SECCIÓN ESCENAS
Moderador: Soiberg
-
Ricardo M. A. M. (Dava)
Guardaespaldas
Re: SECCIÓN ESCENAS
Si no hubiera sido por la insistencia de Cristoff en que Ricardo aprendiera algo de historia vampírica, no habría sabido qué hacer. Benditas las horas de charla sobre la convención de Thorns, de no ser por ellas esto le estallaría en la cara.
La primera tecla que pulso fue la de los Giovanni, la 10, y después la de los Assamitas, la 11, ambos participes ahora extintos.
El siguiente paso sin duda eran los Sabbath, Tzimize y los LaSombra, 8 y 6. Iba a seguir adelante cuando recordó una de las múltiples conversaciones con Aurora. En aquellas charlas en las que hablaban sin pelos en la lengua y la oía decir una y otra vez que los Gangrel deberían haberse aliado con el Sabbath antes que convertirse en los perros de guerra de la Camarilla, así que siguió sus instintos y pulsó también el 7.
Ahora solo quedaban La Camarilla al uso. Los primeros a descartar eran los Tremere, así que Ricardo pulso el 5, seguidos del 4, 3, 1, 9 y 2 que correspondían a los Ventrue, Toreador, Brujah, Malkavian y Nosferatu.
Una vez pulsado estaba, los botones son un agorero ‘clic’, y en contra de todo lo esperado se abrió un panel secreto en la pared. Tras él había un ascensor con un solo botón. Sin duda Aurora tenía maneras muy especiales de darte a entender que te habías ganado una audiencia con ella
Re: SECCIÓN ESCENAS
La vista lúgubre del ascensor, hecho de plata pura era ya significativa. Esa plata que tanto daño podría hacerle si lo hiriera. Una sensación de miedo sobrecogedora se le vino encima por ello. El tremendamente pesado ascensor era viejo, los engranajes parecían estar muy oxidados y por tanto, no parecía ser muy seguro.
Probablemente al estar también oculto, hace años que ni se utilizaba en aquella mansión. Sería de la época de la guerra civil para sacar el contrabando o algo.
El tiempo no obstante, se le acababa, en breve subirían Mateo, Pelayo y Sabine a investigar tras haber recibido la señal de alarma y que algo pasaba, pero ellos no seguirían los pasos de Ricardo, al que le tocaba entrevistarse o “parlamentar” a solas con su hermana Aurora, pues tras él las paredes de la sala comenzaron a moverse hacia el centro. Debía de subir al ascensor de plata, esa plata que podría dañarlo con daño agravado si le causaba algún corte o herida.
El hambre, tras la visión aterrorizadora de la plata, le subió de 1 a 2, lo cual aprovechó la Bestia para susurrarle en su oreja y tentarlo, antes de que subiera al ascensor.
-¡Déjame salir otro rato!, destriparemos a la ingrata de nuestra hermana, ¿qué más da no respetar las sagradas reglas de un pacto de Caballeros? ¡Nadie nos va a ver! después de todo...
Un nuevo recuerdo le sobrevino de repente, donde Cristoff le enseñaba lo importante de respetar las tradiciones y hacer cumplir los Pactos de Caballeros: cumplir las treguas.
-¡No serás respetado si no cumples con las normas, Ricardo!--finalizó diciendo Cristoff, tras su larga perorata.
Tras ello, el recuerdo se fue tal y como había venido, dejando de nuevo a Ricardo frente al pasillo donde tras el panel de la pared se encontraba el ascensor. Tendría que ser rápido y entrar si no quería morir aplastado, las paredes cada vez se estrechaban más...
La Bestia le siguió insistiendo
-¡Vamos!...¿quién lo va a saber?
Fuera de la Mansión:
Ante Amant, (Williams) había varios árboles y un jardín, que podrían indicarle que se encontraba cerca, una puerta se abrió ante él, la casa que parecía ser la del Jefe Lushootseed. Un pasillo lo aguardaba, donde se podían ver a varias personas ataviadas como los Lushootseed. El pasillo conducía a una gran puerta.
Para un observador externo podría parecer que las instalaciones parecían haber sido renovadas desde la última vez que estuvo en la reserva, era todo más grande.
Probablemente al estar también oculto, hace años que ni se utilizaba en aquella mansión. Sería de la época de la guerra civil para sacar el contrabando o algo.
El tiempo no obstante, se le acababa, en breve subirían Mateo, Pelayo y Sabine a investigar tras haber recibido la señal de alarma y que algo pasaba, pero ellos no seguirían los pasos de Ricardo, al que le tocaba entrevistarse o “parlamentar” a solas con su hermana Aurora, pues tras él las paredes de la sala comenzaron a moverse hacia el centro. Debía de subir al ascensor de plata, esa plata que podría dañarlo con daño agravado si le causaba algún corte o herida.
