[V5] Bulgaria Nocturno

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Alexander Weiss
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[V5] Bulgaria Nocturno

#1

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:36

Imagen LOS VAMPIROS DE BULGARIA Por Alexander Weiss [email protected]

Dedicado a Marco Tulio Cicerón

El que caiga luchando por ser libre
No morirá nunca; por él el cielo
Y la tierra, los árboles y las bestias llorarán,
Por él sonará la canción del trovador…

-Hristo Botyov, “Hadhzi Dimitur”
El siguiente suplemento está ambientado en torno al año 2022, siendo actualizado con los cambios de la metatrama de Mundo de Tinieblas de la 5ª edición.

EL PAÍS DE LOS BÚLGAROS
Los búlgaros, un pueblo de origen asiático, y fuertemente eslavizado, no se unieron con los demás eslavos del sur tras la caída del Imperio Otomano y la independencia completa de Bulgaria en 1908. Tampoco consiguieron, a pesar de haberlo intentado varias veces, reunir de forma duradera en un solo estado a todos los pueblos búlgaros dispersos por los Balcanes –tanto en cultura y en espíritu como a diversas razones históricas no carentes de fundamento- entre los que se incluyen también los macedonios. Desde el siglo XIX la cuestión macedonia constituyó motivo de disputa entre búlgaros y serbios, lo que llevó a varias guerras balcánicas, y posteriormente arrastraría a los búlgaros a las dos Guerras Mundiales y como muchos países de Europa Central y Oriental Bulgaria terminaría cayendo bajo la influencia comunista de la Unión Soviética, y tras su caída, se produjo una transición hacia la democracia no exenta de problemas económicos que se arrastran hasta el día de hoy.
Sin embargo, los vampiros búlgaros han procurado permanecer, en la medida que su poder y las circunstancias lo han permitido, apartados de la historia de los mortales. A pesar del paso de sucesivos invasores y gobiernos, el país ha permanecido prácticamente desde sus inicios dentro de los territorios ancestrales del clan Tzimisce, que no mostraron demasiado interés por sus vasallos mortales salvo para evitar que su alimento peligrase. Orgullosos y decadentes, los señores vampíricos de Bulgaria a menudo vivían durante décadas sin apenas tener contacto con los humanos, entregándose a extraños experimentos, investigaciones y decadentes placeres. Otros no obstante se sumergieron de lleno en las corrientes históricas, y han sido arrastrados por ellas, y al igual que los mortales, recayeron una y otra vez en los mismos errores.
La llegada de la Gehenna hizo tambalearse los dominios búlgaros. Los antiguos Dragones desaparecieron, sus vasallos se disputaron los despojos de su poder, mientras los cazadores se alzaron entre la humanidad contra los monstruos, y los abatieron. Hubo cambios inesperados, mientras al mismo tiempo las figuras de poder movían sus peones para hacer frente a las nuevas amenazas.
Tras varias décadas de tumultos, el tablero de ajedrez de Bulgaria se encuentra de nuevo en movimiento, las distintas facciones se enfrentan a la incertidumbre, tratando de recuperar algo parecido a la paz.
Hasta los no muertos pueden soñar.

IDIOMAS
El idioma oficial de Bulgaria (Balgarija) es el búlgaro, cuyas primeras manifestaciones literarias aparecieron tempranamente durante el reinado de Simeón el Grande, a principios del siglo X. La lengua búlgara moderna hunde sus raíces en el antiguo idioma eslavón que compartían numerosos pueblos de los Balcanes, y que no obstante contiene numerosos términos que denotan el origen de los antiguos ugros en los Urales. Asimismo, el búlgaro también ha sufrido influencias de los períodos de influencia bizantina y otomana. Como lengua oficial, actualmente se utiliza en todas las esferas de la vida pública.
Aparte del búlgaro existen comunidades minoritarias que hablan en lenguas como el rumano, el turco y el romaní.

LA CAMARILLA
La presencia de la Camarilla en la zona era débil, más allá de unos pocos embajadores diplomáticos en las cortes de los kanes búlgaros, que guardaban cierta buena voluntad hacia algunos Vástagos antiguos con los que mantenían una política de contacto ocasional e intercambio de favores frente a enemigos o problemas mutuos.
Sin embargo, tras la desaparición de muchos kanes, la secta intervino para tomar el poder en varios dominios. El clan Nosferatu, que se había enfrentado a los Tzimisce de Bulgaria durante siglos, se convirtió en el principal pilar de la Camarilla búlgara, y algunas Ratas de Cloaca consiguieron incluso convertirse en Príncipes, no sin la reticencia y el recelo de otros clanes que se consideraban mejor situados para gobernar. Sin embargo, los Nosferatu han conseguido asentar su poder en la Camarilla del país mediante alianzas recientes con otros clanes que históricamente han tenido una presencia escasa en Bulgaria, como los Banu Haqim y los Tremere.
Muchos Vástagos de la Camarilla búlgara son de origen extranjero, habiendo llevado con las oleadas de invasores que han ocupado el país, como turcos o alemanes, pero la situación está cambiando entre las últimas generaciones, entre las que también han comenzado a aparecer vampiros sin clan o de Sangre Débil.

LOS ANARQUISTAS
La presencia de los Anarquistas en Bulgaria fue nominal, y podía limitarse a la presencia de varias coteries de jóvenes rebeldes que simplemente no aceptaban la autoridad de los kanes búlgaros y que eran rápidamente eliminados cuando constituían una molestia excesiva.
Sin embargo, eso ha cambiado en las últimas décadas. Con la desaparición de los kanes, varios Vástagos de los clanes Brujah y Gangrel asumieron el poder en varios dominios, haciendo frente tanto a otras facciones vampíricas, como a los cazadores. La separación de estos clanes de la Camarilla también los llevó a fortalecer las filas del Movimiento Anarquista, ya fuera por simple pragmatismo o cansados de la presión de otros clanes, y buscando un espacio propio donde prosperar.
Entre estos Anarquistas se encuentran algunos nostálgicos que vivieron durante la época comunista, y que han transmitido sus ideales a sus descendientes, pero también Vástagos jóvenes, Abrazados en las últimas décadas y que rechazan lo que consideran el orden anquilosado de la Camarilla y los antiguos.

EL SABBAT
La situación de la Espada de Caín en Bulgaria era algo mejor que la de la Camarilla, pero igualmente se debía a la buena voluntad de los antiguos kanes búlgaros, con una tenue alianza en el mejor de los casos, y lejos de un apoyo directo. Los Tzimisce en especial constituían y siguen constituyendo el principal pilar de la secta.
La llegada de la Gehenna provocó la desaparición de los antiguos Dragones que dominaban Bulgaria, junto con los vasallos que les apoyaban. Los Tzimisce que permanecieron buscaron ayuda en la secta frente al avance de la Camarilla, pero se encontraron con grupos desorganizados más interesados en luchar contra los Ancianos o diezmados por los ataques de los cazadores búlgaros.
En las últimas décadas, el Sabbat de Bulgaria se encuentra en retroceso, con algunos Dragones que intentan ferozmente mantener los antiguos dominios que consideran suyos desde hace siglos, pero también con feroces manadas de jóvenes desesperados que simplemente tratan de sobrevivir como pueden en una situación incierta y llena de peligros.

LOS DOMINIOS
Tradicionalmente Bulgaria estaba dividida administrativamente en okrugs (provincias). Actualmente los okrugs han sido transformados en 28 oblast. Los dominios vampíricos, a grandes rasgos, se corresponden con la antigua división con un total de 8 dominios. A continuación se refiere una breve descripción de cada uno de los dominios de los vampiros búlgaros, así como las principales ciudades de los mismos que en teoría se encuentran bajo su control.
Burgas (Burgas, Sliven, Yambol)- En su origen Burgas era una colonia griega que fue creada como puesto militar y de vigilancia para controlar el tráfico comercial. Actualmente es el segundo mayor puerto de Bulgaria y su provincia es un centro industrial y turístico famoso por sus lagos, su aeropuerto y su costa. En el plano vampírico era una fortaleza de un brujo Tzimisce aliado con el Sabbat, y conocido por su corte decadente. Sin embargo, recientemente desapareció, y sus chiquillos, organizados en torno a un culto de la sangre, han conseguido resistir los intentos de otras facciones por expulsarlos.
Haskovo (Haskovo, Kardzhali, Stara Zagora)- Haskovo y su provincia se encuentra en el sur de Bulgaria, no lejos de la frontera con Grecia y Turquía. Fundada hacia el año 985, la ciudad de Haskovo era un centro comercial importante, famoso por sus ferias. Esta zona, con una importante presencia de hombres lobo, ha sido tradicionalmente un lugar de reunión para los Gangrel de Bulgaria, y actualmente se ha convertido en un bastión Anarquista, aunque son los Animales tanto en número como en influencia, quienes controlan realmente el dominio.
Lovech (Gabrovo, Lovech, Pleven, Veliko Tarnovo)- Situada en el centro de Bulgaria, en este dominio se encuentra la capital del antiguo reino de Bulgaria, Tarnovo. Tradicionalmente dominio de los Tzimisce, una orden monástica dedicada al estudio esotérico gobernaba el dominio, pero desde el comienzo de la Gehenna, los vampiros han desaparecido. Quienes han intentado reclamar el poder han desaparecido igualmente, se cree que debido a que los cazadores búlgaros mantienen una fuerte presencia en la zona.
Montana (Montana, Vidin, Vratsa)- Situada en el noroeste de Bulgaria, cerca de la frontera con Serbia, en esta provincia se encuentra la capital del desaparecido reino de Vidin. Los vampiros son muy escasos en la zona, y procuran moverse con discreción para pasar desapercibidos ante los ataques de los hombres lobo, que son especialmente numerosos y feroces. Tras la desaparición del kan local, sus chiquillos se enfrentaron entre sí, y finalmente el dominio cayó. Una coterie Anarquista ha tomado posesión del mismo, aunque procura mantener un perfil bajo para evitar atraer la atención de potenciales enemigos.
Plovdiv (Parazardhik, Plovdiv, Smolyan)- El antiguo asentamiento tracio de Eumolpias, que fue contemporáneo de Troya y Micenas, y que posteriormente sería conocido como Filipópolis, tiene una larga y gloriosa historia y actualmente es la capital de un importante centro industrial y administrativo, siendo la segunda ciudad en tamaño de Bulgaria. El antiguo kan que gobernaba Plovdiv desapareció, siendo sucedido por uno de sus chiquillos, que abrió las puertas de su dominio al Sabbat. Sin embargo, la secta fue diezmada por las acciones de varios cazadores de vampiros. Actualmente, una coterie de la Camarilla intenta cautelosamente convertirla en su dominio, pero por el momento su situación es precaria y su influencia sutil.
Razgrad (Razgrad, Ruse, Silistra, Targovishte)- En esta provincia del nordeste de Bulgaria se asienta gran parte de la minoría turca de Bulgaria. Algunos vampiros murmuran desconfiados que la población turca de la provincia de Razgrad es utilizada para camuflarse por parte de los asesinos del clan Assamita. Realmente es gobernada por un Vástago del clan Brujah, anteriormente vasallo del kan de Sofía, y actualmente aliado con los Anarquistas por conveniencia, sin compartir los principios del Movimiento.
Sofía (Blagoevgrad, Kyustendil, Pernil)- Una de las ciudades más antiguas de Europa, la historia de Sofía llega hasta el siglo VIII a.C., a partir de un asentamiento tracio. Su desarrollo urbano se debe en gran parte a su posición estratégica en los Balcanes, cerca de tres pasos montañosos y rutas comerciales. Pasó por diversos gobernantes no muertos antes de caer en manos de un kan del clan Tzimisce a finales de la Edad Media. Sin embargo, recientemente, como otros antiguos, terminó cediendo a la Llamada y desapareció, dejando un trono vacío y una situación de incertidumbre. Sus aliados Nosferatu aprovecharon la ocasión, situando a uno de ellos como Príncipe y sometiendo el dominio a las leyes de la Camarilla, tras una rápida purga de potenciales disidentes. Aunque anteriormente la influencia del Príncipe de Sofía se extendía sobre otros dominios búlgaros, la reciente crisis ha debilitado su autoridad, reduciéndola a la propia Sofía. No obstante, sigue siendo el dominio más importante de Bulgaria.
Varna (Dobrich, Shumen, Varna)- El principal puerto de Bulgaria, así como un importante centro turístico, universitario y sede de la Victoria búlgara. Anteriormente el dominio era considerado una “embajada” donde se reunían enviados de distintas sectas y facciones y estaba gobernado por un kan que era chiquillo y vasallo del kan de Sofía, que fue asesinado poco después de la desaparición de su sire. La Camarilla proclamó Príncipe a su embajador, un Vástago del clan Toreador, pero su dominio ha sido desafiado por la líder local del Sabbat, una Tzimisce. A pesar de las pérdidas de la guerra entre sectas y una serie de ataques de los cazadores búlgaros, el dominio continúa en litigio y el conflicto parece que no terminará a corto plazo.

