[Escenario] Rabia en España -5ª edición

[Alexander Weiss]

Otros cambiaformas
Hace mucho tiempo estalló la Guerra de la Rabia, un conflicto a medio camino entre la leyenda y la realidad en la que los hombres lobo se enfrentaron a los demás cambiaformas para someterlos. Los Garou, al ser los guerreros de Gaia, llevaban ventaja y ninguno de los demás pueblos cambiaformas consiguió resistir a su ferocidad. Como resultado, varias especies fueron extinguidas, y las demás se ocultaron desesperadas en lugares apartados...o se convirtieron en objetivo de los servidores del Wyrm, que aprovecharon su debilidad.
Existen muchas lagunas sobre esta guerra entre cambiaformas, y lo poco que se sabe se encuentra en mitos y leyendas. Según los Garou ibéricos hubo un tiempo en el que convivían en la península con jabalíes, osos y toros cambiantes.
Sin embargo, no todos los cambiaformas resultaron exterminados en la guerra. Algunos consiguieron sobrevivir, y cuando los Garou fueron conscientes del alcance de lo que habían hecho, los evitaron y dejaron de perseguirlos.
Con la llegada del Apocalipsis, los cambiaformas han comenzado a reaparecer, y las leyendas se convierten en avistamientos esporádicos. Los hombres lobo desconocen cuál es la situación de los demás cambiantes, pero salvo contactos individuales y muy puntuales, cada pueblo cambiaformas prefiere seguir su propio camino. Quizás ante la situación apremiante del Apocalipsis los viejos rencores puedan ser olvidados y los servidores de Gaia puedan alcanzar un nuevo entendimiento, aunque por ahora es sólo una utopía.

[Alexander Weiss]

Arañas
Las leyendas sobre las arañas cambiaformas las describen como criaturas terribles y odiadas. Con su capacidad para ocultarse entre los pequeños arácnidos consiguieron evitar la destrucción de la Guerra de la Rabia con más facilidad. La mayoría de las arañas ibéricas simplemente se apartaron del conflicto y huyeron, aguardando con paciencia característica a que la guerra terminara y les dieran por muertas.
Poco a poco comenzaron a regresar, cruzando el Mar Mediterráneo, entrando en pueblos y ciudades donde había pocos hombres lobo y abundancia de presas humanas. Algunas arañas crearon cultos, adoptando poblaciones humanas como señores feudales y protegiéndolas de todo daño. Surgieron festivales y ceremonias en su honor donde hombres y mujeres jóvenes bebían y ofrecían su sangre a sus señores. Con el paso de los años la danza se convirtió en sinónimo de amor no correspondido.
Temiendo la venganza de la Iglesia y de los Garou, estos festivales se limitaron a pequeñas comunidades, sin hacer mención de sus oscuros orígenes. Se extendieron relatos sobre danzas campesinas que curaban los mordiscos de las arañas y algunas mentes demasiado inquisitivas desaparecieron misteriosamente manteniendo el secreto.
Actualmente unas pocas arañas cambiaformas sobreviven en España, a menudo como matriarcas de extensas familias que constituyen su orgullo y sus herramientas, a las que dedican toda su vida, y no dudan en eliminar a todos los enemigos que se cruzan en su camino.

[Alexander Weiss]

Cuervos
Los cuervos cambiantes fueron el único de los pueblos cambiaformas que consiguió mantener una paz relativa con los Garou desde la Guerra de la Rabia. Sin embargo, no mantuvieron una neutralidad estricta, sino que ayudaron a otras bestias cambiantes a ocultarse y huir cuando la guerra se volvió definitivamente contra ellos.
Aunque debido a sus vínculos espirituales con ciertas tribus, como los Guardianes del Ciervo, los Hijos de Gaia y los Señores de las Sombras, pueden convivir de manera relativamente pacífica con ellas, las interacciones con otros hombres lobo son en el mejor de los casos, tensas, complicando la labor de reunir información, aunque los hombres cuervo siempre se han preocupado de mantener vigiladas a todas las tribus, aunque sólo sea para salir volando en caso de peligro.
Los cuervos cambiantes son especialmente numerosos en el norte de la península ibérica, pero su curiosidad les ha llevado particularmente a cualquier lugar. Mientras en otros lugares su número parece haber menguado, en España se ha acrecentado ligeramente, aunque siguen siendo poco numerosos. Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco alojan comunidades de hombres cuervo, y sus mensajeros recorren toda la península, manteniendo el contacto entre ellos.

