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Webvampiro • [Trasfondo] La Casa Ailil
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[Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 11 Sep 2025, 22:33
por Alexander Weiss
Imagen La Casa Ailil: Creadores del Invierno sin Fin Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres; y esos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que está protegida por la majestad del estado; porque las acciones de todos los hombres, y especialmente las de los príncipes, se juzgan por los resultados, donde no hay ningún otro juez al que apelar.
-Nicolás Maquiavelo, “El príncipe”

Honor
El Conde Declan ap Ailil escuchó el sonido de la batalla, salpicado por el relincho de un caballo herido mientras cabalgaba hacia el Feudo de Bosqueplata de la Dama Arlana. Dirigiendo su corcel hacia donde escuchaba la batalla, galopó hacia el ruido, desviándose del camino y metiéndose directamente en los bosques. La profunda espesura detuvo el avance de su caballo, así que el caballero de pelo oscuro tuvo bastante tiempo para escuchar el entrechocar de las espadas y el profundo repicar de las armas contra los escudos. Desde lo alto de una colina, todavía a unos cientos de metros de la batalla, el Conde Declan sólo podía limitarse a contemplar a los combatientes. Una banda de Plebeyos vestidos de oscuro luchaban contra un jinete solitario, cuya habilidad superior no podía superar al esfuerzo coordinado de tantos atacantes. Aunque espoleó su caballo por la inclinada vertiente de espesura para llegar hasta la batalla, Declan sabía que probablemente llegaría demasiado tarde para hacer nada más que recoger los pedazos que quedaran.
Los oponentes de Sir Gannon habían atacado sin aviso, surgiendo de repente de los árboles que se inclinaban sobre el retorcido sendero de la montaña. Adiestrado para la guerra, su corcel galopó hacia arriba, ganándole a Sir Gannon unos valiosos segundos en que pudo desenvainar su espada y enfrentarse a la situación. Contó a seis atacantes, ninguno de ellos a caballo, y sintió una ligera punzada de esperanza.
Las pezuñas de su caballo habían derribado a dos Redcaps que habían bloqueado el camino ante él; arruinando cualquier plan que la terrible pareja hubiera tenido. La espada de Sir Gannon, brillando con energía quimérica, había abierto una gran herida en el brazo de un tercer enemigo. El caballero había adelantado su escudo para bloquear el golpe lateral de la gran hacha de un Trol. Consciente de que todavía quedaban otros dos atacantes, Sir Gannon había dirigido su montura en un giro controlado, dándose la vuelta para enfrentar pezuñas y espada contra los enemigos que se encontraban a su espalda.
La terrible danza continuaba mientras Sir Gannon se enfrentaba a sus atacantes, aunque sentía cómo su cuerpo sucumbía al ataque incesante. Al final, por número y suerte, los golpes enemigos vencieron.
Sir Gannon escuchó un crujido enfermizo cuando el golpe robusto de uno de los enemigos que tenía a un costado destrozó la pata izquierda trasera de su caballo. El caballero apenas tuvo tiempo de soltarse del animal mientras se derrumbaba, relinchando. Con aullidos de triunfo, los atacantes cargaron contra el caballero caído. Sir Gannon sintió el gélido entumecimiento de las armas de hierro frío arrancándole su espíritu mientras caía en un pozo oscuro de nada.

***
Cuando Declan llegó al lugar, no quedaba nada de la batalla, salvo el débil lamento de un caballo que había sufrido demasiado. Junto al animal caído yacía el cuerpo magullado de un hombre, apenas con vida. El conde desmontó y se arrodilló junto al hombre, comprobando el daño. Sus ojos se estrecharon mientras percibía la tenue línea de Glamour que todavía se aferraba al cuerpo.
-Todavía no se ha ido del todo -murmuró Declan. Pasando sus manos sobre las peores heridas del hombre, Declan tejió un hechizo de curación en la carne aplastada bajo sus dedos, evitando que siguiera perdiendo sangre. -Sobrevivirás, hasta que un curandero de verdad pueda atender tus heridas y restaurarte a tu ser -dijo a la figura inconsciente, que ahora era claramente visible como un Sidhe.
Ahora Declan dirigió su atención al caballo, que yacía inerte, con su respiración apenas un suspiro, el aliento entrecortado mientras sus ojos brillaban de dolor. A todos los efectos debería aliviar al animal de su miseria, pero Declan se dio cuenta de que una chispa de Glamour todavía se aferraba a la criatura, revelando que era una montura feérica.
-Supongo que también te mereces una oportunidad -dijo Declan. De nuevo invocó la magia de las hadas, dirigiéndola en esta ocasión sobre los huesos destrozados de la pata rota del caballo.
Cuando hubo terminado con sus cuidados, Declan volvió junto al Sidhe, cuya vida, con toda probabilidad, había acabado de salvar. Esta vez examinó las ropas y atuendos del noble para descubrir su identidad y sus asuntos en los bosques de la Dama Arlana. Aunque el blasón de la Casa Dougal no hubiera estado visible en el ensangrentado sobreveste del caballero, la ausencia de dos dedos en su mano izquierda -la mano de su escudo- lo señalaba como miembro de la casa de los artesanos. Sin embargo, resultó más interesante para Declan el pergamino sellado escondido en un cartucho de cuero marcado con el sello del Parlamento de los Sueños. Los labios de Declan se apretaron; podía adivinar con algo de certeza el contenido de la carta, teniendo en cuenta que el caballero anónimo sin duda había sido enviado a Bosqueplata. Devolviendo la carta sin abrir a su envoltorio, Declan cerró el cartucho y se dispuso a conducir al caballo caído y a su jinete a la seguridad del Feudo de la Dama Arlana.

***
Situado en las profundidades de las colinas del Valle de Shenandoah en Virginia, en su aspecto mortal el Feudo de Bosqueplata parecía una casa señorial de estilo francés. Sin embargo, en su aspecto feérico se revelaba el verdadero esplendor del edificio, porque parecía un palacio en miniatura, coronado por espirales de plata que brillaban bajo la luz del sol y con una belleza resplandeciente bajo la luz de la luna. Un dragón de plata dominaba el arco de entrada al Feudo, proclamando que el palacio y los terrenos eran un Feudo de la Casa Ailil.
Dentro de sus cámaras privadas, en el piso más alto del palacio, la Dama Arlana se sentaba pensativa tras un pequeño escritorio. Un gato negro de pelaje largo se acurrucaba a sus pies, ajeno a la palpable tensión de su ama. Aunque parecía una mujer joven a mediados de la veintena, con su cabello negro azulado y unos gélidos ojos verdes, Arlana había vivido durante varias décadas más de lo que su aspecto indicaba, protegida por el Glamour ambiental de su Feudo, del que sólo salía cuando era necesario. Sentado frente a ella, sin que su postura traicionara señales de incomodidad o nerviosismo, el Conde Declan aguardaba a que su anfitriona digiriera la información que acababa de entregarle.
-¿Cuánto tiempo tenemos antes de que nuestro invitado despierte? -preguntó la Dama Arlana, rompiendo el silencio con el que había recibido el informe del conde.
Declan carraspeó.
-Debería recuperar el sentido esta noche. Esperaría que caminara poco después. Sin duda querrá conocer a su anfitriona. -El conde se permitió una pequeña sonrisa mientras asentía con deferencia a la Dama Arlana.
-Rara vez tengo motivos para recibir a un miembro de las Casas gobernantes -observó la noble Sidhe.
-Me arriesgaría a hacer la conjetura de que nuestro caballero errante ha tenido pocas ocasiones de pasar mucho tiempo en compañía de una de las Casas del Invierno -dijo el Conde Declan-. Como mínimo, la experiencia debería resultarle interesante.
-¿Pretendéis quedaros aquí también? -preguntó la Dama Arlana- Después de todo, habéis venido por invitación mía, aunque debo decir que no esperaba que llegarais con un “regalo” tan inusual para vuestra anfitriona como un caballo feérico y su jinete Dougal.
-Intento evitar las trampas de la rutina -replicó Declan, sonando inesperadamente agradado consigo mismo-. Por el bien de la formalidad -añadió, levantándose de su asiento y ejecutando una cortés reverencia a la Dama Arlana- solicito que me brindéis vuestra hospitalidad de acuerdo a las leyes del Tratado.
-¿Por qué siento alguna artimaña en que vuestra solicitud presente un gambito abierto? -preguntó Arlana, con su propia voz imitando la cortesía burlona del conde. Se levantó de su asiento detrás del escritorio y respondió a la reverencia de Declan con un gracioso asentimiento.
-Os extiendo la hospitalidad de mi casa y de mis tierras y pongo sobre mí misma y mi honor garantizar vuestra seguridad durante los siguientes tres días y noches, comenzando a partir de este momento.
El conde y la dama pasaron varios minutos más conversando tranquilamente antes de separarse. Declan fue en busca de diversión entre los cortesanos del Feudo de la Dama Arlana, mientras la propia Arlana se dedicaba a hacer preparativos con su invitado inesperado en mente.

***
El terreno había temblado bajo sus pies como un gran terremoto, sacudiendo los cimientos del frágil portal que representaba su última oportunidad de encontrar cobijo del gélido viento que envenenaba el Ensueño. Eregannon ap Dougal contempló cómo el resto de su Casa se apresuraba a atravesar el portal que temblaba. En el horizonte, más allá de las colinas que él y su séquito habían atravesado apenas unas horas antes, escuchó el aullido de unas criaturas de pesadilla. Sintió un pequeño momento de remordimientos por la pobre alma que mantenía a raya a las horribles bestias, mientras se daba cuenta que la presa que ahora ocupaba la atención de los monstruos también les había servido como cebo para distraerlos, ganando tiempo para él y su séquito.
-Deprisa, amigos, deprisa -llamó-. Nos queda poco tiempo.
Dejó que la urgencia coloreara su voz.
Uno tras otro, los restos del Feudo de Eregannon, dejaron el mundo de los mortales, buscando la senda de plata que los llevaría hasta el bendito refugio de Arcadia.
El fragor de la batalla que no veía cambió cuando los gritos de victoria se convirtieron en chillidos de dolor. La Dama Moira, su amada, se detuvo en el umbral.
-Mi señor, -llamó- venid ya si queréis acompañarnos.
Eregannon dio un paso hacia el portal, donde Moira esperaba con la mano extendida. Un lamento angustiado llegó hasta sus oídos, seguido por el gruñido de una bestia que se había abalanzado sobre su presa.
-Sostén la puerta, cariño mío -dijo, dándose cuenta de repente de lo que debía hacer. Desenvainando su espada, se dirigió apresurado hacia el fragor de la batalla, preparado para ayudar a la víctima asediada por las pesadillas que, como todas las criaturas del Ensueño, quería escapar.


***
Gannon despertó con el recuerdo todavía fresco en su mente. Rara vez recordaba algo sobre su primera estancia en la Tierra, hacía muchos siglos. En esta ocasión, intentó mantener el sueño con firmeza en su consciencia. Fui a rescatar a alguien y juntos luchamos para volver junto al portal.
-¿Estáis despierto, mi señor? -Una voz detrás de él en la cama asustó a Gannon y lo despertó del todo. Volvió su cabeza bruscamente, percibiendo ahora de la forma que se acurrucaba junto a él, carne contra carne, bajo el cobertor de seda. Inhalando con profundidad, Gannon quedó tenso ante aquel contacto. Su rostro se sonrojó mientras contemplaba el rostro de su compañera, oculto en parte por una cascada de cabello castaño oscuro.
-Perdonadme, señora -comenzó a decir, pero una suave risilla cortó sus palabras antes de que pudiera terminar su disculpa.
-Bienvenido a Bosqueplata -dijo la doncella feérica (aunque quizás, doncella no era el término adecuado), su voz apenas un susurro en su oído-. Vuestra reputación os precede.
-Espero no haberos ofendido -balbuceó Gannon, provocando en esta ocasión una carcajada de la dama que se encontraba en su lecho.
-Me habrías ofendido si vuestra forma hubiera ignorado vuestra función -dijo-. Mi nombre es Calinthe, y parte de mis deberes como pupila de la casa consiste en asegurarme de que nuestros invitados descansen cómodos.
-Bosqueplata -repitió Gannon, con sus recuerdos recientes desplazando rápidamente la reminiscencia de sus sueños-. Me dirigía hacia un Feudo con ese nombre -dijo-. Hubo una emboscada…
-De la que otro de nuestros invitados os salvó -dijo Calinthe-. O eso me han dicho -añadió.
-Tengo un mensaje para la Dama Arlana -continuó Gannon, con su mente ahora atenta a su misión. Echó atrás el cobertor de la cama, y rápidamente lo subió al recordar su desnudez-. Mis ropas…
-Tuvieron que limpiarlas por completo -dijo Calinthe-. Sangrasteis bastante para seguir vivo. Iré a buscároslas.
Con indiferencia, la esbelta Sidhe apartó el cobertor y se levantó de la cama. Sacudiendo su cabello para que cayera más allá de sus hombros como una capa rojiza, pisó en silencio sobre la gruesa alfombra hasta una enorme silla de roble y recogió las prendas colocadas ordenadamente sobre ella.
-¿Debo ayudaros a vestiros, mi señor? -dijo, inclinándose ante la cama con humildad burlona, ofreciéndole la ropa a Gannon. El señor Dougal cerró los ojos.
-No será necesario -respondió-. ¿Podéis informar a la Dama Arlana de que solicito una audiencia con ella en la ocasión más pronta posible?
Calinthe dejó la ropa en la cama al lado de Gannon y suspiró con dramatismo exagerado.
-Como queráis, mi señor -dijo suavemente, levantándose por completo y saliendo todavía desnuda de la habitación, dejando que Gannon ordenara su compostura junto con su atuendo.

***
La Dama Arlana recibió a Sir Gannon en su cámara de audiencias formales, una gran habitación de elaborada elegancia. Cortinajes de negro y plata enmarcaban ventanales que llegaban del suelo al techo, delicadamente grabados con el dragón y las estrellas de la Casa Ailil. El motivo se repetía en el suelo, intercalando patrones negros y plateados. Arlana, que lucía un vestido de raso negro opalescente, se sentaba en un enorme trono tallado en una madera plateada que no se encontraba en ninguna parte del reino mortal. Un gato negro de pelaje largo descansaba cómodo en su regazo. De pie y atento a un lado de la Dama Arlana, el Conde Declan observaba cuidadosamente cómo el caballero que había traído hasta el Feudo la noche anterior caminaba de manera lenta pero firme hacia el trono. Al otro lado del trono, Calinthe, ahora con un sencillo vestido negro, con su largo cabello entretejido con hilos de plata, observaba a su reciente compañero de cama con una mirada deliberadamente baja, y una inocente media sonrisa en su cara.
Sir Gannon se detuvo a unos pocos pasos del trono, justo al alcance de una espada, y se inclinó hasta la cintura, un gesto no tanto de sumisión como de cortesía, como exigía el protocolo. La Dama Arlana aceptó el gesto y elevó su voz al saludar.
-Os doy la bienvenida en nombre de la Casa Ailil al Feudo de Bosqueplata y os doy permiso para que habléis en libertad en este salón del propósito de vuestra visita.
Gannon se incorporó y pronunció las palabras que había repasado cuidadosamente a lo largo de su viaje desde Tara-Nar.
-Mi nombre es Sir Gannon ap Dougal, y sirvo como caballero y mensajero en nombre del Parlamento de los Sueños. He venido aquí con un mensaje para las manos y ojos de la Dama Arlana de Bosqueplata, hija de Ailil y leal súbdita del Reino de Concordia. -Mientras hablaba, extendió la mano a su costado y sacó un cartucho de cuero, que ofreció a la dama.
-Podéis acercaros con vuestro mensaje -dijo la Dama Arlana.
Sir Gannon dio otro paso hacia el trono mientras la Dama Arlana se inclinaba hacia adelante desde su asiento para tomar el mensaje que le ofrecía. Su movimiento incomodó al gato, que saltó del regazo de su ama, y se apartó apresuradamente del trono para quedarse sin ceremonia entre la Dama Arlana y el caballero Dougal.
Hubo silencio mientras la Dama Arlana abría el cartucho, sacaba el pergamino enrollado y rompía el sello del Parlamento de los Sueños. Su rostro no mostró ninguna expresión mientras leía las palabras escritas en pergamino trasgo. Sin hacer comentario alguno, entregó el mensaje de vuelta a Sir Gannon, que aprovechó la oportunidad para leer, por primera vez, el mensaje que lo había llevado a su destino.
La Dama Arlana se dirigió al Conde Declan.
-Parece que habéis traído vuestra propia condena a esta casa -dijo con su voz sin emoción-. Eso -dijo, haciendo un gesto hacia el pergamino que Sir Gannon tenían en sus manos- es una orden para que os presentéis ante el Parlamento de los Sueños para responder a acusaciones de posible complicidad en la desaparición del Alto Rey, ¿o debería decir del anterior Alto Rey?
Sir Gannon terminó de leer el mensaje, con su cara pálida y sus labios apretados con fuerza.
-Mi señora, -dijo- os juro, que hasta este momento, desconocía el contenido de este mensaje.
-Poco importa -dijo el Conde Declan, respondiendo en lugar de la Dama Arlana y hablando por primera vez en presencia de Sir Gannon-. Habéis cumplido con vuestro deber y debo obedecer la orden, o ponerme a mí y a mi nombre en rebeldía.
Sir Gannon intentó pronunciar una contestación apropiada, pero las palabras le fallaban en aquella complicada situación. La Dama Arlana intervino en su turno de réplica.
-Que así sea, Caballero Declan -dijo-. Pero debo recordaros que hace tan sólo unas horas os ofrecí mi hospitalidad durante tres días y tres noches. Sir Gannon, aquí mismo también os ofrezco por mi libre voluntad la hospitalidad de mi casa y mi honor garantizando vuestra seguridad durante los siguientes tres días y tres noches, comenzando en esta hora. Estoy segura de que no quebrantaréis mi hospitalidad hacia el Caballero Declan ni os negaréis a aceptar la hospitalidad que os he ofrecido.
-Tengo poca elección salvo obedecer a quienes me han enviado, mi señora -dijo Sir Gannon, sin molestarse en ocultar la decepción en su voz.
-¿Sois de la Rama Roja, supongo? -preguntó la Dama Arlana, con una débil diversión calentando el hielo de su voz.
Sir Gannon miró hacia sus pies, y de manera inesperada sus ojos se encontraron con la mirada de oro del gato, que lo observaba con algo parecido al desdén. Incómodo, desvió su propia mirada.
-Creo que podemos asumirlo con seguridad, sin forzar a vuestro invitado a admitir su membresía en una sociedad que considera el secreto casi tan sagrado como el honor -dijo Declan, con su voz tranquila.
La Dama Arlana asintió.
-Sir Gannon -dijo-, ¿aceptáis los términos de mi hospitalidad y comprendéis que, cuando se acabe el tiempo, podréis ejercer libremente vuestro mandato de entregar al Conde Declan al Parlamento para que sea juzgado?
Gannon tragó saliva, intentando refrescar su garganta seca para poder hablar sin traicionar su incomodidad.
-Dama Arlana -dijo-, como me ofrecéis la oportunidad de mantener mi palabra sin violar vuestra hospitalidad, aceptaré encantado vuestros términos.
-Espléndido -contestó la Dama Arlana, con su voz mostrando alegría forzada y repentina-. Muchas cosas pueden ocurrir en tres días, por no mencionar las noches que los acompañan. No ocurre a menudo que nuestra Casa acoja a un caballero de la Corte Luminosa. Estoy segura de que vos y el Conde Declan podréis discutir vuestro dilema, si es que lo hay, a lo largo de vuestra estancia como mis invitados.
Cuando hubo terminado de hablar, la Dama Arlana se levantó del trono, apartó al gato con una mano y se despidió de sus invitados. Con un ligero encogimiento de hombros, Calinthe siguió a su señora fuera del salón, deteniéndose un momento junto a Sir Gannon para sonreírle con coquetería.
-Mi hospitalidad también es para vos, mi señor -dijo-, aunque seáis portador de malas noticias.
Cuando se quedaron a solas tras la repentina partida de su anfitriona y su doncella, Declan y Gannon se miraron el uno al otro en la sala de audiencias. El Conde Declan inclinó su cabeza hacia un lado y sonrió con malicia al caballero Dougal.
-¿Vamos a hablar, Sir Gannon? -preguntó Declan- Parece que no podemos luchar, al menos no durante los siguientes tres días.
El conde caminó hacia la puerta, haciéndole un gesto a Gannon para que lo acompañara.
Gannon acomodó sus pasos al caminar pausado de Declan y acompañó al conde desde la sala de audiencias hasta un pequeño salón en el que encontraron dos cómodas sillas. Unos refrescos y pastelillos de té se encontraban sobre una mesita baja en el centro de la estancia, aguardando la atención de los nobles. Declan se sentó en una silla junto a los refrescos y se sirvió un vaso de claro vino dorado. Después de una ligera duda, Gannon decidió acompañarlo.
-No sé qué decir -habló Sir Gannon, con sus palabras lentas y llenas de incertidumbre-. Asumo que fuisteis vos quien me rescató de quienes me atacaron en el camino, y por eso, estoy en deuda con vos.
El Conde Declan estudió a su adversario con cuidado, sin ocultar su escrutinio. Para crédito suyo, Sir Gannon ni parpadeó bajo la mirada penetrante del conde. Finalmente, Declan dejó su vaso medio vacío a un lado, y se inclinó ligeramente hacia delante en su silla.
-Apenas consideraría mi intervención un rescate -dijo-, ya que los atacantes ya habían huido cuando llegué. Sin embargo, admito que os salvé la vida, y debo añadir, que también la de vuestra montura, porque si no hubiera decidido investigar el sonido de la batalla, tanto vos como vuestro caballo hubierais perecido.
-¿Mi caballo vive? -la voz de Gannon mostraba sorpresa y alegría. Se levantó a medias de su silla antes de darse cuenta de que no tenía ni idea de donde buscarlo. Con reticencia, volvió a sentarse- Gracias también por eso -dijo con una renovada calidez en su voz.
Declan se encogió de hombros.
-Si queréis -dijo- os puedo acompañar a los establos donde podréis comprobarlo en persona. Así también podré comprobar cómo se encuentra mi propia montura.

