- ¿Alfred?... ¿ese bastardo nazi?... - murmulló con el móvil aún en la mano - Debí imaginarmelo. Muy bien... desenmascaremos a ese cabrón... - A estas alturas de la película, ya poco le preocupaba lo que se dijera de él en el Parlamento. Se había dado cuenta de que las palabras de volgirre eran ciertas, y nunca sería nadie. Lo de tener un sire, lo de formar parte de algo más allá de la exclusión o de la coterie, había quedado en una pequeña quimera de apenas media noche. Ahora volvía a su fango habitual de psicosis y manía persecutoria.
Lo sintió por Laurent. Sabía que si algo le hacía sentir bien era su estatus, y mantenerse en aquella delgada linea entre el anonimato y el reconocimiento. El suficiente anonimato para no aparecer en ningún ajuste de cuentas, y el suficiente reconocimiento para saber que estaba detrás de cualquier cosa que se moviera en el barrio, o aun más allá, como lo de patrocinar el movimiento anarquista. No sabía si el video era actual o no... si era de aquella misma noche, pero le abrió la pequeña esperanza de que Alex siguiera viva, pues nadie quiere convocar una caza de Sangre sobre un vampiro que ya está muerto... y que cojones... era el Parlamento. Tienen ojos en todos lados e información de primera mano. Alex podía seguir viva... aquello era lo más importante.
Pero tenía que centrarse en lo que tenía a su mano. "La Araña" le había pedido aquel router y era algo que iba a conseguirle. Sabía que se refería a llevarle el router físicamente, para estudiar los datos binarios de las capas más bajas de toda su arquitectura, donde solo los genios podían leer auténtica información valiosa entre unos y ceros. Antes de meterse en faena, mandó un criptico mensaje a Laurent:
[[ AH (VD) está detrás de todo. KK quiere a los pájaros libres en la jaula ]]. - Ya no buscaba siquiera la aprobación de Malalt. No sabía si aquella información era valiosa para su jefe o no, si los ponía más en la picota o no, pero ya no le importaba. Ahora todo se había desencadenado en una contrarreloj, y cada noche, realmente parecía como la última de su no vida. Era por eso, que ahora más que nunca le asaltaban en su mente, los recuerdos de su familia... y, miró a la luna, los recuerdos del sol.
No podia ser tan dificil. Jasper había tenido que robar alguna vez un coche para no morir congelado. Y en la calle se aprenden todo tipo de mañas para sobrevivir, y aquello incluía puentearlo. Se movió entre las sombras, casi a gatas por el pantalán hasta llegar a la lancha motora que estuviera mejor embocada para salir del puerto, y se introdujo en ella, dispuesto a arrancarla*1 y, sin saberlo, a realizar el mismo mononito que hacía pocas noches había realizado Malalt.
*1