[Alexander Weiss]

Osos
En las leyendas antiguas, los hombres oso son descritos como renombrados sanadores y guerreros, que protegían los lugares sagrados del mundo antes de la existencia de los Garou. A través de su comunión con Gaia incluso consiguieron dones y poderes que les permitían dominar la vida y utilizaban sus habilidades para devolver la vida a quienes se habían sacrificado por los demás.
Según la leyenda, un importante héroe de los Garou había sido asesinado, y los hombres lobo pidieron a los osos cambiantes que lo revivieran. Los hombres oso se negaron de forma reiterada, y finalmente los Garou les declararon la guerra para arrebatarles su conocimiento, acusándolos de servir al Wyrm.
Ante el ataque contra los osos, otros cambiaformas acudieron en su ayuda, comenzando de este modo la Guerra de la Rabia. Los Garou, temerarios e impulsivos, golpearon primero, y aunque los hombres oso eran duros guerreros, su escaso número y sus hábitos solitarios no les permitieron vencer a las manadas de aullantes hombres lobo que les atacaban.
Finalmente los osos optaron por retirarse del campo de batalla refugiándose entre los hielos eternos, en páramos, cuevas o lugares apartados, durmiendo una profunda hibernación y esperando que la paz regresara. Muchos Garou todavía creen que se extinguieron.
Pero con la llegada del Apocalipsis, varios hombres oso han despertado, especialmente en la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Ante la situación desesperada en que se encuentran los osos ibérico, los cambiaformas no dudan en utilizar todos los recursos a su alcance para protegerlos.

[Alexander Weiss]

Ratas
Los hombres rata fueron creados para mantener la población humana bajo control, reduciendo la excesiva acumulación de alimentos o propagando las enfermedades. Cuando establecieron el Impergium sobre los humanos, los hombres lobo se sintieron molestos por las interferencias de los ratas cambiantes y consideraban que su control de las enfermedades era una señal de la corrupción del Wyrm.
La Guerra de la Rabia golpeó duramente a los hombres rata, diezmados después de que sus guerreros cayeran oleada tras oleada ante el avance imparable de los Garou. Los hombres rata nunca han perdonado a los Garou, albergando un odio feroz hacia los hombres lobo. Los supervivientes huyeron a la Umbra para reagruparse, lamer sus heridas y reproducirse. Sin dejar de aparearse, todavía hoy muchas ratas cambiantes creen en sus corazones que la guerra continúa, por lo que aguardan el momento en que puedan cumplir su venganza contra los Garou.
Debido a sus vínculos espirituales con el espíritu Rata, algunas ratas cambiantes mantienen en secreto cierto entendimiento con la tribu de los Roehuesos, aunque los demás Garou lo verían como entendimiento con el Wyrm. Sin embargo, no ha sido una relación fácil. Es verdad que en ocasiones los Roehuesos han recibido una ayuda misteriosa en situaciones desesperadas, y otras de forma más directa, con ejército de ratas que han cambiado el curso de algunas batallas. Sin embargo, la alianza entre ambos grupos es temporal en el mejor de los casos, pues la cooperación a corto plazo suele dar lugar a la traición a largo plazo.
Los hombres rata se ocultan en el subsuelo de muchas ciudades españolas. Desde las alcantarillas planean las mejores formas de llevar el Kaos a los lugares contaminados por la Tejedora, pero ese dominio no es seguro ni de lejos. De hecho, algunas colonias de ratas cambiantes han desaparecido repentinamente debido a los peligros que acechan ocultos en el subsuelo.