***
Desde una ventana en el piso de arriba, la Dama Arlana observó cómo Declan y Gannon atravesaban el espacio entre el palacio y los establos. Cuando sus dos invitados hubieron desaparecido de la vista, se volvió hacia Calinthe y sonrió.
-Parece que todo va de acuerdo con los planes del Conde Declan -dijo a su doncella. Calinthe asintió, aunque no estaba segura de cómo procedía el juego que se estaba desarrollando ante sus ojos, sólo conocía su parte, pequeña e insignificante.
-Intenté esta tarde atraer su atención, mi señora -dijo escogiendo sus palabras con cuidado-. Pero no ha reaccionado a mis esfuerzos.
La Dama Arlana asintió.
-Sé paciente, cariño mío -dijo con su voz suave y animándola-. Mientras lo tientes con cuidado, puedes considerar que por lo menos estás haciendo tu trabajo correctamente.
La expresión confusa de Calinthe provocó una sonrisa llena de condescendencia por parte de la Dama Arlana.
-¿Todavía no te das cuenta de cómo las cosas pequeñas encajan en las grandes?
-Me temo que no, mi señora -dijo Calinthe.
-Nuestro invitado no sólo pertenece a una Casa Luminosa -dijo Arlana, cruzando la habitación para sentarse en la única silla disponible mientras hacía un gesto a su doncella para que se sentara en un escabel cercano-. Es de la Casa Dougal y es muy probable que sea miembro de la Rama Roja.
Calinthe frunció el ceño.
-¿Eso significa algo más de lo que parece? -preguntó.
Arlana asintió.
-La Casa Dougal sirve a los usurpadores Gwydion con la devoción de los esclavos -dijo-. Si podemos conseguir que uno de los lacayos de los Gwydion crea aunque sea ligeramente que los Hijos del Halcón podrían haber juzgado mal a las hadas Oscuras, entonces habremos dado un paso de gigante hacia la ruptura de su abrumador dominio del poder en Concordia. ¿Te parece demasiado descabellado?
Calinthe lo pensó por un momento e inclinó la cabeza.
-Supongo que no, aunque todavía no consigo ver cómo seducirlo puede provocar un cambio tan repentino.
Arlana se mordió el labio y se removió en su asiento.
-Eres bastante sutil en la cama, lo reconozco, pero todavía careces de la habilidad para ver que lo ocurre en el dormitorio no es tan distinto de cualquier otro intercambio de poder. Cuando puedas ejercer la misma fascinación y encanto de pie como tumbada, consideraré que habrás completado tu educación sobre la política. Te sugeriría que además de cumplir las órdenes que te he dado vigiles de cerca lo que ocurre entre el Conde Declan y nuestro invitado Dougal.

***
Esa noche, la Dama Arlana celebró un festín en honor de sus invitados. Sir Gannon consiguió dar una impresión de confianza al sentarse a la izquierda de su anfitriona, al otro lado del Conde Declan y mantener conversaciones educadas con los demás residentes de Bosqueplata. Ese mismo día, después de su visita a los establos con el conde, Sir Gannon había conocido a Sir Lochlan, el guardián del saber del Feudo. Era un Barbagrís que se aferraba con tenacidad a lo que quedaba de su ser feérico, y que rara vez abandonaba la biblioteca del palacio. Sir Gannon también conoció al Señor Thierry, un Rebelde que parecía disfrutar con su atractivo y proclamando unos ideales anarquistas. Por primera vez, Gannon vio a los Plebeyos del Feudo: Garsen, el Trol que servía como capitán de la guardia de la Dama Arlana, y Ziloa, una barda Eshu. Durante la comida, servida por un servicio de mortales que parecían Kinain o Encantados, Sir Gannon contestó a preguntas relativamente inofensivas sobre la historia de su Casa, un tema que parecía interesar a Sir Lochlan y Ziloa. Garsen preguntó a Gannon sobre el ataque, obviamente interesado en la presencia de una banda no autorizada de proscritos tan cerca de Bosqueplata. Calinthe, que se había sentado tan cerca de Gannon que casi podían tocarse, hablaba poco, pero escuchaba todo lo que Gannon decía. La Dama Arlana le preguntó a Gannon qué artesanía estaba aprendiendo, y no mostró sorpresa cuando Gannon le contestó que estaba aprendiendo bajo la instrucción de un forjador de espadas.
Finalmente, Declan, que se había quedado callado durante la mayor parte de la cena, levantó su voz.
-Estoy seguro de que tendréis alguna pregunta sobre nosotros. ¿No es así, Sir Gannon? -le preguntó- Por lo menos, si yo fuera un invitado en vuestro Feudo y me encontrara rodeado de una horda de hadas Luminosas, aprovecharía la oportunidad que se me presentara para aprender todo lo que pudiera sobre la otra mitad de nuestra raza.
De repente, la atmósfera del comedor cambió. Gannon sintió que lo habían arrojado al papel de interrogador.
-Preguntadnos cualquier cosa -le animó Calinthe, y su mano rozó el brazo de Gannon
-Por supuesto, puede que os mintamos -intervino Thierry arrastrando las palabras.
Sir Gannon decidió ignorar el comentario del joven Sidhe.
-Tengo una pregunta -dijo.
-¿Sólo una? Yo tendría por lo menos una docena -remarcó Ziloa.
Gannon entrecerró sus ojos e inhaló profundamente antes de hablar.
-¿Cómo podéis defender tan descaradamente la creencia de que el honor es una mentira cuando he contemplado tantos ejemplos de conducta honorable en este Feudo? -El caballero Dougal dirigió su mirada hacia Declan mientras elaboraba su pregunta- Vos, señor, podríais haberme dejado muerto en el bosque y nadie lo habría sabido. En su lugar, decidisteis convocar a mi espíritu de las puertas de la muerte y también reparar el daño que le habían ocasionado a mi cuerpo. -Dirigió su atención hacia su anfitriona- Y vos, Dama Arlana -continuó-, me habéis ofrecido la amabilidad y largueza de vuestra casa, así como los cuidados de vuestro servicio.
El Señor Thierry se rió ante la mención de “los cuidados”, y Sir Lochlan lanzó una mirada amarga al Rebelde. Gannon ignoró aquel intercambio.
-No puedo sino apreciar honor en vuestros actos -terminó.
Por un momento pareció que la Dama Arlana iba a responder a su invitado cuando el Conde Declan, aclarándose la garganta, mostró su deseo de responder. La noble Sidhe inclinó su cabeza, permitiendo que el conde respondiera primero a la pregunta.
-Comprendo vuestra confusión, Sir Gannon -comenzó el Conde Declan, con su voz gentil e indulgente-. Asumís el mismo malentendido al igual que quienes siguen la insistencia de la muerte antes que el deshonor del Código Luminoso. Me temo que confundís acto con propósito. Por lo que a mí se refiere (y no pretendo hablar en nombre de nadie más) el honor, como vos parecéis definirlo, representa una serie de tópicos que sólo existen en el reino de la hipótesis. Vos os adherís a una serie de actos sobre qué hacer y qué no hacer impuestos por otros que os obligan a adoptar cierta conducta.
“Yo rechazo cualquier orden que me den otros de definir o dictar mis acciones. Mi honor es lo que yo hago de él, no la voluntad de otros. Cualquier otra clase de honor es una mentira. -El conde hizo una pausa y miró a la Dama Arlana- ¿Deseáis añadir vuestra respuesta a la mía?
La Dama Arlana sonrió.
-¿Responde eso a vuestra pregunta, Sir Gannon? -preguntó- Porque si no es así, puedo compartir mis propios pensamientos sobre el tema para aclarar la cuestión, o quizás complicarla más.
-Creo que he comprendido lo que ha dicho el caballero Declan -contestó Sir Gannon-, pero me honraríais si me permitís escuchar también vuestra respuesta.
Arlana asintió.
-Os advierto que podéis encontrar mi visión sobre el asunto del honor menos personal y más provocadora que la del Conde Declan -dijo preparando su respuesta.
Gannon asintió.
-El Juramento de la Hospitalidad me ata y me prohíbe ofenderme ante vuestras palabras, mi señora -dijo con cuidado-. Especialmente cuando las he solicitado.
-Bien dicho -intervino Sir Lochlan.
-Entonces, con el espíritu de la mutua hospitalidad -dijo la Dama Arlana, atrayendo la atención de su invitado hacia sí misma-, dejaré que mi mente hable para vuestro beneficio. Mediante sus propios actos, la Corte Luminosa ha demostrado la verdad de nuestra filosofía de honor. Lo que los ejércitos de Gwydion, Fiona, Dougal, Eiluned y -sospecho- Liam hicieron durante la Guerra del Acuerdo no encajan debidamente dentro de mi definición de una conducta honorable. Desde luego, no hubo lugar para el honor en la sala de reuniones durante la Noche de los Cuchillos de Hierro.
La cara de Gannon se sonrojó con una furia repentina cuando las palabras de Arlana cortaron el aire, cargando la estancia con la electricidad de la confrontación. Contuvo una respuesta apresurada y aguardó en silencio a que la mujer continuara.
La Dama Arlana parecía ajena al efecto de sus palabras.
-El hecho de que treinta años después, la Corte Luminosa todavía mantenga una soberanía absoluta sobre las hadas de Concordia también indica una interpretación algo negligente del concepto del honor, pero podría pasarme casi toda la noche hablando de la traición fundamental de lo que vos y los vuestros consideráis honor. Supongo que me limitaré a decir que preferimos afirmar que el honor es una mentira porque hemos visto tan a menudo la verdad de vuestras palabras manifiestas en el gran escenario de la política.
Un pesado silencio siguió al discurso de la Dama Arlana mientras la atención de todo el mundo se concentraba en Sir Gannon, esperando su réplica. Sir Gannon cerró sus ojos, recordándose que, de hecho, había sido él quien había realizado la pregunta que había provocado la condena del honor Luminoso por parte de su anfitriona. Cuando volvió a abrir sus ojos, había recuperado la compostura. Confiando en no expresar nada más allá de sus palabras, asintió tanto a la Dama Arlana como al Conde Declan.
-Gracias a los dos por vuestra sinceridad y franqueza -dijo-. Me habéis dado mucho que meditar antes de ir a dormir esta noche.
La cena terminó unos pocos minutos después y los invitados se dispersaron. Sir Lochlan regresó a la biblioteca, mientras Ziloa y el Señor Thierry se marchaban juntos fuera del palacio. Calinthe se marchó por las escaleras del piso de arriba, murmurando su deseo de acurrucarse en una cama caliente y mullida. La Dama Arlana se excusó, afirmando que tenía que ocuparse de los asuntos de la casa. Se encerró en su estudio con Garsen.
El Conde Declan permaneció en silencio cuando se quedó a solas con Sir Gannon. El caballero Dougal lo miró despacio.
-No pretendía estropear la cena -dijo como disculpa.
Declan se rió.
-Al contrario -dijo-. Permitisteis a nuestra anfitriona una rara oportunidad de predicar sus principios más allá de un coro de aduladores Oscuros. La pasión antes que el deber es otro de nuestros principios -le recordó a Sir Gannon.
Los dos caballeros continuaron debatiendo sobre el honor hasta bien avanzada la noche, sin que ninguno consiguiera una victoria clara en el campo de batalla de las palabras. Cuando Sir Gannon finalmente se marchó a su habitación en las primeras horas del alba, encontró a Calinthe esperándole en su cama. En esta ocasión se permitió responder al deseo que había despertado en él.

***
Erengannon había llegado al lugar de la batalla justo a tiempo de ver a un joven caballero en medio de su resistencia final contra una horda de criaturas de pesadilla, Thallain enfurecidos y desesperados por entrar en Arcadia, y monstruos quiméricos nacidos de los sueños aterrorizados y furiosos de las hadas abandonadas. Sin pararse a considerar su propia seguridad, Erengannon se lanzó a la batalla, y su espada se abrió camino entre los atacantes con mortífera precisión. Finalmente, el caballero Dougal consiguió llegar hasta el caballero caído.
-Levántate -le ordenó Erengannon, esgrimiendo su escudo sobre el caballero herido, cuyo sobreveste ensangrentado mostraba el dragón de plata y las estrellas de la Casa Ailil- ¡Protege mi espalda y sigue mis pasos!
Tras haber hablado, Erengannon procedió a abrirse camino de nuevo entre las filas enemigas, la furia y la desesperación, apartaron cualquier pensamiento de derrota de su mente.
A su alrededor, el mundo temblaba y se lamentaba mientras las convulsiones de agonía del Ensueño se intensificaban. El cielo se volvió de un color verde enfermizo y el viento aulló una endecha fúnebre que hubiera avergonzado el lamento de una bean-sidhe.
Una vez fuera de la batalla, Erengannon y su protegido enfrentaron un tortuoso ascenso hasta los restos del portal, donde la Dama Moira, con su cara drenada de cualquier color, todavía luchaba por mantenerlo abierto mediante su pura fuerza de voluntad. Eregannon agarró la mano de su amada y la acercó a él, mientras arrastraba el cuerpo del caballero herido a través del umbral hacia el Paso que se desintegraba con rapidez.
Mientras atravesaba el portal, el caballero miró agradecido a su rescatador.
-Mi vida es vuestra para siempre -dijo-. Así lo jura Declaniel de la Casa Ailil.


***
Sir Gannon despertó envuelto en un sudor frío. Junto a él, Calinthe todavía seguía durmiendo, sus sueños -cualesquiera que fueran- no eran molestados por sus propios recuerdos.
¿Debo traicionar ahora a alguien cuya vida todavía sigue a mi cuidado? ¿Recuerda el juramento que me hizo?

***
Durante los siguientes dos días y dos noches, Sir Gannon y el Conde Declan pasaron la mayor parte de su tiempo en su mutua compañía. La Dama Arlana organizó una caza de zorros quimérica en el Ensueño Próximo que coexistía con los terrenos mortales de su palacio. Sir Gannon se olvidó de sus preocupaciones por un breve rato disfrutando del inesperado regreso de la salud y la fuerza de su corcel feérico.

***
Por su parte, Declan disfrutó de la oportunidad de estudiar a placer a un miembro de la Corte Luminosa. Descubrió que como él, a Sir Gannon le gustaba el ajedrez y los dos caballeros pasaron una tarde entera enfrentando su habilidad. Declan pronto aprendió una visión acertada de la táctica en el juego del caballero Dougal. Sir Gannon tendía a enfrentarse a la oposición de manera directa, aunque no se desperdiciaba a ciegas una ventaja a largo plazo por una victoria a corto plazo. El propio estilo de Declan favorecía la sutileza y los riesgos calculados. No muy diferente a lo que estoy asumiendo ahora, se recordó Declan mientras tomaba la reina de Gannon en su ataque final, aprovechando el movimiento del caballero Dougal. Sir Gannon le concedió la victoria con tranquilidad, indicando que sus pensamientos se encontraban en otro lugar.
-Deberíais haberme obligado a realizar varios movimientos más- observó Declan mientras ordenaba las piezas en el tablero- ¿Estáis preocupado porque se acerca el fin de nuestro período de gracia?
Su voz era suave, pero sus ojos retenían la mirada de Gannon con un agarre implacable.
-Quizás -respondió Sir Gannon, con su tono dando la impresión de que la observación de Declan había dado en el clavo, aunque no tanto. Volvió su cabeza a un lado y miró a un punto detrás del conde. -¿Recordáis algo?
Declan parecía confundido.
-No estoy seguro de comprender a qué os referís -contestó.
-¿Soñáis con el tiempo anterior a la Ruptura? -dijo Gannon, decidiendo que se había terminado el tiempo de la evasión, si es que de hecho habían tenido ese tiempo en los últimos tres días.
-Tengo unos pocos recuerdos nebulosos -contestó Declan, midiendo con cuidado la pregunta de Gannon- ¿Qué os lleva a preguntarme eso?
Lleno de dudas, Gannon le contó los sueños que habían acudido a él. Cuando terminó su historia, con las últimas palabras pronunciadas en el mundo mortal por Declaniel ap Ailil, se sintió como si se hubiera liberado de una pesada carga.
El Conde Declan permaneció en silencio durante unos breves momentos, sopesando la historia de Gannon.
-Si vuestros recuerdos son verdad -dijo al final-, entonces mi juramento todavía se mantiene, porque no me habéis liberado de él.
-Lo sé -dijo Gannon, con su voz llena de dolor-. Y siento que os he traicionado trayendo un mensaje que contenía vuestra condena.
-No puedo evitar lo que sentís -dijo Declan, negándose a retirar la dureza de sus palabras con palabras de consuelo-. Debéis seguir vuestro código de honor. Si en verdad mi vida está en vuestras manos, entonces soy vuestro para que hagáis lo que creáis que debéis hacer. El juramento que decís que os hice no incluye ninguna condición sobre mi seguridad o mi libertad.
Gannon se levantó de su asiento junto a Declan y caminó por el pequeño salón que la Dama Arlana utilizaba como sala de juegos. Se detuvo ante la ventana y contempló los tranquilos terrenos que rodeaban el palacio.
-No puedo renegar de mi deber al Parlamento de los Sueños -dijo, hablándose más a sí mismo que a Declan.
-Nadie os pide que lo hagáis -dijo Declan. Gannon miró al conde, a quien había llegado a respetar y admirar.
-Sin embargo, hay una cosa que puedo hacer -dijo-. Se me ha ordenado que os acompañe hasta Tara-Nar y os entregue en las manos del tribunal. Pretendo permanecer junto a vos y dar mi propio testimonio de vuestro carácter y vuestro honor, a pesar de nuestras diferencias sobre el significado de esa palabra. Ofreceré mi propia reputación como caballero de la Casa Dougal y miembro leal de la Rama Roja sobre vuestra inocencia de las acusaciones en vuestra contra.
Sir Gannon suspiró al admitir que formaba parte de esa sociedad semi-secreta de caballeros de Concordia.
-No necesitáis asumir ese riesgo por mí -dijo Declan. Existe una solución sencilla a vuestro dilema moral, si queréis disponer de ella. Sólo hace tres días que os devolví el favor. Podéis considerar una vida por otra como el cumplimiento de la deuda y liberarme de mi juramento. ¿O podría ser una respuesta demasiado fácil para una Casa que se enorgullece de la dureza y la discapacidad?
La amargura en la voz de Declan era inconfundible. Sir Gannon se quedó callado ante el insulto directo a la debilidad de su Casa.
-Si creéis que voy a enfadarme por una referencia tan grosera a esto -dijo mostrando su mano izquierda mutilada para que Declan viera claramente su deformidad- habéis juzgado mal mis intenciones. No estoy tratando de buscar una salida de mi dilema; estoy buscando una salida para vos.
-Y acabo de daros una, si la aceptáis -susurró el Conde Declan.
Sir Gannon asintió una vez.
-Que así sea -dijo, con su voz carente de toda emoción, salvo dolor- Os libero de todos los juramentos que me habéis hecho -y dando la espalda al noble Ailil, Gannon salió rápidamente del salón.
Cuando se quedó a solas, Declan pasó unos pocos minutos moviendo de manera aleatoria las piezas del ajedrez. Entonces, también se levantó y salió del salón.

***
Gannon despertó a solas en la mañana de su partida de Bosqueplata. Rápidamente reunió sus pocas pertenencias y se puso su armadura de viaje, de nuevo en buen estado, sin señales de los golpes que había recibido unos pocos días antes. No había soñado nada mientras dormía, aunque se sentía menos que descansado. Una curiosa reticencia a dejar el Feudo le recorría la mente. Durante los últimos tres días, había participado en la vida de un Feudo que, a pesar de todas sus diferencias, todavía mostraba gracia y dignidad. Siempre lo recordaré.
Tan pronto como hubo terminado sus preparativos, Gannon buscó a la Dama Arlana para decirle adiós y agradecerle su hospitalidad. Ella lo recibió en su salón privado.
-Calinthe me ha transmitido sus disculpas por no poder estar aquí para deciros adiós, pero le resultan difíciles las despedidas. Todavía es joven y cede ante su corazón con demasiada facilidad.
Gannon sintió que se sonrojaba. Al darse cuenta de su incomodidad, la Dama Arlana se rió suavemente.
-No os preocupéis. Debe aprender las maneras del amor cortesano de alguien. Creo que un día se os mostrará agradecida por vuestra instrucción en amores imposibles.
-¿Habéis visto al Conde Declan? -preguntó Gannon- Ahora que debo regresar a mis deberes, debo asumir su custodia y entregarlo en Tara-Nar.
La Dama Arlana enarcó una ceja y permitió que una pequeña sonrisa asomara en las esquinas de sus labios.
-Me temo que el Conde Declan ya se ha marchado de mi casa -dijo mostrando un silencioso placer perverso al observar cómo una mirada de sorpresa aparecía poco a poco en la cara de Sir Gannon-. El tiempo de hospitalidad del Conde Declan se acabó hace horas y se marchó. Pensé que lo comprenderíais.
Sonrió despreciativamente, aunque la expresión de sus ojos traicionaba su remordimiento.
-Entonces tengo menos motivos para quedarme ahora que mi bienvenida ha terminado -contestó Sir Gannon-. Os agradezco de nuevo vuestra hospitalidad y las lecciones que he aprendido durante mi estancia bajo vuestro techo.
Se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta.
-Sir Gannon -La Dama Arlana lo llamó, haciendo que el caballero Dougal se detuviera en el umbral-. Antes de irse, el Conde Declan me pidió que os diera esto -le ofreció una carta sellada a Gannon-. Me dijo que os podría ayudar a suavizar el golpe.
Gannon se obligó a aceptar la carta, metiéndola en una de sus bolsillos antes de dejar el Feudo. Una vez lejos de Bosqueplata, cabalgó rápido hacia Tara-Nar, deteniéndose sólo cuando él o su caballo se cansaban. Unos pocos kilómetros cerca de su destino, hizo una pausa para leer la carta de Declan. Tras romper el sello, leyó las palabras a través de una visión nublada por lágrimas contenidas.