El hambre, tras la visión aterrorizadora de la plata, le subió de 1 a 2, lo cual aprovechó la Bestia para susurrarle en su oreja y tentarlo, antes de que subiera al ascensor.
-¡Déjame salir otro rato!, destriparemos a la ingrata de nuestra hermana, ¿qué más da no respetar las sagradas reglas de un pacto de Caballeros? ¡Nadie nos va a ver! después de todo...
Un nuevo recuerdo le sobrevino de repente, donde Cristoff le enseñaba lo importante de respetar las tradiciones y hacer cumplir los Pactos de Caballeros: cumplir las treguas.
-¡No serás respetado si no cumples con las normas, Ricardo!--finalizó diciendo Cristoff, tras su larga perorata.
Tras ello, el recuerdo se fue tal y como había venido, dejando de nuevo a Ricardo frente al pasillo donde tras el panel de la pared se encontraba el ascensor. Tendría que ser rápido y entrar si no quería morir aplastado, las paredes cada vez se estrechaban más...
La Bestia le siguió insistiendo
-¡Vamos!...¿quién lo va a saber?
Fuera de la Mansión:
Ante Amant, (Williams) había varios árboles y un jardín, que podrían indicarle que se encontraba cerca, una puerta se abrió ante él, la casa que parecía ser la del Jefe Lushootseed. Un pasillo lo aguardaba, donde se podían ver a varias personas ataviadas como los Lushootseed. El pasillo conducía a una gran puerta.
Para un observador externo podría parecer que las instalaciones parecían haber sido renovadas desde la última vez que estuvo en la reserva, era todo más grande.
-
Amant Polidor (Baudelaire)
artista teatral
Re: SECCIÓN ESCENAS
Al ingresar sigo rigurosamente el ritual lushootseed sin perder control alguno del impostor, arrastrándolo sin miramientos hasta el salón de reuniones que cuenta con el tótem sagrado del jefe. Saludo con el apretón de manos de rigor, en el más completo silencio, arrojando al artista al piso y asegurándolo contra una de las columnas con doble amarre de cuerdas y cadenas. Solamente entonces utilizo la voz del bosque para anunciar las circunstancias. Todo lo diré y responderé en lushootseed profundo, incluso si alguien se decidiere a consultarme en valenciano o castellano.
Voy a quedarme quieto hasta ese momento.
Voy a quedarme quieto hasta ese momento.
Última edición por Baudelaire el 05 Feb 2024, 22:35, editado 1 vez en total.
-
Ricardo M. A. M. (Dava)
Guardaespaldas
Re: SECCIÓN ESCENAS
Ricardo agitó la cabeza para acallar a la bestia, que insistía en tomar un canapé como recompensa. La escuchaba insistir en llevarse su premio, pero decidió ignorarla, al menos hasta que se cerró la puerta del ascensor. Verla reflejada a través de su rostro en las paredes de plata pulida no era nada tranquilizador. El viaje se hizo eterno de no ser por la “conversación” que se llevó a cabo
—Escúchame bien, colega, porque solo lo diré una vez: Si llegamos abajo y Aurora sospecha que estás ligeramente al mando, estaremos jodidos, los dos. Sabes de sobra como se las gasta esa depredadora. Así que haremos una cosa: Tú te quedas tranquilita por un rato y si ella se pasa de lista te daré el control total. Sabes lo que eso significa, ¿verdad?
Ricardo permaneció unos segundos mirando su reflejo en la lámina de plata pulida, no me podía haber esa parte aún más salvaje y primitiva sonriendo con malicia. La oferta velada era tentadora. Hacía demasiado tiempo que no probaba aquel elixir de dioses. Era el equivalente a que te ofrecieran un chuletón cuando vives a golpe de comida rápida. Su reflejo asintió antes de que se abrieran las puertas del ascensor.
—Escúchame bien, colega, porque solo lo diré una vez: Si llegamos abajo y Aurora sospecha que estás ligeramente al mando, estaremos jodidos, los dos. Sabes de sobra como se las gasta esa depredadora. Así que haremos una cosa: Tú te quedas tranquilita por un rato y si ella se pasa de lista te daré el control total. Sabes lo que eso significa, ¿verdad?
Ricardo permaneció unos segundos mirando su reflejo en la lámina de plata pulida, no me podía haber esa parte aún más salvaje y primitiva sonriendo con malicia. La oferta velada era tentadora. Hacía demasiado tiempo que no probaba aquel elixir de dioses. Era el equivalente a que te ofrecieran un chuletón cuando vives a golpe de comida rápida. Su reflejo asintió antes de que se abrieran las puertas del ascensor.
