaños de dichos políticos.
Finalmente, llegáis a la sala privada, un espacio pequeño con una barra americana y sillones acolchados. Job os espera sentada en uno de los sillones, que conforma un círculo con espacio suficiente para los cuatro y una mesa en medio. En la mesa observáis un pintalabios, un móvil de última generación y una bolsa con cocaína, lo que despierta de inmediato a la Bestia de Jasper, que nota sus susurros y leves gruñidos de placer y deseo. Job es un transexual que aún no se ha operado. Tiene cuerpo de hombre, si bien es extraordinariamente delgada, pero viste con ropa ajustada, y carísima, de mujer. Su manicura es perfecta, su rostro de rasgos asiáticos parece el de una felina gracias al cuidado maquillaje y sus movimientos son sinuosos y gráciles.
- Álex, querida, qué ganas tenía de verte, estás estupenda -saluda con una amable sonrisa a la Brujah y os invita a sentaros con ella. Su fortísimo acento norteamericano es fácilmente detectable en su danés no demasiado bien estructurado- Tú debes ser Laurent -dice sonriendo al Toreador, que aún no sabe si decantarse por la fascinación o la repulsa- Y J.R. -Jasper se sorprende de que utilice sus iniciales, código que suele usar para su trabajo informático- He seguido tu trabajo de cerca, no, no te lo tomes a mal, eh, sólo ha sido un vistazo profesional. Me gusta lo que haces, no creo que tuvieras culpa en el apagón, sinceramente.
La curiosidad de los tres es creciente cuando vais tomando asiento.
- Bueno, ¿qué es eso que me va a interesar tanto?
OFF: Álex -2 Puntos de Sangre. Jasper -2 Puntos de Sangre y FV llena de nuevo. Laurent -1 Punto de Sangre y -3 de FV.
Episodio 6. Revelaciones y voces en la mente
Moderadores: Pagliacci, Jebediah_Gogorah, Ilitia
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
Contrabandista
Re: Episodio 6.
Malalt se adentró asqueado en aquella Sodoma, el club olía a semen rancio, cuero y sudor, parecía que no había tenido suficiente con Sorensen. Aquello era pasional, pero libidinoso, no era arte, sino un mero ejecicio de vulgaridad. Todo este ambiente, esta decandencia, era gasolina entre los Verdaderos Daneses, el toreador estaba seguro de que más de uno y de dos de entre sus viejos camaradas querría ver a Job muerta.
El contrabandista asintió ante la pregunta de la tremere y dejó que fueran sus compañeros de coterie los que dirigieran la conversación, confiaba en ellos y sabía que conocerían los códigos de etiqueta de aquel club mejor que él. El francés deslizó la mirada por la trasvesti, poseía un atractivo pervertido y un peligroso carisma que tentaba al exceso y el pecado. Malalt sintió deseos de castigarla, de que se arrodillara ante él, de fustigarla hasta hacerla sangrar, penetrarla con sus colmillos y beber de su cuello destrozado.
-Gracias por recibirnos- expresó Laurent algo confuso.
El contrabandista asintió ante la pregunta de la tremere y dejó que fueran sus compañeros de coterie los que dirigieran la conversación, confiaba en ellos y sabía que conocerían los códigos de etiqueta de aquel club mejor que él. El francés deslizó la mirada por la trasvesti, poseía un atractivo pervertido y un peligroso carisma que tentaba al exceso y el pecado. Malalt sintió deseos de castigarla, de que se arrodillara ante él, de fustigarla hasta hacerla sangrar, penetrarla con sus colmillos y beber de su cuello destrozado.
-Gracias por recibirnos- expresó Laurent algo confuso.
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Jasper Rohde (Jebediah_Gogorah)
Caitiff Programador
Re: Episodio 6.
No se podía engañar, J.R., empezaba a estar en su salsa. Aunque la música no era del todo de su agrado, aquel ambiente denigrante de sexo, alcohol y drogas levantaba los más puros, pervertidos y denigrantes instintos del paria.
Más de una ocasión, se hundió en la galantería dialéctica del transexual, mientras sus ojos se perdían en el polvo blanco. Miraba alrededor de todos, su pequeña tropa de aduladores, preguntándose cual de ellos estaría colocado. La bestía rugió en su interior, y deseo estar clavando sus colmillos en alguna carótida y sentir aquella vitae enharinada bajando por su garganta. Apretó el vial de sangre en su bolsillo, más como un fetiche que por necesidad de beberla, intentado evadirse de aquellos pensamientos y prestar atención a lo que la bruja brujo decía.
Para mejorar su noche, Job le había lanzado un piropo y le había expiado de culpa de lo de Bloodspot. Jasper estaba pensando seriamente en mudarse a vivir en aquel antro, y que la última de las noches, la más oscura, lo pillara drogándose y bebiendo, como si eso, como si no hubiera un mañana. Que descubriera su sobrenombre en la red, le sorprendió, pero levemente. La verdad que no se podía decir que el Caitiff, se hubiera estrujado el cerebro buscando un nick elocuente, sino más bien rozaba la simpleza.. y desde luego, poniendo sus credenciales, no buscaba el anonimato. Esperaba que el mismo, se lo diera, su banal existencia.
Sonrío a la Tremere - Gracias Job - Se había dado cuenta de su saludo coloquial, pero antes de añadir un señor o señora previo al nombre, al miedo a meter la pata, prefirió coger el camino del medio. Iba a dejar que hablara Alex, ya que al fin y al cabo era su contacto. Sabían para lo que estaban allí, y no les sobraba el tiempo, asi que sin mediación alguna, sacó el vial de sangre y lo puso en la mesa, justo enfrente de Alex, pero a la vista de Job. Se recostó en el sofá, intentando alejar la droga de su campo de visión.
Más de una ocasión, se hundió en la galantería dialéctica del transexual, mientras sus ojos se perdían en el polvo blanco. Miraba alrededor de todos, su pequeña tropa de aduladores, preguntándose cual de ellos estaría colocado. La bestía rugió en su interior, y deseo estar clavando sus colmillos en alguna carótida y sentir aquella vitae enharinada bajando por su garganta. Apretó el vial de sangre en su bolsillo, más como un fetiche que por necesidad de beberla, intentado evadirse de aquellos pensamientos y prestar atención a lo que la bruja brujo decía.
Para mejorar su noche, Job le había lanzado un piropo y le había expiado de culpa de lo de Bloodspot. Jasper estaba pensando seriamente en mudarse a vivir en aquel antro, y que la última de las noches, la más oscura, lo pillara drogándose y bebiendo, como si eso, como si no hubiera un mañana. Que descubriera su sobrenombre en la red, le sorprendió, pero levemente. La verdad que no se podía decir que el Caitiff, se hubiera estrujado el cerebro buscando un nick elocuente, sino más bien rozaba la simpleza.. y desde luego, poniendo sus credenciales, no buscaba el anonimato. Esperaba que el mismo, se lo diera, su banal existencia.
Sonrío a la Tremere - Gracias Job - Se había dado cuenta de su saludo coloquial, pero antes de añadir un señor o señora previo al nombre, al miedo a meter la pata, prefirió coger el camino del medio. Iba a dejar que hablara Alex, ya que al fin y al cabo era su contacto. Sabían para lo que estaban allí, y no les sobraba el tiempo, asi que sin mediación alguna, sacó el vial de sangre y lo puso en la mesa, justo enfrente de Alex, pero a la vista de Job. Se recostó en el sofá, intentando alejar la droga de su campo de visión.
Re: Episodio 6.
Traspasar aquel camino que se abría paso entre el deseo de varios jóvenes sedientos de sexo no fue algo que impresionara a la Brujah, Alex ya se había visto con Job en otras ocasiones en el club. De lo que no estaba tan segura es de cómo se lo podían estar tomando sus compañeros. Laurent a penas realizaba movimientos que pudiesen hacerle rozar nada de aquel antro, lo cual le resultaba curioso a Alex al recordar el lamentable estado en el que se lo encontraron en los muelles.
Estaba ahí, al fondo, la puerta roja que daba paso al encuentro con la Tremere. Las fabulosas palabras con las que los recibía no podrían haber salido de la boca de Alex, que se limitó a contestar al halago.
- Mírate, tú sí que estás fabulosa, como siempre.
Es muy probable que Jasper no se diera cuenta de que sus compañeros le pillaran hipnotizado por aquel polvo blanco. No era el momento y quizás deberían recordárselo en el transcurso de la reunión.
- Job, gracias por recibirnos en estos tiempos difíciles y, ya que lo mencionas, en cuanto a lo de la caída de Boodspot ¿Tienes idea de los motivos y autoría? Aunque ya sabes que no venimos por esto.
La Brujah dio un tiempo de respuesta a su contacto para seguir con el asunto principal que allí les traía.
- Bueno, como verás Jasper ha traído una muestra de sangre que nos gustaría que analizases. A cambio te podemos dar una jugosa información.- Comentó Alex sugerentemente y con una sensual sonrisa.
Estaba ahí, al fondo, la puerta roja que daba paso al encuentro con la Tremere. Las fabulosas palabras con las que los recibía no podrían haber salido de la boca de Alex, que se limitó a contestar al halago.
- Mírate, tú sí que estás fabulosa, como siempre.
Es muy probable que Jasper no se diera cuenta de que sus compañeros le pillaran hipnotizado por aquel polvo blanco. No era el momento y quizás deberían recordárselo en el transcurso de la reunión.
- Job, gracias por recibirnos en estos tiempos difíciles y, ya que lo mencionas, en cuanto a lo de la caída de Boodspot ¿Tienes idea de los motivos y autoría? Aunque ya sabes que no venimos por esto.
La Brujah dio un tiempo de respuesta a su contacto para seguir con el asunto principal que allí les traía.
- Bueno, como verás Jasper ha traído una muestra de sangre que nos gustaría que analizases. A cambio te podemos dar una jugosa información.- Comentó Alex sugerentemente y con una sensual sonrisa.
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Voivoda
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Re: Episodio 6.
- Oh, querida, eso es tan... "edad oscura".
Os miráis desconcertados. Job ni siquiera mira el vial que Jasper ha dejado sobre la mesa. Mantiene una sonrisa divertida que entrecierra sus ojos asiáticos.
- ¿Me veis con pinta de ser como Dumbledore? ¿Haciendo hechizos con polvos mágicos, restos de ratas y esas cosas?.
Vuestro desconcierto va en un aumento. Sobre todo el de Álex y Laurent, ya que el Caitiff parece divertirse con la manera que tiene la Tremere de expresarse.
- Es broma, anda, trae aquí -termina diciendo Job mientras toma el vial de sangre. Sus movimientos son especialmente delicados, como si fuera una bailarina que midiera cada gesto para que fuera perfectamente armónico. Abre el vial con sumo cuidado y deja que caiga una gota sobre el dedo índice de su mano izquierda, que está gobernado por una larga uña de color carmesí. Los tres observáis hipnotizados cómo la gota de Sangre cae sobre el dedo de Job, que deja escapar un ligero suspiro, entre el placer y el dolor, como cuando cae una pequeña gota de cera en el cuerpo de un amante especialmente dedicado.
Job entrecierra los ojos unos segundos, los abre de nuevo y cierra de nuevo el vial. Con un gesto serio lo eleva, de modo que queda ligeramente iluminado por la tenue luz de la sala de striptease. Los tres seguís sus movimientos en un silencio absoluto, temiendo que el más mínimo ruido pudiera descentrarla. Finalmente, deja de nuevo con cuidado el vial al alcance de Jasper, cruza las piernas y os observa.
- Es Sangre de un vampiro, de eso no hay duda. Difuminada en el tiempo y en el espacio, probablemente hace tiempo que fue extraída. Y es alguien... antiguo. No extraordinariamente antiguo, no a ese nivel, pero es una Sangre valiosa, tiene buena venta -concluye dando por hecho que quizá ese es vuestro objetivo. Cuando parece que no va a continuar, añade algo más- El tipo que tenía esta Sangre... se ha alimentado ya alguna vez del vial. Hay un ligero resto de uso en el bote. Hay ecos de ansia, placer y dependencia en el frasco.
Volvéis a miraros unos a otros de refilón.
- Si tuviera que hacer una hipótesis, diría que ese tipo se alimenta exclusivamente de este tipo de sangre... que la va buscando.
La cara de Job vuelve a tener el mismo gesto jovial del principio, con el toque de sarcasmo que acompaña a su voz. Mira a Álex directamente, retomando una de sus preguntas que había quedado en el aire.
- Tengo mis sospechas sobre la caída de Bloodspot, pero bueno, de momento son teorías. Para eso estoy aquí, querida. Sí os diré que mis hermanos y hermanas de Coterie desperdigados por el mundo detectaron apagones casi idénticos en otras redes vampíricas de otros lugares. Atlanta, Boston, Marrakesh... Estoy buscando el hilo que una a todos a ver si así logro volverme a mi amada Nueva York. ¿Sabes? Hace demasiado frío aquí para mi gusto.
Os miráis desconcertados. Job ni siquiera mira el vial que Jasper ha dejado sobre la mesa. Mantiene una sonrisa divertida que entrecierra sus ojos asiáticos.
- ¿Me veis con pinta de ser como Dumbledore? ¿Haciendo hechizos con polvos mágicos, restos de ratas y esas cosas?.
Vuestro desconcierto va en un aumento. Sobre todo el de Álex y Laurent, ya que el Caitiff parece divertirse con la manera que tiene la Tremere de expresarse.
- Es broma, anda, trae aquí -termina diciendo Job mientras toma el vial de sangre. Sus movimientos son especialmente delicados, como si fuera una bailarina que midiera cada gesto para que fuera perfectamente armónico. Abre el vial con sumo cuidado y deja que caiga una gota sobre el dedo índice de su mano izquierda, que está gobernado por una larga uña de color carmesí. Los tres observáis hipnotizados cómo la gota de Sangre cae sobre el dedo de Job, que deja escapar un ligero suspiro, entre el placer y el dolor, como cuando cae una pequeña gota de cera en el cuerpo de un amante especialmente dedicado.