LOS CLANES
Banu Haqim- Los Asesinos tuvieron una importante presencia durante el período de dominación otomana, ejerciendo una influencia de “tutela” sobre los señores vampíricos de Bulgaria, y exigiendo en ocasiones tributos de oro y sangre. Tras las sucesivas invasiones extranjeras y el auge nacionalista del siglo XIX y XX muchos miembros del clan huyeron acompañando a la exiliada población turca. Sin embargo, algunos Asesinos permanecieron, poniéndose al servicio de los antiguos búlgaros, y el Cisma dentro del clan también trajo a otros Banu Haqim en busca de refugio.
La aceptación de los Asesinos en la Camarilla ha beneficiado al clan en Bulgaria. Necesitado de apoyos, el Príncipe de Sofía, y otros Vástagos, han comenzado a realizar pactos y alianzas con los Asesinos presentes en el país, que también han Abrazado entre la población búlgara.
Brujah- La mayoría de los vampiros Brujah de Bulgaria trazan su linaje al antiguo Matusalén Dominicus, procedente de la lejana Cartago y que durante la Alta Edad Media se alió con los vampiros de Constantinopla para crear un dominio propio en los Balcanes. Sin embargo, fue traicionado y desapareció, aunque algunos vampiros rumorean que ha despertado recientemente en Rusia.
En cualquier caso, los descendientes de Dominicus todavía viven en Bulgaria, y a menudo participaron en las revueltas y alzamientos populares de inspiración nacionalista del siglo XIX, estando presentes en todos los dominios. Muchos se convirtieron en la oposición a los kanes búlgaros o actuaron a su servicio, pero recientemente han encontrado una nueva motivación convirtiéndose en el principal pilar del Movimiento Anarquista en Bulgaria y la principal oposición a la Camarilla en el país.
Gangrel- Las leyendas del clan Gangrel sitúan Bulgaria como uno de los primeros centros de expansión del clan en Europa. Los descendientes de los Matusalenes Genger y Harpalike acompañaron a las tribus nómadas en sus migraciones y se asentaron entre los antiguos tracios. Posteriormente el territorio búlgaro se convertiría en un lugar de encuentro entre linajes Gangrel de los Balcanes, a menudo enfrentados a los hombres lobo.
Actualmente los Gangrel son uno de los clanes más numerosos de Bulgaria, representados en todos los dominios y facciones, y consiguiendo el control de algunas poblaciones. Sin embargo, en las últimas décadas, la mayoría de los Gangrel búlgaros se han unido a los Anarquistas, aunque otros prefieren aferrarse a su independencia.
Hécata- El Clan de la Muerte tiene una presencia muy antigua en Bulgaria, llegando a gobernar algunos dominios búlgaros. Cuando comenzó la purga de los Capadocios a finales de la Edad Media, la animadversión que los demás vampiros búlgaros sentían hacia la familia Giovanni, permitió que algunos sobrevivieran ocultos en Bulgaria, o por lo menos utilizaran el país como refugio ocasional.
Tras la Reunión de la Familia y las purgas internas que renovaron el clan, unos pocos Hécata han comenzado a reaparecer en Bulgaria. Se trata de un culto monástico y tradicionalista, que normalmente se relaciona poco con otras facciones. El Príncipe de Sofía los ha aceptado en su dominio como muestra de buena voluntad, y muchos Vástagos creen que existe un pacto secreto entre los Nosferatu y los Hécata de Sofía, apoyándose mutuamente.
Lasombra- Un Príncipe del clan Lasombra y sus partidarios gobernaron la ciudad de Sofía y sus alrededores durante el período de dominio bizantino del siglo XII. Estos Lasombra estaban infiltrados en la Iglesia bizantina, pero a medida que los obispos búlgaros adquirían autonomía y se deshacían de la influencia de Constantinopla, la influencia Lasombra en Bulgaria desapareció, y desde entonces la presencia del Clan de las Sombras ha sido ocasional y escasa.
Malkavian- Los Locos han sido temidos en Bulgaria desde la antigüedad. Los siniestros rumores sobre los videntes vampiros que realizaban sangrientos sacrificios en honor del demonio Kupala y los dioses paganos intranquilizaban incluso a los Príncipes más terribles. Sin embargo, a medida que la Iglesia Ortodoxa y el cristianismo se extendían, la oscura influencia de los adoradores del diablo desapareció, o por lo menos procuraron pasar más desapercibidos.
Actualmente la presencia de los Malkavian en Bulgaria es aislada y dispersa, y los Locos búlgaros no parecen tener mucho en común. Algunos desaparecieron en medio de los tumultos ocasionados por la llegada de la Gehenna, y los supervivientes parecen seguir con sus enigmáticos asuntos, sean cuales sean, presentes en las diversas facciones y sectas de los no muertos.
El Ministerio de Set- La influencia de las Serpientes sobre Bulgaria ha sido en su mayor parte indirecta, aunque desde las noches medievales agentes y miembros del linaje han recorrido las rutas comerciales búlgaras transportando mercancías y viajeros. Los antiguos vampiros del país a menudo han recurrido a los Setitas para satisfacer sus caprichos, y éstos se han mostrado siempre dispuestos a complacerlos… a cambio de un precio.
Aunque la presencia del clan era más fuerte cuando Bulgaria se encontraba bajo el dominio del Imperio Otomano, todavía se mantuvo más reducida después de la independencia de Bulgaria. Actualmente la mayoría de las Serpientes mantienen refugios en los puertos del Mar Negro, o acuden a las cortes búlgaras como embajadores o diplomáticos. La reciente alianza del clan con los Anarquistas también ha contribuido a extender su influencia en el país.
Nosferatu- Uno de los clanes más numerosos de Bulgaria, las Ratas de Cloaca se enfrentaron a los Tzimisce durante milenios, según se rumorea por una ofensa –real o imaginaria- realizada contra una venerada antigua del clan y sus descendientes. Debido a esta ofensa ambos clanes se enfrentaban periódicamente, o por lo menos, procuraban evitarse.
Por esta razón la mayoría de los Nosferatu búlgaros han sido los principales defensores de la Camarilla en Bulgaria, apoyando a los enemigos de los kanes Tzimisce, aliándose con facciones muy diversas. La excepción eran los Nosferatu de Sofía, aliados con el kan de la ciudad, pero tras su desaparición, se han unido con el resto de sus congéneres y han convertido a uno de ellos en Príncipe de Sofía.
La reciente unidad de los Nosferatu también obedece a razones prácticas. En las reuniones del clan se rumorea que uno de los Nictuku ha despertado en Bulgaria, y que sus esbirros acechan en las sombras. La desaparición de Vástagos de varias facciones y los rumores sobre el avistamiento de “monstruos” parecen estar vinculados a los movimientos de los enemigos ancestrales del clan.
Ravnos- El Clan de los Embusteros llegó a Bulgaria durante la Edad Media, actuando como avanzadilla para los gitanos que llegaban de Oriente, y posteriormente asentándose entre la población romaní, aunque unos pocos también se infiltraron entre los turcos otomanos que invadieron los Balcanes durante el siglo XIV. Casi todos servían a uno u otro Príncipe vampírico, actuando como enlaces y mensajeros, y en ocasiones, como asesinos y espías.
Recientemente el clan sufrió una debacle que diezmó las filas de los Ravnos, pero al menos tres de ellos sobrevivieron en Bulgaria. Actualmente se encuentran en la periferia de los demás clanes, tratando de sobrevivir, aunque se rumorea que alguno de ellos, o sus chiquillos, se han unido a los Anarquistas búlgaros.
Toreador- La permanencia estable del Clan de la Rosa en Bulgaria se produjo a partir de la conversión del país al cristianismo, y particularmente durante el dominio bizantino de los siglos XI y XII. Sin embargo, su presencia fue disminuyendo a raíz de la dominación otomana. Actualmente aunque algunos miembros del clan viajan por Bulgaria bien como emisarios o simplemente para apreciar el arte y la cultura del país, los Toreador búlgaros son muy escasos. En las últimas décadas y de forma inesperada, un Vástago Toreador, que anteriormente era un embajador de la Camarilla, se ha convertido en Príncipe de Varna, tras el asesinato del kan que gobernaba el dominio.
Tremere- En un país eminentemente dominado por los Tzimisce, no es de extrañar que los Brujos hayan sido proscritos y no sólo fueran perseguidos cuando se atrevían a mostrarse abiertamente, sino que además eran ostracizados por el resto de los clanes ante el temor a represalias por parte de los antiguos Dragones. A pesar de que durante la mayor parte de su historia Bulgaria fue evitada por los vampiros del clan Tremere, en ocasiones intentaron establecer su presencia, y siempre con un inevitable final sangriento.
La desaparición de muchos antiguos Tzimisce y el ascenso de la Camarilla ha ofrecido una oportunidad a los Brujos, que recientemente recibieron permiso del Príncipe de Sofia para instalar una capilla en la ciudad, al mismo tiempo que también apoyan al Príncipe de Varna en su guerra contra el Sabbat. Para los Tremere, es una oportunidad de acceder a Bulgaria y resarcirse de las recientes pérdidas que ha sufrido el clan.
Los escasos Brujos búlgaros pertenecen a la Casa Tremere, aunque se rumorea que alguno de ellos puede haber desertado y unido su suerte a los Anarquistas.
Tzimisce- Durante la mayor parte de la Historia de Bulgaria los Tzimisce fueron el clan más numeroso y poderoso del país, al menos a primera vista. Sin embargo, el linaje se vio afectado por divisiones internas, que impidieron a los Demonios colaborar con eficacia frente a amenazas externas. con varias facciones debidas a divisiones familiares y también a diferencias filosóficas.
Todas estas divisiones fueron agravadas como resultado de la llegada de la Gehenna. Varios de los kanes Tzimisce desaparecieron para acudir a la Llamada que afectó a todos los antiguos Cainitas, y en el vacío de poder surgieron enfrentamientos y nuevas divisiones, que fueron aprovechadas por sus enemigos, especialmente la Camarilla. Los ataques de los cazadores de vampiros también han diezmado sus filas en las últimas décadas, debido en gran parte a su arrogancia con respecto a los mortales.
Los supervivientes del clan se han unido al Sabbat o han huido del país, quizás con la esperanza de encontrar la ayuda de los kanes que se marcharon. Unos pocos han decidido ocultarse o incluso hacerse pasar por Vástagos de otros clanes, tratando desesperadamente de adaptarse a cambios que amenazan con acabar con los antaño orgullosos Dragones.
Ventrue- Los Sangre Azules comenzaron a influir en Bulgaria desde época romana, aunque nunca han sido muy numerosos. Varios Ventrue llegaron de Hungría y Bizancio durante la Edad Media, y asimismo también introducirían su influencia durante el siglo XIX a través de la influencia de Rusia y otros países europeos sobre los países balcánicos. Aunque compitieron con los señores vampíricos búlgaros, rara vez consiguieron imponerse sobre ellos.
Debido a su escasa presencia, los Ventrue búlgaros han aceptado que el liderazgo de la Camarilla en el país sea asumido por los Nosferatu. Los más intransigentes han encontrado un final rápido, pero quienes han aprendido la virtud de la paciencia han comenzado a maniobrar en los salones de la política para acumular favores e influencia, con su objetivo puesto en el poder, tal y como han hecho siempre.

