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"Countdown" 6
Publicado: 13 Abr 2025, 19:36
por Voivoda
OFF: Me tomo la libertad de avanzar con la siguiente noche, pero si queréis interpretar más a vuestros personajes, alguna conversación o la alimentación de Montecristo, sentíos libres de seguir utilizando el tema anterior
El sabor de la melancolía aún recorría en suaves oleadas las venas muertas de Montecristo. Se sentía en comunión con Amanda Adams y su soledad. Un duro desamor la había hecho refugiarse aún más en los podcasts de misterio y crímenes que tanto le gustaban, pero al mismo tiempo que le habían ayudado a sobrellevar su dolor, la habían sumergido en el de otros. Esa amargura suave, pero constante, estaba aprisionada en el sabor de su Sangre que aún podía notar el Tremere en su cuerpo vampírico.
Montecristo observó a Pagliacci y a Nyx, cada uno sumido en sus propios pensamientos mientras se desperezaban con la llegada de la noche. El Tremere jugueteaba con las monedas que había traído la Caitiff la noche anterior. Algo en ellas le resultaba
irresistiblemente atractivo. Algo que escondía algún tipo de esencia rodeada de misterio que, ante la sospecha de involucrar a su propio Clan, había centrado totalmente su atención. Sin decir palabra llevaba cerca de media hora cavilando qué utilidad tendrían aquellas monedas para poder ser un posible pago para su propio hermano. La curiosidad le corroía por dentro.
En ese momento Pagliacci le indicó que mirara la pantalla de la televisión antigua que había en aquel almacén y que había logrado encender.
El FBI había tomado la Universidad de Columbia. Los primeros dirigentes internacionales habían llegado ya a Nueva York para la inminente cumbre de la OTAN, y parecía que los agentes especiales tenían algún tipo de pista especialmente relevante sobre el reciente atentado, por lo que directamente habían entrado en los edificios de la universidad en lo que la cadena de noticias describía como un "refuerzo especial de las medidas antiterroristas de cara a la Cumbre".
Un par de tertulianos citaban a fuentes propias que les habían contado que al parecer el FBI tenía pistas sólidas sobre los autores del atentado. Todos sentís una punzada de cierta euforia, si bien sois conscientes de que esa irrupción en el sanctasanctórum del Clan Tremere podría tener consecuencias imprevisibles. También para Melinda.
A Nyx, algo más alejado personalmente de las implicaciones de la noticia (que había sido impulsada por la influencia de Pagliacci y tocaba de lleno al Clan de Montecristo), no pasó por alto que este tipo de movimiento habría hecho el mundo exterior mucho más peligroso. Iba a ser tremendamente complicado dar un solo paso por Nueva York justo ahora que era cuando más lo necesitaban. El Brujah se entretuvo en paralelo leyendo las noticias que iban pasando por la parte inferior de la pantalla. Los planes de crecimiento urbanístico de la ciudad se habían enfangado en una tremenda discusión entre Demócratas y Republicanos en base a un informe arquitectónico firmado por Christopher Reynolds que desaconsejaba el proyecto estrella del alcalde neoyorquino. Nyx ató cabos y supo que los Shelby estaban avanzando en sus objetivos a base de presionar a uno de sus pocos enlaces que aún le quedaban con su vida pasada. Y eso les quitaba opciones a la Coterie. El Brujah se sentía, no obstante, de nuevo centrado en la supervivencia del grupo. Las humillaciones de la pasada noche debían quedar de nuevo escondidas en un cajón de su memoria, y sabía que tenía que tirar la llave de dicho cajón a las profundidades del mar de su mente.
Pagliacci, que estaba todavía algo ausente con las imágenes de la pasada noche pasando como una película por sus pensamientos, dio un pequeño respingo al ver un rostro conocido en la televisión.
Adam Rand argumentaba que era el momento de cambiar al gobierno de la ciudad de Nueva York y de impulsar la política de seguridad avalada por la Casa Blanca. Según explicaba el empresario de Nueva Jersey, los actos de violencia se habían multiplicado en la Gran Manzana y en la cercana Nueva Jersey por la presencia de
"inmigrantes indocumentados, ciudadanos afroamericanos relacionados con bandas criminales y adolescentes demasiado expuestos a las ideas de odio a los principios esenciales norteamericanos propias de la política woke". Rand contaba que incluso uno de sus asesores
"había sido recientemente asesinado a tiros" y se postulaba como una solución con el apoyo de
"los verdaderos patriotas, las fuerzas de seguridad y los americanos de bien". Proponía que la militarización de Manhattan se extendiera en el tiempo más allá de la cumbre y citaba además la aparición de bandas de moteros, narcotraficantes y aficionados a las armas, que estaban surgiendo en el corazón de la principal ciudad del país
"dejando de actuar en sus entornos rurales y marginales habituales".
