"Countdown" 2

Nyx (DarkOsca)
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Re: "Countdown" 2

#11

Mensaje por DarkOsca » 26 Nov 2023, 13:08

Sin tiempo para reflexionar sobre sus propios problemas Nyx ve que sus compañeros se precipitan a la noche. No, no y no. Es lo que ellos quieren, que no pensemos, que actuemos por impulsos. Eso nos hará ser descuidados, cometer errores más fácilmente. Ya no hay vuela atrás.

Tiene que intentar compensar esta excesiva impetuosidad de alguna manera. Se queda en el almacén, bloqueado. Por unos instantes duda de todo, de todos, ese ya no es su hogar, está expuesto. Pero es lo que tiene. Va a tener que empezar por allí. Recalcula. Necesita un apoyo visual que le ayude a clarificar las ideas.

Recupera una vieja pizarra, la limpia con espero. Todavía quedan trazos de un uso intensivo durante años, trazos que no podrán ser borrados. Son las cicatrices del paso del tiempo. Empieza a escribir los nombres de los tres: Montecristo, Pagliacci, Nyx. Dibuja un círculo a su alrededor y una flecha que sale hacia otro nombre: Melinda. Virgil es el siguiente en la lista, lo agrupa con un concepto casi olvidado en esta época, los Tremere. Flecha hacia Melinda.

En el lado opuesto apunta dos nombres: Reynolds y David Anderson y en grande y mayúsculas, los Shelby. Completa las flechas que relacionan todos estos términos y se queda pensando, ¿está completo el esquema o estos grandes bloques tienen algún punto más de unión? Todavía tiene la tiza en la mano, espera no tener que añadir algo más que provenga de la excursión de su compañera Caittif.

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Re: "Countdown" 2

#12

Mensaje por Voivoda » 30 Nov 2023, 19:33

columbia.png
Montecristo golpeó con frustración el volante del viejo coche. Observó a través del parabrisas delantero que había un gran cordón policial alrededor de toda la Universidad de Columbia. Coches patrulla, agentes. Pudo distinguir varias chaquetas de miembros del FBI. Se sentía enrabietado, frustrado y nervioso. Y hambriento. Eso empeoraba todo lo anterior. En el cielo se distinguía el vuelo de varios helicópteros. Habitualmente había decenas de esos aparatos que solían transportar a turistas por la Gran Manzana, o a millonarios excéntricos. Ahora la mayoría enfocaban con sus luces a distintos puntos, eran probablemente helicópteros de la fuerza aérea.

El Tremere era consciente del peligro que corría, y el pensamiento constante sobre alimentarse apenas le dejaba concentrarse. Se había movido por un impulso repentino que podía traer funestas consecuencias. Una voz dentro de él, sus propios pensamientos o quizá algo más profundo vinculado a su propia Ansia le hacía preguntarse si hacía esto por aquella Sangre Débil con la que se había encariñado o por acercarse más, acercarse de nuevo, al templo del conocimiento en el que descansaban los secretos de su propio Clan en la ciudad de Nueva York.

De nada le servía pitar al coche de delante. Y pudo comprobar que la policía iba realizando chequeos a los que se acercaban a los cordones de seguridad, pidiendo documentación e incluso pasando detectores de metales. Suponiendo que esos detectores no fueran algo más peligroso. Pensar que su hermano y chupasangres como los que gobernaban la ciudad y ahora se han recluido en sus rascacielos de lujo podían mirar todo el espectáculo desde la seguridad de sus castillos contemporáneos le enervaba.

Si Virgil estuviera delante lo mataría gustoso con sus propias manos.

OFF: Cualquier movimiento especial con el coche requeriría de una tirada de Destreza + Conducir a dificultad 3. Movimientos para no ser visto y que no impliquen el coche, Astucia + Sigilo a dificultad 4. Intentar avanzar mediante la convicción o la manipulación verbal, Carisma o Manipulación + Persuasión a dificultad 3. Cualquier otro supuesto, consulte con su Narrador :D

cazany.png
Tengo que venir más a menudo por aquí.

Pagliacci deja que el sabor de la Sangre perdure en su garganta y, sobre todo, disfruta de la sensación de ligero colocón que acompaña a la alimentación en su cerebro. Por un instante hasta olvida la culpa, la amargura, la tristeza incluso de las malas noticias del inicio de la noche. De haber tenido tiempo, hubiera vuelto a intentar verle la cara a Adam Rand. Sólo por el gusto de intentar joderle de nuevo, la Caitiff creía que seguramente esa sensación le haría sentir mejor.