[Alexander Weiss]

Saurios
Al reproducirse con especies de grandes reptiles de zonas tropicales, la presencia de los saurios cambiaformas en Europa nunca fue un hecho común, aunque algunos Garou creen que algunas leyendas sobre dragones podrían tener su origen en algún hombre saurio.
Sin embargo, una pequeña población de este pueblo cambiante permaneció apartada de los conflictos de la Guerra de la Rabia y no sería descubierta hasta el siglo XV, cuando su paraíso fue conquistado por los españoles.
Las Islas Canarias.
En la isla de Hierro vivía una especie de lagartos gigantes que también se mezclaban con los indígenas canarios. En su aislamiento se convirtieron en un pueblo pacífico, que no estaba preparado para la violencia de la conquista.
Los conquistadores asesinaron o esclavizaron a los indígenas canarios y aniquilaron la fauna autóctona, introduciendo especies domésticas que causaron un impacto brutal sobre el medio ambiente. Muchas especies salvajes fueron afectadas, entre ellas los lagartos gigantes de Hierro, a los que se dio por extintos y que sólo sobrevivirían en una forma reducida de su pasado esplendor.
Los hombres saurio sufrieron y murieron. Los últimos se aliaron con los espíritus y hadas canarios, que también habían sufrido con la conquista. Se dice que uno o varios consiguieron sobrevivir, escondidos en una isla envuelta en hechizos de misterio. En las leyendas posteriores sería conocida como la isla de San Borondón: un paraíso situado sobre el lomo de un titánico monstruo marino al que ningún hombre podía llegar.
Actualmente los Garou ibéricos consideran extintos a los hombres saurio, y muchos de ellos ni siquiera saben nada de la población de Canarias.

[Alexander Weiss]

Tiburones
Pocas leyendas de los Garou hablan sobre los tiburones cambiantes, y la mayoría ni siquiera saben que existen. Gaia tiene sus propios guardianes en el mar, antiguos e inmutables, y como sus antepasados, nadan bajo las aguas desde hace millones de años, sobreviviendo y engendrando. Los pocos encuentros que han tenido con los habitantes de la superficie han quedado ocultos bajo “accidentes” y “espíritus marinos.”
Los tiburones frecuentan las mares que rodean la península ibérica, pero ignoran gran parte de lo que ocurre en tierra firme. Tienen sus propios Túmulos en las profundidades marinas y también combaten a los esbirros de Wyrm que acechan en los abismos. No guardan mucho aprecio por los habitantes de la superficie, pero cada vez les causan más problemas, construyendo embarcaciones cada vez más grandes y contaminantes, por no hablar de los vertidos tóxicos que oscurecen las aguas.
En el año 2002 tuvo lugar el hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas de Galicia. El vertido causó una de las mayores catástrofes ambientales de la historia de la navegación, afectando a la costa atlántica con una marea negra que destruyó gran parte de la vida marina de la zona.
Los tiburones cambiaformas se enfrentaron a un gran desafío luchando contra las Perdiciones y espíritus que se formaron a partir del vertido, criaturas de pesadilla que invadieron las profundidades. Muchos tiburones se sacrificaron luchando contra estos enemigos para que su pueblo sobreviviera.
Los supervivientes no están nada contentos y el aumento de incidentes marítimos en los últimos años es una señal de su cólera. Varias embarcaciones han sufrido ataques o averías repentinas, y al menos un yate en el que viajaban varios ejecutivos de Pentex se hundió de forma inesperada sin dejar ningún superviviente.

[Alexander Weiss]

Los enemigos
El Wyrm ha estado presente en la península ibérica durante más tiempo que cualquier Garou. Las leyendas más antiguas hablan de batallas entre los cambiaformas y poderosas bestias del Wyrm que caminaban en la tierra. Muchas fueron destruidas, y otras aprisionadas, bien por los propios cambiantes o por sus místicos aliados. En la península ibérica las herramientas más poderosas del Wyrm son los efectos de la industrialización humana, pero males antiquísimos que han sido combatidos por los Garou continúan caminando sobre la península en las noches actuales.