CAITIFF Y LÍNEAS DE SANGRE
Caitiff- Hasta hace poco casi todos los vampiros sin clan de Bulgaria no solían sobrevivir mucho tiempo, o eran esclavizados y sometidos a los crueles caprichos de sus amos. En las últimas décadas, y debido a la proliferación de Abrazos descuidados sin control o los Abrazos en masa del Sabbat para conseguir reclutas, su número ha aumentado. La mayoría han terminado uniéndose a los Anarquistas para sobrevivir.
Larvae- Esta línea de sangre Nosferatu formada por grotescos monstruos que horadaban las profundidades de la tierra y devoraban enteros a sus enemigos, desapareció a finales de la Edad Media, aunque durante mucho tiempo fue temida por los demás vampiros búlgaros, que los consideraban una plaga. A lo largo de los siglos y muy de cuando en cuando alguno de estos monstruos ha sido desenterrado con sangrientas consecuencias antes de poder ser destruidos. Actualmente los “Gusanos” han regresado, siendo los responsables de las desapariciones de varios vampiros y mortales. Aunque sus depredaciones han pasado desapercibidas, los Nosferatu comienzan a ser conscientes de que hay un nuevo enemigo, y creen que estos Gusanos son los esbirros de uno de los ancestros caníbales de su clan, los Nictuku.
Sangre Débiles- Paralelamente a la proliferación de vampiros sin clan, también han comenzado a aparecer algunos Sangre Débiles en Bulgaria. La mayoría de ellos se han reunido en el dominio de Sofía, donde se han ocultado entre los marginados de la ciudad, procurando pasar desapercibidos. Por ahora, el Príncipe de Sofía no los considera una amenaza, pero ha encargado a uno de sus agentes que los mantenga vigilados por si la situación cambia. Este agente ha adoptado una actitud paternalista y conciliadora, ofreciéndoles ayuda discretamente y procurando conocer su paradero por si resulta necesario acabar con ellos.

FAMILIAS DE APARECIDOS
Bratovitch- La mayoría de las ramas de la familia Bratovitch en Bulgaria se agrupan en pueblos aislados del oeste, habiendo enlazado a menudo con parientes serbios, macedonios y griegos, y disfrutando de una gran influencia. La mayoría sirven a vampiros Tzimisce aliados con el Sabbat, y en menor medida a otros vampiros asociados con la Espada de Caín. Sin embargo, muchos Cainitas consideran a la familia demasiado brutal y poco sutil, por lo que prefieren relacionarse sólo con los individuos más “cuerdos”.
Obertus- La familia Obertus ha estado tradicionalmente unida a las comunidades monásticas de Bulgaria, aunque durante la ocupación comunista formaron algunas comunidades laicas. Actualmente mantienen influencia sobre varios monasterios búlgaros, donde ocultan grandes depósitos de conocimiento, incluyendo volúmenes que se creían perdidos y procedentes de la antigua Constantinopla. Aunque algunos miembros de la familia han actuado como caballeros y guardianes al servicio de los vampiros, la mayoría se han dedicado a aumentar sus conocimientos tanto en el ámbito mundano como esotérico.
Ruthvenski- Resulta irónico que la familia más influyente dentro del clan Tzimisce de Bulgaria hace tiempo que perdiera su herencia sanguínea. Hace siglos las ramas de los Ruthvenski se unieron con otras familias de aparecidos, y otras se extinguieron debido a la consanguinidad o la muerte de los últimos herederos. La rama búlgara de la familia, aunque carente de sangre de aparecido, ha sobrevivido gracias a su servicio al Príncipe Konstantin, que elige a sus criados personales de las filas de la misma. Sus elegidos son convertidos en ghouls y son ferozmente leales, tanto a la familia como a su señor. Al no ser una familia de aparecidos, el linaje no se enfrenta a los problemas de corrupción sanguínea y mental asociados a las mismas, aunque el contacto con los vampiros los deja inevitablemente marcados. Afortunadamente para ellos, la mayor parte de la familia permanece ajena a las maquinaciones de los no muertos y sólo unos pocos selectos conocen las alianzas secretas de la familia.
Szantovitch- Aunque asociada a la nobleza búlgara durante la Edad Media, los Szantovitch se diversificaron y en algunos lugares incluso llegaron a corromper monasterios que convirtieron en auténticos burdeles y academias de libertinaje, lo que terminó enfrentándolos con los Obertus. Tras las guerras anarquistas la familia de aparecidos se extinguió, y sólo sobrevivirían en el Nuevo Mundo como la familia Zantosa. Sin embargo, algunos descendientes del linaje consiguieron sobrevivir al servicio de los vampiros, especialmente los poderosos antiguos Tzimisce, aunque sin sangre de aparecido en sus venas. Desde la caída del comunismo, algunos Zantosa han acudido a Bulgaria y han reintroducido nueva sangre en las ramas “aguadas” de la familia. Actualmente el Príncipe de Sofía dispone entre sus servidores a varios miembros de la familia.
Skitnik- Originalmente esta familia servía a los antiguos Tzimisce, y estaba emparentada con los Vlaszy de Hungría, sacrificándose al servicio de sus señores durante las guerras anarquistas. Una rama sobrevivió aislada en Bulgaria y al servicio de una antigua Tzimisce del Viejo Clan, aunque durante el siglo XVI murió el último Skitnik con sangre de aparecido. Convertidos en una familia de servidores mortales, no obstante, la familia consiguió sobrevivir, a pesar de los avatares de las guerras de independencia y el período comunista.

LA LIGA DE ORADEA
Tiempo antes de que la formación de las sectas, los señores del clan Tzimisce gobernaban la mayor parte del territorio de Bulgaria, y en gran parte contribuyeron a darle forma, o por lo menos eso es lo que afirman, pues probablemente tanto vampiros como mortales se hayan influido mutuamente.
Con el estallido de las Guerras Anarquistas los jóvenes Tzimisce se rebelaron contra sus antiguos, y a medida que la guerra se prolongaba, los antiguos formaron a su vez una alianza, firmada en la ciudad transilvana de Oradea, por la que doce antiguos Demonios se comprometían a acudir en ayuda mutua siempre que uno de sus miembros fuese atacado. Gracias a esta alianza estos antiguos consiguieron sobrevivir, y expulsar a los rebeldes de sus territorios. Sin embargo, con la formación de la Camarilla estos antiguos no estaban dispuestos a esconderse adoptando la despreciable humanidad del ganado que controlaban, pero tampoco querían seguir a sus degenerados chiquillos a las filas del decadente Sabbat.
Debido al gran poder que mantenían en sus dominios, estos antiguos se aislaron sobre sí mismos, puesto que no tenían que temer nada de las sectas, aunque con el paso del tiempo algunos de los miembros de la Liga de Oradea han colaborado con ellas de forma puntual, siempre y cuando sus intereses coincidieran.
El siglo XX fue la peor prueba que atravesó la alianza. La ocupación alemana y posteriormente las reformas sociales del comunismo, perjudicaron a estos vampiros, que por primera vez en siglos tuvieron que adaptarse a la nueva situación. Algunos huyeron a otros estados, mientras que otros se enfrentaban al temporal y conseguían adquirir nueva influencia en los gobiernos comunistas. Algunos no fueron tan afortunados, y resultaron destruidos ante el avance del tiempo.
Con la llegada de la Gehenna, la Liga de Oradea se ha visto enormemente debilitada por la desaparición de varios de sus miembros, atraídos por la Llamada o atacados inesperadamente en sus dominios. Ni siquiera las alianzas han conseguido detener esta crisis. Entre las ruinas de la facción ha surgido un pequeño grupo feudalista, que se aferra tenazmente a la misión de conservar el legado dejado por los antiguos “hasta que regresen”. Sin embargo, con cada noche que pasa, las filas de esta facción en ruinas se reducen cada vez más, y algunos ya la dan por muerta.

EL INCONNU
Aunque pocos Vástagos lo saben, Sofía fue un lugar de reunión habitual para los enigmáticos antiguos de la secta conocida como el Inconnu, y el Príncipe de Sofía recibió su apoyo a cambio de que asegurara su privacidad, manteniendo sus idas y venidas en secreto, al margen de las actividades de los demás Vástagos.
Desde la llegada de la Gehenna, los antiguos del Inconnu se han visto forzados a actuar. Uno de ellos, el anciano Monitor de Sofía, se ha aproximado en secreto al Príncipe de la ciudad, y le ha ofrecido su apoyo para mantenerse en el poder y hacer frente a las amenazas que se avecinan, entre ellas el Sabbat y los Nictuku. Como parte del acuerdo, el Príncipe también ha aceptado la presencia de los Hécata en su dominio.

LOS CAZADORES
La Iglesia Ortodoxa búlgara es la religión con mayor número de seguidores y adeptos en Bulgaria, abarcando prácticamente casi la totalidad de la población del país, y que tuvo gran importancia en la conservación del legado cultural búlgaro y en el nacimiento del estado moderno en el siglo XIX. Aunque en principio dependiente del Patriarcado de Constantinopla y de la Iglesia bizantina, muy pronto Bulgaria contó con sus propios obispos y finalmente con su Patriarca. La lucha de los eclesiásticos bizantinos y búlgaros por el poder sobre Bulgaria se prolongó durante los siglos siguientes, aunque actualmente la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria se considera autocéfala.
La Iglesia Ortodoxa de Bulgaria cuenta con su propia rama de cazadores de vampiros, brujas y otras criaturas sobrenaturales, heredada de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla. Los Akritai surgieron originalmente entre los soldados del ejército bizantino, un grupo secreto que decidió proteger a los cristianos de la amenaza de lo sobrenatural.
Con el paso del tiempo los soldados bizantinos extendieron su influencia a las comunidades monásticas y trasladaron su liderazgo al monte Athos, en Grecia. No obstante, en Bulgaria permaneció una rama de Akritai, que continuaron enviando a sus aprendices a Grecia para ser adiestrados y para compartir sus descubrimientos.
El líder de los Akritai búlgaros es un sacerdote ortodoxo que vive en la antigua ciudad de Tarnovo. La comunidad de cazadores no sólo se limita a eclesiásticos ortodoxos, sino que también cuenta con miembros situados en toda la sociedad de Bulgaria.
Hacia finales del siglo XX los Akritai alcanzaron una ventajosa alianza con el grupo N58, la Octava Dirección, un grupo militar y de espionaje formado en la Unión Soviética, y reorganizado en Rusia tras la caída del comunismo, para luchar contra la influencia sobrenatural y vampírica. En su mutua cooperación, ambas partes consiguieron varios éxitos, acabando con muchos vampiros de Bulgaria, y limpiando dominios enteros de su presencia.
Sin embargo, en los años siguientes la alianza entre Akritai y la Octava Dirección comenzó a ser puesta a prueba. Los líderes de la Octava Dirección querían sus aliados apoyaran un mayor acercamiento de Bulgaria a la esfera de influencia rusa, y varios agentes introducidos en el gobierno búlgaro con el pretexto de “mantener la vigilancia” comenzaron a actuar para favorecer medidas a favor de Rusia.
Debido a la deriva autoritaria de la Octava Dirección, que comenzó a asumir cada vez más autoridad en la guerra contra lo sobrenatural en Bulgaria, al mismo tiempo que reclutaba nuevos agentes en el país, adiestrándolos con agentes rusos y adoctrinándolos en un nacionalismo paneslavo, los Akritai comenzaron a preocuparse y surgieron los primeros roces, a pesar de sus victorias conjuntas.
El desencuentro entre los Akritai y la Octava Dirección terminó recientemente con la ruptura de la alianza. Los Akritai pidieron a los agentes rusos que dejaran el país, tras una última crisis derivada de la postura de ambas partes por la invasión militar de Ucrania por parte de Rusia. En principio, la Octava Dirección aceptó retirarse de Bulgaria, aunque muchos Akritai temen que hayan dejado espías infiltrados entre sus filas. De hecho, el líder de los Akritai ha sido recientemente cuestionado por haber roto la alianza, y sus opositores han sido acusados de trabajar para los intereses de la Octava Dirección.
La crisis interna de los cazadores podría terminar afectando a sus operaciones en la guerra contra lo sobrenatural. De hecho, en los últimos tiempos, su eficacia parece que ha disminuido, y sus cacerías terminan sin resultado.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#2

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:38

Imagen HISTORIA VAMPÍRICA DE BULGARIA LOS ORÍGENES
La Historia del actual territorio de Bulgaria es muy anterior a la llegada del pueblo búlgaro. Hacia el 4000 a.C. existían numerosos pueblos emparentados por su cultura y conocidos colectivamente como tracios, que recibieron la influencia de las ciudades griegas del sur e incluso llegaron a crear algunos asentamientos permanentes en la costa del Mar Negro. Durante un breve período de tiempo las comunidades tracias llegaron a unirse en un único estado con capital en Uskadama (Adrianópolis) hacia el siglo V a.C. El país de los tracios pasó progresivamente primero a manos de los macedonios, y posteriormente de los romanos en el siglo I d.C., pasando a formar parte del Imperio Romano de Oriente.
La llegada de pueblos nómadas de las llanuras de Europa Oriental y de Asia Central a partir del siglo V d.C. trajo consigo a numerosos pueblos, que asimilaron a la población autóctona y se fusionaron con ella. Los eslavos y búlgaros comenzaron a llegar durante el siglo VI, creando una civilización guerrera y expansionista, que se convirtió en una amenaza para el Imperio Bizantino.

Como suele ocurrir, las primeras noticias sobre los vampiros que habitaban en la antigua Tracia son fragmentos inconexos a menudo mezclados con el mito y la leyenda. Estos antiguos Cainitas llegaron en algún momento indeterminado, y aunque uno u otro clan afirma haber tomado posesión del territorio antes que ningún otro, lo cierto es que las primeras noticias parecen indicar que el territorio fue un lugar de encrucijada habitado por varios linajes.
Los Gangrel parecen haber sido especialmente numerosos en esas noches lejanas. La leyenda habla de Harpalyke la Yegua Veloz, una princesa guerrera de los tracios, que creó cinco chiquillos a los que persiguió por los bosques con garra y colmillo, iniciando una tradición que se transmitiría a sus descendientes. Otras historias hablan sobre Genger el Centauro, que enseñó a los pueblos del Mar Negro a luchar y montar a caballo. Actualmente casi todos los Gangrel de Bulgaria trazan su ascendencia a uno u otro de estos dos Matusalenes.
Los Nosferatu cuentan leyendas sobre una figura matriarcal de la que algunos murmuran temerosos que se trataba de uno de los Nictuku. La monstruosa Equidna, la Madre de los Monstruos y sus chiquillos, sembraron el terror entre los tracios y pueblos de los Balcanes, y quienes conseguían vencerlos se convertían en héroes. Finalmente Equidna desapareció en algún rincón olvidado, aunque se rumorea que su sangre todavía sobrevive en sus descendientes.
Sin embargo, fueron los vampiros del clan Tzimisce los primeros en organizar a los tracios en una sociedad organizada, lo que los enfrentó a los Gangrel y Nosferatu que preferían una estructura tribal y nómada. Una antigua llamada Djoukai, la Reina de la Carne, se convirtió en amante de reyes y jefes tribales y a los más valerosos y mejores entre ellos los convirtió en sus chiquillos. Para enfrentarse a sus enemigos los Tzimisce crearon enormes monstruosidades de carne y hueso que se convirtieron en los primeros vohzd, auténticas máquinas de guerra vivientes.
Los vampiros que habitaban al sur de Tracia, en las ciudades estado de Grecia, se aterrorizaron ante los monstruosos Cainitas que habitaban en sus fronteras, y que ocasionalmente invadían los territorios de sus vecinos sembrando el terror. Brujah, Toreador, Ventrue y otros vampiros griegos se enfrentaron a los Gangrel, Nosferatu y Tzimisce tracios y sus épicas batallas se mezclarían con los mitos, dando lugar a leyendas en las que los dioses griegos se enfrentaban a monstruosos gigantes y demonios.
Una de estas leyendas cuenta que Samiel, un famoso guerrero y chiquillo del venerado Antediluviano Saulot, acudió a Tracia para enfrentarse a las hordas de demonios que habitaban la tierra, y se dice que acompañado por un grupo de valerosos guerreros, emprendió una azarosa y peligrosa odisea a través de los Balcanes hasta alcanzar el origen del mal. Según los relatos, Samiel se sacrificó para derrotar al Rey de los Demonios y sólo uno de sus guerreros regresó para contar su gesta.
Hacia el siglo V a.C. los dominios entre vampiros griegos y tracios parecían haber alcanzado unos límites más o menos estables. Sin embargo, es más probable que los sucesivos enfrentamientos entre las ciudades estado griegas aconsejaran un estado de tregua. De las cenizas de estas guerras surgió en el siglo IV a.C. el reino de Macedonia, que quedaría en manos de vampiros de diversos clanes: Brujah, Ventrue y Lasombra. Mientras Macedonia se sumía en la decadencia, su lugar fue ocupado por el ascenso del Imperio Romano, que en el siglo I d.C. incorporaron Tracia a sus territorios.
Los vampiros romanos, principalmente Lasombra, Malkavian, Toreador y Ventrue se enfrentaron a los Cainitas tracios, asumiendo el control de las ciudades y colonias mientras sus adversarios acechaban en extensos dominios rurales, donde a menudo debían sobrevivir a los ataques de los feroces hombres lobo, llegados en tiempo inmemorial. Sin embargo, a medida que el Imperio Romano sucumbía a la presión de los pueblos bárbaros que atravesaban sus fronteras los vampiros romanos se veían obligados a abandonar la zona. Muchos asentamientos de Tracia fueron saqueados, y el lugar de los vampiros romanos fue ocupado por sus contrapartidas tracias y bárbaras, que no obstante adoptaron nuevas costumbres y tradiciones más adaptadas a los nuevos tiempos. Los Tzimisce eran particularmente numerosos y a menudo actuaban abiertamente como señores y líderes tribales, tal y como habían hecho durante los siglos anteriores.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#3

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:39

Imagen LA LLEGADA DE LOS BÚLGAROS
A principios del siglo II d.C., varios grupos de pueblos búlgaros emigraron desde sus tierras ancestrales en Asia Central hacia el Oeste, y finalmente se asentaron en las llanuras situadas entre el Mar Caspio y el Mar Negro. Entre el 351 y el 389 algunos atravesaron la cordillera del Cáucaso y se asentaron en Armenia, donde finalmente fueron asimilados por los armenios que habitaban la zona.
Sometidos por los invasores hunos a principios del siglo IV, otras tribus búlgaras salieron de sus asentamientos en Asia Central y emigraron hacia las tierras fértiles de los valles del río Don, y en la costa del Mar Negro, donde se mezclaron con los sármatas. Algunas de estas tribus permanecerían en los valles del Don durante siglos, pero otras acompañaron a los hunos en su invasión del Imperio Romano, asentándose en la provincia de Panonia.
Los búlgaros formaron parte de las incursiones de los hunos entre los años 377 y 453. Después de la derrota de los hunos en la Batalla de los Campos Cataláunicos en el año 451, y la desintegración del Reino Huno, las tribus búlgaras se mezclaron con otros pueblos y se dispersaron por el este y el sudeste de Europa.
A finales del siglo V los búlgaros lucharon contra los Ostrogodos, un pueblo germánico aliado con el emperador bizantino Zenón. Desde el año 493 comenzaron a realizar numerosas incursiones en los territorios occidentales del Imperio Bizantino, que continuarían durante los siglos siguientes.
A mediados del siglo VI estalló una guerra fraticida entre las dos principales tribus búlgaras: los Kutriguros y los Utiguros. Tras varias décadas de guerra los Kutriguros se aliaron con los Ávaros para derrotar a los Utiguros, y finalmente consiguieron unificar a las tribus búlgaras, pero quedaron sometidos al dominio de los Ávaros.
Sin embargo, las tribus unidas de los búlgaros consiguieron liberarse de los Ávaros hacia el año 630, formando un reino independiente entre la desembocadura del Danubio y la costa del Mar Negro. El primer rey fue el kan Kubrat o Kurt del clan Dulo, que había sido el principal impulsor de la independencia búlgara. A su muerte la capital de este reino fue trasladada a Phanagoria (actualmente Tmutarakan).
Desde finales del siglo VI los bizantinos se esforzaron por cristianizar a los búlgaros, y de hecho, el kan Kurt se había convertido al cristianismo en el año 611 aunque la mayor parte de la población se mantuvo fiel a sus dioses tradicionales, y el cristianismo no impidió que los monarcas búlgaros siguieran realizando incursiones en territorio bizantino. De hecho, a la muerte de Kurt el reino búlgaro se desintegró debido a las luchas internas y sus sucesores terminarían regresando a sus costumbres paganas.
En el año 681 el emperador de Bizancio concedió al kan Asparuh de los búlgaros los territorios situados al norte de los Balcanes. La capital de este reino búlgaro se encontraba en Pliska (al este de la actual Bulgaria) y también abarcaba la llanura de la actual Valaquia, en Rumania. Los kanes de este reino conservaron sus nombres búlgaros hasta mediados del siglo IX.
En el año 811 el kan pagano Krum aprovechó la guerra entre bizantinos y árabes para atacar y matar en batalla al emperador Nicéforo de Bizancio. El cráneo guarnecido en plata del difunto emperador sirvió como copa para el victorioso monarca búlgaro, enfureciendo a los bizantinos.

El colapso del Imperio Romano constituyó el inició de un intenso período marcado por el enfrentamiento entre diversos señores Tzimisce, principalmente por diferencias de linaje. Los descendientes de Djoukai se consideraban los dueños legítimos de los antiguos territorios tracios, pero ya desde el siglo V d.C. tuvieron que afrontar la llegada de otros de sus hermanos de linaje, procedentes de más allá de la cuenca del Danubio. Los descendientes de Ionache, Lambach, Triglav y Yorak se unieron a los de Djoukai en sus luchas internas, utilizando a las sucesivas oleadas de invasores para arrasar los territorios de sus enemigos y consolidar sus conquistas.
Los búlgaros, que llegaron en el siglo VII, se convirtieron en los elegidos del antiguo Tyrdamos, un descendiente de Ionache, que Abrazó numerosos chiquillos entre ellos y que tomaron el título de kanes de Bulgaria. Sin embargo, el predominio de Tyrdamos fue breve ante la llegada de una inesperada amenaza: los primeros misioneros cristianos, que pronto consiguieron algunos conversos. Se cree que el propio Tyrdamos sucumbió destruido en su refugio durante el día por un incendio, cuya autoría no ha sido del todo aclarada.
El inestable reino de Tyrdamos se colapsó, y sus chiquillos y vasallos se enfrentaron nuevamente entre ellos y con otra oleada de invasores vampíricos procedentes de Bizancio, principalmente Brujah, Toreador y Ventrue, pero también un linaje de Tzimisce descendientes del misterioso Dracon, el más enigmático de los descendientes del Antediluviano de los Demonios.
A pesar de la convulsa situación política en el ámbito vampírico, los mortales se unían al margen de las manipulaciones inmortales. En el siglo VII se había consolidado el primer reino búlgaro, más a pesar de los vampiros que por cualquier manipulación de los mismos. Los Cainitas únicamente pudieron limitarse a seguir la corriente de la Historia.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#4

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:40

Imagen EL PRIMER REINO BÚLGARO
El primer reino búlgaro reconocido por sus vecinos fue establecido paralelamente a una invasión bizantina que llevó a la forzada conversión al cristianismo del rey Boris I en el año 865, lo que también supuso la constitución de una Iglesia de Bulgaria autónoma con un obispo metropolitano (Patriarca a partir del siglo X). Clemente y Nahún, los discípulos bizantinos de los misioneros Cirilo y Metodio, introdujeron la liturgia cristiana en idioma eslavón, fortaleciendo la influencia de la cultura eslava sobre el reino. El rey Vladimir I retornó brevemente al paganismo, pero con la llegada al poder de su hermano Simeón, Bulgaria quedaría definitivamente dentro de la esfera cristiana.
Bajo el reinado de Simeón I (893-927), el nuevo rey búlgaro creó momentos de gran peligro para la independencia del Imperio Bizantino, a pesar de que los búlgaros aceptaban su influencia religiosa y cultural. Sin embargo, el rey búlgaro pretendía utilizar la religión cristiana como parte de su plan para rivalizar con Constantinopla y conseguir a largo plazo apoderarse del imperio entroncando con la dinastía imperial. Simeón derrotó a los bizantinos en Bulgarophygon (896) y llegó a asediar Constantinopla en el año 913, obligando finalmente a sus enemigos a firmar la paz. Simeón fue nombrado basileus y zar de los búlgaros y exigió la promesa de un compromiso matrimonial de una de sus hijas con el emperador Constantino VII, pero los acuerdos de paz no se cumplieron y el zar búlgaro volvió de nuevo a la guerra derrotando a los bizantinos en Anchialos (917), apoderándose de la mayor parte de los Balcanes, y asediando de nuevo Constantinopla en el año 924, asedio que volvió a fallar ante la falta de medios navales. La expansión política fue acompañada de un notable desarrollo literario y artístico.
A la muerte de Simeón I, el reino búlgaro comenzó a debilitarse, presionado en sus fronteras por los invasores húngaros y pechenegos al norte del Danubio; los serbios se expandieron desde el oeste, arrebatando territorios a los búlgaros, mientras que los bizantinos atacaban desde el sur. La situación económica y social de Bulgaria era muy mala después de los años previos de costosa expansión militar, y las tensiones sociales encontraron, una vez más, un vehículo religioso entre los adeptos a las predicaciones de Bogomil, de carácter maniqueo e inspiradas directamente por el paulicianismo, que eran contrarias al cristianismo ortodoxo y al control del poder y la riqueza por la aristocracia y los monjes. Los bogomilos, como los paulicianos, tenían adeptos, sobre todo, entre los campesinos y en cierto modo daban cauce a formas de lucha social, no sólo de disensión religiosa. Sin embargo, Pedro I (927-969), sucesor de Simeón, consiguió los principales objetivos políticos de la monarquía búlgara: la paz con los bizantinos, el pago de un tributo, el reconocimiento del título de zar, el matrimonio con una princesa imperial hija de Romano Lecapeno, y la autocefalia para la iglesia búlgara con el nombramiento de un Patriarca.
El rey Samuel I trasladó la capital a la ciudad de Ohrid, en el oeste, en la actual Macedonia, tratando de reaccionar frente a las presiones de sus enemigos, pero el emperador de Bizancio Basilio II el Bulgaróctono (el matador de búlgaros) desencadenó una guerra sin compasión contra Bulgaria: se cuenta que en el año 1014 asestó una severa derrota al rey Samuel, arrancó los ojos a catorce mil prisioneros búlgaros y los envió a su monarca; un tuerto guiando a cada cien ciegos. Samuel al verlos, murió de espanto dos días después. En el año 1016 el último rey de Bulgaria caía muerto en combate, y Bulgaria pasó a formar parte integrante del Imperio Bizantino.
Durante este período de ocupación la influencia de Bizancio fue profunda, especialmente a nivel administrativo. Además, el país estuvo sometido a la presión de incursores pechenegos y cumanos en el norte, y la herejía bogomila siguió extendiéndose a pesar de las persecuciones religiosas llevadas a cabo por Constantinopla. El bogomilismo, bajo la dirección de una buena parte del clero búlgaro, se convirtió en un frente de oposición a la iglesia griega, y por extensión a los ocupantes bizantinos.

Aunque los vampiros bizantinos consideraron que la conversión al cristianismo de los kanes de Bulgaria les permitiría someter el país, lo cierto es que los vampiros búlgaros retuvieron su influencia, a pesar de las reticencias de algunos antiguos paganos que se resistían a la desaparición de sus cultos. Tras un período de luchas intestinas, en las que los señores vampíricos lucharon entre sí por alcanzar la supremacía, finalmente el antiguo Gabor de Serdica, del clan Tzimisce, se alzó con la supremacía.
Aunque Gabor afirmaba ser un chiquillo de Tyrdamos, su origen resulta bastante turbio. Varios indicios parecen señalar a que fue Abrazado por un antiguo Tzimisce que deseaba utilizar su influencia sobre la aristocracia mortal en su beneficio. Aguardó su momento, aprendiendo todo lo que pudo de su sire antes de volverse contra él y diabolizarlo. Debido a que su presencia era en gran parte desconocida por sus rivales, consiguió enfrentarlos e incluso derrotar a varios antes de que su influencia resultara evidente.
Pronto comenzó a reunir una progenie a su alrededor, a los que Vinculó por Sangre, y se convirtió en uno de los más poderosos Príncipes de Bulgaria. A mediados del siglo X era respetado y temido por sus pares, aunque no había conseguido alcanzar la hegemonía sobre el conjunto del reino. Sin embargo, a pesar de sus divisiones, los príncipes Tzimisce consiguieron actuar conjuntamente para presionar y erradicar las influencias “extranjeras” (especialmente Brujah y Ventrue).
Mientras tanto otros poderes surgían en Bulgaria. Bajo la sombra de la Iglesia de Bogomil, varios renegados de la incipiente Herejía Cainita, expulsados del Imperio Bizantino, prosperaron. Entre ellos había varios renegados Tzimisce, pero también vampiros de otros clanes, especialmente Malkavian y Toreador. Los Herejes Cainitas pretendían convertir el bogomilismo en la Iglesia nacional de Bulgaria y utilizarlo para sus propósitos. No lo consiguieron, tanto debido al poder de los Príncipes búlgaros como a la oposición de los vampiros paganos. Sin embargo, gracias al apoyo de los Herejes Cainitas y a la propia acción de los mortales, la herejía del bogomilismo se extendería por gran parte de los Balcanes, y posiblemente influiría en la formación de la herejía albigense del sur de Francia. Con el tiempo el Obispo Nikita de Sredetz, del clan Tzimisce, se convertiría en el líder de la Herejía Cainita en Bulgaria y en gran parte de Europa Oriental, y llegando a convertirse brevemente en Arzobispo de Nod, el líder de la Herejía Cainita, a principios del siglo XIII, antes de desaparecer misteriosamente, supuestamente asesinado por los adversarios de la Herejía.
Desde Bizancio la presión de los vampiros búlgaros fue respondida incrementando la influencia de la Iglesia Ortodoxa a través de los monasterios bizantinos, controlados por los Tzimisce de la familia Obertus. El poderoso caudillo Dominicus, del clan Brujah, al servicio de los vampiros bizantinos, asestó varias derrotas a los Príncipes búlgaros que los contuvieron en los Balcanes. Aunque Dominicus fue traicionado en Hungría, los vampiros bizantinos encontraron pronto un agente hábil y capaz en el joven Basilio del clan Lasombra, un Vástago ambicioso y capaz, llegado desde la lejana península ibérica, y que había establecido fuertes lazos con sus hermanos de clan de Bizancio, infiltrados en la Iglesia Ortodoxa.
Gracias a la decidida actuación de los emperadores bizantinos y de sus manipuladores inmortales Bulgaria quedó bajo el dominio político de Bizancio a principios del siglo XI, y el país quedó de nuevo abierto a la influencia de Cainitas extranjeros.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#5

