
CLAN: Nosferatu
"Buena espada la que llevas al cinto ¿Sabes usarla?"
Bassianus cayó en el año de los cinco emperadores, eso es todo lo que sabe, pero porqué o contra quién lucha, ya no lo recuerda. Estaba lejos de su Roma, eso lo sabe, y recuerda yacer en lo alto de una pila de cadáveres en el campo de batalla. Heldivius recuerda cerrar los ojos y volver el rostro para que los cuervos no le devoraran los ojos y recuerda también arrastrarse entre sus camaradas muertos, después de que el sol se hubiera puesto y el enemigo hubiera acabado la carnicería. Eso es todo.
Los propinqui dicen que el Cuervo-de-Guerra no tiene sire, que cayó en la batalla y se alzó de nuevo para depredar entre los suyos, convertido en un cuervo. Él se mantiene en silencio ante los rumores, a veces las leyendas son algo bueno para la reputación.
Durante un centenar de años, Heldivius viajó a lo largo y ancho del Imperium, siguiendo a las ejércitos que vagaban por él en aquella época, enriqueciéndose con el saqueo de todo aquello que los victoriosos no podía llevar con ellos, anillos de oro y broches de plata de entre los muertos. Heldivius todavía atesora el anillo de oro de Herennius Etruscus, uno de los asesinos de Caesar que yacía en Abrittus.
Sabía como comportarse ante las tropas y no tardó en aprender a parecer un oficial militar de confianza. Conoció a otros monstruos que sobrevivían como él, uno le enseñó a fundirse con la tierra y emerger de ella entre la carnicería, cuando la batalla hubiera acabado.
Era un buen momento para un vampiro como Heldivius, apenas pasaba un año sin que hubiera alguna batalla en alguna parte, fruto de alguna invasión o disturbios civiles. Y, mientras tanto, mientras los cimientos del Imperium se colapsaban, podía alimentarse de los mendigos, de los vagabundos, de los desertores, la gente que caía entre las grietas de la sociedad, nadie los echaría en falta.
Las guerras acabaron con el triunfo de Constantino, Heldivius, conocido como Corvus belli, se estableció en Roma. Su fama le precedía y encontró un hueco entre la Legio Mortuum en unas pocas noches. Conforme los antiguos caían en letargo, alcanzó más y más prominencia.
El Corvus belli puede que no sea el miembro de más alto rango de la Legio, pero se encuentra entre los más respetados entre los propinqui. Y, aunque es un gusano, es innegablemente un vástago, ha visto un millar de campos de batalla y conoce la guerra mejor que nadie, vivo o muerto.