Publicado: 28 Dic 2015, 21:53
Enseñanzas de Invierno
Sebastián
@Ardalas-Romae Sebastián lleva desde ayer preguntándose qué le querrá enseñar su Sire. Leonesa le prometió una lección que le ayudaría a comprender la naturaleza íntima del vampirismo, y el chileno no puede imaginar qué se le habrá ocurrido esta vez. Cuando llega a la cripta solitaria donde ha sido citado, ve que Leonesa se encuentra desprovista de toda su ropa (aunque definitivamente no se puede decir que está como Dios la trajo al mundo). Por primera vez, puede contemplar su cuerpo transhumano en todo su sacrílego esplendor. El ser extiende sus brazos hacia el neonato.
- Ven a mí, chiquillo. Una extraña mezcla entre repulsión y atracción impiden que Sebastián reaccione a tiempo. Su Sire le abraza maternalmente, de manera muy estrecha. Sebastián siente un escalofrío cuando ella levanta su camiseta, haciendo el abrazo mas íntimo. Convencido de que la cosa no puede acabar bien, el neonato trata de separarse de su intrigante progenitora, pero descubre horrorizado que allí donde la piel ha estado en contacto con la piel, ambas se han unido y no es capaz de separarlas, como si fueran de una sola carne. - Eso es, chiquillo, la naturaleza íntima del vampirismo- exclama extasiada -. Nuestros cuerpos son meros vehículos de la sangre de Caín ¡Todos podemos formar un mismo ser unidos por la sangre de nuestro Progenitor Oscuro! La cara de Leonesa se aproxima lentamente a la de su chiquillo, cuyos esfuerzos por separarse y evitarlo parecen completamente en vano...
Sebastián
@Ardalas-Romae Sebastián lleva desde ayer preguntándose qué le querrá enseñar su Sire. Leonesa le prometió una lección que le ayudaría a comprender la naturaleza íntima del vampirismo, y el chileno no puede imaginar qué se le habrá ocurrido esta vez. Cuando llega a la cripta solitaria donde ha sido citado, ve que Leonesa se encuentra desprovista de toda su ropa (aunque definitivamente no se puede decir que está como Dios la trajo al mundo). Por primera vez, puede contemplar su cuerpo transhumano en todo su sacrílego esplendor. El ser extiende sus brazos hacia el neonato.
- Ven a mí, chiquillo. Una extraña mezcla entre repulsión y atracción impiden que Sebastián reaccione a tiempo. Su Sire le abraza maternalmente, de manera muy estrecha. Sebastián siente un escalofrío cuando ella levanta su camiseta, haciendo el abrazo mas íntimo. Convencido de que la cosa no puede acabar bien, el neonato trata de separarse de su intrigante progenitora, pero descubre horrorizado que allí donde la piel ha estado en contacto con la piel, ambas se han unido y no es capaz de separarlas, como si fueran de una sola carne. - Eso es, chiquillo, la naturaleza íntima del vampirismo- exclama extasiada -. Nuestros cuerpos son meros vehículos de la sangre de Caín ¡Todos podemos formar un mismo ser unidos por la sangre de nuestro Progenitor Oscuro! La cara de Leonesa se aproxima lentamente a la de su chiquillo, cuyos esfuerzos por separarse y evitarlo parecen completamente en vano...