Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

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Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#1

Mensaje por Voivoda » 05 Ago 2021, 20:16

Jasper se sentía avergonzado de tener que mirar un mapa en su propia ciudad. Pero la verdad que la dirección que la voz había dejado en su mente le era totalmente desconocida. Volvió a mirar en Internet el lugar exacto en el piso de soltero que su antiguo colega de curro le había prestado para poder pasar el día. El pobre todavía andaba tomando medicación por los efectos de su secuestro en Saltholm, pero su agradecimiento a Jasper por sacarle de allí le había valido al menos un lugar donde protegerse del sol aunque fuera gracias a unas persianas.

Antes de llegar el día, Fjordahl había sonreído satisfecha al tocar, ver y oler el lienzo de otro tiempo que has llevado hasta ella. No sabes realmente si has podido desencadenar algo que debía permanecer oculto. Sólo te importa tu familia. Y al comprobar que la pantalla conectada al dron seguía con el mensaje de "No signal" y que Fjordahl te permitía regresar a casa "para tomar tu medicación" sientes algo parecido al alivio.

Un par de kilómetros andados sin sentido y un par de transbordos de interurbanos después se encontraba en aquel barrio residencial, de casas de ladrillo rojo y árboles frondosos pero cuidados. Las manzanas eran casi calcadas, cosa que no ayudaba a concretar su ubicación. Su atención se enfocaba en los números y en los buzones, esperando que el 59 soltará su estela de oro y fuera reconocible a centenares de metros. Una vez atendida a la relación de números no le fue demasiado difícil encontrar la vivienda. Maldijo nuevamente su suerte al descubrir que ya había vagado por allí. Además, la entrada no parecía tan pulcra ni cuidada como el resto de edificaciones.

Era una casa familiar de dos pisos, con aparente sótano. Varias ventanas de color blanco resaltaban sobre el ladrillo y las tejas rojas, y una puerta verde con escalones coronados por el musgo de la humedad se situaba a la izquierda. Allí se enfrentó Jasper, antes de hacer sonar sus nudillos contra la madera. Tomó aire y suspiró fuertemente después de apagar el tabaco contra el suelo y desenfundar su cabeza de la capucha. Tocó a la puerta y puso un rostro de solemnidad que tan sólo un nuevo evento que podía dar un nuevo giro a todo aquello requería.

-------------------

Stefan conducía de un modo demasiado brusco para el gusto de Laurent, fruto también de su ritmo acelerado que al francés le costaba seguir. El Toreador estaba tenso y su verborrea era algo confusa, pero Laurent se hacía una composición general de la situación en la ciudad. Los Verdaderos Daneses estaban bastante cabreados con él, lo que no había ayudado demasiado a los intereses del Clan en Copenhague. No obstante, el nerviosismo de los Malkavian se había acrecentado hasta un nivel que daba esperanzas a los Toreador para poder actuar contra ellos acusándolos de llevar a la ciudad hacia una espiral de violencia y locura. Los enfrentamientos en la calle habían dejado ya varios muertos, algo que no había sucedido jamás en la capital danesa... hasta la noche anterior. Una noche en la que repentinamente una gran barricada montada en el puerto se había disuelto sin intervención policial.

A la misma hora en que Laurent destrozaba el router que había encontrado el párking del edificio de Christiani & Nielsen.

Larsson redujo la velocidad al entrar en una zona residencial del norte de la ciudad mientras seguía explicando que al parecer en todo caso algo bueno tenía que los Malkavian siguieran en el poder: que habían hecho una redada descomunal contra los Anarquistas. Para Stefan, "habían adelantado parte del trabajo".

Kat.

Laurent comenzó a notar un cierto nerviosismo creciente en su interior. Siguió atando cabos hasta que Stefan aparcó suavemente el coche en una calle poco iluminada y desierta a cuyos lados se alzaban distintos chalets, casas de diseño y casas individuales más antiguas, pero no por ello menos grandes. Stefan creía que era buen momento para "hablar clarito" con el inspector Lindhart, y era allí adonde os dirigís nada más caer la noche.

- Pero qué coño...

Laurent mira hacia el porche de una de las casas donde hay una figura esperando a que le abran la puerta. Distingue sin dificultad a Jasper, lo que le genera una sensación de alegría en su cada vez más ceniciento corazón; sensación que intenta no transmitir a Stefan.

