Interludio 3. Atando cabos
Publicado: 15 Jun 2021, 17:22
El sonido del Nessun Dorma que emanaba del hilo musical del piso tranquilizaba al espíritu amargo de Jasper. No dejaba de pensar en su familia, en la extraña vivencia paranormal de la noche anterior, en la mirada de la tal Fjordahl, en la aureola inhumana que en cierto modo tenía aquel rascacielos. Miró de reojo a Laurent mientras se perdía en los detalles del piso que su compañero de Clan le había facilitado. Era un tanto impersonal, pero valía para no pasar el día en cualquier subterráneo. Jasper no echaba de menos su anterior refugio, aunque sí las sensaciones que allí había compartido con sus compañeros de Coterie. Navegó durante un rato por Bloodspot, recogiendo información y pensando cómo trasladársela a Laurent. El Caitiff estaba agradecido por la aparición del Volgirre. No terminaba de saber cómo se las había apañado para entrar y salir del edificio como si fuera suyo... pero qué coño, ese tipo de cosas son las que le hacían grande.
Por eso el Caitiff temía que lo que iba leyendo pudiera herir los sentimientos que aún quedarán en el interior de su compañero. Los Anarquistas ponían a Laurent como ejemplo de traidor a su clase, lameculos del Natlige y mentiroso compulsivo. Se había corrido la voz de que iba a interceder por ellos y ahora le ponían a caldo por no cumplir con su palabra. De hecho, las conexiones conocidas de Laurent en Christiania, su red de contactos, había sufrido algún enfrentamiento con otros narcos de la zona. Para más inri, Jasper comprobó con preocupación que se preguntaban una y otra vez por Kat. No había rastro de la Brujah y se había corrido el rumor de que el Principado podía tenerla secuestrada en alguna parte. Al mismo tiempo volvían a circular comentarios sobre el valor de la Sangre de vuestra Coterie, como si estuviera formada por Vampiros de especial antigüedad. Jasper por primera vez sintió que esos mensajes tenían un cierto sentido por increíble que pudiera parecer. ¿No había estado cara a cara con un tipo que a todas luces parecía de otro tiempo?
Jasper miró a Laurent de nuevo de reojo. El Toreador era consciente de que su compañero quería decirle algo, pero estiró el silencio un poco más. Acababa de contarle cómo había logrado sacarle de aquel edificio al que en teoría debía volver esta noche. En cierto modo se había abierto al Caitiff, sin entrar en sentimentalismos le había demostrado que le importaba y que por eso aún no se había marchado de Copenhague. En la cabeza del Toreador rondaba aún la conversación mantenida con Greta y la posibilidad de acercarse definitivamente a los Verdaderos Daneses. Kat seguramente nunca le perdonaría un movimiento así, pero Laurent era consciente de que Sorensen estaría buscando su cabeza para ponerla en una pica. Laurent había repasado nada más despertarse los distintos mensajes que había recibido.
Larsson le ponía al día de diversas detenciones auspiciadas por la Príncipe Malkavian y su chiquillo a distintos mortales que, a su vez, eran contactos o bien de conocidos Anarquistas o bien directamente tenían una relación indirecta con el propio Clan Toreador. Estaba claro que los Malkavian habían dado un paso más en su escalada de enloquecimiento y caminaban motivados por su propia paranoia hacia un gobierno cada vez más autoritario. Larsson enfatizaba que sólo había encontrado un talón de Aquiles en los planes de los gobernantes de Copenhague: no contaban con la capacidad económica que sí tenían los Toreador o los Ventrue, por lo que había distintas áreas de influencia que no podían controlar. Necesitaban dinero.
Laurent miró a Jasper y después volvió a pasar sus ojos sobre el cuadro que había traído de lo que, por mucho que le costaba terminar de creerlo, parecía directamente otro momento en la red del espacio-tiempo. La obra de la Virgen con el Niño, más allá del efecto perturbador de estar representados con los propios rostros de la familia de Jasper, valía una millonada. Sus trazos eran impropios del tiempo, reflejaban al mismo tiempo la esperanza de la fe y el horror de la peste en el contraste de la sagrada pareja con el tenebroso fondo. El Toreador apenas podía escapar al influjo de la pintura, perdiéndose en sus matices, simbología e interpretaciones. La máscara con forma de ave parecía ahora encajar con naturalidad en el devenir de los acontecimientos. Parecía como si al estar al lado del cuadro dos viejos amigos se hubieran encontrado tras siglos sin verse.
