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Mensaje
por Alexander Weiss » 09 May 2022, 19:52
CAPÍTULO UNO: DIÁSPORA
¡Maldito Rastubfari! ¿Sabes que eres un puto perro?
-Mr. Bungle, “Stubb (A Dub)”
Quien tiene mil amigos no encuentra un amigo que le ayude, y quien tiene un enemigo lo encontrará en todas partes.
-Ali-Abi-Talib
Los orígenes del Rito de Adaptación pueden ser vagos, pero su inquietante legado está saliendo poco a poco a la luz. Al contrario que sus ancestros Garou, el número de Degenerados aumenta en lugar de menguar, y esta tendencia no muestra señales de detenerse. Mientras los Guerreros de Gaia luchan contra incontables amenazas obvias, los Degenerados enraízan y se extienden en las sombras que preceden al Apocalipsis. Las implicaciones de estos Chuchos van mucho más allá de la política de la Nación Garou, y pueden marcar los Tiempos Finales…para bien o para mal.
Los Degenerados son una colección mixta de proscritos, rechazados por todos, salvo otros Sangre de Perro…y a menudo incluso entre los suyos. Aunque unidos en la opresión, los Chuchos no tienen un verdadero sentido de unidad racial. Tienen número para hacerse oír, si poseyeran organización y ganas, aunque un colectivo tan fragmentado casi seguramente que nunca las tendrá. Algunos se mueven en manadas formadas con otros de los suyos (o incluso alguna rara manada Garou que los acepta), aunque existen bastantes Degenerados que se enfrentan al Mundo de Tinieblas con poco más que unos pocos Parientes o ningún amigo. Otros Mestizos ignoran sus circunstancias o se niegan a aceptarlas, considerándose Garou y tratando de imitarlos. Algunos, tentados por los impulsos de la aceptación y la venganza, terminan en garras de la corrupción. Otros saben poco o nada de la existencia de otros Degenerados o Garou, y se preocupan sólo del día a día.
Los Degenerados son animales de manada. Aunque no tienen la organización de los Garou, si pudieran elegir, la mayoría elegirían la compañía de otros Mestizos o perros normales antes que la soledad. Aunque la mayoría de las manadas están formadas por Degenerados y sus Parientes caninos, existen muchas manadas formadas por varios Chuchos, y cada miembro puede o no traer a sus propios Parientes. Estos clanes mixtos son infrecuentes, pero son peligrosos para todos y todo lo que se encuentran. Existen rumores de la existencia de una gran manada en las afueras de Cincinnati de unos treinta individuos, formada por cuatro Degenerados y sus Parientes. Sin embargo, los Degenerados suelen pelearse tanto entre ellos como contra los extraños: luchan ferozmente por sus parejas, territorio, posesiones y otros intereses mezquinos.
Los Silvestres no son los únicos Degenerados que entran en conflicto con otros. Existen unos pocos Chuchos unidos a manadas Garou que son tan implacables tratando con sus compañeros como los hombres lobo. Las motivaciones de semejante conducta traicionera incluye el egoísmo (“¡Mejor ellos que yo!”), ignorancia, autoodio y la necesidad desesperada de formar parte de algo. Sin embargo, también existen algunos Degenerados, que cuando son adoctrinados en la manera en que los Garou ven el mundo, sienten la misma furia moral contra sus compañeros –y contra sí mismos. Por supuesto, semejantes Lamebotas traidores son odiados por los suyos y raramente son apreciados por sus “Amos” hombres lobo.
GEOGRAFÍA
Sorprendentemente, los Degenerados no tienen una presencia mundial. Aunque los perros viven en todas partes, la aparición de esta Raza Cambiante se ha producido en Norteamérica, y no han tenido tiempo ni deseos de extenderse mucho. La mayoría de los Chuchos viven en los Estados Unidos, y bastantes en México. Unos pocos Degenerados, o Garou que han realizado el Ritual de Adaptación, se han trasladado a ciudades en Canadá, América Central, China, India, África Oriental y Australia, estableciendo pequeñas poblaciones reproductoras. Más allá, no existe una presencia importante de los Degenerados en ningún otro lugar; un individuo aquí y una pareja allá no significan mucho, especialmente cuando los Mestizos tienden a ser asesinados por los enfurecidos cambiaformas nativos de esas tierras (por ejemplo, lo pasan muy mal en el Lejano Oriente, como se explica más adelante).
A escala local, los Degenerados encuentran pocos lugares que no hayan sido reclamados y defendidos. Los lugares salvajes son dominados por los Garou y las Fera, y de todas formas no son del gusto de los Sangre de Perro, pues la mayoría carecen de los instintos o conexión con la tierra para sobrevivir en la naturaleza. Las mejores partes de las ciudades se encuentran dominadas por los Moradores del Cristal, las Sanguijuelas y otras facciones, dejando poco espacio para los Degenerados. Incluso en las zonas urbanas más empobrecidas, se ven obligados a competir por el territorio con los Roehuesos y los vampiros menos afortunados (y normalmente pierden). Así que los Chuchos urbanos se ven obligados a habitar los yermos urbanos que nadie más quiere, vertederos marginales en los que los Roehuesos ni siquiera se atreven a entrar…aunque algunos otros Garou como los Danzantes de la espiral Negra frecuenten esos lugares y permitan a los Degenerados vivir allí. Con condiciones, por supuesto.
