ESCENA 2.1.2 La charleta de la Obispo

#11

Asiento ante las palabras de la Obispo. Si tuviera confianza con ella hablaría algo más sobre las cosas y sobre mi organización, pero las palabras de mi sire me recomiendan prudencia. Aún no tengo claro como rearmar todo el tinglado que tenía montado, pero algo se nos ocurrirá.

-Dame un buen rifle y le puedo hacer un piercing a un mono a más de un kilómetro de distancia- pauso antes de apuntillar -y si me das una pistola puedo liquidar a todos los guardaespaldas del Príncipe- termino con una sonrisa delatadora, denotando que así es como realmente sucedió, por mucho que a la Obispo no parezca que le importe quien se apodere del éxito de quien. A decir verdad, después de este tiempo, tampoco es que sea una obsesión por mi parte que lo reconozcan, simplemente es una manera de rebelarse contra las mentiras, una manera de tocar las pelotas un poco por haberme convertido en lo que soy ahora, y en haberme obligado a alejarme de mi familia.

Al final me da un poco de lástima la actitud de Póker e intervengo un poco. -Póker puede encontrarte las últimas putas que han usado la Camarilla para alimentarse, e incluso seguramente a muchos de los servidores humanos de los mismos, para debilitarlos- hago una última pausa -él los localiza, y yo me los cargo- termino con un guiño de camaradería hacia mi amigo.

#12

La Obispo levanta una ceja.

- Vaya, desde luego confianza sí tienes, bato. ¿Puedes probarlo?

A la vez que pregunta, saca la pistola de su funda, y la apunta hacia Craig, pero ofreciéndole el lado del mango. Después ladea la cabeza, en gesto desafiante.

- Hagamos un pequeño juego. En el Sabbat nos gustan mucho. Yo me voy a alejar. Cuando esté lista, tú intentas dispararme. Si consigo llegar hasta ti, entonces no eres capaz de tumbar a los guardaespaldas de un Príncipe y tendrás que aprender humildad. Si me aciertas... entonces te concedo el beneficio de la duda y sabré que puedo contar conmigo.

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#13

-oho...- vuelvo a decir perspicazmente ante el juego trampa de la Obispo. -¿Me está diciendo que un guardaespaldas del Príncipe es tan fuerte como un Obispo del Sabbat?- me autopregunto sabiendo de antemano la respuesta, -le aseguro que no, usted inspira mucho más poder que esa panda de debiluchos que nos encontramos en el párking, aún así, si quiere jugar yo no tengo inconveniente, aunque sepa que este juego tiene trampa- aseguro con la cabeza mientras la miro. Joder, incluso ella sabe que este juego sólo sirve para intentar demostrarme que no soy más que un novato de mierda... si yo puedo ver auras... ¿que no podrá hacer ella? más aún sabiendo que voy a dispararle y mi posición, algo que ellos no sabían, además de que iba acompañado de una buena estrategia que salió como anillo al dedo.

Recojo la pistola, y me preparo. Sé que voy a realizar dos disparos, pero primero de eso voy a agudizar mis sentidos para poder reaccionar a tiempo a su maniobra de evasión. Tengo claro que el primer disparo lo va a esquivar de alguna manera, y tengo entendido que algunos vampiros tienen una velocidad sobrehumana, por lo que el primer disparo servirá para obligarla a esquivarlo, y así el segundo irá de pleno a su ubicación. Pero no apuntaré a ningún sitio complicado, pues mi intención no es matarla, sino demostrarle mis habilidades.

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#14

La Obispo retrocede hasta una gran distancia. Después se coloca en posición de carrera. Parece imposible que pueda cruzar esa distancia sin ser acertada, pero Craig ha escuchado que los vampiros poderosos se mueven a velocidades sobrehumanas, por lo que prefiere no confiarse.

Un rugido inhumano da comienzo a la prueba. El británico dispara, más que por acertar, por realizar una finta que ponga en movimiento a su contendiente. Ella se mueve a una velocidad como nunca habías visto, más que percibirla, Craig la intuye. Pensando y calculando en poquísimo tiempo, dispara una vez más, no donde cree que está su blanco como haría un novato, sino donde piensa que va a estar.

