Jasper Rohde

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=49FB9hhoO6c - Where is my mind by The Pixies }

Jasper se sentía perdido en aquel despacho. Intentaba mirarlo todo con detalle, pero la verdad, que el estar sentado alli en aquella cómoda silla, le trajo somnolencia. El sitio le produjo reminiscencias de tiempos anteriores, donde intentó atajar con expertos psicólogos los problemas de estrés que le aquejaban. Todo fue en vano, y nadie pudo salvarlo de la espiral de autodestrucción en la que se vió inmerso.

Su rostro es un poema y un fiel reflejo de toda esa marejada interna de emociones que está viviendo. El nombre de Job, le hace abrir los ojos nuevamente. Una mano amiga, claramente no desinteresada, pero a todas luces, un faro en la tormenta en noches en que el diluvio universal parecía un juego de niños. Rohde se mantenía en una estación eterna, esperando que pasara el tren que le llevara a su destino. Ahora, se había montado en la parada de los Tremere, y sabía por rumores y cosas que había leido en Bloodspot, extraños rituales con la sangre o una fraternidad a base de vinculaciones, que era una parada de no retorno.

-El chico de los recados - pensó... - ¿y que había sido durante todo este tiempo?. ¿Era un paso atrás?. En cualquier caso, necesario si aquel hombre de la barba blanca cumplía su palabra. Y ya eran demasiadas veces que se veía entre la espada y la pared con promesas que no sabía si se cumplirían. Erráticamente, asiente a las palabras, sin poder contestar de vuelta. Sólo cuando dejo entrever el destino de su despechado amigo fue capaz de armar palabras. - Ese francés que iba conmigo... ¿existe alguna manera de salvarlo?. ¿Hay algo que pueda... que podamos hacer? - La pregunta quedó con un deje dylaniano. Flotando en el aire. Tampoco esperaba pronta respuesta... sino algo más reflexivo. Seguramente la Pirámide tendría que discutir que ganaría salvando a alguien que seguramente bajo su punto de vista había agitado el avispero.

Pensar en la oferta del tremere, tampoco parecía una opción muy determinante. Eran noches a contrarreloj, y una noche más hambriento, con la posibilidad de que aquella voz volviera galopante a su cabeza, y sobre todo, que su familia permaneciera en peligro una noche más, no haría sino aumentar su angustia. Miró al brujo con ojos ahogados en pena, y asintiendo levemente con la barbilla. Caitiff, malkavian, tremere... solo eran etiquetas. Todos eran parte de la misma familia de bestias sedientas de sangre viviendo bajo una mascarada autoimpuesta y tomando decisiones sobre la vida de aquellos que perecen. No quería sonar desesperado, pero lo estaba, y así es como sonó su sentencia:

-Supongo que no tengo alternativa. Gracias por acogerme en el seno de su clan.

[Voivoda]

La falta de protocolos hacía todo más real... pero también más sordido. Nada de grandes puestas en escenas, discursos o falsas promesas. Los Tremere, tan ritualistas en su intimidad, eran también muy pragmáticos. Sólo un ligero corte en la muñeca, una copa elegante pero tampoco de una cubertería de lujo precisamente, el líquido carmesí cayendo con parsimonia y dejando un rastro en el cristal. Un ligero olor a hierro junto a aromas más sutiles de la sangre vampírica. No necesitas ni que el tipo que tienes delante haga ningún gesto especial. Es sólo supervivencia, te repites a ti mismo mientras tomas la sangre cuyo sabor eleva tu propio paladar a nuevas sensaciones muy superiores a las que puede ofrecer la simple sangre mortal.

En cuanto la Vitae pasa a tu organismo notas un agudo pinchazo en tu cabeza que te hace retorcerte de dolor con espasmos durante unos segundos. Escuchas como si estuvieras fuera de tu propio cuerpo como dejas escapar un quejido que suena al llanto de un niño temeroso. Sin embargo, al cabo de unos segundos, todo tu cuerpo se calma y sientes una oleada de bienestar parecida a la que deja en tu organismo el contacto con las drogas. El quejido reverbera ahora en tu mente y se va alejando, como si la voz que te torturaba hubiera quedado encerrada en algún tipo de cajón mental. Sientes una repentina oleada de claridad.

Miras al Tremere con un gesto de agradecimiento nada disimulado. Por un instante tienes la sensación de haber hallado un momento y un lugar de paz, de protección, de calidez. Pasas por alto que no te ha contestado por las posibilidades de ayudar a Laurent. El francés parece ahora un recuerdo difuso en tu mente.

El Vástago que tienes delante aparta la copa y te mira con detenimiento, aunque sin ofrecer pistas sobre sus pensamientos. Una mera transacción protocolaria.

- Y bien, Jasper -prosigue como si nada hubiera pasado- ¿crees que es posible robar el router del rascacielos en el que has estado recientemente?

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=HdWw9SksiwQ - Fade to Black by Metallica }

Decepcionado. Asi se sintió ante la falta de protocolo de aquel acto que vinculaba su no vida con los Tremere, quien sabía si para toda la eternidad. No hubo extrañas misas, ni oscuras logias; ni hubo rampantes ceremonias, ni dorados rituales. Un simple corte, una simple copa, la vitae de siempre. Aquello le acercaba a su punto de vista de que todo aquello de los clanes no eran meras etiquetas, como las de sinclan, o como las de yonki.

El dolor se mostraba como una espiral alargada llena de nubes negras, donde en su epicentro una aguja atravesaba su cerebro, revolvía su materia gris y rascaba en la parte trasera de sus ojos. Y se repetía una y otra vez. Creyó enloquecer, aún más, y cayó al suelo suplicando que acabara. Caín sabe que hubiera matado por un chute en aquellos momentos. El mejor de los analgésicos, para el cuerpo y para la mente. Despegarte de la vida, y ver las cosas desde una perspectiva más elevada, aunque invertida.

Pero entonces, la voz parece alejarse. Como si se hubiera escapado por una de sus orejas. Como si hubiera dejado de hospedar a aquel doppelganger maldito que le había usurpado durante todas aquellas noches. Todo aquello acompañado de una nueva ola de placer que deja en Jasper un regusto parecido a la heroina. Queda alelado durante unos segundos, dejando que aquel efervescente momento le regocije, sin importarle el análisis del psicólogo brujo.

Cuando se recupera, su cara muestra un agradecimiento medido y mal disimulado. Se siente liberado, pero las obligaciones vuelven pronto, ante el requerimiento del Tremere: - No será nada fácil - advierte sin negarse - Creo que es más factible apagarlo, o si consigo camuflar un arma, destruirlo para siempre...

[Voivoda]

El Tremere asiente serio al escucharte. La sensación que provoca en ti es extraña... pero agradable. No hay un gesto de burla, ni de desconfianza. No transmite la sospecha de que el Sin Clan quiere tomarle el pelo y sacar beneficio. Te obligas a pensar que debes desconfiar, que siglos de recelos hacia los Brujos no deben haber nacido de los simples rumores. Pero el efecto de sentirse respetado pesa más que tus propios temores.

Eso, y la Sangre, es de suponer.

- Bien... ¿podrías hacerlo solo o necesitarías algo de ayuda?

El Vástago deja que te pienses la respuesta y que calcules las posibilidades de cumplir con el objetivo marcado por el Tremere. Algo en tu interior trata de empujarte a que le recuerdes la contrapartida a tu entrega: la salvación de tu familia. Carraspeas y dudas sin acabar de aclarar tus palabras, pero él parece comprender tus necesidades de modo natural.

- Estamos vigilando la casa en la que está tu familia. Mañana por la noche intentaremos ponerlos a salvo, confía en mí.

Confía en mí.

Hasta ahora sólo habías confiado en Laurent y en Álex. No sabes si serás capaz de confiar en nadie más.

Pero algo en este Vampiro te genera esperanza.

La Sangre, es de suponer.

[Jebediah_Gogorah]

Jasper no era la primera vez que se sentía de aquella manera. Como perro callejero que era, vagaba y vagaba entre refugios, esperando un ama que lo tratase bien. Y ya sabía aquello de que escoba nueva siempre barre bien. Todo era tan extrañamente agradable con sus nuevos amigos brujos, que toda la idiosincracia de aquel clan, parecía diluirse en leyendas de mala fama. No todo el monte era orégano seguro, pero ahora eran su único clavo ardiendo.