Los Chuchos con más éxito renuncian a la naturaleza y el centro de las ciudades buscando comunidades rurales aisladas, la periferia de las grandes ciudades, parques de caravanas, suburbios, y “oasis urbanos” que surgen junto a las grandes autoestopistas entre estados. Aquí los Sangre de Perro son capaces de ocultarse mejor del radar de la Nación Garou y de otras facciones sobrenaturales del Mundo de Tinieblas. Cuando se producen choques (lo que resulta inevitable con criaturas tan descuidadas como los Degenerados), se encuentran menos resistencia organizada en esos lugares. Algunas comunidades especialmente aisladas son dominadas directamente por manadas de Degenerados y sus Parientes, creando una atmósfera inquietante y similar a la de ciertas películas de monstruos…aunque a algunos Garou con fuertes conexiones con sus ancestros les puede recordar el Impergium. Esto ocurre con más frecuencia cuando los Mestizos crían sin control, creando explosiones de población lejos del ojo vigilante de quienes podrían detenerlos.
RAZAS
La gran mayoría de los Degenerados son de Raza Canis, el equivalente de los Lupus. Tiene sentido, porque el Ritual de Adaptación fue desarrollado (o por lo menos utilizado) para enfrentarse a la carencia de hombres lobo Lupus. Además, los perros son numerosos, así que existe un amplio potencial de reproducción. Hasta mediados de la década de 1960, todos los Degenerados eran Canis, pero en las últimas décadas ha surgido un pequeño pero creciente número de Homínidos y Metis entre ellos. Sin embargo, en la situación actual, cuatro de cada cinco Degenerados son Canis.
La principal razón de que los Homínidos no estén muy representados entre los Chuchos es porque los humanos tardan un tiempo comparativamente largo en reproducirse y criar a sus jóvenes, y los Degenerados sólo han existido en los últimos cincuenta años. No ha sido mucho tiempo para traer sangre humana a los Mestizos, que tampoco han tenido mucha iniciativa en hacerlo. Al contrario que los Garou, el conjunto de los Degenerados no tiene una percepción de identidad racial, ni le dan especial valor a la diversidad de herencia, ni temas abstractos. Sin una necesidad obvia de traer sangre humana a sus linajes, una criatura nacida y criada entre perros, se considera un perro por encima de todo, y se reproducirá naturalmente con sus compañeros por encima de cualquier otra pareja. La mayoría de los Chuchos Homínidos son engendrados (o nacen) de Garou que han realizado el Ritual de Adaptación, en lugar de los propios Degenerados. Existen unos pocos Degenerados con miras más amplias, que quieren conseguir legitimación e influencia, y que han visto la sabiduría de crear prole y Parentela Homínida. Los Chuchos Homínidos tienen más posibilidades de sobrevivir al período anterior al Primer Cambio que los Canis, por las mismas razones que la mayoría de la gente tiene más posibilidades de sobrevivir que los perros callejeros.
Los Sangre de Perro surgen de las mismas subculturas que los Roehuesos, Ratkin, y otras criaturas menos agradables, prefiriendo a los marginados, pobres y otros rechazados de la sociedad. A primera vista podría parecer que no son muy selectivos cuando se trata de parejas humanas. Es verdad hasta cierto punto, pero sus elecciones tienen sentido cuando tienes en cuenta cómo piensa un perro inteligente, aunque esto le lleve a extrañas elecciones de pareja (desde nuestro punto de vista). Por ejemplo, los Chuchos por lo general buscan individuos fuertes y duros que se encuentren aislados y sean fáciles de vigilar, en lugar de parejas con éxito financiero, inteligentes o atractivas.
Han nacido bastantes Degenerados Metis, con un número como mínimo igual al de los Homínidos. Esta prole retorcida es creada en gran parte debido a la ignorancia: Muchos Degenerados no saben nada de los Metis, o cómo son creados, así que no tienen inconveniente en aparearse con otros Degenerados como hacen con los perros. Sin embargo, muy pocos de estos mulos sobreviven. Ya plagados de deformidades y de debilidades como resultado de su sangre corrupta, los Degenerados Metis reciben una dosis doble; casi la mitad nacen prematuros o muertos. Pocos son lo bastante fuertes o sanos para sobrevivir hasta la madurez, y algunos mueren debido a sus defectos congénitos o enfermedades naturales –algo impensable entre los Garou u otros cambiaformas. Con la excepción de la Vanguardia de Sirio y los que han sido adoptados en manadas Garou, los Degenerados carecen de una sociedad o redes de apoyo que protejan a sus Metis de los incontables peligros del Mundo de Tinieblas.
Los Degenerados tienen ciertos principios cuando se trata de aparearse –o por lo menos, restricciones. Un macho de Sangre de Perro no puede reproducirse con cualquier cánido y esperar que engendre nuevos Degenerados. En primer lugar, sólo los perros sanos y de cierto tamaño y peso son parejas viables para los Chuchos. Los perros pequeños (de menos de 20 kg) y los que se encuentran malnutridos y/o enfermos, nunca sobreviven al embarazo o abortan antes de parir (Por suerte, ya que esto evita posibilidades tontas de Degenerados de raza pomerania o poodle).
En segundo lugar, como Garou, los Degenerados prefieren Parentela fuerte. Resulta bastante interesante que los Chuchos prefieren perros mestizos a perros de pura raza, debido al fenómeno conocido como “vigor híbrido”: habitualmente los perros mestizos son más sanos, inteligentes y no sufren tantos desórdenes congénitos como los perros de pura raza. Por estas razones los Degenerados se aparean habitualmente con perros grandes y fuertes, como mestizos de pastores alemanes, pit bull, bull dogs americanos, sabuesos irlandeses, grandes daneses y Chow Chows. La agresividad es un rasgo deseable, ya que los Degenerados consideran que es una señal de instintos fuertes (aunque no sea así necesariamente). Los lobos puros y los híbridos de lobo también son apreciados por los Chuchos, ya que paren crías más fuertes.