Sin embargo, antes de que pueda darse cuenta de qué ha pasado, la Obispo lo tiene apresado, retorciéndole la muñeca para apartar el arma. Su fuerza es tremenda y Craig es incapaz de moverse.

- ¡Soy más fuerte que un guardaespaldas!-vocifera enseñando sus largos colmillos- ¡Pero tú has dicho que podías liquidar a todos los guardaespaldas! ¡La escolta de un Príncipe no es para tomársela a broma! No siempre va a resultar así de fácil.

Después de recuperar la pistola, se aleja de nuevo, hasta quedarse a unos tres metros. Ves como extrae una bala de un agujero ensangrentado en su pecho.

- Pero es verdad que tienes unos reflejos prodigiosos para alguien tan joven- sentencia con una sonrisa.

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#15

Antes de darme cuenta de qué ha sucedido me encuentro aprisionado entre una llave de la Obispo y su delgada figura. Incrédulo por la velocidad de sus movimientos, en el que mis ojos nada han podido ver, he tenido que usar el contorno del mismo para intuir su movimiento y acertar, posiblemente, el tiro más complicado que haya tenido que hacer jamás por el momento.

Me quedo expectante, pensativo hasta que me libera y se apodera de la pistola. (Y yo que pensaba que iba a regalármela por haber conseguido impactarla...)

Oigo como una perorrata sale de sus labios intentando decirme algo que yo sé desde el primer segundo. Parece ser que se cree que soy alguien con los humos muy subidos, y nada más lejos de la realidad; soy un tío que no tiene tiempo para buscar palabras teatreras que expresen lo mismo pero sin... joder... como se dice? bah, da igual, soy un tío claro y directo, por norma general, si ella considera que eso es ser un arrogante... pues hurra por ella, a mi me la pela, aunque mejor que nunca me oiga, ni mucho menos enfurecerla; pensar que estos pocos segundos que he vivido con ella son sólo el principio de su poder, abruma, de miedo.

-Oh no, por supuesto que no fue fácil, fue un efecto de dos causas, quizá tres: La estrategia que usamos, la fiabilidad del grupo, y puede que un poco de suerte; pues quién iba a adivinar que caería un bazoka cerca de póker, y que éste pudiera usarlo así de bien- termino carcajeando mientras le miro. Que coño, incluso yo me sorprendí de eso. Cuando lo vi con la intención de coger el bazoka me hubiera puesto las manos sobre la cabeza si hubiera tenido tiempo de ello, me temí que volaríamos todos por los aires si no volara él primero al no haber usado en la vida un cacharro de esos, pero no sólo supo dispararlo, sino que además acertó de pleno sin llevarnos a todos con el objetivo.

Posteriormente agradezco las palabras de elogio de la Obispo hacia mi persona y finalizo con una frase que seguramente sea ignorada, pues no es su tarea la de enseñarme nada. -Me gustaría aprender a usar esas habilidades que ha usado conmigo, señora- digo sonriente sin inmutarme por la cuasi segura negativa de su respuesta.

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#16

-Oh no, por supuesto que no fue fácil, fue un efecto de dos causas, quizá tres: La estrategia que usamos, la fiabilidad del grupo, y puede que un poco de suerte; pues quién iba a adivinar que caería un bazoka cerca de póker, y que éste pudiera usarlo así de bien- termina Craig carcajeando mientras mira a la Obispo.

Ella escucha con el ceño fruncido. Tiene pinta de no saber muy bien de qué está hablando. Mira también a Póker con aspecto igualmente confuso.

-Me gustaría aprender a usar esas habilidades que ha usado conmigo, señora- dice el británico sonriente, después de agradecer los elogios de la Obispo.

- ¿A qué te refieres? - inquiere ella- ¿A la fuerza, a la velocidad, o a la maniobra de inmovilización?- se queda un poco pensativa- Cuando se reorganizó la ciudad pasé bastante tiempo entrenando a los novatos. Ahora suelen ser las manadas las que se ocupan de entrenarse a sí mismas. Supongo que podría invertir un par de sesiones al menos... Lo que pasa es que con todo lo de la Palla Grande ando muy ocupada, de aquí para allá, y también tengo que visitar al Arzobispo... Mejor llámame en un par de días.