Re: SECCIÓN ESCENAS
Al abrirse las puertas del ascensor, con un tremendo chirrido que produjo eco, lo imposible apareció ante los ojos de Ricardo, sin duda parecía una siniestra y compleja Obra Macabra fruto de los Tremere. La Capilla estaba involucrada. ¿Trabajaban esos innombrables ahora para los Alastores? ¿Qué estarían tramando? ¿De qué iba todo esto? Aurora sin duda se había tomado muchas molestias para llevarlo a él allá, y si tan sólo quería luchar lo podría haber hecho de otra forma. En parte, esto llevó una sensación tranquilizadora a Ricardo. En parte, ya que lo que podía verse no era nada tranquilizador.
Tras él, las puertas del ascensor se cerraron y éste subió hacia un piso indeterminado. No había allí en la pared ningún botón para poder llamarlo de nuevo.
Y lo primero que se podía detectar era un nauseabundo olor, que provenía de las alcantarillas que se encontraban en aquel pasillo subterráneo, que sin duda había visto mejores tiempos. Parecía haber formado inicialmente parte de la zona del alcantarillado Medieval de la ciudad, largamente olvidado. No obstante, se habían hecho modificaciones notables al sistema, fruto de la magia Tremere. El suelo no era uniforme, había lo que en principio parecía que eran subidas que en realidad bajaban, asímismo al revés, bajadas que en realidad luego llevaban a zonas altas, escaleras que no conducían a parte alguna, puertas que llevaban hacia atrás, a sitios por donde ya había pasado antes Ricardo...
Cualquiera se perdería fácilmente en aquellos túneles mágicos laberínticos. Además, por si todo ello no era suficiente, había extrañas trampas hechas de sombra pura, sin duda fruto de algún viejo artilugio del Sabbat, los La Sombra también eran parte de aquello, o al menos lo habían sido en algún momento. El Sabbat estaba casi disuelto, y quizás no tuviera hoy día nada que ver con todo aquello, pero...
Si Ricardo conseguía llegar al otro lado de aquellos casi interminables túneles, se toparía con una enorme sala circular, un antiguo salón, el cual daba entrada a un olvidado Museo. Un Museo que no figuraba en mapa alguno. Y allí, sentada sobre un sofá, se encontraba Aurora, con 2 copas de sangre en la mano, una de ellas como tributo-regalo para Ricardo.
Desde lo lejos, se la podía escuchar, por el eco de los pasillos, como hablando consigo misma, no...en realidad era otra cosa, estaba ensayando un discurso o plática para decirle a Ricardo.
-¡Humm... bueno, aquí estamos, hermanito! --¡No, tonta, eso no! -¡Demasiado seca! - ¡Esto... cuanto tiempo bro...! - ¡No!- ¿Qué eres, una actriz de televisión humana? Esto... ya sé, bueno, he pasado los últimos siglos tratando de matarte pero...¿qué hay de una tregua?
A su vez, en el salón, los presentes en la sala se quedaron viendo a Amant, de quien sabían que se creía Williams. El Conde hizo un gesto al Barón y al Príncipe, que salió por la puerta opuestas durante unos instantes para volver ataviado con ropajes de Jefe Lushootseed, que sin duda habían sido proporcionados por el Conde, el Sire de Amant, para estas ocasiones. El Conde le había instruido en el protocolo Lushootseed y en el idioma, para estas ocasiones, ya que últimamente él no podía estar a menudo presente debido a que dormía muy a menudo.
Tras apretar las manos a Amant, como el saludo tradicional, todos contemplaron a Williams, quien a su vez se creía Amant.
-Felicidades, has destapado y aprehendido al espía impostor y falso agente. Será castigado de forma apropiada---felicitó a Amant el Príncipe, en su papel de Jefe Lushootseed. Y siguiendo hablando en Lushootseed le dio sus siguientes instrucciones:
-Ahora, mi buen guerrero, trata de localizar y averiguar el plan de aquellos que ostentan el poder y buscan esclavizarnos al resto, a los que somos los oprimidos. Se esconden me dicen, por la zona del desván, habrán encontrado algún sitio donde esconderse. Ten, toma a estos hombres como ayudantes, dijo en Lushootseed, señalando a Mateo, Andrew y Sabine, que se inclinaron ante Amant, en señal de servidumbre y respeto, para seguir el juego del Príncipe. Ellos, meros sirvientes, no entienden nuestro culto idioma Lushootseed, hablan en español. Buena suerte, lucha por la Justicia y la libertad, hermano---finalizó en Lushootseed el Príncipe, tras ponerse de rodillas y ungiendo a Amant (Williams) en la frente con unas gotas de sangre que extrajo de un cuenco de plata, como exigía el protocolo y rituales Lushootseed. Con ello le despidieron a él y a sus “ayudantes” los Lushootseed, para que pudiera emprender su misión.
Mateo se adelantó a modo de escolta de Amant, mirando que él lo siguiera y a su vez, Sabine y el Ventrue Andrew fueran la retaguardia del Nosferatu.