- Creo definitivamente que si voy con compañía, levantaré más sospechas. - Dijo, sin estar convencido - Pero estoy abierto a ideas. ¿Que saben ustedes de los routers? ¿Que es lo que está produciendo en esta ciudad?. Mi amigo, Laurent, el francés del que habló antes, también está buscando destruirlo. Tal vez podamos unirlo a nuestra causa, y además ya ha estado en el MT hacinedose pasar por mi abogado.

Dejo unos momentos que el psiquiatra digiriera la información y añadió. - Confío en usted - Aquellas palabras casi salieron solas y pensó: - Maldita sea, debo estar ya bajo el influjo de su sangre. Supongo.

[Voivoda]

- Tu amigo está quemado, me temo.

No puedes evitar sentir una mezcla de amargura y de curiosidad al recordar a Laurent y al escuchar lo que te dice el Brujo que tienes delante. El Volgirre se ha ganado la animadversión de media ciudad de Copenhague... pero no puedes evitar pensar que quizá a él también puedes salvarlo. Quizá de sí mismo. Le miras sin comprender y esperando que te dé alguna explicación más.

- Contactos con los Anarquistas, tráfico de drogas que han terminado consumiendo contactos de Vástagos importantes, dio refugio a un terrorista del que sospechamos además que tenía conocimientos sobre nuestra verdadera naturaleza y según la Príncipe incluso ha puesto en peligro la estabilidad de la ciudad con distintos allanamientos en Dominios sin dueño, como es el caso de Saltholm, que por lo tanto están de facto bajo la titularidad del propio Principado.

El breve resumen de vuestras andanzas en los últimos meses es verdaderamente desolador.

- No juzgo o no su culpabilidad, pero ahora mismo juntarse con ese tipo es el camino directo a terminar detenido o algo peor.

El Tremere se recuesta en el sillón y te mira como sopesando cuánta información darte o no. Sientes que estás en sus manos, tanto por el lazo de la Sangre que te genera una insana admiración hacia él como por el permanente efecto de ser en realidad un Vástago apenas sin estatus social en la comunidad vampírica. Por un momento piensas que así empezaron ellos, pero es cierto que los Brujos ahora son una entidad influyente por sí mismos.

- Los routers generan una aparente inestabilidad física. No soy un experto en esos temas, pero al parecer son capaces de crear determinados procesos cuánticos que tienen afectaciones a nivel psiquiátrico y conductual en personas y vampiros especialmente sensibles. Es evidente que nos producen una gran curiosidad académica, pero sobre todo creemos que son un peligro potencial para todos nosotros.- El Tremere mira por un momento la habitación y vuelve su vista hacia ti- Diciendo esto estoy reconociendo que te expones a un gran peligro si acabas con ese aparato, pero también es un camino directo a tu definitiva integración comunitaria.

Bajas la vista durante unos segundos. Qué cabrón. El Tremere sabe tocar las teclas de tu propio piano mental. Ya no es una cuestión solo de poner a salvo a tu familia, inocente y potencial daño colateral de tus propias malas decisiones. También se trata de ti mismo, de ser por fin un verdadero ciudadano igual que los otros Vástagos de la ciudad. Jugarse el cuello por no ser un paria... estatus que siempre has asumido, pero que en lo más profundo de ti te genera rechazo, una cierta vergüenza de ti mismo.

[Jebediah_Gogorah]

Jasper empieza a comprender que la única forma de, también, salvar a Laurent, era el sacrificio. El mismo que salvaría a su familia, el mismo que, en caso de sobrevivir le aseguraría un mínimo estatus en la Pirámide, el único que le alejaría de la situación de ostracismo por ser un paria. El router y su destrucción, era todo lo que pasaba por su cabeza ahora mismo.

Las revelaciones del psiquiatra no le habían aportado nada o casi nada nuevo. Tal vez lo único, aseverar que él mismo tenía una sensibilidad especial, y por ello, había caido de lleno en aquellos espejismos vividos de otro tiempo. Y a pesar de saber que las agradables palabras de su nuevo mentor Brujo correspondían a un interés claro, por mucho envelesamiento que tuviera, no por ello era menos necesario dar el paso.