Montecristo dejó de prestar atención por un momento a la pantalla.
Había escuchado algo. Hizo una seña a sus compañeros para que bajaran el volumen de la televisión, que ya era apenas un susurro. El sonido procedía del exterior del edificio. El Tremere sabía por boca de Pagliacci que la Caitiff esperaba a uno de sus contactos esta noche. Quizá por eso desde que se había levantado, y dejando a un lado sus bucles de pensamiento relacionados con las monedas, se mantenía incómodamente alerta.
El Tremere escuchó pasos en el exterior del edificio. Y no eran solo de una persona.
OFF: Ansia Pagliacci 1, Montecristo 1, Nyx 1. Haced la tirada de Enardecimiento diaria...
Nyx recupera la FV.
Pagliacci tiene aún 1 daño superficial a la FV
Re: "Countdown" 6
Publicado: 19 Abr 2025, 09:05
por Jebediah_Gogorah
El sabor de la melancolía corría por las venas de
Montecristo. No era, para nada, un sentimiento ajeno a él, pero ahora avivado por el desamor de
Amanda,le traía recuerdos de
Sienna y de cómo la vida había ido perdiendo color cada día que aquella eterna no vida la iba alejando de ella. No obstante, aquella vitae, manchada o no por el desamor, había calmado, por ahora a su inquieta Bestia.
*1
Jugueteaba con las monedas como un ludópata frente a una de las tragaperras de cualquier casino de
Las Vegas, cómo si alguna de ellas, pudiera traer el bote en forma de emboscada a su odiado hermano. Intentó observarlas con esmero, desde cada uno de los aspectos, forma, peso, material, ángulo de incidencia de la luz y la sombra, acuñación... aquellas monedas tenían que decirle algo...
*2
Sólo cuando escuchó
Columbia, alzó la mirada para mirar la televisión. Los federales habían tomado la universidad y el campus, y aquello era un contratiempo para
Virgil,
Hex, si realmente era
Hex, y por ende a toda la Pirámide neoyorquina; pero por otro dificultaba aún más el rescate de
Melinda, así que al sentimiento de euforia inicial, le siguió un suspiro rememorado de desdén y desasosiego.
Mientrás un tipo encorbatado y que no había pisado
Harlem en su vida o ni siquiera conociera los eventos de
Newark del 67, escupía un discurso homófobo y repúblicano, al que
Patrick pronto dejo de prestar atención. La misma, fue a parar a unos pasos fuera del edificio, y alzó su mano hacia sus compañeros, en señal clara de alerta. Cerró los ojos para concentrarse en los sonidos
*3 e intentar anticipar un ataque. El agobio aquellas noches estaba siendo constante, y la paranoia ya se abría paso como un cuchillo caliente en mantequilla...
*1 ->
*2 ->
► Mostrar Spoiler
Me gustaría sollicitarte una tirada de Inteligencia + Ocultismo
*3 ->
► Mostrar Spoiler
Agudizo los sentidos con auspex
Re: "Countdown" 6
Publicado: 19 Abr 2025, 10:36
por Pagliacci
La periodista se estaba acabando de vestir cuando puso las noticias. Aquella ducha en un cuarto de baño auxiliar había sido un pequeño lujo necesario, no tenían tiempo que perder, pero tampoco podía salir a la calle cubierta de suciedad y coágulos de sangre, otra vez. El agua se llevó por el desagüe la mugre rojiza, arrastrando también parte del malestar que sentía. Tras el descanso y el ritual de purificación, se veía con fuerzas para afrontar lo que venía por delante.
Contempló la pantalla del televisor con gesto impasible, las contingencias que había puesto en marcha comenzaban a funcionar. La ciudad estaba tomada por la policía, pero la universidad de Columbia era un tierra hostil para los vástagos. Aquello impedía casi por completo que fuera ellos los que se adentraran en los laboratorios. Si ellos no podía llegar a Melinda, Melinda llegaría a ellos. Mientras se ponía la chaqueta echó un vistazo al teléfono de Don, había llegado el momento de extorsionar a Virgil.
-Ese tipo está detrás de todo.- Musitó cuando Rand apareció en pantalla- Caerá junto a todo el entramado criminal del clan Tremere.