[Alexander Weiss]

Ilustración de Santiago
Danzantes de la Espiral Negra Para los Garou los Danzantes de la Espiral Negra son un recuerdo constante de que ni siquiera ellos están a salvo de la corrupción del Wyrm. Desde que los Aulladores Blancos ibéricos siguieron el destino del resto de su tribu, se han dispersado por toda la península, esperando dominar y controlarlo todo, explotando los vínculos entre el mundo físico y espiritual para conseguir la destrucción de Gaia. Sin embargo, su desunión y sobre todo, su locura, les han impedido unirse para alcanzar sus objetivos.
Cuando los Danzantes de la Espiral Negra se corrompieron, las demás tribus Garou se unieron contra ellos, pero fue la llegada de los Señores de la Sombra durante las invasiones germánicas la que les asestó el golpe decisivo. Fueron forzados a ocultarse bajo la superficie de la tierra o a huir a otros lugares, aunque de vez en cuando reaparecían de improviso sembrando el terror entre las tribus, secuestrando cachorros e intentando corromper Túmulos.
Los Danzantes ibéricos son fieles servidores de la Bestia-de-la-Guerra, el aspecto más belicoso del Wyrm, pero la necesidad les ha obligado a adaptarse y actuar con mayor sutileza desde su impía concepción hace ya tantos años. Durante la Edad Media realizaron muchos progresos desde el interior de la tierra, directamente bajo los hocicos de los invasores Garou que les habían robado. Amparándose en la violencia de los campos de la Reconquista introdujeron su sangre entre algunos de los colonos cristianos que repoblaban las tierras conquistadas, llegando incluso a subyugar pueblos enteros. Aún hoy en día algunas familias llevan el estigma del Wyrm, y constituyen fieles agentes de los hombres lobo corruptos.
Después de la Guerra de la Independencia, los Danzantes de la Espiral Negra comenzaron a salir en masa de sus Colmenas subterráneas. Acompañaron a los emigrantes del entorno rural hacia las ciudades, y realizaron actos terribles en medio de las batallas y revoluciones del siglo XIX, utilizando la violencia entre los mortales para alimentar Perdiciones de Guerra y Rabia.
La Guerra Civil Española permitió a los Danzantes salir del anonimato. Muchos comenzaron a caminar abiertamente por las principales ciudades, y se dedicaron a perseguir a los Garou, expulsándolos de varios de sus dominios. Extendieron espíritus de odio, locura y discordia y disfrutaron del espectáculo de los humanos matándose entre ellos.
En medio de su locura, los Danzantes sabían que la guerra no duraría eternamente, y comenzaron a tomar posiciones, metiéndose de lleno en los esfuerzos de reconstrucción de la posguerra. Actualmente son una tribu numerosa, y disponen de manadas, Fosos y Colmenas distribuidos por toda la península. En Galicia, la ciudad de Pontevedra se encuentra prácticamente en sus manos, en Andalucía se han infiltrado en la industria minera de Huelva, en Cataluña merodean en la ciudad de Barcelona y han construido un Foso bajo la central nuclear de Vandellós. En Madrid trabajan para varias subsidiarias de Pentex, y en Valencia forman parte de un culto a la oscuridad. Además entre sus actividades se encuentra el secuestro de niños y cachorros perdidos, lo que ha llevado a la aparición de rumores y leyendas urbanas sobre sectas satánicas.