DEMOGRAFÍA
Dicho todo esto, no existen muchos Chuchos, pero su población crece continuamente. A principios del siglo XXI existen casi unos 1.000 Mestizos, aunque es más que las dos tribus Garou más pequeñas (Contemplaestrellas y Garras Rojas). Sin embargo, su número sería mucho mayor de no ser por los continuos ataques de sus enemigos, luchas internas, una elevada tasa de mortalidad y la muerte de sus parejas de reproducción.
Los Degenerados destacan reproduciéndose, que es la única ventaja que tienen sobre los Garou. Los humanos y los perros no se encuentran en peligro de extinción, proporcionando muchas parejas potenciales. Los Sangre de Perro tienen más posibilidades de engendrar cambiantes que los Garou; la posibilidad de concebir con éxito a otro Degenerado es de una de cada ocho nacimientos, en lugar de una de cada diez. Sin embargo, el nacimiento de un Degenerado a menudo viene acompañado de la muerte: la mitad de las madres de la Parentela que paren a un Degenerado mueren durante el parto, y toda la camada, salvo el Degenerado, siempre nace muerta (En algunos casos raros, las madres Degeneradas mueren cuando dan a luz un cachorro Degenerado). Las razas de perro más grandes y los mestizos de lobo son menos propensos a morir durante el parto. La muerte de la madre y de toda la camada menos uno es un momento de duelo entre los Mestizos, pero también un momento de esperanza, ya que es una buena señal que haya nacido un Degenerado. (Por supuesto, esto significa poco si el cachorro muere al faltarle la leche de la madre).
Además, los Mestizos y su Parentela pueden reproducirse con lobos y Garou; sin embargo, la prole de esas uniones siempre es Degenerada y nunca Garou (y si un Degenerado nace de una loba, existe una posibilidad de cada tres de que mate a la madre). Esto enfurece a los Garou, pues los Chuchos no sólo se reproducen como locos, sino que corrompen y diezman los linajes de lobos.
TRIBUS
La mayoría de los Degenerados son funcionalmente Ronin, y viven como Garou sin tribu. Los Chuchos que deseaban la identidad tribal en el pasado suplicaban a los Roehuesos e Hijos de Gaia (que a menudo los rechazaban), o a los Danzantes de la Espiral Negra, pues ninguna otra tribu consideraba adoptarlos. Sin embargo, en los últimos años una tribu informal llamada la Vanguardia de Sirio se ha formado, con Dones, espíritus aliados y unos pocos mentores Garou secretos. Aunque pequeña, esta tribu crece continuamente a medida que los Degenerados se reproducen, y otros Chuchos escuchan la reputación de la tribu y buscan unirse a ella. Actualmente, uno de cada seis Degenerados está aliado con la Vanguardia o forma parte de la tribu. Algo menos de la mitad de este número ha decidido servir a los Danzantes de la Espiral Negra. Una fracción pequeña del resto de los Mestizos con tribu forma parte de los Roehuesos o de los Hijos de Gaia. El 70 % restante aproximadamente de los Degenerados son Silvestres.
La Rabia aparta para siempre a quienes la poseen de humanos y bestias, obstaculizando la formación de relaciones saludables recíprocas. Esto es tan cierto para los Degenerados como para los Garou. Aunque los Chuchos normalmente van acompañados de perros normales o Parientes, esto no quiere decir que a los perros les gusten. De hecho, los perros son más vulnerables a la Maldición de la Rabia que los lobos, o incluso los humanos, y se aterrorizan ante los perros cambiaformas. Y paradójicamente, este miedo es lo que impide a los perros huir de sus alfas Degenerados. Milenios de domesticación y reproducción selectiva han creado animales que se sienten impulsados a obedecer y agradar a sus amos. Por lo tanto, el vínculo que obliga a los perros a seguir a los Degenerados es una mezcla instintiva de miedo y lealtad, nada de amor ni de amistad.
PERDIDOS
Normalmente los Degenerados son hábiles siguiendo el rastro de su prole, pero carecen de las redes sociales y espirituales de los Garou, y bastantes se pierden. A menos que sean encontrados e inducidos en los misterios de su herencia por los Degenerados Silvestres, la Vanguardia de Sirio u otros, estos Perdidos llevan existencias desagradables (y normalmente breves), aunque merecen más lástima las personas, animales y otras criaturas desafortunadas que se cruzan en su camino antes de acabar con ellos. Estos Chuchos desposeídos con conocidos como Perdidos.
Los Degenerados Canis a menudo experimentan su Primer Cambio solos. Aunque la mayoría son encontrados por sus compañeros poco después, algunos entran en contacto con otros Degenerados mucho después…si alguna vez. A menos que se les enseñen los rudimentos del lenguaje y otras habilidades esenciales pronto, los Perdidos a menudo no llegan a aprender estas cosas, o muestran aptitudes limitadas en el mejor de los casos. Estas criaturas se convierten en poco más que perros especialmente inteligentes y muy peligrosos, convirtiéndose en superpredadores en lugares olvidados, como vertederos, ruinas industriales y periferias urbanas. Es decir, hasta que el Perdido muere a manos de cazadores, Garou, o de otros Degenerados.