Pero la noche no está para ponerse a buscar por Nueva Jersey, así que tuvo que conformarse con un paseo por los callejones de los alrededores del almacén en el que se esconde su ahora amenazada Coterie. Hacía tiempo que había descubierto que en uno de ellos había cierto trapicheo de drogas blandas. Una tontería en realidad para lo que se gestaba en los bajos fondos de Nueva York, pero suficiente como para que amenazar a la pandilla de adolescentes que movía el cotarro con mover los hilos suficientes para que acabaran siendo el juguete de algún salvaje de algún correccional de la ciudad le asegurara una fuente puntual de alimentación.

El sabor del miedo mezclado con la furia que sentía hacía ella aquel puertorriqueño aún imberbe era una sensación de poder que le llenaba su corazón muerto. Sentía que esa experiencia le convertía cada vez que la cabalgaba en el cadáver andante que no le gustaba pensar que era, pero era la jodida mejor sensación que había desde el momento en que no volvió a ver la luz del sol. No se había andado con gilipolleces. Había ido a por el chico, al que conocía de vista, y le había amenazado con la llegada inmediata de agentes de policía que empezarían preguntando a los menos blanquitos por el atentado en Manhattan. La chulería del aspirante a narco duró diez segundos antes de plegarse a la dominación completa de Pagliacci.

Lo dejó tirado en el callejón mientras echó a andar de nuevo hacia el almacén. Quizá seguía sintiéndose patética, pero ya no tan débil. Veía las piezas en el tablero con mayor claridad, aunque se estuvieran moviendo hacia los monstruos de la carne que tenían sus garras echadas en la familia Shelby.

Sólo esperaba que Montecristo no decidiera inmolarse esta misma noche.

OFF: Ansia de Montecristo 4, Ansia de Nyx 2, Ansia de Pagliacci baja a 1. Tirada de Caza --> https://discord.com/channels/6032459677 ... 3334536205


almacen3.png
Nyx se dejó caer en el desvencijado sillón mientras miraba la pizarra, los nombres, las flechas... mientras su mente viajaba hacia Montecristo y su impulsividad, acompañada de un hambre cuya tenaza podía reconocer que podía llegar a ser asfixiante, así como hacia Pagliacci. Aún flotaba en el aire la resonancia de melancolía y responsabilidad que había dejado la Caitiff al marcharse para intentar calmar su propia ansia alimenticia y para aclarar sus propias ideas.

A la mente del Brujah venían repetidamente David Anderson y Christopher Reynolds. No quería hacerse la gran pregunta. ¿Habían extorsionado al uno y le habían incitado a hacer lo mismo con el otro sólo por que él se había acercado a ellos?. ¿Había sido como el tiburón que hace huir a toda una playa llena de bañistas sólo porque nada cerca?. Nyx sentía una desagradable sensación, creciente e incómoda hacia sí mismo, al cuestionarse esa posibilidad. Y que los Shelby pudieran ser la única salida de la Coterie le dejaría probablemente una cicatriz emocional. No se lo diría a sus compañeros, pero Nyx lo sentía así y no podía engañarse a sí mismo.

Nyx suspiró al tiempo que se echó las manos a la barbilla y se reclinó con un gesto pensativo. Era consciente de que aún tenía cierta influencia y un nombre respetado en determinados lugares. Una firma de arquitectos, algunos distribuidores, transportistas, conocía a algún delineante. No le sería complicado allanar el camino para los intereses de esos monstruos que parecían haberse quedado congelados en los años 30 del siglo pasado.

¿Pero valía la pena el precio?
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Montecristo (Jebediah_Gogorah)
Investigador ocultista

Re: "Countdown" 2

#13

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 01 Dic 2023, 21:01

{ https://www.youtube.com/watch?v=TVaisTSsDVA - For Emily, Whenever I May Find Her by Simon & Garfunkel }

Montecristo golpeaba decepcionado sus puños contra el volante. Se había dejado llevar por la furia y la rabia. Y el Hambre. Cómo si la conjunción de todas ellas, resultara en una línea de semáforos verdes y una alfombra roja hasta Virgil y Melinda. Se arrepintió del tiempo perdido, y de haber casi caido en la trampa de su hermano de sangre. Si se mostraba vulnerable, la usaría para siempre contra él y el resto de la coterie. Si le tocaba un sólo pelo, le mataría como ya pensaba hacerlo. Aunque le fuera la no vida en ello.