Eregannon
Perdona mi ignorancia fingida cuando me contaste tus recuerdos sobre nuestro antiguo pacto. Desde que invoqué el poder del Ensueño para curar tus heridas y revivir tu espíritu feérico, también recordé nuestro breve encuentro hace tantos siglos. Atesora tus recuerdos de esa ocasión, aunque al principio puedan traerte amargura ante mi percibida traición de tu confianza. Necesitaba que me liberaras de mi juramento -y por eso te estoy agradecido.
Cree si quieres que carezco de honor; condéname si debes, pero por favor comprende que ahora, más que nunca, has ganado un valioso conocimiento del corazón Oscuro de mi Casa. He aprendido a respetar tu dedicación y no lamento el tiempo que hemos pasado bajo el mismo techo. He intentado aferrarme a mi propia definición de honor. Si alguna vez tenemos la ocasión de volver a encontrarnos, espero que me consideres tu adversario, y no tu enemigo.
Tu hermano en el Ensueño
Declaniel ap Ailil

***
La Dama Arlana pasó el día tras la partida de sus invitados supervisando el cierre de Bosqueplata y preparándose para su propia partida de Concordia. Por mucho tiempo. Sus contactos en Hibernia aguardaban su llegada a través de un Paso al día siguiente o dentro de dos, y no tenía planes de regresar a su Feudo en breve. Garsen y Sir Lochlan aceptaron quedarse atrás para cuidar del Fuego con la esperanza de que el Parlamento de los Sueños les permitiera mantener la posesión, o por lo menos permiso, para residir en el Feudo ahora sin dueño.
-Lo único que lamento -Le dijo a Calinthe mientras preparaban la partida- es que no voy a poder ver la mirada en las caras de los ministros del Parlamento de los Sueños cuando se den cuenta de hasta qué punto Declan ha jugado con ellos como los necios que son.
-¿Qué queréis decir? -le preguntó Calinthe, su cara un espejo de confusión.
-Cuando el Conde Declan llegó primero con el cuerpo inconsciente de Sir Gannon, rompió el sello del mensaje que llevaba nuestro invitado Dougal. Después de leer el contenido, Declan cambió un nombre. El mensaje original se refería a mí, no a Declan. Parece que la noticia sobre mi visita al Reino de los Sauces se filtró poco antes de la desaparición de David Ardry. Naturalmente, el Parlamento asumió lo peor.
“Los actos de Declan no sólo me han ayudado a ganar tiempo para preparar mi partida, sino que le dieron la oportunidad de incrementar su conocimiento sobre nuestros adversarios mediante su asociación con Sir Gannon.
-¿Qué le ocurrirá al Conde Declan? -Calinthe quería saberlo.
-Sospechó que volverá a aparecer en pocos días, ya que no es sospechoso de ser cómplice de ningún crimen contra Concordia. Como mucho, puede que lo amonesten por falsificar un documento oficial, pero tiene suficientes amigos en lugares elevados para asegurarse de que cualquier castigo que sufra debido a su lealtad a su Casa sea mínimo.
-Me gustaba Sir Gannon -confesó Calinthe con sinceridad. Unos pocos momentos después volvió a hablar- ¿Tuvisteis algo que ver con la desaparición del Alto Rey?
La Dama Arlana la miró con tristeza.
-La verdad no importa -contestó- Dejemos la duda.

Re: [Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 11 Sep 2025, 22:36
por Alexander Weiss
Imagen Un discurso sobre la Casa Ailil
Por la Dama Sláine, cronista del Alto Señor Erdath
Aunque hay quienes cuestionan la sabiduría de poner por escrito la historia y tradiciones de la Casa Ailil, creo que la situación actual de disrupción en la política de Concordia nos ofrece una oportunidad única para avanzar en el propósito superior de nuestra Casa. Con este objetivo, he recopilado en este manuscrito un manifiesto de quiénes y qué somos para que hasta nuestros miembros más jóvenes puedan actuar con el conocimiento pleno de nuestras tradiciones y costumbres.
Nuestra Casa prospera en el poder. Con el paso de los largos siglos de nuestra existencia, hemos perfeccionado nuestras habilidades en la diplomacia y la intriga. Llevamos nuestras naturalezas Oscuras con orgullo, a pesar de los esfuerzos de los gobernantes Luminosos de Concordia por pintarnos como villanos. La Casa Ailil tiene un antiguo legado como líderes de la Corte del Invierno, un legado que nos ha sido negado desde el Resurgimiento por los usurpadores de la Casa Gwydion.
El símbolo de nuestra Casa es un dragón, la más poderosa y astuta de las bestias míticas. Imitamos la sabiduría y sutileza de la gran serpiente en nuestros tratos fuera de nuestra Casa. Al contrario que los hedonistas de la Casa Leanhaun, o los nihilistas de la Casa Balor, hemos aprendido las lecciones de la paciencia y la planificación. A pesar del tiempo tardío, la cercanía del Invierno Sin Fin y la condescendencia en ocasiones insufrible de nuestros parientes Luminosos, en la Casa Ailil estamos seguros con el conocimiento de que nuestro objetivo -restaurar el equilibrio largo tiempo alterado de la dualidad que constituye la esencia del propio Ensueño -se encuentra casi a nuestro alcance.
Para comprender por qué luchamos, lector, primero debes comprender nuestro pasado, porque en sus memorias nubladas se encuentran las semillas de nuestra renovación y las llaves para nuestra supervivencia y ascenso.

La Historia de la Casa Ailil
La Historia de la Casa Ailil comienza en el Tiempo de las Leyendas, cuando todavía no era el objeto de estudio de los historiadores, sino que resonaba en los ecos de los sueños y mitos. En esa época tan lejana, cuando el mundo del Ensueño y el mundo de los mortales se mezclaban en un gran tapiz con el paso del tiempo, Ailil y su hermana Eiluned gobernaban una Casa. Aunque sospecho que los cronistas de la Casa Eiluned tienen su propia versión de cómo una Casa se convirtió en dos, ésta es la historia que cuentan nuestros cronistas.
En aquellos tiempos, la Corte Luminosa y la Corte Oscura compartían el gobierno de la Casa Ailil. Eiluned gobernaba como Reina del Verano, dirigiendo la Casa durante la mitad Luminosa, mientras que Ailil ostentaba el título de Rey del Invierno, Señor de las estaciones Oscuras. Muchas de las demás Casas de las hadas se preguntaban por qué el carismático Ailil había decidido gobernar su Casa durante las frías estaciones del otoño y del invierno, dejando que su elusiva hermana disfrutara de las estaciones de la primavera y el verano. Para la mayoría, Ailil parecía personificar la personalidad Luminosa mucho mejor que Eiluned, cuyas afinidades por la oscuridad y los misterios la hacían parecer la más oscura de la pareja. De todas maneras, tanto el hermano como la hermana creían que su acuerdo les permitía alcanzar el equilibrio perfecto entre sus naturalezas duales.
Y así, Ailil reunió muchos seguidores entre las hadas Oscuras, mientras que Eiluned disfrutaba de un séquito Luminoso. Cuando las visiones de Eiluned la llevaron a separarse de su hermano para formar su propia Casa, se llevó a la mayoría de los miembros Luminosos de su antigua Casa. Con el tiempo, la Casa Ailil se convertiría en la más destacada de las Casas Oscuras, tanto en Arcadia como en el mundo de los mortales.

La Edad Mítica
La Casa Ailil prosperó durante los siglos conocidos como la Edad Mítica, extendiendo su influencia entre las cortes feéricas de Hibernia, la Isla de los Poderosos, y los reinos encantados de la Europa Mítica. La Rueda de las Estaciones se movía con gran estilo, pues el Verano Luminoso dejaba paso al Invierno Oscuro en un ciclo eterno que celebraba la danza entre la oscuridad y la luz. Aunque los vástagos del dragón de plata no tenían el monopolio del gobierno de la Corte Oscura, muy a menudo los gobernantes del Invierno procedían de nuestra Casa. Aunque no sosteníamos todas las riendas del poder Oscuro durante la Edad Mítica, muchos reyes y reinas de la mitad oscura del año llevaban el blasón del dragón de plata.
La Casa Ailil también dejó su marca en la historia y la leyenda del mundo mortal. El propio Ailil mostraba una atracción especial por participar en los asuntos mortales. Según el Tain, la saga épica que detalla las hazañas del héroe Cuchulain, Ailil gobernó Connaught junto a su esposa, la Reina Maeve. Su diplomacia de almohada sembró los eventos que llevaron al infame robo del ganado de Cooley, el episodio central de la saga. En el reino de las hadas, Ailil utilizó la misma combinación de carisma personal y política astuta, manipulando sutilmente a sus enemigos para que se enfrentaran entre ellos, y sus amigos aprovechando su ventaja.
Es especial, Ailil fomentaba el cultivo de la lealtad de los Linajes Plebeyos, percibiendo la importancia de gozar del apoyo de los subordinados. Muchos Linajes que sufrían el desprecio o la desconfianza de las demás Casas eran bienvenidos bajo el estandarte de la Casa Ailil. Los Redcaps y Sluagh, en especial, descubrieron que los Ailil valoraban sus contribuciones y aceptaban su conducta menos desagradable. Otros miembros de la Casa Ailil demostraban su habilidad en asuntos de estado y del corazón en dominios mortales y feéricos. Aunque muchos de los encuentros entre caballeros o damas feéricos y sus amantes mortales indudablemente se relacionaban con las pasiones de los Sidhe Fiona y Leanhaun, las hadas del linaje Ailil no carecían de conocimiento de la humanidad, especialmente cuando se podían aprovechar.
En asuntos políticos, la Casa Ailil alcanzó todo su potencial. Desde el amanecer de la Edad Mítica, nuestros caballeros y nobles tejieron patrones complejos de diplomacia e intriga, disfrutando de las sutilezas y matices relacionados con la dirección entre actos tan necesaria para la existencia de nuestra sociedad. La política humana resultó todo un desafío, ya que consideramos necesario instruir y supervisar los primeros intentos humanos de forjar las complicadas interrelaciones sociales.
En retrospectiva, quizás enseñamos la danza de la política a los mortales demasiado bien. Sin embargo, sigue siendo divertido ver a criaturas que antaño solucionaban sus diferencias mediante la guerra abierta aprendiendo ahora a luchar en otro tipo de batallas.

La Separación
La historia de cómo y cuándo comenzó la Separación difiere de Casa en Casa. Algunos, como los lacayos de la Casa Dougal, sostienen que el descubrimiento del hierro frío fue lo primero que despertó en los mortales el deseo de dominar el mundo siguiendo una estructura rígida. Otros simplemente realizan alusiones vagas a la lenta separación entre el Ensueño y el mundo de la carne y la sangre. Comoquiera que comenzara, cuando la Separación se hizo sentir en las tierras de los mortales, nos dimos cuenta de que había comenzado algo que dejaría su marca para siempre en el mundo del Ensueño.
Una teoría popular defendida por muchos miembros de nuestra Casa afirma que la Separación no sólo comenzó con el ascenso de la descreencia humana, sino también debido a las acciones de las hadas que querían acabar con el poder compartido entre las Casas Luminosas y Oscuras.
Cuando los primeros susurros de la Separación resonaron en el Ensueño, muchos de los Sidhe creían que la única forma de preservar lo que quedaba de nuestras conexiones con Arcadia era detener el ciclo de gobierno de las estaciones, permitiendo que los Sidhe de las Casas del verano mantuvieran el poder indefinidamente -o por lo menos hasta que el temporal de Banalidad cesara.
Mientras las civilizaciones humanas se alzaban y caían y la nueva religión del cristianismo enseñaba a sus seguidores que rechazaran cualquier magia que no fuera la suya, las hadas se enfrentaban por el alma del Ensueño, cuya esencia se encuentra en el cambio. A medida que aumentaba la brecha entre los sueños y la dura realidad también creció la división entre Luminosos y Oscuros.
Por lo tanto, aunque las Casas Nobles de los Sidhe tendían hacia la Corte Luminosa u Oscura, la mayoría de las hadas reconocían la necesidad de un equilibrio entre las dos y no consideraban a la otra corte como una enemiga. Los conflictos provocados por la Separación cambiaron nuestras percepciones para siempre. Como la Casa Ailil se encontraba tan asociada con firmeza con la Corte Oscura, las Casas Luminosas comenzaron a desconfiar de nosotros hasta un punto limítrofe con la enemistad.
El Señor Ailil intentó reunirse en secreto con su hermana, la Dama Eiluned, para ver si podían encontrar una forma de evitar las crecientes hostilidades entre hadas Luminosas y Oscuras. Aunque sus esfuerzos al final no consiguieron nada, los dos hermanos compartieron la información que habían reunido sobre el empeoramiento de la Separación. Esto permitió a ambas Casas comenzar a construir fortalezas en el Ensueño. Los miembros de la Casa Ailil también se unieron a los pocos afortunados que emigraron hacia el oeste, hacia las tierras americanas todavía por contaminar en los primeros siglos de la Separación.
Por desgracia, muchas de las Casas Luminosas vieron en la asociación de Eiluned con Ailil un acto cercano a la traición -un hecho que no ayudó a la reputación ya sospechosa de nuestra Casa hermana. Tiempo después, la Casa Eiluned se resentiría por nuestra responsabilidad en arrojar una sombra sobre sus pretensiones Luminosas, haciendo difícil la reconciliación.

La partida de Ailil
Al final, todas las medidas desesperadas de las Casas nobles fracasaron. Abrumadas por la repentina marea de Banalidad causada (según creen muchos) por el brote de la Peste Negra y toda la desesperación que se extendía a su paso, los Pasos que conectaban Arcadia con el mundo mortal se debilitaron. Los portales entre mundos se agrietaron y desmoronaron, cortando los lazos entre los reinos de hadas y humanos.
La Casa Ailil se unió a las demás Casas nobles en el frenético éxodo masivo hacia la seguridad de Arcadia. Sin embargo, el Señor Ailil, por razones que todavía desconocemos, permaneció atrás. La razón de esta decisión todavía confunde a los historiadores de nuestra Casa. Algunos creen que Ailil, tras sus conversaciones con Eiluned, decidió atrincherarse dentro de un Feudo privado en Hibernia. Allí esperaba conservar una parte del Ensueño consigo, y al mismo tiempo, para el mundo mortal. Otros que han intentado reconstruir la secuencia de eventos en esos últimos y confusos días de la Ruptura, creen que Ailil fue traicionado por otra de sus hermanas, la Dama Fainche. Celosa de la cercanía de Ailil con Eiluned, Fainche convenció a su amante, el Señor Cillian, de que demorara a Ailil el tiempo suficiente para impedirle que alcanzara uno de los pocos portales hacia Arcadia que quedaban.
Cualquiera que haya sido la causa, el Señor Ailil nunca regresó a Arcadia.

El Teign al infierno
Hace mucho tiempo, o así se cuenta, los Sidhe solían pagar un tributo al Infierno (o a Hel, según las hadas escandinavas), el precio a cambio de su inmortalidad feérica. Este tributo o Teign consistía en el sacrificio de uno de los nuestros a los espíritus de los muertos. A cambio, después de sus muertes mortales, las hadas podían recorrer el Camino Brillante a través del Inframundo y reaparecer en el mundo físico como reencarnaciones de sí mismas. Esta práctica desapareció con la Separación, y con ella, también desapareció la mayor parte de nuestro interés en los fantasmas del Inframundo. Sin embargo, los Ritualistas tratan de restablecer la conexión perdida reviviendo el Teign.
Las Nieblas han oscurecido muchos detalles del antiguo ritual, así que recrearlo (por no mencionar encontrar víctimas apropiadas para el sacrificio) ha resultado problemático. Algunos creen que en los tiempos más antiguos, el gobernante Luminoso de la Corte del Verano no se limitaba a ceder su corona al Rey o la Reina del Invierno, sino que se sacrificaba a sí mismo en las llamas del Samhain. Sea o no esto cierto, desde luego explica mucho de la reticencia de las hadas Luminosas a entregarnos el poder en mitad del año.

El Interregno
Nuestro conocimiento del período conocido como el Interregno procede de varias fuentes, no todas ellas fiables, y muchas de ellas son puras conjeturas. La mayoría de los Plebeyos que pertenecen a la Casa Ailil se quedaron atrás cuando los portales hacia Arcadia se cerraron. Actuando rápidamente para ocupar el vacío que había dejado nuestra marcha, estos restos de la Casa del Dragón de Plata reclamaron nuestros Feudos abandonados y se establecieron como nuevos Señores y Damas de la Casa Ailil. Desde luego que no podemos culparlos por su ambición, especialmente a la luz de su éxito aparente. Abrazando suficiente Banalidad para sobrevivir en el mundo mortal, estos “Changelings” (como se llaman a sí mismos ahora) mantuvieron vivos los principios de nuestra Casa, aferrándose al Código Oscuro a pesar de la presión de los Plebeyos de las Casas Luminosas para que aceptaran su conducta conservadora.
He oído rumores de que unos pocos Sidhe aparte del Señor Ailil se quedaron atrás, intentando existir en un mundo de dura realidad y ciencia fría. Sin embargo, al final todos debieron sucumbir a la Banalidad, sus cuerpos frágiles destruidos por la incapacidad de adaptarse a un mundo hostil. En cualquier caso, después de seiscientos años no quedaba ninguno. De vez en cuando nos cruzamos con un mortal cuya habilidad para el engaño y la sutileza parece indicar que la sangre de nuestra Casa terminó mezclándose con la humanidad. Buscamos a esos individuos, a los que consideramos descendientes Kinain de los nobles Sidhe que se quedaron en el mundo mortal, como compañeros y Soñadores, inspirando a muchos a la grandeza en la esfera de la política.
En los anales de la historia humana existen evidencias de la presencia de nuestra Casa, visibles para quienes son lo bastante astutos para leer entre líneas y deducir señales de la presencia Ailil. Las maquinaciones de la Iglesia y el estado que marcaron el período del Renacimiento, la evolución de los gobiernos en máquinas políticas sofisticadas, y la persistencia de los cambios sociales y revoluciones llevan la marca de nuestra Casa. Desde luego, los éxitos de la Dama Vittoria, una Sátira de nuestra Casa que mantuvo una villa Feudo en Florencia durante el siglo XV y que fue la anfitriona de un aspirante florentino a político, Nicolás Maquiavelo, merecen una mención, aunque sea pasajera. Nadie de la Casa Ailil que lea El Príncipe puede dejar de percibir un sorprendente parecido entre los consejos ofrecidos en ese tratado y las tácticas habituales de nuestra Casa. En los siglos XVI y XVII, bucaneros y corsarios hicieron ondear el dragón de plata de la Casa Ailil junto a la bandera negra que anunciaba su oficio. Otros destacados miembros Plebeyos de nuestra Casa participaron en las revoluciones del siglo XVIII, perpetuando la dedicación de la Casa Ailil al cambio drástico y la búsqueda de la libertad. Lamento haberme perdido la Revolución Industrial (un nombre adecuado) y la llegada de la globalización en los siglos XIX y XX. Sospecho que los Plebeyos de la Casa Ailil destacaron en una política cada vez más compleja, que contribuyó al orden establecido durante el período de la Guerra Fría. Me hubiera gustado disfrutar del pesado Glamour creado durante la época de las cumbres mundiales y los pactos nucleares. Los Sidhe de otras Casas puede que encuentren esas manipulaciones extremadamente Banales, pero en la Casa Ailil prosperamos en medio de los torbellinos políticos y la incertidumbre.

Al otro lado del Portal
Existe bastante información sobre los eventos y sucesos del Interregno en el mundo mortal en comparación con la escasez de recuerdos que conservamos de nuestra época en Arcadia. Muchos de nuestros nobles poseen recuerdos fragmentados, sueños difusos de los siglos que pasamos encerrados tras los portales del Ensueño. Yo misma poseo recuerdos confusos que sugieren que la Casa Ailil participó en la política de Arcadia, lo que llevó a un gran conflicto que arrastró a todas las Casas de las hadas.
Además, sospecho que nuestros planes fracasaron miserablemente, o estuvieron tan cerca del éxito, que exiliarnos de Arcadia fue la única manera de derrotarnos. Mi mente puede imaginar muchos escenarios que podrían haber terminado en nuestra expulsión, incluyendo el intento de golpe de estado en los niveles más elevados de las Cortes Gemelas.

El regreso
En 1969 una gran explosión de Glamour abrió de golpe los portales de Arcadia permitiendo el regreso de los Sidhe al reino mortal. Es una historia sencilla. Mi propia mente aficionada a la conspiración teje una historia ligeramente más complicada sobre el regreso de las Casas nobles. Ten paciencia conmigo mientras te cuento una historia que no escucharás en los Feudos Gwydion o Eiluned o en los de las demás Casas Luminosas.
En la primera oleada del Resurgimiento, cinco de las Casas nobles -todas ellas Luminosas- regresaron al mundo con un número suficiente para establecer una base de poder. Sólo unos pocos miembros de la Casa Ailil cruzaron en ese momento, y terminamos dispersos por todo el mundo. Los Sidhe de las Casas Balor y Leanhaun entraron en el mundo con nosotros, pero no tengo suficiente información sobre sus experiencias en los primeros días confusos de nuestro regreso para sacar ninguna conclusión sobre las razones de su exilio, o por qué decidieron mantenerse en segundo plano en el escenario de la política Changeling.
Lo que sé es que las cinco Casas Luminosas se dedicaron casi de inmediato a reclamar sus Feudos de las manos de los Plebeyos que los ocupaban en ese momento, y construir la base de poder que pronto se convertiría en el Reino de Concordia. Por otra parte nosotros, teníamos las manos completamente ocupadas sobreviviendo en nuestro entorno y no éramos suficientes para neutralizar las acciones de nuestros parientes Luminosos.
Quizás nuestra afinidad por las maniobras políticas determinó dónde aparecieron los miembros de nuestra Casa. Aunque muchos Sidhe llegaron a lugares como San Francisco, donde las “buenas vibraciones” del Verano del Amor atraían los corazones Luminosos o las pasiones Oscuras, la mayor parte de la Casa Ailil regresó al mundo en lugares llenos de rebelión y conflictos políticos. Algunos de los nuestros terminaron en Belfast o Londonderry, atrapados en medio del conflicto sectario del Ulster. Otros llegaron a Chicago, donde el juicio de los “Ocho de Chicago” provocó oleadas de protestas radicales y batallas con la policía y los soldados. Unos pocos entraron en el mundo en Praga, donde las protestas estudiantiles contra los soviéticos hicieron estallar la violencia. Más nobles Ailil “aterrizaron” en Washington D.C., donde el tenso panorama político dio energía a nuestros espíritus desvaídos y nos llenó de Glamour oscuro y seductor. Mientras nos adaptábamos a los cambios abrumadores que se habían producido en nuestra ausencia e intentábamos sobrevivir al torbellino que parecía arrastrarnos dondequiera que nos encontráramos, las Casas Luminosas hicieron su movimiento.