Los Parientes humanos son raros y suelen ser vigilados más de cerca. Se trata de algo positivo, ya que los Primeros Cambios de los Chuchos Homínidos a menudo son más traumáticos que los de los Garou, debido al efecto de los espíritus dañados y alterados de su interior. Cuando uno evita la vigilancia o nace en algún linaje perdido de humanos, un Perdido a menudo sufre daño emocional y psicológico. Sin ningún indicio de qué le está ocurriendo, estos Degenerados a menudo terminan pareciéndose a los licántropos de las películas, luchando contra sus naturalezas sólo para estallar en arrebatos periódicos de violencia. Los Perdidos Homínidos no son tan capaces de permanecer ocultos como sus contrapartidas Canis, y pronto los Garou aparecerán y se encargarán del problema. Si los ataques de un Perdido se producen fuera del territorio de los hombres lobo, existen bastantes grupos sobrenaturales que estarán interesados en mantener el orden (o algo parecido), incluyendo vampiros y magos de la Tejedora, que no repararán en gastos para acabar con esos monstruos. Sin embargo, existen menos posibilidades de que se den cuenta de que el monstruo eliminado es una aberración, y no la norma, y los Garou cercanos pueden encontrarse con enemigos repentinos e inesperados.
LOS DEGENERADOS Y LOS GAROU
Aunque el problema de los Degenerados todavía no ha alcanzado el nivel de crisis en la Nación Garou (por lo menos, en opinión de la mayoría), pronto lo será si a los Sangre de Perro se les permite reproducirse sin control. Por ahora los Degenerados sólo son un motivo de preocupación para la mayoría de los hombres lobo, causándoles bastante disgusto, cuando no odio directo. La mayoría de los Garou caen en dos posiciones con respecto a los Degenerados: o los desprecian o los ignoran. Dependiendo de a qué lado escuches, los Chuchos son la mayor amenaza desde la caída de los Aulladores Blancos, o criaturas patéticas e indignas de consideración; no existe un terreno medio entre estas dos posiciones extremas, aunque a la clara mayoría de los Garou no les preocupan los Chuchos tanto como otros problemas. A los Roehuesos les gustaría que los Degenerados se convirtiesen en el chivo expiatorio de los Garou en su lugar, si no fuera porque se sospecha que son los Roehuesos los que están perpetuando el problema, cuando no son los responsables directos. Y esta acusación, aunque no es del todo cierta, tampoco es del todo falsa. No existe un consenso unificado entre los Garou de qué hacer con los Sangre de Perro (lo que no debería sorprender a nadie), aunque dependiendo de la tribu se pueden hacer algunas generalizaciones.
Los Roehuesos son la tribu que la mayoría de los Garou asocian con los Degenerados, por varias razones. En primer lugar, muchos Garou no comprenden la naturaleza de los Degenerados y del Rito de Adaptación, y asumen que los Roehuesos se han estado reproduciendo con perros durante años; los Sangre de Perro son simplemente el resultado inevitable de esas prácticas sucias y blasfemas. Otros, incluyendo a los propios Roehuesos, se dan cuenta de que no es un asunto tan sencillo como aparearse con los perros y producir descendencia cambiante. Sin embargo, la tribu lleva el estigma de posiblemente haber creado al primer Degenerado, y haber continuado creando más Mestizos que todas las demás tribus juntas.
Unas pocas manadas y clanes de Roehuesos han ofrecido a los Degenerados ayuda y la oferta de unirse a la tribu, tanto por un sentimiento de simpatía como de responsabilidad. Y al contrario que la mayoría de los espíritus, algunos espíritus aliados con los Roehuesos reconocen la alianza de los Degenerados con los Roehuesos (especialmente los espíritus de Perro); sin embargo, los Mestizos sólo pueden alcanzar el rango de Adren en la tribu, debido a la oposición de los ancianos conservadores de los Roehuesos, y una aparente oposición de los espíritus protectores de la tribu. Pero los Degenerados no les gustan a todos los Roehuesos. A pesar de las circunstancias y de su baja posición entre las tribus, los Roehuesos siguen siendo Garou, la élite de los Guerreros de Gaia, y muchos se enorgullecen de ello. Una mayoría firme de los Roehuesos consideran a los Sangre de Perro tan asquerosos como las demás tribus, y les molestan los Roehuesos que adoptan a los Degenerados como miembros de la tribu –o que Gaia lo prohíba, crean más. Estas posiciones enfrentadas crean una brecha en una tribu habitualmente liberal con las normas de la Nación Garou, que aunque todavía no es severa, crece al igual que la amenaza de los Degenerados.
Los Hijos de Gaia tienen más posibilidades de sentir una simpatía sincera por los Degenerados…aunque la camaradería y el resto están al margen, salvo para los más generosos de la tribu. Los Hijos de Gaia están divididos en la forma de enfrentarse al problema. Algunos quieren ayudar de alguna forma a los Chuchos, considerándolos un desastre creado por los Garou, y por lo tanto responsables de solucionarlo…y controlarlo. Otros Hijos de Gaia sienten lástima de los pobres bastardos, pero creen que deberían concentrarse en cosas más importantes –como por ejemplo, la unidad de las tribus y la lucha contra la corrupción del Wyrm. Así que la tribu de Unicornio no ha decidido nada con respecto a los Mestizos, dejando el problema estancado (como tantos otros) debido a la indecisión y el debate sin fin.
