[Ambientación] Entrevista con Samuel Haight
Publicado: 31 Dic 2021, 17:37
ENTREVISTA CON UN ASESINO
ARCHIVO PERSONAL Por James y Bonnie Moore.
Entrevista con un Asesino es una transcripción de la entrevista de trabajo realizada a Samuel Haight para la vil Pentex Corporation de Hombre Lobo: el Apocalipsis. Haight es un villano recurrente en el Mundo de Tinieblas, un enemigo de Garou, vampiros y magos. Aquí se muestra su comienzo.
Para: Mr. James Kiker, División de Pentex de Minería.
De: Dr. Reginald P. Kingsley.
Asunto: Archivo psicológico, Samuel Haight
Sujeto: Samuel C. Haight
Examinador: Reginald Philip Kinglesy, M.D., Ph. D.
El siguiente documento es una transcripción de la entrevista entre Samuel Haight y yo mismo. Creo que debe leerla completamente para reconocer la magnitud de la megalomanía del sujeto. Esta transcripción se acompaña con los resultados de varios test, incluyendo la habitual mancha de tinta de Rorschach, el Inventario de Personalidad Multifásico de Minnesota (IPMM), la Evaluación de Desorden de Helsintong, y el Test de Citas de Información Estandarizada.
Tras mi entrevista y estas prueba, recomiendo encarecidamente que traslada a este hombre de su posición de capataz en la recién adquirida Compañía de Minería y Transporte Nolan-Parker a una posición de menor responsabilidad. A Haight se le debe animar a buscar ayuda profesional y/o iniciaremos procedimientos de examen involuntario para que pueda ser trasladado a una institución adecuada para tratar el intenso estado mental de delirios de grandeza en el que se encuentra.
10: 03 a.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: ¿Comprende que se encontrará bajo la influencia de, eh pentotal sódico para esta prueba?
Haight: Desde luego, pero no hay motivo para ello; no tengo nada que ocultar.
Kingsley: Teniendo en cuenta la importancia de Pentex y la necesidad de empleados de confianza, se requiere que cualquiera en una posición de dirección supere esta prueba. ¿Comprende que no se trata de algo personal?
Haight: Sí.
Kignsley: Muy bien. Comenzaremos la prueba tan pronto como la medicación surta efecto.
10: 15 a.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: Samuel, los archivos muestran que ha trabajado para Nolan-Harker durante el año pasado, ¿en qué trabajó antes de llegar aquí?
Haight: Me encontraba en un período sabático extendido.
Kingsley: ¿Qué hizo en ese período?
Haight: Viajé por el mundo. Estaba buscando algo.
Kingsley: ¿Qué buscaba, Samuel?
Haight: Llámeme Sam.
Kingsley: Muy bien, Sam ¿Qué estaba buscando?
Haight: Información sobre ocultismo.
Kingsley: ¿Está interesado en el ocultismo, Sam?
Haight: Muy interesado. Es un tema fascinante.
Kingsley: ¿Qué le fascina del ocultismo, Sam?
Haight: El poder.
Kingsley: Ah ¿poder para qué?
Haight: Venganza.
Kingsley: ¿Venganza contra quién?
Haight: Mi padre y los demás.
Kingsley: ¿Su padre? Dígame, ¿por qué querría vengarse de su padre?
Haight: Porque lo odio.
Kingsley: ¿Por qué odia a su padre?
Haight: Sólo lo odio.
Kingsley: Debe haber alguna razón para sentir eso, Samuel. ¿Por qué no me lo dice? Quizás pueda ayudarle.
Haight: No es necesario.
Kingsley: ¿Por qué no?
Haight: Está muerto.
Kingsley: ¿Cómo murió su padre?
Haight: Lentamente y con mucho dolor.
Kingsley: Samuel, ¿mató usted a su padre?
Haight: Mil veces al día.
Kingsley: ¿Mató usted a su padre o sólo sueña con matarlo?
Haight: Nunca tuve la oportunidad de matarlo. El muy cabrón murió antes de que pudiera ponerle las manos alrededor de su [el sujeto pronuncia vulgaridades extremas] garganta.
Kingsley: ¿Quería matarlo?
Haight: Sí.
Kingsley: ¿Por qué?
Haight: Porque me mató.
Kingsley: No le comprendo. ¿Qué quiere decir?
Haight: Desde luego que no. No importa, no es importante.
Kingsley: Sam, ¿por qué odiaba a su padre?
Haight: Porque él me odiaba.
Kingsley: ¿Por qué le odiaba su padre?
Haight: Mire, déjelo ¿vale? No quiero hablar de esto. Pregúnteme otra cosa.
Kingsley: Muy bien, ¿Por qué quiso trabajar para Nolan-Parker?
Haight: Necesitaba dinero y un lugar estable para mi investigación.
Kingsley: ¿Investigar qué?
Haight: Venganza.
Kingsley: ¿Contra su padre?
Haight: Otra vez, deje a mi padre fuera de esto. Es el último aviso. Créame, doc; he matado a gente mejor que usted.
Kingsley: ¿Me está amenazando?
