[Edad Romana] Dacia

Requiem, Estirpe de Oriente, E. Victoriana, E. Romana, etc.
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Alexander Weiss
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Re: [Edad Romana] Dacia

#21

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:09

Imagen CLANES POPULARES

CAPADOCIOS
Algunos Constructores de Tumbas viajaron lejos, investigando los ritos funerarios de los pueblos en torno al Mar Negro ya en la época de los antiguos griegos, pero no llegarían en gran número a la Dacia hasta la conquista romana, cuando acompañaron a los vampiros del Senado Eterno que necesitaban de sus servicios para la construcción de catacumbas y refugios.
Los Capadocios de la Dacia son mineros expertos, habiendo creado necrópolis bajo la tierra y en las montañas, para dar cobijo a los no muertos y ocultarlos de los rayos del sol. En el proceso, también han conseguido controlar varias explotaciones mineras, y como resultado, disponen de grandes riquezas. No todo el oro y la plata de la Dacia termina en las arcas de los mortales. Varios Capadocios utilizan esos recursos para enriquecerse y financiar sus proyectos personales. La mayor parte del clan en la provincia se concentra en las ciudades de Ampellum y Dierna.
En sus excavaciones mineras, los Capadocios de la Dacia no sólo han encontrado riquezas en el subsuelo, sino también las ruinas de los antiguos dacios y espíritus largo tiempo olvidados. Los Constructores de Tumbas más esotéricos también han conseguido aliados y contactos entre estos espíritus.

Tito Fidelio Dálmata
Tito nació como esclavo en Dalmacia, y cuando era pequeño sufrió un accidente y cayó desde un segundo piso. Curó mal y quedó encorvado, por lo que su amo lo entregó a Medoro, otro de sus esclavos: un ingeniero de minas anciano que estaba perdiendo fuerzas con la edad y necesitaba un asistente personal.
Aprendió mucho del anciano, que se mostró agradecido por su ayuda, y lo tomó como su aprendiz. Cuando el anciano murió, Tito era el más adecuado para sucederle. Conocía todo lo necesario para construir túneles y aparejos para la explotación de minas, y desempeñó su trabajo tan bien que consiguió comprar su libertad, convirtiéndose en un liberto de su amo.
Se convirtió en un hombre próspero, encargándose de la administración de varias minas en Dalmacia, y desarrollando ingeniosos métodos de extracción para aprovechar todo el mineral posible. Con el tiempo su espalda encorvada comenzó a causarle tremendos dolores y terminó aceptando el Abrazo de un vampiro Capadocio interesado por sus conocimientos de ingeniería.
En su nuevo estado, Tito seguía igual de encorvado, pero por lo menos ya no le afectaba el dolor. Dirigió sus técnicas a la construcción y protección de refugios para otros vampiros, y al igual que en vida, sus servicios fueron muy solicitados. Cuando el emperador Trajano conquistó la Dacia, varios vampiros romanos solicitaron que Tito acudiera a la provincia para trabajar para ellos.
Tito acompañó a los mineros dálmatas que viajaron a la Dacia para explotar los yacimientos de oro y metales preciosos de las montañas. Fue bien recompensado y le fue cedido el dominio de Ampellum para que lo administrara en nombre del Senado Eterno. Desde entonces no ha dejado de buscar y excavar yacimientos de minerales, al mismo tiempo que ha utilizado a los mineros para crear una necrópolis laberíntica que sólo él conoce hasta el último detalle. Con el tiempo también ha creado algo de progenie y se ha asociado con otros vampiros Populares.
Poco antes de abandonar Dalmacia, Tito se había convertido al cristianismo. Sus creencias son su secreto personal, y aunque no es especialmente devoto, sí cree lo suficiente para mostrarse considerado con los pobres y marginados. También se muestra protector hacia los cristianos dacios, y en ocasiones los ha ayudado a evitar la persecución, además de construir iglesias subterráneas para ellos.
Tito tenía unos cuarenta años cuando fue Abrazado. Es un pequeño hombre pálido y de cabello rizado y azabache, con profundas entradas, nariz aquilina y rostro severo. Lo que más destaca en su figura es la pequeña joroba de su espalda, que lo obliga a ir encorvado, aunque siempre va vestido con togas limpias y se comporta con dignidad. Está más que acostumbrado a las burlas ocasionales, a las que reacciona con estoicismo y paciencia, pero burlarse de su discapacidad es la mejor manera de perder cualquier posibilidad de amistad o alianza.
Abrazo: 75
Generación: 8ª
Disciplinas: Auspex 3, Fortaleza 3, Mortis 2, Potencia 2
Sendas de Mortis: Podredumbre de la Tumba 2
Via Luminitatis (Caeli): 5

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Re: [Edad Romana] Dacia

#22

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:10

Imagen GANGREL
Los Gangrel han sido tradicionalmente un clan numeroso en la Dacia, posiblemente el segundo en número tras los Dragones, pero aunque muchos Errantes Abrazaron entre las tribus dacias, otros preferían vagar en la naturaleza, solos o en manadas, compitiendo con los feroces Lupercos, o cayendo por sorpresa sobre asentamientos aislados, comportándose de forma no muy diferente a las bestias con las que se relacionaban.
Cuando los romanos conquistaron la Dacia, los Gangrel les hicieron frente, luchando contra los vampiros que acompañaban a los invasores. Fue una lucha encarnizada, en la que muchos cayeron, no sin causar todo el daño posible a sus enemigos. Sin embargo, no estaban bien preparados para la superioridad estratégica de los romanos y de sus manipuladores no muertos, que enviaban a destacamentos de cazadores en busca de los Gangrel durante el día, quemándolos en sus arboledas o exponiéndolos a la luz del sol.
Cuando los Dragones pactaron con los vampiros del Senado Eterno, los Gangrel dacios se sintieron traicionados. Muchos descargaron su furia contra los Dragones, mientras que otros se exiliaron fuera de la Dacia, uniéndose a las tribus libres de las fronteras, y azuzándolas contra sus enemigos. Dacios, godos, sármatas...los bárbaros son aliados y reclutas excelentes para la guerra contra la civilización que arrasa los lugares sagrados y arboledas de los Gangrel para crear un orden que rechazan. Sin embargo, los vampiros romanos han aprendido a defenderse y también han tomado represalias. Aunque el rencor permanece, también existe cierto respeto reticente al poder y la crueldad del enemigo.
Algunos Gangrel también acudieron con los romanos, pero los Gangrel dacios los desprecian, considerándolos poco menos que perros domesticados sujetos al yugo del Senado Eterno.