La mayoría de las Garras Rojas, Colmillos Plateados, Camada de Fenris, Fianna y Wendigo desprecian a los Degenerados. Las Garras Rojas los consideran una corrupción insoportable de los Garou, y los pocos encuentros entre ellos y los Chuchos han terminado en violencia. Los Colmillos Plateados consideran que la sangre Garou desperdiciada en esos monstruos patéticos es una abominación, y posiblemente adopten una respuesta muy dura en lo que se refiere a cualquier Chucho que aparezca en sus protectorados (o en cualquier otra parte). Los Fenrir, Fianna y Wendigo tienen opiniones muy parecidas, disgustados por la debilidad de sangre y espíritu que los Degenerados personifican y perpetúan.
Aunque desaprueban a los Degenerados, las Furias Negras, los Caminantes Silenciosos, los Contemplaestrellas, los Señores de la Sombra y los Uktena no son tan rápidos a la hora de adoptar medidas duras contra ellos. Quizás sea sorprendente en el caso de los Señores de la Sombra, que se toman la ruptura de la Letanía y problemas similares muy en serio; sin embargo, el conjunto de la tribu todavía no ha adoptado medidas decisivas contra los Mestizos, quizás distraída por los sucesos recientes de Europa Oriental. Los Uktena conocen la existencia del Rito de Adaptación, y sienten una gran curiosidad por su naturaleza y origen; cuando descubran los secretos del rito, puede que adopten una postura más firme sobre los Chuchos, dependiendo de lo que descubran. La mayoría de las Furias Negras han visto demasiadas atrocidades para apoyar otra guerra contra criaturas que no pidieron existir y de todas maneras se encuentran gestionando asuntos más importantes. Con respecto a los Sangre de Perro, los Caminantes Silenciosos y los Contemplaestrellas, tienen la tendencia habitual a gruñir y decir algo parecido a: “Vale, joder, menuda mierda. ¿Pero no tenemos algo más importante de lo que ocuparnos ahora?” Así que aunque los Garou de estas tribus todavía no se dediquen a ayudar masivamente a los Degenerados, tampoco los atacan cuando los ven, como ocurre con las Garras Rojas y la Camada de Fenris, y por ahora han adoptado una actitud de esperar y ver.
Tristemente, para sorpresa de nadie, la tribu que mejor acepta a los Degenerados es la de los Danzantes de la Espiral Negra. Durante mucho tiempo los Garou del Wyrm se han aprovechado de las tribus de Gaia, reclutando entre sus filas a los rechazados Metis, Ronin y exiliados –aunque la verdad, las acciones de los Garou de Gaia han arrojado a más hombres lobo a la Espiral Negra de los que la tribu ha intentado reclutar activamente. Los Degenerados no son diferentes en este aspecto: ser rechazados y pisoteados por los Garou de Gaia contribuye a generar resentimiento y odio abierto, algo que los Danzantes de la Espiral Negra encuentran fácil explotar.
Varios Sangre de Perro ya han nacido dentro de la tribu caída, gracias a los tortuosos programas de reproducción de los Danzantes. Sin embargo, los Perros Locos también acuden a la Espiral Negra, donde encuentran aceptación, aunque sea a un precio terrible. Pueden recibir locura, atrocidad y corrupción al servicio del Wyrm, como cualquier otro recluta, pero por lo menos los hombres lobo son completamente aceptados después de renegar de Gaia. Sin embargo, los Degenerados no son iguales ni siquiera entre los Garou caídos, pero no descubren la verdad hasta que es demasiado tarde. Estos Mestizos Espirales son arrojados a la batalla como carne de cañón, pues la tribu está más dispuesta a sacrificar herramientas defectuosas que verdaderos hombres lobo. Los Perros Locos también resultan útiles para deshacerse de cadáveres, desperdicios y otras tareas despreciables en las Colmenas. Parece que hasta el Wyrm y sus esbirros se niegan a aceptar del todo a los Degenerados: No tienen tantas posibilidades de sobrevivir a la Espiral Negra como los Garou, y los pocos Chuchos que sobreviven el tiempo suficiente para ascender de rango en la tribu tocan el mismo techo de cristal que los Chuchos de Gaia. Sin embargo, los Degenerados siguen siendo lo bastante útiles como para no rechazarlos; las Colmenas de los Danzantes de la Espiral Negra en Estados Unidos y México reclutan y crían a todos los que pueden.
LOS DEGENERADOS EN EL ANCHO MUNDO
Por si los problemas con los hombres lobo y entre los suyos no fueran suficientes, los Degenerados sufren un acoso continuado de cazadores, espíritus, diversas criaturas del Wyrm, extraños hechiceros y otras criaturas que habitan en los rincones oscuros de la Teluria. El número de Mestizos que mueren ante esas amenazas es pequeño pero continuo, como un goteo sin arreglar.
Ronin: Los Degenerados merodean en el patio de atrás en el Mundo de Tinieblas, y en ocasiones se cruzan en el camino de otros proscritos que viven en esos lugares marginados. Encuentran mucho en común con los Garou Ronin, que a su vez, suelen carecer del elitismo que impide que los demás hombres lobo los tomen en serio. Un Ronin que desconoce la tribu de los Danzantes de la Piel (o la conoce, pero prefiere no asociarse con quienes pueden muy bien decidir arrancarle la piel) puede que no encuentre inaceptable la posibilidad de asociarse con los Chuchos. Después de todo, en comparación con la soledad desesperada que sienten los sin tribu, cualquier clase de compañía suena condenadamente buena.
Varias manadas Degeneradas incluyen a Garou Ronin, la mayoría de ellas dentro de la Vanguardia de Sirio, aunque existen uno o dos grupos independientes en cualquier momento dado. Estas manadas mixtas sirven admirablemente a las necesidades de todos: los Ronin disfrutan de la compañía de la manada, mientras que sus compañeros Sangre de Perro se benefician del poder que un hombre lobo les puede ofrecer.