La Guerra del Acuerdo
Muchas de las hadas afirman haber visto nuestra mano en los eventos de la Noche de los Cuchillos de Hierro que inició la Guerra del Acuerdo. Al contrario, si hubiéramos planeado el asesinato en masa de los líderes Plebeyos, nos habríamos esforzado mejor por ocultar nuestra participación en ella. La mayoría de los Changeling consideran esa noche infame una tragedia, el vergonzoso inicio de la fundación de Concordia.
Aunque la Casa Ailil sostiene la misma opinión sobre el incidente, tenemos motivos diferentes para nuestro juicio.
Sí, la Noche de los Cuchillos de Hierro merece nuestra condena. Es un ejemplo grosero y estúpido de un plan chapucero y mal diseñado -el tipo de exceso que se produce cuando quienes no están acostumbrados a expresar sus naturalezas Oscuras se liberan de repente de las ataduras represoras de su conducta Luminosa.
Si nosotros hubiéramos planificado esa pantomima sanguinaria, nos habríamos preocupado de que pareciera que los líderes Plebeyos se hubieran matado unos a otros de una manera brutal en una exagerada reacción a las divisiones internas. Entonces, en el conflicto que hubiera seguido, habríamos intervenido para reclamar nuestro derecho a gobernar.
En lugar de eso, los líderes supuestamente “Luminosos” que cometieron la masacre de Beltaine sólo consiguieron provocar la ira de los Plebeyos e iniciar una guerra de conquista sin sentido.
A largo plazo, nos aprovechamos de la Guerra del Acuerdo. Aunque permitió que Concordia se convirtiera en un Reino Luminoso, la guerra polarizó a la población Changeling, dejando a muchos Plebeyos y no pocos Nobles descontentos con la paz del Alto Rey David Ardry. Aunque llegamos tarde a los salones de poder de Concordia, mantenemos una pequeña presencia en el Parlamento de los Sueños y ocupamos nuestro lugar entre los nobles Sidhe. En otros lugares del mundo, nos comportamos como sea necesario para lograr nuestros fines. Cuando podemos mostrar nuestro blasón abiertamente, lo hacemos. Si no es así, mantenemos un perfil bajo y nos dedicamos a nuestros asuntos habituales. Al fin y al cabo, que la Guerra del Acuerdo terminara con el triunfo de la Corte Luminosa también alcanzó uno de nuestros objetivos -la proliferación del descontento entre muchos de los Changeling del reino. Y donde hay descontento, el terreno está preparado para que lo cultivemos.

La era moderna
La fortuna de la Casa Ailil brilla cada vez más en los años finales del siglo XX. A medida que se acerca el cambio de milenio, el mundo mortal vuelve a aferrarse a las antiguas supersticiones y viejas creencias, fomentando una atmósfera de incertidumbre y salvaje especulación. El caos acecha cerca de la superficie de la vida cotidiana, erosionando las estructuras sólidas de la sociedad.
En Concordia, la desaparición del Alto Rey David Ardry ha arrojado al Parlamento de los Sueños, por no mencionar los reinos menores, al desorden y la confusión. De nuevo, como ocurrió en la Noche de los Cuchillos de Hierro, aunque no tuvimos nada que ver con el extraño e inesperado giro de los eventos, estamos preparados para aprovechar cualquier oportunidad de conseguir nuestros objetivos. El Ensueño grita por el regreso a las viejas costumbres de gobierno compartido entre las Cortes Gemelas. Después de casi tres décadas de gobierno Luminoso, hace ya demasiado tiempo que falta un gobernante Oscuro para que reine sobre las hadas durante el Largo Invierno (y más allá) que se aproxima. Como hicimos en los días previos a la Ruptura, volvemos a lucir el blasón del dragón de plata, preparados para ocupar nuestro lugar legítimo como líderes de las hadas.

Re: [Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 11 Sep 2025, 23:11
por Alexander Weiss
Imagen Las tradiciones de la Casa Ailil
Pertenecer a la Casa Ailil es un derecho y un privilegio. Aunque nazcamos en la Casa del Dragón de Plata por la gracia del Ensueño, todavía necesitamos ganarnos nuestro lugar en el conjunto de la sociedad de nuestra Casa dominando nuestras tradiciones y perfeccionando nuestros talentos. Lo hacemos para ocupar nuestro lugar legítimo como líderes de las hadas Oscuras.
Como nuestros Parientes Luminosos, conservamos muchas de las prácticas tradicionales de los Sidhe. Honramos las tradiciones del Tutelaje y el Bautizo, respetamos la Retribución y seguimos un código (en nuestro caso, el Código Oscuro). Hacemos juramentos y normalmente los respetamos. Actuamos de manera responsable hacia los Plebeyos bajo nuestro estandarte y cuidamos de sus intereses igual de bien que de los nuestros.
Por supuesto, hacemos todo eso a nuestra manera. De otra forma no podríamos considerarnos los herederos de Ailil.

Organización
En la ausencia de nuestro fundador, el Señor Ailil, juramos nuestra lealtad al Alto Señor Erdath, que representa la voluntad de la Casa Ailil en el mundo mortal. Más allá de nuestra alianza con él, nuestra Casa depende de la infraestructura de la nobleza para dar forma y dirección a nuestros planes y acciones. En este aspecto, no somos muy distintos de las Casas Luminosas.
Donde nos distinguimos es en la escasez de nuestros Feudos. La mayoría de los miembros de la Casa Ailil ocultan las localizaciones de sus Feudos para evitar la invasión de los nobles más fanáticos de la Casa Gwydion (que son la mayoría). En unos pocos lugares de Concordia, gobernamos nuestros Feudos abiertamente, jurando lealtad al Alto Rey (con reticencia). En otros lugares del mundo, la Casa Ailil mantiene una presencia más abierta y aceptada, debido a la mayor tolerancia de las hadas británicas y célticas a los Oscuros.
Como colocamos gran énfasis en los logros y éxitos individuales en la arena política, concedemos títulos a los Nobles en reconocimiento a su servicio a la Casa. Aunque raramente disponemos de suficientes Feudos para garantizar que todos los nobles con título de nuestra Casa dispongan de un dominio que gobernar, honramos a quienes poseen un título como si en la práctica gobernaran un dominio apropiado.
Aunque tenemos reputación de arrogantes entre las demás Casas Sidhe, entre nosotros raramente tenemos necesidad de ostentar posición o insistir en el protocolo adecuado por parte de los subordinados. En la mayor parte de los casos actuamos con cortesía.
Sin embargo, en el campo de batalla el rango lo significa todo. Aunque no luchamos de manera tan salvaje como la Casa Balor, nos enorgullecemos de nuestra habilidad para actuar como un ejército cuando tenemos que hacerlo. Nuestros caballeros aprenden sutileza y control con armas cuerpo a cuerpo, prefiriendo vencer a nuestros oponentes con habilidad en lugar de fuerza brutal. Nuestros líderes militares proceden de las filas de quienes han demostrado coraje e ingenio táctico en batalla. Esperamos que ejerzan autoridad con sabiduría y audacia, y también exigimos que los guerreros que los sirven les obedezcan de manera absoluta.
El equilibrio de estructura y flexibilidad proporciona fuerza a nuestra Casas y nos permite evitar el estancamiento jerárquico que aflige a la mayoría de las Casas Luminosas.

Tutelaje
Tenemos mucho cuidado en el adiestramiento de nuestros nuevos reclutas. Cuando un nuevo Ailil sale de su Crisálida, pasa por un período de Tutelaje en el que aprende cómo sobrevivir en una Casa de Sidhe motivados por el éxito y a los que les encantan las intrigas. Como ponemos un énfasis especial en la libertad y el honor personal, sometemos a nuestros novatos a un régimen deliberadamente exigente dirigido a enseñarles independencia y al cultivo de sus tendencias Oscuras.
El “amo” de los reclutas (El término en nuestra Casa para mentor) impone a su protegido una larga lista de “haz” y “no hagas”. El nuevo Sidhe debe seguir esas reglas al pie de la letra, incluso aunque se trate de una rutina casi imposible. Si falla en cumplir esas demandas exigentes del amo recibirá un rápido castigo físico o psicológico.
Todo el enfoque de este ejercicio consiste en llevar al recluta hasta el borde de la rebelión abierta contra su tratamiento injusto. Si desafía abiertamente a su amo, recibirá un castigo todavía más duro que si hubiera fallado. Antes o después, un recluta listo aprenderá formas sutiles de evadir las reglas; sobornará a otros para que hagan su trabajo o carguen con sus culpas. Distraerá a su amo con mentiras para que dirija su atención hacia otros asuntos. Aprenderá como mentir y distraer. En otras palabras, aprenderá el juego de la política y la intriga.
Si un recluta intenta obedecer lealmente todas las reglas sin protestar o muestra demasiada humildad, uno de los otros miembros de la casa del amo se le acercará discretamente y le “instruirá” en maneras que le hagan la vida más fácil. Aunque la mayoría de los reclutas, debido a su sangre Ailil, no requieren enseñanzas adicionales, unos pocos necesitan una instrucción más directa en la sutileza.
Cualquier recluta que no consiga aprender a romper las reglas sin que lo pillen será llevado ante un vidente de nuestra Casa. que lo examinará en busca de las señales de que pueda ser uno de los raros Sidhe Ailil Luminosos. Si es así, la naturaleza del Tutelaje cambia. En lugar de aprender los puntos sutiles del engaño y la manipulación, el recluta será instruido para que asiente su lealtad hacia la Casa Ailil y su propósito de restablecer las Cortes Gemelas. Tan pronto como reciba su Bautizo, se le pide que realice el Juramento de la Leal Oposición (ver a continuación).

El Juramento de Membresía
Por las escamas del dragón de plata, por la luz de las cuatro estrellas, por el estandarte de la noche oscura, entrego mi cuerpo, corazón y voluntad al servicio de la Casa Ailil. Que mis objetivos guíen mi visión, que sus esperanzas dirijan mis aspiraciones, y que su propósito inspire mis acciones. Que todas mis ambiciones se deshagan en polvo si traiciono las palabras que he pronunciado esta noche. Que el dragón que está junto a mí, que las estrellas que están sobre mí, que la noche que está detrás de mí, sean testigos de mi juramento.
Cada nuevo Noble Ailil jura este juramento para alcanzar la membresía completa en la Casa. Normalmente se realiza bajo un cielo de luna nueva iluminado sólo por la luz de las estrellas. El Juramento de Membresía ata a quien lo realiza a la dedicación de la Casa Ailil hacia el restablecimiento de las Cortes Gemelas. Tanto la Bendición como la Prohibición de la Casa se hacen evidentes al completar este juramento. Romper este juramento hace que el juramentado sienta una profunda inquietud a menos que decida aceptar el Juramento del Renegado.

El Juramento de Adopción
Que mi sangre ahora fluya con la vuestra, que mi corazón lata al mismo ritmo que el vuestro, que mis ojos contemplen con los vuestros las mismas estrellas, ahora soy uno con vosotros. Juro lealtad a la Casa Ailil en sangre, corazón, y cuerpo. Que la sangre de mi corazón sea derramada por completo si alguna vez traiciono a la Casa que he elegido. Ahora soy vuestro, rechazando cualquier lazo de casa y hogar hasta que mi sangre deje de correr, mi corazón deje de latir, y las estrellas dejen de recorrer los cielos.
Los Plebeyos sin afiliación de Casa o Sidhe nacidos en otra Casa deben realizar este juramento cuando son adoptados en la Casa Ailil. Como el Juramento de Membresía, normalmente este juramento se realiza bajo un cielo de luna nueva cubierto de estrellas. Para comenzar la ceremonia del juramento, quien lo realiza derrama unas pocas gotas de su sangre (normalmente de la muñeca o la palma de la mano) en un cáliz que contiene una contribución de sangre de al menos tres Nobles de la Casa, que también actúan como testigos. Después de derramar toda la sangre en el suelo, el juramentado pronuncia las palabras, ganando un punto permanente de Glamour al completarlo. Si rompe el juramento, este Glamour se pierde.

El Juramento de Oposición Leal
Aunque mi corazón abrace la Corte del Verano, aunque mi voluntad siga el Código de la Luz, y aunque mis pies pisen un camino diferente, mi espíritu y mi lealtad se encuentran con el dragón de plata de la Casa Ailil. No permitiré que mis diferencias se crucen entre mi Casa y yo. Por las estrellas del verano, por los fuegos del Beltaine y por la luna de miel, juro que mis acciones no perjudicarán a mi Casa, que mis palabras no traicionarán a mis hermanos y hermanas en el dragón de plata, ni que mi voluntad causará vergüenza al estandarte de Ailil.
Los miembros de la Casa Ailil que siguen el Código Luminoso realizan este juramento para reafirmar su lealtad hacia su Casa. Al contrario que otros juramentos que se realizan bajo la luna nueva, el Juramento de la Oposición Leal por lo general se realiza bajo una luna llena de primavera o de verano. Aunque algunos miembros Luminosos de la Casa Ailil no creen necesario realizar este juramento, quienes participan en la política de Concordia o quienes ejercen algún tipo de autoridad en la Casa lo realizan como algo asumido.

El Juramento del Renegado
Por romper mi palabra, por flaquear en mi voluntad, y por acto de vergüenza, he atraído a mí este destino. Que todos los miembros de la Casa Ailil que me conocen sepan que acepto el manto de rompejuramentos. Que todos los que escuchen mi palabra o enfrenten mi voluntad o testifiquen mis actos desde esta noche en adelante recuerden que tratan con quien se ha unido a las filas de los Renegados. Por la gracia del dragón de plata y sin ningún merito por mi parte, permanezco bajo el manto de Ailil.
Quienes rompen un juramento y reconocen su vergüenza, pueden conservar algo de su nombre y orgullo personal realizando este juramento y participando en una declaración pública de sumisión a la voluntad de sus compañeros. El juramentado permanece con los ojos vendados dentro de un círculo de testigos y pronuncia las palabras del juramento tres veces. Después de la primera pronunciación, los testigos tienen la oportunidad de rechazarlo. Si permanecen en silencio, el juramentado realiza el juramento por segunda vez, y finalmente por tercera. Si el juramento ha sido escuchado en las tres ocasiones sin objeción alguna, el testigo más veterano le quita la venda de los ojos al juramentado y lo declara “Renegado.”
Pronunciar este juramento niega cualquier penalización por juramentos rotos, pero conlleva su propia penalización; en adelante, todos los que interactúen con el Renegado lo hacen sabiendo que tratan con un mentiroso y rompejuramentos. (En términos de juego, todas las acciones relacionadas con persuadir o prometer incrementan su dificultad en +2 debido a la reputación dañada del personaje). Sin embargo, muchos Renegados, asumen su posición como un emblema honorífico, enorgulleciéndose de haber admitido su culpa.

Bautizo
La ceremonia del Bautizo que sigue al Tutelaje parece una mezcla de una fiesta salvaje y un baile de etiqueta. El amo del joven recluta libera formalmente a su pupilo de su vínculo y le da la bienvenida a la Casa. Los videntes de la Casa realizan una ceremonia secreta, o un miembro de los Ritualistas, en el caso de reclutas apadrinados por miembros de la Corte Sombría. En la ceremonia se determina el nombre verdadero del nuevo Sidhe Ailil y se intenta descubrir si tendrá algún tipo de suerte o destino especial. Después, todos los Ailil presentes, Nobles y Plebeyos, disfrutan de una celebración descontrolada por la creación de una nueva hada Oscura.

El Fior-Righ
Como parte de la ceremonia de Bautizo, el nuevo Ailil realiza una prueba para demostrar lo que ha aprendido durante su período de Tutelaje. Normalmente se requiere alguna acción que sólo se pueda conseguir de manera indirecta o mediante el engaño y las trampas. En ocasiones el Fior-Righ adopta la forma de un duelo contra un oponente mucho más hábil que el novato, al que debe engañar para ganar.

Sobre prestar y romper juramentos
Creer que como seguimos el Código Oscuro carecemos de la costumbre de prestar juramento es no comprender la importancia de esos votos. Nuestra insistencia en las interpretaciones personales del honor en lugar de seguir una definición estricta de conducta honorable hace que el acto de prestar juramento se convierta en uno de nuestros deberes más sagrados. En algunos casos, los juramentos son nuestras únicas ataduras. Como en los tiempos antiguos, seguimos honrando nuestras promesas, cumpliéndolas de manera precisa y al pie de la letra, y en ocasiones, siguiendo también su propósito. Como ponemos tanto énfasis en cumplir nuestros juramentos, no los aceptamos a la ligera, así que rara vez juramos. Sólo realizamos juramentos en las circunstancias más serias, como cuando un nuevo miembro completa su Bautizo y reclama su lugar en nuestra Casa, o cuando un Plebeyo se une formalmente a la Casa Ailil.
En ocasiones, resulta necesario, por una razón indiscutible, romper un juramento que hemos prestado. Nuestra Casa reconoce que esas cosas ocurren, y ha instituido un proceso para reconocer a los rompejuramentos que reconocen abiertamente su situación dudosa. Aunque resulta irónico confiar en que un individuo que ha roto un juramento mantenga una nueva promesa “vinculante”, hemos descubierto que quienes aceptan el Juramento del Renegado, a menudo han logrado grandes hazañas para nuestra Casa, utilizando su vergüenza como emblema de orgullo y un acicate para espolear sus ambiciones. El destino aciago de Yrtalien, el Príncipe Renegado, que benefició la causa Oscura, demuestra que un rompejuramentos (o especialmente un rompejuramentos) puede aspirar a la grandeza. A pesar del fracaso de Yrtalien y su posterior desaparición, la Casa Ailil se ha beneficiado de su ejemplo.

Re: [Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 11 Sep 2025, 23:15
por Alexander Weiss
Imagen El Código Oscuro
Como el conjunto de la Casa Ailil se dedica al Código Oscuro, suscribimos sus principios como la base de nuestra conducta. Sin embargo, nuestras interpretaciones de sus principios difieren en parte de otras Casas oscuras o de los rebeldes hoi-polloi de la sociedad Changeling. Disfrutamos de los matices del Código, encontrando una infinita variedad de significados e implicaciones. A continuación presentaré mis propios comentarios sobre el Código Oscuro con la esperanza de poder inspirar a quienes lean mis palabras para que formen su propia perspectiva. La idea de una interpretación única y rígida de un Código que fomenta la diversidad y la flexibilidad es risible.
El cambio es bueno
No puedo exagerar la importancia del cambio. Sólo los necios creen que quedarse quieto sirve para algo aparte de crear ampollas en los pies y agujetas en los músculos. El universo existe en un flujo constante de cambios cíclicos; sin la variación de las estaciones, la alternancia del día y la noche, o el flujo de las mareas, el mundo físico perdería su capacidad para sustentar la vida (otra forma de cambio). La habilidad de nuestra Casa en la política y su capacidad para generar manipulaciones proceden de nuestra creencia en que todo se beneficia del cambio. La creatividad, la fuente del Glamour, simplemente es otra palabra de cambio. El aburrimiento alimenta la Banalidad más que el más vil o crudo de los actos. Evita no hacer nada a toda costa.
El Glamour es libre
El mundo no contiene una cantidad fija de Glamour. Quienes creen que atesorando la fuente de la creatividad evitan que el Glamour se agote sólo tienen que mirar a su alrededor y comprobar que están equivocados. Este siglo chisporrotea con la maravilla de los descubrimientos y la experimentación. Las nuevas formas de arte combinan tecnología y tradición de formas novedosas; la política (una fuente particular de Glamour para nuestra Casa) alcanza nuevos niveles de sutileza y abismos de corrupción. En medio de toda esta abundancia, ¿cómo podemos contenernos? ¿Cómo podemos permitir reprimirnos cuando el Glamour nos rodea?
El honor es una mentira
Demasiado a menudo, el honor es una serie de restricciones falsas y arbitrarias utilizadas por un grupo para controlar a otro. Para la Casa Ailil, el honor se encuentra exclusivamente en el individuo. Cada uno de nosotros define sus propias acciones en función de un concepto personal de conducta “honorable” (o no, porque muchos de nosotros elegimos vivir sin honor). Sólo merece la pena seguir las reglas que hacemos para nosotros. Todo lo demás es exceso. ¿Por qué quedarse al margen, atado por códigos de honor falso, mientras otros aprovechan la oportunidad que se presenta?
La pasión antes que el deber
Como el honor, el deber no significa nada a menos que lo impulse el deseo personal. La pasión nos impulsa a actuar, ya sea de manera responsable o frívola. Quien se rige por el deber no consigue nada de valor o importancia, limitado por las estrechas restricciones de “no debo” y “debería.” La Casa Ailil no evita sus responsabilidades siguiendo este principio; simplemente fijamos nuestras prioridades. La pasión, primero; el deber, después.

El Código Luminoso
Unos pocos miembros de nuestra Casa eligen seguir el Código Luminoso. De todas maneras, estos aberrantes hijos del dragón de plata manifiestan su expresión de la libertad personal que defiende nuestra Casa. Requiere un coraje supremo nadar contra corriente, y respeto a nuestros compañeros Luminosos por atreverse a diferir. Yo nunca podría comportarme de manera tan rígida a las estructuras que defiende el Código Luminoso. Sin embargo, los Luminosos de la Casa Ailil (tal y como los comprendo) han interpretado sus propios significados a las tradiciones que defienden.
Muerte antes que deshonor
El honor, sin importar quien lo defina, no significa nada sin acciones que lo respalden. Quienes fallan y no viven según sus principios o según los códigos de conducta que adoptan, merecen las consecuencias de su vergüenza, aunque eso signifique la muerte. A veces, la única forma de mantener el honor es morir por él; por ejemplo, los mártires a lo largo de los siglos han demostrado este principio. Recordamos a quienes arriesgaron sus vidas, sobrevivieran o no a la experiencia.
El amor lo conquista todo
Quienes aman a sus amos les sirven bien. Tanto el lecho como el trono se benefician de quienes siguen asiduamente este principio. El afecto y la devoción a un amante o una causa sólo fortalecen la posibilidad de éxito en cualquier ámbito. Cultivar los corazones de tus seguidores suele asegurar que sus mentes y voluntades te seguirán. El amor, cuando se utiliza como arma, puede resultar tan poderoso como una espada bien colocada para detener la enemistad.
La belleza es vida
Sin belleza, la vida se convierte en una serie insípida de días infinitos y noches aburridas. Las creaciones artísticas y las máquinas bien construidas de cualquier tipo incrementan la acumulación de Glamour en el mundo para poder utilizarlo. Sin embargo, no todo el mundo define la belleza de la misma manera. Algunos llaman “belleza” a cosas que para otros son feas o inquietantes. Un momento de tierno dolor a veces puede resultar tan estimulante y placentero estéticamente como un retrato exquisito o una composición melodiosa. No confundas austeridad con dedicación. Quienes se rodean de objetos bellos no necesitan nada más para recordarles la importancia de la belleza.
Nunca olvides una deuda
La recompensa constituye un poderoso impulso para generar lealtad en los seguidores o conseguir amor entre iguales o desiguales. Las manifestaciones externas como el pago de deudas, devolver favores y mantener promesas crea una impresión favorable en los demás. La imagen cuenta mucho en la sociedad humana y de las hadas. Quienes muestran largueza y fiabilidad mediante la meticulosa adherencia a este principio, ascienden a ojos de quienes les superan en rango. Cosechar favores, reclamar deudas y promesas de otros establecen una posición de justicia y respeto, cualidades que a menudo se consideran inexistentes entre los miembros de nuestra Casa.

