[Ambientación] Títulos Anarquistas
Publicado: 20 Jul 2019, 07:59
Hace un tiempo me interesé por los cargos que acompañaban al Barón Anarquista, el gobernante de una ciudad para la causa, porque si bien los cargos de la Camarilla (arconte, justicar, sheriff, azote, etc.) son bien conocidos y los del Sabbat también, los títulos de una organización que se caracteriza por su falta de redes de autoridad podrían parecer una contradicción en sí mismos. Sin embargo existen, en las páginas 40 y siguientes de La Guía de los Anarquistas de 3a edición, se enumeran unos cuantos títulos o cargos que ofrecen un medio de entender como funciona un dominio anarquista.
BARÓN
Este es el único título universal utilizado por el Movimiento Anarquista con relación al terreno político. Daremos una definición sencilla del cargo: un barón es el equivalente anarquista de un príncipe. Los anarquistas (o al menos aquellos anarquistas lo suficientemente inteligentes como para contar con cierta experiencia sin acabar siendo empalados o saludando al amanecer) saben que cualquier territorio con una mínima población vampírica necesita a alguien que actúe como moderador.
Incluso en este caso la percepción lo es todo. La elección del término “barón” no es accidental. En la sociedad feudal, el rey es todopoderoso y el príncipe casi lo es. Sin embargo, un barón es algo más parecido a un señor local, un terrateniente, alguien que puede gobernar al pueblo, pero que no ostenta ningún poder supremo. El título fue escogido precisamente porque es menos absoluto que el
del príncipe.
(Algunos anarquistas argumentan que cualquier alusión a una sociedad feudal es poco apropiada y que el título administrativo debería ser algo más parecido a gobernador, presidente o algún otro término moderno. Sin embargo, los antiguos de la secta impusieron su punto de vista sobre el asunto. La explicación oficial fue que los títulos alternativos “carecían de dignidad”, pero el motivo
real fue el de evitar crear confusión con los cargos y las instituciones oficiales. Muchos antiguos anarquistas no confían demasiado en la inteligencia de algunos de sus miembros más jóvenes).
[...]
EMISARIO
Este cargo es informal, los emisarios también son llamados embajadores, heraldos y (por los miembros más cínicos de la secta) reemplazables. El Movimiento Anarquista está rodeado de enemigos (o como mínimo, de rivales). En la mayoría de las ciudades, los anarquistas se entremezclan con Vástagos de la Camarilla. En la Costa Oeste, los restos del Estado Libre Anarquista lucha por mantener su independencia del Mandarinato de la Nueva Promesa. Las cuadrillas nómadas suelen cruzar territorio Sabbat, momento en el que tienen poco margen de maniobra para cometer errores.
Algunos anarquistas, por extraño que nos parezca, deben convertirse en portadores de ramas de olivo, negociando, regateando y participando en los juegos de prestación y diplomacia en aras de la supervivencia del movimiento.
[...]
BARRENDERO
Los barones prefieren utilizar el término “contable” o “censor” para el vampiro que ocupa esta posición, Aunque la mayoría de anarquistas utiliza la expresión barrendero, procurador, Sherlock o ábaco. Esta plétora de nombres, alguno de los cuales bordea lo cómico, sugiere que los anarquistas no se toman demasiado en serio a estos Vástagos. Es cierto, pero aunque su burla es genuina, está teñida del temor de lo que estos vampiros podrían representar. [...]
El deber de un barrendero es sencillo. Debe frecuentar la Zona, los suburbios, los clubes nocturnos, así como cualquier otro lugar susceptible de atraer a los Vástagos y en especial a los jóvenes recién llegados, encargándose de observar rostros, apuntar nombres, actitudes, habilidades, clan y cualquier otra cosa que pueda descubrir. Esta información no se utiliza para ningún propósito oscuro, simplemente se le entrega al barón para que este tenga una cierta idea de la identidad de los ocupantes de su ciudad.
Como es natural, muchos miembros del Movimiento Anarquista no están de acuerdo con ello.
[...]
CAMALEÓN
Título informal, conocido como Bond (por James Bond), topo, submarino o sub. Un camaleón es un anarquista que goza de cierto grado de autoridad en alguna de las otras sectas. La vasta mayoría de las veces suele referirse a la Camarilla, aunque existen camaleones en el Mandarinato de la Nueva Promesa y en el Sabbat.
Estos vampiros deben ser maestros del engaño, ya que su relación con el Movimiento Anarquista tiene que permanecer en secreto. Su trabajo suele centrarse en la recogida de información, ya que ésta ha salvado en incontables ocasiones la existencia de más de un anarquista que se encontraba a unas pocas noches de enfrentarse a la ira del príncipe. Ocasionalmente, sus deberes se extienden más allá, transfiriendo fondos y recursos (incluso comerciando con favores) hacia los anarquistas, siempre que puedan hacerlo sin ponerse en peligro.
[...]
SALVAGUARDAS
El peligro de estos infiltrados consiste en que a veces (en realidad, la mayoría de las veces) son descubiertos. Los líderes anarquistas no se preocupan demasiado de la seguridad del camaleón, ya que aunque prefieren que mantenga su integridad intacta, saben que era consciente de los riesgos que acompañaban al cargo. Lo que puede ser mucho más importante y peligroso es la información que podría revelar a los antiguos si fuera interrogado tras ser descubierto. [...]