Fera: La mayoría de las Fera desconocen que los Degenerados son criaturas distintas de los Garou, aunque unos pocos individuos han descubierto la verdad o sospechan que algo va mal entre los Lobos. Desde luego, un secreto tan grande y sucio no lo seguirá siendo mucho más tiempo. Finalmente, alguien con gran odio por los Garou descubrirá la verdad (posiblemente algún Bastet o Nuwisha) y entonces el secreto se revelará cuando este individuo de forma inmediata y satisfecha disperse historias de que los hombres lobo se han rebajado a aparearse con los perros y han creado una nueva Raza. Pero por ahora, la mayoría de los cambiaformas que se encuentran con los Mestizos asumen simplemente que se trata de Garou especialmente degenerados (como los Roehuesos y los Danzantes de la Espiral Negra).
Las Fera con los que los Degenerados tienen más posibilidades de encontrarse son los Ratkin, debido a la tendencia de ambas razas por habitar en vertederos urbanos. Muchas ratas cambiantes han deducido correctamente la naturaleza de los Mestizos, sino sus orígenes, pero todavía los consideran Garou. Al ser de orígenes humildes, a los Ratkin no les disgusta tanto la posibilidad de la existencia de hombres perro como a otros –algunos pueden preguntarse por qué los Garou no lo pensaron antes, o asumir que siempre han existido hombres perro. Como se trata de Garou (o parientes próximos), los Degenerados no son de fiar, pero la mayoría de los Ratkin los dejan en paz hasta que se sienten amenazados o los putos perros hacen algo estúpido; después de una explosión de violencia, los malditos Degenerados se van rápidamente con el rabo entre las piernas. (Por supuesto, algunos Ratkin matan a los Chuchos en cuanto los ven –después de todo, para ellos no dejan de ser Garou).
Muchos Corax están bien informados sobre los Degenerados –más que muchos hombres lobo o incluso los propios Degenerados- y los vigilan de cerca mientras adoptan una política de no intervención. Esto no les impide filtrar a los Garou locales el paradero de los Chuchos, especialmente si un hombre cuervo en particular cree que su presencia no es nada buena. Una Corax incluso ha descubierto (más bien se ha tropezado) una conspiración entre los Garou y la Vanguardia de Sirio que podría amenazar la existencia de la tribu de los perros si se revelara…aunque lo que piensa hacer con esta información es una pregunta sin respuesta por ahora.
Espíritus: A los espíritus no les gustan mucho los Sangre de Perro y el potencial de conflicto entre ellos es enorme. Los espíritus tratan a los Silvestres con el mismo desprecio que reservan para los Ronin más bajos, e incluso los Mestizos que afirman formar parte de una tribu de Gaia normalmente reciben una presencia nada amistosa. (Esto no se aplica a los Degenerados de la Vanguardia de Sirio y sus aliados espirituales, aunque tienen todas las apuestas en contra cuando tratan con otros habitantes de la Umbra). Parece que los espíritus del Kaos son de alguna forma más propensos a atacar u oponerse a los Degenerados que son Garou, aunque buscar cualquier patrón o raciocinio en seres de conducta tan aleatoria posiblemente sea un ejercicio de locura. En el otro lado de la moneda, las Arañas del Patrón y otros espíritus de la Tejedora se sienten menos inclinados a acosar a los Degenerados, y a menudo los ignorarán mientras se enfrentan a cualquier Garou cercano. Las Perdiciones atacarán a cualquier cosa que crean que puedan vencer, por supuesto, incluyendo a los Chuchos –especialmente porque son más débiles y vulnerables que los hombres lobo.
Debido a las malas relaciones con los espíritus y su Gnosis baja, los Degenerados no merodean mucho por la Umbra. Sin embargo, algunos Chuchos astutos utilizan la Penumbra para realizar huidas rápidas y emboscadas cuando se enfrentan a oponentes sin la habilidad de cruzar de lado.
A pesar de estas desventajas espirituales, los Degenerados pueden aprender a relacionarse con los espíritus. Si se comportan correctamente ante ellos, pueden evitar ofenderlos (más allá de su animadversión natural), negociar pactos e incluso aprender Dones. Los Degenerados de la Vanguardia de Sirio aprenden esas habilidades como parte de su adiestramiento e iniciación, pero los Silvestres deben encontrar un maestro o aprender mediante prueba y error.
Vampiros: Aunque los Degenerados no suelen mostrar una enemistad directa hacia los no muertos, a menudo coinciden con ellos debido a su proximidad. Para un vampiro, un Lupino es un Lupino, sin importar que parezca un lobo gris o un dálmata, y esa maldita criatura necesita ser eliminada, evitada o invitada a que se marche del lugar. Normalmente los Silvestres no quieren saber nada de las Sanguijuelas, pero lucharán ferozmente con ellas si son acorralados o enfurecidos.
Las manadas de Sirio y los raros Degenerados que se unen a otras tribus, tienen más posibilidades de enfrentarse a los no muertos. Los Amos de Sirio parecen especialmente preocupados por la reciente actividad de los vampiros, y coordinan ataques contra ellos en los lugares que habitan. Por su parte, los Garou de otras tribus, están más que dispuestos a que los Chuchos demuestren su lealtad yendo a la primera línea del frente contra la Sanguijuelas, y algunos clanes “adoptan” a los Degenerados especialmente con ese propósito. Todo por el bien de Gaia, por supuesto.