Sociedades secretas
Aunque los grupos mencionados a continuación son conocidos por la mayoría de los miembros de nuestra Casa, intentamos evitar que las demás Casas (incluso otras Casas Oscuras) los descubran. Estas sociedades “secretas” de la Casa Ailil se enfocan en intereses especializados dentro de nuestra Casa. La mayoría de los Sidhe Ailil terminan uniéndose por lo menos a una sociedad; algunos encuentran tiempo y energía para pertenecer a varias. Aunque dentro de una Casa pueden existir sociedades secretas de verdad, me resultan desconocidas. A continuación sigue una descripción breve de las sociedades secretas más populares de los Ailil.

Los Guardianes del Dragón de Plata
De la misma forma que los Sidhe Luminosos tienen a los Caballeros de la Rama Roja, la Casa Ailil dispone de un grupo de caballeros conocidos como los Guardianes del Dragón de Plata. Aunque en ocasiones esta sociedad admite a Sidhe de las Casas Balor y Leanhaun, sigue siendo principalmente una sociedad Ailil. Los Guardianes existen para salvaguardar los intereses de nuestra Casa, y por extensión, de las hadas Oscuras sin importar su Linaje. Se adhieren a un estricto código de conducta que rivaliza con el código de la Rama Roja excepto por su interpretación más liberal de los términos “combate justo” y “rendición honorable.”
Los otros planes de los Guardianes consisten en la búsqueda para encontrar y reclamar cualquier tierra o Feudo que perteneciera en el pasado a la Casa Ailil y que hayan caído en manos de Nobles Luminosos. Los Guardianes actúan por toda Concordia, Hibernia, y la Isla de los Poderosos. Unos pocos se han aventurado en otros lugares del mundo buscando Feudos perdidos de la Casa Ailil, pero hasta el momento pocos han tenido éxito en su búsqueda.

Les Amoreux (Los Enamorados)
Los miembros de esta sociedad dedican la mayor parte de su atención a las muchas facetas del placer físico. Proclamando que la política comienza en el dormitorio, los Enamorados se dedican al exceso sexual. Algunos de estos sensualistas cortejan el peligro eligiendo sus amantes entre los Pródigos o entre las Casas Luminosas. He oído que conseguir seducir a un miembro de la Casa Gwydion proporciona al seductor una gran reputación entre sus compañeros. Otros miembros de Les Amoreux se especializan en la combinación de placer y dolor para alcanzar nuevos niveles de éxtasis (o eso dicen). Todas las variables posibles de los actos del amor encuentran alguna expresión entre Les Amoreux.
Aunque los miembros más tradicionales de la Casa a menudo desprecian a los Enamorados, considerándolos unos frívolos practicantes de la autoindulgencia, otros Sidhe Ailil apoyan el derecho de Les Amoreux de hacer lo que les plazca -citando el cuarto principio del Código Oscuro como precedente.
De hecho, muchos de los Enamorados han encontrado tiempo para seguir los objetivos de la Casa Ailil y seguir disfrutando de sus tendencias amorosas.

Los Desheredados
Esta sociedad consiste en un grupo de nobles (en su mayoría Rebeldes, aunque no de manera exclusiva) que han pronunciado el Juramento del Renegado. Unidos por su vínculo común como rompejuramentos, los Desheredados muestran una curiosa lealtad entre ellos que a veces parece superar cualquier lazo de lealtad a su Casa. Los Desheredados a menudo se presentan voluntarios para misiones peligrosas en nombre de la Casa Ailil, afirmando que como han perdido su honor, no tienen nada más que perder.
Aunque los Desheredados afirman que tratan de ganarse el derecho a librarse de su posición de Renegados probándose en batalla o por Fior, sospechamos que en realidad prefieren disfrutar de su notoriedad. Desde luego, parecen atraer a muchos amantes y compañeros, que gustan de su presencia siniestra (incluso para nuestra Casa).

La Corte Sombría y la Casa Ailil
La mayoría de las hadas, tanto Luminosas como Oscuras, asumen que todos los miembros de la Casa Ailil pertenecen a la Corte Sombría. Es necesario asumir que se trata de una sospecha justa, ya que la mayoría de nosotros somos miembros o asociados de la Corte Sombría. No veo razón para mentir sobre esta faceta de nuestra existencia. Somos los líderes indiscutibles de las hadas Oscuras y la Corte Sombría representa para nosotros los restos de la antigua Corte del Rey del Invierno.
Consideramos nuestra participación en la Corte Sombría como la mejor herramienta para debilitar el dominio del gobierno Luminoso de Concordia. Aunque la Casa Ailil envía de manera abierta algunos representantes al Parlamento de los Sueños, creemos que el órgano de gobierno es un peón de las hadas Luminosas. Nuestra verdadera voz en la sociedad feérica procede de la Corte Sombría, y en nuestra Casa quienes tienen autoridad en esa organización sostienen el verdadero poder de los Ailil.

La Retribución
Los intérpretes actuales de la tradición de las hadas pueden considerar una herejía que las leyes de la Retribución no son inviolables. De hecho, la serie de reglas que gobierna la conducta y las acciones de la sociedad Changeling sólo ha existido desde la Ruptura. Quizás las normas fueran necesarias en una época para mantener unida una población fragmentada de Kithain abandonados y asustados. Sirvieron a su propósito de garantizar la supervivencia de las hadas durante un período de conflictos sin leyes y dio a Changelings muy diferentes algo en torno a lo que unirse.
Los tiempos cambian. El Resurgimiento y la guerra que se libró para asegurar el derecho de los Sidhe a reclamar el poder provocó la reestructuración de la sociedad de las hadas y aseguró que las Casas nobles se perpetuaran a expensas de otras facciones de la sociedad Changeling. En las manos de los líderes actuales de las hadas, la Retribución se ha convertido en un arma utilizada para detener a la oposición y castigar a quienes intenten reclamar sus derechos a compartir el poder.
Aunque la Casa Ailil no repudia del todo las leyes de la Retribución, reconocemos nuestras interpretaciones de estas leyes y las seguimos en lugar de las versiones dogmáticas de las hadas Luminosas. Para educación de los Changeling recién Bautizados, o nuestros miembros de adopción, presentaré un breve repaso de las leyes de la Retribución tal y como son honradas por la Casa Ailil.
El derecho de dominio
La autoridad de un señor dentro de su feudo constituye la base de la sociedad Kithain. Sólo quienes defienden la anarquía total no consiguen reconocer la importancia de imponer algún tipo de orden en la sociedad. Quienes se encuentran mejor preparados para manejar el poder ocupan posiciones de liderazgo y tienen el derecho de exigir obediencia y lealtad a cualquiera que entre en su territorio.
Realidad: Reconocemos sólo los derechos de los nobles que gobiernan sus propias tierras. Cuando las Casas Nobles regresaron de Arcadia en 1969, las Casas Luminosas pronto tomaron todos los Feudos disponibles que pudieron, expulsando a los Plebeyos que habían conservado esos santuarios del Ensueño. Muchos Nobles Luminosos controlan actualmente Feudos y dominios que originalmente pertenecían a nuestra Casa, negándose a reconocer nuestro derecho de propiedad. No reconocemos el derecho del usurpador. Desafiando a los falsos gobernantes de los dominios y tierras que en justicia pertenecen a los hijos del dragón de plata, nos situamos en oposición directa a este principio.
Por otra parte, siempre que encontramos a un Noble Luminoso que ha restaurado con éxito un Feudo que pertenecía a su Casa antes de la Ruptura, le concedemos el respeto y reconocemos el dominio que le pertenece.
El derecho a soñar
La mayoría de las interpretaciones de este principio afirman que existe para proteger a los Soñadores humanos de las depredaciones de los Saqueadores y de quienes utilizan la inspiración directa para guiar la creación de los mortales. La cosecha de Glamour mediante el cultivo indirecto y la siega discreta caen dentro del ámbito de esta tradición.
Realidad: Insistiendo en que este principio dicta cómo podemos cosechar Glamour, la Corte Luminosa ha ejercido un considerable control sobre la manipulación de nuestro recurso más necesario. Además, prohibiendo el Saqueo en favor de métodos más sutiles de Ensoñación y el objetivo casi inalcanzable del Rapto, los gobernantes Luminosos tratan de reducir la proliferación de determinados tipos de Glamour sobre otros. Consideramos que las pesadillas al igual que los sueños alimentan nuestras almas, y vemos poca diferencia entre las dos en lo que se refiere a nuestro interés. Los pocos mortales que se vuelven locos o caen en una perpetua apatía debido a los actos de un puñado de Saqueadores ineptos constituyen una pérdida aceptable en el conjunto del Ensueño. Quienes aprenden la forma correcta de Saquear dominan la habilidad de cosechar grandes cantidades de Glamour sin provocar un daño permanente al Soñador. Hay humanos que se han mostrado especialmente resistentes a lo largo de la historia. Existen individuos que pueden soportar horrores innombrables y que finalmente se recuperan de ellos con poco o ningún daño visible.
Aunque respetamos el “derecho a soñar”, también damos a los Soñadores más importancia que nuestras contrapartidas Luminosas.
El derecho a la ignorancia
Si alguna vez los mortales descubrieran nuestra existencia (o nuestro regreso), tratarían de destruirnos (como hicieron durante la época de la Inquisición) o nos perseguirían para meternos en zoológicos o laboratorios de investigación. Para protegernos de ese descubrimiento e impedir que la visión mortal del mundo se vuelve patas arriba, este principio prohíbe revelar nuestra verdadera naturaleza a quienes no son Changeling. La mayoría de las interpretaciones de este principio hacen excepción de la ignorancia con los Kinain y los Pródigos. Algunos defensores de la Retribución también relajan esta prohibición con los mortales encantados por las hadas (por lo menos hasta que termina el tiempo de encantamiento).
Realidad: Decirle a un miembro de nuestra Casa que algo está prohibido casi siempre hará que ponga a prueba a quien defiende la prohibición. Negarnos la posibilidad de revelar nuestros verdaderos seres a los mortales que consideramos dignos de ese conocimiento insulta nuestro juicio e inteligencia. Dejadnos decidir por nosotros cuándo podemos despojarnos de nuestras vestiduras mortales y revelar nuestra gloria feérica. Quizás el conocimiento de nuestra existencia podría reducir los elevados niveles de Banalidad que actualmente justifican a los defensores de mantener a los mortales en la ignorancia. Después de todo, una considerable parte de la humanidad afirma creer en extraterrestres o manifestaciones de ángeles. ¿Por qué no creer también en las hadas?
Aunque no disculpamos la completa exposición de nuestra existencia al mundo, insistimos en nuestro derecho a decidir por nosotros mismos cuándo y dónde quitarnos nuestro disfraz.
El derecho de rescate
Siempre que uno de los Kithain cae prisionero de las fuerzas de los Dauntain o de los Ocultos, o de alguna manera sucumbe a la Banalidad, le debemos al Ensueño tratar de recuperar a ese individuo desafortunado. Esto resulta cierto sin importar si la víctima es un amigo o un enemigo. Nuestra supervivencia depende de evitar hasta la pérdida de unos pocos Changeling ante la Banalidad que amenaza con arrojarnos a todos al pozo gélido de la extinción.
Realidad: Aunque posiblemente sea el más noble de todos los principios de la Retribución, esta regla suele ser honrada en su abuso. ¿Cuántas posibilidades existen de que los “justos” caballeros de la Casa Gwydion cabalguen al rescate de un miembro cautivo de la Casa Ailil?
Nos mostramos pragmáticos ante esta regla. Si tenemos posibilidades razonables de éxito rescatando a un Changeling de las garras de la Banalidad o de los psiquiátricos y prisiones de los Dauntain, lo intentaremos. Si tenemos éxito (especialmente en los casos en que la víctima pertenece a una Casa o un Feudo enemigo), conseguimos el favor de un potencial antagonista. Si fallamos y conseguimos escapar sin daño, nos consolamos con haberlo intentado y nos aseguramos de que nadie pueda añadir ese fallo por intentarlo a nuestra lista de transgresiones.
Sin embargo, en lo que se refiere a uno de los nuestros, no reparamos en costes para rescatarlo del cautiverio o del olvido. No debería hacer falta decirlo.
El derecho al refugio seguro
También conocido como el derecho a la hospitalidad, este principio indica que quienes gobiernan y mantienen Feudos honren las tradiciones de invitación y santuario. Esta parte de la Retribución también establece los Feudos como refugios contra la Banalidad y los efectos de la guerra. Desafiar a un noble en su propio hogar va en contra del espíritu del refugio seguro. De la misma forma, admitir a un visitante como invitado y causarle daño a su persona viola igualmente este principio. Normalmente la costumbre fija una duración a los derechos de un visitante. Durante este período de gracia (Por lo general no más de tres días y tres noches) tanto invitado como anfitrión acuerdan cesar las hostilidades (si las hay) y no dedicarse a conspirar ni manipular uno contra el otro. La mayoría de los invitados indeseados se marchan tras el período de gracia; quienes no lo hacen sufren las consecuencias.
Realidad: Como el derecho de rescate, esta parte de la Retribución a menudo se deja de lado frente a la oportunidad. Hemos aprendido a no confiar en la hospitalidad de los anfitriones Luminosos, si alguna vez necesitamos reclamar santuario en uno de sus Feudos. De la misma forma, comprendemos que pocos miembros de las Casas Luminosas creen que los Feudos de la Casa Ailil respetan el derecho del refugio seguro. En ocasiones, alojamos a un enemigo o lo invitamos sin que haya traiciones de un lado ni de otro. Cuando eso ocurre, es tanto una sorpresa como causa de celebración. Sólo entre los miembros de nuestra Casa hermana de Eiluned podemos sentir cierta seguridad.
El derecho a la vida
Ningún Kithain puede deliberadamente provocar la muerte de otro. Esto constituye el mayor crimen contra el Ensueño y pone al asesino en riesgo de perder su alma feérica. Sean Plebeyos o Nobles, todos los Changeling existen por derecho del Ensueño y no por el capricho de otros. Privar al Ensueño de uno de sus hijos es el más horrible de los actos.
Realidad: El hecho de que al menos una de las Casas Luminosas profese su determinación de librar al mundo de las hadas Oscuras pone esta parte de la Retribución en retrospectiva. La muerte (accidental e intencionada) nos ocurre a todos. Aunque la mayoría de nosotros aceptamos la muerte “temporal” de la consciencia feérica de nuestros enemigos, en ocasiones nuestras pasiones se apoderan de nosotros y asestamos un golpe mortal en combate.
Aunque no disculpamos el asesinato directo de quienes se enfrentan a nosotros, no prohibimos a los miembros de nuestra Casa ejercer con discreción el uso de la violencia o medidas extremas. Aceptamos las consecuencias de nuestras acciones, sabiendo que cualquier vida Kithain que tomemos nos acerca un poco más a perder nuestra conexión con el Ensueño. Defendemos el principio de utilizar la mínima fuerza necesaria, sabiendo que a veces eso consiste en eliminar a quienes se interponen en nuestro camino o amenazan a nuestra Casa.

Política actual
A riesgo de insistir en el mismo tema, el objetivo más importante de la Casa Ailil (aparte de sobrevivir a la persecución de los fanáticos Luminosos) se encuentra en la restauración del equilibrio entre la Corte Luminosa y la Corte Oscura. No deseamos más que regresar a las tradiciones anteriores a la Ruptura de alternancia en el poder. Predecimos que el Largo Invierno es inevitable, y que en lugar de pretender que podemos demorarlo prolongando el control Luminoso, deberíamos prepararnos para su llegada y confiar en que sólo sea el principio de un nuevo comienzo para las hadas.
Para alcanzar nuestro objetivo, utilizamos cualquier medio necesario. Terminar con el monopolio de 30 años de gobierno Luminoso requiere todo tipo de manipulaciones sutiles y política encubierta. Participamos en el Parlamento de los Sueños para recordar a las hadas de Concordia que los Oscuros son parte de su gobierno, no sólo un estado de la mente.
Los métodos que utilizamos para alcanzar nuestro objetivo son tan variados como los individuos que trabajan diligentemente para conseguirlo. Algunos destacamos en el arte de la persuasión; como diplomáticos y embajadores, viajamos por muchos Feudos Luminosos y promovemos nuestra causa. Otros demuestran ingenio para la intriga; utilizamos a estos individuos de talento como negociadores, enviándolos entre los Plebeyos e infiltrándolos en los Feudos Luminosos donde pueden sembrar rumores y preparar planes y contramaniobras para alterar el orden natural de los asuntos Luminosos. Y también hay algunos entre nosotros que exhiben una sexualidad irresistible; enviamos a estos miembros de nuestra Casa a forjar alianzas mediante los impulsos del corazón, ya sean nuestros parientes Oscuros de las Casas Balor y Leanhaun, o en las Casas Luminosas.
Tampoco ignoramos el mundo mortal. Para prepararnos para el Largo Invierno, debemos aprender a vivir cada vez con menos Glamour o encontrar más Glamour dondequiera que esté disponible. Hemos aprendido a enriquecernos rodeándonos con la atmósfera de la política humana. Bajo nuestros disfraces mortales, muchos de nosotros ocupamos puestos políticos o trabajamos en la política empresarial. Encontramos que las prácticas traicioneras y los juegos internos de los mortales no sólo pulen nuestras propias habilidades, sino que también constituyen una fuente de Glamour. A medida que el mundo se vuelve más Banal con la cercanía del Invierno, nuestra habilidad para cosechar Glamour de las intrigas políticas se vuelve cada vez más importante.
A largo plazo, pretendemos aprender cómo sobrevivir durante el Largo Invierno. Nuestros enemigos Luminosos, que prefieren creer que mientras ellos gobiernen podrán evitar el final del Verano, se debilitarán y perecerán (o terminarán abrazando sus naturalezas Oscuras) con los vientos fríos que anuncian la llegada del invierno.
Aunque a muchos de los nuestros les gustaría ver un plan maestro para que la Casa Ailil consiga derrocar a los poderes Luminosos actuales, el resto de nosotros creemos que mientras podamos sobrevivir a nuestros enemigos, venceremos.

Impulsos políticos
Aunque tenemos un objetivo principal, los miembros de la Casa Ailil eligen formas diferentes de alcanzarlo.
Puristas: Muchos de nosotros seguimos el impulso Purista, deseando simplemente restaurar las Cortes Gemelas. Los Puristas no creen que los Luminosos sean nuestros enemigos; sino nuestros antagonistas (una distinción sutil, pero clara). Estos Sidhe Ailil trabajan por la supervivencia de los Changeling, Luminosos y Oscuros, ya que ambos tipos deben trabajar juntos para mantener el equilibrio de poder. Algunos Puristas creen que cuando los Oscuros alcancen el poder, necesitan extender su gobierno para compensar el reinado prolongado de las hadas Luminosas.
Repudiadores: Los miembros que siguen este impulso creen que deben derrocar por completo a las hadas Luminosas, e instituir de manera permanente el gobierno Oscuro. También quieren restaurar el equilibrio, pero consideran que un período de 600 años durante el que la mayoría de los Plebeyos seguían la tradición Luminosa requiere un número igual de siglos Oscuros para compensarlo.
Ritualistas: Bastantes Sidhe Ailil siguen el camino de los Ritualistas, combinando los objetivos de su Casa con su trabajo en la Corte Sombría. Los Ritualistas no sólo quieren que triunfe la causa Oscura sino también recuperar nuestros lazos perdidos con el Ensueño. Muchos Barbagrises siguen el impulso Ritualista, buscando solaz en el otoño de su existencia en la devoción al ciclo de las estaciones del año.
Modernistas: Todos los Modernistas rechazan la estratificación entre Nobles y Plebeyos. Creen que no sólo deben derrocar a los Sidhe Luminosos, sino también otorgar a los Plebeyos los mismos derechos que a los Nobles. Un impulso popular entre los jóvenes de nuestra Casa, los Modernistas defienden que deben compartir por completo el poder entre Nobles y Plebeyos y erradicar los títulos que marcan las diferencias entre ambos grupos.
Anarquistas: Este impulso es el que tiene menos seguidores entre los Sidhe de la Casa Ailil. Los Anarquistas defienden el derrocamiento inmediato y violento del gobierno de Concordia. Si resulta imposible, entonces crear caos y desorden sirve como sustituto. Algunos Rebeldes Ailil siguen este impulso durante un tiempo, pero pronto descubren que los Anarquistas no tienen sitio para manipulaciones sutiles. Muchos de nuestros más sabios Ritualistas fueron Anarquistas en el pasado, pero finalmente se aburrieron del arte simple de la destrucción.

Los Luminosos entre nosotros
Los miembros Luminosos de la Casa Ailil, especialmente los que han pronunciado el Juramento de la Oposición Leal, tienen una función especial que sirve a los objetivos de nuestra Casa. Estos raros Sidhe Ailil se unen a los Feudos y cortes de las Casas Luminosas dispuestos a aceptarlos. Normalmente, su conocimiento innato de la intriga y la política cortesana los sitúa en alguna posición como consejeros en el séquito del soberano que hayan adoptado. Entonces, comienza su verdadero trabajo.
A pesar de sus Legados Luminosos, estos leales hijos e hijas de Ailil utilizan sus habilidades para neutralizar los ataques contra nosotros por parte de las hadas Luminosas que quieren nuestra destrucción. Cada Noble Fiona o Eiluned que puede recurrir en confianza a su consejero Ailil es una victoria sobre nuestros enemigos e incrementa nuestras posibilidades de sobrevivir hasta la llegada del Largo Invierno.
Unos pocos de nuestros miembros Luminosos no ven conflicto en hacerse pasar por un Noble de otra Casa para ascender todavía más en la estructura de poder de Concordia. Necesitamos todos los amigos en lugares elevados que podamos conseguir; si también resulta que son miembros de nuestra Casa vestidos con los colores de Eiluned (¡que resulta que son iguales a los nuestros!) o Fiona, mucho mejor.

La desaparición del Alto Rey
Muchos miembros de nuestra Casa discuten que la ausencia inexplicable de David Ardry nos presenta una oportunidad perfecta para hacer nuestro movimiento y tomar el poder en Concordia. Aunque resulte tentador para muchos de los más jóvenes de nuestra Casa, los líderes de la Casa Ailil aceptan el edicto más reciente del Alto Señor Erdath. En este momento, si nos aprovechamos del vacío de poder en el trono de Concordia, sería como reconocer la culpa en la desaparición del Alto Rey.
Aunque nos gustaría reclamar el mérito de esa desaparición, el hecho es que no tuvimos nada que ver con ella.
Pretendemos aprovechar la oportunidad que la desaparición de David Ardry nos ha dado -no para intentar un golpe, sino para arrojar luz sobre el caos que actualmente amenaza con romper el Parlamento de los Sueños y los asuntos internos de la Casa Gwydion. Nuestra experiencia con la política mortal nos enseña que el primero que tome las riendas del poder durante una emergencia raramente gobierna mucho tiempo cuando la crisis termina. Pretendemos tomar el poder cuando tengamos la posibilidad de conservarlo durante más que una estación.