Alba Estriga
Balas era la hija de un caudillo de los dacios. Nació en un parto doloroso que se llevó a su madre, una niña albina nacida bajo la luna llena. Su padre, dolorido por la pérdida de su esposa, quiso deshacerse de aquel bebé enfermizo, pero una de las comadronas que había asistido en el parto pidió cuidar de la niña, que decía había sido bendecida por la luna.
Con diez años la niña fue presentada a su padre, y quienes la escuchaban decían que hablaba con la voz de los dioses. Su madre adoptiva le había enseñado sus artes y magia. Su padre la reconoció como su hija, y pasó a formar parte de su consejo.
Aunque de sangre real por nacimiento, Balas prefería dedicarse a reverenciar a los dioses de su pueblo, realizando sacrificios para ellos. Los espíritus le hablaron de la guerra que se avecinaba, y ella aconsejó a su padre.
Los dacios lucharon contra los romanos, pero ellos también tenían su propia magia y sus dioses. A pesar de que lucharon valientemente, los dacios fueron derrotados, el padre de Balas murió y ella prefirió huir a los bosques y entregar su vida antes que vivir como una esclava.
Pero uno de los dioses del bosque no estaba dispuesto a permitirlo. Abrazó a Balas y ella resucitó como una diosa feroz y bestial. Corrió con los otros dioses del bosque, como una manada de lobos, y cuando llegó el momento, su sire la llamó a su lado. La magia y su sangre real habían quedado atrás, para ella sólo estaba el bosque y las voces de los árboles y los animales.
Luchó junto a los demás Gangrel en varias batallas, emboscando a los vampiros romanos y también en ocasiones a sus cobardes aliados. Sus hermanos y su sire terminaron cayendo uno tras otro, y a mediados del siglo III se encontró sola, en el bosque sagrado donde había recibido el don oscuro. Había crecido en poder y otros acudieron a ella en busca de ayuda y consejo.
Con el nombre de Alba Estriga, en el siglo III es la líder de los Gangrel de la Dacia. Mientras envía a otros Gangrel y sus aliados a agitar las tribus bárbaras de las fronteras, Alba recorre en silencio los territorios de sus enemigos, observando y aguardando el momento de desatar su furia. Luchar como lobos no ha servido para vencer, ahora se mueve en silencio, como un fantasma en la noche, cazando como un ave nocturna y desapareciendo en la oscuridad. Respeta a quienes mantienen las antiguas costumbres y reverencian la naturaleza, pero también es muy despiadada con los intrusos que invaden su arboleda sagrada sin ser invitados.
Alba tenía unos veinte años cuando fue Abrazada. Es una mujer albina muy delgada, cubierta con extraños símbolos dacios. Tiene una larga cabellera castaña clara, y sus ojos son completamente oscuros. Cuando muestra sus dientes, son igualmente negros como la noche. Quienes la han visto han creído ver un fantasma o un espíritu de los bosques. De noche, suele adoptar la forma de una lechuza para observar sin ser vista, pero cuando convertirse en una feroz loba blanca si tiene que hacer frente a sus enemigos.
Generación: 7ª
Disciplinas: Animalismo 4, Auspex 2, Celeridad 3, Fortaleza 4, Ofuscación 2, Protean 4
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Re: [Edad Romana] Dacia

#23

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:12

Imagen TOREADOR
Los antiguos Toreador de Grecia recuerdan sus guerras contra los Dragones, que dieron lugar a leyendas sobre batallas entre dioses y monstruos. Sin embargo, con el tiempo, ambos clanes intercambiaron embajadas para delimitar sus territorios, y aunque las alianzas eran excepcionales, por lo menos aprendieron a evitarse mutuamente. El clan encontraba poco de valor en las tierras salvajes e incivilizadas de los dacios.
Tras la conquista romana, unos pocos Toreador han acudido a la provincia, a menudo como comerciantes o para ofrecer su arte a los habitantes de la Dacia, tanto mortales como inmortales. El anfiteatro de Sarmizegetusa se ha convertido en un punto de encuentro para los Toreador de la zona. Todo tipo de artesanos y orfebres suelen acudir al menos un tiempo para trabajar al servicio de los señores dacios con su arte, y algunos incorporan en su obra los diseños nativos, pero aparte de estas excepciones, el conjunto del clan no muestra mucho interés por el arte de los dacios.
El grupo más destacado de Toreador presentes en la Dacia es un grupo constituido como una compañía teatral, que realizan giras en las ciudades, y algunos de sus miembros incluso permanecen durante largas temporadas.

Alejandro de Histria
Alejandro nació en una familia griega de la ciudad de Istros, en la costa del Mar Negro, una colonia creada para comerciar con los getas y pueblos del Danubio. La familia de Alejandro se había enriquecido con el comercio y el cultivo de trigo, y cuando tenía quince años, acompañó a su padre en un viaje a la Hélade, visitando el santuario de Delfos y la ciudad de Atenas.
Alejandro quedó maravillado por lo que vio. Lo que más le gustó fue el teatro. Convenció a su padre para que le comprara varias obras de teatro, que se convirtieron en su tesoro más querido. Con el tiempo llegó a escribir sus propias obras, a partir de las historias sobre héroes que escuchaba.
En los años siguientes viajó de nuevo a Atenas para disfrutar del teatro, e incluso convenció a una compañía para que viajara a Istros, donde los ciudadanos quedaron tan encantados, que ordenaron la construcción de un pequeño teatro para realizar representaciones.
La pasión de Alejandro atrajo la atención de Lisias, un vampiro ateniense del clan Toreador, quien le dio el Abrazo. Permaneció varios años con él, hasta que un desencuentro lo llevó a exiliarse en su ciudad natal. Sus padres habían muerto en su ausencia, y él era el único Vástago presente en la ciudad. En su retiro escribió varias obras teatrales, y se carteó con otros miembros de su clan.
Su soledad fue interrumpida por la llegada de otro vampiro, Agatocles de Atenas, con su compañía de cómicos. Agatocles lo sedujo con su oratoria y conocimiento, y no tardaron en convertirse en amantes. Aunque en principio Agatocles pensaba en aprovecharse de su compañero, con el tiempo le cobró afecto y ahora son inseparables.
Una de las consecuencias de la llegada de Agatocles fue sacar a Alejandro de su retiro. Juntos viajaron formando una compañía teatral, realizando representaciones en distintos teatros. Durante el siglo I visitaron la Dacia, donde contribuyeron a la construcción del anfiteatro de Sarmizegetusa, y donde se estrenaron varias de las obras teatrales de Alejandro, que se sentía especialmente orgulloso.
Mientras Agatocles es el representante de la compañía, Alejandro aporta su talento. Se ha ganado la admiración de otros vampiros, especialmente de su propio clan, aunque Alejandro es bastante tímido y prefiere mantener un perfil discreto. Podría pedir bastante favores políticos, pero sólo lo haría para protegerse, y no tanto para beneficiarse personalmente.
Alejandro era un hombre de casi treinta años cuando fue Abrazado. Alto y delgado, tiene abundante cabello rizado y castaño oscuro, ojos azules y un andar ligeramente desgarbado. Viste con túnicas lujosas, y siempre tiene unas tablillas a mano para apuntar las ideas que se le ocurren. Aunque en ocasiones ha actuado en el escenario, especialmente a instancias de su amante, normalmente prefiere permanecer en segundo plano debido a su timidez.
Abrazo: 25 a.C.
Disciplinas: Auspex 3, Celeridad 3, Fortaleza 1, Potencia 1 Presencia 2
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Re: [Edad Romana] Dacia