Dicho esto, la mayoría de los Degenerados no tienen razones para pelearse con los no muertos. Sin el deber religioso de matar vampiros, los Silvestres están más dispuestos a tratar con ellos. De hecho, es exactamente lo que temen algunos Garou: un Degenerado, fortalecido por la sangre sucia de una Sanguijuela, acompañando a los vampiros como un perro de presa monstruoso. Aunque no hay informes confirmados de que algo así haya ocurrido, la mera posibilidad debería asustar a cualquiera.
Los Garou no son las únicas criaturas con mitos, leyendas y una historia oscura. Los hombres lobo que conocen las historias que los vampiros cuentan entre sí (y no existen muchos de esos eruditos Garou) hablan de un gran Primer Vampiro, un hombre caído y maldito por haber cometido un acto terrible. Sin embargo, con esta “maldición” consiguió muchas bendiciones del Comealmas, incluyendo una sed inmortal de vida y poder sin medida. Esta criatura transmitió su maldición a los mortales que le agradaban, creando a su vez más de los suyos. Cada generación sucesiva consiguió una parte del poder del Primer Vampiro, pero una parte más reducida que la anterior. En la época actual, los vampiros sólo son sombras pálidas de lo que fueron sus predecesores, débiles en comparación con los grandes monstruos no muertos que eran capaces de enfrentarse solos a las manadas de héroes Garou del pasado.
Si la historia es cierta, se debe a que la sangre maldita del Primer Vampiro se ha diluido demasiado, y las últimas generaciones de vampiros son tan débiles, que algunas Sanguijuelas son poco más que humanos con dietas corruptas y alergia al sol. Algunos vampiros llaman a estos miserables “sangre débiles” y los persiguen como heraldos de de tiempos oscuros; los sangre débiles huyen de las tiránicas naciones de los vampiros, retirándose a territorios marginados y alimentándose de las víctimas que no quieren otros no muertos. Quizás los Cadáveres sienten la inminencia del Apocalipsis, y descargan su miedo y su rabia sobre sus congéneres más débiles.
Lo que es, pensándolo bien, una situación inquietantemente parecida a la relación entre los Garou y los Degenerados.
Cazadores: El Delirio que protege a los Degenerados no es tan intenso como el que causan los Garou, y varios mortales se sacuden su terror el tiempo suficiente para destrozar a los Chuchos con sus armas. Sin embargo, constituyen una amenaza pequeña para los Sangre de Perro, debido a sus poderes de regeneración y ventajas físicas sobre los mortales no preparados para enfrentarse a amenazas sobrenaturales. Los más peligrosos son los cazadores que parecen inmunes al Delirio. Algunos utilizan tecnología avanzada e incluso cibernética, otros son fanáticos mesiánicos que pronuncian el nombre de los ángeles o de dioses muertos, y existen otros que utilizan la cruz y los símbolos de la Iglesia. Todos dejan a los Mestizos igual de muertos. Los Degenerados que atacan o cazan a los humanos posiblemente terminen atrayendo atención indeseada (y mortal) de los enemigos que utilizan poderes y tecnología, aunque la mayoría de los cazadores no son muy selectivos y destruirán a cualquier Chucho con el que se crucen.
El año pasado, un equipo de campo desplegado por ADN (Amalgama de Desarrollo Neogenético) consiguió capturar a una pareja de Silvestres cerca de Atenas, Georgia. Los científicos que estudiaron a estos Degenerados sacaron algunas conclusiones interesantes, aunque en gran parte erróneas, sobre sus sujetos de experimentación en relación a los “licántropos normales”. Estas teorías se han extendido entre los científicos de ADN, aunque todavía está por ver si esta investigación arroja descubrimientos “verdaderos” sobre la “genética” de los hombres lobo o constituye otro callejón sin salida.
Esto no debería sugerir que los Sangre de Perro se encuentran indefensos y caen como la hierba ante quienes los cazan. Aunque se insiste mucho en lo débiles que son los Degenerados, lo son en comparación con los Garou. Hasta los Mestizos más débiles siguen siendo fuerzas peligrosas de la naturaleza por sí solos. Así que aunque los Chuchos mueran, se llevan a bastantes cazadores con ellos. (Aunque esto posiblemente funcione más en su contra a largo plazo, provocando reacciones y cacerías de venganza).
Otros: Tan diverso como es el Mundo de Tinieblas, sin quererlo los Sangre de Perro se cruzan con criaturas todavía más extrañas que ellos: magos, fantasmas, kami, inmortales y demonios, por nombrar unos pocos. Este tipo de contacto es infrecuente, pero a menudo termina mal para todos los envueltos, debido al miedo y la ignorancia extendidos y endémicos en el escenario. Los individuos que se enfrentan a los Degenerados y han tenido un contacto limitado o nulo con los verdaderos hombres lobo, podrían desarrollar algunas ideas raras sobre los Garou.
Los Chuchos propensos al frenesí, o que han desarrollado gusto por el cerdo largo, invariablemente dejan cuerpos a su paso…y a veces también almas sin reposo. Estos espíritus atormentados se dedican a vengarse de sus asesinos, lo que dependiendo de las capacidades del fantasma en cuestión puede asumir la forma de apariciones, pesadillas, voces incorpóreas, fenómenos al estilo poltergeist, posesión, e incluso daño físico directo. No hace falta decir que todas estas manifestaciones aterrorizan a los Mestizos y pueden convertir su existencia en un infierno. Existe un ejemplo confirmado de un espíritu que regresó a su cadáver y arrebató la vida al Degenerado que lo había matado. Los Chuchos que atraen la atención de los Wraiths tienen pocos recursos para evitar la muerte, si el espíritu es decidido y lo impulsa el odio.