Algunos villanos destacados

Francisco “Terror-en-el-Silencio” García (Ahroun): Francisco nació en una familia de Valencia. Su padre era director de un hotel, y cada vez que llegaba, se desataba un infierno en la casa. Francisco creció como un niño aparentemente callado y sumiso, aguantando apáticamente las palizas de sus padres hasta que finalmente la furia pudo más y estalló, matando a sus padres con un cuchillo. Disfrutó con la última mirada de terror de su padre y cuando la sangre le salpicó, se relamió gustoso, sufriendo el Primer Cambio.
No se quedó a esperar a la policía, pero alguien lo encontró primero. Su tío materno, un Danzante, vino a buscarle, y se lo llevó con sus compañeros, los Colmillos de la Noche, que lo recibieron como un hermano más. Le enseñaron a cultivar su apetito por la sangre y a canalizarlo de forma creativa, convirtiéndolo en un guerrero del Wyrm.
Durante la última batalla contra los esclavos de Gaia, Francisco mató a dos Garou, y cuando regresó con sus hermanos, el espíritu de Murciélago chilló su bendición, convirtiéndolo en el nuevo líder de la manada.
Francisco vive para matar, adiestrándose en cuerpo y mente. Se considera un profesional, y para él no hay honor ni reglas para conseguir su objetivo, sino que debe simplemente matar al enemigo. Es un estratega frío y calculador, pero no se le da bien alcanzar acuerdos. Si no hay muerte de por medio, un conflicto no tiene sentido.
Francisco es un hombre alto y delgado mediada la treintena, de cabello negro y ensortijado, labios delgados y bien vestido, parece mucho más estable que la mayoría de los Danzantes...hasta que alguien se fija en su mirada. Hay algo aterrador en ella, locura gélida. No suele hablar mucho, y se mueve de una forma aterradoramente silenciosa, apareciendo de improviso. En forma lupina, es un lobo de pelaje gris oscuro metálico de patas especialmente largas, con ojos rojizos, que acecha en silencio.
Esther “Lengua-de-Veneno” Area (Ragabash): Esther nació en una familia de abogados de Pontevedra, que la presionaron para que sacara siempre las mejores calificaciones, castigándola e insultándola cuando no cumplía unas espectativas que siempre parecían estar demasiado altas. Pasó una infancia terrible, estresada y a los quince años estuvo a punto de suicidarse.
Pensó que en la universidad encontraría una salida, pero hasta allí la seguía la autoridad paterna, vigilando todos sus pasos y amenazando con “dejarla en la calle.” Su expediente era brillante, se esforzaba todo lo que podía...y finalmente una noche sin luna llegó la salvación del infierno con el Primer Cambio.
Decidió tomar en sus manos las riendas de su vida, y poco después sus padres y su hermano sufrían un accidente, dejándola como única heredera. Terminó la carrera de Derecho, que ahora era simplemente un desafío personal, para dirigir el bufete de sus padres.
Y al mismo tiempo fue reclutada por la multinacional Pentex. En Pontevedra se encontraba uno de los activos de la empresa, una importante fábrica de celulosa que también era el hogar de la Colmena del Árbol Muerto, liderada por su tía abuela Beatriz, que acababa de morir luchando contra los Garou. A Esther no le gustaron mucho sus compañeros Danzantes, pero encontró que eran útiles a su manera para deshacerse de obstáculos.
Esther utiliza su inteligencia al servicio de Pentex, defendiendo sus intereses, y apoyando su expansión en Galicia. Busca subvenciones, soborna políticos y presenta los impactos medioambientales como “costes inevitables” de empresas que producen grandes beneficios y puestos de trabajo.
Esther es una mujer de unos treinta años. Es pequeña, muy pálida y delgada, con cabello rubio y ojos claros con mirada de aburrimiento y desprecio. Es inteligente y lo sabe, manipulando a quienes le rodean en un juego que le resulta fácil y aburrido, aunque ante un verdadero desafío se pondría nerviosa. Viste de forma profesional, con trajes ejecutivos. En forma lupina, es una pequeña loba albina, de un color blanco enfermizo.

[Alexander Weiss]

Los Profundi “Creo que el color que predominaba en ellos era el gris verdoso, aunque sus panzas eran blanquecinas. La mayor parte de su cuerpo tenía un aspecto brillante y resbaladizo, pero sus espinazos eran escamosos. Su figura era vagamente antropoide, mientras que sus cabezas eran como las de los peces, con unos ojos sorprendentemente saltones que jamás parpadeaban. En los lados de sus cuellos había unas branquias palpitantes, y sus largas manos estaban palmeadas. Caminaban cojeando de forma irregular, a veces con sus patas posteriores y a veces a cuatro patas.
-La Sombra sobre Innsmouth, H.P. Lovecraft.