Méritos y Defectos

Mentiroso Dotado (Mérito Mental de 3 puntos)
Eres tan bueno mintiendo que a veces puedes convencerte de que estás diciendo la verdad absoluta. Esto hace que resulte extremadamente difícil que alguien te pille en una falsedad; en tu propia mente, no estás mintiendo. En la mayoría de los casos, no necesitas tirada para resistir durante un interrogatorio. El éxito en una simple tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad 7) te permite evadir la habilidad para detectar la verdad de la Casa Gwydion o negar los efectos de los intentos mágicos de detectar el engaño.

Sin Malicia (Defecto Social de 2 puntos)
Aunque disfrutas de la misma habilidad manipulando a los demás que el resto de tu Casa, careces de una pequeña herramienta. No puedes mentir de manera convincente. La verdad escribe con mayúsculas en tu cara para que todos la vean. Esto hace que te resulte casi imposible evadir la habilidad para detectar la verdad de la Casa Gwydion cuando se te hace una pregunta directa. Otros tipos de subterfugio y engaño no son afectados. No se trata de una compulsión para ser sincero; puedes intentar mentir, pero lo haces mal. En términos de juego, puedes realizar cualquier tirada relacionada con Subterfugio para contar una mentira descarada con +2 sobre la dificultad actual.

Renegado (Defecto Social de 3 puntos)
En algún momento de tu pasado, fuiste culpable de romper un juramento. Como has pronunciado el Juramento del Renegado, has conseguido evitar las penalizaciones asociadas normalmente a tu acto, pero ahora te cuentas entre los Renegados de tu Casa. Esto no sólo daña tu reputación y tu honor, sino que también impide que otros crean tus promesas. Tienes +2 a la dificultad de todas las tiradas Sociales relacionadas con tratar de convencer a los demás de tu sinceridad y la validez de tu palabra.

Re: [Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 11 Sep 2025, 23:19
por Alexander Weiss
Imagen Tirando de los hilos: Relaciones de cerca y de lejos
La acusación de que nos aprovechamos de nuestros aliados tanto como de nuestros enemigos no tiene en cuenta las sutilezas de nuestras relaciones con otros grupos o el espíritu con el que ejercitamos nuestros talentos más obvios. Lo que algunos llaman aprovechar, nosotros lo consideramos usar mejor los recursos disponibles. ¿Quién entre las hadas no trata de mejorar el poder de sus aliados y maximizar las debilidades de sus enemigos? Como mínimo somos honestos en nuestra manipulación de los demás. Nos enorgullecemos de la habilidad para juzgar correctamente a quien trata con nosotros.
“Diplomacia” y manipulación son sinónimos. Recuérdalo la próxima vez que una de las Casas Luminosas alardee de su “habilidad diplomática.”

Los Nobles
La nobleza tiene muchos significados, y cada una de las Casas Nobles manifiesta su sangre noble a su propia manera. Las Casas Luminosas y Oscuras coinciden en una cosa -el derecho de los Sidhe a gobernar sobre los Linajes Plebeyos. Sin embargo, más allá de ese sencillo terreno común, nos diferenciamos unas de otras en nuestros propósitos, percepciones, temperamentos y susceptibilidad a la manipulación. Los filósofos militares y los estrategas nos advierten que debemos conocer a nuestros enemigos; añadiría que también deberíamos conocer a nuestros amigos. Ambos pueden resultar peligrosos en las circunstancias apropiadas.

La Casa Balor
Los hijos e hijas de Balor se han infiltrado en las filas de la nobleza debido a que descienden de Lugh el del Brazo Largo, uno de los Tuatha de Danaan. Sus descarados y a veces groseros intentos de tomar el poder así como su tendencia a ser violentos constituyen distracciones convenientes para nuestros planes más sutiles. Sabemos que estos defensores brutales de la política de mano dura envidian nuestra posición como la primera de la Casas Oscuras. Necesitamos asesinos y matones en nuestras filas y la Casa Balor encaja en ese papel como si hubiera nacido para ello.
Nuestros agentes dentro de la Casa (¿acaso te sorprende?) han escuchado el rumor de que dentro de un Feudo oculto los líderes de Balor guardan un arsenal de cuchillos de hierro -cada uno de ellos grabado con el nombre de uno de los líderes de la Casa Ailil. Casi no los creemos. Desde luego, la Casa Balor trabaja activamente para traer el Largo Invierno antes de que llegue el momento, creyendo que disfrutarán de mayor ventaja debido a su relativa inmunidad al hierro frío.
Cultiva con cuidado alianzas con los hijos del hierro. No confíes en ellos, sin importar los juramentos que hayan pronunciado. Mientras nosotros habitualmente buscamos lagunas en las palabras de nuestros juramentos, a los Balor no les importa romper descaradamente un juramento siempre que resulte apropiado a sus propósitos.

La Casa Dougal
Estos lacayos de la Casa Gwydion tienen poco que nos interese salvo su indiscutible talento para crear tesoros y dispositivos ingeniosos. De todas maneras, debemos relacionarnos con ellos siempre que necesitamos algo que nuestros propios artesanos no pueden crear. Normalmente actuamos mediante intermediarios cuando tratamos con estos Sidhe amargados y taaan serios, ya que comparten el odio instintivo hacia las Casas Oscuras de sus parientes Gwydion. En ocasiones, interactuamos abiertamente con ellos -durante festivales y otras reuniones donde supuestamente todas las hadas son bienvenidas. Tomamos mucho cuidado en apreciar su habilidad y los apreciamos por su lealtad hacia sus amos (aunque no usamos esa palabra en su presencia).
Los pocos miembros Oscuros de la Casa Dougal difieren poco de la mayoría Luminosa excepto en su mayor tendencia a correr riesgos. Cuando encontramos a uno de estos raros individuos, hacemos todo lo posible por ganarnos su lealtad. Su habilidad con la tecnología los convierten en aliados muy valiosos. Por desgracia, hasta los hijos Oscuros de Dougal permanecen leales a su Casa, y por tanto, a la Casa Gwydion.
Si pudiéramos encontrar una forma de romper su atadura a la Casa del Halcón, lo consideraríamos una gran victoria.

La Casa Eiluned
Estos Sidhe están cerca de ganarse nuestra confianza, una ironía cuando consideras que son la menos fiable de todas las Casas Luminosas entre los suyos. Nuestro linaje compartido crea un vínculo no escrito de hermandad entre nuestras Casas, y nos esforzamos en encontrar maneras de fortalecerlo. Los consideramos nuestros ojos y oídos en el bando Luminoso, porque muy a menudo, los Hijos de Eiluned nos advierten de planes contra nuestra Casa.
Siempre que elegimos amantes fuera de nuestra Casa, con frecuencia disfrutamos de la compañía de los hijos e hijas de las lunas gemelas. Aunque otras Casas los consideran fríos, misteriosos, y distantes, a nosotros nos encanta atravesar su fachada enigmática y descubrir la pasión que se encuentra bajo la compostura de la superficie.
Los Sidhe Eiluned comparten con nosotros el amor por la política y el gusto por la intriga. Siempre que podemos apoyarlos, lo hacemos. Cuantos más favores nos deban, más cerca estaremos. Aunque lamentamos la alianza de la Casa con la Corte Luminosa, esperamos que en el futuro próximo encontrarán la forma de unir fuerzas con nosotros. Algunos de nuestros videntes han profetizado un regreso a las viejas tradiciones de poder entre las Cortes del Verano y el Invierno que sólo puede ocurrir cuando Ailil y Eiluned unan sus manos como reyes de las hadas.

La Casa Fiona
Para pasarlo bien, llama a Fiona. Aunque esto parece una descripción cursi de una Casa conocida por sus emociones apasionadas y corazones valientes, resume la esencia de los Sidhe de la Casa Fiona. Lo que carecen de sutileza y finura, lo compensan con intensidad y celo.
La atracción de los Sidhe Fiona por los asuntos amorosos trágicos o inapropiados funciona admirablemente en nuestras manos. Nuestra siniestra reputación atrae a bastantes Sidhe de esta Casa, porque para ellos representamos peligro y excitación. Los recomiendo encarecidamente como compañeros para practicar tus habilidades en los asuntos del corazón.
En un lado más práctico, es relativamente sencillo manipular a los miembros de la Casa Fiona. Su amor por el placer y la susceptibilidad que les provocan sus emociones, hace que sus reacciones resulten predecibles. Sin embargo, no asumas que la Casa del León no tiene dientes. Los Sidhe Fiona son feroces cuando son enfrentados o traicionados. Recuérdalo bien cuando te relaciones con ellos, y por encima de todo, no les permitas que te pillen en nada que consideren una traición. Sus espadas son tan terribles como sus pasiones.
Los miembros Oscuros de la Casa Fiona a menudo rivalizan con los Sidhe Leanhaun en su búsqueda ansiosa de sensaciones. Sacia sus deseos y te seguirán a cualquier parte, hasta la batalla contra la Corte Luminosa.

La Casa Gwydion
Sencillamente, esta Casa es nuestra enemiga. Las Casas Luminosas los reconocen como líderes, tratándolos con algo parecido a la reverencia -por lo menos cuando están mirando. Supuestamente los Sidhe de la Casa Gwydion simbolizan el concepto de la nobleza Luminosa.
Bien, estoy dispuesta a reconocer que así es, ya que representan la intolerancia rígida y fanática a desviarse de su precioso Código Luminoso. No te equivoques, los instigadores de los peores excesos de la Guerra del Acuerdo pertenecían a la Casa del Halcón, y no, como la mayoría sospecha, de los “embusteros” de la Casa Eiluned.
La arrogancia insufrible de esta Casa de tiranos justicieros ha provocado un estancamiento de la sociedad Changeling desde el Resurgimiento. La Casa Gwydion, casi ella sola, debido a su insistencia en el monopolio Luminoso del poder, ha detenido el ciclo inevitable y necesario del Ensueño.
En mi opinión, la muerte por hierro frío sería demasiado buena para ellos.
Han defendido abiertamente la erradicación de las Casas Oscuras, pero creemos que su enemistad va más allá. Cada indicio sugiere que pretenden destruir a todas las hadas Oscuras, engañándose con la creencia de que semejante acto garantizará que el Largo Invierno no llegue.
La prole del halcón desprecia a nuestra Casa en particular, ya que representamos la mayor amenaza a su soberanía. Nos enorgullece saber que nuestra mera presencia basta para provocar su infame temperamento, llevándolos a una furia berserker. Quizás si los provocamos lo bastante a menudo, las demás Casas Luminosas terminarán viéndolos como los pomposos farsantes que son.
La reciente desaparición de su precioso Alto Rey, ha arrojado una piedra en los planes Gwydion para consolidar el poder Luminoso en manos de su Casa. A pesar de la reputación de David Ardry como uno de los Sidhe Gwydion más justos, no podemos evitar aplaudir la obra de quienquiera que haya planeado su desaparición de la sociedad. Sin duda la Casa Gwydion nos culpa por la pérdida de su noble más destacado. Resulta irónico que no hayamos tenido nada que ver, ¿verdad?
No te molestes en intentar relacionarte con los miembros de la Casa Gwydion de ninguna otra manera que no sea la que requiera la cortesía más básica -por lo menos no abiertamente. Unos pocos miembros de nuestra Casa han conseguido infiltrarse en los Feudos Gwydion haciéndose pasar por miembros de la Casa Eiluned, pero demasiado a menudo esos intentos (junto con quienes hacen esos intentos) son breves, debido al talento de los Gwydion para detectar la falsedad.
Limita tus relaciones con la Casa del Halcón a las apariciones públicas, donde los dictados de la etiqueta y el protocolo Luminoso nos proporcionen algo de protección de su hostilidad. Lo más importante, cuando debas tratar con los Sidhe Gwydion, evita mentirles siempre que sea posible a menos que quieras causar una escena.
En lo que se refiere a los pocos miembros Oscuros de la Casa, tengo fuentes fiables de que existen, aunque arriesgan sus vidas desafiando las convenciones del Halcón. Si te encuentras con uno de ellos, acércate con cautela, pero procura volverlos en contra de sus compañeros Luminosos.

La Casa Leanhaun
Consumados seductores, amantes trágicos, dedicados mecenas de las artes (aunque requieren un precio devastador por su inspiración), los Sidhe Leanhaun parecen frágiles y vulnerables. Nada podría estar más lejos de la verdad. Los miembros de la Casa Leanhaun comercian con su “debilidad”, su necesidad ansiosa de Glamour, provocando la lástima y obteniendo la protección de sus parientes Ailil y Balor.
Por supuesto, vemos a través de su engaño, ya que es el tipo de fachada que adoptaríamos si sufriéramos su misma situación. La verdad es que los Sidhe Leanhaun son capaces de cuidar de sí mismos; la desesperación provoca el desarrollo de las habilidades necesarias para sobrevivir.
Como aliados nuestros contra las Casas Luminosas, los Sidhe Leanhaun son útiles. Los planes secretos de más de un caballero Fiona han terminado en los oídos de un amante o concubina Leanhaun. Nuestra principal dificultad para adquirir los servicios de los Leanhaun se encuentra en convencerlos de que concentren su atención en algo más que asegurarse un suministro continuado de Glamour. Proporcionarles un suministro estable de Soñadores poderosos a cambio de su ayuda, normalmente suele superar su reticencia a hacer lo que queremos.
Como los principios de la Corte Luminosa prohíben las prácticas mediante las que los Leanhaun alimentan su esencia hambrienta de Glamour, podemos contar con la lealtad y apoyo de los hijos de la rosa oscurecida. Como criminales de facto en la sociedad de las hadas, no tienen elección salvo mantener la gracia de quienes no los condenan o quieren su destrucción.
Sus naturalezas sensuales hacen a los Sidhe Leanhaun amantes y consortes exquisitos, mientras que su afinidad por las artes proporciona elegancia a cualquier reunión que acepte su compañía.

La Casa Liam
Toda esta Casa lleva el estigma de los rompejuramentos. Por qué los Liam insisten en permanecer afiliados a la Corte Luminosa a la luz de su reputación manchada sigue siendo un misterio. Si pudiéramos convencerlos de que cambiaran su alianza -después de todo, son rompejuramentos- el equilibrio de poder del Parlamento de los Sueños cambiaría a una representación más igualitaria entre Luminosos y Oscuros.
Por desgracia, todos nuestros esfuerzos por provocar ese cambio no han servido de nada. La Casa Liam permanece atrincherada en su Luminosidad, revolcándose en su mala fama y avasallándose ante las demás Casas Luminosas.
Nuestro mayor obstáculo para ganar a la mayoría de la Casa Liam consiste en su opinión exagerada sobre la humanidad, y su insistencia en jugar el papel autootorgado de protectores de la humanidad. Se oponen una y otra vez a la cosecha forzada de Glamour y condenan a cualquier hada que practique el Saqueo por cualquier motivo. Nuestra carencia de simpatía por el “dolor” de los mortales nos hace difícil conseguir avances sustanciales para que se unan a nuestra causa.
Además, la Casa Liam disfruta de la protección de la Casa Gwydion, ya que los Sidhe Liam carecen del deseo (o de la habilidad) de protegerse a sí mismos. Su aceptación de la generosidad Gwydion normalmente provoca la interferencia inesperada de esa Casa en cualquier negociación que establezcamos con los Sidhe Liam.
Los miembros Oscuros de la Casa Liam reaccionan de manera más positiva a nuestro acercamiento, aunque ellos también manifiestan la misma cercanía a los humanos que sus parientes Luminosos. De todas maneras, la amargura de muchos Liam Oscuros los lleva hacia nosotros a pesar de nuestras pequeñas diferencias sobre el destino de los mortales.

Los Plebeyos
Después de nuestro regreso al mundo mortal, medimos el cambio del tiempo y descubrimos que los Linajes Plebeyos habían cambiado. Ya no aceptaban mansamente la voluntad de los Sidhe. En su lugar, conceptos humanos como la igualdad, la democracia, la libertad del individuo y los derechos civiles habían alterado las percepciones de los Plebeyos sobre su lugar correcto. Que las Casas Luminosas declararan una guerra total para imponer su dominio sobre sus subalternos sólo enfatiza el alcance de la transformación de los Linajes Bajos.
La Guerra del Acuerdo nos sirvió de manera inesperada. Debido a su resentimiento hacia los conquistadores Luminosos, muchos Plebeyos se unieron a la causa Oscura. Aunque nos dolió mucho, vimos la ventaja de aceptar en la membresía plena en la Casa Ailil a muchos Plebeyos mientras pronunciaran los juramentos. Nos beneficiamos enormemente de su resistencia y adaptabilidad, así como de su familiaridad con las costumbres del mundo moderno.
Aunque pocos Plebeyos que han jurado lealtad al escudo de Ailil han conseguido títulos o rango, los mantenemos leales mediante diversos incentivos. La libertad para actuar sin las ataduras impuestas por las hadas Luminosas constituye una motivación poderosa, así como la recompensa de un establo de mortales encantados, o regalos de Glamour o tesoros encantados. Los Plebeyos que no reaccionan a la zanahoria reciben el palo. El miedo y la intimidación hacen milagros cuando se aplican juiciosamente.
Por supuesto, algunos Linajes nos resultan más útiles que otros. Las siguientes opiniones sobre los diversos Linajes Plebeyos expresan la visión general de la Casa Ailil, así como mis propios prejuicios.

Boggans
La mayoría de los Boggans rechazan cualquier contacto con las Casas Oscuras. Sus deprimentes naturalezas Luminosas los predisponen a una moral mojigata que choca con nuestras costumbres más liberales. Por lo general, procuramos evitar cualquier intento de reclutar a estos desaliñados pisaflores.
Sin embargo, los pocos Boggans Oscuros que atraemos son criados, mayordomos y capataces excelentes. Las minucias aburridas que requiere la vida en los Feudos ejercen una atracción irresistible sobre estos lacayos natos. Su gusto por los rumores y cotilleos también los convierte en espías excelentes cuando podemos infiltrarlos en los dominios Luminosos. (Cierto Noble de la Casa Dougal se desmayaría si descubriera que su cocinero Boggan ha informado puntualmente de sus idas y venidas a nuestra Casa).
La tendencia de los Boggans a sembrar el desorden siempre que se sienten ofendidos aconseja cautela al relacionarse con ellos. En muchos casos provocan más problemas de los que merece la pena. Deja que sean las hadas Luminosas las que pierdan el tiempo mimando a sus aliados Boggan. Tenemos cosas mejores que hacer que perder el tiempo en compañía tan aburrida.
Aunque personalmente no aconsejo meterse innecesariamente con los Boggans, he oído que mantienen una actitud igual de hábil y meticulosa en lo que se refiere a sus apetitos físicos como en el resto de sus actividades.

Eshu
Tanto las variedades Luminosas como Oscuras de este Linaje son trotamundos eternos y metomentodos incorregibles; de hecho, a veces parece que existen pocas diferencias entre los miembros de ambas Cortes. Aunque en conjunto los Eshu suelen evitar las complicaciones políticas, unos pocos parecen disfrutar añadiendo la política a su lista de engaños. Damos la bienvenida a la aparición de uno de estos viajeros en nuestros Feudos, porque su llegada normalmente anuncia una alteración importante del orden presente.
Los Eshu son buenos mensajeros y exploradores de confianza (aunque algo excéntricos) cuando se acuerdan de entregar sus mensajes o enviar informes sobre sus hallazgos. Su habilidad para saber dónde estar en cualquier momento y la mejor forma de escapar (ellos) a menudo nos permite adelantarnos a los problemas. (Cuando todos los Eshu que residen en tu Feudo se marchan, puedes contar con la inminente aparición de un comité de caballeros de la Rama Roja o alguna otra herramienta de la opresión Luminosa).
Cultiva alianzas con Eshu tanto Luminosos como Oscuros. En el fondo, todos ellos se encuentran resentidos porque los traten como ciudadanos de segunda clase por su Linaje, y a menudo reaccionan a tus promesas si reconoces su innata sangre noble. Pero recuerda que cualquier contacto con un Eshu representa un riesgo calculado. La mayor parte del tiempo las posibilidades estarán a tu favor si recuerdas marcar las cartas.

Nockers
El talento extendido de estos inventores de lengua sucia basta para que nos resulten valiosos, tanto como individuos y como Linaje. Por suerte para nosotros, los Nockers Oscuros constituyen la mayoría, posiblemente debido a su carencia de ataduras con respecto a la creación de sus manos. Los Nockers representan nuestra ventaja tecnológica sobre la Corte Luminosa. Aunque nuestros enemigos se enorgullecen de los cacharros y armas creados por sus leales criados Nockers, sólo tenemos que señalar las maravillosas máquinas quiméricas diseñadas por nuestros propios servidores Nockers para demostrar el verdadero alcance de su creatividad.
Sus naturalezas desagradables en general no nos molestan tanto como a nuestras contrapartidas Luminosas. Simplemente dejamos a nuestros Nockers a sus zapatos (literalmente) e ignoramos sus incomprensibles jerigonzas. Aunque he oído que sus maldiciones ininteligibles realmente forman un lenguaje oculto que utilizan para transmitir instrucciones mecánicas complejas y los secretos del Linaje, veo poco sentido en intentar descifrar el código. (Tampoco tengo interés por comprender la jerga de los programadores informáticos).
Sin embargo, mantener a estos cascarrabias perpetuos continuamente felices y contentos constituye todo un problema. Sus egos no toleran insultos u ofensas imaginarias de buen grado. Nuestros métodos más duros de control sobre los subordinados Kithain a menudo producen reacciones desagradables cuando son utilizadas contra los Nockers. Trátalos con guantes de seda, aunque habitualmente utilices el látigo y la silla con tus otros criados.

Pooka
Ignóralos bajo tu propia responsabilidad. Mientras los Pooka Luminosos son divertidos en el mejor de los casos, y molestos en el peor, los miembros Oscuros de este Linaje pueden matarte con una de sus bromas y reírse después por haber cometido un error. A pesar del peligro impredecible que representa este Linaje animal, cortejamos su alianza (a distancia) debido a su habilidad caleidoscópica para reconfigurar la verdad. Apreciamos su arte de la confusión y la desinformación.
Cuidar y alimentar a tus criados Pooka requiere aprender a mantenerse un paso por delante de sus giros mentales. Para nuestra Casa, no resulta difícil, aunque he oído que existen miembros de la Casa Balor que tienen problemas para mantener el ritmo de las idas y venidas de la conversación de un Pooka. Cada individuo tiene su propia manera peculiar de comunicarse; aprender las diversas formas de “habla Pooka” permite conversar con ellos sin volverse loco.
Como tienen un dominio tan flexible sobre la verdad, utilizar espías o mensajeros Pooka conlleva cierta cantidad de riesgo. Recomiendo utilizarlos como infiltrados, introduciéndolos (en cuanto han demostrado su lealtad hacia nosotros) en grupos o Feudos Luminosos. Cuando están situados, todo lo que hace falta es sentarse y verlos provocar su propia forma particular de caos. Son especialmente eficaces en las fortalezas Gwydion, ya que los más “nobles” de los Sidhe se sienten obligados a proteger a todos los Plebeyos de su dominio. Imaginarme a un señor o dama Gwydion reprimiéndose cada vez que un Pooka abre la boca ha calentado mi corazón en más de una noche fría.
Aunque la idea de buscar un Pooka como amante o compañero no atrae a todo el mundo, encuentro que este Linaje a menudo atrae mi interés por la experimentación salvaje. En ocasiones, los resultados son algo más que dolorosos, pero la experiencia siempre merece la pena (si sobrevives a ella).

