1. Orígenes y evolución de la piratería.
La piratería tuvo su auge durante los siglos XVII y XVIII, pero no es originaria de este período. El término “
pirata” viene del griego “
peirates” , palabra formada por el verbo “peiran” (que significa “
arriesgarse”, “
experimentar”, “
ir a la ventura”) y tes (que significa “
agente de”). No nos extraña entonces que su origen se emplaze más o menos por el siglo V a.C
en la Antigua Grecia, ya que la raíz etimológica de la palabra es griega y hay suficientes fuentes en ese período por las que sabemos que los griegos hablaban de ellos y los tenían que sufrir a menudo. Había incluso menciones a una Costa de los piratas en el Golfo pérsico y otras referencias a estas prácticas por el Mediterráneo y el Mar de China Meridional. El Mediterráneo era toda una autopista marítima de rutas comerciales, y eso implicaba que aquella riqueza que fluía entre varias civilizaciones fuese lo bastante golosa como para que hubiera gente que les depredase.
Además, en la mitología griega hay ejemplos como el de la historia de Jasón y los Argonautas que llevaban a cabo robos viajando en barco, o incluso en la Odisea, donde el hijo de Ulises, Telémaco, se acaba enfrentando a un pirata. Y como ejemplo de pirata famoso en este momento tenemos a Policrates de Samos, quien arrasó la costa de Asia Menor durante el siglo VI a.C.
Roma también lo sufría, se sabe que atacaron las costas de Sicilia y llegaban incluso a cortar el suministro de bienes a la propia ciudad de Roma, pero realmente, estaban más interesados en la captura de personas para convertirlos en esclavos, que en víveres o piedras preciosas. La esclavitud era el motor económico de este período.
La apertura de la veda de estas prácticas la tuvieron los griegos, sí, y tuvieron sucesores. A principios del medievo, más o menos por el siglo VIII a.C,
los vikingos tomaron el relevo de la piratería, atacando toda Europa Occidental subidos en sus
drakkars, barcos de 23 metros de eslora, que sólo tenían una vela y estaban preparados para navegar más allá del mar Báltico.

Son muy conocidos los estragos que causaron, llegando incluso al Mediterráneo. En España llegaron a atacar Sevilla, e incluso Murcia. Aquí ya podemos hablar de las primeras mujeres piratas, pues en la cultura vikinga ellas formaban parte de las expediciones como cualquier otro de entre ellos. Sus motivaciones eran muy similares a las de sus antecesores; el saqueo y los esclavos.
No se sabe cuál fue la razón por la que los vikingos dejaron atrás estas prácticas, unos dicen que el cristianismo, otros que si cambiaron su mentalidad guerrera por una mentalidad que les permitiese llegar a acuerdos con países en cuanto a comercio...
Por esta época, también
los árabes, muy buenos navegantes también, comerciaban con China usando la ruta que trazaron entre la Península Arábiga y China, desde luego, los esclavos eran una de sus grandes motivaciones, pero también contaban con los
productos que se intercambiaban con China, se sabe que atacaban el estrecho de Malaca, entre Malasia y Singapur. De aquí la historia de Simbad el marino y sus aventuras.
Fue entonces cuando los descendientes de los vikingos, habitantes de ciudades del mar Báltico y los del mar del Norte, se unieron retomando la práctica de la piratería y en el siglo XV formaron la Hermandad de los Vitalianos, una hermandad de piratas que acosó a la Liga Hanseática( una federación comercial formada por varias ciudades portuarias del norte de Alemania, de los Países Bajos, Suecia, Polonia y Rusia en respuesta a la fragmentación política de aquel entonces, que desmejoraba con mucho la
cooperación comercial) sobretodo la ciudad de Lubeck. Destacamos las figuras de piratas como
Gödehe Michelsen, Wigbad, y Claus Störtebekker.
En los inicios de la Edad Moderna, las circunstancias que justificaron la piratería tomaron un cauce que sorprendió al panorama internacional. Se produjo el Descubrimiento de América en 1492 y España, aumentó considerablemente gracias a esto su potencia militar y su riqueza, acabando con la piratería berberiscacon el apoyo de Francia e Inglaterra, tras la toma de Granada, sellando con este hecho, la reconquista.
España, era el foco del recelo de la propia Inglaterra, que tras los conflictos diplomáticos y políticos creados por Enrique VIII, estaba a su vez en el punto de mira de la primera potencia naval, así que en el conflicto armado de entre estos dos países,
la reina Elizabeth I de Inglaterra instauró la figura del corso, legalizando las acciones del pirata Francis Drake para acosar a los
grandes galeones españoles. y hostigar así a España por el mar. Pero aparte de Francis Drake, se otorgó la patente de corso a otros piratas como
Woodes Rogers,
Stephen Courtney, y el más famoso: John Hawkins, quien compraba especies y esclavos en África para venderlos a los colonos.
A su vez, España, tenía conquistado gran parte de las islas del Caribe y tenían que sufrir también las andanzas de
Henry Morgan,
El Olonés y Laurens de Graff. Se hacían llamar
bucaneros. Los bucaneros eran colonos que vivía en islas como Haití, La Española y República Dominicana que aprendieron de amerindios la técnica que usaban estos para conservar la carne de los animales que cazaban y se la vendían a otros europeos colonos de esas islas. Pero España, al no recibir impuestos por parte de los colonos asentados, decidió invadir la isla y exterminó a los animales de los que vivían. La consecuencia de esto es que estos bucaneros se mudaron a la Isla de la Tortuga y comenzaron a vivir sin leyes, solo con sus hábitos y costumbres. Los bucaneros seguían comerciando la carne ahumada que les daba el nombre, pero además, algunos de ellos empezaron a dedicarse a la piratería también.
Isla Tortuga empezó a tener que resistir los ataques de tropas españolas, que venían por la parte oriental de la Española, pero los habitantes de Tortuga, cuya mayoría eran franceses, aguantaron hasta que llegó el capitán Le Vasseur como gobernador a Tortuga. Al poco uno de sus hijos adoptivos le asesinó y se autoproclamó gobernador de Fontenay. Y muy poco después, en 1654, las tropas españolas recuperaron la isla. Pero más tarde volvió a ser recuperada por los franceses, teniendo esta vez como gobernador a Du Rausset. Finalmente, tras los intentos de alianza con los ingleses, el gobernador vendió los derechos sobre isla Tortuga a la "Compañía Francesa de Indias Occidentales, el 15 de nviembre de 1665 y Francia le detuvo y le encarceló. Y por último se le encargó el gobierno de Isla Tortuga a
Bertrand D'Ogeron.
Bertrand se tomó como objetivo ampliar el control francés desde Isla Tortuga a La Española, pero los propios bucaneros de Tortuga no reconocian autoridad alguna y se negaron a hacerlo y debido a la escasez de animales que iba haciendo mella en la isla, sus habitantes tuvieron que dedicarse plenamente a la piratería. Tras esto, un grupo de esos bucaneros de Isla Tortuga formaron
la Cofradía de los Hermanos de la Costa, cuyo interés principal era robar a españoles cuando regresaban de América.
Algunos de sus nombres más recordados son
Agrammont, Pierre Legrand y el Capitán Bartholomew Roberts.
Fuentes: