SECCIÓN PREÁMBULOS - Parte 1 -Preludio de Amant Polidor de Salvá

[Soiberg]

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Ah, no, es hombre, deberé de editar la e final. (Ten en cuenta que como yo no sé francés, busqué uno que me sonara: Fransuá y no sabía como se ponía. Me traicionó el traductor, jeje).

-De acuerdo, señor, preguntaré por él, por si acaso lo hubieran visto por la zona--dijo Hopkins cogiendo el cuaderno que le entregó Amant junto a la pluma.

-¿Pero no sabemos el nombre del General, verdad? ¿tiene alguna desripción, al menos, señor? ¡Así sabrían darle a Martha alguna indicación en el pueblo...!


-Así lo haré, señor, dijo Martha, quien permanecía muy atenta a las instrucciones de Amant, pese a las preguntas de Francine.---Moverme rápido... de acuerdo.


-To the Count´s Hacienda? Allright---said Francine--Find Mr. Sonko, ok Sir. --Amantina Atenea de Salvá, dice' de acuerdo, dijo farfullando el español Francine, pero comprendiendo las instrucciones recibidas. And I tell him--sorry.. le digo que lo estoy buscando a usted señor- Si no lo encuentro preguntaré por Reece, un soldado, de acuerdo, entiendo.

Tras apuntar y aprender ambas sus respectivas instrucciones, salieron de la habitaciòn, luego murmuraron los detalles de la misma en bajo para que salvo si acaso Amant, nadie más las escuchara, para luego oírse sus pasos alejarse en sentidos opuestos por los pasillos.
Tras escribir la carta al puerto de seattle y antes de salir Amant por la ventana, se escuchó un ruido en la estantería del cuarto de Amant, un libro: Obra y Milagros de Point Caire, se había caído de su estante, como por arte de Magia. Se escuchó además, una especie de resorte secreto.

[Baudelaire]

El libro seguirá allí cuándo habré regresado del correo.

Lo relevante ahora es hacer llegar la carta a Seattle, me dirijo con toda celeridad y precaución, directamente a mi destino sin desviarme ni detenerme.

[Soiberg]

El Conde le había enviado un alazán negro al Hostal, que encontró a la salida de Amant por la ventana, junto a una nota, la cual portaba uno de sus criados.--Sin duda el Conde estaba al corriente de las salidas secretas de Amant.

-Espero que encuentre buenas noticias en el puerto. Firmado, el Conde.

El puerto tenía poca actividad esa mañana, algunos grupos de pescadores habían vuelto con la pesca del día. El atardecer de ése día era como cualquier otro día con buen tiempo, el Sol comenzaba a aproximarse al Oeste según el día decaía y empezaba a tener un aspecto anaranjado. Una pareja de enamorados se besaba junto a unas escaleras de la zona de atraque de los barcos pescantes por donde pasó Amant. Dos perros callejeros husmeaban por la zona en busca de comida. Uno de ellos, un hermoso Dálmata, muy cariñoso se pegó a Amant, empeñado en no separarse de él y comenzó a seguirlo, allá donde iba.
En las oficinas, que consistían en una serie de viejas cabañas rudimentarias de madera, se encontraban tres marineros, uno de los cuales limpiaba el suelo con unos trapos y un oficial en la garita. Otro de los marineros miraba un tablón de madera donde había escritos nombres de barcos. El tercero, con un gorro de cartero sobre la cabeza, jugaba al ajedrez contra sí mismo, bueno, podría decirse que estaba ensayando jugadas. El oficial tenía un traje de Teniente, era un hombre pelirrojo, de melena lacia, ojos marrones, mirada sanguinolenta, de nariz aguileña y rostro enjuto, con varias pecas surcándole el rostro, aparentada tener más o menos 45 años, parecía un lobo de mar ya con cierta experiencia tras muchos años en la mar. Al ver a Amant aproximarse, dejó el puro que estaba fumando a un lado suyo--el olor era insoportable ahí dentro debido al humo-- y se dirigió a él:

--What can I do for you, Corporal?

[Baudelaire]

Dejo una nota para el conde consultando por mi compañera perdida hace un par de días, agradeciendo la gentileza del caballo. Monto con rapidez y le hago regresar tan pronto he llegado al puerto. Una vez cerca del oficial, procedo a agitar mi mano intentado despejar el humo, pero me aseguro de saludar con cordialidad.

Williams at your service, lieutenant! Just looking for the post office, would like to send a letter to my family. Haven't written them since the start of my secret mission.

Sonrío, sin dejar de evitar las volutas y esperando una pronta respuesta sobre el edificio que busco.

Maybe you know what happened in the south camp, being able to intercept a lonely spaniard who set a fire. Chased him through the caves with a companion, which was lost in action.

Teniendo la ubicación correcta, camino tranquilamente disfrutando del aire del estuario y tras pagar la estampilla, deposito la carta en el buzón.

