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Santa Compaña es una procesión de almas fallecidas o en duelo que recorren los caminos de una parroquia. Es una figura del folclore gallego, una de las leyendas más extendidas y arraigadas en Galicia. El tema de las procesiones de muertos y almas es típico de la literatura y las tradiciones culturales de Europa Occidental desde la Edad Media . La zona geográfica de la Santa Compaña abarca el noroeste de la península ibérica, abarcando Galicia, Asturias, Portugal y León.
La fe en la Santa Compaña, analizada por Vicente Risco como una tradición cristiana construida sobre vestigios anteriores, es similar a otras tradiciones europeas, que también fueron más o menos integradas en el cristianismo. También se ha estudiado desde finales del siglo XX como un elemento de la antropología cultural gallega.
La vigencia de este mito de la relación entre vivos y muertos en la sociedad gallega está reconocida por los testimonios de fuentes escritas a lo largo de la historia y por las hipótesis de estudios. Se puede ver que es válido para diversos documentos de la Inquisición del siglo XVI y principios del XVI, que ya mencionan la fe en Galicia, cuyas almas errantes no fueron ni al cielo , ni al infierno , ni al purgatorio.
Martín Sarmiento, tras su viaje por Galicia, apunta que la estantiga es uno de sus nombres particulares para la zona de Ourense . Había sido testigo del mito, ya antiguo en aquellos días, de que ya existía al menos en el siglo XVII. Así, da el sentido de ser un fenómeno ligado a la mitología de Europa, es decir, más que la procesión de almas de la tradición cristiana .
También sabemos por Xoán Cuveiro Piñol que la creencia para él es cercana al "sluagh" irlandés y la "caza salvaje" germánica, procesiones de muertos y almas sin reposo, que en Galicia habría sido cristianizado, posiblemente a partir de mitos célticos y prerromanos anteriores. Vicente Risco asume que el aspecto mágico de la Compaña es sólo una manifestación de religiosidad fuera de las normas y reglas de la religión actual.
No hay una descripción consensuada de lo que es la procesión. Cada testigo de la creencia, y son numerosos, casi por sí solo puede tener una descripción diferente. De todos modos, el fenómeno, descrito por quien lo vio o comunicado por otros, es siempre una realización singular. Sin embargo, deben mantenerse las posibilidades del tipo de séquito.
Más allá de la multitud de descripciones individuales, vale la pena distinguir elementos en varios registros. Hay quienes ven la Santa Compaña y hay quienes pueden ser llamados "creyentes", quienes creen en su existencia o quienes la dudan viviendo en el reino de sus creencias. La procesión suele ser encabezada por una persona viva que lleva en las manos una cruz y un caldero de agua bendita; detrás de él, varias almas con velas encendidas , no siempre visibles, lo siguen. Su presencia se nota en el olor a cera quemada y en el viento que se levanta a su paso.
El vivo que precede a esta procesión puede ser tanto un hombre como una mujer , dependiendo de si el patrón de la parroquia es un santo o una santa. Además, el portador de la cruz no podrá en ningún momento volver la cabeza o ceder el testigo a otro de los miembros de la Santa Compaña. Solo será liberado cuando encuentre en el camino a otra persona a quien entregará la cruz y el caldero, momento en el que el otro lo reemplazará.
Para librarse de esta obligación de sustitución, la persona que ve pasar a la Santa Compaña debe dibujar un círculo en el suelo y acostarse boca abajo sin mirar a ningún fantasma a la cara . Mientras tanto, la persona que lleva la cruz y el caldero se vuelve más blanca y va más despacio con cada paso que da, hasta que logra darle el caldero a otro.
Lo que se acepta comúnmente es que la Compaña es aterradora, ya que se considera un signo de muerte. Puede ser porque la Compaña visita todas aquellas casas en las que pronto habrá un difunto. Puede ser porque la Compaña necesita a alguien vivo que cargue la cruz y guíe su camino, llamando a las puertas. En ocasiones la Santa Compaña puede maltratar o golpear a quienes encuentra por el camino, arrastrándolos lejos del lugar del encuentro.
Aunque en la mayoría de los relatos la Santa Compaña hace sus apariciones de noche, también se citan casos en los que se habla de procesiones durante el día, o apariciones e iglesias abiertas durante la noche. La frecuencia puede ser todas las noches a la misma hora o no. Cada visión es una recreación y en cada localidad evolucionará de acuerdo a las necesidades socioculturales del colectivo donde está vigente.
Lisón Tolosona, con datos de la década de 1960 recoge 124 casos donde el motivo de la procesión es anunciar la muerte, 32 casos para hacer penitencia y 31 casos para castigar. Los nombres para llamar a la procesión están relacionados con el motivo de su existencia.
NOMBRES DE LA SANTA COMPAÑA
Los diferentes nombres de la creencia llevan consigo un significado que permite encontrar la relación que se establece entre el fenómeno propio de Galicia y la cultura occidental. Los distintos nombres también tienen un uso diferente según las zonas geográficas. Por estas dos razones se puede entender que el nombre dado por cada zona corresponde a una particular adaptación de la creencia, que será más o menos cercana a uno de los tres tipos enunciados.
Compañía, Compaña
As da Cruz, A Cruz (en este caso la procesión es una figura solitaria)
As da noite, antaruxada, avisóns, avexón,
Enxamio, estadea, estantiga, estandiga, estadeíña.
Hoste, Hostilla.
Pantaruxada
Pantalla
Procesión das ánimas
Rolda, roldiña
Visión,
Visita,
Xaira,
Xáns,
Sociedade do Óso
Xás.
CÓMO LIBERARSE DE LA SANTA COMPAÑA
Existen varias formas de rechazar la Santa Compaña.
-Abrir los brazos en cruz, pronunciar el nombre de Jesucristo o recitar ensalmos como "Xa teño unha cruz" "Librádeme do mal, Misa de Nadal e cirio pascual". (En ese caso es necesario realizar una misa de Navidad y ofrecer un cirio de Pascua).
-Aferrar un objeto con ambas manos, como un palo y una piedra, y no soltarlo.
-Acostarse boca abajo, pero se corre el riesgo de que la procesión lo pisotee.
-Dibujar un círculo en el suelo y permanecer en el interior.
-Bacalao y dientes de ajo.
-Alejarse del camino si se ve la Santa Compaña venir de lejos.