Escuchó las voces y los pasos en el exterior. Quizás fuera una trampa, pensó, mientras miraba el arma descansando en un rincón. Era posible, incluso probable, que a estas alturas la comunicaciones del editor estuvieran interceptadas. O bien, quizás Vanya estuviera acompañando a Jameson, aunque habían pasado pocas semanas desde su último encuentro, parecía una eternidad para la vampira.
-Sea quien sea, esperan encontrarme a mí- dijo la Caitiff, que recogió la escopeta, la escondió lo mejor que pudo y abrió la puerta para salir a la calle.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 19 Abr 2025, 18:23
por DarkOsca
El zumbido tenue del televisor apenas competía con los pensamientos que zambullían a Nyx en una corriente subterránea de frustración. Las imágenes que se sucedían en la pantalla proyectaban la ciudad que alguna vez fue suya transformada en una fortaleza cercada por vigilancia, sospechas y promesas de hierro. El FBI irrumpiendo en Columbia… la universidad, el templo del conocimiento, convertido ahora en campo de guerra. Y entre los escombros de ese asalto institucional, Melinda. Una presa más.
El Brujah apartó la vista de la pantalla. No le gustaba cómo resonaban las palabras de Rand, ni cómo se parecía a otros hombres que había escuchado en su infancia, cuando creció entre casas de ladrillo visto, radios encendidas en las cocinas y vecinos que bajaban la voz al hablar de política. Aquellos discursos, tan llenos de miedo como de ambición, eran los que terminaban construyendo cárceles invisibles. Y ahora Rand pretendía extender esos barrotes a toda la ciudad.
Las noticias que desfilaban por la parte inferior del televisor eran casi un insulto personal. El informe de Reynolds... Un escalofrío le recorrió la espalda. Christopher había sido uno de los últimos puentes entre Nyx y su pasado, una grieta de humanidad aún abierta. Pero si los Shelby habían puesto su mirada en él, entonces estaban pisando ya las tablas de lo que el Brujah consideraba su hogar. Su gente.
Volvió a mirar a Montecristo, encorvado como un sabueso sobre las monedas, absorto en esa búsqueda silenciosa que parecía consumirlo. Y a Pagliacci, que ya se enfundaba la escopeta, con ese aire de quien sabe que todo puede estallar de un momento a otro. La tensión era densa, eléctrica, casi palpable.
Cuando el Tremere levantó la mano pidiendo silencio, Nyx ya se había tensado como un resorte. Él también los había oído. Pasos. No uno. Varios.
Se incorporó lentamente, sin una palabra, y se acercó a la ventana más cercana, tratando de atisbar algo sin exponerse. El mundo exterior era una amenaza constante, sí… pero también era su terreno. Sus calles, su historia. Y ahora, más que nunca, su responsabilidad.
Deslizó una mano bajo su chaqueta. No era sólo paranoia. Era supervivencia.
-Si esperaban encontrar a Pagliacci, no les gustará saber que venimos en grupo
Murmuró, sin apartar la vista del exterior.
Y por dentro, la Bestia rugía. No de hambre… sino de rabia contenida. Porque Nyx no iba a permitir que le arrebataran otra cosa más.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 24 Abr 2025, 18:45
por Voivoda
En el momento en que Montecristo cerró los ojos, todo se volvió rojizo.
Una ola de frustración recorrió su cuerpo muerto. Por el bastardo de su hermano y sus insinuadas depravaciones morales, por la falta de coraje de su Sire, por la dificultad para salvar a Melinda de un destino que no entendía, por la enfermedad de Sienna, por hacerse casi daño tocando aquellas monedas sin encontrar un motivo por el que debían ser tan importantes como realmente sentía en su interior que eran.
Con un gesto de rabia y un alarido tira las monedas, que rebotan en decenas de ecos por toda la habitación, haciendo que Pagliacci y Nyx se sobresalten de inmediato, mirando sin terminar de comprender a su compañero de Coterie, que muestra además sus colmillos en un gesto de absoluta frustración.
Cuando el Brujah y la Caitiff hacen un gesto para ayudar a Montecristo, el Tremere se lanza al suelo y se pone a recoger todas las monedas.
¿Estás loco?. Sus pensamientos son un bucle que viaja a toda velocidad.
Necesita saber. ¿Para qué las quieren?, ¿qué significan? NO PUEDO PERDERLAS.