Mi esposa habrá recibido mi carta justo al llegar o se cruzará con ella y la encontraré aquí en Olympia.

[Soiberg]

El Teniente hizo caso omiso a Amant en un primer instante, dando una nueva calada al puro cogiéndolo de nuevo, se puso a observarlo durante unos segundos, más andanadas de humo tóxico salieron de su boca, a la vez que uno de los marineros comenzó a toser debido al mismo. Luego, como complacido, lo volvió a posar sobre una especie de cenicero que había en la mesa. Tras ello, se acercó a él, pensativo.

-Glad to see you Williams, you are quite a celebrity in the area, you should be proud of yourself,-- he held out his right hand to Amant to shake it, it was the opposite hand to the one he used for smoking, as he was left-handed. --Yes, look that way,--he said, pointing to the building nearest the harbor, across the street,--take the first street on the right and go a quarter of a mile down that block, then you will find the post office on the right-hand sidewalk. --I hope your wife gets the letter without incident, you can imagine that with the war these things go a little slower.


El Dálmata se pegó en ése momento a los pies de Amant, restregándose de forma amorosa contra su pierna. El pelaje estaba limpio, parecía haber sido abandonado hace poco tiempo.

-I am sorry to tell you that no news of that possible Spanish plunderer has reached us here in port, Corporal. March with the good Lord.

El oficial y los marineros se despidieron de Amant, que marchó seguido de cerca por el perro, en la dirección indicada.

[Baudelaire]

Al salir del correo, me topo nuevamente con el amable chuchito de pelaje blanquinegro a manchas. Le sonrío y me agacho para que pueda oler mi mano antes de acariciarle suavemente el cuello.

Tell me, you nice dalmatian, where's your master?

Le pregunto con una voz clara y fuerte, de modo que si alguien pasa me escuche y sepa que estoy en la búsqueda de su hogar. Me quedo un instante contemplado el edificio de correos desde el exterior, para luego girarme hacia el estuario y observar el tipo de navíos que haya anclados en el puerto.

[Soiberg]

Un enorme barco ballenero, que parecía abandonado y en desuso desde hace tiempo, presidía la zona de los muelles. A su lado, a izquierda y derecha, había muchas pequeñas barcas de pescadores amarradas a la orilla. También se podían distinguir un crucero de guerra y un primitivo acorazado, no obstante fuertemente armado con cañones en las bandas.
Los pescadores y habían regresado de sus faenas ése día, por lo que los barcos pesqueros a esa hora se encontraban amarrados pero vacíos, y sin vigilancia alguna.

El Dálmata correteó con júbilo alrededor de Amant, buscando jugar con él y moviendo la cola contento.

[Baudelaire]

Busco algunos trozos pequeños de carne de pescado que hayan quedado por allí, se hallen relativamente frescos y sin haber sido atacados por las aves. Los tomo y los huelo para verificar, luego procedo a alejarme un poco de la orilla y le lanzo el primero al perro. Tras analizar su reacción, lanzo un poco más lejos el segundo. El resto los lanzo en sentido contrario, para correr directamente a una embarcación vacía. La utilizo para alejarme y perder al perro, al mismo tiempo que para dar una pequeña mirada a los barcos de guerra.

Tras la inspección, vuelvo por un sector más alejado de los muelles, directo en alguna zona de acantilado. Allí desembarco y, tras trepar, busco en el horizonte la única edificación amurallada. Me dirijo hacia allá, manteniendo siempre la distancia prudente para ser oteado, pero sin posibilidad de ser alcanzado por la metralla.

[Soiberg]

El perro corrió a por los trozos de pescado, al comer la segunda parte y ver a Amant alejarse, corrió rápido y siguió la barca desde la orilla, manteniendo la vigilancia sobre Amant desde la distancia. Cuando éste salió y trepó arriba por los acantilados, se quedó abajo, no pudiendo trepar a donde había subido Amant. El perro lo observaba curioso desde abajo, a ver qué hacía, mientras lo vio alejarse ya arriba. Al verlo, salió corriendo en sentido contrario, buscando dar un rodeo.

Al fondo había lo que parecía un viejo fuerte amurallado, el cual probablemente hubiera servido como alojamiento de una guarnición de soldados tiempo ha. Dos torreones coronaban a ambos extremos la estructura, que sin duda había visto mejores tiempos.

[Baudelaire]

Tras retocar mi maquillaje, procedo a realizar una exploración breve del lugar.

Quizás la estructura sea similar a la de la otra fortificación en la pradera.

Me deslizo con sigilo y discreción, tomando nota mental de cada rincón y acceso. Lo mismo, al interior, para la distribución de las habitaciones y pasillos. Finalizado aquéllo, emprendo la marcha a campo traviesa en la búsqueda del amable sirviente del conde.

Para este momento, ya debe haber hecho contacto con Amantina.