#24

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:14

CLANES PEREGRINI
Imagen ASSAMITAS
El Clan de los Cazadores no era desconocido en la Dacia, aunque su presencia se limitaba a las visitas ocasionales de embajadores y diplomáticos ante los señores del lugar. Con la conquista romana y la expansión de las rutas comerciales entre Oriente Medio y el Imperio Romano, la presencia de los Assamitas se convirtió en una presencia más frecuente, aunque no por ello menos reducida.
Algunos miembros del clan han servido como guardaespaldas y mercenarios, otros como comerciantes, pero su presencia no suele durar más allá del objetivo de sus intereses y servicios. La presencia de auxiliares sirios en el ejército romano de la Dacia, ha traído con ellos a algún miembro ocasional del clan, pero siempre se trata de decisiones individuales.

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Re: [Edad Romana] Dacia

#25

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:16

Imagen BRUJAH
Los Brujah llegaron a la Dacia antes de la conquista romana. Varios miembros del clan, en su conflicto con los vampiros romanos, fueron expulsados o huyeron más allá de las fronteras del imperio. Algunos visionarios del linaje vieron en el reino de los dacios la posibilidad de crear un poder que hiciera frente a sus enemigos, y varios guerreros nativos recibieron el Abrazo durante las guerras contra los romanos.
Sin embargo, la presencia de los Brujah siempre ha estado mediatizada por el dominio de los Dragones. Aunque tener enemigos en común puede haber contribuido a estrechar lazos, cuestionar la autoridad de los señores del lugar provocaba consecuencias sangrientas, y los Brujah terminaban descubriendo muy a su pesar que la tiranía de los Dragones no era mejor que la tiranía de Roma.
Irónicamente, la conquista romana ha proporcionado a los Brujah de la Dacia más libertad de la que pensaban. Muchos vampiros romanos buscan alianzas improbables simplemente para sobrevivir en lo que consideran un territorio hostil y en el que necesitan aliados, y los Brujah en ocasiones están dispuestos a ayudarles.
No obstante, existe cierta división entre los Incendiarios, entre los Brujah dacorromanos, que ven en la llegada de la civilización una oportunidad de crear un dominio poderoso y duradero, y los Brujah bárbaros, Abrazados entre dacios, godos y sármatas, y que no quieren otra cosa que expulsar a los romanos de la Dacia aunque eso signifique arrasarla.

Agatocles de Corinto
Agatocles nació en la ciudad de Corinto, el hijo de un ciudadano griego de la ciudad. Cuando los corintios se rebelaron contra Roma, la ciudad fue destruida en represalia y muchos de sus habitantes vendidos como esclavos, Agatocles, con sólo doce años, se encontraba entre ellos.
Debido a su presencia, terminó trabajando en una casa de baños de Atenas, asistiendo a los clientes y saciando sus deseos. Unos años después, uno de los clientes de la noche, se sintió atraído por el joven, y tras descubrir que sabía leer y escribir, escuchó su historia. Impulsado por el deseo y satisfecho por su cultura, terminó dándole su sangre.
Agatocles aprendió mucho de su sire, conocimientos mundanos y la historia de su clan, así como de la gloria de Cartago, destruida por Roma. Sin embargo, había mucho más que no le había contado: el asesinato de varios vampiros romanos del clan Ventrue, que le había obligado a huir y ocultarse. Sin embargo, la venganza de sus enemigos terminó llegando y fue destruido por unos asesinos romanos. Dejaron a Agatocles, cuya existencia desconocían.
Temeroso de terminar como su sire, Agatocles siguió a una compañía itinerante de teatro, y terminó refugiándose en la ciudad griega de Histria, junto al Mar Negro. Fue allí donde conoció a Alejandro, un vampiro del clan Toreador, y que también era un amante del teatro. Ambos formaron una sociedad, y aunque al principio Agatocles se aprovechó de su ingenuidad y buena fe, con el tiempo le fue cogiendo cariño y se convirtieron en amantes.
Desde entonces ambos vampiros viajan por las provincias romanas del este de Europa, actuando en diversos teatros, fomentando festivales artísticos por donde pasan. Alejandro es el autor de muchas de las obras teatrales que interpreta la compañía, mientras que Agatocles actúa como director y coordinador. Ocasionalmente realiza números cómicos y satíricos.
El anfiteatro de Sarmizegetusa es una parada habitual de la compañía de teatro de Agatocles, siendo apreciada por los mortales y no muertos de la ciudad. Muchos vampiros creen que Agatocles es de la sangre de los Toreador, y él no hace nada para sacarles de su error ni da muestras de su verdadero linaje. Lo cierto es que a partir de su amor por Alejandro también ha encontrado pasión por el teatro, pero su rencor por los romanos en ocasiones lo impulsa a cometer algunos actos en contra de Roma, como filtrar información confidencial a los bárbaros o incluso liberar a algún esclavo. De momento su rencor no le ha llevado a cometer actos violentos, pero eso podría cambiar si alguien descubriera su pasado y lo provocara.
Agatocles tenía cerca de veinte años cuando fue Abrazado. Es un joven atractivo y en buena forma, con una belleza clásica, cabello ensortijado y oscuro y pícaros ojos verdes. Tiene una buena voz, y es un gran orador y cantante, habiendo practicado asiduamente para interpretar diversos personajes en las obras de teatro. Cuando se irrita, a menudo muestra una intensidad oscura y sus palabras dulces adquieren un matiz cruel y sarcástico. Viste con túnicas sencillas, y siempre lleva un puñal de empuñadura de marfil encima, un regalo de su sire.
Abrazo: 138 a.C.
Generación: 8ª
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Re: [Edad Romana] Dacia