Quizá literalmente.
El Toreador parpadeó después de que Jasper carraspeara, consciente de que su compañero de Coterie se había perdido en sus propios pensamientos. Laurent recordó que Jasper le había contado que esa voz que de vez en cuando escuchaba en su cabeza le había incitado a llevarse la obra de arte por su inmenso valor. Ese mensaje unido a lo que le contaba Larsson hacía encajar piezas en el puzzle y en la mente de Laurent. El Toreador repasó también el mensaje de Álex, que había logrado refugiarse en algún lugar menos urbano de Dinamarca, disfrutando de la libertad cerca del mar y tratando de poner en orden sus propias vivencias. Álex seguía en contacto con Job. La Tremere estaba especialmente agradecida por la información compartida. Para ella no había duda de que tanto las investigaciones de su Clan como las vuestras como la de los aliados de Greta partían de una raíz común. Job era discreta a pesar de sus apariencias y se cuidaba mucho por lo que narraba Álex de dar más pistas de las necesarias sobre los propios movimientos que ella estaba realizando en nombre de su Clan. Pero abría la puerta a interceder ante la Capilla de Copenhague para intentar tender puentes de cara al futuro.
Laurent miró el cuadro y observó a Jasper, que parecía consumido por el recuerdo de su familia y su propia adicción. Para el Caitiff todo cuanto podía darle aún alguna esperanza pasaba por el bienestar de aquellos a los que aún amaba incluso más allá de la muerte. El Toreador comprendía y respetaba esas sensaciones al mismo tiempo que sabía según miraba fijamente a los ojos de aquella representación de la Virgen que tenían en su mano el timón para que la ciudad tomara un rumbo u otro.
OFF: Doy por hecho que Jasper y Laurent se cuentan todo cuanto han vivido por separado en la noche anterior. Si aún necesitáis alguna respuesta o información de esa escena podéis comentarlo en este interludio y yo utilizaría el recurso narrativo adecuado para introducir ese dato en la conversación. Ya sabéis cómo va el tema interludios, realmente esta escena la utilizo de esta manera para que podáis poner las piezas en orden y vuestras decisiones en común, así como momento previo en el que lo que subáis de la ficha pueda hacer efecto en vuestros personajes.
Por eso el Caitiff temía que lo que iba leyendo pudiera herir los sentimientos que aún quedarán en el interior de su compañero. Los Anarquistas ponían a Laurent como ejemplo de traidor a su clase, lameculos del Natlige y mentiroso compulsivo. Se había corrido la voz de que iba a interceder por ellos y ahora le ponían a caldo por no cumplir con su palabra. De hecho, las conexiones conocidas de Laurent en Christiania, su red de contactos, había sufrido algún enfrentamiento con otros narcos de la zona. Para más inri, Jasper comprobó con preocupación que se preguntaban una y otra vez por Kat. No había rastro de la Brujah y se había corrido el rumor de que el Principado podía tenerla secuestrada en alguna parte. Al mismo tiempo volvían a circular comentarios sobre el valor de la Sangre de vuestra Coterie, como si estuviera formada por Vampiros de especial antigüedad. Jasper por primera vez sintió que esos mensajes tenían un cierto sentido por increíble que pudiera parecer. ¿No había estado cara a cara con un tipo que a todas luces parecía de otro tiempo?
Jasper miró a Laurent de nuevo de reojo. El Toreador era consciente de que su compañero quería decirle algo, pero estiró el silencio un poco más. Acababa de contarle cómo había logrado sacarle de aquel edificio al que en teoría debía volver esta noche. En cierto modo se había abierto al Caitiff, sin entrar en sentimentalismos le había demostrado que le importaba y que por eso aún no se había marchado de Copenhague. En la cabeza del Toreador rondaba aún la conversación mantenida con Greta y la posibilidad de acercarse definitivamente a los Verdaderos Daneses. Kat seguramente nunca le perdonaría un movimiento así, pero Laurent era consciente de que Sorensen estaría buscando su cabeza para ponerla en una pica. Laurent había repasado nada más despertarse los distintos mensajes que había recibido.