Haight: Eh. No. Le estoy haciendo una promesa. Que le romperé todos los huesos de su mano derecha y vuelve a preguntarme sobre mi padre.
Kingsley: ¡Enfermera! Creo que es hora de una segunda dosis de pentotal.
11: 11 a.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: ¿Ahora se siente más tranquilo, Sam?
Haight: ¿Hmmm? Sí. No siento dolor, Doc.
Kingsley: Bueno, entonces, ¿por qué no me habla de sus aficiones?
Haight: Cazo.
Kingsley: Bien. ¿Y qué caza?
Haight: Garou.
Kingsley: ¿Qué dice? ¿Garou? No sé lo que son.
Haight: Seguro que sí. Hombres lobo. Cazo hombres lobo.
Kingsley: Samuel, no puede cazar hombres lobo. No existen.
Haight: Sí existen. Quieren que crea que no existen. Y una cosa, Doc.
Kingsley: ¿Sí, Samuel?
Haight: Ya se lo dije antes: no me llame Samuel. Si lo hace me voy a enfadar. Llámeme Sam. Nos llevaremos mejor.
Kingsley: Perdóneme, Sam. ¿Usted cree que existen los hombres lobo?
Haight: Sé que existen.
Kingsley: ¿Cómo puede saber que existen, Sam?
Haight: He matado dos de ellos.
Kingsley: ¿Por qué los mató, Sam?
Haight: Porque estaban ahí.
Kingsley: ¿Cómo sabía que eran hombres lobo?
Haight: [Risas] Buena pregunta. Puede que fuera por el pelo y las garras.
Kingsley: Quizás se tratara de un oso, Sam. ¿Ha pensado en ello?
Haight: Seguro que sí. Un oso. Con una Heckler & Koch en cada garra y llevando unos Levi’s. Joder. La verdad es que para ser un médico, es usted bastante lento.
Kingsley: [Carraspeo] Sí, vale. ¿Quizás el oso de un circo?
Haight: Doc, los osos de circo no cambian de forma humana a Crinos ante tus ojos y desde luego no te dicen que te van a patear hasta mandarte de aquí a Texas.
Kingsley: Me he vuelto a perder, Sam.
Haight: No me sorprende.
Kingsley: Muy bien. ¿Qué es un “Crinos”?
Haight: La verdadera forma de hombre lobo. Hecha para matar. El mejor puto desafío con el que me he cruzado.
Kingsley: ¿Y dice que mató a uno de esos Crinos?
Haight: A dos. Debería de haber escuchado al último suplicando compasión. Lo despellejé mientras todavía seguía vivo. ¿Sabe? Si lo hace bien apenas se derrama sangre.
Kingsley: ¡Jesucristo! Hmm, Sam, hagamos un descanso.
Haight: Como quiera, Doc.
12: 27 p.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: ¿Está preparado para seguir, Sam?
Haight: ¿Lo está usted?
Kingsley: [Carraspeo] Sí, bien eh…
Haight: Cambie de tema, Doc. Ése se está volviendo aburrido.
Kingsley: Hmmm. Vale. Hábleme de su infancia, Sam.
Haight: ¿Todavía sigue utilizando el viejo ángulo paterno, Doc?
Kingsley: Sí, bien. La verdad es que sí.
Haight: Ése es el espíritu, Doc. Profundice, conozca a mi verdadero yo. ¿Qué tiene que decir?
Kingsley: Escuche, usted aceptó someterse a este examen con antelación. Sabía que las preguntas serían muy personales. Pentex tiene mucho que arriesgar si contrata a una persona mal preparada para la dirección.
Haight: Je. Es usted bueno. El toque justo de autoridad. ¿Pero trabaja usted para Pentex?
Kingsley: Bueno, no. Me han contratado para hacer observaciones y realizar exámenes imparciales de los aspirantes a directivos, en especial entre los empleados recientes.
Haight: Me figuraba algo así.
Kingsley: Qué observador. ¿Cómo llegó a esa conclusión, Samu Sam?
Haight: Es usted un tipo demasiado decente. Posiblemente tenga una mujer e hijos y un hogar. Joder, posiblemente sea fiel en su matrimonio. No es algo habitual en Pentex.
Kingsley: ¿Y cómo sabe tanto sobre Pentex?
Haight: Mi padre me enseñó –para prepararme para el día en que me uniría a él en la noble “Batalla contra los Esbirros del Wyrm”.
Kingsley: ¿Y cómo es que su padre sabía tanto sobre Pentex?
Haight: Luchó bastante contra ellos. Él y los demás Garou.
Kingsley: ¿Me está diciendo que su padre era un hombre lobo?
Haight: Bien el pelo era el mismo…
Kingsley: Sam, ¿quién mató a su padre?
Haight: Mi padre estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Saltó a través de una ventana y se encontró con un camión descontrolado. Decapitado al instante. Murió derramando su sangre sobre los bestsellers de B. Dalton’s. Casi me dio pena hasta que vi dónde había caído su cabeza.
Kingsley: ¿Y dónde había caído?
