NIÑOS CAZADORES
Muchas historias de la literatura infantil tienen como protagonistas a niños que se enfrentan a la adversidad, ya sea emprendiendo desafíos personales para salvar a su familia o enfrentándose a monstruos como gigantes, brujas y demonios para salir triunfantes en un final feliz…o no. Muy a menudo el contenido de los cuentos de hadas no sólo era moralizante, sino que contenía una advertencia mediante el destino cruel de los descarriados. En tiempos más recientes y amables, la crueldad inherente a algunas de las historias dirigidas a los niños fue deliberadamente evitada y corregida.
Y ya en el siglo XX, con el surgimiento de una literatura infantil más ordenada surgió un género propio de niños que individualmente o en grupo se enfrentaban a desafíos cotidianos mezclados con intrigas y suspense, enfrentándose a ladrones y contrabandistas, surgiendo sagas que atrajeron a sucesivas generaciones como los Hollister, los Cinco o los Siete Secretos, además de toda una serie de educados chicos y chicas detectives o especialmente avispados, que con su ingenio resolvían los enigmas que se les presentaban, precoces seguidores de famosos detectives como Sherlock Holmes o Miss Marple.
Pero bajo el tamiz de la literatura de terror los desafíos adquieren un perfil más maduro y siniestro, y los ladrones o contrabandistas que medían sus fuerzas con el ingenio infantil se convirtieron en auténticos monstruos, protegidos por la ignorancia y la incomprensión de los adultos. Autores como Ray Bradbury y muy especialmente Stephen King atormentaron a los protagonistas de sus relatos y novelas con criaturas y depredadores perversos surgidos de las pesadillas de su imaginación.
Y estos autores no sólo se conformaron con oscurecer a los adversarios. Los propios niños protagonistas no son ejemplos de corrección ni poseen vidas perfectas, sino que se ven rodeados por elementos de la oscuridad humana: el grupo de los Perdedores de “It” tiene sus propios traumas motivados por las vidas difíciles de su entorno, con malos tratos o la ausencia de sus familiares, Oskar de “Déjame Entrar” sufre duros abusos por parte de sus compañeros de colegio…muchas veces el horror se refleja en los elementos mundanos sin necesidad de recurrir a lo sobrenatural.
Entra el Mundo de Tinieblas.
Un grupo de niños puede aportar desde su inocencia y su conocimiento limitado del mundo un matiz novedoso para una Crónica. Como se ha mencionado, existe una abundante literatura y fuentes cinematográficas y televisivas que pueden servir de inspiración y para crear un ambiente propio y distanciado de la visión contaminada de los adultos. Por supuesto, la perspectiva de los desafíos también cambiará, con los protagonistas percibiendo a los monstruos con una mezcla de terror, curiosidad e incomprensión…o quizás una comprensión mejor.
Vampiros: Existen varios relatos sobre niños que se enfrentan a vampiros, siendo quizás los de Ray Bradbury los más clásicos. La llegada de un extraño que provoca desapariciones y que se protege con la incredulidad ante lo sobrenatural puede encontrarse con la respuesta inesperada de un grupo de niños que sí creen en los chupasangres y que toman medidas para hacerle frente.
Hombres Lobo: La brutalidad de los hombres lobo los convierte en antagonistas poco apropiados ya no sólo para los cazadores en general, sino también para los niños que deseen hacerles frente. No obstante, quizás enorgullecidos en su fuerza los licántropos cometan el error de subestimarlos y se enfrenten a una serie de “accidentes” u “obstáculos” inesperados cuando los niños saboteen sus esfuerzos.
Magos: Brujos y brujas son adversarios habituales en los cuentos infantiles, pero para un grupo de niños en el Mundo de Tinieblas no lo son tanto, ya que sólo los hechiceros más perversos se dedican a la depredación de niños. Sin embargo, la interferencia de niños demasiado curiosos para su propio bien y extrañados ante las actividades de la extraña vecina del quinto puede terminar provocando bajas en la Guerra de la Ascensión.
Wraiths: Los fantasmas y espectros también son adversarios frecuentes en la literatura infantil. Quizás uno o varios niños que se aventuran en una casa encantada encuentran la forma de “limpiar” el lugar o de resolver algún Grillete.
Changelings: Las pesadillas y hombres del saco son quizás los adversarios por antonomasia de los niños. Hadas y duendes que se alimentan de estos miedos o con gusto por la carne humana pueden constituir buenos adversarios en una Crónica con protagonistas infantiles. Quizás la novela “It” sea la que representa mejor esta lucha entre un gruño de niños y una criatura que se alimenta de los miedos humanos.
Cazador: En la Guía del Jugador de Cazador: la Venganza se ofrece un apartado para crear personajes infantiles Imbuidos por los Heraldos. De esta manera los protagonistas pueden apartar el velo que les oculta la horrible realidad del Mundo de Tinieblas y quizás disponer de cierto poder para hacer frente a los monstruos.