Redcaps
Si los Pooka Oscuros son raros, los Redcaps Luminosos son todavía más raros. Casi sin excepción, los asesinos de los Kithain pertenecen a la Corte del Invierno. Como el invierno representa la muerte del mundo antes de su renacer, resulta apropiado que los verdugos de la sociedad Changeling sigan los principios de las hadas Oscuras.
En palabras del Conde Declan, uno de los estrategas más astutos de nuestra Casa “cuando la sutileza falla, envía a los Redcaps.” Consideramos a este Linaje sanguinario y sin principios nuestras tropas de choque (tanto de forma literal como figurativa). Su sorprendente celo por herir y canibalizar al enemigo diezma la moral de cualquiera que se les oponga. Por esta razón, procuramos no provocar su enemistad.
Como grupo, los Redcaps demuestran poca disciplina y menos control. Así que raramente los utilizamos para ataques precisos. Enviar un ejército de ellos contra un enemigo es tentar a una declaración “sin cuartel.” Los Redcaps no toman prisioneros, a menos que necesiten rellenar sus despensas.
Como individuos, los Redcaps pueden demostrar una lealtad fenomenal a quienes se ganan su respeto. La intimidación funciona bien con este Linaje, ya que los Redcaps reconocen la autoridad de la fuerza superior. En ocasiones un Redcap se hará amigo de alguien de nuestra Casa. Cuando eso ocurre, el afortunado Sidhe Ailil consigue el beneficio de disponer de un arma letal constantemente a mano.
Ni siquiera pienses en una aventura con un Redcap. No. Bueno...no, para nada.

Sátiros
Lascivos, lujuriosos, y sabios -no puedo pensar en una combinación mejor más allá de las cualidades de nuestra propia Casa. Los Sátiros, especialmente los Oscuros, muestran una sensualidad que resulta aterradora en su intensidad e irresistible en su encanto. Aunque demasiados Sidhe consideran a los Sátiros lascivos y decadentes (considerando estúpidamente esos atributos como vicios), nosotros vemos su legendaria sabiduría y su inteligencia estratégica. De la misma manera, apreciamos su talento musical y su amor por el placer. Las canciones de más de un bardo Sátiro Oscuro a menudo alegran nuestras reuniones y nos inspiran a sensaciones y depravación más elevadas.
De forma más pragmática, los Sátiros proporcionan a los Nobles de nuestra Casa el beneficio de su ingenio filosófico y su conocimiento de las naturalezas humanas y feéricas. En ocasiones también demuestran su habilidad consiguiendo información de los invitados mediante su dominio de las artes de la almohada y elevando las pasiones de sus compañeros. Unos pocos miembros de nuestra Casa utilizan a los Sátiros como interrogadores, confiando en ellos para que utilicen su habilidad única para combinar dolor y placer en la sala de tortura para extraer los secretos mejor guardados de los cautivos Luminosos.
Recomiendo cultivar el uso de Sátiros en los salones de la diplomacia y en las cámaras del amor. Hasta los Luminosos tienen sus “días buenos.”

Sidhe Scathach
Clasifico a estos consumidos Sidhe (o medio Sidhe) entre los Plebeyos porque se unieron a ellos en su adaptación al mundo tras la Ruptura. Su decisión de mezclar su linaje con la humanidad alteró su naturaleza para siempre, haciéndolos menos que Sidhe. Según admiten ellos mismos, los Sidhe Scathach permanecen cerca de sus compañeros humanos, distanciándose todavía más de nosotros.
De todas formas, los Scathach constituyen guerreros silenciosos y eficientes. Los miembros Oscuros de esta Casa con frecuencia ofrecen sus servicios como caballeros mercenarios. Siempre que podemos, intentamos reclutar a estos soldados de fortuna; cuando podemos inducirlos a que nos juren lealtad, raramente dudamos. Mucho mejor tener una tropa de entrenados guerreros Scathach luchando bajo el estandarte del dragón de plata que luchando por la causa de la Casa Gwydion o la Casa Fiona.
También encontramos valioso el dominio Scathach del Arte del Sueño en nuestro propósito de comprender la elusiva naturaleza del Ensueño. Si queremos sobrevivir y prosperar durante el Largo Invierno y más allá, debemos aprender los secretos del Ensueño. Los Sidhe Scathach puede que tengan la llave a ellos.
Existe una facción en nuestra Casa que intenta atraer por completo a la Casa Scathach a la Corte Oscura. Estos facciones dicen que si restauramos el nombre y el blasón del Unicornio Negro a las filas de la verdadera nobleza no tendremos necesidad de golpearnos la cabeza contra la pared tratando de cortejar el favor de la Casa Liam. Incrementaremos la fuerza de los Oscuros frente a los Luminosos al mismo tiempo que mejoramos nuestra fuerza de batalla. ¿Por qué cortejar a una Casa de pacifistas cuando podemos ganar una Casa de guerreros?

Sluagh
Los secretistas Sluagh suelen favorecer los Legados Oscuros sobre los Luminosos. Como la mayoría de las Casas Luminosas desprecian a los susurrantes, los Sluagh se acercan de manera natural a las Casas que los aceptan sin rechinar los dientes por su ocasional presencia inquietante. La pérdida de los Luminosos es nuestra ganancia.
Los Sluagh que han jurado bajo el estandarte de Ailil nos proporcionan una conexión con la mayor red de información feérica que existe. Aunque no nos hacemos ilusiones creyendo que hasta nuestros espías Sluagh más leales nos proporcionan toda la información que descubren (o sólo a nosotros), tenemos gran confianza en la información que nos consiguen.
Aunque los Sluagh raramente destacan en el combate abierto, son perfectos asesinos y envenenadores. Su habilidad para infiltrarse hasta en los Feudos mejor guardados para hacer su trabajo y conseguir un fragmento de información, raya con lo inquietante. Pero recuerda que los Sluagh también tienen sus propios intereses y alianzas, y pueden utilizar con igual facilidad un cuchillo o un frasco de veneno contra ti como contra tus enemigos. Manténlos contentos y en la mayoría de los casos podrás dormir sólo con un ojo abierto.
Un consejo sabio: Aunque algunos Sluagh ejercen una oscura seducción, ten cuidado si metes a uno en tu cama, a menos que tengas ganas de morir o despliegues guardias dentro de tu dormitorio.

Trolls
Aunque la mayoría de los Trolls se encuentran en el bando Luminoso, los miembros Luminosos y Oscuros de este Linaje tienen un sentido inquebrantable de la lealtad a quienes rinden juramento. Los Trolls constituyen los mejores guardaespaldas imaginables (algo similar a poseer un tanque de mascota). Si puedes atraer a uno de estos guerreros gigantes a un juramento, puedes incrementar tus posibilidades de vivir mucho tiempo. En el peligroso juego de la política disponer de unos cuantos Trolls a tus espaldas se convierte en una necesidad y no tanto en un lujo.
Cuidado con provocar la furia de un Trol, especialmente si se ha juramentado hacia ti. Su ira legendaria no conoce límites.
Por otra parte, dirigir juiciosamente la furia de un Trol contra tus enemigos puede cambiar el curso de la batalla. Simplemente recuérdales las injusticias que los suyos han sufrido a manos de los Sidhe (Luminosos) y déjalos sueltos. Recordarles que nosotros tenemos en mente sus mejores intereses normalmente suele protegernos del impacto de su furia; la mayoría de los Trolls sufren de una simplicidad mental innata y responden fácilmente a la manipulación.
Lo mejor para asegurar la lealtad de un Troll, aparte de un juramento, es ganarse su corazón. El amor de un Trol, aunque abrumador y cansino, proporciona una sensación de seguridad que pocos miembros de nuestra Casa han podido experimentar. Recomiendo sinceramente encargar una cama grande para tus cámaras personales.

Thallain
Creo que los Thallain son los verdaderos hijos del Largo Invierno. Proporcionan un ejemplo gráfico de lo que ocurre cuando un Legado se apodera por completo del otro. Su carencia completa de mitad Luminosa nos proporciona el horror de negar ambos lados de nuestra naturaleza dual. Un primo mío especialmente cínico me comentó en una ocasión que cuando los Sidhe de la Casa Gwydion suprimieron sus tendencias Oscuras, esos impulsos reprimidos y salvajes se manifestaron en los cinco Linajes de los Thallain, y así eclosionaron los cinco huevos podridos del halcón.
Sin embargo, individualmente y como grupo, los Thallain resultan útiles. No podemos permitirnos ignorar las posibilidades que representan en nuestra lucha por alterar el equilibrio actual de poder. Sólo la Corte Sombría parece capaz de ejercer cualquier control sobre estas hadas de pesadilla; incluir a cualquiera de ellas en tu grupo de inmediato te marcará como miembro de esa organización secreta. Como la mayoría de los Sidhe asumen que todos los miembros de la Casa Ailil pertenecen a la Corte Sombría, la presencia de unos pocos Thallain entre nuestras filas sólo añade fuerza al rumor.

Bestezuelas
Aunque se hacen pasar por Pooka, las Bestezuelas no tienen nada de la juguetona picardía asociada con esos bromistas. Aunque sean tan difíciles de controlar como los animales salvajes a los que se parecen, las Bestezuelas te resultan más útiles cuando simplemente las diriges en la dirección de tu objetivo (sea una persona, lugar, o cosa) y les gritas: “¡Atacad!”
No permitas que se instalen en tu Feudo si quieres permanecer entero.

Boggarts
Los Boggarts compensan la escasez de Boggans Oscuros. Son los Thallain más tratables, aunque su tendencia por hacerse los ocupados y traer madrigueras enteras de sus “parientes” a tu Feudo para que se hagan cargo de la proliferación de tareas (la mayoría de las cuales han sido creadas deliberadamente para dar trabajo a más de los suyos) puede drenar tus recursos a menos que los vigiles de cerca. Antes de aceptar un acuerdo con un Boggart, asegúrate de cerrar cualquier laguna o letra pequeña en el contrato.
Personalmente, prefiero no necesitarlos. Por otra parte, animarlos (bajo el disfraz de Boggans) a que busquen protección y empleo en un Feudo Luminoso con frecuencia provoca la ruina financiera y la frustración mental de nuestros enemigos.

Cocos
Los Cocos hacen que hasta los Sluagh más Oscuros parezcan Luminosos en comparación. Utilizamos a estos Thallain poco y con cuidado, siempre que necesitamos realizar un asesinato con estilo dramático o para sembrar una marea de terror entre nuestros enemigos. El problema con emplear a los Cocos se encuentra en el hecho de que su lealtad hacia cualquier otro que no sean ellos (y en ocasiones, a la comunidad Sluagh que los cobija) es cuestionable en el mejor de los casos.
Personalmente considero a los Cocos muy desagradables y evito tratar con ellos siempre que sea posible. Preferiría tener a un Sluahg sentado en mi regazo que darle la hora a un Coco.
La Corte Sombría utiliza a los Cocos y consigue ejercer cierto control sobre ellos. Aplaudo su técnica, cualquiera que sea.

Goblins
Junto con los Boggarts, los Goblins son útiles más allá de causar pánico y terror. Como sus parientes Nockers, los Goblins poseen el don de la artesanía. Sus máquinas de destrucción a veces reflejan un inquietante toque de sutileza, ocultando sus verdaderos propósitos hasta que se activan. Las armas goblin, aunque traicioneras en ocasiones, ejemplifican la habilidad de sus creadores.
Disfruto ayudando a los Goblins a hacerse pasar por Nockers y unirse al Feudo de un enemigo. Al final, el engaño es descubierto, pero durante el tiempo que se tarda en descubrirlo, la mayoría de los Goblins pueden causar una destrucción considerable.
Ten cuidado al permitirles que se instalen en tu Feudo; sus ingenios de destrucción a menudo se vuelven en contra de quienes los utilizan. Regala sus “armas” a tus enemigos como ofrenda de paz -entonces, busca asiento y disfruta viendo cómo estallan.

Ogros
Escúchame con mucha atención. No intentes controlar los actos de un Ogro a menos que tengas el respaldo completo de la Corte Sombría y un ejército de Trolls Oscuros y Redcaps a tu disposición (y delante de ti). No muestres ningún tipo de debilidad en su presencia, o morirás.
No tienen concepto de la política, así que no intentes reclutarlos para asuntos que requieran sutileza. Por otra parte, si un Ogro percibe que tienes algún tipo de poder sobre él que supera su comprensión, es muy posible que te obedezca por respeto a lo que pueda ocurrir -por lo menos, durante un tiempo.
A menos que la desesperación te lleve a buscar la ayuda de los Ogros, evítalo.

Gallain
En términos sencillos, los Gallain son las hadas cuya naturaleza no comprendemos del todo. No caen en las categorías de los Linajes conocidos, ni tampoco pertenecen a las filas de los Thallain (aunque algunos podrían situar a los Fomori entre los monstruosos). De todas maneras, las criaturas que conectan con el Ensueño de cualquier manera merecen un estudio cuidadoso y un juicio de su utilidad o irrelevancia.

Fomori
Diferentes, pero al mismo tiempo similares a los primeros hijos de Balor, el del Ojo Malvado, las criaturas conocidas como Fomori aparentemente ha surgido a partir de la experimentación humana. La Casa Balor es la indiscutible experta de estos humanos mutantes, ya que ellos perciben una conexión entre los Fomori de hoy con sus antiguos medio parientes.
En ocasiones, uno de nuestros compañeros Balor nos ha prestado un criado Fomori. Aunque estas criaturas pueden ser útiles y tienen una capacidad limitada para la magia, su esperanza de vida es corta. Finalmente se autodestruyen. En mi opinión, esto los limita a acuerdos a corto plazo.
Nuestras asociaciones ocasionales con los hombres lobo (de los que hablaré más adelante) también indican que los Fomori tienen algún tipo de enemistad innata con la mayoría de la población de cambiaformas. No recomiendo juntar a los dos tipos de criaturas. Los Fomori parecen odiar a los hombres lobo con una pasión fanática que se parece al desagrado Gwydion por los Oscuros -o peor.

Inanimae
Estas criaturas enigmáticas, vinculadas como están a objetos inanimados, nos resultan tan incomprensibles que nos preguntamos si intentar atravesar la barrera de comunicación con ellas merece la pena. ¿Qué podrían decirnos si pudiéramos comprenderlas?
Algunos maestros del saber de nuestra Casa insisten en que las Inanimae conocen el secreto para sobrevivir durante el Largo Invierno. La Banalidad no parece afectarlas en su estado actual. Quizás tengamos que descubrir un medio similar para protegernos durante lo peor del invierno que se avecina, mientras podamos estar seguros de que podemos revertirlo después.

Ninfas
Estas hadas elementales han vinculado sus esencias a objetos naturales -árboles, rocas, cascadas, montañas, y similares. Sabemos poco de ellas, pero sospechamos que como las Inanimae, poseen conocimiento que necesitamos. Si como creemos, la sociedad de las Ninfas gira en torno a las estaciones, entonces estas criaturas deben poseer naturalezas Luminosas y Oscuras. ¿Ves a dónde se dirige mi comentario?
Creo que estas criaturas cuya forma refleja las estaciones pueden enseñarnos mucho para prepararnos para la llegada del Invierno. Aunque estudiar a las Ninfas no es nuestra principal prioridad, unos pocos de nuestros expertos eruditos en Recuerdo se dedican a recuperar la memoria de estas hadas vinculadas a los lugares.

Nunnehi
Las hadas nativas del continente americano tienen pocas razones para querernos. En nuestra desesperación por encontrar refugio ante las primeras señales de la Separación, algunos de nuestros miembros más aventureros huyeron hacia el oeste, hacia las tierras todavía por descubrir más allá del mar occidental. La enemistad provocada por el fracaso a la hora de comprender sus costumbres todavía dura hasta el día de hoy. Sólo unos pocos Sidhe han conseguido alcanzar un acuerdo con estos casi-Changeling.
Simplemente los ignoraría como irrelevantes para los objetivos de nuestra Casa si no fuera porque los Nunnehi conocen una forma de cosechar Glamour que no depende de la creatividad humana. Si pudiéramos aprender cómo imitarlos, tendríamos un suministro adicional de Glamour disponible para ayudarnos durante el Largo Invierno. Quizás también podríamos mostrar a los tacaños Luminosos que el Glamour no es tan raro como para ser un lujo como a ellos les gustaría creer.

Los Perdidos
Una de nuestras prioridades principales debe ser el hallazgo de los lugares de las antiguas hadas, y recuperar, si es posible, cualquier tesoro que las guaridas de los Perdidos puedan contener. Si cualquiera de los Perdidos ha conseguido sobrevivir en sus escondrijos atiborrados de Glamour, tenemos el deber de intentar traerlos de regreso al mundo.
Sospechamos que uno de esos Reinos del Ensueño es el refugio de nuestro fundador, Ailil, el Dragón de Plata de Connaught. Si es verdad, debemos hacer todo lo que podamos para procurar su regreso.
Aunque como dicen algunos de nuestros videntes, Ailil haya abrazado toda su naturaleza Luminosa, seguro que comprenderá la necesidad de restaurar el antiguo equilibrio de las Cortes Gemelas. Aunque dudamos que la propia Eiluned haya sobrevivido también a la Ruptura, el regreso de Ailil podría ofrecernos la oportunidad de reunificar a nuestras Casas hermanas en una sola Casa de Verano e Invierno.

Pródigos
Los hijos perdidos de las hadas, conocidos como Pródigos, constituyen un misterio para la mayoría de las demás Casas Nobles. La mayoría de las hadas Luminosas incluyen a los Pródigos en la prohibición de la Retribución de revelarles nuestras verdaderas naturalezas. Sin embargo, consideramos que es nuestra obligación establecer contacto con nuestros parientes lejanos siempre que resulte posible. Debido a esto, sabemos más sobre los vampiros, hombres lobo y magos, que muchos otros Changeling. Los espíritus de los muertos, aunque no son precisamente Pródigos, también resultan fascinantes para los que recordamos la leyenda del Camino Brillante.
Ten cuidado siempre que te aproximes a uno de los Pródigos. Normalmente tienen sus propios planes, que a menudo no coinciden con los nuestros. Algunos de ellos también suponen un peligro para las hadas. Pero si crees que el riesgo merece la pena a pesar de todo, adelante. Puede que resultes recompensado.

Los Hijos de Lilith
De todos los Pródigos, los vampiros son los que más nos atraen, debido a su interés y participación en la política mortal. Aunque los asuntos internos de la mayoría de los grupos vampíricos se encuentran fuera de nuestro alcance, hemos conseguido aprender un poco sobre estos Sueños andantes medio muertos.
Aunque muchos vampiros apestan a Banalidad debido a las medidas extremas que toman para negar la verdad de su existencia, otros emiten un Glamour oscuro que muchas hadas Oscuras (nuestra Casa incluida) encuentran atractivo e irresistible. Un grupo de vampiros parece destacar en el juego político. Observando sus maquinaciones a distancia, como uno o dos miembros de nuestra Casa han hecho desde dentro de sus cortes, hemos aprendido mucho de cómo refinar nuestras propias intrigas. Además, hemos descubierto que estos vampiros nos proporcionan una rica fuente de Glamour (aunque con un sabor siniestro) de la alegría retorcida que les producen sus planes.
También parece que la sociedad vampírica tiene sus propias versiones de la Corte Luminosa y la Corte Oscura. Los vampiros Oscuros se hacen llamar el Sabbat; tienen el mismo respeto por las rígidas normas y restricciones que nosotros, y algunos de nuestros Rebeldes en ocasiones acompañan al Sabbat como “observadores”, participando en salvajes incursiones de Saqueo mientras los vampiros se dedican a sus juegos sanguinarios.
Debo mencionar a otro culto de vampiros que guarda una especial atracción para nosotros. Se trata de unos vampiros que toman su nombre de un término español para la oscuridad (Las Sombras) y que combinan el encanto peligroso de los vampiros del Sabbat con una insidiosa habilidad política. He tenido el privilegio de hablar con uno de estos antiguos vampiros sombríos sobre las resonancias entre los objetivos de la Corte Sombría y sus propias ambiciones. Aunque una alianza directa entre nuestra Casa y Las Sombras (o cualquier vampiro, ya puestos) podría resultar demasiado difícil y complicada hasta para nosotros, también podríamos buscar oportunidades para cooperar con los Hijos de Lilith.

Licántropos
De todos los Pródigos que muestran el poder de asumir formas animales, los hombres lobo (o Hijos del Lobo, como prefieren que los llamen) son de lejos los más numerosos, y de los que más sabemos. La Casa Fiona afirma mantener amistad con una familia de hombres lobo que también se llama Fiona. Nuestros orígenes célticos comunes podrían permitir una asociación más próxima entre los lobos Fiona y nuestra Casa, si no fuera por el hecho de que la Casa Fiona ha envenenado las mentes de esos hombres lobo con mentiras sobre los miembros de la Casa Ailil. Una situación en verdad complicada -es mejor no confiar en nadie que tenga raíces Fiona, sea lobo o hada.
Por otra parte, hemos encontrado afinidad con otros hombres lobo. Como nosotros, muchos muestran habilidad para la política y la intriga y confían tanto en sí mismos que nos recuerdan nuestro propio temperamento.
Los hombres lobo a menudo construyen sus hogares en lugares donde fluye Glamour natural, y se consideran sus guardianes. Aunque hemos oído rumores de que muchos hombres lobo creen que robaríamos el Glamour de esos claros si pudiéramos, obviamente nunca han descubierto la verdad. A menos que aprendamos cómo extraer Glamour del mundo natural, como los Nunnehi, sus preciosos santuarios no nos sirven de mucho.