Haight: Justo encima de un libro nuevo de ese escritor de terror –Prince, King, Duke, algo así. Je, murió con una mirada estúpida en la cara, mirando la cubierta de El Ciclo del Hombre Lobo. [Pausa] Creo que su ciclo había terminado.
Kingsley: ¿Siente algún dolor por su pérdida?
Haight: No. Sólo lo lamento.
Kingsley: ¿De qué se lamenta, Sam?
Haight: Que no hubiera sido yo quien conducía el camión.
Kingsley: ¿Estaba junto a su padre cuando murió?
Haight: Sí.
Kingsley: ¿Cómo se sintió cuando lo vio allí, muriéndose?
Haight: Frustrado. El cabrón saltó y murió antes de que pudiera despellejarlo. Se lo debía.
Kingsley: Antes me dijo que su padre murió “lentamente y con mucho dolor” ¿Cómo pudo ser si murió decapitado?
Haight: Ey, con cabeza o sin ella, los Garou tardan mucho tiempo en morir.
Kingsley: Sam, ¿cómo puede estar seguro de que todavía seguía vivo?
Haight: Porque estaba intentando hablarme cuando los paramédicos cubrieron la cabeza –debió haber sido como unos 15 minutos después.
Kingsley: Ya veo. ¿Qué tenía que decirle su padre?
Haight: Me dijo: “¿Por qué no podías parecerte más a tus primos?”
Kingsley: ¿Por qué quería que se pareciese más a sus primos?
Haight: Porque los pequeños asquerosos [lenguaje explícito] eran Garou, como él.
Kingsley: ¿Pero usted no es Garou?
Haight: Bueno, digamos que ya lo veremos. Pero no, oficialmente no soy Garou.
Kingsley: ¿Y me dice que eso molestaba a su padre?
Haight: No más de lo que sería que usted volviera a su casa y se encontrase al cartero en la cama con su mujer.
Kingsley: ¿Cómo está tan seguro de que tengo una mujer?
Haight: Cualquiera puede ver su foto en su escritorio. No soy ciego. Me gusta observar los detalles.
Kingsley: ¿Cómo sabe que no es una foto de mi novia?
Haight: El anillo de boda es un callejón sin salida. Como le dije antes, usted no es la clase de persona que es infiel. Demasiado arriesgado. No se debe engañar a una esposa. ¿Y si alguien se diera cuenta?
Kingsley: Ya ve. Entonces, ¿cómo planea convertirse en un hombre lobo? ¿Le va a pedir a uno que le muerda?
Haight: Ey, esto no es Hollywood. No es una maldición ni nada de eso. Es una bendición. Pero creo que no tengo los genes adecuados.
Kingsley: Bien, ¿cómo conseguirá convertirse en un hombre lobo?
Haight: No es asunto suyo. No es nada personal, pero todos tenemos nuestros secretos.
Kingsley: Ya veo. ¿Y que usted no tuviera los genes adecuados molestaba a su padre?
Haight: Más de lo que se pueda imaginar. Yo era su última esperanza. Tampoco ninguno de sus otros hijos tenía los genes adecuados.
Kingsley: ¿Cómo mostraba su disgusto su padre?
Haight: ¡Con un puñetazo en la cara! Nada de lo que hacía era suficiente para él. Que fuera un estudiante de sobresaliente no significa nada. ¿Que hay de bueno en unas notas excelentes cuando el mundo se muere? Casi lo conseguí con mis resultados en el fútbol, pero entonces mi rodilla se rompió. ¡Nada! ¡Nada era bastante para el muy cabrón!
Kingsley: ¿Pero al resto de sus hermanos les perdonó aunque no fuesen adecuados?
Haight: No lo entiende. Él esperaba más de mí porque era su último hijo. Cuando ninguno de los otros se convirtió en Garou, pudo aceptarlo. Todavía quedaba el bueno de Sam para probar suerte. Sam lo conseguiría y demostraría el valor de la familia. Pero no fue así. Nunca llegó a ocurrir.
Kingsley: Así que puso esa carga sobre sus hombros. ¿Decidió convertirse en un hombre lobo porque su padre quería que lo fuera?
Haight: Joder, no. Decidí convertirme en hombre lobo para demostrarle que estaba equivocado.
Kingsley: ¿Y cómo dijo que conseguiría convertirse en hombre lobo?
Haight: No se lo he dicho y no se lo diré. He investigado, he realizado la caza y haré el ritual. Sin ayuda de nadie más.
Kingsley: Debe ser un secreto muy importante, Sam.
Haight: Sí, podría decirse que sí.
Kingsley: ¿Quién le enseñó el secreto?
Haight: No le haría nada de bien saberlo. El tipo que me lo enseñó está muerto.
Kingsley: ¿Cómo murió?
Haight: Yo lo maté. Un secreto compartido no es un secreto. Si alguien más lo encontrara, no tendría una baza de negociación.
Kingsley: Ya veo. ¿Una baza de negociación para qué?
Haight: Poder. Puedo convertir a cualquiera en Garou, y debe creerme si le digo que existen personas que quieren ser Garou. Conozco a muchas personas que se sienten como yo.