Nyx y Pagliacci se miran temerosos de que alguien haya podido escuchar el arrebato de su compañero al mismo tiempo que aún tenían en mente la señal de alerta previa de Montecristo. El Tremere, que recogía las monedas con ligeros gruñidos y susurrando en voz baja en una especie de delirio transitorio, había detectado algo. Y sus compañeros se fiaban de su sexto sentido a pesar de que parecía que había perdido la cordura.
Los dos Vampiros se hicieron gestos para señalar sus intenciones. Nyx se asomaría desde una ventana situada fuera del almacén donde habíais pasado el día, mientras que Pagliacci, que pensaba casi con ironía que la noche anterior había sido casi un entrenamiento para ella, cogió aquella escopeta decidida a enfrentarse a lo que fuera necesario. Consideraron que al Tremere era mejor dejarlo tranquilo.
Nyx sale al pasillo y cierra la puerta mientras Montecristo sigue absorto. Con pasos silenciosos camina por aquel museo en el que apenas están encendidas las luces de emergencia, si bien las de la calle dan iluminación suficiente. El Brujah chasqueó los labios en un gesto instintivo. Fuera había un tipo de mediana edad con pinta de estar bastante nervioso ya que no paraba de moverse de un lado a otro, de gesticular y de mirar hacia la puerta del edificio en el que estáis. Da por hecho que es el contacto de Pagliacci. Lo que no le gusta es su compañía, ya que viene con un agente de la Policía de Nueva York.
Pagliacci baja por unas escaleras hasta acercarse al hall sin cruzarse con nadie. Los candelabros judíos y los cuadros de rabinos ortodoxos neoyorquinos son su única compañía mientras mantiene un ángulo de visión que le permita ver a Nyx junto a la ventana en el piso de arriba. La Caitiff ve prácticamente al mismo tiempo la escena que se desarrolla fuera. Reconoce a Jameson, acompañado no por Vanya como hubiera deseado, sino por un policía.
Ninguno de los dos Vampiros estaba a la vista de quienes estaban fuera, lo que os daba algo de tiempo para tomar decisiones.
Montecristo se sentó en el suelo apoyando la cabeza en la pared situada detrás de él. Frente a sus ojos tenía todas las monedas apiladas simétricamente, lo que le dio una peculiar sensación de paz, y fue guardándolas una a una. En el interior de su mente se había fijado esa obsesión por saber qué narices estaban planeando sus hermanos de Clan, pero ahora no notaba ningún atisbo de frustración. Casi se dio cuenta en ese instante de que estaba solo y la puerta cerrada, pero no del todo.
Parpadeó algo desubicado, sin terminar de entender cómo no se había dado cuenta de que Nyx y Pagliacci se habían puesto en marcha.
OFF: Nyx Ansia 2, Pagliacci Ansia 1, Montecristo Ansia 1
He utilizado la Compulsión aleatoria para Montecristo ya que la del perfeccionismo ya la sufrió al principio de la partida. En la tirada (https://discord.com/channels/6032459677 ... 8861711430) sale un 7, "Daño", de ahí la interpretación del turno.
He utilizado vuestras respuestas y la coherencia narrativa para seguir adelante con la escena según preveíais con el añadido del Fallo Bestial de Montecristo.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 24 Abr 2025, 19:39
por Pagliacci
La no-muerta observó a Jameson acercarse acompañado del policía, solo cabían dos posibilidades, bien que el editor hubiera decidido traer protección por su cuenta, o bien la inquisición verdaderamente tuviera interceptadas las comunicaciones de aquel que había publicado la noticia que había destapado todo aquel desastre. En cualquier caso, no había diferencia alguna, la única manera de salir de aquello era hablando, porque la policía ya tenía su dirección, estaba en su puerta y no se iba a ir así como así.
La periodista agudizó los oídos, tratando de asegurarse de que no hubiera mucho más que un coche patrulla y no se tratara aquello de una trampa, trató de escrutar la oscuridad en busca de un pelotón de inquisidores entre las sombras y, cuando se hubo asegurado de que no había nadie, dejó el arma oculta en el piso superior y bajó hasta la puerta, preparándose mentalmente para la conversación. Mientras se acercaba a ellos, recordó una de aquellas lecciones que ningún sire le había enseñado, sino la calle misma, la importancia de bombear sangre hacia la piel, para evitar parecer un cadáver a ojos de los mortales y levantar menos sospechas.