-------------------

Jasper escucha unos pasos que se acercan hacia la puerta, donde se detienen durante unos segundos. El Caitiff es consciente de que hay una cámara escondida entre los ladrillos de la entrada, de modo que seguramente desde dentro le están observando.

"No temas, estás en casa". La voz masculina vuelve a resonar en tu mente, lo que hace que sacudas la cabeza molesto. Distingues el motor de un coche que aparca no demasiado lejos y miras sin mucho interés mientras se van apagando los faros. En ese momento se abre la puerta y ante ti ves el rostro del inspector Lindhart. Detrás de él observas un pasillo que conduce a un amplio salón. El interior de la casa parece haber sido reformado recientemente y es mucho más moderno de lo que aparenta el caserón por fuera. El policía está demacrado, la piel de su rostro parece haberse pegado más al cráneo dándole un aspecto enfermizo más cercano a su verdadera naturaleza vampírica que al humano que aparenta ser. Está despeinado y su voz suena quebrada. Parece sorprendido al verte.

- ¿Qué coño haces aquí?



Laurent: -6 puntos de Sangre y -3 de FV.
Jasper: -4 puntos de Sangre. Lleno de nuevo de FV.

Me he permitido hacer un reajuste temporal ya que vais al mismo sitio, de tal modo que Jasper realmente acude a la dirección que le dijo la voz en su mente la noche siguiente a la de su nueva excursión por el pasado. Estaba tan bien descrita la llegada del Caitiff a ese lugar que he dejado el propio texto de Jebe al principio con algunos añadidos.
Laurent ve desde la distancia lo que sucede en el último párrafo de la escena. Aún así, desde la distancia no llega a oír qué están diciendo.
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Jasper Rohde (Jebediah_Gogorah)
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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#2

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 07 Ago 2021, 08:37

{ https://www.youtube.com/watch?v=dM9e1rxBSRU - Scratches by John Frusciante }

Rohde se mostraba nervioso y le parecía que aquellos segundos entre que sus nudillos se estrellaron contra la puerta y que ésta fuera abierta, habían sido toda una eternidad. En ese paréntesis temporal, los ruidos normales de la noche que no perturban, interiorizados, a nadie. Unos perros ladrando a lo lejos; un coche que llega y apaga su motor; el ruido furioso de la electricidad galopando los cables de alta tensión.

De nuevo, aquella voz, intentando transmitirle una paz que no tenía, y que él nuevamente intentaba disimular. - No temo. Espero que des la cara... no estoy para juegos.. Jasper había perdido todo atisbo de cordura jerárquica, y osaba ponerse bravucón con alguien que era capaz de hacerse oir en su cabeza durante tantas noches. De alguna manera, se sentía como un kamikaze, pero sin avión que estrellar. Sólo por las ansias de sacrificarse por un bien mayor.

Lindhart. Aquel sabueso hijo de perra parecía pasar por la peor de sus noches. Jasper se quedó sin habla durante unos segundos. Quiso que le tragara la tierra, y por su cabeza pasaron los minutos caóticos de las redades en Christiania, y como fue capaz de usar su poder de la sangre, para engañar al detective con las voces sobre su familia. ¿Karma? ¿Justicia poética?... - Que bajo has caido JR...

-No sé... dimelo tú. Tú me has llamado ¿no?... - dijo apuntandose a la sien y haciendo girar su dedo - ¿A que estás jugando?. Sabías perfectamente que vendría. - Metió sus manos en los bolsillos. No sentía la necesidad de mostrar que iba indefenso, ni tampoco de mostrarse como una amenaza. Sólo esperaba que el detective le invitara a entrar y solventar aquellas dudas que le amartillaban la cabeza.

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LAURENT MALALT (Pagliacci)
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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#3

Mensaje por Pagliacci » 07 Ago 2021, 12:59

https://www.youtube.com/watch?v=uU4W8944o_k



Stefan nunca parecía escuchar, absorto en sus planes por conquistar la ciudad, consumido por su deseo de reconquista el principado. Para él, todos eran piezas en un tablero de influencia y prestigio, Laurent se sabía una de ellas. Dejó que le pusiera al corriente de lo que creía conveniente contarle, sin interrumpirle demasiado, mientras trataba de aferrarse a su asiento y mantener las tripas en el sitio.