#26

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:17

Imagen NOSFERATU
Los Gusanos son un clan numeroso en la Dacia desde antes de la llegada de los romanos. A la sombra de los Dragones, han procurado permanecer desapercibidos y evitar su ira. Sin embargo, existen leyendas que indican que no siempre ha sido así. En los círculos del clan se habla de una anciana a la que llaman “La Madre” o “La Abuela”, y que se habría alzado contra los Dragones. Las leyendas terminan con su derrota y aprisionamiento, pero los Nosferatu afirman que algún día se liberará de sus cadenas y regresará para cobrarse venganza. Todavía hoy hay quienes la buscan para ayudarla, pero nadie ha conseguido encontrarla.
En principio, los Nosferatu se retiraron a sus refugios y se ocultaron durante las guerras contra los dacios. Algunos miembros del clan, especialmente los que querían proteger a sus familias, lucharon contra los invasores, pero fueron pocos, y la mayoría de los Gusanos prefirieron permanecer apartados de los conflictos hasta que pasara el temporal.
Con la llegada de los romanos, los Nosferatu se encontraron en la misma situación que antes. Simplemente, los señores habían cambiado. Algunos sirvieron a nuevos amos, otros permanecieron en las sombras, atacando cuando su paz se veía interrumpida. Por lo general, los vampiros romanos prefieren actuar como si los Nosferatu no existieran, y de hecho algunos los confunden con los servidores deformes de los Dragones. Pero a veces simplemente su información es demasiado valiosa para ignorarla, y a medida que Roma se debilita, no se puede prescindir de su ayuda. Por su parte, a medida que los bárbaros se reúnen en las fronteras, los Nosferatu se preparan para resistir un nuevo temporal. Comienzan a circular rumores de que la Abuela se ha liberado de sus cadenas y ha regresado.

Callaina, la giganta
Callaina fue vendida como esclava cuando era una niña en Tracia. Para sorpresa de sus amos, creció convirtiéndose en una joven excepcionalmente grande y fuerte, que con catorce años era más alta que todos los hombres y mujeres de la mansión donde vivía. Un lanista llamado Crispo la vio en una visita, y la compró, viendo potencial en ella.
Fue llevada a la escuela de gladiadores de Sarmizegetusa, donde se entrenó con otros muchachos de su edad. Al ser la única chica, al principio tuvo que soportar bromas y abusos, pero tras romper unos dientes, y dejar lisiado a uno de sus compañeros, aprendieron a respetarla. Creció todavía más, para satisfacción de su amo, que la presentó en la arena como Callaina, la giganta.
Durante años Callaina luchó como gladiadora en varios circos del Imperio Romano, muchas veces de forma ornamental, pero a petición suya, su amo, aunque a regañadientes, permitió que participara en un combate real. Mostró una gran habilidad, y pronto hubo más peticiones para verla derramar sangre. La fama de “la giganta” se extendió por gran parte del imperio.
Con casi treinta años, Callaina había reunido suficiente dinero para comprar su libertad, y su amo se la concedió, aunque le pagó generosamente para que siguiera participando en los juegos. Callaina dudó, pero terminó aceptando, pensando en que podría posponer su retiro.
Pero en uno de sus últimos combates recibió una herida grave por parte de un gladiador bisoño, y los médicos no pudieron hacer nada para salvarla. Sin embargo, mientras agonizaba de dolor, una sombra apareció en la noche y le dio el Abrazo. Callaina desapareció en la oscuridad, y nadie volvió a verla en vida.
La sangre de su sire hizo crecer todavía más a Callaina, convertida en una criatura aterradora, una auténtica giganta. Años después regresó apareció ante los vampiros de Sarmizegetusa y pidió un lugar entre ellos. Su escuela de gladiadores se convirtió en su refugio, y su antiguo amo en su esclavo, encadenado por sangre.
Desde entonces Callaina es una presencia intimidante entre los vampiros dacios, ofreciendo los servicios de sus gladiadores no sólo como entretenimiento, sino también como guardaespaldas, asesinos y mercenarios. Ha creado ghouls y progenie entre ellos, y se ha ganado cierto respeto aunque no se relacione mucho con los demás clanes. En secreto, mantiene contacto con su sire y otros Nosferatu dacios, transmitiéndoles la información que consigue de sus clientes.
Callaina permanece la mayor parte del tiempo oculta o escondida con sus poderes. Cuando se muestra, es una criatura de más de dos metros de altura, con una musculatura robusta e hinchada, con una larga cabellera negra y enmarañada que cae a su espalda. Su piel tiene un color ceniciento verdoso y sus ojos brillan como dos ascuas hundidas. Sus colmillos desmesurados descansan sobre sus labios. Viste con una armadura de gladiador muy gastada, pintada de verde. Aunque es una persona de pocas palabras, es de fiar, pero tiene poca paciencia con las faltas de respeto y las burlas.
Abrazo: 139
Generación: 8ª
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Re: [Edad Romana] Dacia

#27

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:18

Imagen RAVNOS
Los Ravnos son en gran parte un clan desconocido en la Dacia hasta después de la conquista romana. Unos pocos miembros del clan llegaron como comerciantes y mercaderes siguiendo las rutas comerciales de los antiguos griegos, pero los dominios de los Dragones no les resultaron demasiado acogedores. No obstante, se dice que algunos intercambiaron información con los no muertos que señoreaban a los antiguos dacios.
Con la conquista romana, la presencia de los mercaderes Ravnos, aunque infrecuente, se vuelve más habitual. La facción Alejandrina, procedente de los puertos de Egipto y Oriente Medio es la más conocida, aunque se dice que entre los legionarios y soldados de la Dacia también se encuentra ocasionalmente algún Phaedimita.
En conjunto, el clan Ravnos no mantiene una presencia estable y permanente en los territorios de la Dacia, salvo algún individuo aventurero o que busque un lugar apartado donde ocultarse.

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Re: [Edad Romana] Dacia

#28

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:20

Imagen SALUBRI
Los Salubri se encuentran presentes en las leyendas e historias orales de los antiguos Dragones de la Dacia, y no precisamente para bien. Esas leyendas hablan de un antiguo conflicto entre los dos clanes, un choque entre dioses, y cómo los Cazadores de Monstruos lucharon contra los Dragones en una serie de conflictos titánicos, que llegaron a derribar las montañas.
Desde entonces los Salubri no son bien recibidos por los Dragones dacios. Si alguno de ellos se presentara en sus dominios, posiblemente sería recibido con un tenso silencio en el mejor de los casos, o simplemente sería destruido a la menor oportunidad en el peor. Al margen de lo que cuenten las antiguas leyendas, el rencor entre los dos clanes todavía sigue presente.
Por su parte, los Salubri tienen sus propias historias. Afirman que en el pasado los Dragones liberaron a los monstruos del inframundo y se aliaron con ellos: gigantes, titanes, hecatónquiros, y que sólo la acción de su dios y sus hijos consiguió evitar que destruyeran el mundo. El poder de los Dragones fue quebrado y dejó de ser una amenaza.
De vez en cuando, un miembro del clan que recuerda las antiguas leyendas, vigila discretamente los territorios dacios evitando mostrarse de forma abierta. Los Dragones dacios parecen dedicados a sus continuas rencillas, pero los Salubri temen que terminen liberando de nuevo a los monstruos...o demonios, como los llaman los Cazadores cristianos.