Se acercó paso a paso hacia el umbral, cada golpe en el suelo que daban sus botas acompañado por la resonancia ventricular que martilleaba sus oídos. Se alegró de haberse duchado antes de aquella conversación y pensó en qué clase de medias verdades estaba dispuesta a revelar. Cuando, al fin, abrió la puerta respiró profundamente diciendo:
-Buenas noches, Jameson. Buenas noches, agente.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 26 Abr 2025, 11:01
por DarkOsca
La súbita explosión de monedas contra las paredes hizo que Nyx diera un respingo instintivo, llevándose la mano al interior de su chaqueta en busca del cuchillo que siempre llevaba encima. Su cuerpo tensado como un resorte, observó a Montecristo con una mezcla de alarma y preocupación. La Bestia del Tremere, normalmente bien atada bajo esa capa de autocomplacencia amargada, se había dejado ver un instante, tan feroz como desamparada. No era el momento de perder a uno de los suyos.
No ahora.
Intercambió una rápida mirada con Pagliacci. No hubo necesidad de palabras: actuarían. El Tremere quedaría atrás, recogiendo sus pedazos, mientras ellos se aseguraban de que el edificio no se les viniera encima.
Con movimientos contenidos, Nyx se deslizó hacia el pasillo, cerrando la puerta tras de sí sin hacer más ruido del necesario. El museo olía a polvo, a cera vieja y a un leve aroma de metal oxidado. Apretando los labios, caminó hasta la ventana, donde la luz de la calle iluminaba las figuras que se agitaban fuera. Un vistazo rápido fue suficiente: Jameson.
Y junto a él, un maldito policía.
Nyx frunció el ceño. Aquel pequeño detalle alteraba todas las posibilidades. No podían arriesgarse a montar un espectáculo. Había que pensar como un depredador: acechar, observar, actuar en el momento justo.
Desde su posición elevada, vio a Pagliacci deslizarse hacia el hall, sus botas golpeando el suelo como tambores lejanos en una noche de guerra. Era rápida, fría, profesional. Casi le arrancó una sonrisa ver cómo se preparaba para el inevitable duelo de palabras que se avecinaba. Él también flexionó los músculos, dejando que su sangre circulara más rápido, tiñendo sus mejillas de un leve matiz humano. Había aprendido hacía tiempo que a los mortales les incomodaban los rostros pálidos, y desconfiaban de las sombras que no parpadeaban.
Observó con atención cómo la Caitiff bajaba el arma en el piso superior, precavida, inteligente, y descendía al encuentro de sus "invitados". No había refuerzos ocultos, no había francotiradores apostados entre las sombras. Solo un coche patrulla, las farolas parpadeando en la distancia y el hedor pegajoso de una ciudad demasiado enferma para salvarse.
Cuando Pagliacci abrió la puerta y saludó con voz firme, Nyx se mantuvo en las sombras, vigilando. Preparado para intervenir si la situación se torcía. Protegiendo a los suyos, como siempre.
Se obligó a respirar hondo, dejando que su mente corriera por todos los posibles escenarios. Negociación, enfrentamiento, huida... ¿Cuántas veces había repetido esa danza? Demasiadas.
Y cada vez el margen de error era más pequeño.
-Un movimiento en falso y esto arde.
-Confía en Pagliacci. Confía en ti mismo.
-Y si todo se va al infierno... hazlo rápido. Hazlo limpio.
Sus ojos no parpadeaban, fijos en la escena que se desarrollaba abajo.
No habría sorpresas esta noche. No mientras él estuviera vigilando.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 26 Abr 2025, 21:04
por Jebediah_Gogorah
El telón rojo caía sobre su mirada, a la vez que el tintineo de las monedas contra la pared se hacía insoportable para su magnificada audición. La ira le había controlado. La furia lo habia dominado. Aquellas monedas se habían convertido en su obsesión; pero no por ser simplemente circulos de mental acuñados, sino porque estaba convencido que eran la perdición de Virgil y el salvoconducto hasta Melinda. Descubrir su arcanoi era ahora su único sino, y por eso, se enfureció más con la llamada a la puerta en al parecer una esperada visita.
