Contento con el resultado de su particular prueba, Igor volvió a su refugio encantado (aun más) de haberse conocido. No obstante, el hecho de haber pasado el test no mejoró su relación con la práctica totalidad de clan, ya de por si ermitaños y reservados. Al parecer el baldón y la mancha de tener el sire que tenía no iba a limpiarse tan fácilmente. Sin embargo, las ventajas de su nueva posición eran innegables: recursos comunes del clan, incluyendo los digitales, así como información sobre los trapos sucios de la ciudad.
Unas semanas después de su excursión por el "almacén embrujado", la ocasión de protagonizar una nueva correría se le puso a tiro al pequeño nosferatu. Al parecer se estaba organizando una especie de aventura fuera de la ciudad, y un grupo adecuado (¡como la compañía del anillo!) se estaba formando. El hecho de que Santos asegurara que la tarea le venía demasiado grande sólo hacía que animarle a perseguir ese nuevo reto.
Sólo que antes tenía que acudiar a una reunión social, en el barrio gótico de la ciudad, en apenas un par de noches...Spoiler:
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