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Re: [Edad Romana] Dacia

#29

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:21

Imagen SEGUIDORES DE SET
Las Serpientes han tenido contacto con la Dacia desde hace más tiempo de lo que la mayoría de los vampiros creen. En la época de los antiguos griegos, los sacerdotes de Tifón buscaron aliados entre los Dragones, pero los intentos de extender el culto del dios oscuro entre los antiguos dacios fracasaron. Los Dragones se mostraron inflexibles a la hora de compartir territorio con las Serpientes.
Sin embargo, a través de las rutas comerciales, los Seguidores de Set encontraron nuevas oportunidades. Cuando Egipto fue amenazado por Roma, en el siglo I a.C., embajadores de las Serpientes buscaron la alianza con los Dragones, pero la amenaza de los dacios no fue suficiente para distraer la atención de los romanos de las tierras de Egipto. De hecho, después de Egipto, los romanos terminarían dirigiendo su mirada rapaz hacia la Dacia.
Tras la conquista romana de la Dacia, las Serpientes llegarían a través de las nuevas rutas comerciales. Sin embargo, se encontraron con una intensa competencia por parte de otros clanes, que también deseaban acceder a las riquezas y recursos de la zona. Como contrapartida, el aumento del comercio permitió que las Serpientes pasaran más desapercibidas.
Aunque los intereses de los antiguos Seguidores de Set los mantienen apartados de la Dacia, algunas jóvenes Serpientes prueban suerte en un territorio en gran parte desconocido para ellas, y aunque son cortésmente recibidas por los señores del lugar, su presencia resulta infrecuente.

Sabina
Sabina nació y vivió en Alejandría, en una familia de comerciantes. Su padre era romano, y su madre egipcia, y su familia prosperaba gracias al comercio con las mercancías que llegaban a través de las rutas del Nilo. Desde que era pequeña, Sabina aprendió el oficio del comercio de sus padres, y cuando tuvo suficiente edad la casaron con Filipo, un comerciante griego que viajaba a menudo por el mar.
Cuando Filipo anunció que emprendería un viaje para ir a buscar mirra a Punt, Sabina sabía que su marido se ausentaría durante mucho tiempo, y le pidió acompañarle. Aunque con reticencia ante las penalidades que podía tener el viaje, Filipo terminó aceptando.
El viaje resultó más agitado de lo que Sabina había previsto. Tras visitar varios puertos en el camino, llegaron a Punt, donde Filipo contrajo unas fiebres y murió. Cuando la tripulación del barco de su esposo quiso volver a casa, Sabina decidió asumir el mando. Fue entonces cuando unos sacerdotes locales le pidieron que llevara un antiguo sarcófago de regreso a Alejandría. Le dijeron que pertenecía a un antiguo noble egipcio, cuyo deseo era que sus restos reposaran en la tierra de sus ancestros. Sabina aceptó llevarlo con ella a cambio de oro y mirra.
Cuando el barco de Sabina llegó al puerto de Alejandría, no quedaba nadie vivo a bordo. Esa misma noche un hombre oscuro apareció en el puerto, reclamando el sarcófago, donde dormía Sabina tras haber recibido la bendición del dios oscuro. Había sido reclutada para el culto de Set.
Desde entonces Sabina ha viajado extensamente por el Imperio Romano, llevando mensajes de los sacerdotes del dios oscuro, e intercambiando mercancías y realizando negocios en su nombre. La Dacia es uno de sus destinos habituales, intercambiando vino y mercancías del sur a cambio de oro y plata. También actúa como embajadora ante los vampiros de la Dacia, especialmente ante los antiguos Dragones. Cuando Roma se retire, Sabina y sus descendientes continuarán recorriendo las rutas comerciales del este de Europa.
Sabina era una mujer de unos veinte años cuando fue Abrazada. Es pequeña, de piel morena, cabello liso y oscuro, y grandes ojos negros. A menudo lleva maquillaje y joyería para realzar su belleza, pero está lejos de ser una figura decorativa. Es una negociadora y diplomática capaz, que busca las necesidades de sus clientes para poder hacerles la mejor oferta.
Abrazo: 98
Generación: 10ª
Disciplinas: Auspex 2, Ofuscación 2, Serpentis 3, Presencia 3
Via Tiphonis: 5