Job entrecierra los ojos unos segundos, los abre de nuevo y cierra de nuevo el vial. Con un gesto serio lo eleva, de modo que queda ligeramente iluminado por la tenue luz de la sala de striptease. Los tres seguís sus movimientos en un silencio absoluto, temiendo que el más mínimo ruido pudiera descentrarla. Finalmente, deja de nuevo con cuidado el vial al alcance de Jasper, cruza las piernas y os observa.
- Es Sangre de un vampiro, de eso no hay duda. Difuminada en el tiempo y en el espacio, probablemente hace tiempo que fue extraída. Y es alguien... antiguo. No extraordinariamente antiguo, no a ese nivel, pero es una Sangre valiosa, tiene buena venta -concluye dando por hecho que quizá ese es vuestro objetivo. Cuando parece que no va a continuar, añade algo más- El tipo que tenía esta Sangre... se ha alimentado ya alguna vez del vial. Hay un ligero resto de uso en el bote. Hay ecos de ansia, placer y dependencia en el frasco.
Volvéis a miraros unos a otros de refilón.
- Si tuviera que hacer una hipótesis, diría que ese tipo se alimenta exclusivamente de este tipo de sangre... que la va buscando.
La cara de Job vuelve a tener el mismo gesto jovial del principio, con el toque de sarcasmo que acompaña a su voz. Mira a Álex directamente, retomando una de sus preguntas que había quedado en el aire.
- Tengo mis sospechas sobre la caída de Bloodspot, pero bueno, de momento son teorías. Para eso estoy aquí, querida. Sí os diré que mis hermanos y hermanas de Coterie desperdigados por el mundo detectaron apagones casi idénticos en otras redes vampíricas de otros lugares. Atlanta, Boston, Marrakesh... Estoy buscando el hilo que una a todos a ver si así logro volverme a mi amada Nueva York. ¿Sabes? Hace demasiado frío aquí para mi gusto.
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
Contrabandista
Re: Episodio 6.
https://www.youtube.com/watch?v=KnrGMHhnqrw
Malalt casi soltó un gruñido ante la broma de la bruja, quiso abofetearla, someterla. Se daba cuenta de que le excitaba aquella sensación de dominación, Kat nunca se doblegaba ante él, pero ese transexual, ese hombre travestido bien podía hacerlo. Se lo imaginó suplicando por su sangre, gimiendo de placer tras cada latigazo del francés, arrastrándose en busca de su admiración y atención. El contrabandista se había sentido cada vez más atrapado, cada vez más insignificante en las últimas noches y él o ella era la clase de crápula que le gustaría exprimir, aplastar y empotrar para demostrar su propia importancia. Sentía una mezcla de atracción y repugnancia de la que poco a poco fue haciéndose consciente y condujo a que en su rostro se entrecruzaran aquellas emociones contrapuestas.
-Puedes quedártela- le dijo al Tremere con aires de generosidad- No hemos venido a venderte la sangre de nadie. Buscamos respuestas, información. Han estado ocurriendo cosas muy extrañas a nuestro alrededor, han intentado atacarnos, a través de internet, a través del Elíseo y mediante intentos directos de asesinato. Me han chantajeado, un grupo de anarquistas liderado por Sorensen quiere que le reconozcan el dominio de Salthom y es evidente que allí ocurren cosas muy extrañas.
El Toreador sintió cierta reticencia, cierta reluctancia interna a continuar. En el momento en el que contara lo que había visto podrían tildarle de loco, un insulto más que añadir a la lista de injurias que ya se vertían sobre ellos. Además, se exponía cada vez, le daba información a un desconocido, el arma más peligrosa. Pero habían llegado hasta allí para hablar de ello, para hablar con ella, con él, con eso.
-Vimos espíritus, ecos de brujería en la isla, parecía que se estuviera llevando a cabo algún tipo de ritual. Había sangre por todas partes, cerdos sacrificados, láudano. Y esa sangre, esa sangre embotellada pertenece a quiénes están tras los recientes atentados terroristas. Necesitamos tu ayuda, Job.
Una vez más, su corazón quedaba expuesto ante otro desconocido. Cada vez más gente sabía de su precaria situación. A la izquierda, a la derecha, se sentía como un malabarista con demasiadas bolas, en cualquier momento una se le caería y su castillo de naipes, su imperio del crimen, su vida se derrumbaría. Se imaginó una lápida oscurecida en Les Innocents, una tumba que ni siquiera Kat visitaría. "Aquí yace Laurent Malalt, Minotauro en un laberinto, Malabarista. Que Dios lo tenga en su gloria".
Malalt casi soltó un gruñido ante la broma de la bruja, quiso abofetearla, someterla. Se daba cuenta de que le excitaba aquella sensación de dominación, Kat nunca se doblegaba ante él, pero ese transexual, ese hombre travestido bien podía hacerlo. Se lo imaginó suplicando por su sangre, gimiendo de placer tras cada latigazo del francés, arrastrándose en busca de su admiración y atención. El contrabandista se había sentido cada vez más atrapado, cada vez más insignificante en las últimas noches y él o ella era la clase de crápula que le gustaría exprimir, aplastar y empotrar para demostrar su propia importancia. Sentía una mezcla de atracción y repugnancia de la que poco a poco fue haciéndose consciente y condujo a que en su rostro se entrecruzaran aquellas emociones contrapuestas.
-Puedes quedártela- le dijo al Tremere con aires de generosidad- No hemos venido a venderte la sangre de nadie. Buscamos respuestas, información. Han estado ocurriendo cosas muy extrañas a nuestro alrededor, han intentado atacarnos, a través de internet, a través del Elíseo y mediante intentos directos de asesinato. Me han chantajeado, un grupo de anarquistas liderado por Sorensen quiere que le reconozcan el dominio de Salthom y es evidente que allí ocurren cosas muy extrañas.
El Toreador sintió cierta reticencia, cierta reluctancia interna a continuar. En el momento en el que contara lo que había visto podrían tildarle de loco, un insulto más que añadir a la lista de injurias que ya se vertían sobre ellos. Además, se exponía cada vez, le daba información a un desconocido, el arma más peligrosa. Pero habían llegado hasta allí para hablar de ello, para hablar con ella, con él, con eso.
-Vimos espíritus, ecos de brujería en la isla, parecía que se estuviera llevando a cabo algún tipo de ritual. Había sangre por todas partes, cerdos sacrificados, láudano. Y esa sangre, esa sangre embotellada pertenece a quiénes están tras los recientes atentados terroristas. Necesitamos tu ayuda, Job.
Una vez más, su corazón quedaba expuesto ante otro desconocido. Cada vez más gente sabía de su precaria situación. A la izquierda, a la derecha, se sentía como un malabarista con demasiadas bolas, en cualquier momento una se le caería y su castillo de naipes, su imperio del crimen, su vida se derrumbaría. Se imaginó una lápida oscurecida en Les Innocents, una tumba que ni siquiera Kat visitaría. "Aquí yace Laurent Malalt, Minotauro en un laberinto, Malabarista. Que Dios lo tenga en su gloria".
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Jasper Rohde (Jebediah_Gogorah)
Caitiff Programador
Re: Episodio 6.
{ https://www.youtube.com/watch?v=66VnOdk6oto - Goodbye by Apparat }
Jasper consumía un cigarrillo nervioso, mientras su pie parecía querer taladrar el suelo con tanto zapateo. En la bolsa, la cocaína tomaba una forma espectral, y con sus cantos de sirena y su lengua bífida venía a susurrarle de deseo en su oido... "-Tomame o déjame..." - Le pareció oir. El "mono" empezaba a treparle por el sistema nervioso, con aquellas eléctricas pinzas que lo sometían desde el espinazo. Necesitaba de la química sobre su propia química, y que ambas reacciones chocaran en su organismo y le ayudaran a pensar con claridad.
Su corazón hacía años que estaba muerto, sin embargo, el latir de la música resonando en su caja torácica le rememoraba aquella sensación. Y mientras, los ratos que sus ojos lograban esquivar la bolsa de polvo blanco, recorrían las piernas del transexual, y se preguntaba sobre la decisión que le había llevado a aquello. ¿Sería Job otro marginado más? ¿Existía aun aquel clasismo en la Estirpe?.
Había mirado todo aquel proceso taumatúrgico con suma atención, toda la que le permitía la abstinencia, y había quedado sumamente decepcionado. Esperaba algo más místico que verla tomar algo de sangre en su meñique como el patrón que testea la merca antes de distribuirla. Permaneció en silencio, escuchando su veredicto, y cuando la Tremere apuntó la dependencia de la sangre, soltó su apunte, esperando que tuviera más exito que la cita sobre Batman. - ¿Hablamos de un patricio?.
Rohde asentía con la cabeza las palabras de Laurent, mientras permanecía recostado y empalmaba un nuevo cigarro, cuando el otro aún agonizaba humeante y arrugado contra el cenicero. Cuando el jefe acabó se reincorporó al borde del cómodo sofá, y con la mano fumadora, agitaba sus dedos cerca de su oreja. - ¿Has oído algo sobre un potente zumbido?. ¿Algo que se te mete aquí - se señaló la sien - y parece no querer abandonarte?.
Jasper consumía un cigarrillo nervioso, mientras su pie parecía querer taladrar el suelo con tanto zapateo. En la bolsa, la cocaína tomaba una forma espectral, y con sus cantos de sirena y su lengua bífida venía a susurrarle de deseo en su oido... "-Tomame o déjame..." - Le pareció oir. El "mono" empezaba a treparle por el sistema nervioso, con aquellas eléctricas pinzas que lo sometían desde el espinazo. Necesitaba de la química sobre su propia química, y que ambas reacciones chocaran en su organismo y le ayudaran a pensar con claridad.
Su corazón hacía años que estaba muerto, sin embargo, el latir de la música resonando en su caja torácica le rememoraba aquella sensación. Y mientras, los ratos que sus ojos lograban esquivar la bolsa de polvo blanco, recorrían las piernas del transexual, y se preguntaba sobre la decisión que le había llevado a aquello. ¿Sería Job otro marginado más? ¿Existía aun aquel clasismo en la Estirpe?.
Había mirado todo aquel proceso taumatúrgico con suma atención, toda la que le permitía la abstinencia, y había quedado sumamente decepcionado. Esperaba algo más místico que verla tomar algo de sangre en su meñique como el patrón que testea la merca antes de distribuirla. Permaneció en silencio, escuchando su veredicto, y cuando la Tremere apuntó la dependencia de la sangre, soltó su apunte, esperando que tuviera más exito que la cita sobre Batman. - ¿Hablamos de un patricio?.
Rohde asentía con la cabeza las palabras de Laurent, mientras permanecía recostado y empalmaba un nuevo cigarro, cuando el otro aún agonizaba humeante y arrugado contra el cenicero. Cuando el jefe acabó se reincorporó al borde del cómodo sofá, y con la mano fumadora, agitaba sus dedos cerca de su oreja. - ¿Has oído algo sobre un potente zumbido?. ¿Algo que se te mete aquí - se señaló la sien - y parece no querer abandonarte?.
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Re: Episodio 6. Revelaciones y voces en la mente
Job escucha con atención las palabras de Laurent. Parece que pudiera notar las ansias que recorren el cuerpo del Toreador por someterla, por intentar mostrar los vestigios de la superioridad clasista del machismo decimonónico. Y esa sensación dibujaba una sonrisa de condescendencia en la particular Tremere.
- Algo he leído sobre vosotros... Casualmente después ha habido un torrente de información probablemente falsa y repleta de rumores y medias verdades que ha escondido vuestros nombres de quienes sospechaban en la Red. Bien jugado.
Laurent reconoce en las palabras de Job los movimientos de Isak. La Serpiente había cumplido con su parte del trato aunque, como siempre solía ocurrir con ese Clan, el pago de la deuda parecía que había resultado bastante más problemático para él y para su Coterie de lo que habían logrado resolver al confiar en el Setita de origen británico.
La primera intervención de Jasper hace que Job fije su mirada entrecerrada sobre él...
- ¿Un Patricio?... No sé a qué Clan puede pertenecer, pero lo que está claro es que no se trata de un neonato...
Aunque es la segunda intervención del Caitiff la que hace que Job se calle de golpe. Ahora su gesto cambia totalmente, abre los ojos, os mira a los tres con un interés renovado y gesto de genuina sorpresa.
- Oh, querido...
Sin mediar la palabra, Job mira su reloj de última generación y rebusca después en su bolso hasta sacar un pequeño Notebook al que engancha una fina tarjeta que le permite acceder de inmediato a la red wifi. Os hace un gesto con su mano de manicura perfecta para que esperéis un momento. Los tres sentís una curiosidad creciente. Teclea durante unos segundos y después desde la pantalla emerge un holograma flotante con un reloj que indica que se está estableciendo una comunicación con una tercera persona. Unos segundos después, podéis ver una imagen en directo de un tipo que está en una especie de almacén a oscuras. Una peculiar cicatriz rodea parte de su ojo izquierdo.
Job empieza a hablar en inglés con él, pero de modo automático se generan subtitulos en danés en tiempo real bajo la imagen del hombre afroamericano.
- Ey, Scar, ¿cómo vas?
El tipo masculla algo casi ininteligible y mira a través de la pantalla de su PC para estudiar vuestros rostros.
- Estos son unos amigos... Son de fiar, Scar. Hay algo que tienes que escuchar.
Job le pide a Jasper que repita lo último que ha dicho, lo que el Caitiff hace prestándose a un juego que le parece interesante, si bien no sabe realmente cuáles son las reglas. La cara del tal Scar se vuelve también seria. La Tremere transexual le explica por encima también lo que ha comentado Laurent así como las muertes de los adolescentes en Saltholm. Por el modo en el que le recuerda esta última información, parece evidente que previamente habían hablado del tema.
Job os explica volviendo a su danés algo limitado.
- Scar es un compañero mío de Coterie. Como os comenté, estamos investigando los cortes repentinos en diferentes redes protegidas de Internet para Vástagos en distintas partes del mundo. Él está en Atlanta, donde se produjo un corte parecido al de CyberScan. También allí se localizaron después los cadáveres de varios negros vestidos de forma rara, como vestían los trabajadores de los campos de algodón- Job vuelve al inglés y se dirige de nuevo a su compañero de Clan- Les he hecho una pequeña introducción de nuestro trabajo... ¿qué te parece?
Scar chasquea la lengua y habla directamente hacia vosotros.