Quedó esperando en la sala, atento ahora al montón de monedas, como si de pronto cualquier mínima señal pudiera esclarecerle el mensaje. Pero sus oídos, aprovechando sus ahora potenciados sentidos, estaban en la puerta, junto a Nyx, Pagliacci y los extraños visitantes. Sólo esperaba que la paria supiera lo que estaba haciendo. Hoy en día podían confiar en poquisima gente. Debían mantener aquel refugio activo, al menos otro par de noches.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 01 May 2025, 21:01
por Voivoda
Pagliacci piensa durante una décima de segundo cómo hubiera podido afrontar una situación como esta hace apenas 24 horas, cubierta de rabia, sangre y barro. La Caitiff despejó de inmediato esos pensamientos, asumiendo que la negatividad no iba a ayudarla. Debía parecer humana, algo ingenua. La presencia del agente de policía aumentaba una desagradable sensación en su estómago, y no ayudaba la evidente angustia que parecía haberse apoderado de Jameson, que parecía desmejorado. No se había afeitado y miraba nervioso a los lados de la calle que, por otro lado, la Caitiff pudo comprobar que estaba prácticamente desierta.
Antes de que Jameson pueda siquiera saludar a Pagliacci, es el agente de policía el que toma la palabra. Su voz parecía indicar un procedimiento rutinario, ni siquiera había mirado directamente a la Caitiff, lo que hizo pensar a Pagliacci que su disfraz de mortalidad al menos había funcionado.
-
Buenas noches, señora. ¿Me puede facilitar su documentación, por favor?
Nyx escuchó las palabras del policía desde la planta superior. Podía notar cómo la tensión agarrotaba su cuerpo muerto, dejándole la extraña sensación de parecer un muñeco de madera. Nada hacía indicar a simple vista que el agente fuera un problema
realmente serio. Pero la disolución del poder centralizado nocturno de la ciudad y la carrera para obtener un refugio de la que vuestra propia Coterie era participante eran síntomas de que no convenía fiarse.
Un sonido semejante a un rugido creciente desvía su atención por un instante.
El Brujah observa desde lo alto cómo a unas calles de distancia se mueven en perfecta sincronía los faros de un grupo de motocicletas. Nyx no distingue más que sus siluetas, pero la considerable estatura de quien parece que va al frente le hace atar cabos con rapidez. No le debían nada a aquellos Sons of Blood, pero el lavado de cerebro al muchacho aquel relacionado con Montecristo auguraba que tarde o temprano fuera posible volver a encontrarse con ellos.
Montecristo guardó las monedas en su bolsillo con cuidado, como si se trataran de un antiguo tesoro. El Tremere había vuelto a sentir la llamada de la propia Sangre que corría por sus venas. La repulsión que le causaba Virgil o la decepción provocada por Hex le habían hecho alejarse de su propia identidad. Desde luego no eran estos tiempos como los de antaño, de los que se cuentan historias sobre la lealtad inquebrantable en la Pirámide. Él no sentía ya esos vínculos, pero en cambio aquellas monedas habían vuelto a despertar en su interior ese constante mordisco del misterio y el conocimiento.
Quizá por eso se dio cuenta tarde, cuando veía ya a lo lejos la espalda de Pagliacci en la puerta del museo, que sus pasos no eran los únicos que avanzaban en aquella dirección. Montecristo se dio la vuelta con lentitud para encontrarse a escasa distancia de una mujer menuda de pelo rizado y moreno.
-
No queremos problemas aquí. Debéis iros ya.
Montecristo era consciente de que el sueño diurno había sido un regalo temporal obtenido por Nyx. Seguramente estaban pisando el territorio de otro y no convenía levantar más polvareda.
Re: "Countdown" 6
Publicado: 04 May 2025, 12:58
por Jebediah_Gogorah
Montecristo sentía el calor de las monedas entre sus manos. Percibía un oscuro latir en ellas, que por un momento le pareció rememorar sus días de mortal. Las había examinado tantas veces, que podía cerrar sus ojos y visualizarlas en su mente con cada detalle. Las monedas, las monedas... las putas monedas. Ellas eran las culpables, ahora, de que no se percibiera de otra presencia en la habitación. - Mierda... - pensó - Pagliacii... Nyx... - Las monedas, las monedas, las putas monedas... le habían hecho perder el foco. El tremere saltaba de obsesión en obsesión en aquellas noches aciagas, intentando visualizar el puzzle; intentando resolver el caso.
Aquella señora desconocida se presentó ante él. Desconocía si era la arrendataria, pues no habían tenido tiempo de hablar con el arquitecto brujah de los pormenores y detalles del refugio. Pero tenía claro una cosa; no podían abandonarlo aquella noche.
- No se preocupe señora - dijo con las mejores de sus sonrisas impostadas - No crearemos ningún problema. Mañana nos marcharemos... ahora si me disculpa... - le dio la espalda queriendo atender a la conversación que se producía en la puerta, y esperando que no hubiera réplica por parte de ella, que resquebrajara su ya maltrecha paciencia.