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:42

Imagen EL SEGUNDO REINO BÚLGARO
Sin embargo, la caída del primer Imperio búlgaro no significó su fin. El espíritu de independencia de los búlgaros se manifestó de forma ininterrumpida con el surgimiento de sucesivas rebeliones (Pedro Delián, 1040; Vóitej y Vodin, 1072; Néstor, 1074; Leka y Dobromir, 1078...) de quienes aspiraban a restablecer el reino búlgaro. El levantamiento más poderoso tuvo lugar en 1185, al norte de los Balcanes, protagonizado por dos hermanos boyardos de origen búlgaro-cumano, Pétar e Iván Asén. Con ellos, se inició el "segundo Imperio búlgaro", con capital en Tarnovo. El objetivo prioritario del nuevo Estado fue la recuperación de los antiguos territorios. Un proceso expansivo que se consolidó con Kaloián (1197-1207), hermano de los anteriores.
En principio, con la formación del Imperio latino de Oriente, surgido tras la conquista de Constantinopla en 1204, surgieron inevitables conflictos con los occidentales, pero con el tiempo se entabló el dialogo y la cooperación entre ambas partes.
En época del zar Iván II Asén (1218-1241), el segundo reino búlgaro alcanzó su apogeo, pues volvió a ocupar las fronteras que había tenido en los gloriosos reinados de Simeón y Samuel, y pasó a ser la máxima potencia política de los Balcanes. Su expansión territorial tuvo repercusiones favorables en los ámbitos económico, cultural y espiritual. Tarnovo se alzó como patriarcado búlgaro y adquirió un extraordinario prestigio entre los eslavos, convirtiéndose en el centro del mundo eslavo-oriental. A partir de 1230, Bulgaria puso de manifiesto su posibilidad de llegar a ser una formación política capaz de cohesionar y organizar al mundo balcánico frente a la expansión de Occidente. Sin embargo, dicha posibilidad no terminó de cristalizar y la muerte de Iván II abrió un periodo de inestabilidad marcado por la primera incursión de los mongoles en territorio búlgaro, que devastaron el país tras su retirada de Hungría; por la presión de húngaros, serbios y griegos y por una política interna muy frágil. A partir de 1256, la guerra civil iniciará el declive definitivo del segundo reino de Bulgaria.
A finales del siglo XIII, se produjo el levantamiento del campesino Ivailo. Alzamiento precursor de los que más adelante tendrían lugar en otros puntos de Europa. Ivailo reunió un ejército para combatir a los mongoles y también para oponerse al poder de los boyardos y al del zar Constantino Tij (1258-1277), el último representante de la dinastía Asén. El movimiento perdió muy pronto su carácter social y sólo sirvió de trampolín para colmar las ambiciones de su líder, que logró casarse con la viuda del último zar y proclamarse rey legítimo de los búlgaros en 1278. Fue asesinado en 1280.
En esta última etapa, la influencia de Bizancio fue aumentando de nuevo, interfiriendo incluso en los asuntos internos de Bulgaria. Hacia 1285, los mongoles devastaron de nuevo las tierras búlgaras, una invasión que se completó sin obstáculos en 1292. Durante algunos años el reino de Tarnovo pasó a la dependencia de la Horda de Oro, antes de recuperar brevemente su independencia.
Una nueva amenaza surgió en los Balcanes cuando los emperadores bizantinos recurrieron a la ayuda de mercenarios turcos para hacer frente a los búlgaros. Los turcos otomanos conquistaron Sofía (Sredetz) en 1382. A finales del siglo XIV Bulgaria se encontraba dividida en tres reinos: el de Tarnovo cayó en 1393 y los de Vidin y Dobrudja en 1396. El mismo año, un ejército de cruzados húngaros y franceses, que pretendían rechazar a los turcos, fueron derrotados en la batalla de Nicópolis, en la orilla sur del Danubio. Otro ejército cruzado sería derrotado en 1444, en la batalla de Varna, donde murió Vladislav, rey de Polonia y Hungría. Situada en la frontera con el reino de Hungría, los búlgaros sufrirían periódicas incursiones de los húngaros y sus aliados.

Durante el siglo XI Basilio, del clan Lasombra, lideró a la facción vampírica bizantina, mientras que Gabor, del clan Tzimisce, lideró a la facción búlgara. Finalmente Gabor fue derrotado por la astucia y habilidad política de Basilio, que consiguió poner a varios Príncipes búlgaros de su parte, entre ellos varios Tzimisce bizantinos. Gabor huyó y se ocultó en Constantinopla, mientras Basilio se convertía en Príncipe de la ciudad de Sofía.
El gobierno de Basilio fue próspero, y supo conciliar hábilmente los intereses de los antiguos búlgaros y bizantinos, a la vez que enfrentaba a sus enemigos. Sin embargo, fue incapaz de apagar el resurgir búlgaro y las rebeliones mortales contra los gobernadores bizantinos.
En secreto, Gabor fomentaba esas rebeliones, apoyado por sus partidarios búlgaros. Decidido a vengarse de Basilio contrató los servicios de un Asesino del clan Assamita, que aunque falló en su cometido, obligó al Príncipe Basilio a huir de regreso a su tierra natal en la península ibérica. Nunca regresaría.
Paralelamente a la caída del Príncipe de Sofía, Bulgaria recuperó su independencia del yugo bizantino debido a la caída de Constantinopla ante los cruzados occidentales en 1204 y la formación del Imperio Latino. Gabor esperaba un regreso triunfante a su dominio, pero otros vampiros fueron más audaces y rápidos: en medio de las luchas intestinas entre los Cainitas búlgaros, Bela Rusenko, del clan Capadocio y originario de Hungría, se hizo con el poder de forma inesperada, comenzando un gobierno motivado e imperioso.
El Príncipe Bela se mantuvo en el poder gracias al apoyo de dos facciones Tzimisce tan distintas como opuestas: los decadentes Szantovitch, que compartían intereses similares con el nuevo gobernante, y refugiados Obertus procedentes de Constantinopla y que fueron acogidos en Sofía y varios monasterios ortodoxos de Bulgaria.
El gobierno del Príncipe Bela Rusenko se fue volviendo paulatinamente cada vez más cruel y sus prácticas más depravadas. Sin embargo, sus atrocidades fueron ignoradas por varias razones; primero, la expansión de los búlgaros en los territorios del convulso Imperio Latino, lo que distrajo la atención de los demás señores de Bulgaria y segundo, la invasión de los mongoles a mediados del siglo XIII, que destruyó a varios de los enemigos del Príncipe de Sofía.
Sin embargo, la situación no podía permanecer a largo plazo. A finales del siglo XIII los aliados Obertus del Príncipe Bela fueron misteriosamente destruidos por asaltantes misteriosos que también destruyeron a otros vampiros de Sofía, pero nuevas invasiones mongolas y la convulsa situación de Bulgaria, que se dividió en tres reinos, impidieron que la oposición consiguiera resultados efectivos. A mediados del siglo XIV la crisis se agudizó: varios jóvenes del clan Tzimisce se rebelaron contra sus sires, al tiempo que los Banu Haqim comienzan a hacer presión en los Balcanes, siguiendo la estela de los turcos otomanos. Sofía fue conquistada en 1382.
Ese mismo año el Príncipe Bela desapareció misteriosamente. Las teorías sobre su suerte fueron diversas: desde que había sido destruido por asesinos Banu Haqim o cazadores de brujas, hasta que el mismo diablo había venido a reclamar su alma. Esta última teoría fue sostenida por quienes habían contemplado algunas de sus depravadas prácticas.
Varios vampiros comenzaron a luchar por la hegemonía en Bulgaria, y finalmente el antiguo Gabor se apoderó nuevamente del trono de Sofía. Sin embargo gobernaba sobre un dominio débil y constantemente amenazado. En 1454 fue destruido por un asesino Assamita y Bulgaria cayó nuevamente en el caos. Los antiguos Tzimisce se enfrentaban constantemente entre ellos y contra los jóvenes anarquistas, al mismo tiempo que nuevos Cainitas llegaban con los triunfantes conquistadores turcos, añadiendo mayor inestabilidad a la política vampírica de la región.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#6

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:43

Imagen LA DOMINACIÓN OTOMANA
Desde finales del siglo XIV hasta finales del siglo XVIII, Bulgaria no existió como estado soberano. En 1393, por voluntad del sultán de los turcos, el patriarcado de la Iglesia de Bulgaria fue suprimido y sometido directamente al Patriarca de Constantinopla, lo que provocó que la Iglesia búlgara se helenizara y abandonara el eslavón en sus ritos. La aristocracia búlgara que sobrevivió a la conquista fue deportada a Anatolia o se convirtió al Islam. Sin embargo, la mayor parte de los campesinos búlgaros mantuvieron su religión cristiana-ortodoxa, salvo en el suroeste del país, donde se concentró una minoría de conversos musulmanes –los pomacos. Los turcos se instalaron con la administración en las principales ciudades por todo el país.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII Rusia intervino activamente en los Balcanes, presionando al Imperio Otomano en sus fronteras, rompiendo el aislamiento de los búlgaros. Durante la guerra de 1768 los rusos atravesaron Moldavia y Valaquia e irrumpieron en Bulgaria, donde consiguieron la victoria militar de Chumla, obligando a los turcos a firmar la paz. El tratado de Küçük-Kaynarca concedió a Rusia la protección de los cristianos ortodoxos del Imperio Otomano, lo que terminó convirtiéndose en una excusa para posteriores intervenciones rusas en los Balcanes. En 1829, la rebelión de los griegos llevó a los rusos a ocupar gran parte de Bulgaria y conquistar Adrianópolis. El tratado de paz permitió a los rusos establecer un protectorado sobre Moldavia y Valaquia. Sin embargo, los búlgaros permanecieron bajo dominio otomano, aunque la invasión rusa fomentó el despertar nacionalista en los Balcanes.
Durante esta época la burguesía búlgara, formada principalmente por comerciantes y artesanos, abrió las primeras escuelas y publicó los primeros libros en lengua búlgara. Bajo la presión popular, la Iglesia recuperó la liturgia en eslavón, y contra la voluntad del Patriarca de Constantinopla, el sultán otomano aceptó en 1870 la creación de un patriarcado búlgaro independiente. A pesar de estas concesiones, la tensión nacionalista siguió en aumento: la llegada de numerosos refugiados musulmanes procedentes de los territorios conquistados por Rusia (tártaros de Crimea y circasianos del Caúcaso) provocó un creciente descontento, mientras los nacionalistas búlgaros comenzaban a organizarse en Bucarest, capital del reino independiente de Rumania.

En medio de las disputas de los vampiros búlgaros, los Banu Haqim hicieron su movimiento. Varios Príncipes fueron sometidos y obligados a pagar tributo, a través de diversos pactos. La figura de los pachás del clan Assamita, que actuaban como embajadores y consejeros en las cortes vampíricas, se convirtió en un hecho cada vez más frecuente. Algunos Príncipes se vieron obligados a pedir ayuda a los vampiros turcos para “protegerse” de sus vecinos. Aparte de la exigencia de tributos en forma de riquezas, sangre y servidores, el dominio de los Banu Haqim sobre Bulgaria fue bastante flexible, y salvo en algunas posiciones estratégicas, dejaron que los Cainitas locales siguieran ocupándose de las labores de gobierno.
Sin embargo, Bulgaria estaba lejos de conseguir la paz, al convertirse en la frontera del Imperio Otomano con los reinos cristianos. Los príncipes rumanos –como Vlad Tepes- aunque en ocasiones aliados de los turcos, muy a menudo se aliaban con los reyes húngaros y realizaban incursiones de castigo que devastaban las tierras búlgaras. Bulgaria no conocería una paz estable hasta la caída del reino de Hungría en 1526. Los invasores solían ser acompañados por manadas del Sabbat o grupos de vampiros independientes, que solían causar problemas a los Príncipes búlgaros antes de ser rechazados.
Durante el siglo XVI y a partir de la formación de la Camarilla y el Sabbat, los antiguos Tzimisce alcanzaron una especie de paz con sus chiquillos rebeldes, que habían formado la Espada de Caín. Sin embargo, los propios antiguos no confiaban del todo en sus descendientes y habían formado una alianza de asistencia y protección mutua conocida como la Liga de Oradea. El antiguo Konstantin Ruthvenski, uno de los fundadores de la Liga, se convirtió en Príncipe de Sofía, contando con el apoyo de los Banu Haqim y la mayor parte de las facciones búlgaras.
Durante el siglo XVII Bulgaria alcanzó lo más parecido a una paz vampírica que había conseguido hasta el momento. Por supuesto, los antiguos vampiros continuaron con sus habituales rencillas y manipulaciones, pero desde una posición sutil sin la intervención directa de sus ejércitos, debido sobre todo a la continua vigilancia de los Banu Haqim, que no estaban dispuestos a permitir que sus “vasallos” se enfrentaran entre sí.
La situación cambió radicalmente durante el siglo XVIII. Varios antiguos de la Camarilla, especialmente el antiguo Bulscu de Rusia, del clan Ventrue, se encontraban intranquilos ante la fuerte presencia de los Banu Haqim en Bulgaria, y comenzaron a trazar planes para expulsar la influencia otomana de los Balcanes. Tras el descalabro turco ante Viena en 1683, los emperadores germánicos de Austria habían extendido sus territorios hacia el sudeste, conquistando Croacia, Hungría y Transilvania. Por otra parte, los incipientes movimientos nacionalistas de los pueblos balcánicos comenzaron a agitar las fronteras internas del Imperio Otomano.
Los primeros agentes de la Camarilla comenzaron a infiltrarse en Bulgaria a finales del siglo XVIII, aprovechando la interferencia de Rusia en los Balcanes. En principio su intención era sembrar el descontento entre los mortales, pero pronto se volvieron cada vez más atrevidos, creando posiciones más permanentes, gracias al apoyo de los vampiros descontentos con el gobierno de los Tzimisce y sus aliados Banu Haqim. Vástagos Nosferatu y Gangrel se convierten en voluntariosos agentes de la Camarilla.