Larsson le ponía al día de diversas detenciones auspiciadas por la Príncipe Malkavian y su chiquillo a distintos mortales que, a su vez, eran contactos o bien de conocidos Anarquistas o bien directamente tenían una relación indirecta con el propio Clan Toreador. Estaba claro que los Malkavian habían dado un paso más en su escalada de enloquecimiento y caminaban motivados por su propia paranoia hacia un gobierno cada vez más autoritario. Larsson enfatizaba que sólo había encontrado un talón de Aquiles en los planes de los gobernantes de Copenhague: no contaban con la capacidad económica que sí tenían los Toreador o los Ventrue, por lo que había distintas áreas de influencia que no podían controlar. Necesitaban dinero.
Laurent miró a Jasper y después volvió a pasar sus ojos sobre el cuadro que había traído de lo que, por mucho que le costaba terminar de creerlo, parecía directamente otro momento en la red del espacio-tiempo. La obra de la Virgen con el Niño, más allá del efecto perturbador de estar representados con los propios rostros de la familia de Jasper, valía una millonada. Sus trazos eran impropios del tiempo, reflejaban al mismo tiempo la esperanza de la fe y el horror de la peste en el contraste de la sagrada pareja con el tenebroso fondo. El Toreador apenas podía escapar al influjo de la pintura, perdiéndose en sus matices, simbología e interpretaciones. La máscara con forma de ave parecía ahora encajar con naturalidad en el devenir de los acontecimientos. Parecía como si al estar al lado del cuadro dos viejos amigos se hubieran encontrado tras siglos sin verse.
Quizá literalmente.
El Toreador parpadeó después de que Jasper carraspeara, consciente de que su compañero de Coterie se había perdido en sus propios pensamientos. Laurent recordó que Jasper le había contado que esa voz que de vez en cuando escuchaba en su cabeza le había incitado a llevarse la obra de arte por su inmenso valor. Ese mensaje unido a lo que le contaba Larsson hacía encajar piezas en el puzzle y en la mente de Laurent. El Toreador repasó también el mensaje de Álex, que había logrado refugiarse en algún lugar menos urbano de Dinamarca, disfrutando de la libertad cerca del mar y tratando de poner en orden sus propias vivencias. Álex seguía en contacto con Job. La Tremere estaba especialmente agradecida por la información compartida. Para ella no había duda de que tanto las investigaciones de su Clan como las vuestras como la de los aliados de Greta partían de una raíz común. Job era discreta a pesar de sus apariencias y se cuidaba mucho por lo que narraba Álex de dar más pistas de las necesarias sobre los propios movimientos que ella estaba realizando en nombre de su Clan. Pero abría la puerta a interceder ante la Capilla de Copenhague para intentar tender puentes de cara al futuro.
Laurent miró el cuadro y observó a Jasper, que parecía consumido por el recuerdo de su familia y su propia adicción. Para el Caitiff todo cuanto podía darle aún alguna esperanza pasaba por el bienestar de aquellos a los que aún amaba incluso más allá de la muerte. El Toreador comprendía y respetaba esas sensaciones al mismo tiempo que sabía según miraba fijamente a los ojos de aquella representación de la Virgen que tenían en su mano el timón para que la ciudad tomara un rumbo u otro.
OFF: Doy por hecho que Jasper y Laurent se cuentan todo cuanto han vivido por separado en la noche anterior. Si aún necesitáis alguna respuesta o información de esa escena podéis comentarlo en este interludio y yo utilizaría el recurso narrativo adecuado para introducir ese dato en la conversación. Ya sabéis cómo va el tema interludios, realmente esta escena la utilizo de esta manera para que podáis poner las piezas en orden y vuestras decisiones en común, así como momento previo en el que lo que subáis de la ficha pueda hacer efecto en vuestros personajes.