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Mensaje
por elpajarometalico » 13 Sep 2020, 20:00
Une coupe du vin pour le monsieur¡ Je t'invite digo con una sonrisa y guiñandole un ojo. Espero que aproveche hoy ya que por primera vez la cuenta corre a mi cargo. No por nada, había tenido que ponerme a trabajar como "artista callejero", si bien eso habría que matizarlo, ya que por mucha ilusión que me hiciera dicho término, los dibujos se habían realizado en la pollería durante los ratos muertos de la tarde o por la mañana entre encargo y encargo. Sin embargo quería agradecerle a mi bribón todo lo que había hecho por mí y creo que aquello era una buena forma de empezar.
Echo caso a Loup Noir cuando este señala que me siente. Tenía muchas ganas de continuar con nuestro anterior jueguecito, así que como le veo ahí... apoyado en la mesa... me decido a acariciarle la espalda, suavemente, como si en lugar de tocar un cuerpo sólido tocase una superficie acuosa, esperando, con su pasar, generar unas ondas. Pero sin embargo más que agua...recibo hielo, acompañado todo de una extraña y desagradable sensación de rigidez. En respuesta retiro la mano de la forma más discreta posible. Ademas le veo muy pálido, espero que se encuentre bien. De todas formas, hay algo que me escama y es la rapidez con la que ha tenido que enfermar. Cuando entro se hallaba perfectamente y no lo note enfermo de antes.
¡Oye querido, estás congelado¡ ¿Te encuentras bien? le comento estudiandole preocupado con la mirada.
Sin embargo veo que él no me echa mucha cuenta, lo que me hace preocuparme bastante más. Intento prestar la máxima atención a lo que tenga que decir, sé que él suele ser muy directo, pero a veces el grandullón puede ser más bien cortado y hay que leerle entre líneas.
"¡Como todo el mundo supongo, jejeje¡" reflexiono mientras me rasco la cabeza, confundido por la situación.
Sin embargo su monologo llega a un punto extraño y bastante incomodo cuando me muestra esos largos colmillos. En un impulso primario, lejano para mi comprensión, me inclino bruscamente hacia atrás con la vista fija en esos dientes. Casi parece un lobo de verdad intentando engañarme con tal de convertirme en su cena. Me comienzo a sentir inquieto, ya que barajo esa posibilidad, a pesar de parecerme tan absurda...pero es que la situación en sí, se estaba tornando así, absurda. Siento una extraña sensación de inquietud y temor, como si el hombre que creía conocer y amar no hubiese sido nada más que una mascara, una entrada hacia un paisaje oscuro y tenebroso. Y aquella mención a un vicio suyo... Casi sentía tener ante mí la imagen en varón de la Carmilla de Le Fanu.
"¡PERO LOS VAMPIROS NO EXISTEN, REMI¡ ¿Cómo demonios podía ser Loup Noir un vampiro? Si lo fuera me habría devorado ya hace tiempo... oportunidades tuvo" trago saliva ante esa idea "Todo esto es raro ¡Mierda¡ ¿Pero...si lo que dice es cierto? ¿Esos colmillos? ¿Esa piel blanca? ¡Me cago en Dios¡"
Me acuerdo en ese instante la primera vez que vi a Loup Noir mientras volvía de una fiesta ,a la cual había ido obligado por Lucile. En aquel entonces me había parecido un chico, un poco mayor que yo de modales caballerosos, auxiliando a una pobre dama que se hallaba inconsciente... o eso me pareció a mí. Si lo que dice es cierto, todas sus acciones cobran un nuevo y tétrico significado.
Me siento aún más confuso cuando menciona que tengo un vicio y me quedo un rato con la mirada fija en él. Inquieto, por desconocer la respuesta. Pero la respuesta solo me deja más perdido de lo que estaba.
Creo que está equivocado, nunca he bebido de él (se me hace rara la expresión en mi mente). No hemos hecho nada "raro" las noches anteriores, solo quedar para... Sí, para... beber...
En ese momento mire la absenta y después a él, para retornar inmediatamente a aquel líquido verdoso. Pensaba que antes no podía sentirme más asustado e incomodo de lo que estaba ya, pero aquello lo estaba consiguiendo. Lo que era antes un detalle cortés, se me antoja como algo mucho más siniestro, casi como si fuese veneno, y no puedo más que apartar la copa de absenta lo más lejos que pueda de mí. No puedo evitar también sentir un poco de asco al pensar en el canibalismo indirecto que he estado realizando todo este rato sobre Loup Noir ¿O será, más bien, sobre las personas de las que él ha tomado? No lo tengo muy claro, me estoy comenzando a sentir mareado y sé que quizás en otro momento más tranquilo, hubiese tenido arcadas con solo ese pensamiento. Sin embargo, estoy ahora tan asustado que hasta eso lo reprimo. Pero el asco, es de pronto, superado por el vértigo. Vértigo, al ver que mis emociones, pueden, quizás no ser "mis emociones". Que mis acciones, tal vez no eran "mis acciones". Me vuelve a invadir aquella sensación extraña que me dio al pensar en el cambio en mi comportamiento y comprensión del mundo ¿Fue este tan inocente como pensaba en un principio? No puedo evitar mirar a mi propio cuerpo, buscando asegurarme de que es el mío, de que verdaderamente sigo siendo yo. Lo inquietante es que en el primer momento no lo consigo.
Y por último llega aquella pregunta, sabía que algún día Loup Noir me lo preguntaría. Lo presentía en su mirada durante las noches anteriores. A pesar de que me hiciera ilusión, no podía evitar tener miedo. Miedo por mí pero también por Lucile ¿Lloraría igual por mí como cuando descubrió una mañana en que papa se había ido para siempre? ¿Terminaría por ser aniquilada por aquella vieja del demonio que estaba sepultándola poco a poco en vida? Sabía que tenía que escoger por mí, no por Lucile, sin embargo no podía evitar un intenso sentimiento de culpa y arrepentimiento. Joder, era mi hermana y la quería. Además de ser lo único que a ella le quedaba de un tiempo en que fue feliz. Siempre nos habíamos cuidado el uno al otro y era ella quien ahora me necesitaba, si me iba... ¿Qué sería de ella?
Sin embargo Loup Noir representaba todos mis sueños, todo lo que deseaba y quería. Me había dado una nueva comprensión del mundo, aunque ahora fuera un desconocido para mí, era mi primer amor y me ha llevado a sentir cosas que no había pensado que sentiría nunca. Había sido como el genio de Aladdin y me había mostrado que el mundo exterior era un lugar hermoso y que valía la pena ser recorrido. En definitiva conceder una oportunidad a los demás.
Necesito respuestas a mis preguntas, me hallo perdido y tengo miedo. Cojo la mano fuertemente a Loup Noir, con miedo de que si digo algo equivocado se vaya y contemplo su rostro en silencio un buen rato.
Tengo miedo. Por favor necesito respuestas, dámelas En ese momento le aprieto más fuerte aún la mano, me da igual esa frialdad, me da igual esa rigidez, si quiera que ello pueda no ser más que un delirio de la sangre, solo tengo claro de que no quiero que se vaya. Me siento desbordado por todos lados y no sé muy bien cual es la respuesta correcta, solo puedo quedarme mirando fijamente aquellos ojos que tanto amo, mientras que los míos los siento húmedos, aunque llorar siempre me pareció una mariconez. Siento el amago de abrazarle pero no me decido.
"¿Qué es lo que quiere decir?"
"Se lo escribiría pero tengo mala ortografía"
(El Apartamento, Billy Wilder, 1960)