Epílogo: Laurent Malalt

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Voivoda
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Epílogo: Laurent Malalt

#1

Mensaje por Voivoda » 23 Ene 2022, 18:41

- Ya abre los ojos.

- Así que este es.

- Sí, señora.

- Esperaba más, la verdad.

Abres los ojos para recibir un fogonazo. Tardas unos segundos en adecuar tu vista al espacio en el que estás. El fogonazo procede de una lámpara de neón que tienes encima de la cabeza. Estás tumbado en una mesa metálica, como aquellas en las que se realizan las autopsias. Notas una intensa humedad ambiental. Hace frío. Te duele terriblemente todo el cuerpo, sobre todo el lado izquierdo del mismo. Te llega un olor a carne quemada. A tu propia carne quemada. Te das cuenta de que realmente ves por un solo ojo, ya que el otro no envía señales, ni lo sientes siquiera. Apenas puedes mover los dedos de las manos, aunque notas que estás atado a esa mesa metálica. Tu mente hila los pensamientos con lentitud, sientes un cansancio extremo, como el que piensas que deben sentir los que están abandonados a la cercanía de la muerte. Del descanso definitivo.

Has distinguido dos voces, una masculina y una femenina. Ambos están en tu lado izquierdo de la visión, por lo que no puedes verlos sin hacer el esfuerzo titánico de girar la cabeza. El hombre se mantiene en ese espacio, pero la mujer se mueve hasta entrar en tu campo de visión, coge un taburete metálico y se sienta al borde de la mesa en la que te tienen atado. Es una mujer menuda, cerca de los cuarenta, de apariencia insulsa, casi aniñada. Su pelo moreno y lacio le cae por los hombros, su rostro está marcado por una cierta palidez, su cráneo es huesudo. Lleva una camisa blanca.

No te impresiona Elsa Borgstaad, Príncipe de Copenhague.

Te mira con detenimiento durante unos segundos en los que el dolor se agudiza en tus extremidades en las que sientes miles de alfileres que las recorrieran. Brota sangre húmeda de agujeros de tu cuerpo. Piensas si también te han disparado en algún momento. No recuerdas nada más que el horror del fuego cubriéndote.

- Laurent Malalt.... ¿crees que te ha merecido la pena?

Su pregunta parece esconder un interés genuino. Realmente se lo pregunta. Piensas si Jasper lo habrá conseguido. Si los conceptos de "vencedor" y "derrotado" no son tan evidentes como podría pensar quien te viera desde fuera atado a aquella cama sin esperanza alguna de supervivencia.

Pero aún no-vivo.



OFF: -9 Puntos de Sangre. Sólo 1 punto de FV. Realmente estarías en Incapacitado, pero mantengo todas tus capacidades mentales y de habla (aunque hablarías prácticamente con un hilo de voz) para que tenga este final la fuerza narrativa que requiera.

Entiendo esta escena como una despedida final de Laurent. Después de escapar del coche, fue perseguido y abatido. Las posibilidades de salir por su propio pie de donde está retenido son casi nulas... y en todo caso serían ya objeto de otra crónica, ¿no crees? ;). Pero Laurent logró no morir en ese coche, por lo que aún puede expresar su voluntad.
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
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Re: Epílogo: Laurent Malalt

#2

Mensaje por Pagliacci » 23 Ene 2022, 21:33

https://www.youtube.com/watch?v=1WaV2x8GXj0


Dolor era lo única que quedaba en el francés, vaciado de todo lo que alguna vez le había importado, de sus seres queridos, de sus hombres y de una eternidad junta a su amada. Sintió la cercanía del letargo, un sueño balsámico que ansiaba con tal de aliviar la agonía que sentía. Notó que su cuerpo no le respondía, su rostro había quedado desfigurado, su manos calcinadas no se movían, su respiración apenas era capaz de animar unos pulmones ennegrecidos.

El marqués siempre decía que había destinos peores que la muerte, que en las tumbas de Les innocents había cientos de vampiros estacados, abandonados a una parálisis eterna que consumía su cordura mucho antes que su cuerpo. A menudo, la inmortalidad era una maldición. Y, despertando tullido y en manos de su enemigo, Laurent se sintió aterrorizado, horrorizado ante las torturas a las que le podían someter y era incapaz de defenderse.

¿Si había valido la pena? Lo había perdido todo, no le quedaba nada, tan solo la vaga esperanza de que Alex y Jaspers estuvieran bien. No, no había valido la maldita pena. Le importaba un carajo el destino de Copenhagen y quien la gobernara. Pero no había tenido elección, no había sido un actor voluntario de aquella tragedia en la que se había visto envuelto, había sido utilizado, manipulado y, realmente, no había llegado a entender nada. Ni siquiera comprendía que sentido tenían aquellos extraños viajes temporales y qué relación tenían con él o con la Príncipe, ante la que se encontraba.

No, no había valido la pena. Pero no pensaba rendirse, ni siquiera ante el apocalipsis, sentía la necesidad de demostrar su chulería e ingenio hasta el final, aunque estuviera al borde de la muerte, quemado y desangrado, agotado y derrotado. De sus labios quemados surgió una sola frase, que acompañó con una sonrisa y el brillo de un solo ojo:

-El tiempo lo dirá.

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