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Re: [Edad Romana] Dacia

#30

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Nov 2023, 01:27

Imagen LOS DRAGONES
Sin duda el clan más numeroso y poderoso de la Dacia, el territorio constituye el corazón del hogar de los Dragones. Desde tiempo inmemorial, los hijos del dios se han reunido en las montañas dacias para hablar sobre el futuro del clan, y varios linajes han competido por establecer sus dominios en un lugar que es considerado sagrado.
Hasta donde la mayoría de los Dragones pueden recordar, el anciano Yorak ha sido el guardián de la Dacia, el Primero en ausencia del Más Viejo, el Rey de Reyes. La conquista de la Dacia ha constituido una gran vergüenza para el clan, y Yorak ha cedido el trono, afirmando que quien recupere el dominio se convertirá en su sucesor.
Damek es el representante de los Dragones ante el Senado Eterno y los vampiros de Roma. Representa a los miembros del clan que han aceptado el orden romano, mostrándose aparentemente leal. En contraste, Noriz ha asumido el liderazgo de los Dragones dacios que no han aceptado la paz y continúan mostrándose beligerantes desde más allá de las fronteras de la Dacia.
Otros linajes de Dragones son visitantes ocasionales de la Dacia, ya sean los descendientes de Triglav, Djoukai, Byelobog, Dracon, y otros, de territorios más lejanos al este y el sur. También existen ciertos linajes de Dragones que han sido marcado como traidores y se les prohíbe acceder a los territorios sagrados del clan.
Imagen Damek
Damek fue en vida rey de una tribu dacia. Cuando nació, su padre había muerto unas semanas antes, y otros usurparon el trono que le correspondía por derecho. Sin embargo, cuando creció, se enfrentó a los usurpadores y terminó recuperándolo. Cuando tomó esposa, los dioses la reclamaron como sacrificio, pero Damek se negó a entregársela y se enfrentó a las serpientes monstruosas que vinieron a buscarla.
Fue su tenacidad la que hizo que terminara siendo Abrazado por el anciano Lambach, quien lo convirtió en guardián de Sarmizegetusa. El anciano había construido un laberinto de catacumbas bajo la ciudad, donde atesoraba la sabiduría y registros de los Dragones. Lambach viajaba a menudo, así que Damek gobernaba en su ausencia.
Cuando estalló la guerra contra los romanos, Damek recibió la orden de permanecer en la capital de los dacios, protegiéndola de la destrucción. Obedeció, y cuando la ciudad estaba a punto de caer, Lambach regresó, y envió a su chiquillo ante los vampiros romanos para que negociara la paz.
Damek aceptó la autoridad del Senado Eterno, a cambio de que los territorios de los Dragones dacios fueran respetados. La capital de la provincia no se instalaría en la capital de los dacios, sino que se construiría en otro lugar. Lambach y Damek evacuaron Sarmizegetusa y lanzaron una serie de hechizos para ocultarla de la vista de los mortales. Aunque parecía un conjunto de ruinas, las catacumbas milenarias que los Dragones habían construido bajo tierra permanecieron intactas.
Damek ha recibido el título de Princeps y es el representante de los Dragones de la Dacia frente al Senado Eterno. No da muestras de deslealtad, pero al mismo tiempo también procura ayudar a sus hermanos de clan que no aceptan la autoridad romana. Cuando la provincia romana es evacuada en el año 271 se retira la máscara, ejecuta a los rehenes romanos que tiene para garantizar la paz, incluyendo a su propia esposa, y ocupa su lugar junto al resto de Dragones.
Aunque Damek fue un rey guerrero, en los años desde su Abrazo ha adquirido una considerable sabiduría sobre las tradiciones de su clan, así como conocimiento de hechicería. Dispone de numerosos pueblos que constituyen su rebaño y ha creado una familia de ghouls que han mezclado la sangre de dacios y romanos. En su templo y fortaleza en las profundidades de Sarmizegetusa se sienta en un trono de huesos cubiertos de pieles oscuras.
La principal debilidad de Damek son las mujeres jóvenes; le gusta preparar jóvenes esposas, educándolas para las labores del matrimonio, antes de convertirlas en ghouls y darles el Abrazo en la noche de bodas. Sus esposas le sirven en su refugio antes de descartarlas, cuando otra joven atrae su atención. Si le han servido bien, la mayoría sobreviven, siendo enviadas con riquezas y servidores a las fortalezas bajo el dominio de Damek.
Damek mide más de dos metros de altura, mucho más que cualquier hombre mortal. Se muestra como un hombre de unos cuarenta años, de mejillas anchas, ojos azules y rasgos afilados. Tiene una espesa barba marrón oscura y bigote, y su largo cabello descansa sobre sus hombros, con algunas canas que le dan un deliberado aire venerable. Sus manos y piernas son robustas y musculosas, y viste con largas túnicas y mantos de piel de oso.
Abrazo: Hacia el 80.
Generación: 5ª
Via Regalis: 5
Imagen Noriz
Cuando Roma conquistó la Dacia, no todos sus habitantes se sometieron a los conquistadores. Varias tribus se exiliaron, huyendo más allá de los Cárpatos, y hubo dacios a cuyas tierras nunca llegaron los romanos.
Noriz se encontraba entre estos exiliados. Era un príncipe entre los dacios, el hijo de un jefe de tribu. Su padre había caído luchando contra los romanos y Noriz dirigió a los supervivientes de su tribu, regresando a su hogar, junto al río Danastris. Sin embargo, otros nobles dacios lo consideraban demasiado joven y débil, y cuestionaron que reinara sobre ellos.
Sabiendo que no tenía el poder suficiente y ante la posibilidad de ser asesinado, Noriz consultó a los sacerdotes de su tribu, y una mujer sabia le habló de una diosa que habitaba en las tierras desconocidas del este.
Una noche, Noriz desapareció y viajó en busca de la diosa. En su ausencia, hubo enfrentamientos por sucederle, y finalmente un nuevo jefe fue elegido tras un período de sangre y violencia.
Y de la misma forma que había desaparecido, años después Noriz regresó, cambiado, más terrible y poderoso, y con el poder de un dios corriendo por sus venas. Mató al advenedizo que se había sentado en su trono y comenzó un reinado de sangre que se prolongaría durante los siglos siguientes.
Compartió su poder con muchos guerreros de su tribu, y los envió a luchar contra los romanos y sus parásitos inmortales, tanteando sus defensas. Aprovechó los momentos de debilidad para cruzar las fronteras de la Dacia, acompañando de sus legiones de ghouls y chiquillos, y se retiraba de regreso a sus tierras junto al Danastris cuando la suerte le era adversa.
Con el tiempo Noriz se convirtió en el líder de los Dragones dacios que no reconocían la autoridad de Roma. Muchos de sus adversarios cayeron ante sus hordas, y él se deleitó con la sangre de sus enemigos, incrementando su poder. Desprecia a Yorak, al que acusa de haber abandonado la tierra que debía proteger, y ha derrocado a varios Dragones dacios a los que tacha de traidores, sustituyéndolos por su progenie.
Noriz aguarda el momento oportuno para volver a atacar, utilizando a las tribus de bárbaros para presionar a sus enemigos y preparando sus ejércitos. No tiene prisa. Disfruta con el caos y la barbarie que extiende a su paso, y aunque sus objetivos son claros, seguirá tenazmente sacrificando peones hasta derribar a sus enemigos.