»También depende un poco de otra cosa que os tengo que comentar. Tengo que haceros una pregunta personal. Lleváis muy poco tiempo, imagino que estáis disfrutando bastante. Pero, ¿os han entrado dudas? ¿A veces sentís ganas de volver a vuestra vida anterior?

#17

-Oh, por supuesto a las dos primeras; me ha dejado impresionado su velocidad y la fuerza que ha usado para inmovilizarme- luego me quedo callado con su segunda pregunta. ¿Disfrutar? ¿Quién es el sádico que disfrutaría de un cambio así? sólo puede ser un don nadie como Sebastián, que se ha pasado toda su vida lamiéndole la bota a alguien y ahora se cree que eso va a cambiar; pero no, un lamebotas seguirá siéndolo ya sea humano o monstruo.

-La verdad que yo no usaría la palabra disfrutar, sino más bien la de habituarse al entorno- pauso antes de entrar en materia. No tengo intención de alargarme demasiado en la perorrata, y me temo que esta es otra pregunta con trampa, pero tarde o temprano se enterará de nuestros verdaderos sentimientos, y si no se lo decimos, las consecuencias pueden ser mucho peores para nuestros familiares. -¿Dudas?, no, por desgracia ese privilegio se nos ha vetado en cuanto hemos sido convertidos. Yo ya no puedo volver a lo que fui, ya que ahora me alimento de humanos, y vivo de noche. Prefiero la sangre de un desconocido, eso sin duda alguna. Además, que la alternativa a la duda, imagino que será la muerte, por lo que es una página del libro que hay que pasar cuanto antes.-

Mi rostro no puede evitar mostrar descontento por obligarme a alejarme de todo cuanto era, de todo cuanto quería; pero a la vez, me da la oportunidad de mejorar mi propia organización, por mucho que los pulpos quieran intentar meter los tentáculos. Mejorar ese objetivo personal evita que piense en demasía en mi desgracia y me hundiera en una pena de la cual no hay retorno posible. Al fin y al cabo soy un soldado, y los soldados miran el pragmatismo casi como una religión. Hay que vivir el momento, pues las balas no se detendrán por mucho que uno quiera.

#18

- Me alegro de que lo tengas tan claro, hermano- responde ella-. Hay por ahí predicadores de la esperanza que engañan a los jóvenes con promesas de recuperar la Humanidad perdida y fábulas por el estilo. Actúan por cuenta de los Antiguos, para dividir al Sabbat y distraernos, haciéndonos perseguir ilusiones inalcanzables. Por muy subnormal que parezca, esto puede ser muy dañino. Así que es importante: si alguna vez alguien viene a ofreceros este tipo de milongas, avisadme de inmediato. Antes incluso que a vuestros sires, a vuestra líder y a vuestra sacerdote. A mí. ¿Entendido?

» Pero si os sentís perdidos y tenéis dudas o dificultades para adaptaros al vampirismo, tenéis que saber que el Sabbat provee también un desarrollo espiritual que da sentido a nuestra existencia. Es un camino arduo que en esta ciudad sólo los de mayor voluntad han conseguido tomar. Se conocen como Sendas de Iluminación y las inventó el Sabbat para poder dejar atrás más eficazmente el pasado como humanos. Proveen unos principios sólidos a los que aferrarse y dedicar la no-vida y una búsqueda espiritual para alcanzar la comprensión.

» Para empezar está el Acuerdo Honorable. Los que lo siguen son una especie de hermandad formada por una unión de guerreros que han jurado proteger y fortalecer el Sabbat, y acabar con sus enemigos. Es como si fuera una Orden de Caballería, pero menos quijotesca y más marcial. Su entrenamiento es duro e implacable, pero también son los que obtienen mejores resultados. Son honestos y valientes, y la principal razón por la que el Sabbat aguanta a pesar de sus numerosos enemigos. No existe ningún camino más unido ni más honroso en el servicio a nuestra Secta.

