LICANTROPÍA NARRATIVA
El tema de lo que se conoce como "hombre lobo", aparece y desaparece y se transforma en la tradición universal. La atribución de un origen germánico a nuestro hombre lobo está generalizada. Yo mismo eché leña a ese fuego al localizar el nombre del lugar de Guerofe en Pascais (Samos), que perpetúa la palabra germánica "weruf" (hombre lobo). Algunos topónimos gallegos cuya raíz es wulf se refieren al apodo o nombre relacionado con los hombres lobo: Randulfe, Mañufe, Merufe, Ulfe.
Herodoto y Plinio el Viejo dan noticia de licántropos u hombres lobo o lobishomes o lobos da xente. Ovidio, cuya luz no se extingue, incluye en sus Metamorfosis prodigiosas un relato especialmente inquietante: el de Licaón, rey de Arcadia, que se transforma en lobo y termina siendo castigado por los dioses. Él huye a lugares desérticos. Transforma su piel en pelaje, en patas las manos y brazos. Durante la metamorfosis, Licaón quiere hablar, pero el latín que le aflora por el hocico es un balbuceo confuso, animalesco y violento. También Petronio en su Satiricón será capaz de insuflarle nueva vida a un cuento de hombre lobo.
En cuanto a nuestra literatura gallega, fue Vicente Risco, que solía desdoblarse en etnógrafo y creador literario, quien introdujo en las letras gallegas este tema literario, y profundiza en su teorización conceptual. Lo hace en dos ocasiones. Una, en su ingreso en la Academia Galega (1929), con un discurso que lleva el título de Un caso de licantropía. En ese discurso científico, que fue respondido por Ramón Cabanillas, Risco discurre sobre la universalidad y posibles orígenes de la creencia en el hombre lobo, pero lo cual maneja el sumario judicial de Manuel Blanco Romasanta, asesino y violador, que creía transformarse realmente ("la manía luparia" que conocía Cervantes) en hombre lobo.
Romasanta fue defendido por Xosé Rúa Figueroa, autor posiblemente de la publicación del proceso que llevaría en 1947, Carlos Martínez Barbeito a escribir sobre el caso la novela "El bosque de Ancines". Pero Vicente Risco también publica un relato de licantropía que le había sido transmitido oralmente: O lobo da xente (Lar, A Coruña, 1925). En esta novela corta trata de una muchacha que se convierte en loba por efectos de la maldición que le arroja su madre. Aquí Risco suaviza su compostura habitual para insistir en la belleza y feminidad de la que podemos hablar con precisión "mujer loba": "Una muchacha hermosa como un clavel, de ojos verdes donde centellean chispas de oro."
Emma Pedreira retoma, con acierto, el tema de la mujer loba en la novela titulada "Besta do seu sangue" (Xerais, Vigo, 2018). Y en la narración "Vísperas de Claudia" (Xerais, Vigo, 1998), Guede consigue introducir de forma onírica la maldad del hombre lobo en los crímenes políticos ocurridos en el Ourense fascista de 1936 y los años siguientes. El tema no se agota.
-Xosé Luis Méndez Ferrín
Ataques de lobos en Galicia.