Fantasmas
Los Ritualistas de la Corte Sombría (muchos de los cuales pertenecen a la Casa Ailil) tienen un interés constante por las tierras de los muertos debido a sus intentos por revivir el Ritual de Teing. La mayor parte de nuestros contactos con algo parecido a los fantasmas se produce durante las celebraciones del Samhain, cuando la leyenda dice que las barreras entre los mundos se debilitan. Los intentos de comunicarnos con las almas etéreas de los humanos muertos en cualquier otro momento del año por lo general fallan. A menos que alguien pueda demostrar que los muertos tienen algo que ofrecernos, recomiendo dejarlos en paz en sus infelices correrías.

Magi
Estos humanos han conseguido despertar una parte de sí mismos y pueden tocar el Ensueño de una forma limitada. Aunque no sufren la Banalidad como nosotros, parece que los magi también encuentran difícil enfrentarse a las leyes inalterables de la realidad. Aunque la mayoría de las hadas evitan a los magos modernos, tenemos evidencias en canciones e historias de que los magi y las hadas cruzaban su camino con frecuencia en tiempos pasados. Pocos de los magi de hoy comprenden a las hadas. Nuestra Casa, aunque con cautela extrema al tratar con los magi, ha contactado con unos pocos. En particular, hemos intentado conversar con los hechiceros de una “casa” (Plebeyos…) de brujas de la muerte que están interesadas en el círculo de la vida. Sin embargo, como se enfocan en la muerte, en lugar de la vida, pueden ser capaces de ofrecernos algo de ayuda para comprender el Largo Invierno -y posiblemente, a sobrevivirlo. Por supuesto, la familia Verbena ha tenido una larga asociación con las hadas. Ellas también comprenden el crimen de detener el ciclo de la naturaleza. Todavía tenemos que determinar qué beneficios podemos obtener de los magi.
Algunos grupos de magi representan una amenaza directa para nosotros, porque desean dominarnos o experimentar (una práctica que lleva a la muerte del alma feérica y a veces también del cuerpo mortal). Como ocurre con cualquiera de los Pródigos, aconsejo discreción y cuidado al relacionarnos con ellos. No prohíbo nada excepto la estupidez. Los magi que utilizan la ciencia como magia incrementan la cantidad de Banalidad en el mundo negando el misterio y la maravilla. Los que se hacen llamar el Orden Mundial, tratan de destruirnos activamente y nos consideran aberraciones de la realidad (Un término que utilizó el mago del que apenas conseguí escapar hace años). Como los Luminosos a los que les gustaría imponer un Verano Eterno en el mundo, los magos científicos trabajan para traer un Invierno Eterno (no uno Largo).

Los Dauntain
Estas hadas que niegan deliberadamente sus naturalezas y se vuelven contra el Ensueño nos fascinan y repugnan a la vez. Vemos en los Dauntain aquello en lo que podríamos convertirnos a menos que lleguemos a comprender la naturaleza de la relación entre el Ensueño y la Banalidad. Mientras el Largo Invierno se acerca y la Banalidad (como la mayoría de las hadas la definen) se incrementa, creemos que cada vez más hadas sucumbirán a la desesperación y el autoodio que simbolizan la existencia de los Dauntain.
Aunque algunas hadas atacan a los Dauntain con un celo casi fanático, tratando de destruirlas o convertirlas, la Casa Ailil prefiere observarlos de lejos. Observando cómo funciona su pacto con la Banalidad, podríamos aprender la forma de evitar su miseria. A pesar de las acusaciones de la Corte Luminosa, no solemos enviar a los Dauntain contra nuestros rivales, aunque la idea nos tienta cada vez más cuando la oímos pronunciar.

Los mortales
La Casa Ailil lucha por la supremacía tanto en la sociedad mortal como en la feérica. Creemos que nuestros intentos de evitar interferir en los asuntos humanos fue la causa que llevó a la Separación. Si hubiéramos ejercido nuestra voluntad sobre la historia humana en ciertos momentos decisivos, las instituciones que fomentaron la expansión de la Banalidad, y el ascenso de la descreencia en el mundo sobrenatural, nunca habrían llegado a enraizar.
Nuestras relaciones con los mortales recorren todos los aspectos entre lo íntimo hasta lo superficial. Otras Casas nos llaman supremacistas feéricos. Y francamente, tienen razón. Reconocemos que para sobrevivir debemos alcanzar algún tipo de acomodo con el mundo mortal y sus habitantes; después de todo, llevamos un cuerpo mortal parte del tiempo. Pero donde muchas hadas, especialmente los miembros de la Corte Luminosa, tratan a los humanos en términos de igualdad, los reverencian como “soñadores” o mantienen una distancia educada de ellos, nosotros creemos que nuestra supervivencia a largo plazo se encuentra en dominarlos.
Además de nuestra fascinación sincera por la política mortal, la Casa Ailil dedica gran parte de su atención a ella por razones muy prácticas. Para gobernar a los mortales, debemos aprender a vencerlos en su propio juego.
Unos pocos grupos de mortales, que describo ahora, merecen nuestra consideración.

Los Encantados
El encantamiento de los mortales constituye nuestra herramienta más efectiva para controlar a los que se relacionan con nosotros de manera íntima. Casi siempre abrimos los ojos de los amantes humanos. Los servidores y esclavos humanos de la casa reciben todo el tratamiento, ya que pasan mucho tiempo dentro de nuestros Feudos atendiendo nuestras necesidades. En ocasiones, encantamos a mortales dignos (nuestros protegidos en el ámbito de la política y los negocios) si los consideramos capaces de guardar nuestro secreto. A pesar de nuestra cercanía aparente a muchos de nuestros humanos Encantados, no los consideramos nuestros iguales.

Kinain y Soñadores
Aunque ningún mortal puede pertenecer por completo a nuestra Casa, los Kinain son quienes se encuentran más cerca de ser nuestros iguales. Los mortales que conforman nuestras relaciones humanas a menudo manifiestan una pequeña conexión con el Ensueño. Nos sirven como aliados e intermediarios en las situaciones donde no podemos relacionarnos directamente con el mundo mortal. Nos proporcionan ayuda y protección cuando las necesitamos. Aunque no nos permitimos encariñarnos demasiado con ellos, reconocemos los servicios que nos proporcionan ayudándolos en sus propios intereses.
Los humanos que sirven como nuestros Soñadores a menudo comparten nuestros intereses. Muchos de nuestros Soñadores proceden de las filas de los políticos; extrañamente, los objetivos que quieren estos expertos manipuladores no importan tanto como los métodos utilizados para alcanzarlos -una rara ocasión en que los medios justifican el fin y no al revés. Obtenemos mucho Glamour de las oraciones de algunos congresistas sureños así como de las plegarias apasionadas de los activistas medioambientales, y de las evasiones sórdidas de los candidatos presidenciales.
También seleccionamos Soñadores de las filas de la política empresarial, los medios de comunicación, y de la publicidad -son lugares donde el ingenio y la sutileza son abundantes. La mayoría de las demás hadas encuentran estos aspectos del mundo mortal aburridos y llenos de Banalidad. Disfrutamos del vacío de competencia por los Soñadores en estos lugares.
Por supuesto, algunos de nuestros Soñadores pertenecen al mundo de la moda. Nos enorgullecemos de la variedad de nuestros intereses.

La Gente del Otoño
Definimos a la Gente del Otoño como los mortales que carecen de todo tipo de imaginación. Permanecemos lejos de esos aburridos pedantes y materialistas de mente simple tanto como sea posible. La mayor parte de la Gente del Otoño no tienen nada que nos interese; sus percepciones de la “realidad” no dejan espacio para ninguna maravilla o proceso creativo. Simplemente siguen las reglas, se niegan a hacer preguntas y vagan por la existencia sin siquiera preguntarse si existe algún sentido. La amenaza que vemos es que se están multiplicando a medida que el mundo se vuelve más frío. En parte, nuestra participación en la política y otros ámbitos que las hadas tachan de “banales” deriva de un intento de evitar que esos aspectos de la vida caigan presa de los verdaderos estragos de la Gente del Otoño.

Re: [Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 12 Sep 2025, 00:02
por Alexander Weiss
Imagen Ailil famosos e infames
Además de personajes tan notorios como el terrorista irlandés Doireannara y el Duque Florian que se hace pasar por Elvis en el Ducado de Graceland, la Casa Ailil ofrece una galería de individuos destacados y conocidos menos por su extravagancia que por sus contribuciones a los objetivos a largo plazo de nuestra Casa. Las siguientes descripciones de miembros destacados de la Casa Ailil proporcionan un vistazo resplandeciente de los líderes pasados, presentes, y futuros de la Casa del Dragón de Plata.

Ailil
Mucho antes de la Separación, en una época sólo recordada en las viejas sagas y preservada sólo en las ruinas de los antiguos túmulos funerarios y castros de piedra, Ailil gobernaba en Hibernia como rey de mortales y hadas. Oscuro e imponente, poderosamente atractivo y dueño de una astuta inteligencia, Ailil poseía una fiera pasión por el amor y la guerra. Hábil tanto en la batalla como en la diplomacia, parecía destinado a forjar un duradero reino de las hadas. A pesar de ser tan prometedor, Ailil poseía un defecto que terminaría deshaciendo todas sus ambiciones -la incapacidad de permanecer lejos del mundo de los mortales. Algunos creen que Ailil buscaba gloria y poder entre los mortales para distraerse de las ominosas advertencias de su querida hermana Eiluned. Una y otra vez se vestía de carne mortal y entraba en la corriente de la historia humana, tomando amantes y guiando ejércitos con su irresistible encanto e ingenio.
Aunque su propio temperamento favorecía la Corte Luminosa, Ailil reunió a su alrededor una hueste de hadas Oscuras, que le juraron lealtad como Rey del Invierno y trataron de mantener vivo el ciclo de las estaciones.
La creencia de que Ailil puede haber sobrevivido a la Ruptura como uno de los Perdidos se ha convertido en uno de los mitos más persistentes de la Casa Ailil. Circulan rumores de que desde su escondrijo en un refugio envuelto en el Ensueño, Ailil ha continuado ejerciendo su voluntad, mediante sueños y visiones que proyecta sobre el mundo -y especialmente sobre los miembros de su propia Casa. En cualquier caso, el espíritu de Ailil -atrevido, brillante, y astuto- se extiende sobre sus seguidores, viviendo en quienes llevan el escudo del dragón de plata.

El Alto Señor Erdath
Como portavoz jefe de la Casa Ailil, el Alto Señor Erdath ocupa un asiento nominal en el Parlamento de los Sueños, aunque rara vez acude a sus convocatorias excepto para realizar “declaraciones de posición” exigiendo regresar a una situación de poder compartido entre Luminosos y Oscuros. El líder reconocido de la Casa del Dragón de Plata prefiere pasar el tiempo viajando por el mundo, visitando a distintos Señores y Damas Ailil. Dondequiera que va, lleva un mensaje de lucha continuada contra el monopolio Luminoso del poder.
El carisma personal del Señor Erdath ha llevado a muchos a compararlo con el fundador de la Casa Ailil. Desde luego, su porte real y su confianza inquebrantable en sí mismo llevan la marca del mismísimo Señor Ailil.
Aunque su posición como uno de los nueve Altos Señores le concede cierta inmunidad diplomática, el Señor Erdath no confía en que sus contrapartidas Luminosas no intenten tratar de anular la amenaza que representa a su bloque de poder. Como resultado, se rodea con un contingente de Trolls guardaespaldas que han jurado protegerlo. Además, su séquito también incluye a su protegido del momento, elegido entre los jóvenes Nobles más prometedores de la Casa Ailil. Aunque el Señor Erdath exige mucho a quienes favorece, ofrece a cada uno de sus protegidos un adiestramiento exhaustivo en política, etiqueta, diplomacia, e intriga.
Como el más vocal y visible de los Altos Señores Oscuros, el Señor Erdath se ha convertido en el centro de un movimiento que le pide que aproveche la situación actual de Concordia y reclame el trono del Alto Rey en nombre de la Corte del Invierno. El Señor Erdath afirma que no participa en ese proyecto.

La Dama Vittoria
La vida de la Dama Vittoria, una cortesana extraordinaria de Florencia durante el siglo XV, constituye un ejemplo de la influencia de la Casa Ailil durante el Interregno. Nacida en una rica familia florentina, Vittoria della Mira salió de su Crisálida durante la plenitud del Renacimiento italiano. Los Sátiros Oscuros que la descubrieron y reclutaron entre los suyos remontaban su linaje hasta el Signore Giacomo, un Sátiro adoptado en la Casa Ailil en el momento de la Ruptura, y que había recibido el encargo del deber de mantener el Feudo de su Señor ausente. De esta manera, a su debido momento, la Dama Vittoria entró en posesión de una villa encantada en las afueras de Florencia. Su extraordinaria belleza y presencia sensual atrajeron a una hueste de pretendientes de la nobleza florentina. Aunque finalmente sucumbió a los avances de uno de sus pretendientes, la Dama Vittoria rápidamente encantó a su marido y lo sometió a su voluntad. Una vez asegurado el respeto de la sociedad florentina en su posición de casada, la Dama Vittoria pronto estableció su reputación como mecenas de las artes y anfitriona de gusto exquisito. Entre las figuras notables que visitaron su villa se encontraban miembros de la poderosa familia Medici, varios músicos y pintores prometedores, y un aspirante a funcionario civil llamado Niccolo Maquiavelli. Aunque la estructura patriarcal del gobierno de Florencia prohibía a las mujeres participar directamente en la política, la Dama Vittoria ejerció una gran influencia indirecta mediante sus contactos sociales y sus discretos amantes. Su gusto por instigar conflictos y rivalidades entre los gobernantes florentinos tuvo una parte inconfundible en la turbulencia de la política de la ciudad durante la vida de Vittoria. Sus logros como servidora leal y fiel de la Casa Ailil la convirtieron en una heroína entre los Plebeyos de su época que pertenecían a esa Casa.

La Dama Sláine
Una antigua protegida del Alto Señor Erdath, ahora la Dama Slàine sirve a su soberano como su cronista personal, así como cronista de la historia y tradiciones de la Casa Ailil. Casi al final de sus años como Rebelde, la Dama Sláine proyecta un aura de tranquila seguridad nacida del riguroso tutelaje bajo el miembro más destacado de su Casa. Su apariencia es hermosa sin ser una belleza tradicional; los rasgos fuertes y duros de su cara sugieren una fuerza interior, mientras que sus ojos grises la ayudan a ocultar sus verdaderos sentimientos.
Sus frecuentes asistencias al Parlamento de los Sueños como enviada del Señor Erdath han atraído la atención de muchas hadas importantes de Concordia. Proclama abiertamente su opinión sobre el estancamiento Luminoso sobre el gobierno de Concordia, aunque defiende una reforma pacífica (por lo menos en público).
Aunque parece contenta actuando como la voz del Señor Erdath en asuntos de estado, muchos Sidhe Ailil creen que la Dama Sláine es la fuerza que realmente guía a la Casa Ailil. Mientras el Señor Erdath proyecta su imagen de diplomático viajero por el mundo, constituye un foco conveniente para los observadores de la Casa Ailil. Mientras tanto, la Dama Sláine se ocupa de las negociaciones reales del gobierno de la Casa bajo la pretensión de hablar en nombre del Alto Señor.
Como miembro activo de la Cuna del Gato, la Dama Sláine cultiva muchos contactos en la Casa Eiluned y las demás Casas Luminosas. De esta forma, pretende crear un vínculo entre las hadas que construya los fundamentos para un regreso a la alternancia del poder entre las Cortes Luminosa y Oscura.

El Conde Declan
El ascenso meteórico al poder del Conde Declan como uno de los principales estrategas militares de la Casa Ailil ha provocado que muchos se pregunten si la Casa del Dragón de Plata ha decidido poner más énfasis en la lucha armada que en la diplomacia y la astucia. Ya desde el principio de su Tutelaje, Declan demostró una habilidad considerable en todo tipo de armas, así como un tenaz dominio de la estrategia. Reclutado poco después de su Bautizo en los Guardianes del Dragón de Plata, Declan pronto se distinguió en torneos y otras competiciones marciales. Sin embargo, su momento de gloria llegó cuando dirigió a un grupo de Guardianes al rescate de un miembro del séquito del Alto Señor que se encontraba cautivo de un grupo de desprogramadores Dauntain. El Alto Señor Erdath recompensó la valentía de Declan y su éxito nombrándolo conde de la Casa Ailil, a pesar del hecho de que el título no tenía tierras que lo acompañaran.
En su lugar, Declan ha utilizado su posición para reclutar a otros Sidhe Ailil en los Guardianes, enseñándoles las sutiles artes de la guerra. Desde la desaparición del Alto Rey, Declan se reúne de manera regular con el Alto Señor y otros miembros destacados de la Casa en sesiones de planificación, discutiendo reacciones de contingencia para un levantamiento armado contra los Luminosos de Concordia.
El principal fallo de Declan se encuentra en su incapacidad para evitar confrontaciones con miembros de la Casa Gwydion, aunque consigue limitar el combate abierto contra los caballeros Gwydion a duelos formales en los terrenos de torneo.
Alto y esbelto, con cabello marrón oscuro y ojos azules, Declan se comporta con una confianza nacida de un duro entrenamiento y el conocimiento de sus propios talentos y las debilidades de los demás.

La Princesa Jessamy
Aunque todavía una Infantil (y una bastante joven), la Princesa Jessamy ya ha atraído la atención de los líderes de la Casa Ailil. Con sus rasgos conquistadores, largo cabello rubio y oscuros ojos azules, Jessamy proyecta un aire de traviesa inocencia que oculta una astuta inteligencia y una personalidad calculadora.
Como prima lejana de Yrtalien ap Ailil, Jessamy se encontró con el Príncipe Renegado poco después de su Bautizo. De él aprendió sobre la Corte Sombría y su proyecto de arrebatar el control Luminoso de Concordia. Las palabras de su primo dejaron una profunda impresión sobre la Infantil, llenándola con una ambición rara en alguien tan joven.
Elegida como la Niña de Verde en una reciente celebración en el Reino de los Sauces, Jessamy disfrutó de la atención de hadas Luminosas y Oscuras, encantando a Changeling de ambas Cortes con su exuberancia y elegancia. Los Ritualistas de la Corte Sombría han elaborado profecías que anuncian que un día Jessamy dispondrá de un gran poder en la sociedad de las hadas y ya la han reclutado como una de los suyos.
En sus propias palabras:
-Si ahora soy una princesa, eso significa que algún día seré una reina de la Corte Sombría. Pero por ahora tengo que hacer muchos amigos Luminosos para que ellos también me quieran.
Los compañeros más próximos de la Princesa Jessamy son un Redcap Oscuro y un Trol Luminoso -ambos Infantiles y juramentados a ella. Su institutriz, una Boggan Luminosa llamada Rosie, se ha dedicado a la protección de Jessamy a pesar de su naturaleza Oscura.

Re: [Trasfondo] La Casa Ailil

Publicado: 12 Sep 2025, 00:04
por Alexander Weiss
Imagen Periodista errante
Cita: Pasaré una semana en Nueva York cubriendo las elecciones a gobernador, y después me iré a las montañas para comprobar cómo va la caza. Después de eso, ¿quién sabe? Por supuesto, presentaré mis respetos al Señor Declan cuando visite el Reino de los Sauces -¿tenéis un mensaje para él?
Trasfondo: Como la hija de un burócrata de Washington D.C. creciste rodeada por la atmósfera cargada de la política. Tus programas favoritos de televisión no eran dibujos animados ni series de aventura y acción, sino programas de entrevistas y análisis de noticias. Aprendiste desde pequeña que había diferencias entre lo que ocurría y cómo se presentaba al público.
De hecho, tu vida cambió completamente cuando escuchaste a escondidas una conversación entre tu padre y un reportero sobre el encubrimiento de un escándalo político. Darte cuenta de que dos personas podían conspirar para crear una realidad que otras personas aceptaran como verdad activó tu transformación de una estudiante de instituto “mortal” en Sidhe de la Casa Ailil. Un amigo y mentor político de tu padre sintió las señales de tu inminente Crisálida y te tomó bajo su tutela, diciéndole a tu familia que te iba a llevar de acampada con su hijo. En su lugar, el Noble Ailil te llevó a un enclave de la Casa en las afueras de Washington y cuidó de ti durante tu Danza de los Sueños. Después de tu Tutelaje y Bautizo, ocupaste tu lugar en la Casa Ailil.
En el mundo mortal también conseguiste un título de periodismo para que pudieras participar en el proceso de “hacer” las noticias.
Ahora viajas por todo el mundo, informando de las noticias que ves y saciándote con el impulso de convertir los “hechos” en una historia de tu propio diseño. Dependes de la compañía de otros periodistas, que también son tus Soñadores; si uno o dos de ellos se quedan atrás, productos de un agotamiento aparente -bueno, todo el mundo conoce los riesgos de un trabajo de gran estrés.
Tus viajes también te dan la oportunidad de visitar a otros miembros de tu Casa en Concordia y otros países. Sirves a la Casa Ailil llevando mensajes y manteniendo a los miembros alejados de la Casa en contacto entre sí. Hasta el momento no te han confiado información importante, pero tienes la esperanza de que tu leal servicio pronto te permitirá acceso al verdadero poder en tu Casa, quizás incluso en la Corte Sombría.
Consejos de interpretación: Juega el papel de una periodista curiosa cuando te encuentres entre los mortales. Entre las hadas, presenta tu mejor cara a todo el mundo. Utiliza tu encanto y técnicas de persuasión para obtener información de los demás. Te das cuenta de que conceptos como “verdad” y “hechos” son flexibles. Juega con ambos con ligereza. Tu objetivo es ganarte la confianza de los líderes de la Casa Ailil y de la Corte Sombría. Para hacerlo, necesitas distinguirte. Busca oportunidades para conseguirlo.
Equipo: Pase de prensa, ropas casuales y caras, teléfono móvil, ordenador portátil
Corte: Oscura
Legados: Proscrita/Viajera
Casa: Ailil
Aspecto: Rebelde
Linaje: Sidhe
Atributos Físicos: Fuerza 2, Destreza 1, Resistencia 3
Atributos Sociales: Carisma 4, Manipulación 4, Apariencia 2
Atributos Mentales: Percepción 3, Inteligencia 3, Astucia 2
Talentos: Callejeo 1, Empatía 3, Esquivar 1, Intimidación 1, Persuasión 2, Sagacidad 2, Subterfugio 3
Técnicas: Conducir 1, Etiqueta 1, Interpretación 1, Pericias 1, Sigilo 1
Conocimientos: Enigmas 1, Gremayre 1, Informática 2, Investigación 2, Leyes 2, Política 3
Trasfondos: Contactos 2, Recursos 2, Séquito 1, Soñadores 2
Artes: Embustes 2, Viaje 1
Reinos: Actor 3, Objeto 2
Glamour: 5
Fuerza de Voluntad: 5
Banalidad: 3