-Los Verdaderos Daneses han perdido algunos hombres, por eso están disgustados conmigo, Greta no encajó bien que le dijera que sus cachorros no iban a volver.

Las luces cruzaban los cristales como cometas, a toda velocidad, Malalt apenas fue capaz de saber a qué parte de la ciudad se dirigían, en aquella colmena sin alma todas las calles parecían iguales.

-Pero no te preocupes, recuperaré su confianza, tengo un plan. Quizás sea capaz de revertir la brujería que los ha atrapado en el más allá, así nos deberán un gran favor. Están ocurriendo muchas cosas en Copenhagen en las últimas noches. Parece que los Malkavian han desatado su locura y la ciudad está al borde del colapso, de la guerra, como te dije.

El francés recordó la peregrinación que había hecho hacía unas noches, ahora tan lejanas, advirtiendo a todo el mundo de la sangre que se iba a derramar, como un cuervo agorero, un heraldo de malos presagios. Aquello le llevó a pensar todo lo que había perdido, su Dominio, su familia y lo que aún podía perder, a Kat.

Una vez el sedán se detuvo ante la entrada, a unos metros de la puerta, el contrabandista vislumbró la figura de Jaspers arrebujada en la oscuridad, adentrándose, una vez más, en la boca del lobo. El mafioso no pudo sino sonreír internamente, sus destinos estaban entrelazados y, cuando pensaba que había puesto a sus hijos a buen recaudo, ellos volvían a meterse en problemas. ¿Dónde estaría Alex ahora?

-Esa brujería Malkavian es capaz de abrir portales a otro tiempo, ese hombre- dijo señalando a la silueta del Caittiff- trajo esto del otro lado, una pintura del siglo XV, una auténtica obra incunable.

El Toreador bajó del coche lentamente, sacando el portaplanos del maletero y le acercó la pieza de arte a su compañero de clan, desenfundándola en la calle y dejando que sus vivos colores, su trazo perfecto y el olor del óleo llegaran a Stefan. Las luces del coche, aunque pobres en comparación con las del día, eran capaces de realzar el juego de sombras que el autor había plasmado con cada pincelada. Entonces, mientras se la ofrecía y dejaba que éste se maravillara con ella, preguntó:

-¿Qué es lo que sabes de todo este asunto y qué esperas sacar de Lindhart?- El extranjero caminó despacio entorno al otro hombre, esperando coger con la guardia baja a su camarada, distraído quizás con la belleza de la pintura.

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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#4

Mensaje por Voivoda » 11 Ago 2021, 19:07

- Oh, la la!

Stefan miró con atención el lienzo. Resultaba casi irrespetuoso estudiar una pintura que seguramente valdría millones a la luz de los faros nocturnos de un coche en una calle desierta de una ciudad que ni siquiera estaba entre las principales de Europa. Larsson no era un tratante de arte, pero había aprendido lo suficiente con el tiempo como para discernir qué era valioso de lo que no lo era. En cierto modo era lo básico que debía saber un Toreador; hasta los más sociales y callejeros tienen un cierto sentido de la estética. Laurent, no obstante, es consciente de que no es la belleza de la pintura lo que le provoca ese asombro. De hecho, no parece que la ancestral debilidad del Clan se manifieste en Stefan al ver el lienzo. Seguramente lo que necesita el Clan para proseguir con sus planes era financiación. Y ese cuadro era una especie de inmenso cajero que había viajado en el espacio-tiempo.

Larsson mira a su compañero de Clan con un respeto creciente. Laurent sabe que está en lo más bajo del escalafón de los estándares de su propia Sangre, pero su propia capacidad para sobrevivir estaba arrojando al final resultados que eran valiosos para otros... lo que los hacían valiosos para él mismo.