Tenía que demostrarla que aquella Sangre Débil, no era si no eso. Un peón al que usar, y que sacrificar antes del ataque de las piezas mayores. Esquivar y blindar todos aquellos sentimientos y devolver la bilis al estómago. Había visto pasar a toda velocidad, los colosos de acero y metal, y ahora su propia estaticidad le devolvían la sangre fría y el sosiego. Melinda podía esperar... o tal vez no, pero no podía caer la trampa del nodista. Los legajos y oscuros secretos en papel del clan de los brujos podía esperar... ¿ácaso no lo había hecho durante medio siglo?... pero la bestia no. Necesitaba alimentarse cuanto antes. El resto de cordura que le quedaba lo uso para razonar. Podría sacar su vieja placa y usar su lengua de plata para camelarse a algún poli, pero luego ¿que?. Eso no le garantizaba llegar hasta su discípula. El campus de Columbia era inmenso y el cordón policial lo era aún más. Cualquier salida de tono, daría con sus huesos en un calabozo, al menos de manera preventiva. Y el tiempo no jugaba a su favor.

Entre la guerra entre la mente y el corazón, se decidió por lo primero. Se desvió por una de las calles, y buscó la primera salida de la zona, con la intención de largarse de allí. Si el tráfico no se lo permitiese, aparcaría con normalidad y cogería el metro. La cercanía a los dominios del clan tremere, le trajo la mémora de legajos ocultistas, y se le vino a la mente Amanda Adams, el suave tacto de sus muñecas y la dulzura de su vitae. Miró el reloj y supó que debía dormir a aquellas horas. Era el momento de hacerle una visita, justo antes de volver al refugio.

Sacó el móvil y sopesó si avisar a la coterie de un fracaso anunciado. Pero la templanza, sobre todo de la preocupación de aquellas noches, venció al orgullo. Escribió un escueto mensaje. <<"-Imposible entrar. Vuelvo en una hora">>

Circuló por las calles, devolviéndole el dinamismo a aquellos gigantes de cristal iluminados, esperando que algo saliera bien en aquella madrugada. Intentaba mantener el control, pero el regusto oxidado de la sangre le agarraba la laringe y casi sentía como sus encías se abrían ya en canal. Miró por el espejo retrovisor, viendo como las luces azules cada vez quedaban más lejos, y el recuerdo de Melinda se le agarró a las entrañas con un deje infinito de preocupación.
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Pagliacci (Pagliacci)
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Re: "Countdown" 2

#14

Mensaje por Pagliacci » 02 Dic 2023, 08:37

El sabor del miedo templó la ira que sentía, enviando ecos emocionales de los recuerdos de aquel joven cuya vida saboreaba. Por un instante fue capaz de percibir la ambición y la esperanza de una vida mejor, el deseo de poder, de dinero y el matiz azucarado y podredumbre que dejaban las drogas en las venas de su presa.

-Acaba con él.

La Caitiff desoyó la voz, infinitamente hambrienta, insaciable, que reverberaba en su interior. Soltó el cuerpo y lo dejó caer en el callejón, asegurándose de que todavía estaba vivo. Esta vez, había sido sucio, violento y, aun así, había disfrutado del derramamiento de su vita. Había servido a su propósito, tenía una idea mucho más clara de qué le esperaba por delante.

Regresó al almacén, abrió la pantalla del portátil y tituló el archivo:

POSIBLE AJUSTE DE CUENTAS EN LA UNIVERSIDAD DE COLUMBIA.

A las 19 de la tarde, un artefacto explosivo ha estallado en la Universidad de Columbia. Las evidencias apuntan a la presencia de un coche bomba que ha detonado en la Calle 116 dejando un número todavía indeterminado de víctimas, por el momento, tres personas se encuentran en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Presbiteriano de NY con pronóstico reservado. La policía ha acordonado la zona debido a la proximidad de la cumbre y al posible vínculo con grupos terroristas.

