
CLAN: Nosferatu
Hijo de esclavos, entró al servicio de su amo recién nacido, y nunca llegó a conocer a sus padres. Su dueño lo llamó Flavius ( rubio), ya que tenía costumbre de llamar a sus esclavos por el color de su pelo, éste era un hombre cruel que abusó sistemáticamente de Flavius. El único que le mostró aprecio y cariño fue Rufus, un esclavo griego que administraba los bienes del señor. Él le enseñó a leer, a realizar cuentas simples y a rendir culto a los dioses, especialmente a Mercurio, patrón de los mensajeros, los comerciantes y los ladrones. Además de dar placer y divertimento a su amo, el joven esclavo realizaba tareas de mensajería, compra y porte de mercancías.
Debido al hambre empezó a practicar el latrocinio, arte que con los años fue mejorando hasta llegar a vaciar bolsas enteras en pleno foro. Por su buen hacer como ladrón fue elegido por Caco, el tribuno de los gusanos ladrones del Collegia Peregrinae para formar parte de su banda. Sus nuevos hermanos le instaron a dejar atrás su pasado como mortal; sin embargo, debía acabar con el hombre que tanto sufrimiento le había causado. Mató al amo y proveyó de dinero a Rufus para comprar la libertad de sus antiguos compañeros esclavos.
En el 320, Vermis lleva 19 años viviendo en Necrópolis y desde su llegada se ha hecho un nombre en la ciudad de los muertos ayudando a personas tan influyentes como Macellarius Corbulo. Aunque respeta a su sire y tribuno, ha preferido buscarse un pequeño refugio propio donde guarda parte de su botín personal que incluye objetos tan diversos como los huesos de un mártir cristiano. En esa época es una de los pocos vampiros que conocen la identidad y paradero de Galo, el morador de las cloacas; le sigue el juego al viejo chiflado y éste comparte con él los secretos de Necrópolis.
Vermis es un ser avaricioso que disfruta sustrayendo a los vivos, especialmente a los patricios, sus bienes más preciados. Dentro de la Camarilla, está intentando escalar socialmente hasta lo más alto que alguien como él puede llegar, ese puesto es el de su sire, tribuno de banda del Collegia. Para alcanzar su objetivo, este ladino no muerto está dispuesto a adular, chantajear, traicionar y por supuesto robar, a quien haga falta. Al mismo tiempo, es extrañamente caritativo con los más desfavorecidos, por ello siempre intenta liberar al mayor número posible de esclavos y compartir parte de sus preciadas pertenencias. Pese a ser mezquino y avaro, intenta no matar a nadie, excepto en defensa propia. Prefiere el sigilo a la acción directa.
Cuando Caco le concedió el don o la maldición de la vida eterna, su aspecto físico se vio alterado. El apuesto muchacho de 22 años tiene ahora aspecto de leproso y sus rubios cabellos son solo mechones cenicientos. Aunque nació y murió siendo la última mierda de Roma, en su no vida está dispuesto a medrar y ser un rey entre los gusanos.