Banda sonora: https://youtu.be/IZfJpsDftTc
Más que una reseña de todo el material del libro, dejo acá mis impresiones respecto a por qué me parece un gran suplemento para Mago, y en general para WoD. Básicamente la cosa surgió a forma de respuesta a una pregunta de @Anyoneatall en Discord.
Para mí, Book of the Fallen, Es una visión de los Nefandos más realista y menos caricaturesca, se aleja del mal estereotipado de ediciones anteriores. Respecto a la polémica de mencionar la alt-right se la menciona sólo una vez y en relación a grupos de odio en internet y trolls, cosa que no es lejana de lo que hacen en la vida real.
Es un libro muy maduro y muy oscuro, y es oscuro porque no necesitas nefandos para el tipo de mal que se narra alli: todo luce demasiado inspirado en el mal humano, eso sí con el toque metafisico y retorcido de los Nefandos, se detallan los barabbi infiltrados en las Facciones, las castas nefandas, etc.
Se describen nuevas facciones cada una con agendas más complejas que ser simplemente infernalistas, devoradores de almas o adoradores de entidades lovecraftianas , se detalla cómo funciona el avatar nefando y su proceso de inversión.
Se detallan sus dioses, creencias, paradigmas e instrumentos. Su visión y uso de las Esferas Qlipóticas que funcionan de forma distinta a las esferas convencionales. Se describe cómo se insertan en la guerra de ascensión y las masas.
No es un libro bonito ni cómodo , en el sentido de aquello que narra, es muy crudo y no se va con frases a medias, dice las cosas como son. Pero: esto es Mundo de Tinieblas y el universo de Mago es de todo menos un paraíso luminoso.
Es un libro más para narradores que otra cosa y es mejor no leerlo a menos que se vaya a narrar, Phil Brucatto desalienta su uso como personajes jugadores por razones de desarrollo temático, clímax y progreso del personaje. Está muy escrito desde la perspectiva del propio grupo, pero queda claro que es un libro para villanos usado por el narrador.
Como narrador del juego desaconsejo que los jugadores jueguen a ser Nefandos, más por razones de diseño del juego que por razones morales: jamás fueron pensados para jugadores, a diferencia de los Espectros en Wraith, por ejemplo. Aunque tampoco es imposible jugarlos con las reglas que brinda el manual. Mi otra razón para no hacerlos jugables es: los nefandos no están pensados para entretener ni trivializar el mal, al contrario son el tipo de elemento que añade preguntas morales difíciles, reflexiones profundas y que cuestiona la naturaleza misma de la guerra de ascensión y del juego en sí mismo de hecho (las fantasías de poder, violencia y dominio por parte de los jugadores), por no decir del mal humano en general, son más una fuerza de la naturaleza, un huracán, que otra cosa.
Los nefandos no están hechos para ser cómodos, ni para divertir o entretener sino para evidenciar el horror de la guerra de ascensión y de la maldad humana, muy a lo "Corazón de las Tinieblas", son lo que está al otro lado cuando se abandona la moral y se abraza de lleno la violencia, el odio, la misantropía y las fantasías de poder. Otra razón adicional es: ya hay gente malvada en las facciones jugables de Mago, los nefandos son otra cosa, están más allá de eso: son en lo que te terminas convirtiendo al final de ese camino, el fin del umbral (aunque los nefandos siempre pueden degradarse aún más en su senda de corrupción).
En cualquier caso, usar el material del libro demanda una mesa muy madura y jugadores avanzados, es el tipo de libro que los powerplayers odian, y esto es porque: elimina la sensación de seguridad, los Nefandos juegan muy rudo, muy sucio y sin misericordia, su amenaza es muy real y no da advertencias ni avisos.
Un libro bonito para el día que quieras masacrar a la familia y amigos de los personajes jugadores o volverlos en su contra de formas perversas. Y eso es algo bueno del libro: ahora los nefandos hacen cosas, no son los archivillanos aislados que esperan a ser derrotados por los heroes en su fortaleza del mal, ahora actúan de formas mucho más complejas, brutales y sutiles. El tipo de libro que haría sonreír complacido a Maquiavelo, y que se cuestiona sobre la violencia como forma de entretenimiento.