Sin embargo, nuevas informaciones revelan que el ataque podría estar relacionado con redes criminales infiltradas entre el profesorado. Según denuncia la familia de Melinda Kolinsky, la estudiante fue contactada por el Profesor Modi Damodardas y el Profesor Virgil Santos desapareciendo poco después. La desaparición de doce jóvenes universitarios en el campus y sus inmediaciones en lo que va de año, junto a los rumores de la presencia de una red de prostitución y trata ligada Jeffrey Epstein despierta los recelos de la comunidad.

El estallido del artefacto explosivo en las inmediaciones del Harlem apunta, pues, a la presencia de una posible lucha de poder o ajuste de cuentas entre las bandas criminales relacionadas con el tráfico de personas para fines sexuales. La policía científica ha abierto una investigación entre el profesorado.

Firma: Pagliacci.



La periodista cerró el documento con su pseudónimo. Era un tiro al aire, sin citar fuentes, jugándose su reputación y sus contactos. Pero si esta medida desesperada podía funcionar era justo ahora, cuando la incertidumbre era máxima y la gente necesitaba saber como fuera qué había pasado. La Caitiff firmó y selló el documento, enviándolo inmediatamente a la redacción de The Independent. Esperaba que Jameson se atreviera a publicarlo.

Nyx (DarkOsca)
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Re: "Countdown" 2

#15

Mensaje por DarkOsca » 04 Dic 2023, 20:49

La encrucijada se iba despejando en la mente de Nyx. Toda esa amalgama de actores pululando en un mismo escenario. Esa era la clave, el escenario, no lo que se estaba produciendo encima. Afanosamente busca entre sus papeles, teléfonos, direcciones. Contactos que ha ido ganándose a lo largo de las décadas de profesión. Es hora de ponerse en marcha, de empezar con la acción.

Tras ordenarlos y repasarlos uno a uno los incluye en varias listas que marca con diferentes colores. Tendrá que ir a por uno de esos móviles desechables que les habían recomendado usar para comunicarse. Mejor, iría a hablar con ellos cara a cara, dedicaría el tiempo necesario para ello. La mayoría deberían estar disponibles de noche.

Se queda en la mano con un último número, le da vueltas arrugando y alisando el papel, aplazando una decisión que ya tiene tomada. Sale del refugio, camina varias manzanas, se detiene ante una reliquia de otro tiempo, una cabina de teléfonos. Introduce unas monedas en la ranura correspondiente, un plan de dólares, más que de sobra para lo que tiene que decir.

-¿Señor Shelby? ¿Kurt Shelby? Soy Nyx Parker. Acepto su propuesta, empezaré a mover mis hilos. ¿Cuándo y dónde podré disponer de mi nuevo refugio?

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Re: "Countdown" 2

#16

Mensaje por Voivoda » 07 Dic 2023, 20:08

ny3.png
Antes de volver a coger el coche, Montecristo se dejó caer en un rellano de la escalera del edificio en el que vivía Amanda Adams, no demasiado lejos del almacén en el que el Tremere y sus compañeros pasaban los días. Echó la cabeza hacia atrás saboreando aún el aroma de la sangre espesa y casi estática que corría por las venas de la mujer dormida. Es como un ansiolítico que dejara en suspenso la ansiedad del vampiro durante unos minutos, a pesar de que la Bestia permanecía agazapada en el interior de sus entrañas.

Era consciente de que el hambre le había empujado a actuar por impulsos y eso le había llevado al mismo límite de su seguridad. Era de imaginar que sus compañeros de Clan tendrían distintas medidas sutiles de detección alrededor de su templo de Columbia, y había llegado a asomarse hasta la misma puerta. El pesar por Melinda y la rabia que casi tomaba la forma del odio que sentía por su hermano se acumulaban en su interior hasta el punto de hacer que casi se mordiera los labios con los colmillos.

El Tremere se levantó con el sabor agridulce de la sangre y de la amargura aún en su garganta.

A poca distancia de allí, Pagliacci cerró el portátil después de borrar el historial y cualquier posible rastro de su presencia en la Red. Ciertamente no había sufrido ningún problema por su actividad digital y era algo escéptica respecto a la supuesta peligrosidad de un espacio tan vasto como Internet para los vampiros desde la aparición de la Segunda Inquisición. En todo caso, no estaba de más evitar riesgos innecesarios.

Había jugado fuerte, quizá su reputación podía sufrir los efectos de su apuesta, pero tenía poco que perder. Al fin y al cabo ya pertenecía a una familia en la que la reputación nunca había estado por las nubes y el tiempo corría en contra de todo el grupo. Bastaba con comprobar a través de los cristales casi opacos del almacén los reflejos lejanos de las luces de los helicópteros que sobrevolaban Nueva York para entender que el cerco se iba estrechando cada vez más sobre quien fuera demasiado visible. En el fondo, lo que había hecho era encender una luz de enormes dimensiones apuntando directamente a los Tremere.

Y no sentía el más mínimo remordimiento.
ny2.png
Montecristo aparcó con suavidad delante de una pared con un graffiti reciente. La pared era una en la que los Tremere habían dibujado previamente sus círculos no demasiado lejos de vuestro refugio comunal. Ahora, sin embargo, y tal como había comentado Nyx que había visto por el barrio, la pintada estaba cubierta por otra que representaba un puño negro.

El distrito se estaba convirtiendo en lugar de interés residencial para la población nocturna. Sin estar en manos de nadie, apartado, con la población suficiente para proporcionar alimento. Cada vez entraban más actores en la obra y el tiempo corría hasta que el control policial fuera cada vez más intenso. El propio Tremere se había cruzado al llegar a Brooklyn con varias patrullas policiales, más numerosas de lo normal. La sensación de inseguridad que le recorría el cuerpo era cada vez más desagradable.

Pagliacci escuchó a distancia los pasos de Montecristo, que solía aparcar a cierta distancia del almacén. Su manera de andar era bastante particular, y la Caitiff había aprendido a distinguir cómo caminaban sus compañeros para evitar sustos en forma de visitas inesperadas. Sintió una punzada de alivio al ver entrar al Tremere en el almacén tal y como había avisado que haría finalmente. Por un momento. Pagliacci temía que el hambre y el nerviosismo le hubieran puesto en un peligro irreversible.

nyshelby.jpg

Hasta el sonido de los tonos de espera tenía un toque añejo, a tiempos cercanos, pero al mismo tiempo olvidados ya con el paso del tiempo. Nyx pensó por un momento que no usaba una cabina de teléfono desde que era adolescente. Ese pensamiento le hizo cierta gracia, pero le llenó también de una intensa melancolía. Para alguien que en la práctica era inmortal tenía su ironía pensar en momentos que nunca volverían a vivirse.

Oyó la respuesta al otro lado y su determinación se disparó. Era el pistoletazo de salida a donde fuera que le condujera su plan, pero no había marcha atrás. Su propia naturaleza era decidida, casi impulsiva en ocasiones, fruto quizá de la sangre que había heredado tras su Abrazo. Pero los Brujah rara vez se arrepentían de una decisión que ya estuviera tomada.

- Me alegro mucho de escucharle, señor Parker -escuchó Nyx una voz al otro lado que, ni siquiera aunque se esforzara, podría sonar cálida. Es más, la sensación era muy incómoda. En cualquier conversación telefónica con una persona, se podían escuchar las respiraciones o pequeños sonidos durante la charla. Entre palabra y palabra de Kurt Shelby había un silencio que incluso era sobrenatural a través de una línea telefónica- No se preocupe, tenemos espacio de sobra, pero primero, como comprenderá, necesitamos evidencias. El señor Reynolds parecía dispuesto a echarnos una mano, creo que también lo conoce, ¿verdad? -un ligero latigazo eléctrico recorre la columna vertebral de Nyx- Así que podrá mover esos hilos con rapidez y entonces seguiremos adelante con nuestro trato. ¿Cuánto tiempo necesita?*


OFF: Ansia de Montecristo baja a 3, Ansia de Nyx 2, Ansia de Pagliacci 1

*Cuando digo "cuánto tiempo necesita" es un recurso narrativo, ya que en la práctica se puede seguir con esta trama en la siguiente noche en el foro aunque en el juego en realidad hubiera noches entre medias, ya sabéis.
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Montecristo (Jebediah_Gogorah)
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Re: "Countdown" 2

#17

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 08 Dic 2023, 20:20

{ https://www.youtube.com/watch?v=WfunypX ... l=U2-Topic - Where the streets have no name by U2 }

Todo había sucedido como embuido en una especie de neblina mental. Aparcar cerca de la casa de Amanda. Esperar el momento justo para acceder al portal. Disimular en su ascenso. Introducir la llave que se había agenciado en el pomo con sigilo. Moverse en silencio por la moqueta y llegar hasta la habitación. Ver lo bella, palpitante y caliente que ella estaba. Sentir su muñeca en su boca y succionar con el mayor mimo posible sin romper su plácido descanso. Sentir como la bestia pedía más y marcar el límite, con una promesa cercana y futura de volver a por más, que pudiera calmar al ente que había secuestrado su alma, y que medio siglo después aun le seguía pareciendo un extraño.