Sé que la Camarilla nos puede respaldar definitivamente para devolver el sentido común a este Principado si logramos controlar esos portales. Y sé que por desgracia nuestro Clan no tiene acceso a ellos, tenemos que andar negociando con los Tremere, los Giovanni o los Ventrue. Todos esos hijos de puta tienen alguna idea del tema- Stefan suena algo arrogante, pero muy decidido. Tiene una aureola, un carisma, innegable- Hemos venido a que Lindhart nos dé toda la información que tenga para poder adelantarnos unos pasos. O en caso contrario a poner su cabeza en una pica por haber detenido a buena parte de los Anarquistas de Copenhague- te mira esperando algún tipo de reacción. Piensas en Kat, pero disimulas tus temores- Nos la sudan los Anarquistas, pero si les echamos una mano y les prometemos un par de Dominios, estarán de nuestro lado.


-------------------

Lindhart se lo piensa unos instantes antes de apartarse para que Jasper pueda entrar en la casa. El Caitiff comprueba que la casa, que ha sido reformada con cierto gusto con distintos tipos de maderas nobles, huele ligeramente a cerrado y apenas está iluminada. El polvo se acumula en algunas partes. No le pasa desapercibido al pasar junto a la cocina americana que hay varios platos y tazones para limpiar... algo que no tiene demasiado sentido en el refugio de un Vástago.

El Caitiff siente una especie de desorden simétrico, como si todo estuviera ligeramente torcido, sucio o avejentado... pero al mismo tiempo conformara una cierta armonía.

El salón está gobernado por una mesa de grandes dimensiones con capacidad para ocho comensales sobre la que cae una lámpara de diseño que da una luz cenital directa que ilumina toda la mesa, pero deja grandes espacios oscuros en el resto de la sala. La televisión está puesta sin volumen en un canal de noticias 24 horas en el que se dan cuenta de los últimos incidentes en Copenhague que han dejado incluso algunas víctimas mortales. Los rótulos de la parte inferior de la pantalla inciden en que sin embargo la última noche fue la última sin grandes disturbios desde hace meses.

Sin pensárselo demasiado, Jasper va a sentarse en una de las sillas, lo que Lindhart impide interponiéndose de un modo casi violento.

¡NO, NO!- Jasper da un respingo que casi le hace mostrar los colmillos. El policía hace un gesto tranquilizador con las manos- Mejor siéntate ahí- dice indicándote otra silla exactamente igual a la que no te ha dejado ocupar. Aprovechas para mirar la mesa, sobre la que tiene desplegado un mapa de Copenhague con varias chinchetas puestas en él, recortes de periódico, fotografías, fichas policiales y folios escritos a mano y a ordenador.

Su voz vuelve a tener un tono más calmado.

No tenemos mucho tiempo... ¿dices que te he llamado?. Vaya, no... la última vez que nos vimos casi te meto un tiro- recuerdas a la perfección vuestro encuentro en Christiania y cómo Álex y Kat se enzarzaron entre sí y pensaste que acabarían matándose- Pero si has venido, por algo será... ¿ya no vas con tus amigos?

Una ligera sensación de melancolía acude al corazón de Jasper. Había renunciado a mucho por su familia mortal. Y había sobrevivido a mucho por su familia inmortal. Sin embargo, de un modo que no acababa de comprender, se sentía como en casa en ese salón junto a ese inspector de policía que parecía estar más en su contra que a su favor en los últimos tiempos...

Es una sensación extraña, pero cálida, que no termina de ser del todo confortable porque Lindhart se comporta de modo extraño, sin acabar de mirarte mientras te habla, echando un ojo de vez en cuando a las sillas vacías.
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Jasper Rohde (Jebediah_Gogorah)
Caitiff Programador

Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#5

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 12 Ago 2021, 13:48

{ https://www.youtube.com/watch?v=TcPHSCc8W0c - What you done by Lera Lynn }

Nuevamente las neblinas de los recuerdos confundían la mente de Jasper... ¿Había estado allí antes?. Las barreras entre las distintas realidades eran cada vez más finas y sentía que ahora eran del grosor de un papel de fumar. Sin duda, enloquecería, aún más, cuando todo se difuminara como una acuarela en la paleta del pintor. Aquel artista que estaba componiendo aquel cuadro extraño que ahora mismo era la existencia del caitiff.