Kingsley: ¿Y cómo se siente, Sam?
Haight: Cabreado. Jodidamente cabreado de verdad. Esos cabrones se llevan toda la gloria y el mérito y nosotros somos sólo “simples” Parientes que se supone que deben limpiar la mierda que dejan, porque somos ciudadanos de segunda clase.
Kingsley: ¿Parientes?
Haight: Gente como yo. Gente con los genes Garou pero que no tiene el poder para cambiar.
Kingsley: Ah, comprendo.
Haight: Usted no comprende nada. Deje de ser paternalista. Usted se siente jodidamente seguro en su oficinita, ganando dinero por hablar con gente como yo y escribiendo sus mezquinas recomendaciones, pero no ve nada. Si se diera cuenta de lo que ocurre de verdad, lo encerrarían en una habitación acolchada y tirarían la llave.
Kingsley: ¿Por qué alguien haría eso?
Haight: Porque “usted no puede soportar la verdad.”
Kingsley: ¿Qué verdad, Sam? ¿La verdad de que existen los hombres lobo?
Haight: Mucho más que los hombres lobo. Mucho más.
Kingsley: ¿Cómo qué?
Haight: ¿Quiere una lista? Muy bien. Veamos: existen los vampiros, magos, fantasmas, hadas, momias –Todos parecen igual de normales que usted y que yo. Oh, y demonios. No nos olvidemos de los demonios.
Kingsley: ¿Cómo sabe que existen esas cosas, Sam? ¿Se ha encontrado con todas ellas?
Haight: Sólo unas pocas. Me he encontrado con vampiros –llamados Tremere y Nosferatu. Me he encontrado con magos –Verbena. Durante un tiempo creyeron que me iba a unir a ellos, pero mi alma no era lo bastante buena. Nunca me he encontrado con un demonio, pero vi a uno en acción. Oh, y me he encontrado con hadas. Todo eso está ahí fuera, Doc. Todo eso. Esperando el momento adecuado.
Kingsley: ¿Qué es el momento adecuado, Sam?
Haight: Eso es diferente para cada uno de ellos. No sólo cada tipo de criatura, sino para cada una de ellas. Le sorprendería lo complicado que es todo, ¡y yo sólo he arañado la superficie! Sólo conozco los fundamentos. [Pausa] Pero aprenderé más. Sólo escuche, Kingsley. Lo sabré todo. No volveré a ser un Tipo Agradable. Estaré en lo alto de [obscenidad] de todo este desastre antes de que termine.
Kingsley: ¿Cómo es que nadie más conoce a esas criaturas, Sam? ¿Por qué sólo usted es el único?
Haight: No soy el único. Ahí fuera hay muchas personas que saben. Pero tienen demasiado miedo de decir nada.
Kingsley: Ah, comprendo.
Haight: No, no lo comprende. No ve una mierda. Sólo cree que estoy delirando. Me parece bien. Pero lo verá –todos los verán cuando haya terminado. La humanidad cree que lo sabe todo. La gente no sabe nada. Y usted es un ejemplo perfecto.
Kingsley: ¿Y por qué, Samuel? Lo siento, Sam.
Haight: Último aviso. Le he dicho lo suficiente para que una docena de bestias se cabreen conmigo –me matarían si le contara más. Pero todavía se creen que estoy fuera de juego. [Pausa] Usted sólo lo ve lo que tiene ante los ojos, Kingsley. E incluso aunque viera a un Garou, usted pretendería haber visto otra cosa. “Oh, sólo fue un tipo con un disfraz –sólo fue un oso de circo.” Es patético.
Kingsley: Me está dando la sensación de que no le gusto, Sam.
Haight: Vaya, qué perceptivo es usted.
Kingsley: ¿Qué es lo que le he hecho, Sam?
Haight: Me ha mostrado lo débil que es. Odio la debilidad. Así que no tengo una opinión muy positiva de usted.
Kingsley: ¿Qué es lo que me hace débil?
Haight: Mírese. Es usted flojo, calvo, vestido con un maldito traje de 500 pavos. Cree que puede marcar la diferencia en el mundo. Déjeme decirle algo. Usted sigue sus reglas –sus reglas antinaturales- o hace ruido, se mueve y cree que puede marcar la diferencia. Si ellos no quieren que siga, simplemente diga adiós.
Kingsley: ¿Y usted pretende seguir sus reglas?
Haight: Joder, no. Pretendo ganar con sus reglas. Ésa es la diferencia. Nada me va a detener. Ahora mismo sólo soy un mortal con demasiada información, pero espere. Si sigue vivo dentro de diez años, verá la diferencia. Todo el mundo cambiará y yo seré el que lo cambie.
Kingsley: Bueno, creo que eso termina con nuestra sesión, Samuel. Gracias por su tiempo.
Haight: Ey, Doc.
Kingsley: ¿Sí, Samuel?
Haight: Debería haber prestado más atención a lo que le dije.
Kingsley: ¿Qué me dijo…? ¡Arrgh!