» Pero si tenéis inclinaciones más místicas, también puedo ofreceros una senda de desarrollo espiritual. Sus practicantes estudian la vida y la muerte, y estados intermedios como el nuestro. Se dedican a cuestiones más metafísicas como el destino de las almas cuando los mortales o los inmortales mueren. Se supone que eso les otorga poder sobre la forma vampírica, y sobre el más allá y sus habitantes.

Se os queda mirando un poco, como si os estuvieran tasando o algo así.

- En esta ciudad tenemos uno de los maestros más innovadores de esta senda. Pero no os veo pinta de místicos a vosotros. Yo misma os instruiría en el Acuerdo Honorable, si os veis capaces del máximo servicio. Podría compaginar la instrucción espiritual con la instrucción marcial.

» Pensadlo bien, porque es una decisión de por vida. Pero, por otro lado, en el Sabbat nunca se os terminará de tomar en serio hasta que no adoptéis una Senda de Iluminación.

#19

Me quedo un largo rato pensativo, mirándola a los ojos, esos ojos duros y seguros que congelan el alma para usar los restos en licores de alta graduación. No termino de entender el motivo por el que nuestros principios deben ser cambiados, el porque nuestras propias leyes internas deben ser modificadas, ni si quiera el por qué tiene que ser tan importante el defender una secta que ni siquiera conozco, que de momento, tan sólo me ha premiado con soledad y dolor a pesar de sentir por mis venas la necesidad de proteger a mi manada, incluso a quienes no me están cayendo especialmente bien como es el caso de la rata de Sebastián. Es una sensación curiosa y molesta a partes iguales.

Parece que el tiempo se paraliza mientras estoy observando a la mujer, pasan unos buenos segundos antes si quiera de pensar en responder, pues ni siquiera se bien que decir. Siento que para mi propósito debo aceptar su propuesta e iniciarme en uno de esos caminos, y ciertamente uno de ellos me atrae de alguna manera, pues se siente el parecido con mis principios actuales. No sería un cambio excesivo al del estilo de vida que emplea siempre un soldado, tal vez, quizá, en que ahora lo que eran personas, pretenden que sean cerdos a los que engordar para el día de navidad.

-Los soldados siempre hemos luchado por una patria, un gobierno o un dinero, aparentemente al menos- hago una leve pausa sin apartar la mirada de la Obispo -pero lo único que nos preocupa realmente es hacer bien nuestro trabajo para que nuestros compañeros tengan más probabilidades de supervivencia, la política poco nos ha importado nunca- vuelvo a pausar, esta vez con una mirada más obtusa, como recordando escenas de mis propias palabras en Afganistán o cualquier otro lugar que me haya tocado servir. -No entiendo muy bien porque nuestros principios deben estar caducos sólo por haber tomado un camino diferente, pero tampoco me cierro en aprender nuevos conceptos que puedan enriquecer mi espíritu, que puedan cimentar mi nueva forma de vida para no sentir remordimientos por lo que deberé hacer de ahora en adelante. El nombre de la organización que debo proteger no me importa, sólo me importa proteger mis principios, al igual que al hermano que tengo a mi lado, porque sé que puedo confiar en que no me abandonará cuando lo necesite, de lo contrario, no será mi hermano de armas.- No deseo empezar un desafío con la Obispo, mucho menos después de haber visto de lo que es capaz, tampoco sé si quiera si mis palabras podrán agradarle o será una de esas fanáticas que sólo ven el nombre y nunca lo que hay detrás de él, tan si quiera puedo expresarme sin la timidez que me produce ser el centro de atención, haciendo que mis palabras no expresen a veces el significado correcto para entender la frase al completo, pero una cosa es tener que amoldarme a una nueva vida, y otra muy distinta convertirme eternamente en el siervo de nadie. Si van a quitarme la libertad, bien podrían también quitarme la vida, o lo que coño sea esto que tengo que experimentar.

#20

OFFTOPIC

Última llamada a @Ardalas-Romae . Creo que la escena se va a cerrar en breve. Voy a dar algo de tiempo más, pero si quieres que tu personaje haga o diga algo, o participe de alguna forma en ella, que hable ahora o calle para siempre.