- JODER... ¿que pasa? - Dijo ante el incidente de la silla y obedeciendo ante la nueva invitación - ¿Por qué no puedo sentarme aquí? - Observó la silla de arriba a abajo, examinandola con esmero. Si había algo en su asiento, si colgaba algo de su respaldo, su colocación... TODO. Aquello le parecía tan jodidamente raro que ya no sabía imaginarse, aunque despues de lo vivido, no esperaba algo demasiado mundano.

Observando la casa con extrañeza, ni corto ni perezoso, preguntó sin remilgos sobre la duda que le corroía: - ¿He estado aquí antes? - Sabía que era una pregunta que el inspector podía tomar como una trampa o incluso condicionar la propia conversación que tenían por delante, pero era necesario para Rohde, poder nuevamente ubicarse en el espacio-tiempo. - Sí, y ya hablaremos de porque me querías meter un tiro.

Sin dejar de esperar su respuesta, observa también con detenimiento todo la investigación que tiene desplegado el malkavian sobre la mesa*1. Intenta en breves segundos ver algún cabo al que aferrarse. - Es hora de levantar las cartas, Lindhart, y saber con que mano cuenta cada uno... ya quedan pocos granos de arena por caer en el particular reloj de arena en la que se ha convertido Copenhague. ¿Que pasa con éstas sillas, y por que las observas tanto?... ¿Esperas alguna visita "especial"?... ¿estan "ellos" al otro lado?... Tal vez ¿alguno de ellos son esa voz que tengo en la cabeza?- dejó la pregunta en el aire, sin importarle en absoluto quedar como un loco ante su, ahora, compañero de clan.

*1
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#6

Mensaje por Pagliacci » 12 Ago 2021, 15:32

https://www.youtube.com/watch?v=v-OaiId6wzM

Laurent sintió una súbita empatía por el caitiff, sabiéndose ahora utilizado por el otro vástago, un gilipollas que ni siquiera era capaz de apreciar la obra de arte que tenían delante, que sólo veía sucio dinero dónde él veía la belleza de lo sagrado. Stefan sólo tenía un propósito, conseguir el principado a toda costa, algo que a estas alturas le parecía completamente espurio al francés. Pero decidió seguir con los faroles, quería saber hasta dónde podía llegar. Stefan sabía más de lo que aparentaba y le había revelado una pieza importante del puzzle, habían tres clanes y tres portales implicados. Y, para su consternación, no eran el Malkavian, sino el clan Giovanni el tercer jugador sentado a la mesa.

-Comprendo- dijo, tomándose unos largos segundos para pensar sobre lo que estaba ocurriendo- Los Ventrue ya no tienen su portal, quedó destruido cuando los hombres de Lindhart atacaron las oficinas de Christiani & Nielsen.

El contrabandista no pudo reprimir una sonrisa, pensaba hacer cargar al detective con la responsabilidad de haber dejado atrapados a los nazis en el pasado, después de todo, estaba claro que eran peligrosos y se encontraban en el lugar de los hechos.

-Pero sé dónde se encuentra otro de éstos portales, el de los Giovanni, creo, y podría conduciros hasta él. Tampoco es completamente cierto que no tengamos acceso a esa tecnología, Karlheinz Schwegler sabe algo, quizás sea el creador de estos artefactos.

Malalt enrolló cuidadosamente el oleo y lo introdujo de nuevo en el estuche, la calle parecía desierta y extrañamente silenciosa, las estrellas del manto nocturno apenas eran visibles tras la tormenta que había barrido la ciudad la últimas noches.

-Hagamos una cosa, llévate el óleo, conviértelo en dinero y déjame el asunto de Lindhart a mí. A cambio te pido una cosa, cuando el humo se disipe, quiero que apoyéis mi entrada en el Natlige.

El natlige, bonito nido de serpientes. No podía resultarle más indiferente, pero Malalt prefería hacerles creer a todos que ese era su precio a decirles la verdad, que nada de aquello importaba cuando estaban en juego las mismas leyes de la existencia.

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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#7

Mensaje por Voivoda » 14 Ago 2021, 18:12

Lindhart observa con extrañeza a Jasper. En los recuerdos del Caitiff, quizá el único espacio de su propia mente al que aferrarse con la confianza de que lo que aparecía por allí era real fuera de toda duda, no había ninguna imagen que le recordara aquella casa. Ni siquiera en sus primeras noches en las que deambulaba por los barrios de Copenhague intentando comprender en qué se había convertido había estado en aquel lugar, pero aún así no podía evitar una cierta sensación de familiaridad.