No es inconcebible que un Chucho desesperado, ignorante del Wyrm o acosado por sus fuerzas, pueda convertirse en parte de un tipo diferente de condenación. Desde luego los Demonios sirven a los intereses del Destructor, pero existen fuera de su jerarquía y no lo rinden pleitesía. Los Demonios manifiestan habilidades radicalmente distintas de las Perdiciones y ofrecen poderosas ventajas a sus esbirros, y las inversiones demoníacas pueden ofrecerle a un Degenerado una ventaja necesaria. (Por supuesto, sin importar la naturaleza de la corrupción o quién –o qué- la cause, el resultado nunca es bueno para la víctima). Si semejante pacto no ha ocurrido ya, posiblemente sólo sea cuestión de tiempo, pues las crecientes poblaciones de Degenerados y Demonios llevan a un incremento de la probabilidad de que terminen entrando en contacto.
LAS CORTES DE LA BESTIA
TIEMPOS INTERESANTES
No existe presencia de los Degenerados en Asia, aparte de unas pocas manadas perseguidas. Esto se debe a la diligencia de los Hengeyokai, que se aseguran de que no haya suficientes Chuchos para que formen una población reproductora viable. Los pocos Sangre de Perro residentes deben su existencia a una pareja de Roehuesos californianos que se trasladaron a Hong Kong en 1981, huyendo del castigo por utilizar y extender el Rito de Adaptación. No habiendo aprendido la lección, crearon varios Mestizos no mucho después de su llegada. Cuando las actividades de los Roehuesos atrajeron la atención de los Nezumi menos de un año después, los dos Garou y la mayor parte de su progenie fueron sumariamente rodeados y sometidos al Rito del Infierno hecho Carne. Tres Chuchos consiguieron escapar, y sus descendientes sobreviven en los poblados chabolistas que han surgido en torno a los centros urbanos del país; son los únicos Mestizos de China. Ningún Degenerado ha sido visto en ningún otro lugar de China, ni en Japón o Corea, aunque existen varios en zonas aisladas del Sudeste Asiático y la India. Una estimación generosa sitúa el número de Degenerados chinos en un total de veinte; al contrario que los Mestizos de otros lugares, el número de los Chuchos de China no crece, sino que ha declinado en los últimos años, pues los Hakken y otros Hengeyokai se dedican a perseguirlos.
Las Cortes de la Bestia tienen una política de tolerancia cero hacia los Sangre de perro, y son más activos cazándolos y matándolos que los miembros más compasivos de la Nación Garou. Los Degenerados son manchas en el honor de los Garou asiáticos, que no perdonan la vida de ningún Chucho ni de cualquiera que realice el Rito de Adaptación; algunos aislacionistas señalan a los dos Roehuesos que engendraron a los Degenerados chinos como la justificación para cortar cualquier contacto con los cambiaformas occidentales.
Los demás Hengeyokai no odian tanto a los Chuchos como los Garou asiáticos, pero tampoco tienen interés en tolerar a semejantes parodias corruptas, pues los Degenerados no tienen el mandato de la Madre de Esmeralda ni fueron creados por ella. Informan de cualquier evidencia de posible actividad de los Degenerados a los Hakken, que investigan y se encargan del problema o llegan a acuerdos con los Nezumi. A menos que la situación cambie pronto, los Degenerados de Asia se extinguirán antes de que comience la décadas siguiente –un terrible testimonio del poder de la solidaridad de los Hengeyokai.
UN ENCUENTRO FORTUITO
Aunque Sirio es el Tótem de la tribu bautizada con su nombre, los Amos siempre buscan a otros espíritus de Gaia dispuestos a servir como protectores de sus manadas. Recientemente, dos manadas de la Vanguardia de Sirio viajaron al Reino Medio, y se les ordenó investigar las evidencias de un posible Tótem amistoso. La manada que viajó a Tokio fue completamente masacrada unas horas después de haber llegado. La segunda manada, los Dominós, tuvieron mejor suerte en Taipei. La manada se encontró con un sentai que seguía a Perro, formada por dos Boli Zouhisze, un Contemplaestrellas, un Nezumi y un Tengu. Aunque desconfiaban, los dos grupos intercambiaron información de forma educada antes de que los Dominós regresaran a los Estados Unidos.
Los Dominós informaron a los Amos que los Yaglinos de Perro expresaron la disposición del Incarna a aceptar a los Degenerados, si se comportaban correctamente. Pero la manada también expresó que la tolerancia de la “manada de cambiaformas” era la excepción y no la regla, y que sus anfitriones les dejaron bien claro que los Sangre de Perro no eran bienvenidos en Asia; el fallo de la manada enviada a Japón en informar apoyó esta afirmación. Esto cambió los planes de los Amos de establecer unas pocas manadas de Degenerados en el Lejano Oriente, pero consideran que la disposición de Perro a negociar es una muy buena noticia.
Los Dominós pronto regresarán a Taiwán con nuevas órdenes, ofreciendo humildemente a Perro la servidumbre de no menos de seis manadas de la Vanguardia de Estados Unidos. Aunque los Amos confían en que Perro aceptará el beneficio de ganar tantos seguidores y extender su influencia más allá de Asia, hay demasiado en juego en este pacto, por lo que los Amos apuestan con fuerza; así, uno de los Amo,s un Theurge Athro favorecido personalmente por Abuelo Trueno, planea viajar con los Dominós para negociar la protección de Perro a la Vanguardia de Sirio.