Luego en el rellano, le vinieron todos los detalles. El portátil encendido en la mesa del salón con su set de micrófonos con los que grababa sus podcasts. Sus guiones amontonados en las sillas. Sus gatos persas huyendo de la presencia de Montecristo. La vista de la ciudad donde las calles no tienen nombre...

Durante la vuelta a casa, se perjuró no dejarse dominar por ella. Se apuntó como tarea mental la necesidad de hacer crecer su rebaño... pero esa, y otras tantas tareas, estaban ahora supeditadas a algo más importante. Melinda. Salvar su refugio. En ese órden. Mientrás la radio seguía intercambiando comentarios entre mesas de redacciones y enviados especiales, con cada uno de aquellos periodistas lanzando las conjeturas y mentiras necesarias que afianzaran la postura de su medio. ¿Estabamos ante otro atentado extranjero en la tierra de la libertad? ¿Estaba la Universidad de Columbia ante otro hecho que ponía en tela de juicio la segunda enmienda? ¿Era todo parte de una conspiración que como el 11-S solo servía de cortina de humo para disparar la economía que solo un conflicto bélico podía inyectar en el PIB del Tio Sam?

Salió del coche con todo aquel batiburrillo de información en la cabeza, quejándose porque no supieran la auténtica verdad. Porque no existiera una relación directa entre aquel mundo y el mundo de la noche donde los vástagos movían los hilos. El olor a pintura húmeda le hizo girarse hacia el mural. El puño negro alzado tapaba ahora los círculos tremere. Las piezas en el tablero seguían movíendose. Olía a rebeldía y a calles manchadas de sangre.

Entró en el refugio avergonzado por su espantada casi pueril y de sangre caliente, con el pelo cubriendo su rostro. Saludó a Pagliacci con desgana y con desánimo. Soño con ser paladín y haber entrado con Melida en brazos y gritar a los cuatro vientos y a sus compañeros, que mientras estuvieran juntos, nada podría pasarles. Pero era mentira. La cuerda no soportaría muchas noches más. La guillotina pendía de un hilo.

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Pagliacci (Pagliacci)
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Re: "Countdown" 2

#18

Mensaje por Pagliacci » 09 Dic 2023, 19:24

Pese al abatimiento que sentía, había experimentado un cierto alivio al enviar el artículo de prensa a Jameson. Era consciente de que aquello quemaría su nombre como periodista, pondría en riesgo a The Independent y, lo peor de todo, enturbiaría su relación con el editor, uno de los pocos amigos que le quedaban. Había mentido, pero, en cierto modo, también había sacado a la luz una verdad no escrita, arrojando sal a una herida abierta y profunda bajo la piel de la humanidad. Poner esos dos nombres, blanco sobre negro, en un periódico esperaba que disparara una poderosa investigación, con luz y taquígrafos, sobre el papel de la Universidad en el asunto. Y, de algún modo u otro, el clan Tremere se vería dañado, aún más.

Pagliacci nunca había sido su verdadero nombre, había sido un pseudónimo con el que había comenzado a publicar sus primeros artículos en la revista de la facultad. Le había parecido natural mantenerlo en su no-vida, como un alter ego resucitado que dejaba atrás su verdadero yo, enterrado en Ellis Island. Montecristo y Nyx nunca le habían preguntado como se llamaba en realidad o de dónde venía y ella les había devuelto el favor. No importaba, no era nadie. Pero, desde esta noche, Pagliacci sería un objetivo del Clan Tremere, quizás también una heroína para la causa, y la chupatintas saboreaba la sensación de pánico que imaginaba en Modi y Virgil al ver su nombre en los rotativos, casi podía oler el sudor metálico de sus pieles no muertas y a la bestia de los brujos retorcerse en su interior.