No, no has estado aquí nunca- contesta el policía con suavidad, casi incluso con el tono de voz que se usa con un familiar.

Jasper asintió algo despistado mientras intentaba memorizar los apuntes que tenía Lindhart sobre la mesa. Tres chinchetas de distinto color en el mapa: una en la isla de Saltholm, otra en el puente de Oresund, otra en un edificio de una zona empresarial. Recortes de noticias relacionadas con incidentes y disturbios en la ciudad, fotografías de gente que no le decía a nada a Jasper pero que tenían pinta de haber pasado por comisaría alguna vez, una imagen de una cámara en la que cree distinguir a Kat, otra de otra cámara en la que sale el imbécil de Sorensen. En uno de los folios ve varios nombres manuscritos: Goldstein, Schwegler. Una hoja impresa con la dirección de varias comisarías de policía.

Lindhart recoge con prisa los papeles cuando deduce que el despiste del Caitiff viene de estar mirando sus apuntes. Jasper mira hacia otro lado simulando estar un poco ido. Generalmente le suele salir bien, la gente le toma por un tipo majo y algo despistado. Es el momento que aprovecha para soltar su retahíla de preguntas. Según va disparándolas, puede notar a Lindhart un tanto más inquieto. Mira a varios lados de la habitación y hace algún ademán con las manos como para intentar detener a Jasper.

Sin embargo, es el Caitiff el que calla de repente.

Parpadea un par de veces para comprobar que su vista no le está engañando.

Sentados en la silla ve a dos críos, un niño de unos cuatro años y una niña algo mayor, así como a una mujer joven y de pelo rojizo. Y frente a ti, justo al lado de Lindhart, observas a un hombre anciano y algo encorvado, de aspecto débil. Tu propio padre, que creías que se había borrado de tus propios recuerdos. Tu propio padre que había muerto de un cáncer hacía ya muchos, demasiados, años.

También los ves, ¿verdad?- pregunta lentamente Lindhart.

------------------- Stefan chasquea la lengua pensativo mientras toma la antigua obra de arte en sus manos. Su apariencia es un tanto peculiar, con su atractivo nórdico contemporáneo, su estilo de vestir un tanto setentero y teniendo en su poder una pintura de siglos de antigüedad. Quizá en sí mismo era todo un ejemplo de lo que significaba ser un Toreador, un vampiro que representaba al mismo tiempo la belleza imperecedera y que debajo de toda esa apariencia era un montón de cenizas cadavéricas como cualquier otro no-muerto. Laurent pensó por un instante que su Sire se burlaría de la avaricia y ambición de Stefan Larsson. Su Sire disfrutaba del hedonismo de la perdición, de lo efímero que era lo aparentemente valioso frente a la verdadera maldición amarga que era vuestra existencia más allá de la muerte.

Stefan duda y mira a Laurent de reojo mientras se apoya en la parte trasera del coche mirando hacia el interior de la casa. Sólo se escuchaba el sonido de los grillos y un ladrido repetitivo y algo lejano de un perro. Laurent se preguntaba qué estaría haciendo Jasper ahora mismo en el interior de esa casa de suburbio de clase media-alta. Le molestaba la paciencia de Stefan y en el fondo deseaba estar junto a quien consideraba un verdadero amigo a pesar de ser en realidad un descastado para todos los demás vampiros que le conocían.

- Laurent, cuando esto termine, el Natlige será un mal recuerdo. la voz de Larsson es certera y a la vez fría. Directa, como la de quien ya no es realmente humano. Te mira de reojo al mismo tiempo que abre la puerta del copiloto y mira en la guantera. Observas cómo saca una pistola a la que coloca un silenciador y la esconde en la parte trasera de su pantalón al mismo tiempo que la tapa con la chaqueta de cuero- Tenemos un encargo y hay que cumplirlo.

Tenemos. Laurent disimula un bufido. De nuevo la afiliación incondicional, la lealtad con la que se tejen los hilos de violencia y sangre. Algo de lo que siempre había intentado escapar. De lo que realmente siempre ha intentado escapar desde la misma noche de su Abrazo para hacer su propio camino.