A parte de eso, los camaleones suelen ser sujetos a un uso intensivo de la Dominación y otros condicionamientos mentales (de forma voluntaria, por supuesto). Los líderes anarquistas entierran recuerdos, implantan una feroz resistencia a la interrogación y realizan todos los nudos mentales que pueden para proteger al camaleón (y a los anarquistas) de los Vástagos de la secta donde éste se infiltre.
BARÓN
Este es el único título universal utilizado por el Movimiento Anarquista con relación al terreno político. Daremos una definición sencilla del cargo: un barón es el equivalente anarquista de un príncipe. Los anarquistas (o al menos aquellos anarquistas lo suficientemente inteligentes como para contar con cierta experiencia sin acabar siendo empalados o saludando al amanecer) saben que cualquier territorio con una mínima población vampírica necesita a alguien que actúe como moderador.
Incluso en este caso la percepción lo es todo. La elección del término “barón” no es accidental. En la sociedad feudal, el rey es todopoderoso y el príncipe casi lo es. Sin embargo, un barón es algo más parecido a un señor local, un terrateniente, alguien que puede gobernar al pueblo, pero que no ostenta ningún poder supremo. El título fue escogido precisamente porque es menos absoluto que el
del príncipe.
(Algunos anarquistas argumentan que cualquier alusión a una sociedad feudal es poco apropiada y que el título administrativo debería ser algo más parecido a gobernador, presidente o algún otro término moderno. Sin embargo, los antiguos de la secta impusieron su punto de vista sobre el asunto. La explicación oficial fue que los títulos alternativos “carecían de dignidad”, pero el motivo
real fue el de evitar crear confusión con los cargos y las instituciones oficiales. Muchos antiguos anarquistas no confían demasiado en la inteligencia de algunos de sus miembros más jóvenes).
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EMISARIO
Este cargo es informal, los emisarios también son llamados embajadores, heraldos y (por los miembros más cínicos de la secta) reemplazables. El Movimiento Anarquista está rodeado de enemigos (o como mínimo, de rivales). En la mayoría de las ciudades, los anarquistas se entremezclan con Vástagos de la Camarilla. En la Costa Oeste, los restos del Estado Libre Anarquista lucha por mantener su independencia del Mandarinato de la Nueva Promesa. Las cuadrillas nómadas suelen cruzar territorio Sabbat, momento en el que tienen poco margen de maniobra para cometer errores.
Algunos anarquistas, por extraño que nos parezca, deben convertirse en portadores de ramas de olivo, negociando, regateando y participando en los juegos de prestación y diplomacia en aras de la supervivencia del movimiento.
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BARRENDERO
Los barones prefieren utilizar el término “contable” o “censor” para el vampiro que ocupa esta posición, Aunque la mayoría de anarquistas utiliza la expresión barrendero, procurador, Sherlock o ábaco. Esta plétora de nombres, alguno de los cuales bordea lo cómico, sugiere que los anarquistas no se toman demasiado en serio a estos Vástagos. Es cierto, pero aunque su burla es genuina, está teñida del temor de lo que estos vampiros podrían representar. [...]
El deber de un barrendero es sencillo. Debe frecuentar la Zona, los suburbios, los clubes nocturnos, así como cualquier otro lugar susceptible de atraer a los Vástagos y en especial a los jóvenes recién llegados, encargándose de observar rostros, apuntar nombres, actitudes, habilidades, clan y cualquier otra cosa que pueda descubrir. Esta información no se utiliza para ningún propósito oscuro, simplemente se le entrega al barón para que este tenga una cierta idea de la identidad de los ocupantes de su ciudad.
Como es natural, muchos miembros del Movimiento Anarquista no están de acuerdo con ello.
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CAMALEÓN
Título informal, conocido como Bond (por James Bond), topo, submarino o sub. Un camaleón es un anarquista que goza de cierto grado de autoridad en alguna de las otras sectas. La vasta mayoría de las veces suele referirse a la Camarilla, aunque existen camaleones en el Mandarinato de la Nueva Promesa y en el Sabbat.
Estos vampiros deben ser maestros del engaño, ya que su relación con el Movimiento Anarquista tiene que permanecer en secreto. Su trabajo suele centrarse en la recogida de información, ya que ésta ha salvado en incontables ocasiones la existencia de más de un anarquista que se encontraba a unas pocas noches de enfrentarse a la ira del príncipe. Ocasionalmente, sus deberes se extienden más allá, transfiriendo fondos y recursos (incluso comerciando con favores) hacia los anarquistas, siempre que puedan hacerlo sin ponerse en peligro.
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SALVAGUARDAS
El peligro de estos infiltrados consiste en que a veces (en realidad, la mayoría de las veces) son descubiertos. Los líderes anarquistas no se preocupan demasiado de la seguridad del camaleón, ya que aunque prefieren que mantenga su integridad intacta, saben que era consciente de los riesgos que acompañaban al cargo. Lo que puede ser mucho más importante y peligroso es la información que podría revelar a los antiguos si fuera interrogado tras ser descubierto. [...]
A parte de eso, los camaleones suelen ser sujetos a un uso intensivo de la Dominación y otros condicionamientos mentales (de forma voluntaria, por supuesto). Los líderes anarquistas entierran recuerdos, implantan una feroz resistencia a la interrogación y realizan todos los nudos mentales que pueden para proteger al camaleón (y a los anarquistas) de los Vástagos de la secta donde éste se infiltre.