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Alexander Weiss
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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#7

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:44

Imagen DE LA AUTONOMÍA A LA INDEPENDENCIA
La rebelión contra el Imperio Otomano que estalló en Bosnia en 1875 se extendió hasta Bulgaria al año siguiente. Los turcos desataron una brutal represión, en la que participaron los bachibozuks, que realizaron numerosas matanzas y devastaron el país. Otros países europeos se indignaron y denunciaron la brutalidad y los “horrores búlgaros”. Al negarse el sultán a conceder la autonomía a Bulgaria, Rusia declaró la guerra al Imperio Otomano en el año 1877 e invadió el país con el apoyo de los rumanos y de una legión búlgara. En enero de 1878 los ejércitos rusos llegaron a las puertas de Constantinopla.
El Tratado de San Stefano (3 de marzo de 1878) estipuló la creación de un extenso principado autónomo de Bulgaria y el desmantelamiento de los territorios europeos del Imperio Otomano. Austria-Hungría y Gran Bretaña temían que se rompiera el equilibrio político en los Balcanes y forzaron a Rusia a firmar la paz en el congreso de Berlín (julio de 1878), que concluyó manteniendo el equilibrio a costa de las aspiraciones nacionales búlgaras: el principado autónomo de Bulgaria fue creado, pero muy reducido frente a las aspiraciones iniciales de los nacionalistas de una “Gran Bulgaria” plasmada en el Tratado de San Stefano, pero que nunca se materializó más allá del papel. Sin embargo, este tratado se convirtió en una referencia para los nacionalistas búlgaros, porque remitía a las fronteras del antiguo esplendor del reino de Simeón I. En las décadas siguientes Bulgaria consiguió el derecho a nombrar obispos búlgaros en Macedonia (en poder otomano durante esta época).
En 1879 una asamblea constituyente reunida en la ciudad de Tarnovo adoptó una constitución para Bulgaria (muy democrática para la época, pero que apenas fue aplicada) y eligió como príncipe a Alejandro de Battenberg, sobrino de la zarina de Rusia. En la provincia de Rumelia Oriental las potencias europeas elaboraron los estatutos orgánicos del Congreso de Berlín y fue nombrado un gobernador en representación del sultán otomano y que fue aceptado por la asamblea.
Las ambiciones nacionalistas no se conformaron con la autonomía y los resultados del congreso de Berlín, por lo que dirigieron la expansión del país a los territorios búlgaros todavía en poder del Imperio Otomano: en 1885 el ejército de Bulgaria ocupó la provincia de Rumelia Oriental, al mismo tiempo que estalló la guerra contra Serbia, de la que los búlgaros salieron victoriosos. Poco después el príncipe Alejandro I cesó a su consejo de ministros rusos tras una serie de desencuentros, lo que provocó la intervención de Rusia en represalia y defensa de su influencia. Los rusos organizaron un complot militar en contra del príncipe búlgaro. A pesar del apoyo de los nacionalistas, Alejandro I fue obligado a abdicar debido a una conspiración orquestada por el gobierno de Rusia. Stepan Stambolov tomó el poder y la asamblea búlgara eligió en 1887 un nuevo príncipe: Fernando de Sajonia-Coburgo, que en 1894 consiguió la caída de Stambolov, que había constituido una dictadura (y que moría asesinado en 1895). El 22 de noviembre de 1908, con el apoyo del emperador de Austria-Hungría, Fernando I proclamó en Tarnovo la independencia de Bulgaria y tomó el título de zar.

A mediados del siglo XIX la presencia de la Camarilla en los Balcanes se había convertido en un hecho innegable y una amenaza muy presente para los Tzimisce y Banu Haqim de Bulgaria. Aprovechando el estallido de las crisis bosnias, una alianza de vampiros de los clanes Gangrel, Nosferatu y Ventrue búlgaros proclamó su alianza con la Camarilla en el dominio de Tarnovo. Un grupo de Banu Haqim atacó la ciudad, pero sorprendentemente fueron rechazados con grandes pérdidas.
Los Tzimisce se mantuvieron al margen, al menos temporalmente, mientras la Camarilla y los Banu Haqim búlgaros se enfrentaban. Sin embargo, poco a poco el Príncipe de Sofía y sus aliados comenzaron a intervenir de forma indirecta, socavando la influencia de los vampiros turcos y eliminando a varios peones de los Banu Haqim. Al mismo tiempo la Camarilla se hizo fuerte en Tarnovo, creyendo que ejercía el control sobre la corte del príncipe Alejandro I.
Sin embargo, el monarca búlgaro demostró una gran independencia de actuación, y pronto quedó claro que la mayor parte del poder que la Camarilla creía controlar se les escurría de las manos, mientras los Tzimisce de Bulgaria aumentaban su influencia. Los grandes perdedores de la guerra fueron los Banu Haqim, que viendo que la corriente política de Bulgaria giraba hacia el nacionalismo comenzaron a retirarse del país, aunque mantuvieron algunas bases estratégicas y reclutaron espías y vigilantes entre la población autóctona. Aunque muchos vampiros creían que se habían retirado del territorio búlgaro, los Asesinos seguían teniendo ojos, oídos…y puñales dispuestos para actuar, llegado el momento.
La Camarilla intentó apoderarse por completo de la influencia sobre Bulgaria, introduciendo peones en el gobierno, provocando la caída de Alejandro I e incluso intentando el asesinato del Príncipe de Sofía, que fracasó y provocó la caída del Príncipe de Tarnovo, el único dominio donde la secta había conseguido instalar un asidero particularmente fuerte, donde gobernaba sin prácticamente limitaciones.
A finales del siglo XIX la Camarilla comenzó a maniobrar nuevamente contra los Príncipes Tzimisce de los Balcanes. Una alianza conocida como las Dos Garras, que consistía en un pacto entre los Vástagos del Imperio de Austria-Hungría y los Vástagos de Rusia comenzó a maniobrar para limitar la influencia de los Demonios balcánicos. Sin embargo, sus adversarios no permanecieron impasibles. Sus propios espías en las cortes europeas les informaron sobre los movimientos que comenzaban a urdirse contra ellos.
Y no tardaron en tomar medidas…

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#8

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:45

Imagen LAS GUERRAS DE LOS BALCANES
Bulgaria se alió con Serbia en febrero de 1912 y con Grecia en marzo, declarando la guerra al Imperio Otomano en octubre. La ciudad de Adrianópolis cayó en marzo de 1913 y el Imperio Otomano se rindió: por el Tratado de Londres (30 de mayo de 1913), los turcos abandonaron casi todos los territorios europeos al oeste de Adrianópolis. El reparto de los despojos entre las tres naciones vencedoras terminó en un desacuerdo que provocó el estallido de una nueva guerra: los búlgaros, que se habían extendido hacia el este, reclamaron el territorio de Macedonia, que había sido conquistada por los serbios durante la guerra. El 23 de junio de 1913 Fernando I atacó a serbios y griegos sin una declaración de guerra. Sin embargo, la segunda Guerra de los Balcanes constituyó un desastre para Bulgaria, porque Rumania y el Imperio Otomano también participaron contra los búlgaros. Por el Tratado de Bucarest (10 de agosto de 1913), Bulgaria obtuvo una parte de Tracia al sur que le permitió un acceso al mar Egeo, pero debía ceder Dobrudja del Sur a Rumania, mientras que Serbia retenía el disputado territorio de Macedonia. Por el Tratado de Constantinopla, Bulgaria también debía devolver Adrianópolis y Tracia Oriental al Imperio Otomano.

Las Guerras de los Balcanes, que enfrentaron a los pueblos balcánicos primero contra los turcos otomanos y posteriormente entre ellos mismos, constituyeron una excelente cobertura para los vampiros Tzimisce para atacar las bases de la Camarilla y de otros enemigos, como Banu Haqim y hombres lobo, en los países balcánicos. Varias manadas del Sabbat fueron creadas durante esta época y realizaron sangrientas matanzas aprovechando los enfrentamientos étnicos y el desplazamiento de comunidades.
En Bulgaria Konstantin Ruthvenski, el Príncipe de Sofia, desbarató un complot de la Camarilla de Tarnovo para derrocarle. Sin embargo, no pudo aprovechar su ventaja, al ser inesperadamente atacado por un antiguo rival, Lazar Bratovic, procedente de Serbia, y que contaba con el apoyo de varias manadas de la Espada de Caín. La lucha entre ambos antiguos fue feroz, y de forma más o menos intermitente se prolongaría durante años. La lucha interna entre los Tzimisce permitiría a los agentes de la Camarilla un oportuno respiro para reconstruir sus posiciones en Bulgaria.
Viéndose atacado por los Cainitas serbios y los Vástagos búlgaros, Konstantin Ruthvenski comenzó a negociar con los Banu Haqim turcos, que tras su expulsión de los Balcanes, aguardaban una oportunidad para regresar. Su precio no fue excesivo, ante la posibilidad de tomarse venganza sobre la Camarilla y el Sabbat. Sus primeros movimientos fueron sutiles, pero pronto su presencia fue descubierta y respondida, aumentando todavía mayor confusión a las luchas entre las facciones vampíricas.
Fue durante este período que el Príncipe de Sofía también comenzó a recibir embajadas de antiquísimos vampiros que deseaban proteger sus aislados refugios en Bulgaria. Algunos de estos antiguos pertenecían a la enigmática secta del Inconnu.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#9