Tras él, las puertas del ascensor se cerraron y éste subió hacia un piso indeterminado. No había allí en la pared ningún botón para poder llamarlo de nuevo.
Y lo primero que se podía detectar era un nauseabundo olor, que provenía de las alcantarillas que se encontraban en aquel pasillo subterráneo, que sin duda había visto mejores tiempos. Parecía haber formado inicialmente parte de la zona del alcantarillado Medieval de la ciudad, largamente olvidado. No obstante, se habían hecho modificaciones notables al sistema, fruto de la magia Tremere. El suelo no era uniforme, había lo que en principio parecía que eran subidas que en realidad bajaban, asímismo al revés, bajadas que en realidad luego llevaban a zonas altas, escaleras que no conducían a parte alguna, puertas que llevaban hacia atrás, a sitios por donde ya había pasado antes Ricardo...
Cualquiera se perdería fácilmente en aquellos túneles mágicos laberínticos. Además, por si todo ello no era suficiente, había extrañas trampas hechas de sombra pura, sin duda fruto de algún viejo artilugio del Sabbat, los La Sombra también eran parte de aquello, o al menos lo habían sido en algún momento. El Sabbat estaba casi disuelto, y quizás no tuviera hoy día nada que ver con todo aquello, pero...
Si Ricardo conseguía llegar al otro lado de aquellos casi interminables túneles, se toparía con una enorme sala circular, un antiguo salón, el cual daba entrada a un olvidado Museo. Un Museo que no figuraba en mapa alguno. Y allí, sentada sobre un sofá, se encontraba Aurora, con 2 copas de sangre en la mano, una de ellas como tributo-regalo para Ricardo.
Desde lo lejos, se la podía escuchar, por el eco de los pasillos, como hablando consigo misma, no...en realidad era otra cosa, estaba ensayando un discurso o plática para decirle a Ricardo.
-¡Humm... bueno, aquí estamos, hermanito! --¡No, tonta, eso no! -¡Demasiado seca! - ¡Esto... cuanto tiempo bro...! - ¡No!- ¿Qué eres, una actriz de televisión humana? Esto... ya sé, bueno, he pasado los últimos siglos tratando de matarte pero...¿qué hay de una tregua?
A su vez, en el salón, los presentes en la sala se quedaron viendo a Amant, de quien sabían que se creía Williams. El Conde hizo un gesto al Barón y al Príncipe, que salió por la puerta opuestas durante unos instantes para volver ataviado con ropajes de Jefe Lushootseed, que sin duda habían sido proporcionados por el Conde, el Sire de Amant, para estas ocasiones. El Conde le había instruido en el protocolo Lushootseed y en el idioma, para estas ocasiones, ya que últimamente él no podía estar a menudo presente debido a que dormía muy a menudo.
Tras apretar las manos a Amant, como el saludo tradicional, todos contemplaron a Williams, quien a su vez se creía Amant.
-Felicidades, has destapado y aprehendido al espía impostor y falso agente. Será castigado de forma apropiada---felicitó a Amant el Príncipe, en su papel de Jefe Lushootseed. Y siguiendo hablando en Lushootseed le dio sus siguientes instrucciones:
-Ahora, mi buen guerrero, trata de localizar y averiguar el plan de aquellos que ostentan el poder y buscan esclavizarnos al resto, a los que somos los oprimidos. Se esconden me dicen, por la zona del desván, habrán encontrado algún sitio donde esconderse. Ten, toma a estos hombres como ayudantes, dijo en Lushootseed, señalando a Mateo, Andrew y Sabine, que se inclinaron ante Amant, en señal de servidumbre y respeto, para seguir el juego del Príncipe. Ellos, meros sirvientes, no entienden nuestro culto idioma Lushootseed, hablan en español. Buena suerte, lucha por la Justicia y la libertad, hermano---finalizó en Lushootseed el Príncipe, tras ponerse de rodillas y ungiendo a Amant (Williams) en la frente con unas gotas de sangre que extrajo de un cuenco de plata, como exigía el protocolo y rituales Lushootseed. Con ello le despidieron a él y a sus “ayudantes” los Lushootseed, para que pudiera emprender su misión.
Mateo se adelantó a modo de escolta de Amant, mirando que él lo siguiera y a su vez, Sabine y el Ventrue Andrew fueran la retaguardia del Nosferatu.
-
Amant Polidor (Baudelaire)
artista teatral
Re: SECCIÓN ESCENAS
Siempre con la voz del bosque, agradezco la gentileza de la escolta proporcionada al jefe lushootseed. Procedo a enseñar, por medio de gestos, las frases protocolares de la lengua a las personas castellanófonas o valencianófonas que estén en la sala, especialmente al trío que me acompañará. Voy a tomarme unos instantes para ello, mientras observo los alrededores para verificar si se trata de alguna nueva trampa puesta por habitantes del inframundo.