Haight: No se preocupe. Se curará.
ARCHIVO PERSONAL Por James y Bonnie Moore.
Entrevista con un Asesino es una transcripción de la entrevista de trabajo realizada a Samuel Haight para la vil Pentex Corporation de Hombre Lobo: el Apocalipsis. Haight es un villano recurrente en el Mundo de Tinieblas, un enemigo de Garou, vampiros y magos. Aquí se muestra su comienzo.
Para: Mr. James Kiker, División de Pentex de Minería.
De: Dr. Reginald P. Kingsley.
Asunto: Archivo psicológico, Samuel Haight
Sujeto: Samuel C. Haight
Examinador: Reginald Philip Kinglesy, M.D., Ph. D.
El siguiente documento es una transcripción de la entrevista entre Samuel Haight y yo mismo. Creo que debe leerla completamente para reconocer la magnitud de la megalomanía del sujeto. Esta transcripción se acompaña con los resultados de varios test, incluyendo la habitual mancha de tinta de Rorschach, el Inventario de Personalidad Multifásico de Minnesota (IPMM), la Evaluación de Desorden de Helsintong, y el Test de Citas de Información Estandarizada.
Tras mi entrevista y estas prueba, recomiendo encarecidamente que traslada a este hombre de su posición de capataz en la recién adquirida Compañía de Minería y Transporte Nolan-Parker a una posición de menor responsabilidad. A Haight se le debe animar a buscar ayuda profesional y/o iniciaremos procedimientos de examen involuntario para que pueda ser trasladado a una institución adecuada para tratar el intenso estado mental de delirios de grandeza en el que se encuentra.
10: 03 a.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: ¿Comprende que se encontrará bajo la influencia de, eh pentotal sódico para esta prueba?
Haight: Desde luego, pero no hay motivo para ello; no tengo nada que ocultar.
Kingsley: Teniendo en cuenta la importancia de Pentex y la necesidad de empleados de confianza, se requiere que cualquiera en una posición de dirección supere esta prueba. ¿Comprende que no se trata de algo personal?
Haight: Sí.
Kignsley: Muy bien. Comenzaremos la prueba tan pronto como la medicación surta efecto.
10: 15 a.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: Samuel, los archivos muestran que ha trabajado para Nolan-Harker durante el año pasado, ¿en qué trabajó antes de llegar aquí?
Haight: Me encontraba en un período sabático extendido.
Kingsley: ¿Qué hizo en ese período?
Haight: Viajé por el mundo. Estaba buscando algo.
Kingsley: ¿Qué buscaba, Samuel?
Haight: Llámeme Sam.
Kingsley: Muy bien, Sam ¿Qué estaba buscando?
Haight: Información sobre ocultismo.
Kingsley: ¿Está interesado en el ocultismo, Sam?
Haight: Muy interesado. Es un tema fascinante.
Kingsley: ¿Qué le fascina del ocultismo, Sam?
Haight: El poder.
Kingsley: Ah ¿poder para qué?
Haight: Venganza.
Kingsley: ¿Venganza contra quién?
Haight: Mi padre y los demás.
Kingsley: ¿Su padre? Dígame, ¿por qué querría vengarse de su padre?
Haight: Porque lo odio.
Kingsley: ¿Por qué odia a su padre?
Haight: Sólo lo odio.
Kingsley: Debe haber alguna razón para sentir eso, Samuel. ¿Por qué no me lo dice? Quizás pueda ayudarle.
Haight: No es necesario.
Kingsley: ¿Por qué no?
Haight: Está muerto.
Kingsley: ¿Cómo murió su padre?
Haight: Lentamente y con mucho dolor.
Kingsley: Samuel, ¿mató usted a su padre?
Haight: Mil veces al día.
Kingsley: ¿Mató usted a su padre o sólo sueña con matarlo?
Haight: Nunca tuve la oportunidad de matarlo. El muy cabrón murió antes de que pudiera ponerle las manos alrededor de su [el sujeto pronuncia vulgaridades extremas] garganta.
Kingsley: ¿Quería matarlo?
Haight: Sí.
Kingsley: ¿Por qué?
Haight: Porque me mató.
Kingsley: No le comprendo. ¿Qué quiere decir?
Haight: Desde luego que no. No importa, no es importante.
Kingsley: Sam, ¿por qué odiaba a su padre?
Haight: Porque él me odiaba.
Kingsley: ¿Por qué le odiaba su padre?
Haight: Mire, déjelo ¿vale? No quiero hablar de esto. Pregúnteme otra cosa.
Kingsley: Muy bien, ¿Por qué quiso trabajar para Nolan-Parker?
Haight: Necesitaba dinero y un lugar estable para mi investigación.
Kingsley: ¿Investigar qué?
Haight: Venganza.
Kingsley: ¿Contra su padre?
Haight: Otra vez, deje a mi padre fuera de esto. Es el último aviso. Créame, doc; he matado a gente mejor que usted.
Kingsley: ¿Me está amenazando?
