Craig Harrison
La noche con mi sire se ha mostrado interesante, he aprendido muchas cosas, sobretodo a concerle a él, y a dejar claro una cosa. Que no importa lo que me moleste de él ni lo que a él le moleste de mi, pues es seguro que a medida que pase el tiempo eso se acentuará más hasta poder aceptarlo o no; lo que importa es que podamos respetar el punto de vista del otro en pos a una mejor unidad con el grupo, que bastante falta nos hará.
Toda la manada parece una panda de novatos, incluso un cabeza de pala (como yo) como nos han llamado más de una vez lo puede notar. No sé cuantos veranos han vivido en esta nueva condición, pero sólo puedo vislumbrar lo andrajosos que parecen a ojos externos, aunque eso sólo sea intuición mía, y espero que errónea, sino menuda mierda de grupo me ha tocado.
accedemos al patio donde le mayordomo amablemente nos ha invitado a esperar a la Obispo. La primera impresión que me dió de ella es que era una tía que no se anda con gilipolleces, y que le gusta la gente con cerebro, respeto y lealtad. Y que coño, quiere buenos soldados, como cualquier líder armado. No se por qué pero parece bastante afín a mi, y un pequeño grado de respeto está amenazando con salir en favor de ella. Aunque las primeras impresiones son tan vagas que fácilmente pueden cambiar como un veleta en una noche de ventisca.
Noto a Póker nervioso, esperando a... ¿Cómo se llamaba? bah, que más da, la puta, como así la llama el tarado de Adrián. Me acerco a él para tranquilizarlo con una charla amena y con la curiosidad típica de saber que ha estado hablando con su sire. Al fin y al cabo, si mal no recuerdo, a él le ha tocado a la líder, que no está nada mal. ¿O era el tarado de los murciélagos? joder, no hay manera de habituarse a este cambio, con tantas cosas que hacer y tan poco tiempo para aprenderlas.
Para que el hacker se tranquilice, me siento a su vera, en el suelo, cerca de la fuente, oyendo como el agua va recorriendo todo el canal de la obra, mientras le digo.
Ya estamos muertos, nene. ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? ¿Que nos maten para siempre? pse, toda la vida que hemos llevado hasta el día de hoy ya se ha ido a la mierda... ¿Que más da? termino guiñándole el ojo en forma de camadería.
Cuando tengamos un minuto, tengo que hablar con él sobre como redireccionar los fondos de nuestra organización; que ahora, estando muertos para el mundo, es de lo poco que nos puede beneficiar. Incluso atrayendo más "miembros" para ampliarla.
Al poco rato, miss Obispo aparece de nuevo con un palo, con intenciones no muy alagueñas, lo que hace que levante una de las cejas con una sorpresa poco fiable. No entiendo muy bien a que viene tanta tontería, y a decir verdad su porte impone bastante, sobretodo para ser una mujer. Pero el tatuaje en su ojo derecho me encanta. Si pudiera sería incluso mi aliada en la organización, pero pensar eso es absurdo, lo único que haría sería apalancarse la organización para sí, jodiendo todo el proyecto que tanto tiempo me costó levantar. Pero no estaría de más aprovehar mi nueva maldición para ir en busca de buenos ejemplares que convertir, aunque fuera de momento en ghouls. Aunque pensándolo bien... como traiga ghouls Adrián me abofetea seguro, parece que aquí nadie quiere tener a un humano cerca a no ser que sea la merienda de la tarde... putos tarados de mierda...
¿Por el punto de impacto? respondo dubitativo a la pregunta estúpida de la Obispo. Y a mi que cojones mi importará esta santa memez, como estemos toda la noche de esta guisa más vale que termine pronto...