- Sí... he oído hablar de ese zumbido aquí también. Y de Vástagos y algunos mortales que dicen escuchar voces o tienen alucinaciones visuales. Parece que es un fenómeno que ha comenzado a manifestarse después de los cortes en Bloodspot. Lo del pitido se lo he escuchado a Vástagos de distintos Clanes... lo de las voces... sólo a los que llevan la sangre de Malkav. Aquí hay varios miembros del Clan, ya que el propio Príncipe es un Lunático.
Un ligero escalofrío recorre la nuca de Jasper.
- Algo he leído sobre vosotros... Casualmente después ha habido un torrente de información probablemente falsa y repleta de rumores y medias verdades que ha escondido vuestros nombres de quienes sospechaban en la Red. Bien jugado.
Laurent reconoce en las palabras de Job los movimientos de Isak. La Serpiente había cumplido con su parte del trato aunque, como siempre solía ocurrir con ese Clan, el pago de la deuda parecía que había resultado bastante más problemático para él y para su Coterie de lo que habían logrado resolver al confiar en el Setita de origen británico.
La primera intervención de Jasper hace que Job fije su mirada entrecerrada sobre él...
- ¿Un Patricio?... No sé a qué Clan puede pertenecer, pero lo que está claro es que no se trata de un neonato...
Aunque es la segunda intervención del Caitiff la que hace que Job se calle de golpe. Ahora su gesto cambia totalmente, abre los ojos, os mira a los tres con un interés renovado y gesto de genuina sorpresa.
- Oh, querido...
Sin mediar la palabra, Job mira su reloj de última generación y rebusca después en su bolso hasta sacar un pequeño Notebook al que engancha una fina tarjeta que le permite acceder de inmediato a la red wifi. Os hace un gesto con su mano de manicura perfecta para que esperéis un momento. Los tres sentís una curiosidad creciente. Teclea durante unos segundos y después desde la pantalla emerge un holograma flotante con un reloj que indica que se está estableciendo una comunicación con una tercera persona. Unos segundos después, podéis ver una imagen en directo de un tipo que está en una especie de almacén a oscuras. Una peculiar cicatriz rodea parte de su ojo izquierdo.
Job empieza a hablar en inglés con él, pero de modo automático se generan subtitulos en danés en tiempo real bajo la imagen del hombre afroamericano.
- Ey, Scar, ¿cómo vas?
El tipo masculla algo casi ininteligible y mira a través de la pantalla de su PC para estudiar vuestros rostros.
- Estos son unos amigos... Son de fiar, Scar. Hay algo que tienes que escuchar.
Job le pide a Jasper que repita lo último que ha dicho, lo que el Caitiff hace prestándose a un juego que le parece interesante, si bien no sabe realmente cuáles son las reglas. La cara del tal Scar se vuelve también seria. La Tremere transexual le explica por encima también lo que ha comentado Laurent así como las muertes de los adolescentes en Saltholm. Por el modo en el que le recuerda esta última información, parece evidente que previamente habían hablado del tema.
Job os explica volviendo a su danés algo limitado.
- Scar es un compañero mío de Coterie. Como os comenté, estamos investigando los cortes repentinos en diferentes redes protegidas de Internet para Vástagos en distintas partes del mundo. Él está en Atlanta, donde se produjo un corte parecido al de CyberScan. También allí se localizaron después los cadáveres de varios negros vestidos de forma rara, como vestían los trabajadores de los campos de algodón- Job vuelve al inglés y se dirige de nuevo a su compañero de Clan- Les he hecho una pequeña introducción de nuestro trabajo... ¿qué te parece?
Scar chasquea la lengua y habla directamente hacia vosotros.
- Sí... he oído hablar de ese zumbido aquí también. Y de Vástagos y algunos mortales que dicen escuchar voces o tienen alucinaciones visuales. Parece que es un fenómeno que ha comenzado a manifestarse después de los cortes en Bloodspot. Lo del pitido se lo he escuchado a Vástagos de distintos Clanes... lo de las voces... sólo a los que llevan la sangre de Malkav. Aquí hay varios miembros del Clan, ya que el propio Príncipe es un Lunático.
Un ligero escalofrío recorre la nuca de Jasper.
Re: Episodio 6. Revelaciones y voces en la mente
La suposición de que un Patricio fuese el consumidor de la sangre que contenía la muestra sorprendió a Alex, no se le habría ocurrido, simplemente pensó en un goul. La Brujah miró a Jasper con sorpresa y aprobación.
Las arte de la Tremere también fueron nuevas, y sí, era cierto que esperaba algo más "edad oscura" por lo que las palabras de Job le hicieron tomar una postura más relajada y sonreir.