Su familia, Laurent y Alex, Copenhague... y él mismo. Su propia no vida también estaba en juego. Sacrificarse por nada, no entraba dentro de la ecuación. Seguir viviendo como un despojo cainita, tampoco. Todos los caminos conducían al MT, todos y cada uno de los caminos a la destrucción del router.

- Estoy preparado. No sé como lo haré, pero debo destruir ese aparato infernal.

[Voivoda]

- Estupendo.

El Tremere muestra una sonrisa amable, como la de un profesor cuando un alumno aplicado responde bien a una pregunta. Como la del dueño de una mascota que vuelve a traer el palo que le ha lanzado unos metros más allá.

Querrías sentir desconfianza, rabia, amargura. Incluso odio. Pero notas un vacío cada vez más profundo en tu interior y sientes que sólo puedes evitar ser engullido por esa nada creciente aferrándote a tu determinación para salvar a los que aprecias. A los que amas. Te aterroriza pensar que incluso ese último esfuerzo pudiera ser inútil, que todo desembocara en una desesperanza eterna como tu propia existencia. Necesitas creer que no es así.

Tu interlocutor saca su móvil y escribe con rapidez mirando por encima del borde de sus gafas con un gesto que le hace extrañamente... humano. Después vuelve a mirarte con un gesto amable y una sonrisa con la intenta generar más confianza.

- Mañana a primera hora habrá una importante avería en el vecindario donde vive tu familia-observas al Brujo sin terminar de comprender- Será necesaria una reforma que durará unos cuantos días y casualmente conozco a un destacado equipo de albañiles.

El Tremere se ríe, lo que no reduce en todo caso la tensión que sientes. Parece entender que no terminas de seguir su buen humor.

- Esos albañiles serán agentes nuestros que durante ese tiempo estarán con tu familia y se ocuparán de que no les suceda nada. Mientras tanto intentaremos enterrar en burocracia cualquier intento de vigilancia sobre la casa- El Tremere se pone algo más serio- Y te daremos algo más de tiempo. Pero el reloj ya está corriendo, Jasper.

Una mezcla de presión y de esperanza se agolpa en tu interior. Ha llegado el momento que más has temido en tu interior durante estos años aunque jamás te lo habías reconocido a ti mismo: el de tomar tus propias decisiones.

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=wk8xbWEBwtI - On melancholy hill by Gorillaz }

El logotipo de DTC se reflejaba en sus ojos cansados. Nuevamente, frente a aquel edificio de MT Hojgaard. Nuevamente, ante aquel sentimiento de cobaya. Nuevamente, frente a aquel router. Nuevamente, ante aquellas realidades paralelas. Las palabras del psiquiatra tremere aun resonaban en su cabeza, y ponía a prueba su agnosticismo, rezando para que Annelise no desconfiara, en parte por su propia culpa y por todo lo que le había hecho vivir, de aquella cuadrilla de albañiles.

Ni siquiera tenía un plan para destruir el router. Tan solo el convencimiento. Había apostado todo a una carta, y ese as pasaba por los Brujos. Quien se lo iba a decir. De ser un paria anarquista a arrastrarse por uno de los clanes de sangre más jerarquizados. Así era Copenhague, y así eran todas las vueltas que había dado en aquellas noches. No había rastro de la voz, aunque no dejaba de percibir otra sumisión menos evidente e invasiva, pero igualmente eficaz. Jasper no era tonto y sabía lo que aquel vínculo significaba. Pero ahora, estaba convencido de ser la salida más segura para su familia. Los Tremere podrían ser unos hijos de perra. Pero unos hijos de perra obstinados cuando tienen interés en algo. Era la apuesta más ganadora con la que contaba.

Miró hacia atrás. Una última vez. La berlina que lo había llevado hacia la paralela del edificio aun continuaba allí. Había estado tan ensimismado pensando en las diferentes alternativas para destruir el enrutador, y porque no decirlo, en planes imposibles de reencuentro con Annelise y Klaus, que ni siquiera había caido en la cuenta si alguien aparte del chofer lo había acompañado.