Noriz tenía cerca de veinte años cuando fue Abrazado, aunque ha utilizado su poder para adoptar una figura más imponente. Es un guerrero dacio alto y apuesto, con larga melena negra, barba y bigote, pero en un momento puede convertirse en una abominación monstruosa, con un arsenal de carne y hueso para matar. En su forma humana utiliza los atavíos de un rey, con una armadura elaborada, una larga capa roja que se agita cuando camina y una oscura espada de hierro forjado. Quienes consiguen fijarse lo suficiente se dan cuenta de que su atavío está elaborado a partir de su cuerpo.
Abrazo: En algún momento del siglo I.
Generación: 5ª
Via Desideratio (Crudelitas): 6
Imagen Valeska
Valeska nació en una aldea en las montañas de los Cárpatos. Era la hija adoptiva de una hechicera que se comunicaba con los muertos, y de ella aprendió a usar la magia. Cuando llegó el momento, tomó el testigo de su maestra, y se dedicó a servir a su pueblo, como vidente, consejera y curandera.
Terminó enfrentándose a una de los no muertos, una hechicera como ella, pero que utilizaba una magia más oscura, y unida a las raíces de la tierra. Valeska perdió, y su adversaria le dio la muerte en vida, admirando su talento y su poder. Ella le enseñó que los no muertos también servían a la tierra a su manera, manteniendo a raya a los demonios que devoraban sus raíces, y procurando realizar los sacrificios propicios. Era una labor cruel, pero necesaria.
Cuando llegaron los romanos, con sus propios parásitos no muertos, Valeska luchó contra ellos, arrojándoles maldiciones y hordas de espíritus furiosos, pero no fue necesario. Como un ejército de insectos, por más que matara seguían viniendo más. Su sire y maestra cayó bajo el fuego y la espada, y en cuanto a Valeska, vinieron a ella de día y la hirieron, por lo que huyó y entró en letargo en las profundidades de los bosques dacios.
Despertó para descubrir que su pueblo había sido esclavizado, y que varios Dragones se habían inclinado ante el estandarte de Roma, mientras que otros habían seguido la vía del exilio para mantener su libertad. Sin estar segura de qué hacer, decidió consultar al anciano Yorak, el sire de su sire.
No resultó fácil. Yorak valoraba mucho su intimidad, y desde la conquista romana se había aislado todavía más sobre sí mismo, rechazando incluso a sus compañeros de clan. Finalmente Valeska pudo acceder al umbral de la Catedral de Carne y solicitar una respetuosa audiencia. El anciano escuchó la petición de consejo de Valeska y finalmente le ofreció convertirla en su aprendiz.
Diez años después Valeska surgió cambiada de las profundidades de los Cárpatos, dispuesta a convertirse en la voluntad de Yorak. Desde entonces ha enseñado a una nueva generación de hechiceras, ha tendido puentes entre los Dragones dacios, entre los que han reconocido la autoridad de Roma y quienes mantienen su rebeldía. Viaja a menudo entre dominios, transmitiendo mensajes y ofreciendo consejos. Quienes la reciben, saben que es la mensajera del anciano Yorak.
Cuando las fronteras de Roma se debiliten, la telaraña de intrigas y secretos de Valeska estará preparada, y ella y sus discípulos acudirán para asistir a los Dragones, permitiéndoles recuperar la soberanía usurpada de sus tierras. Valeska se sentará junto a los líderes del clan, y cuando la guerra termine, se desilusionará cuando comiencen las rencillas internas y el orden que ha contribuido a construir comience a agrietarse.
Valeska era una mujer de unos treinta años cuando fue Abrazada, pero ha cambiado mucho desde entonces debido a las enseñanzas que ha recibido, tejiendo su cuerpo para darle una forma inhumana. Aunque puede manifestar muchas formas, cuando se manifiesta en su refugio es una criatura de largos brazos y piernas, con filas de espinas que recorren su cuerpo. Lleva pinturas tribales y amuletos de los antiguos dioses, y el aura que la rodea es inquietantemente gélida. Los espíritus la siguen de cerca.
Abrazo: 124 a.C.
Generación: 6ª
Via Metamorphoses: 7
Imagen Lambach
Lambach nació hace mucho tiempo, en un linaje de gran poder y riqueza, y que al mismo tiempo eran los esclavos de un dios. El dios lo hizo criar con otros nueve hermanos y hermanas, y quienes lo educaban lo encontraban enfermizo y débil, así que pronto perdieron el interés por él. Sin embargo, cuando creció y alcanzó la madurez, se hizo saber que uno de ellos, y sólo uno, sería elegido para recibir la divinidad.
Los celos entre hermanos derivaron en desconfianza, envidia, y finalmente violencia. Hubo sangre, veneno, y cuando todo terminó, sólo quedaba el temeroso Lambach, al que todos consideraban débil, pero a quien el miedo le había enseñado cómo sobrevivir cuando parecía que todo estaba en su contra.
Y finalmente el dios acudió a reclamarlo. En ese momento, Lambach tuvo miedo, pues no sabía lo que era la divinidad. No recuerda el Abrazo, sólo fragmentos de un proceso que lo llevó de la agonía al éxtasis y finalmente, renació como un dios.
Lambach ha acompañado al Dragón Más Viejo desde entonces. Conscientemente o no, ha sido testigo de gran parte de la historia de su clan. Estuvo presente cuando fue aparentemente destruido, y entonces se creyó que era libre. Se asentó en la tierra de la Dacia a las sombras de los Cárpatos. Debatió con sus hermanos de sangre e incluso creó una progenie de servidores.
Y entonces el dios regresó. De alguna forma Lambach sintió en su carne que había regresado. Yorak convocó a Lambach y le mostró lo que había ocurrido. Debían custodiarlo, debían guardarlo de sus enemigos, hasta que estuviera preparado para resurgir y sentarse de nuevo como un dios entre su progenie.
La llegada de Roma fue un estorbo. Los invasores superaban a los dacios, pero no debían perturbar el sueño del Dragón Más Viejo. A instancias de Lambach, los Dragones dacios hicieron la paz con los vampiros romanos, se inclinaron y aceptaron el nuevo orden. Otros Dragones llamaron traidor y cobarde a Lambach por lo que había hecho, y algunos incluso creyeron que había enloquecido.
Pero Lambach sólo estaba siendo un buen hijo, protegiendo el descanso de su padre. Era necesario que la Dacia permaneciera en paz, al menos durante un tiempo, hasta que llegara el momento. Desde la conquista romana, ha dejado los asuntos de su familia y de sus descendientes en manos de su chiquillo Damek, que custodia su refugio en las catacumbas bajo Sarmizegetusa. Como su padre, Lambach ha decidido dormir durante un tiempo, pero cuando las fronteras de Roma se desmoronen, estará preparado junto a sus hermanos para tomar retribución.
Lambach no suele hacer alarde de la monstruosidad de los ancianos Dragones, aunque lo cierto es que puede tomar cualquier forma en un momento. Cuando se muestra, a menudo adopta la forma de un hombre delgado, de aspecto discreto y aparentemente irrelevante. Aunque en estas noches muchos lo consideran débil y cobarde, ninguno de los que se han atrevido a alzarse contra él o incluso osado robar su sangre, han regresado. Muchos no creen en la fuerza de Lambach, sino en otro poder que lo protege.
Generación: 4ª
Imagen Yorak
Hace mucho tiempo, Yorak era la Suma Sacerdotisa de un culto que surgió en torno a los montes Cárpatos, mucho antes de que esas tierras recibieran el nombre de Dacia. Realizaba sacrificios para un sangriento dios de los bosques llamado Kupala, disfrutando del poder que recibía.