Haight: Eh. No. Le estoy haciendo una promesa. Que le romperé todos los huesos de su mano derecha y vuelve a preguntarme sobre mi padre.
Kingsley: ¡Enfermera! Creo que es hora de una segunda dosis de pentotal.
11: 11 a.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: ¿Ahora se siente más tranquilo, Sam?
Haight: ¿Hmmm? Sí. No siento dolor, Doc.
Kingsley: Bueno, entonces, ¿por qué no me habla de sus aficiones?
Haight: Cazo.
Kingsley: Bien. ¿Y qué caza?
Haight: Garou.
Kingsley: ¿Qué dice? ¿Garou? No sé lo que son.
Haight: Seguro que sí. Hombres lobo. Cazo hombres lobo.
Kingsley: Samuel, no puede cazar hombres lobo. No existen.
Haight: Sí existen. Quieren que crea que no existen. Y una cosa, Doc.
Kingsley: ¿Sí, Samuel?
Haight: Ya se lo dije antes: no me llame Samuel. Si lo hace me voy a enfadar. Llámeme Sam. Nos llevaremos mejor.
Kingsley: Perdóneme, Sam. ¿Usted cree que existen los hombres lobo?
Haight: Sé que existen.
Kingsley: ¿Cómo puede saber que existen, Sam?
Haight: He matado dos de ellos.
Kingsley: ¿Por qué los mató, Sam?
Haight: Porque estaban ahí.
Kingsley: ¿Cómo sabía que eran hombres lobo?
Haight: [Risas] Buena pregunta. Puede que fuera por el pelo y las garras.
Kingsley: Quizás se tratara de un oso, Sam. ¿Ha pensado en ello?
Haight: Seguro que sí. Un oso. Con una Heckler & Koch en cada garra y llevando unos Levi’s. Joder. La verdad es que para ser un médico, es usted bastante lento.
Kingsley: [Carraspeo] Sí, vale. ¿Quizás el oso de un circo?
Haight: Doc, los osos de circo no cambian de forma humana a Crinos ante tus ojos y desde luego no te dicen que te van a patear hasta mandarte de aquí a Texas.
Kingsley: Me he vuelto a perder, Sam.
Haight: No me sorprende.
Kingsley: Muy bien. ¿Qué es un “Crinos”?
Haight: La verdadera forma de hombre lobo. Hecha para matar. El mejor puto desafío con el que me he cruzado.
Kingsley: ¿Y dice que mató a uno de esos Crinos?
Haight: A dos. Debería de haber escuchado al último suplicando compasión. Lo despellejé mientras todavía seguía vivo. ¿Sabe? Si lo hace bien apenas se derrama sangre.
Kingsley: ¡Jesucristo! Hmm, Sam, hagamos un descanso.
Haight: Como quiera, Doc.
12: 27 p.m., Lunes 28/10/85
Kingsley: ¿Está preparado para seguir, Sam?
Haight: ¿Lo está usted?
Kingsley: [Carraspeo] Sí, bien eh…
Haight: Cambie de tema, Doc. Ése se está volviendo aburrido.
Kingsley: Hmmm. Vale. Hábleme de su infancia, Sam.
Haight: ¿Todavía sigue utilizando el viejo ángulo paterno, Doc?
Kingsley: Sí, bien. La verdad es que sí.
Haight: Ése es el espíritu, Doc. Profundice, conozca a mi verdadero yo. ¿Qué tiene que decir?
Kingsley: Escuche, usted aceptó someterse a este examen con antelación. Sabía que las preguntas serían muy personales. Pentex tiene mucho que arriesgar si contrata a una persona mal preparada para la dirección.
Haight: Je. Es usted bueno. El toque justo de autoridad. ¿Pero trabaja usted para Pentex?
Kingsley: Bueno, no. Me han contratado para hacer observaciones y realizar exámenes imparciales de los aspirantes a directivos, en especial entre los empleados recientes.
Haight: Me figuraba algo así.
Kingsley: Qué observador. ¿Cómo llegó a esa conclusión, Samu Sam?
Haight: Es usted un tipo demasiado decente. Posiblemente tenga una mujer e hijos y un hogar. Joder, posiblemente sea fiel en su matrimonio. No es algo habitual en Pentex.
Kingsley: ¿Y cómo sabe tanto sobre Pentex?
Haight: Mi padre me enseñó –para prepararme para el día en que me uniría a él en la noble “Batalla contra los Esbirros del Wyrm”.
Kingsley: ¿Y cómo es que su padre sabía tanto sobre Pentex?
Haight: Luchó bastante contra ellos. Él y los demás Garou.
Kingsley: ¿Me está diciendo que su padre era un hombre lobo?
Haight: Bien el pelo era el mismo…
Kingsley: Sam, ¿quién mató a su padre?
Haight: Mi padre estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Saltó a través de una ventana y se encontró con un camión descontrolado. Decapitado al instante. Murió derramando su sangre sobre los bestsellers de B. Dalton’s. Casi me dio pena hasta que vi dónde había caído su cabeza.
Kingsley: ¿Y dónde había caído?