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:47

Imagen LAS DOS GUERRAS MUNDIALES
El asesinato del archiduque Fernando de Habsburgo en Sarajevo en 1914 provocó la ruptura de relaciones entre Austria-Hungría y Serbia y puso en movimiento las alianzas diplomáticas y militares que se habían realizado en las décadas precedentes entre los Imperios Centrales de Austria-Hungría y Alemania y sus aliados contra la Triple Entente de Francia, Gran Bretaña y Rusia y sus aliados.
Tras algunos titubeos diplomáticos, Bulgaria se alió en septiembre de 1915 con el Imperio de Austria-Hungría y declaró la guerra a Serbia el 14 de Octubre . Atenazado por austriacos, húngaros y búlgaros, el ejército serbio se retiró hacia el mar a través de Albania. Los ejércitos de Bulgaria ocuparon el territorio de Macedonia e hicieron frente a los ejércitos aliados que habían desembarcado en Salónica el 5 de Octubre: así se formó el Frente de Oriente, establecido en la frontera septentrional de Grecia. Cuando Rumania entró en guerra a favor de la Triple Entente en agosto de 1916, Bulgaria y los Imperios Centrales tomaron la contraofensiva y ocuparon el reino rumano en unos meses. Bulgaria se apoderó del territorio de Dobrudja del Sur, que había cedido en 1913.
Sin embargo, poco a poco, y sobre todo a partir de la intervención de los Estados Unidos, la Primera Guerra Mundial se decantó a favor de los aliados occidentales. La ruptura del Frente de Oriente el 18 de Septiembre de 1918 obligó a Bulgaria a firmar un armisticio el 29. El 3 de Octubre el zar Fernando I abdicó en su hijo Boris III. Por el Tratado de Neuilly (27 de noviembre de 1919) Bulgaria debía devolver el territorio de Dobrudja del Sur a Rumania; Serbia recuperó Macedonia y se anexionó varios territorios búlgaros en la frontera occidental del país; Grecia conquistó la Tracia Occidental y dejó a Bulgaria sin acceso al mar Egeo. En 1923, Grecia expulsó de los territorios conquistados a unos 250.000 búlgaros, que fueron sustituidos por refugiados griegos llegados de Asia Menor tras la victoria turca en la zona.
Durante el período de entreguerras Bulgaria atravesó un convulso período político. Alejandro Stambolijski instauró una dictadura campesina, pero fue destituido y asesinado en 1923. Poco después estalló una insurrección comunista, que fue duramente reprimida por el gobierno, y en los años siguientes el terrorismo político y la inestabilidad marcaron el período. Surgieron los komitadjis, dirigidos por Mikhailov, salidos del ORIM (Organización Revolucionaria Interior de Macedonia, creada a finales del siglo XIX), a imitación de los ustachis de Croacia y de otros movimientos de inspiración fascista-nacionalista. En 1934 un agente del ORIM, al servicio de los ustachis croatas, asesinó al rey Alejandro de Yugoslavia en Marsella. El mismo año los oficiales búlgaros provocaron un golpe de estado, proclamando una dictadura personal en 1935 en la figura del zar Boris III, que manifestó sus simpatías por el gobierno nazi de Adolf Hitler en Alemania.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1940 Alemania y la Unión Soviética presionaron al gobierno de Rumania, que debió ceder territorios a Hungría y la URSS. Bulgaria se unió a la ofensiva diplomática y reclamó la devolución de Dobrudja del Sur, que obtuvo por el acuerdo de Craiova el 7 de septiembre. En marzo de 1941, Bulgaria se adhirió a los aliados de Alemania, y participó en el reparto de Yugoslavia y Grecia. Gracias a sus alianzas, Bulgaria obtuvo una gran parte de Macedonia, territorios serbios y Tracia. El gobierno búlgaro se esforzó por ganarse la simpatía de los macedonios e integrarlos. En cambio, cerca de 100.000 griegos fueron expulsados de Tracia y sustituidos por búlgaros (en respuesta a las deportaciones y expulsiones llevadas a cabo por los griegos en 1923). Sin embargo, a pesar de sus alianzas, Boris III se resistía a participar al lado de los alemanes en la guerra contra la URSS y a entregar a los judíos de Bulgaria a las autoridades nazis. En agosto de 1943 el zar búlgaro moría repentinamente, con sospechas de haber sido asesinado. Su sucesor, Simeón II, sólo tenía seis años, y quedó bajo la tutela de políticos al servicio de los alemanes.

El estallido de la Primera Guerra Mundial provocó grandes desplazamientos de población y movimientos de ejércitos en Europa Oriental. La Camarilla aprovechó la ocasión para atacar a los antiguos Tzimisce, que habían vivido en sus mansiones ancestrales desde hacía siglos, siguiendo ancestrales e inalterables costumbres.
Sin embargo, en Bulgaria la situación era mucho más compleja. Los Tzimisce partidarios de los Ruthvenski y de los Bratovic se enfrentaban entre sí, arrastrando consigo a sus aliados entre los Banu Haqim y el Sabbat. La Camarilla de Tarnovo trató de aprovechar los enfrentamientos, pero pronto se vio arrastrada por ellos. Durante el período de la Gran Guerra se sucedieron en Tarnovo hasta tres Príncipes que tuvieron sangrientos finales.
La situación se agravó cuando los hombres lobo de los Balcanes aprovecharon la confusión y el caos para asaltar los refugios de los vampiros, que habían sido sus enemigos ancestrales durante siglos. Varios antiguos fueron destruidos o cayeron en letargo, y varias manadas nómadas del Sabbat nunca alcanzaron sus objetivos, siendo destrozadas por la furia de los Lupinos.
En una situación tan confusa no es de extrañar que finalmente fueran los mortales quienes decidieran el resultado final. Tras el cese de las hostilidades en 1918 Lazar Bratovic y sus partidarios serbios se alzaron con la victoria, extendiendo sus dominios por los Balcanes y arrebatando varios dominios a los Tzimisce búlgaros. Konstantin Ruthvenski se mantuvo en su posición como Príncipe de Sofía a duras penas, gracias al apoyo de los Banu Haqim, pero su posición resultó gravemente debilitada. La Camarilla había perdido Tarnovo ante el Sabbat, y la ciudad quedó bajo el control de un chiquillo de Lazar Bratovic, que fue nombrado Obispo.
Sin embargo, el fin de la Primera Guerra Mundial no trajo la paz a los vampiros de Bulgaria. En apenas un año marcado por la tensión entre facciones, Lazar Bratovic y Konstantin Ruthvenski reanudaron las hostilidades, utilizando a los políticos búlgaros y el terrorismo para conseguir sus objetivos. La insurrección comunista de 1923 fue utilizada por el Sabbat para atacar a la aristocracia búlgara, el principal apoyo de los antiguos Tzimisce, y éstos a su vez respondieron apoyando a los komitadjis mortales, algunos de los cuales incluso llegaron a recibir el Abrazo.
Sin embargo, no fueron los antiguos Tzimisce los únicos en sufrir los ataques de la Espada de Caín. Tres poderosos antiguos del Inconnu, que residían en Bulgaria desde tiempo inmemorial, se presentaron ante el Príncipe de Sofía y le ofrecieron su ayuda para contener al Sabbat. Asimismo, los Banu Haqim renovaron sus pactos con el Príncipe. Con este fuerte respaldo, Konstantin Ruthvenski lanzó una rápida ofensiva y arrebató Tarnovo al Sabbat, que cedió a uno de sus aliados.
Lazar Bratovic estaba furioso y cuando estalló la Segunda Guerra Mundial renovó sus ataques contra los vampiros búlgaros. Apoyó el ascenso de los nazis e incluso formó varias manadas entre los ejércitos invasores, pero al hacerlo se ganó la enemistad de muchos Cainitas eslavos, que se resentían ante la presencia extranjera. Aunque los primeros años de la guerra le resultaron favorables, a la altura de 1943 se produjo una escisión entre sus filas. Uno de sus chiquillos consiguió diabolizarlo y ocupar su lugar. Como no podía continuar favoreciendo a los nazis como había hecho su predecesor, pactó una tregua con Konstantin Ruthvenski, comprometiéndose a no seguir apoyando a los alemanes.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el Sabbat había perdido gran parte de su influencia sobre Bulgaria, aunque todavía contaba con bastantes partidarios. Parecía que el Príncipe de Sofía conseguiría restaurar su hegemonía sobre el conjunto del país, pero la llegada de un nuevo e inesperado enemigo haría fracasar sus esfuerzos.

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Re: [V5] Bulgaria Nocturno

#10

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ene 2023, 00:48

Imagen EL COMUNISMO
A medida que la guerra se volvía en contra de Alemania y sus partidarios, los dirigentes búlgaros en 1944 buscaron acuerdos con los Aliados occidentales ante el avance de los ejércitos soviéticos. Sin embargo, era demasiado tarde; el 5 de septiembre la URSS, cuyas tropas habían alcanzado Rumania, declaró la guerra a Bulgaria. El gobierno búlgaro capituló a los pocos días, y el nuevo gobierno tutelado por los soviéticos declaró la guerra a Alemania y evacuó sus tropas de Grecia y Yugoslavia. El 16 de septiembre los ejércitos soviéticos entraron en Sofía (y ocuparían el país hasta finales de 1947). El 28 de octubre se firmó una paz con Moscú. Simultáneamente, el poder pasó a manos de los comunistas. El 9 de Septiembre un golpe de estado había situado en el gobierno al Frente de la Patria, el Partido Comunista de Bulgaria. Como única fuerza política organizada, y con el apoyo prestado directamente desde Moscú, los comunistas se apoderaron de todas las esferas de poder, con el apoyo de los ejércitos de ocupación. Tras la abolición por referéndum de la monarquía, se proclamó la República Popular de Bulgaria el 15 de septiembre de 1946. Mediante el apoyo soviético y por el Tratado de París (1947) Bulgaria debió devolver Macedonia y los territorios serbios ocupados durante la guerra a Yugoslavia y Tracia a Grecia, aunque consiguió retener Dobrudja del Sur.
A partir de 1947 los comunistas iniciaron varios procesos judiciales para eliminar a los dirigentes políticos no comunistas, entre ellos Nikolai Petkov, líder del partido campesino. En 1949 se produjo una purga interna en el partido comunista, lo que permitió a los agentes de la URSS apartar a sus rivales, a los que acusaron de desviación política de los ideales del partido. Valko Chervenkov, líder de la facción estalinista, tomó el poder y el liderazgo, y en los años siguientes terminaría delegando sus responsabilidades nombrando sucesor a Todor Jivkov, quien realizaría una política seguidista de la URSS, hasta la caída del comunismo.

Aprovechando la derrota de los nazis, y la expansión comunista sobre los países de Europa Oriental, el Consejo Brujah de la Unión Soviética hizo su movimiento, enviado a numerosos agentes a los debilitados dominios del este de Europa, donde tomaban el poder por la fuerza, Vinculaban a sus gobernantes, o instalaban la figura del “comisario” político, encargado de supervisar que la población vampírica se sometiera a las decisiones del Consejo.
Entre los ejércitos soviéticos se encontraba un grupo de vampiros de los clanes Brujah y Nosferatu que representaba los intereses de la Camarilla. Con la ayuda de los agentes de la secta en el país (especialmente los Nosferatu) consiguieron apoderarse del dominio de Varna, donde instalaron su base de operaciones. Con la conquista de Sofía por los soviéticos en 1944 forzaron al Príncipe Konstantin a sentarse en una mesa de negociaciones. Aunque se le reconoció autonomía y no se le obligó a unirse a la Camarilla, tuvo que aceptar la presencia de un “administrador” Brujah que asumió la influencia sobre el gobierno mortal.
La presencia de los Brujah soviéticos pronto despertó la animadversión de los vampiros búlgaros. Sin embargo, no fueron los Tzimisce los primeros en rebelarse contra la tutela soviética, sino los propios Brujah búlgaros, liderados por el carismático Iván Miladinov, que había jugado un importante papel durante el siglo XIX en las guerras balcánicas que llevaron a la independencia de los países balcánicos.
Los Brujah soviéticos reaccionaron con brutalidad y destruyeron al rebelde Miladinov. Sin embargo, los Brujah búlgaros se resintieron y lo consideraron un mártir. Marin Kristeva, uno de sus chiquillos, reunió a los descontentos en torno a su figura, y pronto formaron una facción anarquista, enfrentada a los soviéticos. Aunque no consiguieron avances notables hasta la caída del comunismo, su influencia resultó clave para debilitar la influencia de los peones soviéticos de los Brujah y evitar que impidieran la transición hacia la democracia.
En secreto, el Príncipe Konstantin y otros antiguos búlgaros, apoyaron la guerra entre ambas facciones de los Brujah, y cuando llegó el momento golpearon con fuerza.

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