Stefan deja el cuadro en el coche, coge las llaves, cierra la puerta y comienza a caminar hacia la casa de Lindhart.
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Jasper Rohde (Jebediah_Gogorah)
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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#8

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 15 Ago 2021, 10:26

{ https://www.youtube.com/watch?v=YbckYGDMdPs - Knocking on heavens doors version by Johnny Cash }

El anciano miraba por la ventana deseando observar un nuevo día. No podía pensar que aquel iba a ser su último día en la tierra. La última vez que sentiría el sol en su piel, la calidez de un beso, el abrazo de un ser querido, el murmullo de las palabras, en definitiva, la belleza de estar vivo. Y ahora afrontaba frente a la muerte, como no había ningún problema que le hubiera afligido que fuera más gordo que aquel. El único que no tenía solución. Y ahora el problema pasaba a ser parte de la familia, que tendría que luchar contra la ausencia diaria, e intentar confrontar su recuerdo.

El monitor de constantes vitales arrojaba un pitido cada vez más espaciado en el tiempo, como un reloj girando sus manecillas por últimas veces. Jasper agarraba su mano con fuerza, intentando mostrarse alegre y optimista, para que aquella fuera la última imagen que se llevara su padre al cielo. Pero estaba roto por dentro.

Como roto estaba cuando descubrió que aquel era el recuerdo que habría querido tener, pero la auténtica realidad es que no estuvo disponible para el último adios de su padre, y simplemente yacía drogado en algún portal de Christiania mientras su padre tenía el último estertor. Aquello no se lo perdonaría su madre, que jamás volvió a dirigirle la palabra, y obligó a Jasper a ser motivo del pasillo de la verguenza en el sepelio de su padre, donde todos sus familiares, conchabaron para darle la espalda, y aumentar el odio interno y sobre todo la culpa.

Jasper no pudo evitar derrumbarse, al ver la imagen de su padre, y las emociones, otra vez en aquella noche, le desbordaron. La sangre empezó a brotar por sus lagrimales y cayó de rodillas frente a la silla, alzando las manos para tocar el senil rostro del espectro. Le preocupaba mostrarse tan vulnerable frente a Lindhart, pero así era Rohde, para lo bueno y para lo malo. En aquel momento, todo le daba igual, incluso los routers de los que el inspector malkavian tenía las ubicaciones, así lo había visto en el mapa, y que tal vez pudiera ayudarle en el encargo de Job... Forjhdarl y su experimento... Laurent, Alex... hasta incluso llegó a flaquear por un momento y sentir el cansancio en cuanto a su hijo y ex mujer. Sólo quería sentir nuevamente la voz ronca y profunda de su padre, y sus desoidos consejos, morir y renacer nuevamente, y vivir nuevamente su feliz infancia, donde los problemas desaparecían como globos en el aire... - Padre... papá... - sollozó como un niño pequeño...

Cuando pudo apenas recomponerse, con la voz rota, dijo al policía: - Sí, claro que los veo... ¿quienes son? - dijo mirando hacia un lado y evitando la evidencia de que había reconocido a su padre... - Y sobre todo... ¿que son?... ¿Espectros? ¿Espíritus?... ¿Somos espectadores de otro tiempo? - JR tenía muchas certezas, pero infinitamente, un mar de dudas por donde iniciar su travesía.

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LAURENT MALALT (Pagliacci)
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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#9

Mensaje por Pagliacci » 15 Ago 2021, 13:18

https://www.youtube.com/watch?v=k_mkp9pUBpk

Al fin quedaban a la vista las intenciones de Stefan, liquidar a sus enemigos, tomar el control de la ciudad, abolir el Natlige. Nada nuevo, en realidad, pero no esperaba que alguien como él se manchara las manos, para eso estaban los Verdaderos daneses. Después de todo, ir a hablar con Lindhart significaba ir a liquidarlo, no es que a Laurent Malalt le importara, pero detestaba la violencia, era mala para los negocios. Sobre todo, cuando no era él quién tenía el control de la situación.