Haight: Justo encima de un libro nuevo de ese escritor de terror –Prince, King, Duke, algo así. Je, murió con una mirada estúpida en la cara, mirando la cubierta de El Ciclo del Hombre Lobo. [Pausa] Creo que su ciclo había terminado.
Kingsley: ¿Siente algún dolor por su pérdida?
Haight: No. Sólo lo lamento.
Kingsley: ¿De qué se lamenta, Sam?
Haight: Que no hubiera sido yo quien conducía el camión.
Kingsley: ¿Estaba junto a su padre cuando murió?
Haight: Sí.
Kingsley: ¿Cómo se sintió cuando lo vio allí, muriéndose?
Haight: Frustrado. El cabrón saltó y murió antes de que pudiera despellejarlo. Se lo debía.
Kingsley: Antes me dijo que su padre murió “lentamente y con mucho dolor” ¿Cómo pudo ser si murió decapitado?
Haight: Ey, con cabeza o sin ella, los Garou tardan mucho tiempo en morir.
Kingsley: Sam, ¿cómo puede estar seguro de que todavía seguía vivo?
Haight: Porque estaba intentando hablarme cuando los paramédicos cubrieron la cabeza –debió haber sido como unos 15 minutos después.
Kingsley: Ya veo. ¿Qué tenía que decirle su padre?
Haight: Me dijo: “¿Por qué no podías parecerte más a tus primos?”
Kingsley: ¿Por qué quería que se pareciese más a sus primos?
Haight: Porque los pequeños asquerosos [lenguaje explícito] eran Garou, como él.
Kingsley: ¿Pero usted no es Garou?
Haight: Bueno, digamos que ya lo veremos. Pero no, oficialmente no soy Garou.
Kingsley: ¿Y me dice que eso molestaba a su padre?
Haight: No más de lo que sería que usted volviera a su casa y se encontrase al cartero en la cama con su mujer.
Kingsley: ¿Cómo está tan seguro de que tengo una mujer?
Haight: Cualquiera puede ver su foto en su escritorio. No soy ciego. Me gusta observar los detalles.
Kingsley: ¿Cómo sabe que no es una foto de mi novia?
Haight: El anillo de boda es un callejón sin salida. Como le dije antes, usted no es la clase de persona que es infiel. Demasiado arriesgado. No se debe engañar a una esposa. ¿Y si alguien se diera cuenta?
Kingsley: Ya ve. Entonces, ¿cómo planea convertirse en un hombre lobo? ¿Le va a pedir a uno que le muerda?
Haight: Ey, esto no es Hollywood. No es una maldición ni nada de eso. Es una bendición. Pero creo que no tengo los genes adecuados.
Kingsley: Bien, ¿cómo conseguirá convertirse en un hombre lobo?
Haight: No es asunto suyo. No es nada personal, pero todos tenemos nuestros secretos.
Kingsley: Ya veo. ¿Y que usted no tuviera los genes adecuados molestaba a su padre?
Haight: Más de lo que se pueda imaginar. Yo era su última esperanza. Tampoco ninguno de sus otros hijos tenía los genes adecuados.
Kingsley: ¿Cómo mostraba su disgusto su padre?
Haight: ¡Con un puñetazo en la cara! Nada de lo que hacía era suficiente para él. Que fuera un estudiante de sobresaliente no significa nada. ¿Que hay de bueno en unas notas excelentes cuando el mundo se muere? Casi lo conseguí con mis resultados en el fútbol, pero entonces mi rodilla se rompió. ¡Nada! ¡Nada era bastante para el muy cabrón!
Kingsley: ¿Pero al resto de sus hermanos les perdonó aunque no fuesen adecuados?
Haight: No lo entiende. Él esperaba más de mí porque era su último hijo. Cuando ninguno de los otros se convirtió en Garou, pudo aceptarlo. Todavía quedaba el bueno de Sam para probar suerte. Sam lo conseguiría y demostraría el valor de la familia. Pero no fue así. Nunca llegó a ocurrir.
Kingsley: Así que puso esa carga sobre sus hombros. ¿Decidió convertirse en un hombre lobo porque su padre quería que lo fuera?
Haight: Joder, no. Decidí convertirme en hombre lobo para demostrarle que estaba equivocado.
Kingsley: ¿Y cómo dijo que conseguiría convertirse en hombre lobo?
Haight: No se lo he dicho y no se lo diré. He investigado, he realizado la caza y haré el ritual. Sin ayuda de nadie más.
Kingsley: Debe ser un secreto muy importante, Sam.
Haight: Sí, podría decirse que sí.
Kingsley: ¿Quién le enseñó el secreto?
Haight: No le haría nada de bien saberlo. El tipo que me lo enseñó está muerto.
Kingsley: ¿Cómo murió?
Haight: Yo lo maté. Un secreto compartido no es un secreto. Si alguien más lo encontrara, no tendría una baza de negociación.
Kingsley: Ya veo. ¿Una baza de negociación para qué?
Haight: Poder. Puedo convertir a cualquiera en Garou, y debe creerme si le digo que existen personas que quieren ser Garou. Conozco a muchas personas que se sienten como yo.
Kingsley: ¿Y cómo se siente, Sam?
Haight: Cabreado. Jodidamente cabreado de verdad. Esos cabrones se llevan toda la gloria y el mérito y nosotros somos sólo “simples” Parientes que se supone que deben limpiar la mierda que dejan, porque somos ciudadanos de segunda clase.
Kingsley: ¿Parientes?
Haight: Gente como yo. Gente con los genes Garou pero que no tiene el poder para cambiar.
Kingsley: Ah, comprendo.
Haight: Usted no comprende nada. Deje de ser paternalista. Usted se siente jodidamente seguro en su oficinita, ganando dinero por hablar con gente como yo y escribiendo sus mezquinas recomendaciones, pero no ve nada. Si se diera cuenta de lo que ocurre de verdad, lo encerrarían en una habitación acolchada y tirarían la llave.
Kingsley: ¿Por qué alguien haría eso?
Haight: Porque “usted no puede soportar la verdad.”
Kingsley: ¿Qué verdad, Sam? ¿La verdad de que existen los hombres lobo?
Haight: Mucho más que los hombres lobo. Mucho más.
Kingsley: ¿Cómo qué?
Haight: ¿Quiere una lista? Muy bien. Veamos: existen los vampiros, magos, fantasmas, hadas, momias –Todos parecen igual de normales que usted y que yo. Oh, y demonios. No nos olvidemos de los demonios.
Kingsley: ¿Cómo sabe que existen esas cosas, Sam? ¿Se ha encontrado con todas ellas?
Haight: Sólo unas pocas. Me he encontrado con vampiros –llamados Tremere y Nosferatu. Me he encontrado con magos –Verbena. Durante un tiempo creyeron que me iba a unir a ellos, pero mi alma no era lo bastante buena. Nunca me he encontrado con un demonio, pero vi a uno en acción. Oh, y me he encontrado con hadas. Todo eso está ahí fuera, Doc. Todo eso. Esperando el momento adecuado.
Kingsley: ¿Qué es el momento adecuado, Sam?
Haight: Eso es diferente para cada uno de ellos. No sólo cada tipo de criatura, sino para cada una de ellas. Le sorprendería lo complicado que es todo, ¡y yo sólo he arañado la superficie! Sólo conozco los fundamentos. [Pausa] Pero aprenderé más. Sólo escuche, Kingsley. Lo sabré todo. No volveré a ser un Tipo Agradable. Estaré en lo alto de [obscenidad] de todo este desastre antes de que termine.
Kingsley: ¿Cómo es que nadie más conoce a esas criaturas, Sam? ¿Por qué sólo usted es el único?
Haight: No soy el único. Ahí fuera hay muchas personas que saben. Pero tienen demasiado miedo de decir nada.
Kingsley: Ah, comprendo.
Haight: No, no lo comprende. No ve una mierda. Sólo cree que estoy delirando. Me parece bien. Pero lo verá –todos los verán cuando haya terminado. La humanidad cree que lo sabe todo. La gente no sabe nada. Y usted es un ejemplo perfecto.
Kingsley: ¿Y por qué, Samuel? Lo siento, Sam.
Haight: Último aviso. Le he dicho lo suficiente para que una docena de bestias se cabreen conmigo –me matarían si le contara más. Pero todavía se creen que estoy fuera de juego. [Pausa] Usted sólo lo ve lo que tiene ante los ojos, Kingsley. E incluso aunque viera a un Garou, usted pretendería haber visto otra cosa. “Oh, sólo fue un tipo con un disfraz –sólo fue un oso de circo.” Es patético.
Kingsley: Me está dando la sensación de que no le gusto, Sam.
Haight: Vaya, qué perceptivo es usted.
Kingsley: ¿Qué es lo que le he hecho, Sam?
Haight: Me ha mostrado lo débil que es. Odio la debilidad. Así que no tengo una opinión muy positiva de usted.
Kingsley: ¿Qué es lo que me hace débil?
Haight: Mírese. Es usted flojo, calvo, vestido con un maldito traje de 500 pavos. Cree que puede marcar la diferencia en el mundo. Déjeme decirle algo. Usted sigue sus reglas –sus reglas antinaturales- o hace ruido, se mueve y cree que puede marcar la diferencia. Si ellos no quieren que siga, simplemente diga adiós.
Kingsley: ¿Y usted pretende seguir sus reglas?
Haight: Joder, no. Pretendo ganar con sus reglas. Ésa es la diferencia. Nada me va a detener. Ahora mismo sólo soy un mortal con demasiada información, pero espere. Si sigue vivo dentro de diez años, verá la diferencia. Todo el mundo cambiará y yo seré el que lo cambie.
Kingsley: Bueno, creo que eso termina con nuestra sesión, Samuel. Gracias por su tiempo.
Haight: Ey, Doc.
Kingsley: ¿Sí, Samuel?
Haight: Debería haber prestado más atención a lo que le dije.
Kingsley: ¿Qué me dijo…? ¡Arrgh!
Haight: No se preocupe. Se curará.