LA CAMARILLA
Nueva York es una ciudad de la Camarilla. Eso es lo que la Torre de Marfil repite una y otra vez desde que consiguieran sacar literalmente a sangre y fuego al Sabbat de la Gran Manzana. Pero la realidad es algo más compleja. Las acciones de la Segunda Inquisición y la imposibilidad de controlar realmente al 100% una ciudad tan grande, así como los eventos de Praga y Viena, han llevado a los Vástagos de la Camarilla a encerrarse en clubes de élite o fortificaciones en la ciudad en la que distintos grupos tienen determinadas áreas de influencia y no se meten demasiado en los asuntos de los demás.
Hellene Panhard se sigue presentando como “Príncipe de Nueva York”, pero su control efectivo se reduce a
la zona central de Manhattan, donde se cumplen las Tradiciones de un modo, valga la redundancia, tradicional. Los Vástagos relacionados con el mundo financiero de
Wall Street se organizan a su manera en el sur de la isla, los Toreador mantienen una gran influencia en el movimiento artístico de la ciudad,
Calebros es la referencia para los Nosferatu,
Isaac Solomon ejerce de Príncipe de facto para los Vampiros de origen judío, los Vástagos chinos de
Chinatown se gestionan a su manera manteniendo sólo un trato cordial con el resto de miembros de la Secta en la ciudad y los
Tremere consideran casi un Principado propio la Universidad de Columbia. Todos siguen con distintos matices las mismas Tradiciones, pero un forastero haría bien en conocer las normas de cada territorio antes de meterse en él.
Fuera de esos territorios, hay algunas islas con miembros de la Secta en Brooklyn y reductos en Queens, pero la Camarilla ha dejado a su suerte barrios enteros de Harlem o el Bronx sobre los que se han lanzado como alimañas los Anarquistas o Vástagos más jóvenes sin Dominio propio. Desde hace pocos años es comúnmente aceptado que una Coterie o un Vástago que quieran instalarse en Nueva York tienen que negociar con el Vampiro o grupos de Vampiros de la Camarilla que tenga influencia en esa zona si los hay, no a un Príncipe concreto a una Primogenitura determinada.
La Camarilla considera enemigos a los Anarquistas, pero por lo general la política reinante es la no interferencia. Si unos no entran en los territorios de los otros, generalmente la Camarilla no va a buscar problemas al norte de Manhattan o a Queens. Ahora bien, un Anarquista no invitado que entre en un territorio claramente delimitado por la Torre de Marfil puede encontrarse con una estaca en el pecho en muy poco tiempo.
Entre miembros de la Secta hay una profunda rivalidad, sobre todo entre los súbditos de Panhard y los que han jurado lealtad a
Hillary Swanson, a quien llaman “Directora General”. Ahora bien, el mantenimiento de la Mascarada y no llamar la atención de la Segunda Inquisición son principios sagrados que siguen todos los Vástagos de la Secta en la ciudad, por lo que evitarán siempre que puedan un conflicto sangriento directo. La fragmentación ha sido aceptada por el Círculo Interior que argumenta que así hay menos posibilidades de que si la SI tira de algún hilo pueda acabar dañando a toda la Camarilla en Nueva York. Mejor unos pocos Dominios dispersos e independientes que no se declaren la guerra abierta que uno solo donde las puñaladas y denuncias estén a la orden del día.
La Camarilla ha escarmentado además una vez que ha comprobado en sus carnes que la Segunda Inquisición está ya en Nueva York. El uso de medios digitales ha quedado prácticamente reducido a la nada, aunque
algunos Vástagos aún tienen permiso para poder actuar en la Red, y aunque la tentación está presente, intentar enviar a agentes de la SI contra los enemigos es un riesgo demasiado grande.
Por último, la estructura disgregada de la Camarilla en la ciudad provoca que no haya cargos oficiales que sean reconocidos en toda Nueva York.
Qadir actúa como Senescal de Panhard y en cierto modo como Sheriff, aunque su jurisdicción no es tan eficaz fuera del Midtown. De igual modo,
Ewan Milliner sería el equivalente al Senescal para los Vástagos de Wall Street y
David Hawkins actúa como embajador o mediador cuando es necesario.
Anne Morrison cuida del Elíseo de Liberty Island y si es necesario se requieren sus servicios para preparar otros Elíseos de la ciudad si se va a realizar alguna reunión importante, por lo que se la considera en cierto modo Guardiana del Elíseo, aunque es una labor que realiza de manera puntual.