Nunca se sabe, con esta gente demoníaca...
Si bien mis pensamientos se desvían por unos segundos, mi concentración se mantiene en la breve clase de lengua nativa. Terminada esta breve lección, me dirijo al sitio indicado para continuar la investigación. A menos, claro, que haya reparado anomalías que den cuenta de los engaños puestos por Hades.
Nunca se sabe, con esta gente demoníaca...
Si bien mis pensamientos se desvían por unos segundos, mi concentración se mantiene en la breve clase de lengua nativa. Terminada esta breve lección, me dirijo al sitio indicado para continuar la investigación. A menos, claro, que haya reparado anomalías que den cuenta de los engaños puestos por Hades.
Última edición por Baudelaire el 12 Feb 2024, 13:57, editado 1 vez en total.
-
Ricardo M. A. M. (Dava)
Guardaespaldas
Re: SECCIÓN ESCENAS
Una vez Ricardo salió de aquella trampa de plata Letal, se dispuso a buscar el rastro de Aurora en aquellos laberinticos tuneles. Casi pierde el conocimiento con el hedor tan potente que habia en la zona. Aquel sitio apestaba y no solo por su aroma, sino que apestaba a laboratorio de los usurpadores Tremere. Los que tantas veces habían experimentado con los nuestros.
La voz de Aurora resonaba por la cueva, como la de un monologuista antes de salir al escenario. Era ironico en cierto modo y un alivio en otro, pues las palabras que llegaban a sus oidos no eran para nada amenazantes. Desde el acceso a oa sala en la que estaba le contesto con cordialidad:
—... Eres mi hermana. Solo dime quien te tiene entre la espada y la pared y cuando solucionemos ese problema volveremos a nuestros 'vienos asuntos". Mientras tanto, se impone una tregua... incluso trabajar juntos de nuevo, ¿no?
Re: SECCIÓN ESCENAS
Las palabras de Ricardo sacaron de su ensimismamiento a Aurora, aliviada, pues aún no había decidido qué decir exactamente, por un lado quería acabar ya con su plan de venganza y liquidar a su hermano de una vez, tras tantos años de rabia contenida, en parte por lo que se habían visto obligados a hacer, algo a lo que ella se había negado en principio, pero que su hermano y Cristoff casi la habían medio obligado. Durante siglos había vivido con la voz de Cristoff de vez en cuando resonando en su cabeza, como suponía había sido igual para Ricardo, su hermano.
-¿Te gustaron mis trampas? sabía que un Gangrel como tú las superaría sin problemas, si se empleaba a fondo. Nadie podrá seguirnos aquí. El mecanismo queda bloqueado tras realizar el puzzle por un período de 72 horas antes de reiniciarse, así que se toparán con un salón al que no se puede entrar cuya puerta está bloqueada por un muro de cemento armado de 5 metros de grosor impenetrable incluso para alguien de los nuestros. Aunque también debo de decir, que cualquiera que vea el intrincado asunto no tendrá duda alguna de que aquí hay siniestras fuerzas del InfraMundo operando en secreto y conspirando.
Tras decir esto, hizo una pausa leve, luego lo miró, como escudriñando su rostro, y sonrió.
--¿Aún lo escuchas de fondo, susurrándote al oído, verdad? En cuanto bajas la guardia ahí aparece... es como una nota discorde en el teclado, que querrías que no estuviera ahí, pero permanece, esa tecla que no te resistes a reparar.
Antes de que respondiera Ricardo a esa pregunta velada, añadió algo.
-Pero claro, ¿tú no lo recuerdas, verdad? O al menos casi nada de ello, lo que nos hicieron los Tremere... todo lo que pasó durante el Proyecto MK Ultra...? esos experimentos para los que nos ofrecimos voluntarios... en mala hora claro. Aún viven en mi cabeza los horrores de aquello, tú desarrollaste aún más tu potencia, pero...
Tras ello, dejó un momento a su hermano para que respondiera, antes de seguir con lo que de verdad lo había citado.
-Bien, tengamos una tregua, hermano, por los viejos tiempos, digamos. No sé si has escuchado los rumores, pero dicen a sottovoce por ahí que Mithras ha regresado, pasó durante la caída de Londres. Dicen también las malas lenguas por los bajos fondos que anda buscando un objeto, el cual la Tremere desaparecida dejó a cargo de un Malkavian. Ese objeto no es más que la mismísima espàda humana Excálibur, espada mítica de Reyes con un poder inconmensurable.
Aurora le dió una de las copas con sangre a Ricardo, antes de beber ella de su otra copa y ofrecerle entrechocar las copas como un brindis, para sellar la tregua.
-Tiene resonancia sangre animal, tu favorita, hermano. No creas que me he olvidado. -Y saluda a tu Bestia de mi parte, no creas que no me he dado cuenta de que estaba dispuesta a destriparme, no finges tan bien para mí como crees, hermanito. Ah, por cierto, guárdate este regalo para cuando te haga falta, dijo entregándole dos viales de vitae frenética, un artefacto muy útil.