Espero unos segundos, mientras finiquitaba un cigarillo que se había encendido con el mechero del coche, pues echaba en falta su mechero hippie con el símbolo de la paz. Como siempre hacía, echó un vistazo a la totalidad de las calles, imaginándose las vidas de los pocos peatones que aquella hora andaban por las calles, y las de los invisibles habitantes de los pisos con las luces encendidas. Aquel era su pasatiempo favorito mientras se drogaba. Vivir oníricamente las vidas de otros. Luego se dispuzo a avanzar hacia la puerta y llamar al portero y referenciar la cita con Fjordahl. Aquella zorra, nuevamente, le acosaría a preguntas para las que apenas tenía respuetas.

[Voivoda]

El sonido de la puerta de aquella sala de interrogatorios cerrándose te pareció el de tu propia existencia echando la llave y tirándola después al mar. Estabas en la boca del lobo. Solo. El recuerdo de Annelise y Klaus, esa ansiedad por aferrarte a quizá lo último que aún había de humano en tu cuerpo muerto, era lo que te sostenía allí sentado. Por un momento pensaste que no tenías escapatoria posible, que eras el sacrificio ritual, la oveja que va a visitar al lobo. Y a pesar de todo, sentías una cierta paz por esa sensación. Tu mente estaba en paz. Nada más podías hacer por tus amigos, nada te quedaba más que ser aún útil para quienes merecían el amor y la luz de una vida separada de la oscuridad eterna en la que depredaban las alimañas.

Alimañas como tú.

La imagen de los drones había vuelto. Podías observar la tranquilidad de la noche en el hogar de tu familia. Te esperanzaba pensar que ya no solo eran esos agentes de la multinacional los que miraban por esas lentes, sino que la sutil vigilancia de un Clan con siglos de experiencia en el espionaje mágico estaba ahora de tu lado. No era cambiar de chaqueta, era sobrevivir.

O al menos eso te repetías a ti mismo.

La agente Fjordahl está enérgica esta noche. Bebé café compulsivamente y te hace preguntas sobre tus experiencias de las noches anteriores. A veces repite la misma pregunta al cabo de unos minutos, cambia de conversación y vuelve para intentar detectar alguna contradicción. No te molestas en mentir, tus intenciones no son engañarles. De vez en cuando miras a la puerta que hay detrás de ella. Quisieras prenderle fuego a todo de una puñetera vez.

- ¿Me está escuchando?

Vuelves de nuevo tu atención hacia la mujer de cabello rubio.

Vamos a trasladar a su familia a otra ubicación más segura porque las cosas se están poniendo feas en la ciudad- tu instinto de alerta se enciende de inmediato. Justo ahora no es momento de mover a Annelise y a Klaus. Justo ahora que van a intentar sacarlos. Miras hacia el cristal tintado de la sala que no te devuelve más que tu reflejo y el de la mujer que tienes delante. Esta se sienta y pone un tono de voz mucho más empático- Usted ha visto demasiado, señor Rohde. Forma parte de un programa secreto del Gobierno y comprenderá que su vida ha tomado otro rumbo desde el momento en que entró aquí por primera vez.

La miras fijamente sin terminar de comprender. Al menos no hay voces en tu cabeza.

- En resumidas cuentas, no puede volver a salir por la puerta de este edificio nunca más.

Las palabras salen de la boca de Fjordahl como si fueran una verdad irreversible, un axioma científico, en ningún momento como una amenaza.

- Su familia estará a salvo, se lo garantizo. Pero usted debe escoger entre dos salidas. O la de esa puerta de ahí detrás- dice sin dejar de mirarte a ti- ... o la de unirse a un equipo de investigación computacional sin volver a tener nunca más contacto con el exterior.

Parpadeas perplejo. Perderte para siempre en algún lugar remoto del tiempo o desaparecer para siempre en una ubicación espacial desconocida.

La única duda que asoma en tu interior es... ¿quién ofrece más seguridad a tu familia: los Tremere o esta especie de seguidores de Matrix?

La respuesta puede determinar tu propia eternidad, quizá efímera.