Sin embargo, no estaba sola. Había hombres y mujeres que podían tomar la forma de los lobos, y que adoraban a su propia diosa madre de la tierra y a su consorte, un oscuro dios de los cielos y la tormenta. Los lobos le declararon la guerra a Yorak y su dios, y finalmente lo derrotaron. Sin embargo, aunque lo despedazaron, no pudieron matarlo del todo, así que encerraron su corazón en las profundidades de las montañas.
Yorak desesperó, sola y herida, hasta que del este llegó otro dios, un Dragón poderoso y terrible. Yorak se sacrificó a él a cambio de que liberara a su propio dios. Y aceptó. El dios del este le dio su sangre, y con su ayuda, los lobos fueron derrotados y expulsados. El corazón del dios Kupala fue liberado y Yorak lo plantó en la tierra, y como una hiedra venenosa, extendió su influencia.
Kupala le dio poder a Yorak y al Dragón, y su magia se extendió en su linaje. Sin embargo, semejante poder atrajo la envidia de otros dioses. Hubo acusaciones y finalmente estalló de nuevo la guerra. El Dragón fue traicionado y terminó cayendo en su fortaleza a manos de un guerrero que llevaba la luz en su frente.
Sin embargo, tan grande era el poder del Dragón, que consiguió escapar de las garras de la muerte, y renació de nuevo a través de otro de sus chiquillos, que se lo entregó a la custodia de Yorak. Mientras el Dragón se recuperaba, Yorak asumió el liderazgo de su clan, extendiendo las enseñanzas de la magia de la sangre a través de Kupala y de la filosofía del cambio. Poco después comenzó la construcción de la Catedral de la Carne, un altar colosal en el que se sacrificaron cuerpos y almas, y que serviría para recuperar al Dragón. Durante este período también se tomaron varios linajes de servidores, que se convertirían en las primeras familias de aparecidos.
Roma llegó a las tierras de los Dragones demasiado pronto. Yorak estaba dedicado a recuperar a su amo, y sabía que si la guerra llegaba hasta su hogar, el Más Viejo podría resultar amenazado. Otros Dragones le pidieron ayuda, pero Yorak se atrincheró en las montañas, ante la frustración del resto de su clan. Cuando las legiones romanas comenzaron a arrasar las tierras de la Dacia, Yorak se acercó a Lambach y le hizo saber que necesitaban acabar con la guerra pronto para proteger al Más Viejo.
Y así los Dragones pactaron con el Senado Eterno, lo que provocó ira y frustración entre las filas del clan. Yorak renunció al liderazgo, anunciando que cedería su posición a quien consiguiera retomar las tierras de la Dacia, y dejó la lucha en manos de los más jóvenes, al menos aparentemente. Desde su fortaleza en las profundidades de los Cárpatos continuó cultivando la magia de la sangre, y en las fronteras, agitó a las tribus bárbaras y ofreció su favor a varios vampiros, Brujah, Gangrel y Dragones, a cambio de que atacaran las fronteras de los romanos.
Durante la época romana, Yorak permanece la mayor parte del tiempo encerrado en la Catedral de Carne en los Cárpatos, custodiando al Dragón. Sus servidores y descendientes se encargan de traerle un tributo en sangre, mientras el templo de Yorak crece poco a poco en poder, una construcción fascinante y monstruosa que con el tiempo se convertirá en una leyenda.
Hace tiempo que las artes de la metamorfosis de Yorka le han permitido trascender cualquier forma. Puede manifestarse como cualquier cosa o persona en cualquier momento, desde una mosca en una pared a una monstruosidad surgida de los miedos primordiales de la humanidad. Sin embargo, cuando trata con visitantes o discípulos de su culto, a menudo se manifiesta como una figura anciana y marchita de sexo indefinido.
Generación: 4ª
Imagen EL DIOS DE LOS DRAGONES
¿Qué piensa un dios? ¿Cuáles son sus intenciones? Aunque filósofos y religiosos han tratado de contestar a esta pregunta durante siglos, incluso en una época en la que los dioses caminan sobre la tierra resulta difícil de responder. Un dios, incluso un dios de la sangre entre los vampiros, es una criatura en gran parte inhumana y cuya voluntad no resulta fácil de entender.
Aquél que llaman El Más Viejo, el Dragón y con otros nombres, es un dios especialmente enigmático. Los vampiros de Roma creen que no es uno de sus dioses, sino un Titán, uno de sus adversarios, un progenitor de monstruosidades, que durante milenios sembró el terror a su paso, en las tierras del este.
Finalmente el reinado del Más Viejo terminó con la guerra. Hay quienes dicen que otro dios, o uno de sus campeones, acabó con él, en un combate titánico que cambió la forma del mundo. El Dragón luchó feroz, y en los estertores de la muerte también acabó con quien se había atrevido a desafiarlo.
Pero no murió.
El poder del dios era demasiado incluso para la mismísima muerte. Renació a través de uno de sus hijos, en un grotesco embarazo y parto, una criatura inhumana de carne y de hueso, o una monstruosa semilla, o un huevo, que contenía la esencia del Más Viejo.
Todavía demasiado débil, y sin haber recuperado todas sus fuerzas, el Dragón fue puesto al cuidado de Yorak. Éste comprendió que aunque el dios había renacido en la carne, su mente había resultado dañada. Construyó una cuna de carne y de hueso, los cimientos de lo que daría lugar a la Catedral de la Carne, y con la ayuda del dios Kupala, que era aliado del Dragón, preparó la resurrección -o reconstrucción- completa de su sire.
Bajo la influencia de Kupala y la tierra de la Dacia, el Dragón comenzó a crecer de una forma completamente inhumana, extendiéndose como una enredadera, pronunciando murmullos incomprensibles. Sin embargo, el esfuerzo de Yorak finalmente dio sus frutos, y con el tiempo comenzó a dar sentido a esas palabras. De esta manera, en el corazón de la Dacia, el Más Viejo crece y aprende, mientras extiende su influencia de forma sutil, como una enfermedad.
Mientras sus descendientes luchan y caen, el Más Viejo bebe la sangre y las almas de los sacrificios, fortaleciéndose y extendiéndose a través del templo que Yorak le ha construido y del poder que Kupala le concede a través de la tierra. Otros vampiros también adoran a Kupala bajo diversos nombres, entre ellos el dios Silvano, y sin saberlo, contribuyen a darle fuerza y poder. De vez en cuando el Dragón se manifiesta de forma extraña, a menudo imitando las criaturas que le rodean: árboles, plantas, bestias. En varios rincones de la Dacia comienzan a aparecer flores rojas que son conocidas como Flores de Fuego, y que parecen tener un potencial mágico.
Cuando los romanos se retiran de la Dacia, Yorak considera que ha llegado el momento de dar otro paso para asegurar el regreso de su sire. El cuerpo del Dragón es trasladado a las catacumbas de Sarmizegetusa, donde Lambach y sus servidores han acumulado una enorme biblioteca con el saber del clan. El Dragón sigue durmiendo, pero sobre su tumba comienza a crecer un árbol que da frutos de sangre, y cuyas raíces continúan extendiendo su influencia a través de la tierra. El Dragón crece cada vez más, y poco a poco va retomando sus planes, planeando vengarse de quienes le traicionaron y llevar a la guerra a sus rivales, los otros dioses. En ese momento resulta difícil distinguir cuál es la voluntad del Dios de los Dragones y cuál la del dios Kupala.

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