Laurent se movió despacio y sigilosamente tras el otro toreador, siguiendo su estela, con el cuchillo que acostumbraba a llevar (más por el aspecto aguerrido que le daba que por su utilidad) en la mano. Sentía que algo iba a ir mal, uno simplemente no podía esperar coger a un clan de videntes con la guardia baja, así que dejó que Stefan Larsson fuera el primero en acercarse a aquella puerta cerrada donde se escondían las respuestas a todas las preguntas, un portal azul a las tierras del sueño que ninguna llave de plata abría.

Respiró profundamente, sintiendo el peso del cuchillo en la mano, un acero que bien podría acabar rajando la garganta de Stefan Larsson, el duque blanco de los degenerados. Laurent caminó hasta colocarse cerca de la entrada, con gran cuidado de no ser visto a través de ninguna ventana y buscando alguna puerta trasera a través del jardín, si es que lo había. Le hizo una señal a Larsson, sin pronunciar palabra, indicándole que trataba de envolver al enemigo. Mientras lo hacía, solo deseaba que Jaspers no saliera herido de todo aquello, sabía que Larsson no tendría ningún reparo en matarlo si de él dependía.

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Re: Episodio 10. Puertas que se abren, puertas que se cierran

#10

Mensaje por Voivoda » 25 Ago 2021, 20:14

El rostro cansado de Lindhart muestra de repente una sensación innegablemente humana, a mitad de camino entre el alivio y una infinita comprensión.

- Es mi familia- dice con una voz que ahonda las emociones que siente Jasper. Repentinamente siente una profunda conexión con el dolor del inspector de policía. Había escuchado historias y rumores sobre las presuntas alucinaciones que sufría Lindhart fruto de una depresión que minaba su ánimo noche tras noche hacia la eternidad. Nunca había hecho especial caso a los chismes, que consideraba generalmente habladurías mal intencionadas. Pero ahora comprendía, al sentir él mismo el dolor de la ausencia de su padre, el sufrimiento que padecía cada noche aquel tipo. Jasper no quería dejar de lado que hace apenas unas horas Lindhart podría haberle liquidado, pero aún así la oleada de emociones que tenía a flor de piel al ver el rostro de su padre que, aún siendo intangible, parecía auténticamente real, era más poderosa que la desconfianza.

- Y entonces tú también...- Lindhart se detiene a mitad de la frase al sonar el timbre de la casa con un tono corto. Su rostro varía de repente, tensándose con un gesto mucho más propio de un no-muerto. Hace una seña a Jasper para que no se mueva al mismo tiempo que coge una pistola que tenía guardada en un cajón. A Jasper se le acumulan las preguntas y piensa que si estuviera vivo se le habría acelerado el corazón.

Laurent no da tiempo a que Larsson conteste para poder rodear la casa por su cuenta. Intuye que a su compañero de Clan no le ha hecho mucha gracia, pero confía en que crea que actúan al unísono frente a un enemigo común. Afortunadamente el policía no cuenta con ningún tipo de mascota y la iluminación es escasa como en toda la calle, haciendo fácil poder sortear los faroles situados en distintos puntos de la fachada. El jardín trasero estaba descuidado y las plantas crecían por todas partes, lo que le permitió a Laurent encontrar un espacio desde el que ver sin ser visto. Al estilo de la mayor parte de casas de este estilo en Escandinavia, el salón principal tenía un amplio ventanal sin persianas para aprovechar así la escasa luz solar. Por un momento el Toreador pensó si este era el refugio de Lindhart. De ser así no estaba especialmente protegido, lo que hizo pensar al Toreador que el inspector tenía querencia por volver a su hogar mortal aunque luego durmiera en otra parte. Incluso los Vampiros tenían sus debilidades que los hacían vulnerables.

Laurent comprueba que Lindhart coge un arma y se dirige hacia la puerta tras hacerle una seña a Jasper para que no haga ningún ruido. Malalt siente una punzada de alegría al ver al Caitiff, que está medio arrodillado junto a una silla vacía.

Jasper presiente que algo no va nada bien, su Bestia se despereza previendo que los acontecimientos van a desencadenarse de un modo imprevisible. El lazo que siente con Lindhart se hace mucho más fuerte y teme que algo malo pueda sucederle.... y presiente, aunque no tenga sentido, que Laurent está de algún modo relacionado con esa llamada a la puerta...
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