
LAS TRES GUARDIANAS
Las Tres Guardianas son tres poderosas Changelings, que mantienen una estrecha alianza para mantener protegido el Feudo de O Courel. En principio se mantienen atentas sobre los visitantes que recibe el Feudo, ofreciendo su ayuda cuando es necesario y manteniendo ocultos sus secretos. Si llegan enemigos, entonces la situación puede ponerse más seria, pero por lo general las Guardianas preferirán utilizar hechizos de ocultación y confusión, y sólo como último recurso recurrirán a la violencia física, en cuyo caso aparecerá Abelá, protegida por la magia de sus compañeras y posiblemente con la ayuda de varias Quimeras y aliados feéricos. Por otra parte, si alguien consigue salirse con la suya y atravesar los portales que llevan al Laberinto y el Ensueño, las Guardianas no los perseguirán, considerando que ese lugar dispone de sus propias protecciones y pruebas para detener a los incautos. En alguna ocasión han ayudado a los viajeros extraviados, especialmente si han mostrado buena voluntad, pero no moverán ni un dedo a favor de quienes las han ofendido o tienen motivaciones perversas.
Actualmente las Tres Guardianas son:
Avelaiona: Una fabulosa hechicera, Avelaiona se muestra como una anciana llena de arrugas y recia como los árboles centenarios que crecen en O Courel, vestida con eternos y gastados vestidos de color negro y gris. Durante muchos años ha llevado una vida sencilla, dedicada al cultivo de su huerta y el cuidado de los animales en una casa tradicional de dos plantas, que se encuentra en las afueras de una aldea de la zona. En otoño sus castaños dan abundante fruto, que recoge a mano y que vende a sus vecinos, para poder mantener su estilo de vida.
Con fama de curandera y bruja, María “A Laiona” goza de un reverente respeto entre la vecindad de las aldeas de los alrededores, donde la consideran un elemento constante del paisaje, que han aprendido a valorar con el paso del tiempo, pues a pesar de su carácter gruñón, a menudo ha ayudado en varias ocasiones sin pedir nada a cambio, presentándose sin avisar, y marchándose sin esperar agradecimientos. Aunque algunos jóvenes con “ideas de ciudad” no creen ni la mitad de lo que se dice sobre la bruja Laiona, no obstante, la respetan, aunque sólo sea por lo que dicen sus mayores.
Avelaiona es la principal fuente del antiguo conocimiento sobre los mouros, y conoce varios ritos para comunicarse con los espíritus de los ancestros, y también es una hábil adivina, capaz de usar su “magia de telarañas” para saber lo que se avecina, nublar el sentido o apartar a los incautos de lo que no deben ver.
Linaje: Sluagh
Artiga: Si Avelaiona es temida por su carácter seco, Artiga es completamente su opuesta, conocida en las aldeas de los alrededores como Esperanza, una señora maternal y amiga de los niños de la localidad, conocida no sólo por su excelente mano en la cocina, sino por su fama como curandera y comadrona, que siempre se muestra laboriosa y con una sonrisa en un rostro rubicundo y curtido por el sol, vistiendo con ropas verdes y un mandilón a cuadros. Aunque en estos tiempos de medicina moderna ya son pocos los que requieren sus servicios, todavía quedan quienes confían en sus remedios tradicionales, y en alguna ocasión ha recibido visitas de herbolarios, cuentacuentos y personas interesadas en la conservación de la tradición oral.
En la intimidad de su casa, Artiga mantiene una enorme cocina en la que elabora sus muchas recetas y sus remedios, conociendo todas las hierbas que crecen en la comarca y algunas más secretas, que hace crecer bajo sus manos. Su magia está unida a la naturaleza y el ciclo de las estaciones, con considerables poderes curativos y de crecimiento. Algunos dicen que los niños que acuden a verla y a merendar, se marchan habiendo crecido uno o dos centímetros de golpe.
Artiga también conoce los caminos del bosque, y sabe mucho de lo que ocurre gracias a los espíritus de las cosas que crecen en la tierra.
Linaje: Ghille Dhu.
Abelá: Abelá no nació en O Courel, pero vino con sus padres de visita cuando era pequeña y cuando tuvo la oportunidad regresó para quedarse. Es una mujer joven y hermosa, que viste con vaqueros gastados, botas de caminar, camisas y cazadoras. Aunque a menudo frecuenta la compañía de los jóvenes de la zona, de momento prefiere no comprometerse para dedicarse plenamente a su pasión: la naturaleza.
Tras estudiar biología en la universidad, Sabela se convirtió en una zoóloga estudiando la fauna de la comarca y publicando varios libros al respecto. En ocasiones actúa como guía de colegios y escuelas, mostrando la belleza de los montes de O Courel y la necesidad de protegerlos. También da clases en una pequeña escuela.
Siendo la más joven de las Tres Guardianas, Abelá también representa los intereses de un linaje de la Casa Scathatch. Hace tiempo, un caballero de la Casa fue rescatado por las Guardianas, y desde entonces un representante de la Casa se ha comprometido en la defensa del Feudo de O Caurel. Abelá conoce las artes de la guerra, además de varias formas de defensa personal, y conoce las palabras necesarias para invocar a las bestias de la naturaleza e incluso bestias legendarias, incluyendo su corcel quimérico. Su forma feérica es la de una guerrera céltica, con larga cota de malla y yelmo, una larga lanza y escudo. Abelá constituye la defensa más firme del Feudo si los enemigos consiguen atravesar las barreras mágicas de ocultación y confusión que han tejido sus compañeras.
Linaje: Sidhe de Otoño de Casa Scathatch.