Luego se quedó mirando hacia delante de ellos, era una cosa que se encontraba justo delante de ellos en aquella entrada al Museo y algo en lo que Ricardo no había todavía reparado hasta entonces... lo que parecía ser una especie de portal mágico, hecho con sombras. Aquello sin duda había sido fruto de obras y esfuerzos combinados entre los LaSombra, quienes habrían empleado alguna disciplina de Obtenebración, los Tremere utilizando algún tipo de Arquitectura...¿y quizás un Mago?... Pero el empleo de estas disciplinas podía producir manchas en quienes las empleaban. ¿Hasta esos límites habían llegado?. Esto era sin duda peor de lo que pensaba, por eso había tenido que verse obligada a recurrir a su hermano, a quien no quería ni ver desde hace siglos... todo esto pasaba por sus pensamientos sin articular palabra alguna.
Pero... si esto era así, ¿como habían conseguido la ayuda de un Mago? Aunque...pensándolo bien, éste empleo de varias fuerzas combinadas atenuaría en gran parte cualquier posible paradoja resultante --se preguntó en su mente Aurora, esperando la reacción de Ricardo al ver también él el Portal, ya que ella se había quedado sin palabras tras contemplarlo, alucinada, que mientras tanto se preguntaba a dónde rayos llevaría aportal y si debían ya de cruzarlo juntos.
En el salón:
Todo el ritual se había desarrollado sin ningún fallo posible, todos los presentes habían sido instruidos para seguir en estos casos los preceptos de esa ceremonia en concreto. Todos realizaron los gestos correctos, se comportaron de la forma correcta y debida y mantuvieron una actitud natural en todo momento, para que saliera bien y no hubiera ninguna anomalía. Nada se había dejado al azar. Y en efecto, nadie falló en su cometido.
Una vez acabada la pequeña clase, los presentes se dispusieron para despedir a Amant (Williams), quien partiría a su misión, lo cual hicieron con las palabras de despedida adecuadas, dichas en Lushootseed por el Príncipe.
Minutos depsués, cuando el pequeño grupo de exploración llegó arriba a la tercera planta...
Allí se toparon con un corredor muy ancho de 7 metros de esquina a esquina y alrededor de 40 de largo, y ahí se encontraba un cuadro extrañamente caído en una esquina. Fácilmente se podría haber caído de su marco a metro y noventa centímetros de altura sobre el cuadro, pero igualmente era muy raro que parecía tratarse de un Vermeer. ¿Qué hacía un cuadro tan caro ahí arriba como abandonado? Y...sobre todo, ¿ qué demonios hacían aquellas enormes bolsas de lona sobre el suelo del otro extremo del pasillo?
Enfrente de donde se encontraban las bolsas había otro salón, pero éste extrañamente tenía bloqueado el acceso al mismo por un enorme, grueso e impenetrable muro de cemento, que sin duda tendría varios metros de grosor, parecía que alguna trampa se podría haber desatado allí, algo no iba bien ahí.
Andrew y Sabine dieron varios pueñetazos al mismo sin lograr hacerle siquiera mella alguna, entendiendo que era imposible entrar en el interior. Dejando a un lado el salón, por el momento, Andrew corrió, tras mirar a Amant y al resto y comprobar si lo seguían, hacia el fondo del pasillo, donde se encontraban las bolsas. Ahí vio que había varios vampiros estacados con dagas de madera y paralizados.
-Esto no me gusta, dijo al resto, luego, dirigiéndose mediante los gestos aprendidos en Lushootseed a Amant (Williams) le inquirió qué creía que ocurría o que habia pasado y por los siguientes pasos a seguir.
-Quizás haya algún acceso por el exterior, en la calle, o haya que esperar a que se desbloquee la entrada al salón, sugirió Sabine. Y tengamos cuidado, probablemente haya más trampas aquí, hemos sido imprudentes corriendo.
Tras ello, miró a su vez a Amant (Williams), esperando sus instrucciones.
-¿Te gustaron mis trampas? sabía que un Gangrel como tú las superaría sin problemas, si se empleaba a fondo. Nadie podrá seguirnos aquí. El mecanismo queda bloqueado tras realizar el puzzle por un período de 72 horas antes de reiniciarse, así que se toparán con un salón al que no se puede entrar cuya puerta está bloqueada por un muro de cemento armado de 5 metros de grosor impenetrable incluso para alguien de los nuestros. Aunque también debo de decir, que cualquiera que vea el intrincado asunto no tendrá duda alguna de que aquí hay siniestras fuerzas del InfraMundo operando en secreto y conspirando.
Tras decir esto, hizo una pausa leve, luego lo miró, como escudriñando su rostro, y sonrió.