Más allá de su propio futuro profesional, le preocupaba Jameson. Pero, sobre todo, le preocupaba su hija, Melinda Kolinsky, esto lo había hecho por ella. Quizás no la volviera a ver, sabía que una vez en las garras de los usurpadores, las probabilidades de que escapara con vida eran mínimas. Precisamente, por esta razón, había sentido tanta satisfacción al hundir la pluma en el podrido corazón del clan.

La Caitiff se alzó, dejando su ordenador tras de sí, como una pistola todavía humeante. Dirigió la mirada a sus compañeros y observó tanto al agotado Montecristo, como al estresado Nyx, cuyo teléfono no había dejado de sonar.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí. Vendrán a por nosotros.

Montecristo (Jebediah_Gogorah)
Investigador ocultista

Re: "Countdown" 2

#19

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 12 Dic 2023, 18:25

{ https://www.youtube.com/watch?v=XaSVkb_ ... ChubeMania - Lullaby by Low }

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.

Las palabras de Pagliacci resuenan en su conciencia. Rebotan con narcótico dolor en cada punto cardinal de su cráneo en un eco maldito. Tanto tiempo. Tantas vidas. Por un momento cierra los ojos, y desea preguntar, desafiante, por aquel sentenciador y funesto anuncio. Esquivar la realidad y mantener el bastión a salvo de tormentas.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.

Crónica de una huida anunciada. Pero ¿ácaso le restaba eso dolor?. Tantos libros. Tanta historia. Tantas noches llenas de vino y rosas, y otras tantas de hiel y derrota. Tantas lágrimas de sangre por las injusticias y el ostracismo. Tantas maquinaciones en busca de la venganza más fría posible.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.


En aquel diminuto pero gran mundo. En su pequeña biblioteca de Alejandría. En su particular madriguera de Alicia. Allí donde había caido Melissa y había aprendido aquel otro mundo. Instrospecto mundo del cainita y el primer último viaje del héroe en una noche casi infinita.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.

En aquellas cuatro paredes donde rezumaba magia. Donde el velo había sido rasgado tantas veces. Donde páginas doradas se habían vuelto cenizas. Donde la daga había cruzado las pieles y sesgado botones.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.

Avanza hacia su rincón de oscuridad infinita intentando que aquellas palabras sean mentira. El resultado de un mal sueño. Revisa las apenas dos cajas donde guarda sus tesoros más preciados. Aquellas que salvar del incendio. Aquellas que creyó nunca tener que salvar. Volúmenes de imposible lógica. Grimorios de arcanos prohibidos. Legajos con secretos oscuros. Melodías escritas de danzas macabras.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.

Vierte el líquido parduzco en el acuario que hace que las lampreas vomiten sangre y mueran infladas como globos, saliendo hacia la superficie, y echando hasta el fondo el telón rojo de su último espectáculo. La pluma del cuervo. Los ojos de serpiente. Los huesos del mono.

-Esta debe ser nuestra última noche aquí.

Abre un bajo de un mueble y confirma la presencia de aquellos dos pequeños bidones de gasolina. Como en los viejos tiempos, siente el tacto de su revólver, que amartilla ante un ahora invisible enemigo. Por un momento se siente invencible. Lo que tarda en resonar un nuevo eco en su cabeza sobre la última noche allí.

-Vendrán a por nosotros.

Nyx (DarkOsca)
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Re: "Countdown" 2

#20

Mensaje por DarkOsca » 13 Dic 2023, 20:18

Manteniendo lo máximo posible la compostura, sabiendo que no tiene la sartén con el mango y que no es el momento de darle la vuelta a la situación, Nyx elucubra un plan que pueda contraponer al de Shelby. Se siente intimidado ante el tono de su interlocutor y nota que la pausa ante la pregunta ya es demasiado larga.

-3 noches.

No deja de ser una patada hacia adelante pero quizá sea tiempo suficiente para preparar algo. Cuelga precipitadamente, alterado, alerta, pensando que quizá haya firmado su sentencia de muerte. Vuelve taciturno hacia el almacén donde espera encontrarse a sus amigos.

Todavía estaba vacío. Saca la lista que había preparado previamente y va nombre por nombre enviando un único mensaje. Llámame desde un teléfono público y se sienta a esperar la respuesta.

Sus compañeros van llegando y Pagliacci suelta la bomba. Nyx silencia el móvil y obseva atentamente a la periodista.

-Explícate, por favor.

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