Esta raza de fomori anfibios son viejos enemigos de los Garou. Las leyendas de los irlandeses sobre los terribles Fomorianos que fueron arrojados al mar por los Tuatha de Danan pueden tener su base de verdad. Su origen es antiquísimo, y habitan en todos los mares del mundo: Cornualles, Bretaña, Galicia, Nueva Inglaterra, el Caribe, las islas del Pacífico… compitiendo por los espacios marinos con otros habitantes sobrenaturales del mar como los hombres tiburón, sus más encarnizados enemigos.
Muchos Garou los consideraban extintos, pero ocasionalmente reaparecen, surgiendo de las profundidades del mar para tomar sacrificios. Por alguna extraña razón muestran una extraña predilección por aparearse con los humanos, posiblemente para compensar la degeneración genética o la corrupción del Wyrm.
Los híbridos resultantes de estas uniones antinaturales comienzan su existencia con un aspecto normal, pero su apariencia va mutando de forma gradual a medida que envejecen. Estas mutaciones aparecen de forma aleatoria e imprevisible, y se van sucediendo de forma parcial. Estos híbridos a menudo trabajan para defender la causa del Wyrm en la superficie, antes de que los cambios se hagan demasiado evidentes y viajen a las profundidades del mar para acompañar a sus parientes. Se dice que son inmortales, y en verdad algunos antiguos Profundi podrían tener varios siglos de edad.
Los Profundi veneran al Wyrm en sus encarnaciones marinas, monstruosos espíritus como Dagón, Hidra, Leviatán o Kraken, que se dice pueden haber sido los creadores de esta especie Fomori. Algunos Profundi son poderosos hechiceros y utilizan su magia para extender la corrupción, tanto en el mar como en la costa. Bajo la forma de mareas rojas y otros elementos, contaminan los bancos de peces, que al ser consumidos hacen más susceptible a la población humana a la corrupción del Wyrm.
En España los Profundi son especialmente numerosos en Galicia, donde se encuentra una colonia en la ciudad submarina de Duius, pero con el tiempo se han extendido por todo el litoral atlántico, dominando algunos pueblos sobre todo tras la crisis de la industria pesquera. Las familias Mariño, Cambarro y Loira han mezclado su sangre con la herencia de los Profundi y algunos de sus descendientes han alcanzado cargos en la administración gallega y en el gobierno. Otra colonia de Profundi más reciente se ha asentado en el Golfo de Cádiz, utilizando los desechos radiactivos de los submarinos ingleses que repostan en Gibraltar para sus fines. Se dice que estos Profundi poseen una bomba nuclear, perdida por el ejército estadounidense durante la posguerra.
Poderes Fomori: Todos los Profundi tienen Inmunidad al Delirio en cualquier grado de desarrollo. A medida que van envejeciendo desarrollan una Piel Escamosa (2 dados de absorción) y Agallas y otros atributos que les permiten vivir bajo el mar. Los más corruptos suelen desarrollar poderes adicionales como Tentáculos o Atributos Superiores.
Alejandro Combarro: Alejandro es el líder de los Profundi ibéricos. Criado en una familia de marineros, durante un viaje al Pacífico se encontró con parientes lejanos que lo iniciaron en el culto al Wyrm, en el que participó gustosamente a cambio de fortuna. En su juventud viajó por todo el mundo, visitando las colonias de su especie. Con sus compañeros comerció con desechos tóxicos y radiactivos, arrojándolos de forma clandestina en puntos naturales especialmente sensibles.
Se dice que Alejandro fue artífice del hundimiento del Prestige, aunque lo que sí está claro es que aprovechó la marea negra producida por el hundimiento del petrolero para convocar Perdiciones y espíritus de corrupción, que durante muchos años plagaron la costa gallega.
Ahora con casi setenta años, Alejandro siente de nuevo la llamada del mar, para unirse con sus parientes que habitan en las oscuras grutas submarinas de Duius. Su transformación está casi completa, pero todavía se aferra a tierra firme, donde vive en una mansión decadente, aguardando la llegada de un esposo digno para su hija Uxía.
Alejandro apenas sale de su mansión, por lo menos no de día. Su cuerpo escamoso es una mezcla de extraños rasgos de pez y anfibio. Sus enormes ojos fijos resplandecen inquietantes, y su cuerpo de monstruo está envuelto grotescamente en un traje hecho a medida. Debe apoyarse en un bastón para caminar, ya que sus enormes pies le dificultan moverse en tierra. Su mano izquierda le fue amputada por un mordisco de tiburón, y en su lugar le han surgido un manojo de tentáculos.