--¿Aún lo escuchas de fondo, susurrándote al oído, verdad? En cuanto bajas la guardia ahí aparece... es como una nota discorde en el teclado, que querrías que no estuviera ahí, pero permanece, esa tecla que no te resistes a reparar.
Antes de que respondiera Ricardo a esa pregunta velada, añadió algo.
-Pero claro, ¿tú no lo recuerdas, verdad? O al menos casi nada de ello, lo que nos hicieron los Tremere... todo lo que pasó durante el Proyecto MK Ultra...? esos experimentos para los que nos ofrecimos voluntarios... en mala hora claro. Aún viven en mi cabeza los horrores de aquello, tú desarrollaste aún más tu potencia, pero...
Tras ello, dejó un momento a su hermano para que respondiera, antes de seguir con lo que de verdad lo había citado.
-Bien, tengamos una tregua, hermano, por los viejos tiempos, digamos. No sé si has escuchado los rumores, pero dicen a sottovoce por ahí que Mithras ha regresado, pasó durante la caída de Londres. Dicen también las malas lenguas por los bajos fondos que anda buscando un objeto, el cual la Tremere desaparecida dejó a cargo de un Malkavian. Ese objeto no es más que la mismísima espàda humana Excálibur, espada mítica de Reyes con un poder inconmensurable.
Aurora le dió una de las copas con sangre a Ricardo, antes de beber ella de su otra copa y ofrecerle entrechocar las copas como un brindis, para sellar la tregua.
-Tiene resonancia sangre animal, tu favorita, hermano. No creas que me he olvidado. -Y saluda a tu Bestia de mi parte, no creas que no me he dado cuenta de que estaba dispuesta a destriparme, no finges tan bien para mí como crees, hermanito. Ah, por cierto, guárdate este regalo para cuando te haga falta, dijo entregándole dos viales de vitae frenética, un artefacto muy útil.
Luego se quedó mirando hacia delante de ellos, era una cosa que se encontraba justo delante de ellos en aquella entrada al Museo y algo en lo que Ricardo no había todavía reparado hasta entonces... lo que parecía ser una especie de portal mágico, hecho con sombras. Aquello sin duda había sido fruto de obras y esfuerzos combinados entre los LaSombra, quienes habrían empleado alguna disciplina de Obtenebración, los Tremere utilizando algún tipo de Arquitectura...¿y quizás un Mago?... Pero el empleo de estas disciplinas podía producir manchas en quienes las empleaban. ¿Hasta esos límites habían llegado?. Esto era sin duda peor de lo que pensaba, por eso había tenido que verse obligada a recurrir a su hermano, a quien no quería ni ver desde hace siglos... todo esto pasaba por sus pensamientos sin articular palabra alguna.
Pero... si esto era así, ¿como habían conseguido la ayuda de un Mago? Aunque...pensándolo bien, éste empleo de varias fuerzas combinadas atenuaría en gran parte cualquier posible paradoja resultante --se preguntó en su mente Aurora, esperando la reacción de Ricardo al ver también él el Portal, ya que ella se había quedado sin palabras tras contemplarlo, alucinada, que mientras tanto se preguntaba a dónde rayos llevaría aportal y si debían ya de cruzarlo juntos.
En el salón:
Todo el ritual se había desarrollado sin ningún fallo posible, todos los presentes habían sido instruidos para seguir en estos casos los preceptos de esa ceremonia en concreto. Todos realizaron los gestos correctos, se comportaron de la forma correcta y debida y mantuvieron una actitud natural en todo momento, para que saliera bien y no hubiera ninguna anomalía. Nada se había dejado al azar. Y en efecto, nadie falló en su cometido.
Una vez acabada la pequeña clase, los presentes se dispusieron para despedir a Amant (Williams), quien partiría a su misión, lo cual hicieron con las palabras de despedida adecuadas, dichas en Lushootseed por el Príncipe.
Minutos depsués, cuando el pequeño grupo de exploración llegó arriba a la tercera planta...
Allí se toparon con un corredor muy ancho de 7 metros de esquina a esquina y alrededor de 40 de largo, y ahí se encontraba un cuadro extrañamente caído en una esquina. Fácilmente se podría haber caído de su marco a metro y noventa centímetros de altura sobre el cuadro, pero igualmente era muy raro que parecía tratarse de un Vermeer. ¿Qué hacía un cuadro tan caro ahí arriba como abandonado? Y...sobre todo, ¿ qué demonios hacían aquellas enormes bolsas de lona sobre el suelo del otro extremo del pasillo?
Enfrente de donde se encontraban las bolsas había otro salón, pero éste extrañamente tenía bloqueado el acceso al mismo por un enorme, grueso e impenetrable muro de cemento, que sin duda tendría varios metros de grosor, parecía que alguna trampa se podría haber desatado allí, algo no iba bien ahí.