Para más inri, la acertada pregunta de Jasper acerca del zumbido dejó a Alex callada y sentada en el sofá. Parecía que estaba en racha con las preguntas adecuadas en el sitio adecuado, algo inesperado para ella que solo esperaba que su compañero caitiff no se lanzase a por la cocaína. Sinceramente, Alex tampoco esperaba que Job supiera nada acerca del zumbido, pero ahí estaba Jasper, dando caña al asunto.
La Brujah recostó la espalda sobre el asiento y se cruzó de brazos a la espera de lo que Job tuviera que contarles al respecto, estaba realmente contenta con lo fructífera que estaba siendo la reunión, sin duda le agradecería a la Tremere su ayuda.
- Vaya, poco más puedo añadir Job, estás en todo- dijo Alex con admiración.
Las arte de la Tremere también fueron nuevas, y sí, era cierto que esperaba algo más "edad oscura" por lo que las palabras de Job le hicieron tomar una postura más relajada y sonreir.
Para más inri, la acertada pregunta de Jasper acerca del zumbido dejó a Alex callada y sentada en el sofá. Parecía que estaba en racha con las preguntas adecuadas en el sitio adecuado, algo inesperado para ella que solo esperaba que su compañero caitiff no se lanzase a por la cocaína. Sinceramente, Alex tampoco esperaba que Job supiera nada acerca del zumbido, pero ahí estaba Jasper, dando caña al asunto.
La Brujah recostó la espalda sobre el asiento y se cruzó de brazos a la espera de lo que Job tuviera que contarles al respecto, estaba realmente contenta con lo fructífera que estaba siendo la reunión, sin duda le agradecería a la Tremere su ayuda.
- Vaya, poco más puedo añadir Job, estás en todo- dijo Alex con admiración.
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
Contrabandista
Re: Episodio 6. Revelaciones y voces en la mente
Malalt casi soltó un gruñido ante todo aquello, el holograma le había parecido brujería de la peor clase, las preguntas del Caitiff habían desviado las suyas propias y su abierta petición de ayuda casi había pasado desapercibida. Según daba a entender, los ataques a la red y los asesinatos tenía un móvil político y detrás se encontraría la ultraderecha de varias partes del globo, incluyendo a los Verdaderos Daneses. Sin embargo, algo de aquello no encajaba, el Toreador había visto fantasmas, había oído voces y era evidente que no era un maldito lunático. Tampoco tenía sentido que todo aquello se hubiera vuelto tan personal, que hubieran intentado asesinarles, chantajearles e incriminarles por algo que estaba ocurriendo en todas partes.
-Scar- dijo dirigiéndose al espectro tecnológico invocado en un inglés con marcado acento- También yo he visto esos espíritus y oído los ecos del pasado, es posible que los Malkavian tengan algún tipo de sensibilidad especial, pero no son los únicos. Aquí en Copenhagen, Saltholm parece el epicentro de estos fenómenos, como si se tratara de un nodo en la red o de una tumba en la que yace un cadáver aullante. ¿Porqué esta isla? ¿Qué tiene de interesante y qué sabe Sorensen que nosotros no sepamos?
El contrabandista casi mascullaba las palabras, se sentía expuesto, sus secretos viajaban ahora a través de cables de fibra óptica codificados con vitae. Laurent miró con suspicacia a Scar, no le parecía un Tremere común, claro que tampoco se lo había parecido el perturbado trasvesti con el que se habían encontrado. Cuanto más se internaba en los círculos anarquistas de los que se rodeaban sus compañeros de coterie, más se sentía rodeado de vulgar canaille, no había nobleza en su lucha, ni dignidad, ni respeto. Aquello no era la Resistance combatiendo hasta la muerte con la marsellesa en los labios, sino una banda de niñatos individualistas conectados a internet y jugando a ser hackers.
-Scar- dijo dirigiéndose al espectro tecnológico invocado en un inglés con marcado acento- También yo he visto esos espíritus y oído los ecos del pasado, es posible que los Malkavian tengan algún tipo de sensibilidad especial, pero no son los únicos. Aquí en Copenhagen, Saltholm parece el epicentro de estos fenómenos, como si se tratara de un nodo en la red o de una tumba en la que yace un cadáver aullante. ¿Porqué esta isla? ¿Qué tiene de interesante y qué sabe Sorensen que nosotros no sepamos?
El contrabandista casi mascullaba las palabras, se sentía expuesto, sus secretos viajaban ahora a través de cables de fibra óptica codificados con vitae. Laurent miró con suspicacia a Scar, no le parecía un Tremere común, claro que tampoco se lo había parecido el perturbado trasvesti con el que se habían encontrado. Cuanto más se internaba en los círculos anarquistas de los que se rodeaban sus compañeros de coterie, más se sentía rodeado de vulgar canaille, no había nobleza en su lucha, ni dignidad, ni respeto. Aquello no era la Resistance combatiendo hasta la muerte con la marsellesa en los labios, sino una banda de niñatos individualistas conectados a internet y jugando a ser hackers.