Andrew y Sabine dieron varios pueñetazos al mismo sin lograr hacerle siquiera mella alguna, entendiendo que era imposible entrar en el interior. Dejando a un lado el salón, por el momento, Andrew corrió, tras mirar a Amant y al resto y comprobar si lo seguían, hacia el fondo del pasillo, donde se encontraban las bolsas. Ahí vio que había varios vampiros estacados con dagas de madera y paralizados.
-Esto no me gusta, dijo al resto, luego, dirigiéndose mediante los gestos aprendidos en Lushootseed a Amant (Williams) le inquirió qué creía que ocurría o que habia pasado y por los siguientes pasos a seguir.
-Quizás haya algún acceso por el exterior, en la calle, o haya que esperar a que se desbloquee la entrada al salón, sugirió Sabine. Y tengamos cuidado, probablemente haya más trampas aquí, hemos sido imprudentes corriendo.
Tras ello, miró a su vez a Amant (Williams), esperando sus instrucciones.
-
Amant Polidor (Baudelaire)
artista teatral
Re: SECCIÓN ESCENAS
Sin tener claridad de la manera en que el ritual continúa, acaricio suavemente el muro buscando alguna ligera protuberancia que podría esconder algún dispositivo. Ningún caracter del alfabeto lushootseed ha sido grabado a modo de referencia para activar el mecanismo.
¿Desde cuándo la tribu utiliza lona o cemento? Acabo de destruir el casino ¿o fue Amant?
Me quedo confundido por un instante.
En el teatro, en Valencia, allí encontraremos más respuestas. Ese artista revolucionario seguro esconde más información en los pasajes subterráneos más allá de los camarines.
Regreso sobre mis pasos rumbo al jefe para informarle que partiré de inmediato al puerto para embarcarme con rumbo a la capital del reino de Valencia. En ningún momento pronuncio palabra alguna en otro idioma distinto al lushootseed.
¿Desde cuándo la tribu utiliza lona o cemento? Acabo de destruir el casino ¿o fue Amant?
Me quedo confundido por un instante.
En el teatro, en Valencia, allí encontraremos más respuestas. Ese artista revolucionario seguro esconde más información en los pasajes subterráneos más allá de los camarines.
Regreso sobre mis pasos rumbo al jefe para informarle que partiré de inmediato al puerto para embarcarme con rumbo a la capital del reino de Valencia. En ningún momento pronuncio palabra alguna en otro idioma distinto al lushootseed.
Última edición por Baudelaire el 25 Feb 2024, 03:27, editado 1 vez en total.
-
Ricardo M. A. M. (Dava)
Guardaespaldas
Re: SECCIÓN ESCENAS
Mientras Aurora no paraba de hablar, solo una frase resonaba en su cabeza. Más que resonar era su Bestia interior, quien se encargaba de recordarle que iba a estar encerrado 3 amaneceres junto con la única persona que tenía alguna posibilidad de hacer algo más que un arañazo y que se moría de ganas de ellos. Su Bestia sé moria por salir al exterior, tomar el control y arrancarle la cabeza a Aurora de una vez por todas antes de consumirla y volver a unir el alma de su sire en un único cuerpo. Es más, estarían los tres en un mismo cuerpo y serían el ser más poderoso que jamás haya conocido la noche. Era tentador…
El silencio de aurora le trajo de vuelta de su ensoñación.
—No fue un grato recuerdo para ninguno, Aurora. Puede que ganase algo a cambio, pero no compensa el precio pagado. Ni el tuyo, ni el de Kristoff, ni el mío. Cada vez estoy más seguro que los Brujos estaban detrás del comportamiento tan inusual que tuvo aquella noche. Él no era un suicida.
Escucho con atención su exposición al tiempo que le tendía la mano a su hermana prodiga. No podía negar que era un alivio poder hablar con ella sin que estuvieran arrojándose objetos o golpeándose con violencia. Dejo salir a su Bestia para que le sonriera ante su mención de la misma, antes de ponerla a buen recaudo de nuevo y preguntar con curiosidad.
—Mithras ¿Estás segura de eso, Aurora? —Tomo la copa y sonrió— Me conoces mejor que el príncipe o cualquiera de los míos. Ellos desconocen lo que pasaría si volviera a alimentarme de sangre humana. Sería como si un alcohólico se acercase a una licorería. No es peligroso, pero sí tentador. Tú me entiendes.
Observó los viales con curiosidad y los guardo en la gabardina mientras se quedaba contemplando el artefacto con curiosidad. Entonces fue cuando reparo en el Gran Portal que había en la sala. Alterno la mirada entre el objeto y aquella aberración antes de dirigirse a Aurora de nuevo.
—Por favor, dime que esto no ha sido cosa tuya… y después explícame para qué me necesitas exactamente. Si voy a jugarme el cuello, dime al menos por qué causa.
